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CONSIDERACIONES ÚTILES

La posición anatómica neutra de cualquier articulación es cero grados. La flexión, extensión, aducción, abducción,
rotación interna, rotación externa, supinación y pronación (en lo que se refiere al pu?o) se miden a partir de este
punto (Figs. 1 a 8).

Si el codo o la rodilla se extienden más allá de este punto, se llama hiperextensión.

Por el contrario, la imposibilidad de llegar a la posición neutra se llama deformidad en flexión. Conociendo estos
términos, el profesional de enfermería tiene pleno dominio en la aplicación de la técnica de los vendajes, ya que
estos pueden emplearse para: proporcionar apoyo a un miembro, limitar el movimiento de una articulación,
controlar la inflamación o sostener otro vendaje en posición.

Fig. 3.1 Movilidad del hombro.

Fig. 3.2 Movilidad del codo.

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Fig. 3.3 Movilidad del pulgar.

Fig. 3.4 Movilidad de los dedos de la mano.

Fig. 3.5 Movilidad del pu?o.

Fig. 3.6 Movilidad de la columna cervical.

Fig. 3.7 Movilidad de la rodilla.

Fig. 3.8 Movilidad de la cadera.

Distintos tipos de vendajes

De tobillo. Para la lesión común causada por torceduras bruscas de pie que da?an los ligamentos del tobillo (Figs. 9 y
10).

De pie. En fracturas del cuello de la diáfisis de uno o dos metatarsianos (Figs. 11 y 12).
De rodilla. Para el derrame en la rodilla cuando se lesiona la articulación; debe aplicarse, lo antes posible, soporte y
compresión para controlar el derrame (Fig. 13).

En forma de ocho (Fig. 14).

De la mu?eca (Fig. 15).

De la mano (Fig. 16).

Capelina.

Velpeau. Requiere colocar almohadillas de guata en las axilas y el pliegue del codo; se flexiona el miembro afecto
sobre el tórax y se coloca la mano enferma sobre el hombro sano; de esta forma se fija el miembro firmemente con
vueltas de gasa.

De cabestrillo. Método sencillo para la inmovilización de miembros superiores.

Fig. 3.9 Movilidad del tobillo y del pie.

Fig. 3.10 Técnicas de vendaje para tobillo.

Fig. 3.11 Movilidad de los dedos del pie.


Fig. 3.12 Vendajes para el pie.

Fig. 3.13 Vendajes para la rodilla.

Fig. 3.14 Vendajes en forma de ocho.

Fig. 3.15 Vendajes para la mu?eca.

Fig. 3.16 Vendajes para la mano.

Acciones de enfermería

En los casos en que el enfermero debe aplicar un vendaje a pacientes, debe tener un conocimiento previo de los
factores traumáticos o las enfermedades que actúan sobre el sistema músculo-esquelético de aquellos, tanto desde
el punto de vista clínico como quirúrgico:

Conocer el diagnóstico correcto.

Identificar y anotar en la historia clínica los movimientos dolorosos, sean activos o pasivos.

Considerar el material que necesita, previamente.


Precisar si es necesario soporte, compresión o inmovilización.

Conocer dónde debe comenzar y terminar el vendaje, así como en qué dirección debe aplicarse. Para que un vendaje
realice la función de soporte, debe estar bastante apretado, pero debe observarse que no reduzca la movilidad o
empeore la lesión, pues puede ocurrir que lesione la piel, presione los nervios, impida la circulación sanguínea,
ocasione dolor, etc. Por el contrario, si es demasiado flojo, no será efectivo ni cumplirá los efectos deseados. Para
que el vendaje sea compresivo es necesario que apriete de manera que evite una inflamación mayor. Este tipo de
vendaje se utiliza para problemas específicos, como método a corto plazo; debe mantenerse una observación y
control riguroso, de forma permanente, para evitar la constricción circulatoria. Un vendaje realiza la función de
inmovilización cuando el miembro es colocado en posición neutra y las articulaciones ligeramente flexionadas en
alrededor de 5 grados, para evitar su hiperextensión.

Los vendajes se comienzan a colocar por debajo de la lesión y se van extendiendo hacia arriba, lo que ayuda a evitar
edemas, aunque pueden existir excepciones.

Los vendajes deben mantenerse totalmente secos.

El paciente con vendaje debe poder mover las articulaciones libres.

El miembro vendado debe estar en posición elevada cuando descansa.

Vigilar estrechamente las extremidades en cuanto a cambios de color, de la sensibilidad o movimientos.

Observar si aparecen erupciones, dolor o edema.

Explicarle al paciente cómo y cuándo debe retirarse la venda.

Tener siempre presente que la higiene es factor fundamental en la atención.

Valoración

Datos subjetivos

El paciente refiere dolor, molestias, sensación de calambres.


Datos objetivos

Se pueden presentar:

Cambios de coloración en la piel (cianosis, palidez).

Variaciones de los pulsos periféricos.

Cambios de la temperatura local a nivel del sitio del vendaje.

Limitación de los movimientos.

Diagnósticos de enfermería (NANDA)

Dolor R/C lesión traumática, exceso de compresión, aplicación del vendaje.

Deterioro de la movilidad física R/C uso de vendajes, inmovilización.

Déficit del autocuidado (ba?o, higiene) R/C uso de vendajes.

Riesgo de disfunción neurovascular periférica R/C aplicación del vendaje.

Expectativas:

Disminuya el dolor expresado por el paciente.

Mejore el deterioro de la movilidad física, logrando elevar los miembros superiores a la altura de la cabeza.

Mejore su autocuidado, logrando independencia en la realización de este.


Disminuya riesgo de disfunción neurovascular periférica.

Notas de resumen

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