Señor bueno y misericordioso, nos dirigimos a ti en este día porque
sabemos que siempre nos escuchas y estas atento a nuestras suplicas. Es por ello Señor que hoy venimos todos a colocarnos ante ti con un corazón abierto para que tu presencia inunde nuestras vidas y nuestras Familias. En este día venimos a colocar en tus benditas manos las Familias, de nuestro Liceo Latinoamericano, sus necesidades y preocupaciones. Te pedimos que cuides, protejas y acompañes de tu mano a cada uno de los integrantes de las Familias Liceistas, y los conduzcas por la senda del bien. Te pedimos que tomes a cada una de nuestras Familias y nos unas más; regálanos la paciencia, la escucha y la ayuda solidaria, ayúdanos a vivir en Paz y armonía, que la tranquilidad reine en nuestros hogares, se tú quien nos restaures en unidad familiar para vivir juntos y felices, sin divisiones o distanciamientos. Te pedimos Señor que nos ayudes a tener palabras dulces los unos con los otros, ayúdanos a comprendernos, a ser sensibles con los sentimientos de los demás, a pensar antes de hablar y que, si en algún momento llegamos a ofendernos, seas Tú quien nos dé el coraje de reconocer nuestros errores y pedir perdón con un corazón arrepentido; que sea cual sea el problema, podamos sentarnos juntos a resolverlo como la familia que somos. Que cada uno de los miembros de nuestras familias puedan sentirse apreciados, valorados y sobre todo amados. Que cada uno de nosotros podamos sentir que somos importantes y especiales, que cada vez que lleguemos a casa, ese amor infinito que has puesto en cada uno de nosotros, pueda sentirse en la paz, la alegría y en esa calidez que solo una verdadera familia sabe dar. Señor sigue cuidando y aleja nuestros cuerpos de este virus que nos ha tocado vivir, sigue sanando a los enfermos de nuestras familias, aléjanos de todo peligro, cúbrenos con tu preciosísima sangre y sé tú nuestro escudo protector en cualquier momento y lugar; que solo el amor, la dicha y la felicidad reinen en nuestros hogares. Sabemos que siempre escuchas nuestras suplicas, y por ello te decimos que nos colocamos en tus manos, haz de nuestras familias lo mejor, sea lo que sea te damos las gracias, con tal que tu voluntad se cumpla en nosotros, toma los sueños y anhelos individuales de cada uno de nuestros seres queridos y ayúdales a ser felices y que esa Felicidad se irradie en nuestras Familias Señor. Gracias por las bendiciones de nuestros hijos que nos has dado, te alabamos, te glorificamos y te colocamos en el centro de nuestras vidas y nuestras familias, todo esto te lo pedimos y te lo agradecemos en nombre de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor Amen.