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MAGISTRADO PONENTE: CARMEN ZULETA DE MERCHÁN
Exp: AA10-L-2007-000168
Mediante oficio Nº 642-07 del 1 de octubre de 2007, fue remitido por el Juzgado Cuadragésimo
Sexto de Primera Instancia en Función de Control del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción
despacho y constante de cuarenta y tres (43) folios útiles), contentivo de solicitud de sobreseimiento
efectuada por los ciudadanos Mercedes Prieto Serra y Nelson Orlando Mejía Durán, Fiscal Trigésima
Sexta del Ministerio Público a Nivel Nacional con Competencia Plena y Fiscal Sexagésimo Octavo
(Auxiliar) del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, a
mediante la cual declinó la competencia a la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia con
con lo que preceptúa el artículo 266, numeral 2 y único aparte, de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.
El 17 de octubre de 2007, se dio cuenta en la Sala Plena de este Tribunal Supremo de Justicia, y
fue designado ponente al Magistrado doctor Luis Alfredo Sucre Cuba, con el fin de resolver lo
conducente.
La Secretaría de esta Sala Plena hizo constar que en virtud de haber sido acordada la jubilación
del Magistrado doctor Luis Alfredo Sucre Cuba, el expediente fue devuelto en fecha 7 de diciembre de
2010, por tal motivo, en cumplimiento de lo acordado por la Sala Plena, su Presidenta el 11 de enero de
2011, reasignó la ponencia a la Magistrada Doctora Carmen Zuleta de Merchán, quien con tal carácter
Realizado el estudio del expediente, esta Sala Plena procede a dictar sentencia, previas las
siguientes consideraciones:
I
ANTECEDENTES
1.- El 30 de enero de 2003, los ciudadanos Gonzalo González, José Gregorio Ochoa Luna, Raúl
Pinto Peña y Alejandro Martínez, venezolanos, mayores de edad y titulares de las cédulas de identidad
de Secretaría General de la Fiscalía General de la República denuncia contra el ciudadano Hugo Rafael
Sexagésimo Octavo (Auxiliar) del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área
Ministerio Público y 108 numerales 1 y 2 del Código Orgánico Procesal Penal, ordenó el inicio de la
investigación correspondiente.
3.- El 16 de mayo de 2003, el abogado Alejandro Castillo Soto, Fiscal Sexagésimo Octavo
Auxiliar del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas,
asignación o partida presupuestaria que fuera utilizada para cubrir los gastos de viaje y estadía del
ciudadano Presidente de la República Hugo Rafael Chávez Frías en la ciudad de Porto Alegre,
República Federativa de Brasil para los días 26 y 27 de enero de 2003. 2.- se requiere informe a este
despacho en relación a cual (sic) fue el itinerario protocolar que fue cubierto por el ciudadano:
HUGO (sic) Rafael Chavez (sic) Frías, Presidente de la República, durante su estadía los días 26 y 27
de enero del presente año en la ciudad de Porto Alegre República Federativa de Brasil”.
ciudadana Livia Estela Romero Sánchez, Directora de Salvaguarda (E) del Ministerio Público se
solicitó la intervención del Fiscal Sexagésimo Octavo del Ministerio Público de la Circunscripción
6.- El 4 de mayo de 2005, la ciudadana Mercedes Prieto Serra, Fiscal Trigésima Sexta del
Ministerio Público a Nivel Nacional con Competencia Plena, mediante Oficio N° FMP-36° NN-0504-
05, se dirigió al Fiscal Sexagésimo Octavo del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Telecomunicaciones (CONATEL) y anexó las actas originales de las investigaciones números 01-F68°-
7.- El 5 de septiembre de 2006, la ciudadana Emylce Ramos Julio, Fiscal Trigésima Sexta del
Ministerio Público a Nivel Nacional con Competencia Plena (E), mediante Oficio N° FMP-36°NN-
1275-04, requirió del Comisario Jefe del Departamento de Microanálisis del Cuerpo de Investigaciones
Técnica a un (01) video casette, identificado con la etiqueta y el sello de Conatel, que presenta el
televisión del canal 8, correspondiente a la grabación realizada los días 26 y 27 de enero del año
2003, relacionado con ‘ALOCUCIONES DEL PRESIDENTE CHÁVEZ DESDE PORTO ALEGRE
BRASIL’”.
Trigésima Sexta del Ministerio Público a nivel Nacional con Competencia Plena la experticia N° 9700-
El material recibido para realizar el estudio solicitado consistió en: Una grabación contenida
en una cinta magnetofónica de videocasete, correspondiente al formato “VHS”, modelo “T-
120”, elaborada en material sintético de color negro y transparente e incoloro.
De la Digitalización: efectuada al contenido magnetofónico grabado en el videocasete
estudiado, se obtuvo un archivo en el formato “MICROSOFT ADPCM (WAV)” con
tamaño en disco de 454 MB (476.393.008 bytes), con una duración de “05:57:58 h/m/s”, el
cual fue respaldado en el disco compacto marca “BASF”. Modelo “80 1X-16X MULTI
SPEED”, con las siguientes inscripciones alfa numéricas presentes en su borde
interno “1214 31 M C 30707 80”.
Del Análisis de la Coherencia Técnica: Practicado a la grabación contenida en el
videocasete recibido, fue sometida a un exhaustivo análisis cuadro a cuadro, constatándose
que el mismo presenta cambios de escenarios donde se desenvuelve dicha grabación,
cambios de cámaras (ponches), los cuales destacan características encuadrables en los que se
conoce como edición de video.
Con lo anteriormente expuesto, se da por concluida la actuación pericial. Se consigna la
presente Experticia, constante de dos (02) folios útiles. Se anexa a la presente, debidamente
embalado, rotulado el videocasete estudiado, y un (01) disco compacto contentivo del audio
de la grabación, dado que no se transcribió por lo extenso de la misma.
9.- El 8 de enero de 2007, el Ministerio Público, representado por los ciudadanos Mercedes
Prieto Serra y Nelson Orlando Mejía Durán, Fiscal Trigésima Sexta del Ministerio Público a nivel
Nacional con Competencia Plena y Fiscal Sexagésimo Octavo (Auxiliar) del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, respectivamente, presentó ante la Unidad
de Registro y Distribución de Documentos del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas declinó la competencia “[…] para que
conozca por mandato constitucional al Tribunal Supremo de Justicia en Sala Plena, sobre la causa
signada bajo el N° 8322-07 (Nomenclatura de este Juzgado) y seguida en contra del ciudadano:
HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS, ello a tenor del artículo 266 Ordinal 2do (sic) de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela en guardada relación con los artículos 61 y 377 del Código
II
DE LA DENUNCIA INTERPUESTA
El 30 de enero de 2003, los ciudadanos Gonzalo González, José Gregorio Ochoa Luna, Raúl
Pinto Peña y Alejandro Martínez, interpusieron ante la Dirección de Secretaría General de la fiscalía
General de la República denuncia contra el ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente de la
República Bolivariana de Venezuela, en los términos siguientes:
Nosotros, Gonzalo González, José Gregorio Ochoa Luna, Raúl Pinto Peña y Alejandro
Martínez, venezolanos, mayores de edad, de este domicilio, titulares de las Cédulas de
Identidad Nos. 4.350.138, 6.082.417, 7.375.444, 5.308.165, respectivamente, por medio del
presente documento solicitamos formalmente la apertura de una averiguación penal contra
el Presidente de la República Hugo Chávez Frías. De acuerdo a lo contemplado en el
artículo 21 de la Ley Orgánica del Ministerio Público. La petición está basada en la
comisión del delito de peculado de uso según el ordinal 5° del Artículo 71 de la vigente Ley
Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público –hoy derogada-, por parte del ciudadano
Presidente de la República.
El presidente (sic) de la República Hugo Chávez, viajó a la ciudad de Porto Alegre,
República Federativa del Brasil, los días 26 y 27 del mes de enero de 2003, a los fines de
participar en un evento organizado por un recién fundado (13 de enero de 2003) Comité de
Porto Alegre de Solidaridad con Venezuela, dicho viaje así como las actividades conexas no
tienen bajo ningún respecto carácter de actividad estatal o gubernativa, que amerite la
utilización de recursos públicos para su ejecución, dado que ninguna autoridad estatal o
pública de Brasil realizó dicha invitación ni ejecutó el Presidente Chávez actividad alguna
con ellas, dicho viaje responde a iniciativas de claro corte partidista y proselitista, lo que
conlleva a una utilización para fines privados de un avión perteneciente al Estado
venezolano, ello produjo un severo daño patrimonial al erario público, calculado en la cifra
de CIENTO CUARENTA Y DOS MILLONES QUINIENTOS MIL
BOLÍVARES (142.500.000,oo BS.) –antes de la reconversión monetaria- cantidad que
resulta de la multiplicación de la cantidad de Treinta mil dólares americanos (Costo
hora/avión) por 15 horas del (sic) vuelo (Maiquetía-Porto Alegre y Porto Alegre-Maiquetía)
por el valor promedio actual del dólar americano (Bs. 1900). Añadiéndose a esto, los costos
públicos de la realización de una cadena de televisión en directo desde la referida ciudad de
Porto Alegre, la cual no respondía a ningún interés estatal sino a una intencionalidad
proselitista, representa un gasto aproximado de 10.000 Dólares, pues 15 minutos de
transmisión vía satélite de Brasil a Venezuela cuestan 600 dólares. De tal manera que el
costo de la transmisión se realizó por un costo de DIECINUEVE MILLONES DE
BOLÍVARES (19.000.000,oo Bs.) –antes de la reconversión monetaria- aproximadamente.
Esto sumaría un total de CIENTO SESENTA Y UN MILLÓN QUINIENTOS MIL
BOLÍVARES (161.500.000,oo Bs.) –antes de la reconversión monetaria-
En razón de lo expuesto denunciamos formalmente al Presidente de la República Hugo
Chávez Frías por la comisión del delito de peculado de uso contemplado en el articulo (sic)
71, ordinal 5° de la Ley Orgánica de Salvaguarda (sic) –hoy derogada- que reza: Articulo
(sic) 71.
Serán penados: Ord 5°. Con prisión de uno a cinco años, al funcionario público o cualquier
persona que utilice en obras, o servicios de índole particular, para fines contrarios a los
previstos en las leyes, reglamentos, resoluciones u ordenes (sic) de servicio a trabajadores,
vehículos, o maquinarias o materiales que por cualquier título estén afectados a un
organismo público.
Solicitamos que se realicen las siguientes diligencias:
1) Que se obtenga el valor económico para el erario público del viaje realizado ilegalmente
cometiendo peculado de uso por el presidente (sic).
2) Que se solicite a Venezolana de Televisión copia de dicha transmisión y se determine
mediante participación de CONATEL los costos de la misma a los fines de establecer
las responsabilidades.
III
DE LA SOLICITUD DE SOBRESEIMIENTO PRESENTADA
POR EL MINISTERIO PÚBLICO
En fecha 8 de enero de 2007, los ciudadanos Mercedes Prieto Serra, Fiscal Trigésima Sexta del
Ministerio Público a Nivel Nacional con Competencia Plena y Nelson Orlando Mejía Durán, Fiscal
Sexagésimo Octavo (Auxiliar) del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del Área
siguiente:
“Con relación a lo previamente expuesto por los denunciantes indicando la comisión del
delito de peculado previsto en el artículo 75 ordinal 5 (sic) de la ya derogada Ley Orgánica
de Salvaguarda y del Patrimonio Público, quienes hoy examinamos las actas observamos:
Primero: En efecto el Primer Mandatario Nacional efectuó el día 25 de enero de 2003, un
viaje con destino a la ciudad de Porto alegre, República Federativa del Brasil, con motivo
del Foro Social Mundial 2003, a celebrarse en dicha ciudad los días 26 y 27 de enero del
referido año, traslado que realizó con la finalidad de cumplir una serie de actos, propias (sic)
de sus funciones, entre las cuales se evidenciaron según el Itinerario de actividades en
primer lugar, el encuentro que sostuvo el máximo Representante del Poder Ejecutivo
Nacional con las personalidades del referido Foro Social y en segundo lugar, mantuvo
varias reuniones con personalidades del Estado de Río Grande Do Sul, como por ejemplo el
Gobernador del mencionado estado Germano Rigotto y el Diputado Sergio Zambiasi,
Presidente de la Asamblea Legislativa, lugar donde se efectuó el “Acto de Solidaridad con
Venezuela”, no tratándose en consecuencia, de un viaje particular o de corte partidista o
proselitista tal y como lo pretender (sic) hacer ver los denunciantes.
Segundo: Los recursos utilizados por el Presidente de la República de Venezuela (sic), tal y
como fue indicado previamente en el capítulo de las diligencias, son los destinados según la
partida presupuestaria N° 4.03 07 02 00 referida a los gastos ordinarios asignados al
ciudadano Presidente de la República para viajar fuera del país, denominada “Viáticos y
pasajes fuera del país” según la Ley de Presupuesto para el Ejercicio Fiscal 2003,
entendiéndose que tales recursos son consecuencia de funciones del Primer Mandatario
Nacional, mal podría entonces considerar el Ministerio Público, que estamos en presencia
de algún hecho constitutivo de delito.
En efecto, todo funcionario público tiene la ineludible obligación de actuar dentro del marco
de los parámetros legales de una sociedad democrática, haciendo uso de las potestades
públicas que le han sido conferidas de acuerdo y en función a los fines e interés públicos
inherentes al cargo ejercido, en armonía con la Ley y la misma Constitución, siendo los
principales objetivos lograr una administración transparente, utilización racional y eficaz
de los recursos públicos y, en definitiva la sanción a todo aquel funcionario que actúe en
detrimento de los intereses que representa o con abuso y desviación del poder, los medios y
las potestades de las que ha sido investido.
En este sentido, es indispensable analizar en su contexto el artículo 71 ordinal 5, de la ya
derogada Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público (vigente para la fecha de los
hechos), el cual establecía el delito de Peculado de Uso, en los siguientes términos:
“…con prisión de uno a cinco años el funcionario o cualquier persona que utilice en
obras o servicios de índole particular, para fines contrarios a los previstos en las leyes,
reglamentos, resoluciones u órdenes de servicio, a trabajadores, vehículos,
maquinarias o materiales que por cualquier título están afectados o destinados a un
organismo público…”.
Bajo la óptica de la especialista EUNICE DE VISANI (sic), la acción material constitutiva
del delito de peculado constituye una especie o forma de infidelidad del funcionario público
respecto de sus deberes frente a la administración del Estado, consistente en que los bienes
del patrimonio público que se hallan en poder de algún organismo estatal, los cuales le han
sido confiados por razón de su cargo con una finalidad determinada, han sido empleados o
investidos con fines distintos a los que estaban destinados, fines ajenos a los intereses
de la administración.
Conforme a todo esto, la acción típica del delito de peculado de uso, la constituye el
“utilizar” para fines de orden particular, ajenos o contrarios a los previstos en las leyes,
reglamentos, resoluciones los objetos materiales descritos y enumerados en el mismo.
Estos objetos materiales, sobre los cuales debe recaer la acción constitutiva del delito se
tratan solamente de “trabajadores, vehículos, maquinarias o materiales” destinados a un
organismo público.
Ahora bien, el uso del avión presidencial hacía (sic) la ciudad de Porto alegre, República
Federativa de Brasil, fue con ocasión (sic) un acto propio de las funciones del Presidente de
la República, es decir, se trató de un viaje de carácter oficial y no particular, razón por la
cual no resulta posible concluir como lo pretende (sic) hacer valer los denunciantes, que le
viaje realizado por el Primer Mandatario Nacional se realizó con un fin de corte partidista o
proselitista y que por tanto el mismo constituyen (sic) un hecho delictivo.
El máximo Representante del Poder Ejecutivo Nacional, no dispone del dinero del estado
(sic) cuando lo desee, todo lo contrario para realizar cualquier actividad que genere gastos
relacionados con las funciones propias del Presidente de la República, requiere de una
partida destinada para determinado fin, en el caso bajo estudio se aprecia tal y como fue
indicado previamente que para sufragar los gastos del viaje efectuado a la ciudad de Porto
Alegre, República Federativa de Brasil, se utilizó la partida presupuestaria N° 4.03 07 02
00, destinada, según la Ley de Presupuesto para el Ejercicio fiscal 2003.
Tal actividad tuvo como fin establecer las relaciones entre los gobiernos de la República
Bolivariana de Venezuela con la República Federativa del Brasil, más aún cuando en el
Palacio Legislativo del Estado de Río Grande do Sul, se llevó a cabo el “Acto de
Solidaridad con Venezuela”, cuyo fin fue brindar apoyo al Gobierno de Venezuela con el
propósito de lograr la integración de países hermanos, siendo una actividad totalmente
eficaz, pero afirmar que el actuar en estos términos por parte del Presidente de la república
Bolivariana de Venezuela configura delito, no tiene asidero jurídico, pues no se evidencia
que dicha conducta vaya en detrimento de algún bien jurídico tutelado penalmente por el
Estado.
Por otra parte, consideramos necesario destacar tal y como se desprende de los documentos
que fueran recabados por el Ministerio Público, que el viaje del máximo Representante del
Poder Ejecutivo Nacional, tal y como fuese indicado previamente fue de carácter oficial y
que la transmisión efectuada por el canal audiovisual del Estado, estuvo orientada en este
sentido, pues difundieron las realidades institucionales del país, no resultando perjuicio
alguno para el patrimonio público o sea indicativa de un ilegítimo desvío de las facultades
dadas al organismo directivo.
Así las cosas, resulta importante recalcar que nuestra legislación penal, al igual que el resto
de los ordenamientos jurídicos de corte democrático y liberal no concibe el castigo o la
punición para conductas que en definitiva no comporten un daño, lesión o puesta en peligro
de un determinado bien jurídico, o que resulten inocuas tal como el caso bajo estudio. Por
ello precisamos, y fundamentándonos en criterios sostenidos por innumerables tratadistas
tales como: MANTOVANI, JIMÉNEZ DE ASUA (sic), SANTIAGO MIR PUIG y otros;
que es función esencial del derecho penal la protección de bienes jurídicos, quedando
establecido que no hay delito sin ofensa del bien jurídico protegido, (principio de
ofensividad, “NULLUM CRIMEN NULLA POENA SINE INJURIA”), resultando todas
estas consideraciones de obligatorio acatamiento para el órgano jurisdiccional decidor (sic).
Así las cosas, este Despacho fiscal, una vez evidenciado que el hecho que ha sido objeto de
averiguación no lesiona bien jurídico alguno, concluye que resulta improcedente continuar
con la investigación, por cuanto no existe un hecho punible que investigar y mucho menos
persona que individualizar ya que no ha ocurrido delito, en consecuencia consideran
oportuno y ajustado a derecho SOLICITAR como en efecto se solicita EL
SOBRESEIMIENTO DE LA PRESENTE CAUSA, de conformidad con lo previsto en el
artículo 318 numeral 2° (sic) (primer supuesto) del Código Orgánico Procesal Penal, toda
vez que dispone lo siguiente:
Art. 318 Código Orgánico Procesal Penal: “Sobreseimiento. El sobreseimiento
procede cuando:
2.- El hecho imputado no es típico…” (Subrayado de esta Representación Fiscal).
[…]
Conforme se evidencia en actas, el Ministerio Público, actuando en concordancia con lo
previsto en la Ley, llevó a cabo la investigación correspondiente, practicando las diligencias
pertinentes a los fines de lograr el total esclarecimiento de los hechos, determinando de esta
forma que los mismos no son subsumibles en tipo penal alguno.
[…]
En consecuencia, por las (sic) razonamientos precedentemente expuestos, quienes
suscriben, solicitamos respetuosamente DECRETE EL SOBRESEIMIENTO de la presente
investigación la cual se encuentra distinguida bajo la denominación alfanumérica 01-F68-
648-03, nomenclatura de la Fiscalía 68° del Ministerio Público, iniciada en virtud de la
denuncia interpuesta en fecha 30 de enero de 2003, por los ciudadanos GONZALO
GONZÁLEZ, JOSÉ GREGORIO OCHOA LUNA, RAÚL PINTO PEÑA y ALEJANDRO
MARTÍNEZ, en contra del ciudadano Presidente de la República Bolivariana de Venezuela,
Teniente Coronel Hugo Rafael Chávez Frías, ya que el hecho investigado no reviste
carácter penal, de conformidad con establecido en el artículo 318 numeral 2 del Código
Orgánico Procesal Penal.
IV
DE LA DECLINATORIA DE COMPETENCIA EFECTUADA POR EL
JUZGADO CUADRAGÉSIMO SEXTO EN FUNCIONES DE CONTROL DEL CIRCUITO
JUDICIAL PENAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS
En fecha 1 de octubre de 2007, el Juzgado Cuadragésimo Sexto en Funciones de Control del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas declinó su competencia en esta Sala Plena
Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Área
Metropolitana de Caracas a esta Sala Plena del expediente N° 8322-07 (nomenclatura de dicho
competencia para declarar si hay o no mérito para el enjuiciamiento del Presidente o Presidenta de la
De allí que el Texto Constitucional no sólo establece la figura del antejuicio de mérito a favor
del Presidente o Presidenta de la República o de quien haga sus veces, y de otros altos funcionarios
públicos o altas funcionarias públicas, sino también los lineamientos fundamentales del procedimiento
especial para determinar la responsabilidad penal de esos funcionarios públicos o funcionarias públicas,
el cual es ratificado y desarrollado, respectivamente, por varias leyes, fundamentalmente, por la Ley
En tal sentido, la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, en su artículo 24, cardinales 1
[antes artículo 5, numeral 1 del texto vigente para el momento en que fue declinada la competencia en
este caso], establece como competencia del Tribunal Supremo de Justicia, declarar, en Sala Plena, si
hay o no mérito para el enjuiciamiento del Presidente o Presidenta de la República o quien haga sus
Nacional, hasta sentencia definitiva; así como también declarar, en Sala Plena, si hay o no mérito para
Al respecto, como ha señalado esta Sala en reiteradas oportunidades, cabe acotar que el
funcionarios públicos o funcionarias públicas que tienen a su cargo las funciones públicas más
relevantes, destinado a que el órgano competente para ello determine si existe o no mérito para su
Tal presupuesto se concibe, actualmente, no como una protección de las personas que
desempeñan determinados cargos en la estructura del Estado, sino como una protección del interés
general o del bien común, pues, a través de esa institución procesal se busca resguardar las funciones
públicas más importantes y, por ende, se persigue preservar el correcto funcionamiento del Estado.
Tal es la razón que se invoca para afirmar que ese tratamiento particular que implica la
exigencia del antejuicio de mérito, en relación con los funcionarios o funcionarias que ejercen las
funciones públicas más significativas, respecto del resto de las personas, no se considera violatorio del
principio de igualdad, cuya fórmula clásica envuelve “tratar igual a lo igual y desigual a lo desigual”.
En efecto, la defensa del interés público se entiende como un aspecto que justifica,
suficientemente, la previsión del antejuicio de mérito y, por tanto, una hecho que advierte la
desigualdad que ella implica, es decir, la desigualdad entre los funcionarios destinatarios de ese
presupuesto procesal y las demás personas, incluyendo funcionarios distintos de aquellos, y, por ende,
un evento que justifica el tratamiento necesariamente desigual que acarrea, de manera tal que se cumple
desigual, pues, –se insiste– en este caso se da un tratamiento desigual a sujetos desiguales, es decir, se
establece el antejuicio de mérito respecto de los funcionarios públicos que desempeñan las funciones
más relevantes dentro del Estado, iniciando por el Presidente o Presidenta de la República o quien haga
sus veces.
también ocurriría si no se justifica el trato desigual. (Vid. sentencia de esta Sala Plena N° 34 de fecha 6
de julio de 2010).
mérito, en los artículos 110 y siguientes, Capítulo IV del Título VII de la vigente Ley Orgánica del
forma expresa, en su artículo 114, la competencia de esta Sala para conocer y decidir de la solicitud de
Presidenta de la República o quien haga sus veces, o los demás altos funcionarios o altas funcionarias
antes referidos.
Así, el Texto Constitucional y la normativa legal establecen una jurisdicción especial no sólo
quien haga sus veces y demás altos funcionarios o altas funcionarias, sino también una jurisdicción
especial para conocer de las causas que se les sigan, con posterioridad -según sea el caso- al
cumplimiento de los otros presupuestos previstos en la Constitución y la ley; así como para conocer y
sobreseimiento.
Por tanto, esta Sala Plena -como lo ha venido sosteniendo de manera reiterada en sus decisiones-
no sólo es competente para conocer de una solicitud de antejuicio de mérito contra el Presidente o
Presidenta de la República o quien haga su veces y otros altos funcionarios o altas funcionarias del
Estado, sino también, de las solicitudes de sobreseimiento o de desestimación de denuncias o querellas
formuladas en contra de los mismos (Vid. sentencias números 110 del 25 de septiembre de 2008; 117
del 16 de octubre de 2008; 6 del 14 de enero de 2010; 7 y 8, ambas del 11 de febrero de 2010; 9, 10 y
11 del 17 de febrero de 2010; 12 del 18 de febrero de 2010; 14 del 8 de abril de 2010; 28 del 16 de
planteada por el Juzgado Cuadragésimo Sexto de Primera Instancia en Funciones de Control del
Circuito Judicial Penal de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, esta Sala
Plena del Tribunal Supremo de Justicia se declara competente para conocer la presente solicitud de
sobreseimiento de la investigación iniciada contra el ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente
Ministerio Público con ocasión a la investigación iniciada en virtud de la denuncia interpuesta por los
ciudadanos Gonzalo González, José Gregorio Ochoa Luna, Raúl Pinto Peña y Alejandro Martínez
contra el ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela,
En sentencia Nº 6 del 14 de enero de 2010, esta Sala Plena respecto del rol de quien ejerce el
cargo de Fiscal General de la República en el marco del trámite del antejuicio de mérito, estableció lo
siguiente:
“La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 266, numerales 2
y 3, en concordancia con su único aparte, le asigna a esta Sala Plena del Tribunal Supremo
de Justicia la atribución de declarar si hay o no mérito para el enjuiciamiento del Presidente
o Presidenta de la República o quien haga sus veces, y de otros Altos Funcionarios,
estableciendo de igual modo los lineamientos fundamentales del procedimiento para
determinar su responsabilidad penal. Tales lineamientos, respecto al procedimiento del
antejuicio, son recogidos por la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia y el Código
Orgánico Procesal Penal, el cual se inicia a instancia del Fiscal o de la Fiscala General de la
República, bien se trate de delito de acción pública o bien de delitos enjuiciables a instancia
de la parte agraviada.
Por su parte, el Código Orgánico Procesal Penal, en su artículo 377, ubicado dentro del
Título IV (referido al procedimiento en los juicios contra el Presidente de la República y
otros altos funcionarios públicos) del Libro Tercero (dedicado a los procedimientos
especiales), dispone que corresponde al Tribunal Supremo de Justicia declarar si hay o no
mérito para el enjuiciamiento del Presidente o Presidenta de la República o de quien haga
sus veces y de los Altos Funcionarios del Estado, previa querella del Fiscal o de la Fiscala
General de la República.
Como puede apreciarse de lo supra transcrito, en el trámite del antejuicio de mérito el
máximo representante del Ministerio Público tiene atribuida la competencia exclusiva para
instar dicho trámite sin distingo de la naturaleza del delito denunciado –delitos de acción
pública o delitos enjuiciables a instancia de la parte agraviada-; por cuanto el antejuicio de
mérito es un procedimiento especial, establecido con relación a los altos funcionarios del
Estado que tienen a su cargo las funciones públicas más relevantes; procedimiento destinado
a que este Alto Tribunal determine si existe o no mérito para el posterior enjuiciamiento una
vez desaforado el Alto Funcionario.
Ello es así, ya que con el trámite del antejuicio de mérito se protegen funciones públicas
trascendentales para el Estado y la sociedad de aquellas acciones destinadas a perturbarlas,
pudiendo afectarse además del interés público, la gobernabilidad.
(…)
Así entonces, siendo un deber del Fiscal o la Fiscala General de la República -quien dirige
el Ministerio Público en tanto órgano integrante del Poder Ciudadano- proponer
personalmente el antejuicio de mérito contra el Presidente o Presidenta de la República o
quien haga sus veces, como a los demás Altos Funcionarios, de conformidad con lo
dispuesto por el cardinal 5 del artículo 25 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, por
aplicación de la máxima latina a maiori ad minus: ‘quien puede lo más puede lo menos’,
también lo es para proponer la solicitud de desestimación de denuncia o la solicitud de
sobreseimiento; además de que el pronunciamiento que rechaza la desestimación de la
denuncia o el sobreseimiento incide en el enjuiciamiento del Alto Funcionario; deber éste
que, dada la entidad de los intereses que dicho funcionario resguarda, no admite delegación
alguna en cualquiera de los demás fiscales del Ministerio Público.
Aun cuando el Código Orgánico Procesal Penal, la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia y la Ley Orgánica del Ministerio Público no prevén los supuestos referidos a las
solicitudes de sobreseimiento o de desestimación de la denuncia a favor del Presidente o
Presidenta de la República o quien haga sus veces, así como a favor de los demás Altos
Funcionarios, en razón de su trascendental importancia y del obligatorio respeto a los
derechos y garantías constitucionales, entre los que destaca la seguridad jurídica, una
interpretación sistemática del ordenamiento jurídico vigente permite concluir que el Fiscal o
la Fiscala General de la República, en tanto Máximo Representante del Ministerio Público,
es competente no sólo para proponer la solicitud de antejuicio de mérito, sino también para
proponer el sobreseimiento o la desestimación de la denuncia formulados contra los
señalados Altos Funcionarios, toda vez que son actos procesales estrechamente vinculados
al enjuiciamiento de éstos, razón por la cual, tales actuaciones son competencia exclusiva
del Fiscal o la Fiscala General de la República, sin que pueda delegarse este deber -como
antes se apuntó- en ningún otro fiscal del Ministerio Público, por cuanto ello implicaría una
franca subversión al ordenamiento constitucional y una infracción al deber legal establecido
expresamente en el cardinal 5 del artículo 25 de la Ley Orgánica que rige la organización
administrativa y funcional del Ministerio Público” (Resaltado de este fallo).
En la referida sentencia, por razones de seguridad jurídica, se dejó establecido que los efectos
sobreseimiento en el procedimiento del antejuicio de mérito, quedando excluidas las causas en trámite.
No obstante, la vigente Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, al establecer la competencia de
la Sala Plena para conocer y decidir de la solicitud de desestimación de la denuncia o querella, o bien
de la solicitud de sobreseimiento contra los altos funcionarios o altas funcionarias, precisó que “…la
treinta días hábiles siguientes a la recepción de la denuncia o querella…”, lo cual considera esta Sala
solo aplicable, en respeto al principio de irretroactividad de las normas, a las causas que sean
presentadas con posterioridad a la entrada en vigencia de la nueva Ley que rige las funciones de este
En tal sentido, como quiera que la presente causa se encontraba en trámite para la fecha del
criterio jurisprudencial previamente expuesto, por lo que su inicio es ciertamente anterior a la entrada
en vigencia de la nueva Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, compete a esta Sala Plena
conocer y decidir en relación con la solicitud del Ministerio Público de sobreseimiento de investigación
2007, por el Ministerio Público, representado por los ciudadanos Mercedes Prieto Serra y Nelson
Orlando Mejía Durán, Fiscal Trigésima Sexta del Ministerio Público a nivel Nacional con Competencia
Plena y Fiscal Sexagésimo Octavo (Auxiliar) del Ministerio Público de la Circunscripción Judicial del
Área Metropolitana de Caracas, respectivamente, conforme al artículo 318, numeral 2 del Código
Orgánico Procesal Penal, esta Sala Plena estima oportuno señalar dicha disposición adjetiva penal
establece lo siguiente:
“2. El hecho imputado no es típico o concurre una causa de justificación,
inculpabilidad o de no punibilidad…”.
Como puede observarse de lo antes transcrito, tal y como fue constatado por el Ministerio
República como máximo Representante del Poder Ejecutivo Nacional, tuvo carácter oficial, aunado a
que la transmisión efectuada por el canal audiovisual del Estado, estuvo orientada a difundir las
realidades institucionales del país, vale decir, no se causó perjuicio alguno al patrimonio público ni
derivó en un ilegítimo desvío de las facultades conferidas al organismo directivo, en razón de lo cual
dichos hechos no son subsumibles en el tipo penal del delito de peculado de uso –denunciado- ni en
Así las cosas, el referido viaje presidencial a la ciudad de Porto Alegre, República Federativa
del Brasil, los días 26 y 27 del mes de enero de 2003, así como las actividades conexas; concluyendo
además que no se vio menoscabado –tal como fue denunciado- el patrimonio del Estado venezolano.
No obstante ello, esta Sala Plena, al analizar la denuncia presentada el 30 de enero de 2003, por
los ciudadanos Gonzalo González, José Gregorio Ochoa Luna, Raúl Pinto Peña y Alejandro Martínez,
Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela; constata que la
señalada denuncia nunca debió ser admitida ni tramitada, ni mucho menos debió el Ministerio Público
ordenar el inicio de la investigación, toda vez que, ab initio, era evidente que los hechos denunciados
no revisten carácter penal, hechos estos inmodificables cuyo carácter no punible, en modo alguno
Asimismo, esta Sala comparte la opinión del Ministerio Público en el sentido de que nuestra
legislación penal, al igual que el resto de los ordenamientos jurídicos de corte democrático y liberal, no
concibe, admite ni acepta el castigo o la punición para hechos o conductas que no comporten un daño,
lesión o puesta en peligro de un determinado bien jurídico, tal como ocurre el caso bajo examen.
Vale destacar, una vez más, que la función esencial del derecho penal es la protección de bienes
jurídicos, de allí que no puede configurarse delito sin ofensa del bien jurídico protegido, (principio de
jurisdiccional decisor; en razón de lo cual el Ministerio Público estimó improcedente continuar con la
investigación, por cuanto no existe un hecho punible que investigar y mucho menos persona que
expresó lo siguiente:
[Omissis]
Debe señalarse que conforme a la ley y de acuerdo a las exigencias de la lógica del
proceso, la denuncia por la supuesta comisión de un delito deberá ser ‘desestimada’ y,
por consiguiente, no habrá lugar al inicio de la investigación ni a la ‘actividad penal’ en
que ésta consiste, cuando el hecho ‘no revista carácter penal’ o cuando la acción esté
‘evidentemente prescrita’ o cuando exista un obstáculo legal para el desarrollo del
proceso.
Un hecho no reviste carácter penal, entre otros supuestos, cuando no está previsto
en la ley como delito por carecer de los caracteres propios de la res iudicanda y, en
consecuencia, sin necesidad de actividad probatoria y a la solicitud del Ministerio
Público, conforme al artículo 301 del Código Orgánico Procesal Penal el Juez de Control
emitirá un pronunciamiento in iure en el que establecerá que la situación de hecho
propuesta como denuncia no resultaría idónea para constituirse en materia de
proceso; lo mismo sucede con la prescripción, que es otro de los supuestos de
extinción de la acción, en el cual -en atención a las citadas normas de la ley-, puede
ser apreciada de oficio y declarada por el Juez de Control a instancia del Ministerio
Público.
De lo anterior se desprende que el juez de control decretará la desestimación de la
denuncia o de la querella cuando estime, una vez observados los escritos libelares
presentados ante su instancia, que de su mera redacción no se aprecie que hay delito por
cuanto el hecho narrado resulta atípico o porque aun siéndolo, la acción para perseguirlo
esté prescrita o porque en las actuaciones no conste acreditada la superación prima
facie del obstáculo legal (Resaltado de este fallo).
Así entonces, la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de Justicia asentó –entre otras
aspectos- que un hecho no reviste carácter penal cuando no está previsto en la ley como delito.
Asimismo, señala que el juez decretará la desestimación de la denuncia cuando aprecie, una vez
observados los escritos libelares presentados ante su instancia, que de su mera redacción no se aprecie
que hay delito por cuanto el hecho narrado resulta atípico o porque aun siéndolo, la acción para
perseguirlo esté prescrita o porque en las actuaciones no conste acreditada la superación prima facie del
obstáculo legal.
Corolario de lo expuesto, y con base en el precedente judicial dictado por esta Sala Plena en su
sentencia N° 5, publicada el 12 de enero de 2011, caso: V/A Mario Iván Carratú Molina y CNEL. (AV)
Pedro Vicente Soto F. contra el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, ciudadano Hugo
Rafael Chávez Frías, y ante la constatación de que los hechos denunciados ab initio no revisten
carácter penal, esta Sala Plena declara la desestimación de la denuncia interpuesta el 30 de enero de
2003, por los ciudadanos Gonzalo González, José Gregorio Ochoa Luna, Raúl Pinto Peña y Alejandro
Martínez, contra el ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de
Venezuela, de conformidad con lo previsto en el artículo 301 del Código Orgánico Procesal Penal. Así
se declara.
VII
DECISIÓN
Por tales razones, esta Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia
de la investigación iniciada contra el ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela, y en consecuencia, ACEPTA LA DECLINATORIA DE
de la República Bolivariana de Venezuela, ciudadano Hugo Rafael Chávez Frías, de conformidad con
lo establecido en el artículo 301 del Código Orgánico Procesal Penal. En consecuencia, ordena la
devolución de las actuaciones al Ministerio Público, a los fines de su archivo definitivo, conforme a lo
dispuesto en los artículos114 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia y 302 del Código
Orgánico Procesal.
correspondientes.
Publíquese, regístrese y notifíquese. Cúmplase lo ordenado. En Caracas a los 8 días del mes
de junio de dos mil once (2011). Años: 201° de la Independencia y 152° de la Federación.
La Presidenta,
LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO
El Primer Vicepresidente, La Segunda Vicepresidenta,
OMAR ALFREDO MORA DÍAZ JHANNETT MARÍA MADRIZ SOTILLO
Las Directoras,
EVELYN MARRERO ORTIZ YRIS ARMENIA PEÑA ESPINOZA
NINOSKABEATRIZ QUEIPO BRICEÑO
Los Magistrados,
FRANCISCO CARRASQUERO LÓPEZ YOLANDA JAIMES GUERRERO
MALAQUÍAS GIL RODRÍGUEZ ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ
DEYANIRA NIEVES BASTIDAS LUIS E. FRANCESCHI GUTIÉRREZ
LEVIS IGNACIO ZERPA ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ
CARLOS ALFREDO OBERTO VÉLEZ JUAN RAFAEL PERDOMO
ALFONSO VALBUENA CORDERO BLANCA ROSA MÁRMOL DE LEÓN
EMIRO GARCÍA ROSAS FERNANDO R. VEGAS TORREALBA
JUAN JOSÉ NÚÑEZ CALDERÓN LUIS ANTONIO ORTIZ HERNÁNDEZ
ELADIO RAMÒN APONTE APONTE HÉCTOR CORONADO FLORES
CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA MARCOS T. DUGARTE PADRÓN
CARMEN ZULETA DE MERCHÁN ARCADIO DELGADO ROSALES
Ponente
JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER GLADYS MARÍAGUTIÉRREZALVARADO
TRINAOMAIRAZURITA OSCAR JESÚS LEÓN UZCÁTEGUI
La Secretaria,
OLGA M. DOS SANTOS P.
Exp: AA10-L-2007-000168
VOTO SALVADO
Quien suscribe, Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada de la Sala de Casación Penal del
Tribunal Supremo de Justicia, salvo mi voto en la presente decisión aprobada por la mayoría de la Sala
Plena de este Alto Tribunal, con base en las siguientes consideraciones:
La mayoría de la Sala Plena acordó la desestimación de la denuncia interpuesta contra el
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, ciudadano HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS y
ordenó en su dispositiva, su notificación “a los fines de que conozca el contenido de la presente
sentencia y de así considerarlo, ejerza acciones legales correspondientes.”
Quien aquí disiente considera, tal como lo he señalado en anteriores votos salvados, que lo
expresado en el dispositivo del presente fallo, excede el contenido de la decisión en lo que respecta al
fondo del asunto planteado, referente a la declaratoria con lugar de la solicitud interpuesta por la
representación del Ministerio Público de desestimar la denuncia presentada por los ciudadanos Gonzalo
González, José Gregorio Ochoa Luna, Raúl Pinto Peña y Alejandro Martínez por la presunta comisión
del delito de Peculado de Uso, previsto y sancionado en el artículo 71.5 la hoy derogada Ley de
Salvaguarda del Patrimonio Público. Al respecto expresé en anteriores votos salvados lo siguiente:
Primero: La nueva Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, establece en el artículo 114
que en los casos de solicitud de Desestimación de la denuncia interpuesta contra altos funcionarios,
cuando la Sala Plena declara Con Lugar la Desestimación, deberá remitir las actuaciones al o la Fiscal
General de la República para su archivo definitivo, previa notificación del denunciado. No aparece en
dicha norma expresión alguna que advierta al Sentenciador su deber de instar o sugerir al denunciado
de ejercer acciones legales si lo estima pertinente.
Segundo: Todas las decisiones emanadas de los órganos judiciales deben ser publicadas, a los
fines consiguientes en interés de las partes involucradas y de la colectividad, de tal manera que el fin de
la publicación es la de informar de la decisión emitida y ello da por entendido que las partes podrán
informarse de ello, mediante los distintos mecanismos de publicación existentes, amén de la publicidad
que cumple el propio Sistema de Justicia mediante el sistema informático accesible, mediante la página
existente en el denominado ciber-espacio, así como en los propios registros llevados por los tribunales
en los libros correspondientes, de allí el órgano encargado de la investigación podría, tanto por el
expediente que instruye como por la decisión debidamente publicada conforme a la ley, realizar las
acciones que se le atribuyen de considerarlas procedentes, y ello está así establecido en la Ley Orgánica
del Ministerio Público y en el Código Penal, para el caso de que la persona denunciada intente acción
por ese hecho; en tal virtud está demás impulsar mediante llamado estas atribuciones y derechos.
Tercero: En relación con el derecho a la persecución de delitos de acción pública en cabeza del
Ministerio Público, éste se rige primordialmente por el Principio Acusatorio, siendo las notas que lo
caracterizan las siguientes:
“1.- Ejercicio y mantenimiento de la acusación por órgano distinto al Juez, al que añade la
exigencia de una acción pública y popular. Al ejercicio de esa acción están llamados, no
sólo el Ministerio Fiscal, sino también el ofendido, e incluso, el ciudadano, a través de la
acción popular.
(omisis)
2.- División del proceso en dos fases a la que corresponden, respectivamente, la investigación
y la decisión del hecho punible, sin que sea posible que quien interviene en la instrucción
participe en la decisiónpara evitar que el conocimiento de los hechos de la investigación
prejuzgue la decisión…”(RODRÍGUEZ FERNÁNDEZ, Ricardo. Derechos Fundamentales y
Garantías Individuales en el Proceso Penal. Granada. 2000, pp 22-23.)
Así pues, de este principio y sus características, se deduce que en un sistema acusatorio, donde
se debe desterrar cualquier rasgo inquisitivo, la iniciativa de la investigación debe estar absolutamente
desligada del órgano judicial y éste sólo debe fungir como órgano de control de aquélla. Ello ratifica
que está demás que el Juzgador inste u ordene al órgano de investigación o al particular a que ejerzan
las acciones persecutorias que ya la ley les otorga.
Cuarto: En cuanto a la potestad persecutoria particular, en el caso del delito de Ofensas a los
Jefes de Gobierno y Ofensas a Autoridades Locales, supuestos negados en el presente caso, previstos
en los artículos 147 y 148, respectivamente, del Código Penal, el enjuiciamiento procede mediante
requerimiento de la persona o cuerpo ofendido, hecho por conducto del representante del Ministerio
Público, (se entiende a instancia de parte) ante el Juez competente, de acuerdo a lo previsto en el
artículo 151 ibidem, por ello, la persecución corresponde personalmente y no cabe que el órgano
Judicial, en este caso la Sala Plena, inste a la persecución, por las razones anotadas en el anterior
parágrafo respecto del principio acusatorio.
Quinto: Decisiones como la presente, crean una incertidumbre en la colectividad en cuanto al
Derecho y al deber, concomitantes o correlativos según lo establece la Ley Aprobatoria de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos o “Pacto de San José de Costa Rica” suscrito por la
República en el artículo 32 sobre Correlación entre Deberes y Derechos, en cuanto al deber de
denunciar los hechos punibles que se consideran cometidos, haciendo nugatoria la existencia de las
normas que incluso obligan a denunciar al ciudadano que tiene conocimiento de la comisión de un
hecho punible, de acuerdo a los artículos 285 y 287.1 del Código Orgánico Procesal Penal, cuyo
cumplimiento del deber de denunciar le puede ocasionar un agravio que se traduce en una persecución
en su contra, lo cual a todas luces resulta contradictorio y violatorio de los derechos garantizados por la
Constitución, las leyes y los acuerdos internacionales suscritos por la República.
La decisión que dicta la desestimación de la denuncia, puede o no dar lugar a la persecución por
los delitos de simulación de hecho punible o calumnia, sin necesidad de ratificar esa potestad del
órgano encargado de la investigación, o del presunto agraviado por la denuncia, toda vez que éstos se
encuentran facultados por la ley para ello, por lo tanto la ratificación y llamado a la persecución por
parte del órgano judicial a este respecto, establece visos inquisitivos que desconocen al sistema
acusatorio que nos rige actualmente.
Por otra parte, observa quien aquí disiente, que en la parte motiva de la presente decisión, la
mayoría de la Sala Plena expresó que “se constata que la señalada denuncia nunca debió ser admitida
ni tramitada, ni mucho menos debió el Ministerio Público ordenar el inicio de la investigación; toda
vez que, ab initio era evidente que los hechos denunciados no revisten carácter penal; hechos estos
inmodificables cuyo carácter no punible en modo alguno cambiaría con acto de investigación alguno.”
Al respecto considero que la Sala Plena desconoce la autonomía de la función pública que
corresponde al Ministerio Público, prevista en los artículos 284 y 285 de la Constitución de la
República; en los artículos 2, 4 y 16 de la Ley Orgánica del Ministerio Público y en el artículo 108 del
Código Orgánico Procesal Penal, atribuciones que en materia penal se encuentran supeditadas al deber
jurídico de perseguir los presuntos delitos denunciados; la investigación corresponde a la primera fase
para dilucidar la viabilidad o no de la denuncia y la prosecución del proceso, por lo que el carácter no
penal en el caso particular no puede ab initio catalogarse de “evidente” dada su complejidad, puesto
que la correspondiente investigación realizada debidamente por el Ministerio Público en el presente
caso, fue la que dio lugar a la desestimación de la denuncia.
Quedan de esta manera expuestas las razones por las cuales salvo mi voto en la presente
decisión. Fecha ut supra.
La Presidenta,
LUISA ESTELLA MORALES LAMUÑO
El Primer Vicepresidente, Segunda Vicepresidenta,
OMAR ALFREDO MORA DÍAZ JHANNETT MARÍA MADRIZ SOTILLO
Las Directoras,
EVELYN MARRERO ORTIZ YRIS ARMENIA PEÑA ESPINOZA
NINOSKABEATRIZ QUEIPO BRICEÑO
Los Magistrados,
FRANCISCO CARRASQUERO LÓPEZ YOLANDA JAIMES GUERRERO
MALAQUÍAS GIL RODRÍGUEZ ISBELIA PÉREZ VELÁSQUEZ
DEYANIRA NIEVES BASTIDAS LUIS E. FRANCESCHI GUTIÉRREZ
LEVIS IGNACIO ZERPA ANTONIO RAMÍREZ JIMÉNEZ
CARLOS ALFREDO OBERTO VÉLEZ JUAN RAFAEL PERDOMO
ALFONSO VALBUENA CORDERO BLANCA ROSA MÁRMOL DE LEÓN
EMIRO GARCÍA ROSAS FERNANDO R. VEGAS TORREALBA
JUAN JOSÉ NÚÑEZ CALDERÓN LUIS ANTONIO ORTIZ HERNÁNDEZ
ELADIO RAMÒN APONTE APONTE HÉCTOR CORONADO FLORES
CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA MARCOS T. DUGARTE PADRÓN
CARMEN ZULETA DE MERCHÁN ARCADIO DELGADO ROSALES
JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER GLADYS MARÍAGUTIÉRREZALVARADO
TRINAOMAIRAZURITA OSCAR JESÚS LEÓN UZCÁTEGUI
La Secretaria,