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PORQUE EN CAROLINA HAY UNA DICTADURA CON

RESPALDO POPULAR.
Por José Cheo Cruz

Si el ALCALDE DE Carolina José Carlos Aponte Dalmau baje y se decida a


bajar y conversar de tú a tú con el electorado y pueblo de Carolina que
ciegamente lo eligió por la memoria de su padre acabara descubriendo que
quien debe cambiar y botar de su entorno mucha gentuza de sus
funcionarios decrépitos es él porque e; pueblo ya adjudicó eso hace mucho
tiempo, es voz populi en todos lados de Carolina Municipio de Puerto Rico.
Cuando escribo este escrito fue después de observar la llegada del susodicho
tiesto de avión de American Air Lines con su fanfarria y todo que de nada le
servirá, solo para repartir y malgastar el dinero del pueblo maliciosamente.
Ya han gastado cerca de 31 millones, del dinero del pueblo de Carolina y se
han repartido su diezmo religiosamente para los bolsillos del déspota alcalde
de Carolina, en ese fastidiosos Museo del niño, el principito no se sabe si
ganó o perdió con su acción descabellada (probablemente triunfó por los
pelos), pero lo importante ha sido confirmar que el pueblo de Carolina está
dividido a la mitad, lo que anula la suposición de que sólo lo adversan los
“pelucones” de la burguesía urbana en el desfile de la chatarra no había ni
gente mirando y eso que el Lourdes Vázquez quería poner gradas para los
fanáticos y la algarabía sin pena ni gloria desfilo por la Bardorioti de Castro
desde las tres de la mañana de hoy domingo cuando caminaba acompañado
de su mujer Mabel López caminando por la Avenida Campo Rico como si
fuera el rey con sus guardaespaldas regados por todos lados.
No era cierto: en esa mitad u un poco más que se opone continúe en la casa
Alcaldía el bunkers menta’o y ya se ve convertirse en la mayoría, en las
encuestas que tenemos están en su contra necesariamente hay cientos de
miles de Carolinenses de los niveles sociales más pobres, incluidos muchos
populares del corazón del royo, y un gran sector de la clase media. José
Carlos no ignora ese hecho y por eso tan pronto como el próximo Julio de
este año, se va para la calle a tratar de recuperar el terreno perdido,
nombrará a Isamís Ayala la negrita Loizeña, media dominicana y media
boricua (Su Papá al igual que el mío es Dominicano) eso no es malo, a la
vice Alcaldía para que lo cubran ya que hasta a la prensa la ha enviado a
hablar en su nombre.
De otro lado si en el cómputo ustedes tienen en cuenta los tapaditos que le
tienen miedo a la dictadura montada de Apontelandia, pero que el día de
votar están solitos en las casetas electorales y ejercerán su voto con su
conciencia y en venganza a los despidos, a las persecuciones maliciosas, a la
arrogancias ,habrá boletas anuladas o en blanco es decir, electores que no
respaldaban sus propuestas ni sus acciones de gobierno, como suele ser la
regla en ese tipo de comicios, habrá entonces estrepitosamente salido
claramente derrotado.
Aunque haya cambiado las reglas para beneficiarse el ilegalmente y a pesar
de los miles y miles de dólares que recolecta con su extorsión constante en
los proyectos que hasta en las flores y las palmas de Jardines Morales esta
guisando$.
Si José Carlos fuera un estadista serio advertiría que en el Municipio y el
pueblo en general no hay consenso para su “revolución ciudadana y sus
rimbombantes proyectos para ganar dinero para sus bolsillos y camándulas
politiqueras”, en la medida en que tras esa etiqueta se esconde el propósito
de dotar al alcalde de unos poderes ilimitados. La inmensa mayoría de los
Carolinenses seguramente está de acuerdo con él cuando afirma que el
poder de su padre José E Aponte de La Torre está podrido como
prácticamente todo el aparato Municipal.
Pero la forma de adecentarlo no es entregarle toda la autoridad al Ejecutivo
para que haga lo que le da la gana. El pueblo de Carolina no quiere
funcionarios venales, corruptos y arrogantes como los que el mantiene en su
entorno, pero tampoco quiere que el Alcalde Jose Carlos Aponte Dalmau
asuma los otros poderes que equilibrarían y dan sentido y forma a la
estructura republicana de gobierno, no es unilateralmente que se logra esto.
La mitad de los Carolinenses, sino la mayoría tampoco está de acuerdo en
controlar las informaciones y las opiniones que vierte la prensa como Radio
elfaropr.com . De eso se encarga el consumidor con su preferencia diaria. Si
no le gusta el periódico, no lo compra. Si no le gusta la estación de TV o de
radio, simplemente, cambia de canal. Lo que no es de recibo es que el
Alcalde Aponte, obcecado por su naturaleza colérica, demande judicialmente
a los periodistas que lo critican, encarcele a los ciudadanos que le enseñan el
dedo medio en señal de desaprobación, y pretenda convertir a los medios de
comunicación en un amable coro de sicofantes de los que el mantiene en su
reinado de monástica heredada con engaño.
José Carlos Aponte Dalmau te digo hoy el día de tu chatarra de avión que la
función del Estado no es vigilar a la prensa sino al revés y que ridiculez esa
de caminar por la Campo Rico con tu esposa y tu hijo ¿y porque no caminas
por las comunidades abandonadas en el campo que son mucho con
demasiado, el Camino Rivera Salamán en Sain Just, el Sector los Flores,
Sabana Abajo arriba, jardines de Country Club y con lo que costó el traslado
del avión Chatarra sabes que se le hacían tres casas del programa Viva
Carolina el fiasco mayor de esta administración que sangraron el programa y
cubrir los contratos leoninos de Garayúa.
Lo grave no es que los accionistas de un diario lo sean también de una
cementera o de una fábrica de tornillos como el Nuevo Día y WKAQ con el
Contratista Municipal supuesto periodista y timorato Ángel Matos, también
candidato a Legislador por Carolina, sino que el Estado controle, como en
efecto controlan algunos medios de comunicación, como Todo Carolina,
WKAQ, y el 1320AM la Super Cadena Noticiosa, con compras de spots y
programas del Municipio los Sábados imitándonos a nosotros en Radio Voz,
con Los Gigantes informan ,eso es inmoral e ilegal, es payo leo, en donde
jamás van a investigar la actuación de los funcionarios públicos y mucho
menos condenar al Principito de Carolina. Ahí sí existe un enorme conflicto
de intereses que no es tolerable en una sociedad realmente moderna y
progresista como la que tenemos en Puerto Rico hoy día.
Lo que pretende hacer el Alcalde Aponte Dalmau y ojalá desista tras los
resultados de las encuestas que tenemos es demoler los cimientos de la
“democracia liberal” y sustituirlos por una “democracia dictatorial”. Y no
estoy jugando con las palabras. La democracia liberal es el tipo de Estado en
el que la masa consiente en ser gobernada si constitucionalmente se
protegen los derechos individuales, incluido el de propiedad, nos robo el
equipo Doble A y el Profesional de beisbol sin mediar debido proceso de Ley,
si se establece una división de poderes que limita la autoridad de los
mandatarios, y si existe una economía de mercado en la que la función de
producir recae, fundamentalmente, en la sociedad civil. O sea, el modelo de
convivencia que encontramos en los treinta países más desarrollados y
felices del planeta.
En cambio, la democracia dictatorial, descrita y defendida por el dominicano
Juan Bosch en un ensayo de 1969 titulado Dictadura con respaldo popular,
revivida por Hugo Chávez en Venezuela, en el llamado Socialismo del siglo
XXI, con antecedentes remotos en el despotismo ilustrado de los siglos XVII
y XVIII, en Carolina el nepotismo y el despotismo es rampante , eso es un
tipo de Estado en el que la autoridad, ejercida por un caudillo excepcional
legitimado en las urnas por una mayoría que abdica de sus derechos y del
control de sus vidas, se le impone a la masa, supuestamente para su gloria y
beneficio, algo que casi nunca sucede en la práctica, porque los 30 pueblos
más pobres y desdichados del planeta caen, precisamente, en esa categoría
hoy Carolina la Tierra de Gigante ha caído en esta barbaridad despótica y ya
no es ni enana.
¿Rectificará el Alcalde José Carlos Aponte Dalmau , el principito? Ojalá, pero
me temo que no. Estamos ante un problema de deformación del carácter. Sé
que la conducta se puede transformar, pero para ello el sujeto tiene que
estar avergonzado de ciertos comportamientos negativos y no hay síntomas
de que José Carlos Aponte Dalmau sea capaz de asumir humildemente una
visión autocrítica. No está en su naturaleza.

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