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Un 

comerciante 

es la persona que se dedica habitualmente al trabajo que también ayuda en la economía. También


se denomina así al propietario de un establecimiento de comercio. En derecho mercantil, el
término comerciante hace alusión a su materia de estudio subjetiva, es decir, a las personas que
son objeto de regulación específica por esta rama del Derecho. En este sentido, son comerciantes
las personas que, de manera habitual, se ocupan en alguna de las actividades que la ley considera
mercantiles («actos de comercio»). La habitualidad constituye un elemento esencial de la
definición: no toda persona que realice un acto de comercio ocasional (por ejemplo, quien compra
en una tienda) se constituye en comerciante, sino que sólo es considerado comerciante desde la
perspectiva del Derecho Mercantil quien se dedique al comercio de forma habitual.

Un comerciante es una persona que se dedica a ejercer el comercio como oficio. Es quien tiene
como negocio comerciar.

El artículo 10 del código de comercio se encarga de definir quiénes son considerados como
comerciantes:

«Son comerciantes las personas que profesionalmente se ocupan en alguna de las actividades que
la ley considera mercantiles. La calidad de comerciante se adquiere aunque la actividad mercantil
se ejerza por medio de apoderado, intermediario o interpuesta persona.»

Comerciantes es pues, aquella persona natural o persona jurídica que voluntariamente, y de forma
regular y profesionalmente, desarrolla un acto jurídico considerado como mercantil por la ley.

De lo anterior se evidencia claramente que el hecho que otorga la calidad de comerciante a una
persona es la realización por parte de ésta de actos de comercio de manera profesional, habitual y
no ocasional, tal y como lo establece el artículo 11 del código de comercio cuando señala:

«Las personas que ejecuten ocasionalmente operaciones mercantiles no se considerarán


comerciantes en cuanto a dichas operaciones»

Si nos detenemos un poco en la expresión profesionalmente, podemos concluir que aunque se


desarrolle una actividad mercantil, se es comerciante sólo si se hace de forma profesional. A
manera de ejemplo, si una persona natural vende su casa, o sus muebles, no lo está haciendo de
forma profesional ni habitual, es un acto ocasional que en ningún momento lo convierte en
comerciante.

QUÉ PERSONAS SON LEGALMENTE CAPACES PARA EJERCER EL COMERCIO?

Todas las personas naturales y jurídicas que tengan capacidad para contratar y obligarse. Son
personas naturales todos los individuos de la especie humana, cualquiera que sea su edad, sexo,
estirpe o condición. Los menores adultos (hombre y mujeres entre 12 a 17 años de edad) pueden,
con autorización de sus representantes legales, ocuparse en actividades mercantiles en nombre o
por cuenta de otras personas y bajo la dirección y responsabilidad de éstas.
Son inhábiles para ejercer el comercio:  Los funcionarios de entidades oficiales y
semioficiales respecto de actividades mercantiles relacionadas con sus funciones.  Las personas a
quienes por ley o sentencia judicial se prohíba el ejercicio de actividades mercantiles.

¿Qué actos y operaciones son considerados como mercantiles?

Algunas de las actividades consideradas por el  Código de Comercio  en su artículo 20 como


actividades mercantiles son las siguientes:

La adquisición de bienes a título oneroso con destino a enajenarlos en igual forma y la enajenación
de los mismos.

La adquisición a título oneroso de bienes muebles con destino a arrendarlos; el arrendamiento de


los mismos, el arrendamiento de toda clase de bienes para subarrendarlos y el subarriendo de los
mismos.

El recibo de dinero a interés, con garantía o sin esta, para darlo en préstamo, y los préstamos
subsiguientes, así como dar habitualmente dinero en mutuo a interés.

La adquisición o enajenación, a título oneroso de establecimientos de comercio, y la prenda,


arrendamiento, administración y demás operaciones análogas relacionadas con los mismos.

La intervención como asociado en la constitución de sociedades comerciales, los actos de


administración de las mismas o la negociación a título oneroso de las partes de interés, cuotas
o acciones.

Las operaciones bancarias, de bolsas o de martillos.

Las empresas de obras o construcciones, reparación, montajes, instalaciones u ornamentaciones. 

Las empresas promotoras de negocios y las de compra, venta, administración, custodia o


circulación de toda clase de bienes.

Los demás actos y contratos regulados por la ley mercantil.

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