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Hye Sun miraba la nieve caer desde la ventana de su cuarto. Sobre su mesita de noche había una invitación a
una fiesta de Navidad, y dentro de su armario colgaba un precioso vestido de tirantes morado, nuevo. La
fiesta la organizaba el equipo de Hana to ken, la serie que se estaba a punto de empezar a rodar en Japón. Se
hacía en una sala de fiestas situada en el último piso de uno de los edificios más altos de Seúl. Hye Sun no
había vuelto a saber nada de Chun Hee desde el día de la audición, y se preguntaba si él también iba a ir a esa
fiesta.

Chun Hee colgó el teléfono y se sentó en el sofá, junto a su compañero de piso. No sabía como pedirle una
cosa sin que su amigo se molestara con él, así que empezó a improvisar.

-Sang Yoo siempre se entera de todo. Es la tercera vez que me llama para insinuarme que quiere ser mi
acompañante en esa fiesta de Navidad.

-Tranquilo hyung, llevala a ella como acompañante.

-Pero te lo había prometido a ti antes...

-No te preocupes por eso. Yo solo quería ir para conocer famosas guapas... - dijo, riéndose.

-¡Gracias Yong Suk! - Chun Hee se puso de pie de un salto. - Voy a llamarla ahora mismo para pedírselo.

Soo Ro también había sido invitado a una fiesta. Estaba sentado en el sofá, mirando la tele con el traje
puesto. Hye Sun se puso delante de él. Ella también estaba vestida, lista, preciosa con ese vestido morado
que llevaba con zapatos de tacón negros.

-Yo ya me voy. Young Mi estará abajo esperándome.

-¿Vas a ir así a esa fiesta? ¿No crees que este vestido es un poco corto?

-Tío Soo Ro, es una fiesta decente... - Hye Sun le dio un beso en la frente. - Pásalo bien.

A pesar de que intentaba ser disimulado, Sang Yoo se dio cuenta de que Chun Hee no le quitaba el ojo de
encima mientras subían en el ascensor. Eso le agradaba a ella. La modelo llevaba un vestido ajustado color
rojo, que tenía un pronunciado escote en la espalda, debajo de ese largo abrigo de pelo color café. Se había
recogido el pelo en un moño alto, el color rojo de su pintalabios era idéntico al del vestido que llevaba, y se
había puesto sombra de ojos negra en exceso. Está preciosa, pensaba él todo el rato. Cuando salieron del
ascensor y llegaron a la sala donde se hacía la fiesta de Navidad, un joven les recibió y, después de
comprobar que llevaban invitación, ayudó a Sang Yoo a quitarse su abrigo y se lo llevó al guardarropa.

Aún no había mucha gente, a pesar del rato que Chun Hee estuvo esperando a su acompañante. Los manteles
de las mesas y el tapizado de las sillas eran de color crema. El otro color que predominaba en la sala era el
dorado. Al fondo de la sala, un pequeño escenario donde había instrumentos, pero los músicos aún no habían
llegado. Casi nadie se había sentado aún en las mesas; todo el mundo estaba pegado a la barra.

-Pídeme algo para beber, voy un momento al baño. - dijo Sang Yoo, y se fue.

-Hola. - Chun Hee se volvió y se encontró con Jong Kook. - ¿Donde está tu pareja?

-¿Mi... pareja? Mi acompañante, querrás decir.

-Sí, esa chica tan simpática y alegre. ¿Hye Sun?


-Oh, ella no es mi acompañante, ni mi pareja, pero supongo que vendrá esta noche. - Chun Hee la buscó en
vano con la mirada. Tal vez ya había llegado.

-Eso quiere decir que ambos fuisteis seleccionados. No nos volvimos a ver ese día.

-Sí, ambos seremos co-protagonistas.

-¡Eso es genial! Ye Jin y yo también somos protagonistas.

-¿Estáis hablando de mi?

Ye Jin acababa de llegar a la fiesta, sola. Llevaba puesto un vestido corto palabra de honor color marfil, y el
pelo muy ondulado. Su maquillaje era sencillo, nada que ver con el de Sang Yoo. Un poco de brillo en los
párpados y pintalabios rosa pálido. Ambos chicos pensaron que estaba preciosa.

Hye Sun llegaron solo doce minutos después, sin embargo ya había el doble de gente en la sala, la mitad
sentada en las mesas que les correspondía. Cuando entraron el mismo joven que había comprobado la
invitación de Chun Hee le pidió a Hye Sun la suya. Una vez la hubo comprobado acompañó a las dos chicas
a la mesa que les tocaba, la número once. A medida que se fueron acercando, Hye Sun halló a Chun Hee, al
que había estado buscando desde que habían puesto el primer pie en la sala. Estaba hablando con una joven
rubia que tenía sentada al lado. Creo que ya la he visto antes, pensó Hye Sun. Se alegró cuando vio que el
joven las llevaba a esa mesa, donde también estaban sentados Jong Kook, Ye Jin y dos chicos más, ambos
bastante jóvenes. Sang Yoo y Hye Sun cruzaron una mirada poco amistosa, sobretodo por parte de la modelo.
Young Mi intentaba reprimir la ilusión que le hacía sentarse al lado de su ídolo, Jong Kook, al que no se
atrevía a mirar. El joven de la entrada cogió los abrigos de ambas chicas e hizo una vez más el mismo
recorrido hacia el guardarropa. Las ocho personas que se sentaban juntas se saludaron, y luego empezaron
con las presentaciones.

-Ellos son Min Ho y su acompañante, Key. Min Ho acaba de cumplir los dieciséis años. Él hará de Taro, tu
hermano pequeño en la serie. - dijo Jong Kook.

-¿No creéis que se parecen? Los dos tienen los ojos grandes. - dijo Chun Hee. Los demás asintieron.

-Me gustaría saber más sobre la serie. Solo se que está ambientado en el Japón del siglo dieciocho, y poca
cosa más. - dijo Sang Yoo.

-Te haré un resumen. - dijo Ye Jin. - Un samurai, cansado de cumplir las órdenes del gobernante y matar
gente inocente, decide abandonar y tomar su propio camino. Para calmar sus remordimientos empieza a
hacer lo posible para ayudar y proteger al pueblo de las injusticias del gobernador y demás políticos. A él se
le une un ladrón rebelde que roba a los ricos para ayudar a su familia y amigos, y más adelante también lo
ayuda la geisha del gobernador.

-Jong Kook será Hideaki, el protagonista, mientras que yo doy vida a Nori, el ladrón. Ye Jin hará de Aimi, la
geisha. Hye Sun y Min Ho serán Yua y Taro, los hijos del emperador. Yua es una joven dulce que sufre en
silencio el maltrato de su padre al pueblo, mientras que Taro, que ignora todas esas injusticias, lo admira y
sigue sus pasos. - dijo Chun Hee.

-Yo tengo una pregunta... - dijo Young Mi. - ¿Por que todos los actores son coreanos?

-No todos lo son, pero si la mayoría. Tanto el director como el productor son coreanos. - dijo Hye Sun.

Todos, excepto Min Ho y su amigo Key, bebieron vino durante la cena, y a todos se les subió un poco a la
cabeza, pero Sang Yoo fue la que más tomó con diferencia. Hye Sun, con las mejillas coloradas, se reía con
Young Mi de alguna tontería que habían dicho cuando Sang Yoo se levantó y agarró a Chun Hee del brazo,
pidiéndole que bailara con ella. Hye Sun no la había visto de pie antes, y se murió de envidia al ver lo bien
que le sentaba ese vestido rojo a la modelo. Chun Hee se levantó y dejó que su acompañante lo arrastrara
hasta la pista de baile. Hye Sun los siguió con la mirada, y luego se hundió en la silla. Young Mi la miró.

-Si nos disculpáis, nosotros también vamos a bailar. - dijo Jong Kook, refiriéndose a él y a Ye Jin.

-Que bochorno, a mi no se me da muy bien bailar. - murmuraba Ye Jin, mientras se levantaba.

-Noonas, ¿por que no bailáis con nosotros? - preguntó Key. Las chicas aceptaron enseguida.

Min Ho quiso bailar con Hye Sun. Le retiró la silla y luego le ofreció el brazo para que lo agarrara. Cuando
estuvieron en medio de la pista de baile Hye Sun buscó a Chun Hee con la mirada. Los vio en la barra. Sang
Yoo estaba pidiendo otra copa.

-Tu cara me resulta familiar. ¿Has salido en alguna serie o película antes? - le preguntó Min Ho.

-¿¡En serio!? - preguntó, contenta. - Bueno... he hecho algún papel secundario, sin mucha importancia. ¿Y
tu? ¿Va a ser tu primera vez?

-Cuando era más pequeño salí en una película... Pero yo a lo que me dedico es a cantar.

A pesar de la diferencia de edad, Hye Sun y Min Ho tenían bastantes cosas en común, y estuvieron hablando
y riendo todo el rato mientras bailaban. Después de cuatro o cinco canciones, Key, que también se lo estaba
pasando muy bien con Young Mi, miró su reloj y, al ver la hora, se acercó a Min Ho y a Hye Sun, sin soltar a
su pareja de baile.

-Son las doce y media. En media hora tenemos que estar en nuestras casas...

Las chicas los acompañaron hasta la salida y se despidieron allí de ellos. Cuando hubieron subido al ascensor
Hye Sun y Young Mi se miraron y volvieron a entrar a la sala.

-¡Que chicos más simpáticos! - dijo Young Mi. Hye Sun asintió.

-¿Por que no vamos a sentarnos un rato? Me duelen los pies...

Cuando llegaron a la mesa se encontraron con Chun Hee ayudando a Sang Yoo a sentarse. Parecía apurado.
Cruzó la mirada con Hye Sun y puso los ojos en blanco. Mientras se hablaban con la mirada, escucharon un
golpe. Era Sang Yoo que había apoyado su cabeza en la mesa de una manera un poco violenta. Young Mi
intentó ocultar la risa, pero finalmente acabó contagiándosela a Hye Sun, y Chun Hee, aunque no quería
hacerlo, acabó riéndose también. El vino... Sang Yoo murmuró algo que ninguno de los tres entendieron.

-Deberíamos parar. - dijo Chun Hee, en voz baja. - Sang Yoo, ¿estás bien? - la modelo asintió.

-¿Por que no vais a bailar? - preguntó Young Mi. Tanto Hye Sun como Chun Hee se señalaron a ellos
mismos. - Sí, me refiero a vosotros dos.

-Necesito ir a casa... - se apresuró a decir Sang Yoo, incorporándose. - Estoy muy mareada.

-Supongo que tendré que acompañarla... Hemos venido en su coche, pero ella no puede conducir en estas
condiciones. - le dijo a Hye Sun. Ella asintió. - ¿Te importaría ayudarme? Coge su bolso, y su abrigo del
guardarropa, por favor... - Hye Sun miró a su amiga con aflicción.

Hye Sun acompañó a los chicos hasta el BMW descapotable de Sang Yoo, que estaba aparcado en el
aparcamiento del edificio. Pendiente del bolso y del abrigo de la modelo, se olvidó de coger su abrigo propio,
pero no se dio cuenta hasta que llegaron abajo y salieron a la calle, donde había tres dedos de nieve en el
suelo. Chun Hee la vio temblando una vez hubo sentado a Sang Yoo en el asiento del copiloto de su propio
coche, y se apresuró a quitarse la chaqueta de su traje negro y a ponérsela a su amiga por encima de los
hombros. Debajo del traje, Chun Hee llevaba una camisa blanca con una pajarita del mismo color.
Empezó a nevar de nuevo. Ambos miraron hacia el cielo.

-Deberías irte. Ella no tiene muy buen aspecto, y tu vas a resfriarte. - dijo Hye Sun.

-Siento que la noche haya tenido que acabar tan pronto. Me lo estaba pasando bien.

-Tranquilo... Pero no olvides que me debes un baile. - dijo, medio en broma.

Hye Sun dio la vuelta y empezó a andar hacia la entrada del edificio. Sang Yoo, que llevaba todo el tiempo
fingiendo estar peor de lo que en realidad estaba, la miraba con una sonrisa maquiavélica dibujada en los
labios.

-¡Hye Sun! - la aludida se volvió. - Hye Sun, baila conmigo ahora.

-¿Que? ¡Está nevando! Y mira, mira a tu acompañante... - Chun Hee sacó su teléfono móvil.

-¿Que canción pongo? Tengo bastantes de Lee Soo Young, ¿te gusta? - Hye Sun se acercó de nuevo a él –
Esta es de mis preferidas, I believe.

Chun Hee puso la canción y dejó el teléfono en el asiento trasero del coche. Luego agarró a su amiga de la
cintura, y ella puso sus manos en los hombros de él. Sang Yoo, aún estando tan mareada, no dejaba de
mirarlos y de maldecirla a ella por lo bajo.

-¿Sabes? A pesar de que somos amigos, esta situación me cohibe un poco. Menos mal del vino de la cena...

Ambos se rieron y siguieron bailando, en silencio, hasta que la canción acabó. Los dos tenían el pelo mojado
por la nieve que seguía cayendo sin parar.

-Gracias por este baile. La canción es muy bonita, por cierto.

-¿Volveremos a vernos antes de partir?

-Mañana me voy a Suwon, para pasar estas tres semanas siguientes con mi familia.

-Entonces, nos vemos dentro de tres semanas. - Hye Sun asintió. - Feliz Navidad.

-Feliz Navidad.

Las tres semanas pasaron volando y, cuando se dieron cuenta, ambos ya estaban de camino al aeropuerto de
Seúl. Hye Sun llegó primero. Iba vestida con unas botas blancas, medias granates, peto negro, jersey de
cuello alto y una boina, ambas prendas color blanco. Era la primera vez que iba a coger un avión y solo
seguía a su tío Soo Ro, quien había decidido cerrar una temporada el Kim-Him-Gym para acompañar a su
querida sobrina a Japón.

Min Ho iba caminando a unos metros por detrás de ellos sin saberlo, junto a sus padres. Estaba tan nervioso
que apenas veía ni escuchaba nada de lo que había a su alrededor.

-¿Ese de ahí no es el actor Kim Soo Ro? - preguntó el señor Choi, su padre.

-¡La que va a su lado es Hye Sun! - dijo Min Ho, y aceleró el paso para alcanzarla. Ella sonrió al verlo. -
Papá, mamá, ella es Hye Sun. Va a hacer de la hermana de Taro, mi personaje.

-Kim Soo Ro, soy un gran admirador suyo. - dijo el señor Choi, ignorando a su hijo y a Hye Sun. Soo Ro lo
saludó. - Es un placer conocerlo en persona.
-¡Hye Sun! - todos se volvieron.

Era Chun Hee, que llevaba un gorrito de lana gris y una bufanda enorme del mismo color enroscada al
cuello. Jong Kook y Ye Jin, a quienes se había encontrado en la entrada nada más llegar, iban con él. Chun
Hee empujaba un carrito con las maletas de los tres, y Soo Ro aprovechó para hacer sitio en ese carrito y
colocar también su maleta y la de su sobrina. Hye Sun no se dio cuenta, se había puesto a hablar con Ye Jin.

-Deberíamos ir a facturar el equipaje. - dijo Jong Kook, mirando su reloj.

La madre de Min Ho abrazó a su hijo y le besó varias veces en la mejilla.

-Cuídate mucho, hijo. Te queremos mucho.

-Yo también os quiero. - dijo, con la voz temblorosa y los ojos llorosos. Hye Sun lo vio.

-Tranquilos, su noona cuidará bien de él. - lo agarró del brazo. - Vamos Min Ho, que nos espera una gran
experiencia en Japón. Estoy impaciente por llegar.

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