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Activados para cumplir la comisión

“..pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu


Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y
hasta lo último de la tierra.” Hechos 1:8

Poder y autoridad

La palabra poder se traduce en el nuevo testamento en dos formas diferentes:

 Exousia: denota derecho o potestad: « Exousia» se traduce


frecuentemente como «poder», cuando otro término podría dar un mejor
sentido. Así, se traduce correctamente «potestad» (o «autoridad»): «el
Hijo del hombre tiene potestad (o autoridad)» ( Mat_9:6 ; cfr .
Mat_28:18 ; Mar_2:10 ; Luc_4:6 ; Jua_17:2 ; Col_1:13 , etc.). En cambio,
se traduce «poder» en la versión Reina-Valera 1960 en pasajes como
Luc_12:5 ; Jua_10:18 ; Hch_5:4 ; Hch_8:19 ; Apo_9:3 , Apo_9:10 ,
Apo_9:19 ; Apo_11:6 ; Apo_14:18 ; Apo_16:9 ; Apo_18:1 , donde estaría
mejor traducida como «autoridad», «derecho» o «potestad».

“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el


cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he
aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén.”

Nosotros, como creyentes, tenemos que cumplir la misma comisión que tenían
los cristianos de la iglesia de los hechos, Jesús nos dio la autoridad y potestad
para hacerlo. También tenemos la misma promesa del poder. Es de mayor
importancia que todos los cristianos comprendan que esta comisión de ganar al
mundo le es dada por Cristo personalmente. Cada creyente tiene la
responsabilidad de ganar tantas almas para Cristo como le sea posible. Este es
el gran privilegio y el deber de todos los discípulos de Cristo.
 « dynamis o dunamis » se traduce capacidad, eficacia, fuerza,
maravilla, milagro, poder, potencia, señal, valor, que ayuda más a ver el
carácter de esta palabra, en contraste con « exousia», que se traduce
autoridad, derecho, jurisdicción, libertad, poder, potestad. Podemos decir
entonces que el Dunamis es el poder explosivo de Dios.

“No se alejen de Jerusalén, sino esperen la promesa del padre, de la cual


les he hablado.” Hechos1:4

La falta de ser revestidos del poder del Espíritu Santo debe considerarse como
un motivo de descalificación para todo creyente que fue llamado a servir al
señor. ¿Es esta una palabra dura? ¿Es algo injusto, irrazonable, no bíblico?
Suponga que uno de los apóstolos o de los presentes el día de pentecostés,
por apatía, egoísmo, incredulidad, indolencia, o por ignorancia, no hubiera
recibido este revestimiento espiritual, ¿Hubiera sido injusto o irrazonable
considerarlo descalificado para la tarea a la cual Cristo lo llamó?

Para la iglesia de los primeros días fue una cuestión de Fe en una promesa, y
es lo mismo para nosotros hoy.

Jesús les había informado expresamente que sin esta capacitación o


revestimiento no podrían hacer nada. No debían procurar hacer el trabajo por
sus propias fuerzas, sino permanecer en Jerusalén hasta recibirlo.
Evidentemente ellos comprendieron lo que quiso decir, que debían esperar la
bendición en constante oración y súplica. Ahora bien, suponga que uno de ellos
estaba a fuera atendiendo sus asuntos personales ordinarios, prefiriendo creer
que Dios en su soberanía le conferiría este poder, aunque no estuviera
esperando. Por su puesto que el tal hubiera sido descalificado para la obra que
Cristo les había encargado. ¿Y no ocurrirá lo mismo a quien se le ha dado este
divino encargo de hacer discípulos en todas las naciones, y a quien se le ha
hecho esta promesa, si por culpa suya no obtiene este don? ¿No será
descalificado para el liderazgo en la iglesia? ¿Está calificado para enseñar a
otros a hacer la obra de Cristo? ¿Tendrá que soportar la iglesia la carga de
maestros y líderes que carecen de este don básico? La evidente apatía,
indolencia, ignorancia e incredulidad que existe sobre este tema, son
ciertamente inexcusables. Con este mandamiento resonando en nuestros
oídos, con el mandato de esperar en constante oración hasta que recibamos el
poder; con tal promesa hecha por nuestro Salvador de darnos Él mismo toda la
ayuda que necesitemos, ¿Qué excusa podemos dar para estar sin poder en
esta gran tarea? Para la iglesia de los primeros días fue una cuestión de Fe en
una promesa, y es lo mismo para nosotros hoy. Existe la necesidad de una
gran reforma en la Iglesia en cuanto a este punto en particular.

Señor Jesús, tu promesa de poder espiritual es absolutamente clara.


Entonces, ¿Por qué mi fe es tan insegura? Escudríñame y conoce mi
corazón hasta que en él brote Fe para recibir tu plenitud. Amén.
Recapitulando, « dunamis» significa poder explosivo , en tanto que « exousia»
denota un derecho o potestad delegados, con el poder necesario para ponerlo
en vigor. Cristo nos dio su autoridad , el poder y las armas espirituales para
llevar adelante la tarea que Él mismo nos comisionó; sólo necesitas activarlo.

¿Estás dispuesto?

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