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LAS ZONAS ESPECIALES DE DESARROLLO COMO INSTRUMENTO PARA LA ATRACCIÓN DE INVERSION EXTRANJERA DIRECTA

Las Zonas Especiales de Desarrollo son áreas geográficas delimitadas donde se establecen reglas de negocio diferentes, con facilidades y
beneficios distintos a los que prevalecen en el resto del territorio nacional. La importancia de las Zonas Especiales de Desarrollo radica en la
atracción de Inversión Extranjera Directa (IED), atacando cuatro variables de inversión: Demanda, Recursos Humanos, Tributación, y Acceso a
infraestructura logística.

En estas zonas se ofrecen incentivos a las empresas que se localizan dentro de la misma, generalmente referidos a temas tributarios, como
exoneración de impuestos, procedimientos aduaneros simplificados, entre otros.

Las Zonas Especiales de Desarrollo se pueden encontrar bajo distintos nombres en el mundo, tales como: zonas francas, zonas económicas
especiales, zonas de procesamiento de exportaciones, zonas francas uniempresariales, puertos libres, entre otras.

Asimismo, las Zonas Especiales de Desarrollo o Zonas Francas modernas consideran como un elemento fundamental a la conectividad logística
y los encadenamientos productivos que se pueden generar dentro o fuera de ella, para ofrecer a los inversionistas un entorno favorable para el
desarrollo de sus negocios, en particular para la exportación, considerando primordial las estructuras portuarias y los servicios a la carga.

En el Perú, las primeras Zonas Francas se crearon en el año 1989, con el nombre de Centros de Exportación, Transformación, Industria,
Comercialización y Servicios (CETICOS) de Ilo, Matarani, Paita y Tacna, a través de los Decretos Legislativos Nos. 842 y 864, con el propósito
de promover la inversión privada en infraestructura de la actividad productiva y de servicios, y generar polos de desarrollo en zonas que, por su
ubicación, se encontraban afectadas por excesivos costos de transporte e insuficiente infraestructura que limitaban el desarrollo y las
condiciones de equidad en competencia.

Tiempo después se aprobó la Ley de creación del CETICOS Tumbes. Y, posteriormente, a través de la Ley No. 26953, se dispuso la creación
del Centro de Exportación, Transformación, Industria, Comercialización y Servicios (CETICOS) de Loreto, pero no se han dispuesto las normas
reglamentarias necesarias para su ejecución.

Tiempo después, a través de la Ley No. 27688, Ley de Zona Franca y Zona Comercial de Tacna, se declaró de interés nacional el desarrollo de la
Zofractacna para la realización de actividades industriales, agroindustriales, de maquila y servicios de la Zona Comercial de Tacna, con la
finalidad de contribuir al desarrollo socioeconómico sostenible del departamento de Tacna, a través de la promoción de la inversión y desarrollo
tecnológico.

El año 2006, el gobierno creó un tercer tipo de zona, la Zona Económica Especial de Puno (ZEEDEPUNO), a través de la Ley No. 28864, la cual
declaró de interés nacional la creación de la Zona Económica Especial de Puno para la realización de actividades industriales, agroindustriales,
de maquila y de servicios, con la finalidad de contribuir al desarrollo socioeconómico sostenible del departamento de Puno, a través de la
promoción de la inversión y desarrollo tecnológico. Cabe señalar que la estructura administrativa de la ZEEDEPUNO aún se encuentra en
proceso de implementación.

Finalmente, mediante la reciente Ley No. 30446, se ha declarado que los centros de exportación, transformación, industria, comercialización y
servicios (CETICOS) pasan a denominarse Zonas Especiales de Desarrollo (ZED), y se declara de interés nacional su funcionamiento, con el
objeto de promover la estabilidad de las inversiones, fomentar el empleo, contribuir al desarrollo socioeconómico sostenible y promover la
competitividad e innovación en las regiones donde se ubican.

Cabe mencionar que la SUNAT está encargada del control sobre las mercancías que ingresen, permanezca o salgan hacia o desde la Zona
Especial de Desarrollo. El artículo 2 de la Ley General de Aduanas deja claro que la Zona Franca es una parte del territorio nacional debidamente
delimitada, en la que las mercancías en ella introducidas se consideran como si no estuviesen dentro del territorio aduanero, solamente para los
efectos de la aplicación de los derechos arancelarios, impuestos a la importación para el consumo y recargas a que hubiere lugar, pero donde la
Aduana sí ejerce su control aduanero.

A lo largo del tiempo, todos estos regímenes de Zonas Francas o Zonas Especiales de Desarrollo se han vuelto muy similares desde una
perspectiva legal y administrativa, puesto que todos tienen como objetivo mejorar el desarrollo socio-económico de las regiones en las que se
ubican, pero a la fecha tienen un escaso impacto en la producción nacional o en la diversificación productiva.

Crítica a las Zonas Especiales de Desarrollo o Zonas Francas en el Perú

Un problema en el desarrollo de las Zonas Francas nacionales es que h an sido diseñadas como instrumento de desarrollo zonal, sin enfocarse en
su importancia como un instrumento de atracción de Inversión Extranjera Directa para el país en su conjunto. Por ello, se encuentran localizadas
en los polos del país donde no hay demanda, recursos humanos suficientes ni acceso a infraestructura logística.

Tampoco hay un estudio de desarrollo de Zonas Especiales de Desarrollo en el Perú, que incluya el análisis de la potencial demanda de expresas
extranjeras. Sin perjuicio de ello, consideramos a priori, que la Deslocalización sería lo más eficiente, variando el requisito de ubicación por
montos de inversión mínimos, para dotarlas de mayor flexibilidad y atractivo.

De otro lado, si bien el desarrollo de las actividades autorizadas en los Zonas Especiales de Desarrollo del país está expresamente exonerado del
Impuesto a la Renta, IGV, ISC, IPM, así como de todo tributo, tanto del Gobierno Central como de los gobiernos regionales y de las
municipalidades (excepto las aportaciones a EsSalud y las tasas), la administración tributaria (SUNAT) tiene una política de controlar
excesivamente los beneficios tributarios que se otorgan a los usuarios de la Zona Franca. Por lo cual, también es necesario establecer una
protección política frente a SUNAT, que a la menor deficiencia formal carga contra el inversionista, ahuyentando el atractivo que pudiera tener
nuestras Zonas Francas para mayores inversiones, lo que se muestra evidente por la nula participación de fábricas transnacionales importantes
en ellas.

Asimismo, las Zonas Francas peruanas se manejan por una lista cerrada de actividades. En ellas se pueden desarrollar actividades industriales,
de maquila, de logística, de reparación, de mantenimiento de mercancías, de telecomunicaciones, de tecnologías de la información, de
investigación y desarrollo científico y tecnológico, por ejemplo. Y, cabe mencionar que el usuario puede desarrollar una o más de las actividades
de manera simultánea, y asimismo, por Decreto Supremo refrendado por los ministros de Economía y Finanzas, de Comercio Exterior y Turismo,
y de la Producción, se pueden incluir otras actividades en la lista. Sin embargo, consideramos que es más conveniente crear un listado negativo
de actividades que no se podrían desarrollar dentro de las Zonas Francas, por el riesgo de dejar de lado actividades accesorias y necesarias a las
actividades principales, imponiendo mas bien los montos mínimos de inversión mencionados como condición de entrada.

Finalmente, además es necesaria la creación de una autoridad para la promoción de IED, encargada de buscar inversionistas, y de negociar y
firmar acuerdos para su desarrollo y localización, que ayude al diseño y explotación de nuestras Zonas Especiales de Desarrollo, incluyendo la
formación de asociaciones público privadas para el desarrollo de infraestructura logística.

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