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Extracto de un mensaje que el Padre Pío dio a una alma privilegiada para que lo diera a conocer al mundo.

´««.! Invocadmeµ en vuestros momentos penosos, en el tempestuoso valle de lágrimas! Os ayudaré y os


asistiré para que no vacile vuestra Fe y deis gloria al Señor que os ha creado de la nada.

En el cielo estoy en constante coloquio con Dios para salvar las almas, pero especialmente recurro a la Reina del
Cielo y la tierra; junto a Nuestra Señora, desempeño mi misión«.. Es tiempo de gran corrupción en el mundo,
pero es también tiempo de gran Misericordia por parte de Dios, que sigue esperando que sean utilizados sus
méritos infinitos.

Te he dicho que hice mi Purgatorio al pie del Tabernáculo. Esta ha sido la voluntad del Señor. Habría podido
hacerlo más prolongado y de distinto modo. Mi Purgatorio lo hice en vida sobre la tierra, signado con las llagas
de Jesús Crucificado y con el alma continuamente en penosa congoja, semejante a la que padeció Jesús en la
Cruz en su dolorosa agonía. He podido vivir tanto, gracias a la asistencia que me proporcionaba el Señor.

¿Quieres saber cuál es mi gloria? Sólo puedes formarte de ello una pálida idea. Hay gozos paradisíacos que
se descubren siempre de nuevo, y uno queda siempre extasiado« Pero no hay para todos la misma gloria««.
El alma que ha amado más, que ha sufrido más y que se mantuvo en la verdadera pureza, esa alma es capaz de
saborear mucho mejor el misterio incomparable de la Celestial Jerusalén.

Yo me hallo junto a mi querido Padre Francisco, rodeado de Querubines y Serafines que entonan el Himno del
amor y de la gloria.

En el mundo se vive sin Fe, o tal vez con Fe lánguida. Los que están más cerca del Señor podrían trabajar más y
embellecer su alma con jugos vitales. ! Dichosas las almas que, como industriosas abejas, llegan a alcanzar la
meta celestial con la corona bien formada sobre su cabeza!

Mientras tanto, en el mundo sólo se piensa en gozar y se peca mucho. Hay amenazas por parte de Dios que se
van a cumplir inexorablemente. Toda la Corte celestial adora a la Omnipotencia Divina y le suplica que se
aplaque. Por eso mismo«« rogad todos y ofreced sacrificios.

Todos dicen: ¡Ha muerto el Padre Pio! ¡Ha muerto el Padre Pío! Mas ¿Cómo puede llamarse ´muertoµ al que ha
alcanzado la verdadera vida, la eternidad?. El alma inmortal abandona sus despojos mortales, o sea el cuerpo,
para gozar de la verdadera felicidad. Muertos son los que viven alejados de Dios, sin vivir la verdadera vida,
esto es: la gracia divina. El alma muerta a la gracia, viviendo en las tinieblas, tiene su cuerpo como un cadáver
ambulante, sin consistencia esencial. Toda la vida que anima al cuerpo es la sustancia real emanada de la vida
del alma. De ahí que el título de muerte, para los seguidores de Cristo, es absurdo. Se debería llamar ´transitoµ,
´viaje a la casa paternaµ.

¡Amad la verdadera vida que os conduce a Cristo! ¡La carne debe servir de instrumento para atesorar méritos
con miras al viaje que conduce a las bodas eternas! ¡Nada de miedos! El que sepa viajar, encontrará su triunfo«!
El triunfo de haber custodiado bien el tesoro del alma inmortal en uno de sus despojos mortales, terrestres,
llamados ´cuerpoµ, el cual también resucitará resplandeciente al final, para gozar de la felicidad celestial.
Cuanto más frenemos el cuerpo, mortificando sus fuertes pasiones y manteniéndolo en la pureza, tanto más nos
servirá para obrar el bien y tanto más brillará en la feliz eternidad.

Muchas personas me han tenido por áspero«.. Irascible «. ¡He aquí el motivo! ¡Cuántas luchas íntimas debí
entablar contra el amigo del orgullo, que a veces me molestaba fuertemente y, en ciertas circunstancias propicias
me hacía obrar diversamente! ¡Pero no debemos juzgar con facilidad a un alma que humildemente ama, sirve y
se sacrifica para la gloria de Dios!

Te recomiendo ocuparte actualmente de cómo poder honrar siempre más a la gran Madre de Dios y Madre
nuestra. Si estuvieses en el cielo y vieras todo lo impuro que hay en el corazón del hombre, y cómo el hombre
quisiera desbaratar los planes de Dios manifestados en la Redención humana por medio de María Inmacula da, tú
desearía precipitarte, si te fuese posible, sobre la tierra, para manifestar al mundo la verdad infalible del Verbo
encarnado en el seno purísimo de la Virgen María, por obra y virtud del Espíritu Santo. Sin embargo, sabiendo tú
todo lo que hay en el mundo no puedes llegar a comprenderlo plenamente, por no encontrarte en el eterno
esplendor de Dios.
¿Qué sucederá en el mundo? Nuestra felicidad del Cielo está invadida por gemidos angustiosos, por cuanto todos
tenemos en la tierra seres humanos que nos pertenecen. ¡Apresúrate! ¡No te detengas en reflexiones! Escribe ««
habla«« ¡sacude los corazones que quieren sumergirse en el barro! Son, ante todo, nuestros Hermanos
Consagrados los que hacen amargo el ´Pan de Vidaµ, por cuanto comienzan a corromper su conducta. ¡Qué
trágica perspectiva!....... ¡Qué Babilonia de visiones!...... la hora es gravísima y serán ellos los primeros en ser
envueltos en la tormenta, por cuanto a causa de ellos ocurre tanto mal en el mundo.

Los castigos, se los procura el hombre con sus actos de rebelión contra el Dios Altísimo. El hombre, abandonado a
sí mismo por parte de Dios, se encamina hacia el abismo de toda clase de perdición.

Pon en práctica tu programa:

1.Ê Manifestar al mundo el Dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María;


2.Ê Proclamar que las almas consagradas al no querer seguir las normas de la pureza y de la continencia
virginal, no son dignas de permanecer en el servicio de Dios junto a los Santos Tabernáculos.

Hace falta mucha oración, un poco de penitencia, mayor unión con Jesús Eucaristía, mayor dedicación al
desagravio. Se necesitan víctimas de reparación, almas Hostias, almas puras. El sufrimiento de las almas puras
penetra en los Cielos.

¡Que no duerman los fieles! ¡Preocúpense de los intereses del Creador, eviten los pasatiempos inútiles la televisión
prolongada! ¡Privaciones««.. penitencia«« celo por la gloria de Dios!

Dios ha creado a los hombres, no para disiparse en el tiempo, sino para salvarse y santificarse por medio del
tiempo, empleándolo para la Patria Celestial que los espera a todos. Es la pérdida del tiempo pasado
inútilmente en el pecado, lo que gradualmente arrastra al infierno. Este es el primer problema: evitar la pérdida
del tiempo.

El segundo es, inculcar la necesidad de vivir en la presencia de Dios. ¡Qué importante es vivir en la presencia de
Dios! El mismo Señor dijo a Abraham al constituirlo padre de grandes generaciones: ´ ¡Anda en mi presencia y sé
perfecto!µ

¡Problemas importantísimos son éstos de los últimos tiempos, tan pecaminosos y tan llenos de escándalos! Se vive
como si Dios no existiese y aquellos que se conocen la existencia divina intentan huir de la mirada de Dios, afin
de ahorrarse preocupaciones en la justificación de su conducta extraviada.

El mundo es un lugar de tránsito. Se debe saber luchar para desprenderse de las cosas fugaces. Si las almas no
se acercan con frecuencia al Fuego Eucarístico, permanecen frías, sin aliento, tibias, sin méritos. Y ¿qué consuelo
puede recibir Jesús de esas almas que no tienen la fuerza de volar sobre todo lo creado? Debemos vivir firmes
en la convicción práctica de nuestra obligación de amar y servir al Señor. ¡Oh, si las almas conociesen bien y
apreciasen el gran don de Dios que se quedó viviente en la tierra, cómo vivirán la vida de otro modo! Del
Tabernáculo se sacan todos los tesoros: el alma se santifica y vive transformada en Dios. Si no experimenta
hambre y sed de Dios Vivo, se vive una vida vacía, obscura, que no hace ningún progreso.

Se me atribuyen milagros, profecías, bilocaciones, estigmatizaciones, etc. Pero yo no fui otra cosa que un indigno
instrumento del Señor. Sin la lluvia que cae del cielo la tierra no produce más que cardos y espinas. En cierto
modo, Jesús debe servirse de algún alma para demostrar al mundo su existencia y su omnipotencia. A muchas
almas ha dado el Señor abundantes gracias, pero después se las retiró porque Él quiere ser correspondido. La
semilla debe germinar, el terreno debe ser fértil. Solamente se necesita acoger a Dios que llama a la puerta y, si
no se le abre generosamente para recibir su visita«. pasa de largo«.. no se detiene a hospedarse.

¡Son las familias las que tienen a la puerta cerrada a ¡a la luz del sol! Son las familias que malgastan tiempo
junto al televisor, en presencia de sus pequeñuelos. Esperan con ansia los programas interesantes sin preocuparse
de los niños, que van asimilando tanto veneno en sus inocentes corazoncitos« y por esto el Señor pasa de largo!
No se comprende bastante la importancia del alma cuando debe comparecer ante la Infinita Majestad de un
Dios Juez. Aún algunos Santos, aunque de excelsa santidad, han demorado por unos instantes su entrada en la
gloria eterna a causa de algunas cositas que parecen nada a los ojos de los hombres. ¡Cada alma debe
corresponder a los talentos dados por el Señor! Te dejo, oh hermano, este legado: ¡El Crucifijo, la Eucaristía, el
Corazón Inmaculado de María y las almas que hay que salvar!

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