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Aprende
con esta guía básica
Lo básico acerca de cómo se escribe un programa de
radio
Para responder a esta pregunta, vamos a referirnos, sobre todo, al
libro Producción de Programas de Radio: El guión - la realización, de Mario
Kaplún. Él inicia su explicación de cómo se escribe un programa de radio con un
chiste que, aunque se basa en una anécdota ficticia, bien podría ser real.
Kaplún cuenta sobre un sabio científico que se dispone a leer ante el micrófono
una voluminosa conferencia y el locutor se le acerca y le dice al oído: “No se
afane demasiado, profesor. En este momento, según la encuesta de audiencia,
tenemos una sintonía del cero por ciento”.
1. Vocabulario
El autor sugiere emplear palabras corrientes y de uso frecuente, y obviar aquellas
que son muy abstractas y técnicas. En caso fuese necesario incluir estas últimas
en el guion de radio, lo que se debe hacer es explicarlas.
Por ejemplo, si toca entrevistar a un dermatólogo y este comienza a hablar de la
epidermis, deberás asegurarte de que dé una definición clara de lo que es eso y
que, además, la reitere cuantas veces sea posible para los oyentes que hayan
sintonizado tarde el programa.
3. Sintaxis
La manera como se escribe un programa de la radio correctamente tiene que ver
con la estructura interna de cada frase. Esta siempre debe estar construida con sus
elementos en el siguiente orden: sujeto, verbo, predicado.
Así, en el guion de radio debes colocar, por ejemplo, que “Pedro se fue a su casa
de noche”. Evita cualquier construcción innecesariamente complicada como: “De
noche, a su casa, Pedro se fue”.
Del mismo modo, evita las oraciones subordinadas, que son aquellas que
dependen de otra oración. Un ejemplo de esto sería: “La señora, a quien
ayudaste, es antipática”. Mejor sería dividir la idea y organizar el mensaje en dos
frases.
Sin embargo, mejor que estos dos ejemplos es decir “casi la mitad”, porque las
personas entienden mejor las proporciones que los porcentajes. Del mismo modo,
más gráfico que hablar del “76 por ciento” es decir “las tres cuartas partes”. Y si
se trata del “31 por ciento”, cámbialo por “tres de cada diez”. Es así como se
escribe un programa de radio.
Usa este formato de guion de podcast y mantén a tus
oyentes cautivos
Modelo de Escaleta:
En la radio existe un código muy sencillo que permite organizar todos los
elementos que intervienen en la comunicación radiofónica. Algunos de los más
usados son:
El guión radiofónico
CONTROL:
SINTONÍA DE ENTRADA A PP
Y RESULEVE
Voz 1ª. Para elaborar un programa,
debemos tener en cuenta los lenguajes
que existen en la radio: música, palabra,
sonido, silencio... Existe además un
vocabulario específico
para las indicaciones técnicas o de control.
PAUSA
MÚSICA Nº 1 A PP Y CESA.
FUNDE CON MÚSICA Nº 2 A PP
15’’
Y DESVANECE
Voz 2ª. El texto del guión se escribe desde
la mitad del folio hacia la derecha, a doble
espacio.
PAUSA
PAUSA
INSERTAR RUIDO,
AMBIENTE DE VOCES Y COCHES
A PP 5’’ LUEGO PASA A FONDO
Loc. Debemos indicar también qué locutor
(loc.) o locutora (loca.) habla. Si hay varios
se pueden numerar, o poner sus nombres.
PAUSA
1 – Preparación
Para ser un buen locutor debes prepararte. Obviamente, existe una preparación
relacionada con el habla, que abarca desde la pronunciación clara hasta saber
controlar la respiración y mantener una buena dicción. Pero, también existe la
preparación diaria, que va más allá de la voz: se refiere a tu rutina en antena.
Un buen locutor debe mantenerse preparado con respecto a lo que pueda suceder en
el programa. Por eso, debe llegar más temprano y enterarse de los asuntos y del
orden del día, esencial e indispensable.
Como puedes ver, la preparación para ser un buen locutor comienza mucho antes de
la hora en que vas a estar en antena.
2- Aprende a improvisar
Por eso, intenta crear situaciones donde puedas hablar de temas aleatorios y busca
informaciones sobre temas que no conoces. De esa forma cada día serás mejor
profesional. .
3 – Mantente informado
Esto no significa que tengas que conocer todos los temas en profundidad.. Lo
importante aquí es saber lo suficiente para mantener a tu oyente informado.
Eso te ayudará en el momento que tengas que improvosar. Y, además, te dará más
credibilidad como profesional.
Recuerda que estás en una radio. Las personas van prestar atención a lo que dices,
entonces asegúrate de que te entienden claramente y de que las informaciones
llegan sin interferencias.
Por lo tanto, usa un lenguaje sencillo, con palabras claras y fáciles de entender,eso te
ayudará a transmitir tu mensaje. Usa frases cortas, de esta forma, te conectas con
más facilidad con tus oyentes.
5 – Cuida tu voz
Para que la voz no sea el único factor que te ayude a ser un buen locutor, cuidar de
ella es esencial. Al fin y al cabo, será tu instrumento de trabajo diario.
Hacer ejercicios que te ayuden a mantener la voz limpia es esencial para ser un buen
locutor. Ya que evitarán lesiones en tus cuerdas vocales.
7 – Descansa tu voz
Para ser un buen locutor, debes descansar tu voz cuando estés fuera del estudio. El
descanso vocal es fundamental, eso va a asegurar estés apto para trabajar al día
siguiente.
Además, cuando estés en el aire, debes preocuparte con otras cosas. La cuestión de
que si tu voz te permitirá realizar la grabación del día, no puede – y no debe – ser una
de estas preocupaciones.
Hacerlo bien al grabar el programa es mucho más que hablar bien. Trata de mantener
la voluntad y controlar la ansiedad, si estás grabando en vivo.
Una cosa es tener una frase por la cual te identifican. Otra muy diferente en tener
vicios de lenguaje, usando algunas palabras o frases repetidamente.
Algunos ejemplos:
– esto…;
– mmh… ;
– ¿sí? ;
– ¿no? ;
– o sea;
– pues;
No hay ninguna fórmula mágica para librarte de este hábito. El consejo aquí es
controlarlos, prestando atención especial a las situaciones en las que recurres a los
vicios de lenguaje. Sólo de esta forma, serás capaz de crear tus propias formas de
librarse de este problema.
10 – Mantén el ritmo del habla
Un consejo muy valioso que te ayudará a ser un buen locutor de radio es saber hablar
con calma y pausadamente. Recuerde siempre que tus oyentes dependen de tu voz
para estar informados de lo que está sucediendo. Y para eso, no puedes salir
atropellando las palabras, ni hablando de forma acelerada.
Por eso, trata de mantener el ritmo del habla. Y entiende que hablar pausado no
significa pronunciar lentamente, y si ser claro.
Podrás ver cómo los buenos profesionales salen airosos de situaciones complicadas y
podrás aprender con los éxitos y errores de los otros.
12 – Conoce tu audiência
Por eso, si la radio tiene Facebook, tómate un tiempo para revisar quien interactúa a
través de la página oficial. También presta atención al perfil de los oyentes que
llaman. Todo esto te ayudará a saber quiénes son tus oyentes y conocerlos mejor.
0 .1 .1 . La r a dio e n la tra ns m is ión de me ns a je s
La ra d i o pe rmi te co n stru i r co mpl i cid a d co n lo s oye n te s. ¿Po r q ué ?
P o rq u e e s l a qu e nos ac om pa ña en nu e stra ca sa , n o s si gu e en e l
bu s, no s re ci b e e n nu e stro trab a j o . Po rqu e la d ej a mo s e n tra r a
nu e stra i n ti mid a d , a nu e stro o íd o . L a ra di o es la co mp añ e ra ca pa z
de su su rra rno s un a l in d a p al a b ra qu e no s ca mb ie el d ía ,
in fo rma rn o s p ri me ro so b re lo q u e su ced e , en tre te n e rno s,
con mo ve rno s co n u n a mú si ca , ha ce rn o s có mp l i ce s de la
co mu n i ca ci ó n .
E sto , su ma d o a lo qu e l a d i fe re n cia fre n te a o tro s me di o s de
co mu n i ca ci ó n , l a h a ce n p a rti cul a rme n te a tra cti va y ce rcan a . La
rad i o e s e l med i o d e ma yo r p re se n ci a en l o s p a íse s d e nu e stra
reg i ón la ti n oa me ri can a .
Uno de los poderes más importantes que tiene la radio es su capacidad de hablarnos, de
interpelarnos de dos formas: a la razón y a la emoción.
a. La radio piensa. Y nos hace pensar. Porque a través de la voz nos transmite información,
visiones de mundo, se comunica con nosotras y nosotros.
b. La radio conmueve. Porque el sonido tiene la propiedad de hablarle directo a las emociones,
más allá de la razón. Una música puede erizarnos la piel antes de que podamos reflexionar acerca
de su letra, su composición, su estructura musical o la maestría con que los músicos la ejecutan.
Simplemente nos llega al cuerpo, al corazón, al alma. Lo mismo puede suceder con un efecto
sonoro, la calidez de una voz o la tensión de un silencio.
Esa doble capacidad que tiene la radio, no la tiene ningún otro medio. Por eso es tan potente para
comunicarnos y acompañarnos.
Cuando hablamos del medio radiofónico, lo reconocemos por ciertas características diferenciales.
a. No utiliza imágenes
Lo que en principio parecería una falencia respecto de la prensa escrita y la televisión, es una
ventana a múltiples posibilidades expresivas. Que la tecnología radiofónica no muestre imágenes
visuales no significa que no pueda generar y evocar imágenes desde el sonido. Todo lo contrario: a
través de la utilización de los sonidos, pueden generarse fantasías, climas, atmósferas, ambientes,
emociones, e incentivar a que cada oyente genere su propia imagen de lo que está escuchando.
Al no utilizar imágenes, incentiva y activa mucho más la imaginación, tanto de quien realiza como
de quien escucha. Al producir, se puede crear cualquier cosa que se nos ocurra. Al escuchar,
podemos hacer correr nuestra imaginación recreando los escenarios que se cuentan desde los
sonidos.
Es mucho más barata que los otros medios tradicionales. No necesitamos grandes imprentas, ni
costos como los de hacer una película o montar un canal de televisión. Construir una escena de
acción con un carro explotando y una muchedumbre gritando, se hace solo con algunos sonidos y
algunas voces, frente al dineral que cuesta hacerlo para una película.
Basta hacer sonar unos grillos y anochece en nuestra mente. Basta hacer cantar a unos pajaritos y
ya está amaneciendo. Con la música pasa lo mismo. Una samba nos transportará al carnaval de
Bahía. Y un palo de mayo nos hará bailar con los nicas de la Costa Atlántica.
Esto es importante para contribuir a la generación de esa complicidad entre medio y público. El
oyente puede estar escuchando la radio mientras trabaja, cocina, limpia, viaja. Los otros medios
como la TV, el cine, la Internet y la prensa, requieren de mayor atención y dedicación casi
completa para poder disfrutar o entender lo que se emite. La radio acompaña la vida cotidiana y
se hace parte de ella.
El zapping es esa práctica muy común con la televisión de ir cambiando de canal constantemente
con el control remoto. También la Internet –con sus características distintas– alienta un tipo de
zapping, a partir del salto de link a link.
En cambio, cuando uno encuentra la radio que le gusta es como encontrar una amiga fiel que nos
acompañe todo el día.
Pero si bien este es un punto a favor, no son los laureles en los cuales descansar, ya que es algo
que debe ser cuidado. Y eso se hace ofreciendo buenas producciones, respaldando día a día la
confianza generada y la elección de cada oyente.
La radio como medio de comunicación puede tener diversos roles. Una clasificación tradicional es
la que menciona: informar, entretener y educar.
a. INFORMAR, porque ofrece noticias, datos, comenta sucesos que son importantes para la
ciudadanía para desenvolverse, participar, debatir y decidir.
b. ENTRETENER, porque sin duda una función importante es divertir, distraer, hacer reír.
c. EDUCAR, porque es una herramienta perfecta para comunicar contenidos educativos, ya sea
campañas de prevención de enfermedades, como programas de cultura general, historia, ciencia.
En América Latina la radio se ha utilizado mucho para alfabetizar.
desarrollar el ejercicio del derecho a la LIBRE EXPRESIÓN, siendo un canal para que la comunidad
diga lo que siente u opina;
y en muchos casos, ser un TELÉFONO, para enviar mensajes a localidades lejanas, para comunicar
a la comunidad entre sus miembros.
0.2. FUNCIONES EN LA RADIO
Una vez que ya sabemos qué caracteriza a la comunicación radiofónica, revisemos cómo se lleva
adelante un programa de radio y una emisora. Hay diferentes funciones, que en muchos casos son
ejercidas por las mismas personas, sobre todo en radios comunitarias que cuentan con poco
personal.
Además de los roles tradicionales de la emisora como la dirección, la administración, las áreas de
publicidad, prensa o técnica, los específicos para producir un programa son:
a. Conducción. En un programa es la voz o voces que lo llevan adelante. Las conductoras y los
conductores van presentando los distintos contenidos al aire, informando, opinando.
c. Operación técnica. Es quien se encarga de manejar la consola. A través de ella abre y cierra el
aire en cabina, dispara los temas musicales y otros contenidos, sube y baja las cortinas musicales,
etc.
e. Coordinación de aire. Es quien se encarga de ser un nexo entre quienes están al aire o la
producción y la operación técnica. Controla los tiempos, hace los llamados telefónicos, avisa a
quienes están conduciendo qué sigue y toma decisiones para ajustarse a los tiempos previstos.
h. Edición. Se encarga de la edición de sonido de los contenidos pre producidos para los
programas.
i. Columnistas. Preparan algún tema en particular para comentarlo al aire de los programas junto a
los conductores que le harán preguntas. Algunos programas tienen humoristas que hacen
apariciones puntuales que las asemejan a una columna.
a. Radios comerciales
Son empresas de diverso tamaño cuyo principal fin es obtener ganancias. Sus propietarios/as son
personas o consorcios que se llevan las ganancias producidas por la emisora. En estas la
comunicación y los contenidos son medios para lograr el lucro. ¿Qué radios comerciales conoces?
b. Radios públicas/estatales
Son las emisoras gestionadas, financiadas y desarrolladas por diversas instituciones estatales como
el Poder Ejecutivo, Ministerios, Gobiernos Municipales. ¿Qué radios públicas conoces?
c. Radios comunitarias
Muchas veces se las llama comunitarias para simplificar. Pero podemos mencionar diferentes
clasificaciones como las alternativas, populares, educativas, mineras, indígenas, campesinas,
libres, ciudadanas, sociales, etc. Si bien hay algunas diferencias entre ellas, lo que nos importa es
que son similares en sus características y visiones, por ejemplo:
Además de estas características generales, José Ignacio López Vigil, concreta en cuatro los
compromisos que debería tener una radio comunitaria:
Para concluir, es interesante también la definición que hace la UNESCO sobre las Radios
Comunitarias:
Estas emisoras, verdaderas tribunas abiertas para toda la sociedad sin discriminación por motivos
de raza, género, clase social, orientación sexual, discapacidades, opiniones políticas o religiosas,
resultan indispensables para promover el diálogo social y la cultura de paz.
El lenguaje de la radio se compone de algunos pocos elementos. Sus combinaciones, sin embargo,
son infinitas. Solo depende de las necesidades de cada contenido y de nuestra creatividad.
1. LA VOZ HUMANA.
Nuestro principal recurso. La voz humana, la que expresa palabras. Voces de locutores, de
animadoras, artistas, periodistas, entrevistadoras y entrevistadas, reporteros y reporteados.
La voz de la naturaleza, del ambiente, los llamados efectos de sonido. Porque en el mundo,
además de mujeres y hombres, también habla el viento y el mar. Hablan los animales, rugen los
motores, chirrían las puertas. Aguza los oídos y escucharás a tu alrededor todo un escenario
sonoro.
3. LA MÚSICA.
La voz del corazón. Melodías tristes y alegres, temas que pacifican y otros enervantes. Músicas con
guitarra, con flautas o con tambores. Cada sentimiento humano tiene su ritmo y su cadencia.
Las palabras mandan pero ganan “color” con los efectos. La música pone el “calor”, las emociones.
Si estos cuatro recursos son usados con creatividad e imaginación, lograremos realizar la radio
cautivadora, que entretenga, informe y eduque y nos ayude a lograr nuestros objetivos.
Hablamos de 3 grandes géneros en los que podemos organizar los contenidos radiofónicos
(dramático, periodístico y musical) y de muchos formatos dentro de cada uno de esos géneros.
0.5.1. Géneros
Los tres grandes géneros en los que se puede organizar la producción radiofónica son:
1. DRAMÁTICO. Es el género de ficción, el que cuenta historias. Algunos de los formatos que
abarca son las radionovelas, cuentos, leyendas, sociodramas, radioteatros, sketches, poesías
sonoras...
2. PERIODÍSTICO. Trata de lo real, lo veraz. Formatos pertenecientes a este género son la nota, la
crónica, la entrevista, los reportajes, los documentales, las encuestas, la opinión, el editorial, la
charla, los debates y paneles...
Son las formas concretas en las que se organizan los contenidos radiofónicos.
a. Programa/Radiorevista: quizás el más conocido. A su vez puede estar compuesto por otros
formatos. Tiene secciones, bloques, música. Puede tener columnas, juegos, informes, noticias...
b. Cuña o spot: contenido corto (entre 30 segundos y 1 minuto y medio), que suele utilizarse para
comunicar un mensaje de forma concisa. Escucha la siguiente cuña.
c. Informe o reportaje: contenido que trata una temática específica con cierta profundidad, y es
producto de una investigación.
d. Micro: pequeño informe o contenido específico sobre un tema, que profundiza un poco más
que un spot, y es más corto y específico que un informe. Puede durar de 2 a 5 minutos.
e. Entrevista: cuando se decide hacer una pieza entera con una entrevista, y no solo utilizar
algunos fragmentos dentro de un contenido más amplio.
f. Radioteatro: contenido dramatizado, con personajes, escenas, acciones, que sirve para contar
una historia en una sola pieza radiofónica. La historia se resuelve en un solo capítulo.
h. Columna: contenido temático hablado, generalmente por una persona experta en el tema.
1.1. MÚSICA
a. Acompañar la voz
Usar la música como cortina de fondo es lo más común que hacemos en nuestra radio, pero no es
la única forma de utilizarla. Exprimir sus posibilidades te permitirá comunicar mejor lo que quieres
decir, porque recuerda...¡comunicar no solo es hablar!
b. Subrayar la intención
Es decir, que haya sintonía emocional con lo que expresa la voz. Que la música refuerce y apoye la
sensación que se desea comunicar. Si queremos transmitir tristeza, acompañamos con una música
triste y emotiva.
c. Ilustrar
Cuando lo que nos interesa de una música es lo que dice su letra, porque nos habla sobre el tema
de nuestra producción. Nos sirve como una forma de opinar con la voz de otro, sin depender
solamente de lo que dice una locutora o locutor.
Elegimos una música intrusa, que nos suene contraria a lo que la voz está contando. De ese modo
estaremos llamando la atención del oyente, y de una manera creativa, original y arriesgada,
reforzar las emociones que queremos comunicar con nuestro texto. Como en este ejemplo, que se
usa una música asociada a algo alegre como una boda, para hablar de la violencia en el
matrimonio.
e. Descansar la escucha
Cuando nuestro contenido tiene mucha palabra, hace bien que unos puentes musicales le
permitan al oyente descansar un poco de tanta voz.
Se conoce como golpe o ráfaga musical. Un breve sonido que aparece y desaparece para dar paso
a una nueva sección. Por ejemplo, una ráfaga que separa los titulares de un noticiero.
En los dramatizados nos ayuda a separar las escenas y también podemos usarlas para ubicar al
oyente. Por ejemplo, si nuestro caminante va para La Paz, antes de esa escena colocamos un golpe
musical de morenada y cuando en la siguiente escena viaje a Santa Cruz, la antecedemos con un
golpe musical de taquirari, tal como se muestra en el siguiente audio.
A. INSTRUMENTAL
La cortina que sea instrumental, es decir, que no sea cantada. No es bueno que haya palabras
sobre palabras: eso confunde al oyente.
B. POCO CONOCIDA
El éxito del momento no sirve como cortina de fondo: el oyente se distraerá con esa melodía
conocida, y dejará de prestar atención a lo que dice el programa. Básicamente, la audiencia estará
tarareando “Despacito” mientras nosotros intentamos informar del paro de transportistas.
Por eso las cortinas son músicas de fondo; ¡Que no estén más fuertes que la voz! Si lo que
queremos es que se entienda lo que dice quien locuta, bajemos el volumen de la música a un
segundo o tercer plano.
D. QUE COMBINE
¡No se come chicharrón con leche! Hay músicas que no quedan bien con algunas voces. No hay
una fórmula escrita para combinar una cosa con otra. Depende del tipo de texto, del estilo de cada
editor. Emplea el tiempo que sea necesario hasta encontrar algo que te guste.
Muchas músicas tienen licencias que impiden, legalmente, ser usadas. En teoría, no podríamos
descargarlas y utilizarlas si no tenemos el permiso (licencia). En nuestros países, este tema no es
muy vigilado, pero no impide que la cosa cambie y tengamos problemas por usar música con
copyright. Por eso, recomendamos el uso de músicas con licencias libres Creative Commons Y así,
además, difundes música de artistas que están fuera de las grandes compañías que dictan los
"gustos musicales" globalmente. Visita bancos de música con este tipo de licencias libres para
utilizar sin problemas. Te recomendamos:
h tt p : / / f r e e m u s i c a r c h i v e . o r g / y h tt p s : / / w w w . j a m e n d o. c o m
a. Ambientar, ubicar en tiempo y espacio: un gallo cantando nos remite al amanecer, un avión
despegando significa que estamos en un aeropuerto, el sonido de los grillos nos traslada al campo
en la noche…
b. Comunicar o reforzar emociones: si estamos narrando un misterio, una breve nota musical
grave nos reforzará el clima. ¡Agreguemos una puerta rechinando y ya deberemos escondernos
abajo de la cama!
c. Divertir: agregar efectos nos puede permitir que nuestro contenido no sea tan aburrido y
monótono, que no sea solo alguien hablando; así se genera una radio más fácil de escuchar.
https://freesound.org
http://findsounds.com
Y si no, busca en Youtube poniendo "Efecto de sonido" delante del efecto que quieres buscar:
"efecto de sonido perro ladra".
a. No impostar. Las “voces radiofónicas”” no existen. Tampoco las voces feas. En la radio todos los
timbres de voz tienen cabida. Usa tu propio tono de voz, natural, el mismo con el que te
comunicas cuando estás fuera de la cabina.
b. Cuida la vocalización. Abre la boca para pronunciar bien cada palabra y así garantizar que se
entienda lo que dices. Los trabalenguas son una buena forma de entrenar nuestra articulación o
vocalización.
c. Modula. No hables siempre en un mismo tono. Al igual que cuando contamos una historia en
una conversación cotidiana vamos adaptando el tono a lo que decimos, por ejemplo, hablamos
más alto cuando contamos algo emocionante, bajamos el tono al decir algo más triste… Esos
cambios de tonalidad son necesarios para no matar de aburrimiento a los oyentes y mantenerles
atentos a lo que decimos.
d. No comamos mientras estamos al aire o segundos antes de que se encienda la luz roja. Es cierto
que tenemos que entablar una relación de confianza e identificación con la audiencia, pero si le
hablamos con la boca llena, no nos entenderán y será muy desagradable. Un cafecito siempre está
permitido. Y agua, mucha agua.
e. Movamos el cuerpo al hablar. No estamos atados a la silla, solo estamos sentados y haciendo
radio. Gesticulemos; por más que no se vea, el oyente percibirá más natural nuestra conducción si
hablamos con el cuerpo.
f. Deja el miedo fuera de la cabina. Nadie nos está mirando, soltémonos más...¡relájate!
g. Hablemos como hablamos en nuestra casa o en la calle. Es cierto, cuidaremos algunas formas,
no usaremos malas palabras y trataremos de que se nos entienda, pero seamos nosotras y
nosotros, seamos naturales. Incluyamos en nuestros programas dichos populares, ejemplos,
refranes, historias, referencias cotidianas de nuestra cultura. Como bien decía el gran
comunicador Mario Kaplún: comunicarse es, sobre todo, contar, 'echar el cuento'. Los contadores
de historias han sido y aún siguen siendo los grandes comunicadores naturales del medio popular.
h. Traduce los términos técnicos. Porque es cierto que en ocasiones tendremos que hablar de
“paneles fotovoltaicos” si hay una noticia sobre la energía solar. Lo mencionaremos, pero a
continuación aclaramos que son “paneles solares, que captan la luz del sol y la transforman en
electricidad”.
i. Usa palabras concretas; no hables con términos abstractos. Es más claro comunicar que en un
barrio de La Paz faltan la luz, el agua y el alcantarillado que hablar de la “ausencia de servicios
públicos”. Huye también de los términos vacíos, palabrerío que no aporta a lo que estamos
diciendo y que sólo entorpecen el relato: “en otro orden de cosas”, “sobre el particular”, “en
sendas declaraciones”, “dicho sea de paso”. Aunque no lo creas, no somos más periodistas por
utilizar estos términos.
j. Crea imágenes auditivas, dibuja con las palabras. Si quieres hablar de la cruda realidad a la que
se enfrentan los niños mineros no digas que “hacen todo en la mina”, cuenta cómo “cargan sacos
llenos de tierra y los sacan por túneles estrechos tras picar durante horas la dura roca del
socavón”.
k. Ojo con las informaciones “importantísimas”. Si tenemos algo clave para decir, digámoslo dos o
tres veces de formas diferentes. Primero, para ayudar a que el dato se fije y se comprenda de
diversos modos. Segundo, porque la radio en vivo no se puede recuperar, y si justo pasó un auto y
el oyente no pudo escuchar, se perdió algo fundamental.
l. Y sobre todas las cosas, ser claras y claros. No enredarnos con frases largas, con reflexiones
sesudas; ir al grano. La inteligencia se demuestra haciendo sencillo lo complicado, y no al revés.
¡ATENCIÓN!
No leamos todo lo que queremos decir. En radio hay dos formas de anotar:
LIBRETO: por lo general lo usamos para producciones grabadas. Por ejemplo, para
producir una cuña anotamos todo lo que hay que decir.
GUIÓN: es una especie de esquema donde sólo indicamos “saludo”, en vez de escribir
“Buenos días, cómo amanecieron hoy”.
Si escribimos nuestras noticias para luego leerlas, que sea una escritura radiofónica. Lee en voz
alta antes de salir al aire y comprueba que suene natural.
¡ATENCIÓN!
Si quieres lograr un contenido atractivo, antes de hacer una producción pregúntate: ¿puedo hacer
esto de otro modo? Casi siempre la respuesta es sí; entonces dale una vuelta a la tuerca.
2.1. QUÉ ES EL SONIDO Y SUS CARACTERÍSTICAS
¿Nunca te has preguntado cómo se crea el sonido? Al hablar, al golpear algo o rascar las cuerdas
de una guitarra originamos vibraciones. Esas vibraciones llegan a nuestro oído, presionan una
membrana llamada tímpano y nuestro cerebro lo interpreta como un sonido. Pero también hay
aparatos que reciben y emiten sonidos que son los que usamos en la radio.
El micrófono es como un oído. Este aparato tiene una pequeña membrana similar al tímpano.
Transforma esas vibraciones en electricidad. Esa electricidad es la que llega a la consola y a la
computadora. Al sonido transformado en electricidad lo llamamos audio.
El dispositivo inverso es el altavoz, que vendría a ser como nuestras cuerdas vocales. Por eso, si
ponemos la mano en uno de ellos veremos que se mueve, vibra. Estas vibraciones se transforman
en sonidos que llegan a nuestros oídos.
La frecuencia se mide en hercios. Su sigla, que seguro has visto en tu consola de radio es Hz. Con
las frecuencias podemos clasificar los sonidos en: graves, medios y agudos. Escucha estos
ejemplos.
20 Hz a 250 Hz. Frecuencias graves o bajas. Las que emite un tambor o un bajo eléctrico.
250 a 2.000 Hz. Frecuencias medias. La mayor parte de instrumentos musicales se desenvuelven
en ellas, al igual que casi todas las voces humanas, aunque los varones tienden a las graves y las
mujeres a las agudas.
2.000 a 20.000 HZ. Frecuencias agudas o altas. Los platillos de la batería están dentro de este
rango. Son esos tonos de algunas cantantes de opera que quiebran una copa de cristal.
2.2. AUDIO DIGITAL: FORMATOS Y COMPRESIÓN.
Cuando abrimos cualquier tipo de archivo en la computadora vemos que tienen dos partes. Una es
el nombre y otra la extensión. Por ejemplo, un documento de texto sería:
mi_archivo.txt
mi_archivo.docx
Los archivos de audio también tienen sus propias extensiones que seguro conoces. Alguna de ellas
son: wav, mp3, ogg o aac.
Vamos a conocer qué significa cada una de ellas y aprovecharemos para presentar a las dos
grandes familias de audio digital que son: audios sin comprimir y audios comprimidos:
Comprimir es un proceso en el que reducimos el tamaño del audio sin perder mucha calidad. Los
formatos más conocidos son:
.OTROS - Con el avance de los teléfonos móviles han proliferado los formatos de audio
comprimidos: mmf, amr…
Los micrófonos son los encargados de recoger el sonido y convertirlo en una señal eléctrica que
llamaremos audio. La voz convertida en electricidad se puede manejar en una consola o también
trabajarla en el computador.
Hay muchos tipos de micrófonos, pero en las emisoras trabajamos principalmente con dos:
dinámicos y de condensador.
Dinámicos: Son micrófonos muy resistentes y duraderos. Son poco sensibles, por eso tenemos que
acercarnos bastante para que capten. Son más convenientes para la grabación de las locuciones.
Como el Shure SM58.
Condensador: Son micrófonos más sensibles y captan a mayor distancia. Se utilizan principalmente
para la grabación de escenas. Son más delicados a los golpes; por eso no conviene sacarlos de la
cabina. Además, necesitan corriente eléctrica para que funcionen. Se le suministra activando un
botón que traen las consolas llamado +48v o alimentación fantasma (phantom). Uno de los más
usados es el Behringer B2-Pro.
Golpes: Para probar si un micrófono funciona no es necesario golpearlo. Los micrófonos se
prueban hablando o leyendo un texto ante ellos, pero NUNCA, y repetimos NUNCA, soplando
fuertemente y menos golpeándolo con los dedos. Esta mala maña daña los micrófonos. Así que,
¡trátalos con cariño!
Entradas y conectores: Todas las consolas tienen canales especiales preamplificados para
micrófonos, con conectores XLR / CANON. Son éstos los que debemos usar y no los de tipo Plug.
Interferencias: No es conveniente que los cables de micrófono o de sonido estén junto a los de la
corriente eléctrica ya que generan ruidos. Tampoco es aconsejable hacer cables muy largos, ya
que son más vulnerables a las interferencias.
Acoples: El acople se produce cuando al hablar por un micrófono el sonido sale por un altavoz
cercano y vuelve a ingresar en el micrófono. Esto provoca un incómodo pitido que puede llegar a
dañar el altavoz y nuestros oídos. Como norma, nunca se debe usar el micrófono delante de los
parlantes, cornetas o altavoces.
Mantenimiento: Los micrófonos también se limpian. Las espumas anti-viento se pueden enjuagar
con un jabón suave y agua. Asegúrate que estén bien secas antes de ponerlas nuevamente en el
micrófono.