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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMON

ACCIÓN SOCIAL Y SUS FUNDAMENTOS


NORMATIVOS

Docente: Lic. Zambrana Triveno Jose Emilio

COCHABAMBA – BOLIVIA – 20 SEPTIEMBRE 20

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INDICE

Introducción……………………………………………………………………………………………………………Pag 1
1.Definición …………………………………………………………………………………………………..……….Pag 1
1.1. La Acción Racional con Arreglo a Fines ……………………………………………………..………Pag
2
1.2. La Acción Racional con Arreglo a Valores…………………………………………………..………Pag
2
1.3. La Acción Afectiva ……………………………………………………………………………………………Pag 2
1.4. La Acción Tradicional …………………………………………………………………………………… Pag
2
2. El Objeto de Estudio de la Sociología ………………………………………………………………… Pag 2
3.Macrosociología y Microsociología ……………………………………………………………………… Pag
2
4. Doble Aproximación ……………………………………………………………………………………………
Pag.3
5. La Interacción Social ………………………………………………………………………………………….. Pag
3
5.1. Perfección Estructurada ………………………………………………………………………………….. Pag
3
5.2. Interacción Estructurada ………………………………………………………………………………….
Pag.3
5.3. Las Expectativas Recíproca ……………………………………………………………………………….Pag
3
5.4. La Sociedad: Multiplicidad o Interacciones ……………………………………………………… Pag
3
5.5. Lo Psíquico y lo Social ……………………………………………………………………………………….Pag
4
6. Dos definiciones de la Acción Social …………………………………………………………………….Pag
4

2
6.1. Definición Subjetiva de Max Weber ………………………………………………………………….Pag
4
6.2. Definición Objetiva de Émile Durkheim …………………………………………………………….Pag
5
7. Tradición comprensiva y tradición positiva ………………………………………………………….Pag
5
7.1. Tradición comprensiva …………………………………………………………………..…………………Pag
5
7.2. Tradición Positiva ……………………………………………………………………………………………..Pag
7
7.3. Características ………………………………………………………………………………………………… Pag 7
7.4. Reacción Anti positivismo …………………………………………………………………………………Pag
7
7.5. Corrientes Positivas ………………………………………………………………………………………….Pag
8
7.6. Tradición Positiva ……………………………………………………………………………………………..Pag
8
8. Contribuciones Teóricas y Empíricas …………………………………………………………………….Pag
9
8.1. Normas de orientación de la Acción ………..……………………………………………………….Pag
9
8.2. La orientación normativa de la Acción Social …………………………………………………….Pag
9
8.3. La estructura normativa de la acción social …………………………………………………….Pag
10
9. Rol Social …………………………………………………………………………………..……………………...Pag
10
9.1. La Familia …………………………………………………………………………..…………………………. Pag
11
10. Las Sanciones …………………………………………………………………………………………………..Pag
13
Clasificación de Sanciones …………………………………………………………………………Pag 13

3
11. El Control Social ……………………………………………………………………………………………….Pag
14
11.1. Tipos de Control Social …………………………………………………………………………………Pag
14
12. La Racionalización ……………………………………………………………………………………………Pag
16
13. Noción de Socialización …………………………………………………………………………………..Pag
16
Según WEBER ……………………………………………………………………………………………Pag 17
14. Persona y la Sociedad ………………………………………………………………………………………Pag
17
15. El  Orden  Social  Natural ………………………………………………………………………………….Pag
21
15.1. El Determinismo Social ……………………………………………………………………………..….Pag
21
16. Determinismo y Libertad …………………………………………………………………………..…….Pag
21
16.1. El Postulado del Orden Social Natural ……………………………………………………………Pag
21
16.2. Diversos Grados de Obligación Social ……………………………………………………………Pag
22
16.2.1. Responsabilidad social Individual ……………………………………………………………….Pag
22
16.2.2. Responsabilidad social Empresarial ……………………………………………………………Pag
22
16.2.3. Responsabilidad social pública o Gubernamental ……………………………………… Pag
22
17. La Desviación …………………………………………………………………………………………………..Pag
22

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Introducción
Desde los albores del pensamiento sociológico se empezó a reflexionar sobre la orientación del
cambio social tomando en cuenta las acciones de los hombres sobre el destino colectivo y las
acciones de la sociedad sobre los individuos. El propósito de entender la evolución de la sociedad,
así como las diferencias entre los principios de regulación de la vida colectiva en los diferentes
grupos permitió a historiadores y etnógrafos incursionar en el campo de la sociología antes de que
ésta estuviera constituida como disciplina científica. Un ejemplo ilustrativo es el de Ibn Jaldún,
erudito árabe del siglo xiv quien, en sus Prolegómenos de la historia, formuló tres conceptos de la
acción social: omran que significa civilizar, poblar, y que también se refiere a una sociabilidad
natural de origen divino; su antónimo siasa que remite a una socialidad regulada y administrada
mediante el ejercicio de la razón, y el concepto de asabiya que se refiere a la fuerza simbólica,
social y bélica de un linaje; fuerza que puede incrementarse o disminuir según las acciones de los
miembros del clan.1 El sabio tunecino planteaba ya la existencia de principios generales relativos a
la interacción del hombre con la sociedad en el marco de lo que él llamó la “ciencia de la
civilización”.2 Más precisamente: el sentido de la acción social, es decir la orientación de la
transformación de la sociedad, dependía, según Ibn Jaldún del valor ideológico de la causa que la
origina.

Cinco siglos después, Marx y Engels, en su voluminosa producción literaria, emplearon solamente
en dos ocasiones la expresión de acción social (traducida también en algunas versiones de El
Capital como “hecho social”), con lo cual se puede afirmar que estaban más preocupados por
estudiar otros fenómenos sociales (el capital, el trabajo, la mercancía y su valor, entre otros
aspectos) y analizarlos desde otra perspectiva. Empero, Marx dio a la acción social un doble
significado.

1.Definición
Se entiende por "acción " una conducta humana en la que el individuo, o individuos, que la
producen, la establecen con un sentido subjetivo. Para la sociología la acción social, se refiere de
manera general, al análisis del comportamiento humano en los diferentes medios sociales. Y Max
Weber define la acción social como cualquier tipo de proceder humano orientado por las acciones
de otro, las cuales pueden ser presentes o esperadas como futuras. La actuación de otro, nos sirve
como elemento para diferenciar las acciones con significado de los individuos, de una acción ante
un estímulo cualquiera.

La referencia a otra persona le da a la acción su carácter social, por ejemplo, cuando dictamos una
clase ante un grupo de estudiantes, se espera que sea atendida con receptividad; estamos
entonces, ante un caso de acción social. La acción social está referida a la conducta de otros. Ya
que existe una intersubjetividad entre los actores movidos por la intencionalidad. Se puede decir,
que existe una conducta subjetiva en cada uno de los actores, enseñar - aprender. Así e establece
una relación dotada de un sentido, que la hace comprensible.

Esto explica, la lógica de los fenómenos sociales: acción - reacción de los comportamientos, y
permite establecer inferencias causales y modelos tipológicos. Para establecer las diferentes
tipologías el autor de la teoría hace énfasis en la inseparabilidad que existe entre sociedad y los
factores culturales que la afectan. Dicho de otra forma, la metodología para clasificar los tipos de

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acción, parte de una metodología que tiene su base en las causalidades culturales que supone la
previsibilidad de las acciones. Se establecen cuatro tipos de orientación de la interacción social:

1.1. La Acción Racional con Arreglo a Fines


Corresponde a la acción más racional posible de la acción. Resaltando el elemento racional en
términos de cálculos de medios para alcanzar la meta. Se mide racionalmente las consecuencias
de la acción y comparando la efectividad de los medios en relación al resultado.

1.2. La Acción Racional con Arreglo a Valores


A diferencia de lo anterior, la acción racional con arreglo a valores, responde a las creencias que
posee el individuo, pueden ser religiosas, políticas, filosóficas. Como el individuo ya posee con
anterioridad estas convicciones el proceso de decisión es más breve. Sin embargo la acción no deja
de ser racional, ya que los medios elegidos son los más adecuados para alcanzar el fin y realizar la
acción.

1.3. La Acción Afectiva


Se desarrolla bajo el influjo de un estado emotivo, esta acción se emite en los límites de los
significados y no significados, debido a que su sentido no se establece en la instrumentación de
medios hacia fines, sino en realizar un acto "por qué sí". O sea, desaparece el horizonte valorativo,
el sujeto actúa movido por estados emotivos del momento.

1.4. La Acción Tradicional


La acción se desarrolla bajo el influjo de la costumbre y el hábito y proceder de un conjunto de
ideales y símbolos que no posee una forma coherente y precisa. Está determinada por costumbres
arraigadas. Sin embargo, está clasificación no es estricta, inflexible; debe ser comprendida como
un esquema típico ideal cuya finalidad es establecer categorías para analizar las acciones y estilos
de la relación entre los individuos, conectadas con los grupos y personas con los que se interactúa.

2. El Objeto de Estudio de la Sociología


Cabe la afirmación de que el sociólogo estudia al hombre en su medio social o también “la
sociedad”. Si el sociólogo se fija como objetivo la comprensión del hombre en cuanto inmerso en
su medio social, debe pues englobar en su misión la gama entera de los diferentes medios o
marcos sociales que el hombre crea y en cuyo seno evoluciona.

El objeto a cuyo estudio se aplica la sociología es pues sumamente extenso, pues abarca
simultáneamente vastos conjuntos, grupos de variadas dimensiones y reducidas unidades de
observación. La amplitud de este ámbito de investigación explica la diversidad de estudios
empíricos y la dificultad de desarrollar une teoría coherente, única y unánimemente aceptada por
todos los sociólogos.

3.Macrosociología y Microsociología
El sociólogo francés G. Gurvitch ha propuesto una clasificación para ayudar a describir la
sociología. Así distingue tres planos horizontales de observación (él los denomina “tres géneros de
tipos sociales”)

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 Plano macro sociológico de las sociedades globales: comprende conjuntos sociales tan
completos que resultan suficientes para todas las necesidades de sus miembros (como un
país, conjuntos tomados como totalidades o unidades).

 Plano de las agrupaciones parciales: entran en la composición de las sociedades globales


(como una familia, grupos con relación de parentesco).

 Plano micro sociológico de los diferentes modos de vinculación social: diversos tipos de
relaciones sociales que se establecen entre los miembros de una colectividad y las diversas
maneras de estar esos miembros vinculados a la totalidad social y por la totalidad social.

4. Doble Aproximación
Se puede por tanto emprender el análisis sociológico a partir de la microsociología como por la
microsociología. Sin embargo podría teóricamente preferirse emprender el estudio a partir de la
microsociología. Por sentado está, que es más fácil de comprender el fenómeno desde un punto
más global. Sin embargo es imposible proseguir un análisis global, sin referirse innecesariamente a
nociones adquiridas en el inventario de los determinismos y de las libertades que nos
proporcionan la encuesta microsociológica. Por tanto la complementariedad de dos estratos de la
realidad social y de dos a niveles de análisis daron el ejemplo perfecto de estudio sociológico. Por
el contrario, paradójicamente es preferible ir de las unidades más pequeñas a los vastos conjuntos
sociales.

5. La Interacción Social
5.1. Perfección Estructurada
Esta experiencia permite captar la organización de los “primeras impresiones“ en la relación con el
otro. En cada persona, la representación del otro no resulta una mera acumulación de
impresiones, sino que se debe a una estructuración que compone el retrato, la forma.

La estructura perceptual original, elaborada a partir de las primeras impresiones, no es ni


inmutable ni definitiva. Es un modo de adaptación al otro.

5.2. Interacción Estructurada


La estructura del conocimiento del otro se prolonga en una estructura de la acción con el. Por
tanto la acción con el otro obedeced una organización y se orienta hacia la ”mejor forma del otro”.

El 1º encuentro entre dos personas es el fenómeno social más elemental ya que es el génesis de
una relación interpersonal.

Atendiendo a la separación de lo psíquico y lo social. En la parte psicológica cada uno conoce con
su propia personalidad al otro. En la parte social, el medio ambiente de origen y la civilización
prestan elementos que componen las 1ª impresiones y la imagen que cada uno se forja del otro.

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5.3. Las Expectativas Recíprocas
En un segundo caso, cabe la relación de dos personas que se conocen ya desde hace tiempo. Dado
el conocimiento que poseen la una de la otra, se han desarrollado expectativas reciprocas. El
sujeto “A” espera que el sujeto “B” se conduzca de unas determinadas maneras en una
circunstancia concreta, y lo mismo ocurre con “B” respecto a “A” (Alter y Ego).

Es común la afirmación de que dos personas que se conocen desde hace tiempo han aprendido a
adivinarse (pueden predecir las reacciones del otro). Vinculando al conocimiento del otro se crean
las denominadas expectativas recíprocas. Sin embargo, la estructura de las relaciones
interpersonales nunca es definitiva, jamás se detiene, no permanece cerrada: es simultáneamente
adaptación. Precisamente por exigir esta adaptación constante, es en términos sociológicos:
interacción.

5.4. La Sociedad: Multiplicidad o Interacciones


A nivel microsociológico, la acción social aparece primero bajo el aspecto de una influencia
reciproca entre dos personas, bajo el aspecto de la interacción. Esa interacción no es al azar sino
que esta estructurada sistemáticamente en lo que Piaget llama “un sistema de interacciones”.

El punto de partida de la sociología no radica en el individuo. A los ojos del sociólogo “la sociedad”
no es, de acuerdo con Piaget, “una suma de individuos” vinculados entre si, sino la multiplicidad
de las interacciones de sujetos humanos que compone la trama fundamental y elemental de la
sociedad, confiriéndole a la vez existencia y vida.

5.5. Lo Psíquico y lo Social


A la pregunta dónde esta la línea fronteriza entre lo psíquico y lo social, lo primero que hay que
precisar es que la acción social es a un tiempo psíquica y social. La acción social, es en esta
perspectiva, una realidad total que compromete la personalidad individual e influye sobre ella.

La primera distinción es que el psicólogo concentra el estudio sobre la personalidad global y que el
medio es una de la variable que influye sobre la personalidad. El sociólogo, por su parte, estudia el
medio social o conjunto social de las relaciones entre personas (o grupos) teniendo en cuenta los
rasgos psíquicos que pueden influir en el medio social.

6. Dos definiciones de la Acción Social


Dos definiciones sociológicas sirven de guía: una es la de Max Weber, que la define de un modo
subjetivo, es decir según criterios interiores a los sujetos activos. La otra es la de Émile Durkheim,
puede calificarse de objetiva, por oposición a la primera, ya que determina el carácter social de la
acción a partir de coacciones ejercidas desde fuera sobre la acción de los sujetos.

6.1. Definición Subjetiva de Max Weber

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Para Max Weber la acción es social cuando hay rasgos subjetivos del sujeto. Esta definición
permite establecer 3 criterios para la determinación del carácter social de la acción.

 En 1º lugar las personas deben tener en cuenta el comportamiento de los demás, como
también la presencia o la existencia de los mismos. Ej: dos niños que juegan uno al lado
del otro, sin tenerse en cuenta, no han alcanzado todavía un estado de socialización
suficiente como para compartir juegos.

 El 2º criterio elegido por Max Weber es el de la significación: la acción del sujeto debe
tener su valor de <<signo>> o de <<símbolo>> para los demás, y que la acción de los
demás debe asimismo tener valor de signo o de símbolo para el sujeto. En otras palabras,
tener en cuenta a los demás no basta para que una acción sea social. También es
necesario que el sujeto indique por su acción que a comprendido las expectativas de los
otros y que su acción está destinada a responder a las mismas o evidencie su negativa a
responder.

Ej: sujeto A tienda la mano a sujeto B no le estrecha la mano, sujeto A sobra por otros signos
derivados del comportamiento, si se trata de una simple distracción o una negativa rotunda.
Prestar un significado a la propia conducta y a la conducta de los demás equivale atribuirle un
sentido simbólico susceptible de ser trasmitido gracias a su código de indicios, equivale a inscribir
esas conductas en un sistema de comunicación.

Cabe precisar que la comunicación humana no es siempre eficaz. El sentido atribuido a unos signos
por parte de quienes los interpretan no es necesariamente idéntico al pretendido por el agente
emisor del mensaje.ç

 El 3º criterio indica que la conducta de las personas implicadas en una acción social viene
influidas por la percepción que cada una de ellas tiene de la significación de la acción de
los demás y de su propia acción. Es preciso que los sujetos que han comprendido las
expectativas de los demás. (que lo comprueben). Este 3º criterio es el complementario
exterior a los otros dos criterios.

De estos tres criterios se deriva la teoría de M.Weber, en la percepción, en los sujetos y en su


comprensión que son los caracteres esencialmente de una acción propiamente social.

6.2. Definición Objetiva de Émile Durkheim


La definición que ha dado de la acción social difiere de la de M.Weber. Para E. Durkheim la acción
social consiste “en unas maneras de obrar de pensar y de sentir externas al individuo y dotados de
un poder coercitivo en cuya virtud se impone a él”. No busca las características de la acción social
en los estados subjetivos de las personas, sino más bien en unas realidades externas a las
personas. Durkheim recurre a dos criterios objetivos para determinar el carácter social de la acción
humana: la exterioridad de las “maneras de obrar, de pensar y de sentir” con respecto a las
personas y a la coacción que estas ultimas sufren por parte de aquellas.

Para comprender el sentido que atribuye a estos dos criterios hay que remontarse a su teoría de
las dos conciencias.

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 Conciencia colectiva conjunto de maneras de obrar, de pensar y de sentir que integran la
herencia común de una sociedad dada. Son externas a las personas ya que existían antes
de estas y sobrevivirán a ellas. Esta conciencia colectiva da los rasgos significa torios a una
sociedad.

 Conciencia individual comprende a cada individuo: rasgos, características, experiencias


personales… que hacen de el un ser único. Esta conciencia es la autonomía de la que goza
cada individuo en el uso colectivo que puede hacer de las maneras colectivas de obrar,
pensar y sentir.

Lo que mas interesa a Durkheim es el hecho de que, de una sociedad a otra, la conciencia colectiva
no se impone a las personas con la misma fuerza. Las sociedades varían según la coacción que
ejercen los individuos. Para pertenecer a una sociedad hay que adaptarse a la sociedad colectiva y
es preciso aceptarlas. Sin embargo esta conciencia colectiva no es asimilada de forma consciente,
si no que la hacemos nuestra sin mas.

Durkheim engloba en la acción social actividades individuales, íntimos incluso, pensamientos y


sentimientos. Su definición engloba una realidad externa e interna a la persona.

7. Tradición comprensiva y tradición positiva


7.1. Tradición comprensiva
Para iniciar la introducción, empezaremos por preguntarnos: ¿A qué se refiere el concepto de
teoría comprensiva? ¿Cuál es su enfoque? ¿Cuándo nació? ¿Con qué teoría se enfrentó? ¿Por qué
es considerada en esta materia?

Bien, la teoría comprensiva es una corriente de pensamiento cuyo planteamiento central consiste
en estudiar a la sociedad a partir de la interpretación del comportamiento individual y la acción
social que realizan las personas que la conforman, para comprender y explicar sus causas y
efectos. Su representante más importante es Max Weber (1864-1920), economista y sociólogo
alemán, conocido por su análisis de la política, el origen y desarrollo del capitalismo y la
burocracia.

Para Max Weber, “la finalidad de la Teoría comprensiva es comprender la realidad social en que
vivimos. Esto lo podemos hacer de manera objetiva, tal y como lo planteaban Karl Marx y Émile
Durkheim, pero la objetividad es sólo una herramienta metodológica que agrupa las características
generales de los fenómenos que pretendemos analizar y no es suficiente”.

Así, llegamos a la primera conclusión: los conceptos no son más que herramientas metodológicas
que nos permiten acercarnos al estudio de los hechos sociales. Pero la sociedad está conformada
por individuos, que influyen para que sus acciones tengan un significado y carácter particular.

Si partimos de esta idea, debemos reconocer que el comportamiento de las personas muestra una
tendencia a la subjetividad, ya que es el reflejo de sus ideas, valores, creencias y emociones en un
plano individual.

A su vez, la acción individual se convierte en social en la medida en que la actuación de las


personas influye y a su vez es afectada por la acción de otros individuos, sólo por eso se vuelve

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social. En este sentido, Weber reconoce que “el contexto social interviene en los sujetos, ya que
todo lo que hacemos es resultado no tienen ningún contenido específico, ya que el término
sociedad no es otra cosa más que un elemento de ensamble, un conglomerado que posibilita la
organización de los actos individuales”.

En conclusión, la teoría comprensiva es una teoría que solamente urga en el sentido de las
acciones de los sujetos, algo muy enriquecedor para las ciencias sociales, sin embargo, ha venido
degenerándose en otras propuestas que lo que menos han hecho es encumbrar el conocimiento.

7.2. Tradición Positiva


El positivismo es un pensamiento científico que afirma que el conocimiento auténtico es el
conocimiento científico y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación de las
hipótesis a través del método científico. El positivismo se deriva de la epistemología que surge en
Francia a inicios del siglo XIX de la mano del pensador francés Saint-Simon, de Auguste Comte, y
del británico John Stuart Mill y se extiende y desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad
del siglo XIX. Se tiene en cuenta que también tiene cierto parentesco con el Empirismo. Uno de sus
principales precursores en los siglos XVI y XVII fue el filósofo, político, abogado, escritor y canciller
de Inglaterra Francis Bacon.

Esta epistemología surge como manera de legitimar el estudio científico naturalista del ser
humano, tanto individual como colectivamente. Según distintas versiones, la necesidad de
estudiar científicamente al ser humano nace debido a la experiencia sin parangón que fue la
Revolución francesa, que obligó por primera vez a ver a la sociedad y al individuo como objetos de
estudio científico.

7.3. Características
Estas corrientes tienen como características diferenciadoras la defensa de un monismo
metodológico (teoría que afirma que hay un solo método aplicable en todas las ciencias). La
explicación científica ha de tener la misma forma en cualquier ciencia si se aspira a ser ciencia,
específicamente el método de estudio de las ciencias físico-naturales. A su vez, el objetivo del
conocimiento para el positivismo es explicar causalmente los fenómenos por medio de leyes
generales y universales, lo que le lleva a considerar a la razón como medio para otros fines (razón
instrumental). La forma que tiene de conocer es inductiva, despreciando la creación de teorías a
partir de principios que no han sido percibidos objetivamente. En metodología histórica, el
positivismo prima fundamentalmente las pruebas documentadas, minusvalorando las
interpretaciones generales, por lo que los trabajos de esta naturaleza suelen tener excesiva
acumulación documental y escasa síntesis interpretativa.

7.4. Reacción Anti positivismo


Como reacción a la epistemología positivista, surge, principalmente en Alemania, la epistemología
hermenéutica. Entre las críticas que se le hacen al positivismo está la incapacidad que posee el
método de las ciencias físico-naturales para conocer sus objetos de estudio (la sociedad, el
hombre, la cultura), los cuales poseerían propiedades como la intencionalidad, la auto-reflexividad
y la creación de significado, que serían dejados de lado por la epistemología positivista. A su vez,
dentro de la hermenéutica, cabría una crítica a la búsqueda de leyes generales y universales, pues

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deja de lado necesariamente los elementos que no pueden ser generalizados. Así, algunos
hermeneutas defienden un conocimiento ideográfico (de conocimientos más precisos, pero menos
generalizables), que uno nomotético desde la hermenéutica, se planteó la necesidad de conocer
las causas internas de los fenómenos, cuestión que se alejaba de la explicación externa de estos.
Así en vez de buscar la explicación, los hermeneutas buscan la comprensión de los fenómenos.

Durante el siglo XX, a partir de los estudios de Bertrand Russell y otros, el filósofo Ludwig
Wittgenstein elabora el texto Tractatus Logico-Philosophicus, que sirve de inspiración para el
surgimiento del Círculo de Viena, grupo de intelectuales que tuvo como objetivo el alejar
definitivamente a la ciencia de la metafísica, a partir del desarrollo de la lógica de Russell. Esta
propuesta plantea un método basado en la experimentación, observación y recolección objetiva
de datos a fin de buscar explicaciones a las causas que originan los fenómenos.

7.5. Corrientes Positivas


Entre las corrientes positivistas se puede mencionar al positivismo ideológico, al empiriocriticismo,
al positivismo metodológico o conceptual al positivismo analítico, al positivismo sociológico, al
positivismo realista y al neopositivismo (empirismo lógico o neopositivismo lógico). Los enfoques
sociologistas en filosofía de la ciencia y epistemología han sido tradicionalmente los principales
críticos del positivismo, aunque ambas posturas no son necesariamente contradictorias.

En el campo del Derecho el denominado positivismo jurídico o iuspositivismo, no guarda relación


en su origen con el positivismo filosófico, sino con el concepto de Derecho positivo (la
consideración del Derecho como creación del ser humano).

En el campo de la psicología se puede mencionar al Conductismo o Psicología conductista, como


pioneros en la aplicación de la metodología científica al estudio de la conducta humana.
Actualmente en la Psicología conviven múltiples escuelas, muchas de las cuales se basan en el
positivismo para el estudio del ser humano. Entre dichas escuelas o enfoques destaca el Cognitivo-
Conductual. Cabe mencionar el avance arrollador de la neurociencia, que toca problemas
mentales que antes parecían inescrutables.

7.6. Tradición Positiva


Emile Durkheim, esta influido por el positivismo francés, especialmente por Comte. Este había
soñado alcanzar el saber humano sobre la base del método científico. Pretendía usar el método
científico, que tan buen resultado había dado con las ciencias de la naturaleza, en las ciencias
humanas. Se considera a Comte el padre de la sociología ya que desechaba todo pensamiento no
científico, buscando un análisis objetivo.

Así, inspirándose en Comte, E. Durkheim se propuso, en las reglas de la método sociologique,


establecer un código rigurosamente científico para la sociología. Así se explica la 1ª regla por él
anunciada: “Los fenómenos son cosas y como cosas deben ser tratadas…Es cosa, en efecto, todo lo
que es dado, todo lo que se ofrece, o mejor aún, se se impone a la observación. Tratar los
fenómenos como cosas, equivale a tratarlos como <<data>> que constituyen el punto de partida
de la ciencia”.

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El hecho de considerar a los fenómenos como cosas obligadas a E. Durkheim a captare en ellos los
rasgos que se ofrecían a la mirada de un observador exterior.

E. Durkheim también trato siempre de diferenciar la psicología de la sociología. No hay que


confundirlos y mucho menos de reducir la sociología a la psicología.

La aproximación Durkheimiana y Weberiana se comprometan. La definición de acción social esta


orientada por esta dobla perspectiva. La realidad social no exclusivamente interna a los sujetos ni
exclusivamente externa a ellos. Es vivida en perspectiva, en situación, por las personas afectadas a
los que simultáneamente se imponen desde el exterior unas coacciones y unas limitaciones.

8. Contribuciones Teóricas y Empíricas


8.1. Normas de orientación de la Acción
Partiendo de la definición de la acción social propuesta por Durkheim, el carácter social de la
acción humana arranca del hecho de obedecer dicha acción a unas maneras colectivas de obrar,
de pensar y de sentir externas a las personas, maneras que ejercen un poder coercitivo sobre su
conducta. El problema que vamos a tratar es el siguiente: ¿cómo pueden las maneras colectivas de
obrar, de pensar y de sentir ejercer una coacción sobre la conducta?

Cuando al encontrarse dos personas, se estrechan la mano, obedecen ambas a una manera de
obrar corriente a la civilización occidental, a una concreta regla de etiqueta o de educación. En
otras civilizaciones, cada una de ellas juntará sus manos e inclinará respetuosamente la cabeza,
como en la India o en Pakistán, o bien se frotarán mutuamente la nariz, como en Melanesia.

Sin ser conscientes de ello, nuestra conducta se inspira casi constantemente en unas normas que
cumplen el oficio de modelos. Nuestro corte de pelo, nuestro modo de vestir, el lenguaje que
empleamos, nuestros gustos culinarios o estéticos y hasta frecuentemente nuestros pensamientos
más íntimos: todo esto nos ha sido propuesto y enseñado por los medios o ambientes en los que
evolucionamos actualmente. A este respecto, casi nada es fruto de nuestra personal invención,
aun cuando hayamos asimilado como propias todas esas costumbres. Se trata de maneras de
obrar, que incorporamos a nuestra conducta para prestar a nuestra acción las orientaciones más
apropiadas en la civilización, en los medios, en los grupos en cuyo seno estamos llamados a vivir.

8.2. La orientación normativa de la Acción Social


Las maneras de obrar, de pensar y de sentir resultan coercitivas porque se nos presentan bajo la
forma de reglas, de normas, de modelos en los que debemos inspirarnos para encauzar y orientar
nuestra acción, si queremos que sea aceptable dentro de la sociedad en que vivimos. La coacción
social a que se refería Durkheim corresponde pues a lo que la sociología contemporánea da en
llamar la orientación normativa de la acción social, la acción orientada de acuerdo con unas
normas o reglas colectivas. A efectos prácticos, cabe considerar como sinónimas ambas
expresiones: coacción social y orientación normativa de la acción.

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Si volvemos ahora a los ejemplos de interacción social transcritos en el capítulo anterior, no
resultará difícil descubrir en ellos la coacción ejercida por las normas de conducta, es decir, la
orientación de la acción de los sujetos implicados. Si la comunicación es posible, ello se debe a que
las palabras, los gestos y la mímica empleados tienen idéntico sentido para ambos individuos. La
relación interpersonal, que consideramos como una unidad social elemental, y la interacción
resultante sólo son posibles, por consiguiente, cuando unas normas de acción son conocidas y
aceptadas por todas las personas afectadas y cuando cada una orienta su acción con respecto a los
demás a la luz de esas reglas. Las relaciones interpersonales suponen un consenso, una forma de
unanimidad relativa por lo menos a un mínimo de normas comunes, a las que cada cual acepta
conformar la orientación de su conducta. En caso contrario, las relaciones humanas serían pura
incoherencia, anarquía y caos.

8.3. La estructura normativa de la acción social


Cuando describíamos la interacción entre dos personas, insistíamos en el hecho de que esa
interacción no obedece al azar. Al igual que la percepción del otro, responde también a una
estructura, adopta una forma, una configuración. El principio de la estructura de la acción debe
buscarse en las normas colectivas en que se inspiran los actores. La acción humana, hasta la más
personal y más privada, incluso los pensamientos y los sentimientos más secretos, obedecen a
unas reglas externas, comunes, colectivas. Si reflexionamos, es porque utilizamos un lenguaje,
unos conceptos y unas ideas proporcionados por la sociedad y por los grupos en cuyo seno hemos
crecido y seguimos viviendo. Nuestra conversación interior es siempre un intercambio con un yo, y
ese yo se ha constituido a partir de muchos otros. Satisfacemos nuestras necesidades fisiológicas
elementales, nuestros impulsos, nuestros sentimientos, nuestros deseos, obedeciendo a unas
normas prefabricadas que generalmente no reconocemos como tales a causa de un prolongado
hábito y de la educación recibida.

9. Rol Social
se refiere al conjunto de funciones, normas comportamientos y derechos definidos social y
culturalmente que se esperan que una persona (actor social) Cumpla o ejerza de acuerdo a su
estatus social adquirido o atribuido (Newcomb, 1964). En todo grupo hay miembros de diverso
status, unos de rango superior y otros de rango inferior y a cada status corresponde un rol, es
decir, un determinado comportamiento en presencia de otros. El rol vendría a ser como el aspecto
dinámico de un status. Por tanto:

- Una posición es algo estático, es un lugar en una estructura. Un rol es algo dinámico, se
refiere a la conducta de los ocupantes de una posición.

- Rol y posición son inseparables, uno no tiene sentido sin la otra y viceversa. Para cada
posición hay un rol y para cada rol hay una posición.

Limitaciones impuestas por los roles

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 El individuo está limitado respecto a los roles que puede elegir porque ocupa ciertas posiciones
sobre las cuales no tiene control.

 La posibilidad de elección entre posiciones adquiridas sobre las que sí tiene algún control
también están limitadas en razón de características personales Y oportunidades ambientales.

 Una vez se ha asumido el rol, las relaciones con los demás están en buena parte definidas de
antemano.

 Son posibles ciertas variaciones personales dentro de los roles, pero la mayor parte arte de las
demás personas actuarán hacia él como un ocupante estándar de esa posición particular y
esperarán de él que actúe en consecuencia.

Pensar la familia desde la Sociología es ya una mirada distinta que nuclea a los representantes de
esta Ciencia y ella se sustenta sobre el modelo de la diferencia.

Los roles, por tanto, son creaciones sociales, la forma como se relacionan los individuos y las
instituciones, que también son otra creación social. Las principales instituciones son la familia, la
educación, la religión, la política (el estado) y la economía. Estas instituciones sociales poseen unas
normas implícitas (unas pautas de comportamiento) que los individuos aceptan y asimilan, ya que
si no siguen estas pautas, pueden ser rechazados o, incluso, expulsados del grupo.

Es, por tanto, necesario explicar la relación existente entre las normas y los roles: las normas
regulan el comportamiento de los individuos y hacen referencia tanto a prescripciones como a
proscripciones. Estas normas de comportamiento emanan de las instituciones y son los individuos
quienes legitiman su valor moral y quienes las respetan y cumplen para evitar el rechazo del grupo
y/o la exclusión. Tres tipos de comportamiento derivan de las normas:

Comportamiento exigido

Comportamiento permitido

Comportamiento prohibido

9.1. La Familia
Las primeras ideas sobre la entidad social que representa la familia, aparecen ya en su padre
fundador: Augusto Comte, aunque su representación sobre la familia se identifica aún con la línea
del pensamiento social tradicional que lo antecedió de corte moralista, y tal enfoque relativiza la
posición científica que tanto reclamó para la Sociología. En su obra, sin embargo, se perfilan
algunos supuestos que más tarde desarrollarían los positivistas.

El primero se refiere a que la familia es concebida como una unidad social básica de toda la
estructura social, de ella nacen las otras formaciones sociales. A pesar de ser Comte un teórico del
evolucionismo, sus juicios sobre la familia sólo aparecen asociados a su estática social en la cual la
familia se muestra como una institución social de control que tiene la función de la satisfacción del
sexo.

15
La preponderancia del enfoque institucional en los estudios sociológicos de la familia en el siglo
XIX no sólo se debe al desarrollo propio de la especialidad, está también determinada por la
creencia en algunos sociólogos de que la Sociología era la ciencia que estudiaba a las instituciones
sociales.

El enfoque weberiano parte de un análisis de carácter socio histórico, con marcadas líneas de
interpretación antropológica y sociológica. Por ello mismo, Weber se basa en ejemplos
comparativos, que aspiran buscar una cierta universalidad de sus ideas conforme a la constitución
de la familia dentro de su plataforma teórica expuesta. Podemos sintetizar como puntos de
análisis sus siguientes conclusiones:

- Weber parte de estudiar la “teoría socialista”, como el mismo la llama. Señala que no
hemos pasado por etapas de transición sino que diferentes practicas derivadas del linaje y
la apropiación se harán presentes y coexistirán simultáneamente en uno o varios espacios.

- Acusa que el carácter del desarrollo de la familia no se puede explicar por el sentido
estricto de la economía, esta es una subestructura que se complementa con elementos de
carácter “extraeconómico”, intervienen por ello, motivos militares, religiosos y mágicos.

- La comunidad primitiva tiene un carácter, a decir del autor, “orgiástico” que se apoya en
sentimientos ritualistas propios de periodos animistas y totémicos.

- Weber asienta que la relación causal entre el acto sexual y el nacimiento determina la
consistencia ritual y jurídica de los grupos matriarcales.

- El análisis de la “prostitución” a través del tiempo puede señalar la insuficiencia de la


teoría socialista, dada que esta no es un producto exclusivo de la monogamia y la entrega
sexual remunerada, sino que nos puede aproximar a los elementos de prestación de roles
entre mujeres y hombres

- La comunidad doméstica se caracteriza por la división sexual del trabajo, en ella, la


apropiación de instrumentos y la defensa del territorio determinaran la supremacía de los
patrones matriarcales y patriarcales.

16
- El linaje es un factor predeterminante para el mecanismo hereditario, empero esta línea
oscila su autoridad entre lo tradicional (colocación en el status) y lo carismático
(magnetismo personal), ello define el sentido de la comunidad dinástica.

- El matrimonio se presenta como un desarrollo que encuentra sus bases en la apropiación


y exclusividad de los recursos, por ello se desarrolla en un principio como una forma activa
de producción y luego como mecanismo endogámico de defensa. El matrimonio varia a lo
exogámico por sentimientos de expansión de tierras, ahí el hombre desarrolla a través de
la ostentación de la “lanza” su supremacía y las bases del derecho patriarcal.

- El derecho patriarcal desarrolla un carácter de linaje estamental, que producirá la


monogamia, y que ira a variar y coexistir con procesos de “feudación señorial e
infeudación estatal”, ello determinara el sentido de la comunidad familiar
contemporánea.

10. Las Sanciones

El término sanción no debe entenderse solamente en el sentido de castigo. Una sanción puede ser
positiva o negativa. Puede ser la recompensa o la pena, la aprobación o la desaprobación que un
acto entraña para la persona que lo lleva a cabo. En cada grupo, la conformidad a los modelos
puede merecer diversas recompensas y la insumisión puede dar lugar a la imposición de ciertas
penas.

El objetivo de las sanciones es hacer que los miembros de una sociedad adquieran el
comportamiento de los modelos sociales. A partir de las sanciones negativas o penas inherentes a
la no-conformidad distinguiremos cuatro.

Clasificación de Sanciones

1. Las Sanciones Físicas

Son aquellas que suponen el ejercicio de algún tipo de violencia, el empleo de la fuerza física para
corregir al infractor, reducirle al orden o impedir que siga perjudicando a los demás. La máxima
sanción física es la pena de muerte, también son sanciones mínimas el puntapié dado por debajo
de la mesa a quien ha dicho alguna inconveniencia, o la retención del alumno una vez finalizada la
clase.

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2. Las Sanciones Económicas

Pueden ser de carácter público y oficial, como las multas o el pago de daños y perjuicios decretado
por un tribunal de justicia. Pero la mayoría son indirectas, supresión de la beca en el caso del
estudiante que fracasa en los exámenes, reducción de salario a un trabajador que ha dañado la
maquinaria de trabajo. No debe creerse que este tipo de sanciones sea exclusivo de una particular
estructura económica. Existen tanto en los países socialistas como en los capitalistas; en las
sociedades arcaicas que sólo conocen el cambio en especies y en las sociedades industriales.

3. Las Sanciones Sobrenaturales: Pueden ser religiosas o mágicas

Las sanciones religiosas afectan a las relaciones del hombre con la divinidad o con los espíritus, o
conciernen a su destino después de la muerte. En todas las religiones, uno de los aspectos
dominantes del sacrificio radica en su carácter de ofrenda reparadora o expiadora destinada a
borrar las faltas y a apaciguar el furor de los dioses.

Las sanciones mágicas no recurren únicamente a unos espíritus, sino que consisten en la
manipulación ritual de fuerzas sobrenaturales, reales y naturales.

4. Las Sanciones Propiamente Sociales

Son muy numerosas y pueden revestir varias formas. La expulsión del seno del grupo, la exclusión
y el rechazo son las sanciones sociales más fuertes, pero hay otras maneras menos radicales de
expresar la censura o la reprobación mediante un gesto o una burla.

11. El Control Social


En el nacimiento de la sociología como disciplina científica la idea del control social se tornó
central para analizar y explicar la organización social.

Posteriormente desde la criminología, las teorías de control social consideran en resumen, que las
personas tienen una tendencia a delinquir, que se consumará salvo que exista algún motivo que se
lo impida, motivos que tienen la naturaleza de controles sociales informales. Las teorías del
control social se encuadran dentro de una perspectiva más amplia denominada interaccionismo
simbólico, que se basa en la comprensión de la sociedad a través de la comunicación y analiza el
sentido de la acción social desde la perspectiva de los participantes (en este caso de la acción
delincuencial).

11.1. Tipos de Control Social


 El control social de Acción

Hace referencia a la prevención de ciertas conductas a través de la internalización y conformidad


del individuo frente a las normas sociales. Es importante tener en cuenta que dicha conformidad
pasa por que el individuo asuma como propios ciertos parámetros de conducta. Autores como

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Juan Bustos destacan la importancia de los mecanismos de socialización en la adquisición de
dichas normas de conducta. Por tanto sería importante considerar fallos en la socialización o una
socialización defectuosa como posible factor explicativo (entre otros) en el comportamiento
antisocial o delictivo.

 El control social de Reacción

También denominado control social de respuesta, se refiere a la respuesta que da la sociedad a la


realización de conductas desviadas o negativas preestablecidas dentro del orden social o jurídico.
Este control social busca combatir conductas consumadas que no debieron realizarse por el
individuo en cuestión.

 El control Difuso

Tiene como campo de acción elementos socializadores como la familia, los grupos religiosos, los
medios de comunicación etc. como grupos encargados de reprimir aquellas conductas que afecten
los propios valores del grupo, tratándose en este caso de un tipo de control social más indirecto.

 El control Social Formal

También denominado control social primario, es el que tiene como función principal el
cumplimiento de las estrategias de prevención y represión, es el que está establecido legalmente.
Identificado como el establecimiento de procedimientos públicos que se delega en determinadas
instituciones que están en función de conseguirlo. Dentro del control social formal encontramos la
norma penal y el sistema jurídicopenal, que ocupan un lugar secundario y confirmador y que
entran en acción cuando fallan los vínculos del sistema informal de control social. Este sistema
jurídicopenal constituye una agravación de las sanciones ante las conductas desviadas.

Dentro de este tipo de control, Irving Goffman distinguía cinco tipos de establecimientos de
control social:

1. las instituciones erigidas para cuidar a las personas que parecen inofensivas e incapaces
(hogares para ancianos, ciegos, huérfanos e indigentes).

2. Los establecimientos erigidos para atender a aquellas personas que además de incapaces
para cuidarse a sí mismas representan un peligro involuntario para la comunidad
(hospitales infecciosos, psiquiátricos, leproserías).

3. Lugares que alojan a quienes intencionalmente representan una amenaza para la sociedad
(cárceles).

4. Instituciones claramente orientadas a hacer más eficiente una tarea laboral (escuelas)

5. Los “refugios” (conventos, monasterios, centros de rehabilitación).

El control social informal o control secundario

Tratará de condicionar al individuo, de disciplinarlo a través de todo un proceso que comienza en


los núcleos primarios (familia) pasando por la escuela, la profesión y la instancia laboral, y que

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culmina con la obtención de una actitud conformista de éste ante la interiorización de las pautas
de conducta trasmitidas y aprendidas durante dicho proceso de socialización que lo llevan a la
obediencia. Los agentes del Control Social Informal son los que intervienen en la socialización de
los individuos, la que comienza en edades tempranas y se va reforzando y perfeccionando en la
medida que éstos van madurando e integrándose a la sociedad. Constituyen verdaderos
instrumentos de los cuales se vale la sociedad y la clase que está en el poder para ejercer su
dominación sobre el resto de la sociedad, imponiendo sus normas de conducta, valores morales y
éticos y su ideología, de acuerdo a las funciones que realicen cada uno de ellos.

Puede decirse por tanto que, cuando las estrategias o instancias de control informal han fallado,
es cuando entran en acción las instancias formales, reproduciendo las mismas exigencias de
control.

12. La Racionalización
Max Weber: "Racionalización":

El concepto de "racionalización" hace referencia al modo en que las sociedades occidentales - y,


en mayor o menor medida, todas las sociedades del planeta - han sido algunas veces un proceso
de ordenamiento y localización, con el objetivo de hacer predecible y controlable la vida del
hombre.  Este proceso se ha manifestado en el menos tres aspectos de la vida humana: un nivel de
las imágenes del mundo en las que se ha llegado a producir lo que Max Weber llamó una
"desmitificación de la vida", es decir, una creciente "secularización "De las creencias y los
valores;  un nivel de la acción colectiva, en donde la política, la economía, el derecho y las demás
instituciones de la vida pública se han convertido en organizaciones tecnocráticas;  ya nivel de la
acción individual, en donde el estilo de vida personal se orienta de acuerdo a los patrones
funcionales de producción y consumo.

13. Noción de Socialización


La socialización es un proceso del individuo y un proceso de la sociedad. Por tanto son dos
procesos complementarios en su meta final, pero distintos en su origen, intereses, y mecanismos
de actuación. Uno es el interés de la sociedad y otro el del individuo. Prevalece la integración
social como aquella forma de pertenecer a una sociedad en la cual se comparten las normas,
valores, bienes y servicios de la misma. 

Normas: "Patrones de conducta compartidos por los miembros de un grupo social, a los que
se prevé que ellos han de ajustarse, y que son puestos en vigilancia mediante sanciones positivas y
negativas".  Las normas pueden ser explícitas (escritas) o implícitas (no escritas).

El fenómeno de la socialización es estudiado tanto desde la Sociología


como desde la Psicología, aunque de hecho no estudian los mismos contenidos. Han sido multitud
de teóricos los que han concentrado sus esfuerzos en explicar las vías y procesos socializadores

20
pero la teoría piagetiana es la teoría sobre el desarrollo cognitivo más elaborada, sistemática y
compleja, es también la que más influencia ha ejercido dentro de la psicología.

Para  Piaget (1935),  el desarrollo cognitivo sigue una sucesión de etapas  que transcurren: de lo
simple a lo complejo, del egocentrismo del bebé a la perspectiva grupal del adulto, de un estado
preoperacional, en el cual el sujeto es incapaz de operar mentalmente sin el referente real, a un
estadio formal en el cual será capaz de realizar operaciones lógicas  sin necesidad de tener un
referente real. 

Los esquemas de acción del sujeto dependerán cada vez menos de los estímulos externos y se
producirá una progresiva internalización y el paso a una perspectiva cada vez más universal y
desligada de la experiencia concreta, que permitirá al sujeto incorporar a su personalidad las
formas de pensamiento más prevalentes en su medio social.

Es la manera con que los miembros de una colectividad aprenden los modelos culturales de su


sociedad, los asimilan y los convierten en sus propias reglas personales de vida.

Según WEBER
1. La sociedad no puede existir sin la acción de los individuos.

2. El punto de partida de los hechos sociales son las acciones de los individuos, como toda
acción orientada en un sentido, el cual está referido a las acciones de los otros.

3. Que las relaciones sociales son acciones sociales recíprocas.

4. La sociedad son los sujetos actuantes en interacción.

En este caso, MAX WEBER nos hace ver que si no hay individuos, entonces no hay sociedad.

14. Persona y la Sociedad


Para la persona humana la vida social no es algo accesorio, sino que deriva de la sociabilidad: la
persona crece y realiza su vocación sólo en unión con los demás.

La sociabilidad humana Dios no ha creado al hombre como un «ser solitario», sino que lo ha
querido como un «ser social». Para la persona humana la vida social no es algo accesorio, sino que
deriva de una importante dimensión inherente a su naturaleza: la sociabilidad. El ser humano
puede crecer y realizar su vocación sólo en unión con los otros.

1.Esta natural sociabilidad se hace más patente a la luz de la fe, ya que existe una cierta semejanza
entre la vida íntima de la Santísima Trinidad y la comunión (común unión, participación) que se
debe instaurar entre los hombres; y todos han sido igualmente redimidos por Cristo y están
llamados al único y mismo fin. La Revelación muestra que la relacionalidad humana debe estar
abierta a toda la humanidad, sin excluir a nadie; y debe caracterizarse por una plena gratuidad, ya

21
que en el prójimo, más que un igual, se ve la imagen viva de Dios, por quien es necesario estar
dispuesto a darse hasta el extremo.

El hombre, por tanto, «está llamado a existir “para” los demás, a convertirse en un don»aunque
no se limite a esto; está llamado a existir no sólo “con” los demás o “junto” a los demás, sino
“para” los demás, lo que implica servir, amar.

La dimensión natural y el reforzamiento sobrenatural de la sociabilidad no significan, sin embargo,


que las relaciones sociales se puedan dejar a la pura espontaneidad: muchas cualidades naturales
del ser humano (p. ej., el lenguaje) requieren formación y práctica para su correcta ejecución. Así
sucede con la sociabilidad: es necesario un esfuerzo personal y colectivo para desarrollarla.
La sociabilidad no se limita a los aspectos políticos y mercantiles, son más importantes aún las
relaciones basadas en los aspectos profundamente humanos: también por lo que atañe al ámbito
social se debe poner en primer plano el elemento espiritual. De ahí deriva que la real posibilidad
de edificar una sociedad digna de las personas se encuentra en el crecimiento interior del hombre.
La historia de la humanidad no se mueve por un determinismo impersonal, sino por la interacción
de distintas generaciones de personas, cuyos actos libres construyen el orden social[8]. Todo ello
evidencia la necesidad de conferir un relieve particular a los valores espirituales y a las relaciones
desinteresadas, que nacen de la disposición a la autodonación, etc. Y eso tanto como regla de
conducta personal cuanto como esquema organizativo de la sociedad.

2. La sociabilidad humana se ejerce mediante el establecimiento de diversas asociaciones dirigidas


a alcanzar distintas finalidades: «Una sociedad es un conjunto de personas ligadas de manera
orgánica por un principio de unidad que supera a cada una de ellas».

Los objetivos humanos son múltiples, lo mismo que los tipos de nexos: amor, etnia, idioma,
territorio, cultura, etc. Por eso existe un amplio mosaico de instituciones o asociaciones, que
pueden estar constituidas por pocas personas como la familia, o por un número siempre mayor, a
medida que se pasa de las diversas asociaciones, a las ciudades, los Estados y la Comunidad
internacional.

Algunas sociedades, como la familia y la sociedad civil, corresponden más inmediatamente a la


naturaleza del hombre y le son necesarias; aunque también poseen elementos culturales que
desarrollan la naturaleza humana.

El estrecho nexo que existe entre la persona y la vida social explica el enorme influjo de la
sociedad en el desarrollo personal, y el deterioro humano que conlleva una sociedad
defectuosamente organizada: el comportamiento de las personas depende, en algún modo, de la
organización social, que es un producto cultural sobre la persona Sin reducir el ser humano a un
elemento anónimo de la sociedad, conviene recordar que el desarrollo pleno de la persona y el
progreso social se influencian mutuamente: entre la dimensión personal y la dimensión social del
hombre no existe oposición sino complementariedad, más aún son dos dimensiones en íntima
conexión que se refuerzan recíprocamente.

En este sentido, a causa de los pecados de los hombres, se llegan a generar en la sociedad
estructuras injustas o estructuras de pecado. Estas estructuras se oponen al recto orden de la

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sociedad, hacen más difícil la práctica de la virtud y más fáciles los pecados personales contra la
justicia, la caridad, la castidad, etc. Pueden ser costumbres inmorales generalizadas (como la
corrupción política y económica), o leyes injustas (como las que permiten el aborto), etc.. Las
estructuras de pecado deben ser eliminadas y sustituidas por estructuras justas.

3. La autoridad «Toda comunidad humana necesita de una autoridad que la gobierne. Ésta tiene
su fundamento en la naturaleza humana. Es necesaria para la unidad de la sociedad. Su misión
consiste en asegurar en cuanto sea posible el bien común de la sociedad».

Como la sociabilidad es una cualidad propia de la naturaleza humana, se debe concluir que toda
autoridad legítima emana de Dios, como Autor de la naturaleza. Pero «la determinación del
régimen y la designación de los gobernantes han de dejarse a la libre voluntad de los ciudadanos».

La legitimidad moral de la autoridad no procede de sí misma: es ministra de Dios en orden al bien


común. Quienes están constituidos en autoridad deben ejercerla como servicio, practicar la
justicia distributiva, evitar el favoritismo y todo interés personal, no comportarse de manera
despótica.

«Si la autoridad pública puede, a veces, renunciar a reprimir aquello que provocaría, en caso de
estar prohibido, un daño más grave, sin embargo nunca puede legitimar, como derecho de los
individuos aunque éstos fueran la mayoría de los miembros de la sociedad, la ofensa infligida a
otras personas mediante la negación de un derecho suyo tan fundamental como el de la vida».

En cuanto a los sistemas políticos, «la Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en la medida en
que asegura la participación de los ciudadanos en las opciones políticas y garantiza a los
gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sus propios gobernantes». La ordenación
democrática del Estado es parte del bien común. Pero «el valor de la democracia se mantiene o
cae con los valores que encarna y promueve: fundamentales e imprescindibles son ciertamente la
dignidad de cada persona humana, el respeto de sus derechos inviolables». «Una democracia sin
valores se convierte con facilidad en un totalitarismo».

4. El bien común por bien común se entiende «el conjunto de aquellas condiciones de la vida social
que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su
propia perfección». El bien común, por tanto, no es sólo de orden material sino también espiritual
(ambos interconectados), y comporta «tres elementos esenciales»:

—Respetar la persona y su libertad.

—Procurar el bienestar social y el desarrollo humano integral.

— Promover «la paz, es decir, la estabilidad y la seguridad de un orden justo»

Teniendo en cuenta la naturaleza social del hombre, el bien de cada uno está necesariamente
relacionado con el bien común y éste, a su vez, debe estar orientado al progreso de las personas.

El ámbito del bien común no es sólo la ciudad o el país. Existe también «un bien común universal.
Éste requiere una organización de la comunidad de naciones».

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5. Sociedad y dimensión trascendente de la persona, la sociabilidad concierne todas las
características de la persona y, por tanto, su dimensión trascendente. La profunda verdad sobre el
hombre, de donde deriva su dignidad, consiste en ser imagen y semejanza de Dios y estar llamado
a la comunión con Él ; por eso «la dimensión teológica se hace necesaria para interpretar y
resolver los actuales problemas de la convivencia humana».

Esto explica la fatuidad de las propuestas sociales que olvidan la dimensión trascendente. De
hecho, el ateísmo –en sus distintas manifestaciones– es uno de los fenómenos más graves de
nuestro tiempo y sus consecuencias son deletéreas para la vida social. Esto es particularmente
evidente en el momento actual: a medida que se pierden las raíces religiosas de una comunidad,
las relaciones entre sus componentes se hacen más tensas y violentas, porque se debilita e incluso
se pierde la fuerza moral para actuar bien.

Si se quiere que el orden social tenga una base estable es necesario un fundamento absoluto, que
no esté a merced de las opiniones versátiles o de los juegos de poder; y sólo Dios es fundamento
absoluto. Se debe, por tanto, evitar la separación y, aún más, la contraposición entre las
dimensiones religiosa y social de la persona humana ; es necesario armonizar estos dos ámbitos de
la verdad del hombre, que se implican y se promueven mutuamente: la búsqueda incondicional de
Dios y la solicitud por el prójimo y por el mundo, que resulta reforzada por la dimensión
teocéntrica.

Como consecuencia, es indispensable el crecimiento espiritual para favorecer el desarrollo de la


sociedad: la renovación social se nutre en la contemplación. Efectivamente, el encuentro con Dios
en la oración introduce en la historia una fuerza misteriosa que cambia los corazones, les mueve a
la conversión y, por lo mismo, es la energía necesaria para transformar las estructuras sociales.

Empeñarse en el cambio social, sin un empeño serio en el cambio personal, es un espejismo para
la humanidad, que acaba en desilusión y, muchas veces, en un fuerte degrado vital. Un «nuevo
orden social» realista y, por tanto, siempre mejorable requiere, contemporáneamente, acrecentar
las competencias técnicas y científicas necesarias, la formación moral y la vida espiritual; de ahí
derivará la renovación de las instituciones y de las estructuras. Sin olvidar, además, que el
empeño por edificar un orden social justo ennoblece a la persona que lo realiza.

6. Participación de los católicos en la vida pública, participar en la promoción del bien común, cada
uno según el lugar que ocupa y el papel que desempeña, es un deber «inherente a la dignidad de
la persona humana». «Nadie se debe conformar con una ética meramente individualista». Por eso
«los ciudadanos deben cuanto sea posible tomar parte activa en la vida pública».

El derecho y el deber de participar en la vida social deriva del principio de subsidiariedad: «Una
estructura social de orden superior no debe interferir en la vida interna de un grupo social de
orden inferior, privándole de sus competencias, sino que más bien debe sostenerle en caso de
necesidad y ayudarle a coordinar su acción con la de los demás componentes sociales, con miras al
bien común».

Esta participación se realiza, ante todo, por medio del cumplimiento responsable de los propios
deberes familiares y profesionales de las obligaciones de justicia legal (como, p. ej., el pago de

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impuestos). También se realiza mediante la práctica de las virtudes, especialmente de la
solidaridad.

Teniendo en cuenta la interdependencia de las personas y de los grupos humanos, la participación


en la vida pública debe hacerse con un espíritu de solidaridad, entendido como empeño en pro de
los demás. La solidaridad debe ser el fin y el criterio para organizar la sociedad, no como simple
deseo moralizante, sino como explícita y legítima exigencia del ser humano; en buena medida, la
paz del mundo depende de ella. Aunque la solidaridad comprende a todos los hombres, una razón
de urgencia hace que la solidaridad sea más necesaria cuanto más difíciles sean las situaciones de
las personas: se trata del amor preferencial por los necesitados.

En cuanto ciudadanos, los fieles tienen los mismos deberes y derechos de quienes se encuentran
en idéntica situación; en cuanto católicos, tienen un plus de responsabilidad . Por eso, «los fieles
laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la “política”». Esta participación es
particularmente necesaria para lograr «que las exigencias de la doctrina y de la vida cristianas
impregnen las realidades sociales, políticas y económicas”. Puesto que en no pocas ocasiones las
leyes civiles no se ajustan a la enseñanza de la Iglesia, los católicos deben hacer lo posible,
colaborando con otros ciudadanos de buena voluntad, para rectificar esas leyes, siempre dentro
de los cauces legítimos y con caridad. En cualquier caso, deben ajustar su conducta a la doctrina
católica, aunque ello les pueda acarrear inconvenientes, teniendo en cuenta que se debe
obedecer a Dios antes que a los hombres.

En definitiva, los católicos deben ejercer sus derechos civiles y cumplir sus deberes; esto atañe
especialmente a los fieles laicos, que están llamados a santificar el mundo desde dentro, con
iniciativa y responsabilidad, sin esperar que la Jerarquía resuelva los problemas con las
autoridades civiles o les proponga las soluciones que deben adoptar.

15. El  Orden  Social  Natural


15.1. El Determinismo Social
Las precedentes consideraciones, relativas a la orientación normativa de la acción que descansa
sobre las sanciones y sobre el proceso de socialización, nos llevan a una importante conclusión, a
saber, que la acción humana en sociedad responde a un determinado orden porque obedece a
una determinada regulación. "Él objetivo de toda ciencia estriba en indagar, bajo el aparente caos
de las cosas o de los acontecimientos, el orden imperante ahí, las constantes y las repeticiones
susceptibles de ser transcritas en leyes y en teorías, las necesarias sucesiones que traslucen o
afirman el determinismo. Ahora bien, aunque se trate de algo que puede disgustar o chocar a
primera vista, importa admitir que la acción humana en sociedad obedece a un determinismo,
puesto que revela, al observador de unas constantes, una uniformación de las conductas
individuales suficiente para permitir la previsión o la predicción.

Al producto de ese determinismo llamamos nosotros orden. Y debemos añadir que, a los ojos del
sociólogo, ese orden no resulta" ni de una voluntad superior, misteriosa, supra humana, ni de un
contrato o pacto explícito establecido entre los miembros de una sociedad: se trata de un orden
que es inherente  a la vida social, porque constituye una exigencia fundamental de la misma. En
este sentido cabe decir que se trata de un orden natural*.

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En efecto, gracias precisamente a la existencia de semejante orden, es posible la vida en sociedad.
En todas nuestras acciones, damos por supuesta la existencia de ese orden y nos conducimos de
«cuerdo con él y en función del mismo. Si el profesor decide dar su clase a tal hora y en tal aula, es
porque espera encontrar en ese momento y en ese lugar al grupo de alumnos inscritos en su
curso.

16. Determinismo y Libertad


16.1. El Postulado del Orden Social Natural
1)      Es limitado el número de problemas fundamentales de la existencia humana para los que los
hombres de todos los tiempos han tenido que encontrar alguna solución.

2)      Es limitado el número de soluciones posibles a cada uno de estos problemas.

3)      Cuando los miembros de una sociedad prefieren una solución a otra, dicha solución
corresponde a un valor dominante en esa sociedad.

4)      Las restantes soluciones no preferidas subsisten sin embargo en el seno de esa sociedad, a
título de valores, variantes o sustituyentes.

16.2. Diversos Grados de Obligación Social


16.2.1. Responsabilidad social Individual
Nuestros actos individuales, que llevamos a cabo como madres y padres, hijos e hijas, miembros
de una comunidad de vecinos, integrantes de un equipo de trabajo, usuarios de determinados
servicios o como consumidores… tienen repercusiones sobre las otras personas y nuestro
entorno. 

Por ello, cuando te preguntas, ¿qué puedo hacer yo para mejorar la vida de los demás?, o ¿cómo
puedo contribuir a hacer más sostenible nuestro mundo?, muchas veces la respuesta no se halla
lejos de lo cotidiano.

En nuestro día a día, en todo lo que hacemos podemos encontrar soluciones prácticas y sencillas
para ser más responsables con lo que nos rodea.

16.2.2. Responsabilidad social Empresarial


Las actividades productivas y comerciales de las empresas repercuten sobre el conjunto de la
ciudadanía y el entorno de un modo mucho más amplio y profundo que las acciones individuales.

La responsabilidad social empresarial, también conocida por sus siglas (RSE), es un aspecto
que cada día tienen más en cuenta sus clientes y usuarios, conscientes de que la productividad, la
reducción de costes y la obtención de beneficios no pueden justificar de modo alguno la
explotación, la violación de los derechos fundamentales de las personas o la degradación del
medio ambiente.

16.2.3. Responsabilidad social pública o Gubernamental 

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La responsabilidad social es algo que todos y todas compartimos. Sin embargo, la  responsabilidad
social pública o gubernamental es aquella que tienen las instituciones y las administraciones
encargadas de diseñar y ejecutar políticas públicas.

Las acciones de estos organismos, que se concretan en leyes, decretos, regulaciones… tienen una


gran repercusión, y muy directa, sobre el entorno natural y social de su jurisdicción.

17. La Desviación
La desviación es el recurso a modelos que se sitúan al margen de lo permitido o fuera de lo
permitido. La varianza se define como la elección que los miembros de una sociedad hacen entre
dos o varios modelos permitidos. Lo que dificulta la distinción entre varianza y desviación es el
hecho de que unas conductas desviantes, al tiempo que son rechazadas por la inmensa mayoría de
los miembros de una sociedad, resultan toleradas.

La desviación es asimismo fuente de cambio social. La modernización de los países


subdesarrollados es a menudo fruto de la acción de personas o de grupos desviantes y
marginados, que han optado por unas normas de acción más favorables a la expansión que las
mayoritariamente admitidas por los miembros de esas sociedades. La desviación, salvo en
determinados casos, consiste en el recurso de una persona a modelos que no son aceptados por la
sociedad global, pero que son propuestos por un grupo marginal.

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BIBLIOGRAFIA

Fuente Internet www.fluvium,org

Fuente Internet http://pepsic.bvsalud.org.scielo

Fuente Internet http:/diversidadcurlturalenlavidacotidiana.blogspot.com.org

Libro ´´La Sociología de Max Weber´´

Fuente Internet slideShare.net

Libro ´´Introducción a la Sociología General´´

Fuente Internet www.prezipresentaciones.com .bo

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