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Análisis de las actividades realizadas

LAURA SOFIA ARANGO

MARIA PAULA AGUDELO

NATHALIA MOLINA

Teniendo en cuenta algunos aportes de la Psicología Social, resulta de suma

importancia conocer porque la intervención realizada pertenece a la psicología social-

comunitaria, para ello se tiene en cuenta los aportes de diferentes autores como, Martín

Baró, Peter Berger y Thomas Luckmann.

Según Martín Baró (2006) una de las características primordiales de la

psicología social comunitaria tiene que ver con que lo social incluye el rol activo de la

comunidad —su participación— dejando de lado la concepción de que la comunidad es

solo una comunidad invitada o espectadora aceptada o receptora de beneficios y

pasándola a considerar también como agente activo con voz y voto; además se ocupa de

fenómenos psicosociales producidos en relación con procesos de carácter comunitario,

tomando en cuenta el contexto cultural y social en el cual surge.

“No se trata de que nosotros pensemos por ellos, de que les transmitimos

nuestros esquemas o de que resolvamos sus problemas; se trata de que pensemos y

teoricemos con ellos y desde ellos.” (Martín Baró, 2006, p.9).

En esta frase MartínBaró sintetiza el rol que asume el psicólogo social frente a

su trabajo en la comunidad, pues es el psicólogo quien muestra otras posibles

alternativas que permiten reconocer la diversidad de los actores que intervienen en

acontecimientos sociales, reconocer la relación entre estos fenómenos y el contexto.

La psicología comunitaria asocia su ejercicio practico a la noción de

intervención social, la cual se e enfoca en conglomerados humanos que tienen


problemas sociales, y se diferencia precisamente de la intervención psicológica clínica

en el carácter colectivo de la acción (Montero, 2003).

En ese sentido, las diferentes actividades desarrolladas “Entorno y vida”,

“Mente”, “Nuevos Conocimientos”, “Motivación de los valores”, “Estrellas en la

tierra”, se relacionan directamente con la potenciación o desarrollo comunitario; en

tanto que los factores que inciden en la salud mental residen en gran parte en el entorno

social. De manera que, la potenciación y desarrollo de entornos sociales constituye una

de las vías principales de intervención.

Por otro lado, la intervención comunitaria seria una forma de intervención

psicosocial, caracterizada por el intento de incorporar mayores grados de participación

en su proceso. La participación se convierte en un aspecto crucial de las intervenciones

comunitarias, que se deriva de la visión constructivista del sujeto comunitario, ya que

coloca énfasis en la construcción de conocimiento y en los diferentes procesos de

socialización.

La actividad “Estrellas en la tierra” es una prueba de lo anterior, según Berger

y Luckmann (1968) en el capítulo “la sociedad como realidad subjetiva”, la

socialización es la inducción amplia y coherente de un individuo en el mundo objetivo

de una sociedad. Sin embargo, destacan que hay dos tipos de socializaciones:

socialización primaria y secundaria. La socialización primaria ocurre en la niñez, por

esta el sujeto se convierte en miembro de la sociedad y la socialización secundaria

induce al individuo ya socializado a nuevos sectores del mundo objetivo de su sociedad.

En el cine foro realizado en esta actividad es evidente que el sujeto entra a un

proceso de socialización secundaria, por medio de esta el sujeto asimila que existen

otros contextos y realidades que difieren de lo conocido durante la socialización


primaria. Así mismo a diferencia de la socialización primaria, en la secundaria la

persona tiene un amplio margen de actuación en el cual es libre de decidir como actuar.

Lo anterior le atribuye a la comunidad cierta capacidad de “autogestión” y según

Montero (2003) una de las características de la psicología social comunitaria es esta,

pues la autogestión permite que la comunidad pueda valerse por sí misma, solucionar

sus conflictos y empoderarse a sí misma para hacerle frente a cualquier situación.

En ese sentido, la autogestión se entiende como uno de los conceptos

predominantes de la Psicología Social Comunitaria y se define como la autonomía de

las acciones y decisiones concernientes a la comunidad, en la que intervienen procesos

como la autoeficacia en la organización comunitaria, cuyos resultados —si son los

deseados— repercuten de forma directa en el fomento de la confianza en los miembros

de la comunidad y en el sentimiento de seguridad como ciudadanos (Montero, 2003).

Es también un proceso mediante el cual se desarrolla la capacidad individual o

de un grupo para identificar los intereses o las necesidades básicas. Es una herramienta

eficaz probada, que exalta la utilización de los mejores valores del individuo situándolos

en mejor posición para enfrentar y resolver sus problemas comunes (Martín Baró,

2006).

Por otro lado, es necesario mencionar que, en muchas circunstancias, la

autogestión nace al margen de politices institucionales y de formas particulares de hacer

política y de participar, puesto que en la actualidad las personas no solo se organizan

para protestar contra las injusticias, demandar derechos sociales, económicos o

políticos, sino también para resolver de manera conjunta problemáticas que aquejan a

una comunidad en particular.

En síntesis, la autogestión ocurre desde la necesidad de transformar —de

hacerle frente al costumbrismo. La autogestión es el cambio de una visión fatalista a una


visión esperanzadora. Es el canal a través del cual ser humano canaliza sus esfuerzos

hacia el logro de una vida digna mejorando la calidad de vida de cada uno de los

miembros de la comunidad, de acuerdo a sus propios objetivos, metas, teniendo en

cuenta el apoyo solidario de sus semejantes.

De acuerdo a lo anterior y teniendo en cuenta el contexto en el cual se

desarrollaron las actividades, es necesario mencionar que ningún lugar está exento de

delitos, violencia y victimización, sin embargo, es una realidad que puede traer efectos

significativos sobre la comunidad y el individuo en sí.

Para combatir el anterior panorama, la mayoría de países se esfuerzan por

garantizar la seguridad de sus ciudadanos a través de diferentes programas de

prevención con el fin de reducir ciertos riesgos producto de determinadas situaciones.

Siguiendo esta línea, el desarrollo de dichas actividades se convierten en el escenario

idóneo para el análisis de la psicología social comunitaria, ya que tiene en cuenta los

diferentes conceptos que hacen parte de la misma como son: la autogestión, la

socialización, la intervención, participación, etc.

Referencias

Martín Baró, M. (2006). Hacía una psicología de la liberación. Revista electrónica de

intervención psicosocial y psicología comunitaria, 1(2), 7-14.

Berger, P., y Luckmann, T. (1968). La construcción social de la realidad.

Montero, M (2003). Teoría y Práctica de la Psicología Comunitaria. Paidós.

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