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Manuel Elkin Patarroyo Murillo (Ataco, Tolima, 3 de noviembre de 1946) es un médico inmunólogo

colombiano. La vacuna contra la malaria, SPf66, desarrollada en 1987, no logró reducir la


enfermedad en diferentes lugares de América Latina y África, lo que resultó en la terminación de
su desarrollo posterior.1?

Índice

1 Primeros años y estudios

2 La vacuna sintética contra la malaria no es eficaz

2.1 Experimentación con primates y controversia

3 Distinciones

3.1 Doctorado honoris causa

3.2 Condecoraciones

4 Publicaciones

4.1 Libros

5 Notas y referencias

5.1 Referencias

5.2 Notas

6 Bibliografía

7 Enlaces externos

Primeros años y estudios

Nació en el municipio de Ataco el 3 de noviembre de 1946 en el departamento de Tolima en


Colombia junto a 10 hermanos. Culminó sus estudios de bachillerato en el colegio José Max León
de Bogotá, Colombia. Ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia
donde obtuvo su grado en 1971. Realizó posteriormente una especialización en Inmunología en la
Universidad de Yale. También realizó estudios de postdoctorado en el Instituto Karolinska de
Estocolmo.

La vacuna sintética contra la malaria no es eficaz

Entre 1986 y 1988 fue creada la vacuna SPf66 contra la malaria por Manuel Elkin Patarroyo y
probada en una colonia de monos de la región amazónica, los Aotus trivirgatus y en un grupo de
jóvenes bachilleres voluntarios que prestaban su servicio militar. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) la cataloga como inactiva después de posteriores evaluaciones clínicas. 2?3?4?
Experimentación con primates y controversia

Un soporte fundamental para las investigaciones han sido los micos Aotus que habitan en gran
parte de la cuenca de la Amazonia. La Fundación Instituto de Inmunología de Colombia (Fidic),
creada bajo el liderazgo de Patarroyo y un equipo de científicos e investigadores, tiene su estación
de primates en la población colombiana de Leticia, donde adelanta sus investigaciones.

La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía (Corpoamazonía) le abrió una
investigación nota 1? para comprobar si eran ciertas las denuncias contra FIDIC (Fundación
Instituto de Inmunología de Colombia) por haber permitido, de forma indirecta, el tráfico de
monos. El Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial de Colombia realizó una
investigación motivada por las denuncias de Corpoamazonía, en la que se evidenciaban que
dentro de las instalaciones del FIDIC encontraron micos de la especie Aotus nancymaae, los cuales
solo habían sido registrados desde los territorios fronterizos de Brasil y Perú y no en territorio
colombiano.5?En 2008 el Ministerio cerró las investigaciones por el presunto comercio ilegal de
esta especie animal contra la FIDIC.5?6?

En embargo, en julio de 2012, un juzgado de Cundinamarca ordenó a Patarroyo detener la captura


de más animales, decisión que fue ratificada temporalmente por el Consejo de Estado colombiano
en noviembre de 2013.7?8?Las denuncias y acciones judiciales contra Patarroyo y Fidic empezaron
en 2012 cuando Ángela Maldonado, una administradora de empresas con maestría y doctorado en
conservación de primates, demandó a la (Fidic) y a Patarroyo porque, según ella, estaban usando
en sus investigaciones no solo micos Aotus vociferans, sino también Aotus nancymaae que según
ella eran traídos, de contrabando, desde Perú y Brasil en la otra orilla del Amazonas. En 2014,
académicos europeos, emitieron un comunicado criticando el uso de micos no autorizados por
parte de Fidic y apoyando la decisión del Consejo de Estado de revocar los permisos que les
permitían usar primates en sus experimentos.9? Frente a estas acciones temerarias, mala prensa y
acciones judiciales poco claras, Patarroyo y su equipo entablaron varias acciones para demostrar
en los estrados judiciales y administrativos del estado colombiano que no han sido traficantes de
micos, que no promueven el maltrato animal y que han realizado todos sus experimentos
cumpliendo con la Ley y los parámetros internacionales.

A través de una tutela, en 2015 el propio Consejo de Estado autorizó nuevamente a Patarroyo y a
Fidic a usar los primates Aotus Vociferans y Nancymae para sus investigaciones científicas. Según
la revista Semana, "con ponencia de la magistrada Carmen Teresa Ortiz, quedó claro que de
acuerdo con numerosos estudios, en especial uno muy extenso que publicó en 2013 el Instituto de
Genética de la Universidad Nacional en la Amazonia, los micos Aotus nancymaae viven en
Colombia desde hace muchos siglos, precisamente en las mismas zonas en las que el Fidic tiene
permiso para capturarlos"[1], lo que desvirtuó las denuncias en contra de Fidic y Patarroyo.
Además, el Consejo de Estado determinó que se les habían violado los derechos fundamentales al
debido proceso y a la investigación, porque la experimentación con animales continúa hasta el
presente.10?
Una parte de las investigaciones de Fidic y Patarroyo han sido financiadas con recursos de
cooperación internacional, trabajos propios en la formación de profesionales y con recursos
estatales de Colciencias. Cifras oficiales muestran que Patarroyo y el Fidic han recibido 21.750
millones de pesos11? durante 25 años de investigación y formación docente.

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