Está en la página 1de 6

La permuta es un contrato por el cual cada uno de los contratantes se obliga a dar el derecho de

propiedad (dominio) de una cosa para recibir el derecho de propiedad (dominio) de otra. Es el
contrato que sirve para regular el acto.

Una teocracia (del griego Théos θεοσ /theos/ [Dios] y Cracia κράτοσ /kratos/ [Gobierno], gobierno
de Dios) es una forma de gobierno en la que los líderes gubernamentales coinciden con los líderes
de la religión dominante, y las políticas de gobierno son idénticas o están muy influidas por los
principios de la religión dominante. Normalmente el gobierno afirma gobernar en nombre de Dios o
de una fuerza superior, tal como especifica la religión local. Teocracia ≡ Dios es soberano.

Se denomina período helenístico (también llamado alejandrino) a una etapa histórica de la


Antigüedad, cuyos límites cronológicos vienen marcados por dos importantes acontecimientos
políticos: la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) y el suicidio de la última soberana helenística,
Cleopatra VII de Egipto, y su amante Marco Antonio, tras su derrota en la batalla de Accio
(30 a. C.). Es la herencia de la cultura helénica de la Grecia clásica que recibe el mundo griego a
través de la hegemonía y supremacía de Macedonia, primero con la persona de Alejandro Magno, y
después de su muerte con los diádocos (διάδοχοι) o sucesores, los reyes de las tres grandes dinastías

Feudo (posiblemente del latín feodum, en latín vulgar feudum), que en Alemania se le denominaba
Lehen, en Francia Fief y en los Países Bajos Leen, es el nombre con el que se designa a la tierra que
el señor otorga al vasallo en el contrato de vasallaje, como parte del beneficium (beneficio) que le
debe a éste por el cumplimiento de sus obligaciones: auxilium et consilium (auxilio, o servicio
militar y consejo o apoyo político).

El capitalismo es el sistema económico fundado en la libertad económica como relación económica


básica de producción. En el capitalismo los individuos y las empresas llevan a cabo la producción y
el intercambio de bienes o de servicios en forma libre con el propósito de beneficiarse.

Una carabela es una embarcación a vela, ahora en desuso, ligera, alta y larga –hasta 30 metros–,
estrecha, de aparejo redondo o latino y contaba con tres mástiles, sobre una sola cubierta y elevado
castillo de popa; navegaba a 5,83 nudos (unos 10 km /h).

La palabra nao (del latín navis, 'barco', a través del catalán nau)[1] ha tenido en el castellano de
siglos pasados, sobre todo los siglos XIV, XV, XVI y XVII, [2] la acepción genérica de «nave» o
«barco», especialmente aquellas embarcaciones dotadas de cubierta y velas pero no dotadas de
remos.

La oligarquía, en ciencia política, es una forma de gobierno en la que el poder supremo está en
manos de unas pocas personas.[1] Los escritores políticos de la antigua Grecia emplearon el término
para designar la forma degenerada y negativa de aristocracia (literalmente, gobierno de los
mejores).

Se llamó criollo, en la época de la colonización europea de América, a los españoles nacidos en ese
continente. Criollo (del portugués crioulo, y éste de criar) es un término que fue utilizado durante la
época de la colonia para designar al habitante nacido en América que descendía de padres europeos
o de origen europeo.
Burguesía es un término utilizado principalmente en la economía política, y también
extensivamente en sociología e historia. La palabra de origen francés describía originalmente a los
habitantes urbanos (característicamente mercaderes o artesanos en la edad media tardía).

mestizaje - término que hace referencia al cruce de europeos, africanos e indígenas realizado a partir
de 1492 en la América hispana.

Metrópoli. Ciudad grande considerada como la principal de un estado o país donde se concentran
los poderes de gobierno y las principales actividades económicas, por su crecimiento puede estar
unida con varios municipios de la misma entidad federativa o de otra.

Probidad. La buena fe (del latín, bona fides) es un principio general del Derecho, consistente en el
estado mental de honradez, de convicción en cuanto a la verdad o exactitud de un asunto, hecho u
opinión, o la rectitud de una conducta. Ella exige una conducta recta u honesta en relación con las
partes interesadas en un acto, contrato o proceso. En ocasiones se le denomina principio de
probidad.

cabildos - Reuniones que celebraban los negros esclavos en los días de fiesta para cantar y bailar.
Su nombre es tomado de la definición española de gobierno municipal y que dio origen a la
conformación de reinos independientes en los Cabildos.

1) El Real y Supremo Consejo de Indias:

En 1519, se estableció en el Consejo de Castilla una oficina destinada a resolver los asuntos de las
Indias.  De ellas surgió el Consejo de Indias (Valladolid, 8 de marzo de 1523), cuyo primer
presidente fue el cardenal García Jofré de Loayza, nombrado el 1º de agosto de 1524.

Las primeras disposiciones respecto de la organización de este nuevo organismo son de 1526. Las
Leyes Nuevas de 1542, dictadas en favor de los indios, dedicaron sus nueve primeros títulos a
establecer las ordenanzas definitivas que el Consejo necesitaba.  Por último, el 24 de septiembre de
1571 se dictó una nueva ordenanza que reorganizó esta institución. Aunque hubo modificaciones en
1636 y 1680, se estima que las de 1571 presidieron la época de mayor auge del Consejo.

El Consejo no tuvo en sus primeros tiempos una residencia fija. Generalmente seguía a la corte en
sus desplazamientos. Cuando en 1561 Madrid  pasó a ser la residencia estable del rey, éste se
instaló en El Escorial, mientras el Consejo lo hacía en el Alcázar Viejo.  Más tarde el Consejo pasó
a residir en el Palacio de “los Consejos”.

Las atribuciones del Consejo de Indias, establecidas por el rey, se resumieron en la Ordenanza Nº 2
de 1571.  En ella se señalaba qué funciones tocaban el ámbito de lo ejecutivo, lo legislativo y lo
judicial, realizando sus actuaciones en nombre del rey.

Al Consejo de Indias le correspondió llevar a cabo dos sistemas de control de la realidad


americana.  Uno de ellos fue el Juicio de Residencia o examen judicial al cual eran sometidas todas
las autoridades al término de sus respectivos gobiernos. Consistía en una rendición de cuentas que
se hacía a través de un funcionario delegado, el cual, en el lugar donde había actuado el funcionario
examinado, escuchaba a los posibles agraviados. El Consejo aprobaba o rechazaba el informe
presentado de acuerdo a los antecedentes reunidos.  Si el juicio era negativo, podía implicar el
término de la carrera del funcionario.  Si, por el contrario, resultaba favorable, lo habilitaba para
ascender de grado.

El segundo sistema estuvo constituido por las visitas. Éstas consistían en viajes de inspección, que
podían ser generales, cuando se hacían a un virreinato o a una capitanía general, o específicas,
cuando se realizaban para inspeccionar la gestión de un funcionario o un suceso particular. 
Constituían una medida excepcional y, como tal, se la reservó para hechos de primera y grave
importancia.

Como organismo legislativo para América, el Consejo de Indias era el encargado de   elaborar las
ordenanzas, reales cédulas y otros documentos normativos.  Como poder judicial, tenia la función
de árbitro en los conflictos de competencia surgidos entre las Audiencias, los de las Audiencias con
la Casa de Contratación, o los conflictos que se suscitaban entre estos organismos y los
particulares.  Como tribunal de apelación, era la última instancia para los pleitos entre particulares
por sumas superiores a los seis mil pesos de oro.

En el siglo siguiente, este organismo experimentó una serie de transformaciones, ocasionadas por
las reformas borbónicas. Éstas, al crear en 1717 la Secretaría del Despacho Universal de Indias,
dejaron al Consejo como una instancia meramente consultiva.

Durante los primeros años del siglo XIX, el Consejo de Indias fue afectado por las alteraciones
políticas ocurridas en la Península. Fue eliminado en 1809, reestablecido el año siguiente y
suprimido otra vez por la Constitución de Cádiz en 1812. Al volver, en 1814, Fernando VII de su
destierro, el Consejo reinició su funcionamiento, desapareciendo definitivamente en 1834.

El real y supremo Consejo de las Indias estaba integrado por un presidente, cinco consejeros y un
fiscal. Su función principal era la legislatura, vale decir, formular las leyes para las Indias.  Además
sugería al rey el nombramiento de los funcionarios superiores para representarlo en los territorios
americanos.

2) La Casa de Contratación

Con sede en Sevilla primeramente y luego en Cádiz, tenía a su cargo la organización del tráfico
comercial entre España y América.  También le correspondía preparar al personal para estudiar y
desarrollar la cartografía y continuar las investigaciones de reconocimiento del continente
americano.  Además debía controlar el proceso migratorio hacia el Nuevo Mundo.

La Casa de Contratación era una institución compuesta por un importante número de funcionarios,
fue creada para llevar a cabo la política de  Monopolio comercial de España. Ésta legitimó su
dominio sobre los territorios descubiertos, e intentó impedir que otro reino europeo pudiese obtener
las eventuales riquezas a descubrir.  Como fue la Corona de Castilla la que se adjudicó los
territorios, el puerto de Sevilla, situado al interior de Andalucía y a orillas del Guadalquivir,
adquirió la misión de controlar el monopolio. Se eligió este puerto fundamentalmente por dos
razones: estaba a salvo de los ataques de los corsarios y de los piratas, y era un puerto castellano. 
Más tarde, en 1717, Sevilla fue reemplazada por Cádiz, puerto que tenía mejor acceso, pero que se
encontraba expuesto a los ataques de piratas y corsarios.

La Casa de Contratación se fundó por cédula del 20 de enero de 1503.  Una de sus obras fue la
creación de una escuela náutica y de estudios geográficos.
Entre las atribuciones de la Casa de Contratación se encontraban:

a)   Control de todo el tráfico comercial de flotas y galeones entre España y América.

b)  Registro de todos los que venían a América, evitando el paso de aquellos que no eran cristianos.

c)   Jurisdicción civil y criminal durante la travesía de las naves.

d)  Tribunal de comercio encargado de aclarar todos los problemas de tipo económico y comercial
que tuviesen relación con América.

En 1790, la Casa de Contratación fue suprimida a raíz de la implementación y aplicación de las


Ordenanzas de Libre Comercio, que inhabilitaban el principio de monopolio comercial.

3) El Virreinato:

América estaba dividida en virreinatos, capitanías generales y presidencias o gobernaciones. Los


virreinatos eran gobernados por un virrey, quien fue el representante directo de la Corona. En el
siglo XVI se establecieron en América dos virreinatos: el de Nueva España o México (1535) y el de
Perú (1544); en el siglo XVIII se incorporaron otros dos: Nueva Granada (1717) y el Río de la Plata
(1776).

El virreinato fue la máxima expresión territorial y administrativa que existió en las


Indias.  Se creó en las célebres Capitulaciones de Santa Fe, firmadas el 17 de abril de
1492 entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón.  Este último recibió, en aquella
oportunidad, el título de Virrey y Gobernador General de todas las tierras que
descubriera, cargo que le fue reconocido a su regreso del descubrimiento por cédula de
los Reyes Católicos otorgada en Barcelona el 28 de mayo de 1493.  Sin embargo, la poca
destreza demostrada por el almirante para gobernar aquellas tierras, hizo que la Corona lo
Reyes destituyera de esos cargos en 1499 y le nombrara un sucesor, el cual no recibió el título
Católicos de Virrey.  En 1509, Diego Colón, hijo del Almirante, logró el reconocimiento del título
(ampliar de Virrey de la Isla Española y de las otras que fueron descubiertas por el Almirante, su
imagen) padre.  Pero este título era ya sólo honorífico.

El emperador, por cédula firmada en Barcelona el 17 de abril de 1535, nombró virrey de


Nueva España y presidente de su Real Audiencia a Antonio de Mendoza, conservando Hernán
Cortés el título de Capitán General, el que mantuvo hasta su muerte, acaecida en 1547.  Este hecho
consagró la costumbre de nombrar, para dicho cargo, a súbditos de la primera nobleza de Castilla,
como continuó sucediendo durante los siglos XVI, XVII y los primeros años del XVIII.  Más tarde,
durante el siglo XVIII, comenzó a prevalecer la carrera burocrática y fueron nombrados virreyes
funcionarios que no pertenecían a la Vieja nobleza española, por lo que el rey, muchas veces, los
distinguió otorgándoles títulos de conde o marqués.

El propio monarca definió las facultades del virrey: "Representen nuestra Real persona, y tengan el
gobierno superior, hagan y administren justicia igualmente a todos nuestros súbditos y vasallos y
entiendan en todo lo que conviene al sosiego, quietud, ennoblecimiento y pacificación de aquellas
provincias".
El virrey era la máxima autoridad existente en las Indias, por lo que gozaba, en el territorio que se le
había asignado, de las mismas facultades que el rey, aunque las instrucciones para su gobierno las
recibía directamente del Consejo de Indias.

Por su cargo, ejercía la potestad ejecutiva, le correspondía el gobierno superior del virreinato, en
general, y la administración interior, en particular, cuidando especialmente de la paz, sosiego y
quietud de todos sus habitantes, del ejercicio del patronato, de las obras públicas, de la defensa de
su territorio y de la protección y evangelización de los naturales.  El monarca agregó en sus cédulas
que daba a los virreyes todo el poder necesario para desempeñar su cometido y les daba su  “palabra
Real de que todo cuanto hicieren, ordenaren y mandaren en nuestro nombre, poder y facultad, lo
tendremos por firme, estable y valedero para siempre jamás".

En su calidad de vicepatrono de la Iglesia, al virrey le corresponda ejercer todas las funciones del
Patronato Real en calidad de delegado. Respecto de la Real Hacienda, tenía el control y vigilancia
del cobro y administración de las rentas del rey como superintendente de ellas.  Finalmente, en lo
que toca a la defensa del territorio, sobre su persona recaía el mando supremo de las fuerzas de mar
y de tierra, incluido el mando de las Reales Armadas que llegaran desde España con sus almirantes,
como lo ordenaba la cédula del 17 de enero de 1593.

Con respecto a sus funciones legislativas, podía crear leyes mediante ordenanzas. Éstas, sin
embargo, no podían contradecir las que dictaba el propio monarca o el Consejo de Indias en su
nombre.

Los virreyes eran designados como propuesta del Consejo de las Indias.  Debían proceder de la alta
nobleza.  La corona española eligió sus mejores servidores para que ocuparan este cargo que
significaba una gran responsabilidad.  El virrey era el representante personal del rey y por lo tanto
depositario del Poder real.

4) Capitanías generales y gobernaciones

Las capitanías generales fueron territorios dirigidos por un jefe militar que desarrollaba el poder
civil y judicial. Durante la Colonia eran cuatro capitanías generales: Santo Domingo, Guatemala,
Venezuela y Chile.

Por último, las gobernaciones eran gobiernos creados en territorios ya pacificadas. El poder lo
ejercía el presidente de la Real Audiencia, como era el caso de Ecuador y Bolivia.

Teniente de gobernador: Era el encargado de ejecutar soberanía y establecer poblados en nombre


del Gobernador.

Por ejemplo, Francisco de Aguirre siempre cumplió celosamente las tareas encomendadas por
Valdivia. El 20 de junio de 1549 fue nombrado teniente de Gobernador de La Serena, con la orden
de refundar y repoblar la ciudad que había sido destruida por los indígenas en enero anterior, y
también se le entregó el derecho de conceder encomiendas .

5) Las Audiencias

La Real Audiencia era el supremo tribunal de justicia durante la época colonial. Fue un organismo
político-administrativo que residía en las principales ciudades de América. Formado por cuatro
oidores o magistrados, era tribunal de primera instancia en algunos casos, y de apelación de las
sentencias de los jueces inferiores. Se estableció en Chile en 1609.

Las Audiencias fueron el más alto Tribunal Judicial de Apelación en las Indias, con jurisdicción
civil y criminal y con amplia competencia, ya que ésta solía extenderse a la jurisdicción eclesiástica.
Sobre la Audiencia sólo estaba el Consejo de Indias, al que se podía recurrir únicamente en casos de
muy elevada cuantía.

Las Audiencias tenían, además, que ocuparse de casos especiales, como los pleitos relativos a los
intereses de los indios, para los que solían reservar dos días a la semana.  En éstos, los naturales
estaban exentos de gastos procesales y se les designaban abogados especiales para que los
representaran.

Lo mismo ocurría con los recursos de fuerza (apelaciones a la justicia seglar ordinaria); éstos
podían presentarse por los abusos cometidos en las decisiones judiciales de un tribunal eclesiástico. 
Le correspondía juzgar, en primera instancia, los juicios eclesiásticos de carácter secular, como los
problemas relativos a la disposición de los diezmos, a las tierras de la Iglesia y otros semejantes. 
También veía las causas por los delitos cometidos por eclesiásticos que estaban regidos por la ley
civil.

Finalmente, conocía, en primera instancia, los casos en que estuvieran en juego los intereses de la
Corona y sus funcionarios, y en los llamados casos de corte, que eran una medida de protección al
interés social.  Debían ventilarse ante la Audiencia y no ante el tribunal del domicilio del
demandado y constituían un privilegio en favor de los pobres, personas desvalidas y otras que
litigaban en inferioridad de condiciones contra personas o instituciones importantes.

Cada Audiencia tenía un presidente, cargo que generalmente era ejercido por la autoridad política o
militar de la zona.  Así, el virrey o el gobernador, en su caso, presidieron las Audiencias ubicadas en
la capital de su jurisdicción, aunque ciertas Audiencias subordinadas tenían presidente propio.

Los oidores eran los funcionarios que conformaban la Audiencia.  Tenían  por misión oír a las
partes y a las autoridades y dictar sentencia en los casos que la ley así lo determinara.

Durante el siglo XVI las autoridades españolas llevaron a cabo una activa política de fundación de
Audiencias en los territorios donde se fue asentando la conquista.  De este modo, a fines del siglo,
había tribunales establecidos desde La Española hasta Concepción, en Chile.

Las Audiencias más importantes coincidieron con los virreinatos en que fue dividido
administrativamente el territorio americano: la de México (1527); la de Lima (fundada en 1542);
Bogotá (1549), y Buenos Aires (1782).

6) El Cabildo

Fue una de las primeras instituciones que España llevó a América. Fueron el trasplante a América
de los municipios españoles de la Edad Media, los cuales eran cuna y defensa de las libertades
populares. Los cabildos eran instituciones urbanas que existían en Castilla. Apenas los españoles
fundaban una ciudad, se creaba el cabildo. Eran entidades importantísimas, porque representaban a
la comunidad y derivaban su nombramiento de ésta, y -caso único- no del rey (debe recordarse que
todos los nombramientos los hacía personalmente el rey). El cabildo se ocupaba del gobierno de las
ciudades. (Ver Cabildo).

También podría gustarte