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EXPEDIENTE N°: 00309-2009-0-2601-JR-CI-01

DEMANDANTE : BANCO DE CRÉDITO DEL PERÚ


MATERIA : OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO
DEMANDADO : DEMI CARGO E.I.R.L

RESOLUCIÓN NÚMERO NUEVE


Tumbes, Cinco de Julio
del Dos Mil Diez.-

AUTOS Y VISTOS:
Dado cuenta para resolver el recurso de apelación formulado por el demandante
Banco de Crédito del Perú en los seguidos contra Demi Cargo E.I.R.L. Sobre
Obligación de dar Suma de Dinero.-
RESOLUCIÓN OBJETO DE APELACIÓN:
Es materia de apelación la resolución número DOS del quince de mayo dos mil
nueve, que dispone RECHAZAR LA DEMANDA con el argumento que el escrito
subsanatorio no ha sido suscrito por el apoderado de la entidad demandante.-
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN:
En el escrito de apelación obrante a folio sesenta y seis se señala, que la resolución
impugnada adolece de los siguientes errores: i) Que el A quo no ha tenido en cuenta
que fueron tres las observaciones advertidas que dieron lugar al apercibimiento de
rechazo de demanda; por consiguiente solo podía hacer efectivo el apercibimiento
respecto a cualquiera de las tres observaciones; ii) La A quo incurre en error de
derecho al considerar, que el escrito subsanatorio constituye un acto inexistente, pues
simplemente no fue suscrito por el apoderado del banco, en todo caso dicha omisión
debió ser objeto de subsanación; y iii) Si una demanda no ha sido firmada por el
representante no significa que sea inexistente, sino que solamente constituye un
defecto de forma, causal de inadmisibilidad, ante el cual se debe otorgar un plazo para
su correspondiente subsanación. Como pretensión impugnatoria se solicita que el
superior jerárquico REVOQUE la resolución apelada o se declare NULA.-
CONSIDERANDOS DE LA RESOLUCIÓN:
PRIMERO: A folio cuarenta y tres y siguientes corre el escrito postulatorio de
demanda, presentado, según sello de recepción, el trece de abril del dos mil nueve;
que fuera objeto de calificación por la A quo, y que diera lugar a la resolución
número uno, del veinte de abril del indicado año, por la cual se advirtieron tres
defectos subsanables, entre ellos: i) Falta de determinación del monto del petitorio; ii)
Ilegibilidad del documento nacional de identidad del apoderado del demandante; y iii)
incumplimiento del mandato procesal previsto en el numeral 6 del artículo 130ª del
Código Procesal Civil; situación que motivó para que se le diera al actor el plazo de
tres días, a efecto de subsanar las observaciones antes mencionadas.-
SEGUNDO: Por resolución número dos, obrante a folio sesenta y tres la A quo
decide RECHAZAR la demanda al considerar, que el escrito subsanatorio había sido
presentado por la demandante sin la firma de su apoderado; motivo por el cual
considera que se trata de un acto procesal inexistente, más aún si quien lo suscribe es
un abogado que aún no cuenta con facultades de representación al haberse declarado
inadmisible la demanda.-
TERCERO: Para resolver el conflicto suscitado, corresponde tener presente lo
previsto en el artículo 290º del TUO de la Ley Orgánica del Poder Judicial por el cual
los abogados sin la intervención de su cliente pueden presentar, suscribir y ofrecer
todo tipo de escritos a excepción de aquellos para los que se necesita poder especial;
y efectivamente para interponer demandas se requiere de poder especial, tal como así
lo ha señalado el artículo 75º del Código Procesal Civil; más aún si podría entenderse
que el escrito de subsanación de la demanda es parte de la misma demanda; sin
embargo es también importante tener en cuenta que las normas deben ser aplicadas
con criterio de razonabilidad, pues si se tratase de una observación a la demanda, que
tenga incidencia sustantiva y trascendente con el petitorio o los hechos que sustentan
dicho petitorio, se podría exigir razonablemente que quien subsane los defectos sea la
misma demandante; por el contrario no es razonable que si se trata de observaciones
meramente formales como es la presentación de un DNI legible o que los anexos de
la demanda no han sido correctamente señalados, se exija que la subsanación sea
necesariamente formulada por la misma parte, cuando por tratarse de situaciones
meramente formales puede ser subsanada solo por el abogado que lo patrocina, más
aún si conforme al artículo 288º del TUO de la ley Orgánica del Poder Judicial el
abogado debe actuar como servidor de la justicia y colaborador de los magistrados; y
que en este caso se trata de un acto de colaboración para el mejor orden en la
sustanciación de la causa.-
CUARTO: Agregado a los supuestos jurídicos descritos en el considerando que
antecede, debemos tener presente, que incluso las observaciones formuladas mediante
resolución número uno, carecen de asidero real, pues fácilmente se puede advertir que
el monto del petitorio precisado en el escrito de demanda se encuentra debidamente
determinado, parte en moneda extranjera según lo pactado en el contrato de leasing, y
parte en moneda nacional; que la copia del documento nacional de identidad del
apoderado de la entidad demandada si tiene legibilidad se aprecia sus nombres y
apellidos o otros datos identificatorios; y que los documento presentados como
anexos de la demanda sí han sido adecuadamente señalados e individualizados; por
consiguiente rechazar la demanda con el argumento que el escrito subsanatorio
constituye un acto procesal inexistente carece de sustento jurídico, pues además la
inexistencia del acto jurídico procesal viene a ser una categoría jurídica conceptual no
recogida por nuestro ordenamiento jurídico, por lo tanto no aplicable al caso de autos;
en todo caso si el escrito subsanatorio no estaba firmado por el apoderado del banco
lo correcto y adecuado era que se le otorgue un nuevo plazo razonable a efecto, que
se apersone el juzgado y suscriba el referido escrito.-
QUINTO: Además es necesario advertir la excesiva dilación en la elevación de los
autos a esta instancia, pues el concesorio de apelación fue emitido el ocho de junio
del dos mil nueve, y el expediente ha sido elevado recién el once de junio del presente
año, es decir después de más de un año; circunstancia que implica no solamente falta
de interés en su trabajo por parte de la secretaria Torres Satán, sino que además fluye
una total falta de control por parte de la Juez hacia su personal; no es razonable, por la
causa que sea, que el expediente sea elevado a la instancia superior un año después de
haberse concedido apelación; por este motivo debe llamarse severamente la atención
al personal jurisdiccional antes mencionado, para que en lo sucesivo adecuen su
conducta a los deberes de función a los que está obligados, evitando dilaciones
indebidas en perjuicio de los justiciables, y deslegitimando la labor jurisdiccional.-
POR LAS CONSIDERACIONES EXPUESTAS, LA SALA CIVIL DE LA CORTE
SUPERIOR DE JUSTICIA DE TUMBES, RESUELVE: DECLARAR NULA la
resolución número DOS de fecha quince de mayo del dos mil nueve, que resuelve
hacer efectivo el apercibimiento decretado en la resolución número uno, y dispone
rechazar la demanda; en consecuencia debe la A quo volver a calificar el escrito
subsanatorio, otorgando un plazo razonable al apoderado del banco demandante para
que se constituya al Juzgado y suscriba el referido escrito; en los seguidos por
BANCO DE CRÉDITO DEL PERÚ contra DEMI CARGO E.I.R.L. sobre
Obligación de Dar Suma de Dinero; LLÁMESE SEVERAMENTE la atención a la
secretaria Karin Torres Satán para que en lo sucesivo tenga mayor celo en el ejercicio
de su funciones evitando dilaciones indebidas; igualmente a la señorita Juez Mirtha
Elena Pacheco Villavicencio a efecto que ejerza mayor control sobre su personal, y
tenga mejor criterio al emitir resoluciones de inadmisibilidad. Actuó como Ponente el
Juez Superior Williams H. Vizcarra Tinedo. NOTIFÍQUESE. Señores Jueces
Superiores: Vizcarra Tinedo, Valencia Hilares y Maqui Vera. Secretaria: Carla
M. Lip Zegarra.-

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