Una persona en vida y con todas sus facultades metales en buen estado tiene
derecho a decidir que hacer con su patrimonio cuando fallezca. La ley
reconoce esté derecho y por ello contempla un trámite que toda persona puede
realizar en vida para que se cumplan sus voluntades a favor de cualquier
persona o entidad que no tenga incapacidad o prohibición legal de heredar.
Una vez se cumplan los requisitos del trámite de Sucesión Intestada, a través
de un abogado se puede interponer una demanda, en el juzgado municipal si
los bienes no están valorados en más de 5,000 balboas y en el juzgado de
circuito si superan esta cantidad, ante la autoridad competente que valorará la
documentación aportada y de ser correcta se proceda a la apertura del juicio de
sucesión.
Una vez iniciado el juicio de Sucesión Intestada el desenlace del mismo sigue
los mismos pasos que en el caso de una Sucesión Testamentaria.