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ENSAYO SOBRE LA TECNOLOGÍA Y SU

INCIDENCIA EN LAS RELACIONES


LABORALES. EL FUTURO DEL TRABAJO
  JULIO GRISOLIA   9 JULIO, 2019   POR NUMERO

ADRIANA V. BOTTOS

INTRODUCCIÓN

Hablar del futuro del trabajo nos obliga a reflexionar sobre el pasado,
memorar diversos conceptos, circunstancias e instituciones del
Derecho de Trabajo y mirar nuestro alrededor para descubrir que ese
futuro no está tan lejos.

Justo es reconocer que la preocupación por el futuro del trabajo se da


en un contexto donde la tecnología ha irrumpido en todos los órdenes
de la vida del ser humano.

En efecto, durante los últimos tiempos (o años) se han introducido


conceptos como automatización, inteligencia artificial, e-commerce, e-
learning, homebanking, teletrabajo, trabajo remoto, neurotecnología,
drones, “emprendedurismo”, economía colaborativa (sólo por nombrar
algunos ejemplos), los cuales son consecuencias más o menos
mediatas de la irrupción y desarrollo de la tecnología en el mundo, en
la sociedad y en los vínculos interpersonales.

En ese contexto es donde desarrolla su vida de relación el hombre y


donde trabaja. Por eso inicialmente podemos decir que ya estamos en
presencia del futuro en general y el del trabajo en particular.

Si bien la situación se presenta en estado embrionario y por tanto no


se conocen las dimensiones que podrán alcanzar la influencia y la
introducción de la tecnología en el mundo del trabajo, se tiene en claro
que el objetivo es que el trabajo del futuro sea decente, inclusivo.

También es justo reconocer que se plantean una serie de


incertidumbres y temores en torno a las características que revistará
ese futuro y si será suficiente para todos los trabajadores; es decir
sobre los aspectos cualitativos y cuantitativos de los puestos de
trabajo.

Como forma de introducirnos en el tema también es oportuno


recordar que, con características particulares, el hombre de trabajo
siempre ha sido afectado por las innovaciones que se fueron
sucediendo en la historia, propiciadas y determinadas muchas de ellas
por las Revoluciones Agraria e Industriales. Es decir, no es nuevo el
sentimiento de zozobra que se vivencia en la actualidad aunque, por
las especiales características que reviste, presenta un toque particular.

Así es que para afrontar el futuro, es necesario recordar un poco de la


historia, para evitar repetir errores o para valerse de la experiencia
adquirida, o cuanto menos serenar nuestra ansiedad.

Por ello es que la propuesta es iniciar con una breve referencia


histórica -revisar el pasado-; luego detenernos en el presente y
efectuar proyecciones respecto del futuro.

Como quedara dicho, ya hay elementos que conducen a sostener que


el trabajo ha recibido algunos toques de la tecnología.

I.- PASADO
Breve reseña histórica. De dónde venimos y cómo llegamos

Todo pasado y presente en algún momento de su devenir fue “el


futuro” de las generaciones pretéritas y por ello la preocupación por el
qué será o qué vendrá no es nueva.

A lo largo de la evolución del hombre se sucedieron diferentes


revoluciones. Si nos detenemos a ver el significado de ambas palabras
vemos que se encuentran muy emparentadas:

Evolución: (Del lat. evolutio, ōnis.)… 4. f. Fil. Serie de transformaciones


continuas que va experimentando la naturaleza y los seres que la
componen1.
Revolución: (Del lat. tardío revolutio, -ōnis.)…. 2. f. Cambio profundo,
generalmente violento, en las estructuras políticas y socioeconómicas
de una comunidad nacional. 3. f. Levantamiento o sublevación popular.
4. f. Cambio rápido y profundo en cualquier cosa2.

Los primeros pasos de la evolución humana probablemente tuvieron


poco impacto en el ámbito laboral, como ser el fuego y la rueda, por
ejemplo, aunque modificó un aspecto del hombre como ser social y
sociable.

Es oportuno ver cómo se dieron cronológicamente las revoluciones,


para lo cual seguimos la obra de Schaub3.

+ 1760 hasta más o menos 1840: Primera Revolución industrial,


desencadenada por la construcción del ferrocarril y la invención del
motor de vapor, marca el comienzo de la producción mecánica.

1https://dle.rae.es/?id=H9vaSkr 2https://dle.rae.es/?id=WQ0Bykx 3SCH
AUAB, Klaus:, op. cit., pág. 20

+ Finales del siglo XIX y principios del XX: Segunda Revolución


industrial, posibilitó la producción en masa, fermentada por el
advenimiento de la electricidad y la cadena de montaje.

+ Inicio en la década de 1960: Tercera Revolución industrial, revolución


digital o del ordenador, catalizada por el desarrollo de la computación,
la informática personal e internet.

La “Revolución de la Información”, también llamada “Revolución


Digital” (más genéricamente “Sociedad de la Información”), al igual que
la Revolución Industrial lo hizo en los siglos XVIII y XIX, modifica las
formas actuales de organización del trabajo, no solamente en lo que se
refiere a la forma en la que se va a realizar el mismo, sino a cuál va a
ser ese trabajo y dónde vamos a desarrollarlo4.

Nótese que desde la revolución agraria y hasta las industriales tienen


un impacto profundo al punto de surgir la preocupación por la
cuestión social, ello, consideramos, porque cada una de ellas alteró el
status quo del hombre como ser social y como ser activo, productivo y
creativo.

Sin embargo es con la revolución industrial de principios del Siglo XX


cuando la estructura de las relaciones laborales requiere de una
disciplina autónoma que les brinde contención normativa, teñida de
una impronta protectoria, en atención al contexto en que las mismas se
daban: la hiposuficiencia y disparidad negocial con un grado –más o
menos alto- de explotación del hombre trabajador.

Por ello es acertada la afirmación que sostiene que el Derecho del


Trabajo es una categoría histórica, que como fuente formal responde a
los reclamos de los trabajadores (fuente material), reclamos en torno a
las diversas modalidades contractuales pero que el germen siempre ha
sido el mismo: la reivindicación de los derechos del trabajador visto
como un todo, en su integridad y dignidad.

Esta situación se dio en todas y cada una de las revoluciones a las que
hemos aludido, más en esta Cuarta Revolución Industrial ó Revolución
4.0, los cambios son más vertiginosos: lo nuevo se convierte en
obsoleto rápidamente y el encubrimiento de la relación laboral adopta
novedosas formas.

Estamos en la era digital y al igual que lo hizo la informática, los


algoritmos, la inteligencia artificial influyen, inciden en todas las
relaciones humanas, entre las que encontramos las relaciones
laborales.

Estos adelantos de la era digital y las múltiples posibilidades que de


ellos derivan, han determinado el surgimiento de un nuevo concepto:
la economía colaborativa, con ideas como el emprendedurismo, ser
gestor de tu propio emprendimiento, ser tu propio jefe.

4Redacción INJE, 23-04-1997: “¿Qué es el teletrabajo?”; www.injef.com.

II.- PRESENTE
Hoy transitamos por una nueva experiencia: la tecnología y su
aplicación a todas las cosas, incluso a los quehaceres más cotidianos,
ello determina nuevas realidades, circunstancias, conflictos, en suma,
nuevas fuentes materiales del derecho.

Las TIC´S 5 impactan en el desenvolvimiento de la sociedad. A partir de


ella podemos hablar de: modalidad de educación a distancia –que lleva
varias décadas tanto a nivel secundario como terciario y universitario),
la consulta on line de catálogos (v.gr. deuna biblioteca); las compras on
line a través de portales específicos; los chat que se abren al visitar la
página web de negocios comerciales, y la lista sigue.

 Las Tecnologías de la Información y las Comunicación


(TIC).
Los grupos de WhatsApp que permiten a grupos de personas ubicadas
en puntos distantes, mantener un contacto rápido y fluido.

A partir del Facebook las relaciones sociales y hasta familiares que se


habían interrumpido por el devenir de los años y las distancias, se
restablecieron.

Las transacciones comerciales hoy se hacen a través de mercado pago,


e- commerce, y aquellas operaciones que antes requerían acercamos a
un banco o lugar de pago, hoy se hace a través del homebanking o de
una aplicación en el teléfono “que ahora son llamados inteligentes”.

Todo ello gracias al desarrollo del software y el hardware, de la mayor


complejidad que han alcanzado los instrumentos electrónicos como
PC, Tablet, los teléfonos inteligentes, IPod.

Por lo pronto debemos decir que la tecnología ya ha irrumpido en el


mercado laboral: adviértase la utilización del internet, de celulares de
última generación y en la modalidad del teletrabajo, hasta incluso
portales como LinkedIn: “Comunidad social orientada a las empresas, a
los negocios y el empleo Partiendo del perfil de cada usuario, que
libremente revela su experiencia laboral y sus destrezas en un
verdadero currículum laboral, la web pone en contacto a millones de
empresas y empleados”.6
Hoy vemos el impacto de la tecnología a través de la aplicación de los
drones como elementos de control en el ámbito del trabajo agrario; los
trabajadores de call center y servicio técnico que ofrecen servicios o
dar respuestas a reclamos pero encontrándose en otros países o
cuanto menos en provincias diferentes de donde se encuentran
sus interlocutores.

 https://es.wikipedia.org/wiki/LinkedIn, fecha de
acceso 21/09/2017
La legislación comienza a dar señales de adecuación o encuadre de
estos fenómenos: la ley 27444 de desburocratización; los proyectos
sobre regulación del teletrabajo (sobre el cual la SRT y las
aseguradoras de riesgo de trabajo ya se están ocupando de regular).

La jurisprudencia también acompaña este proceso reconociendo


carácter remunerativo al uso de celulares; la privacidad del mail
institucional o corporativo (proporcionado por el empleador).

III.- FUTURO
Binomio futuro del trabajo – trabajo del futuro

El orden en que ubiquemos el objeto y el adjetivo calificativo no es una


cuestión menor. Hablar del futuro del trabajo nos conduce a formular
consideraciones cuantitativas: la disminución de la necesidad de mano
de obra y la desaparición del trabajo asalariado y su reemplazo por
robot o por el desvanecimiento de la actividad misma (no hay puestos
de trabajo o ese trabajo ya no existe).

El trabajo del futuro, en cambio, nos conduce a un aspecto cualitativo:


cómo será ese trabajo; que esperamos que sea; cómo podemos
encausar este presente para alcanzar un trabajo en el futuro, decente,
progresivo…

No es menos cierto que ambos aspectos cuanti y cualitativo van de la


mano.
Desde siempre, o al menos desde que se sucedieron las Revoluciones
Industriales fue preocupación de los autores el futuro del trabajo,
encontrando algunos que insistían en que no había posibilidad de un
futuro. En un trabajo presentado en IX CONGRESO DE REGIONAL DE
LAS AMERICAS ILERA que se llevó a cabo en Buenos Aires en octubre
de 2017, ya memorábamos a Jeremy Rifkin 7 quien considera que el fin
del trabajo es algo que va a suceder indefectiblemente, debido a la
globalización y la incorporación de las nuevas tecnologías de la
información y las comunicaciones que aumentan rápidamente la
productividad y que condena a la mayor parte de la población al
desempleo.

Sin embargo, hoy con la aplicación de algoritmos, ya que su uso que se


desarrolla como una onda expansiva, reaviva la preocupación del
hombre trabajador (ya sea asalariado o no como lo refleja la obra de
Oppenheimer “¡Sálvese quien pueda!”8.

Así llegamos a una primera reflexión: advirtiendo esta realidad es de


sabios y prudentes no hacer oídos sordos y comenzar a pensar
soluciones que encausen el tema.

En ese marco y como veremos, la Organización Internacional del


Trabajo se ha ocupado y ocupa a través de estudios, informes y
propósitos para ese futuro del trabajo.

También advertimos que el trabajo del futuro está ante nosotros. Su


llegada fue prologada con la aparición del trabajo remoto o
teletrabajo, que cambia el paradigma de ir a trabajar por lo que Jack
Nills decía: el trabajo va a la casa. El impacto de esta modalidad puede
ser asimilado al que podemos detectar cuando aceptamos que quienes
desempeñan las llamadas “profesionales liberales” también trabajan
bajo la subordinación de un empleador. Es más, ya no solo se
considera trabajo el manual (fabril o productivo) sino también el
intelectual.

 Citado por Julio C. Neffa en “El trabajo humano”,


editorial Distribuidora Lumen S.R., Buenos Aires, 2003.
 El autor refiriéndose a un trabajo de Frey y Osborne
explica: “Entre los trabajos que figuran con 96% de riesgo
de desaparición están los cocineros –que ya están siendo
reemplazados por brazos robóticos, t… las secretarias
administrativas, los conserjes de hoteles.. También … los
taxistas, mensajeros y camioneros… los guías de turismo, los
técnicos dentales, los técnicos farmacéuticos, los carniceros,
los asistentes de abogados y los contadores, dice el estudio
de Osford”, Oppenheimer, Andres: “¡Sálvese quien pueda! El
futuro del trabajo en la era de la AUTOMATIZACION2, Ed.
Debate, Buenos Aires, julio de 2018, pág. 20.
Comienzan nuevas realidades, nuevas modalidades y con ellas dudas
sobre la aplicación del Derecho del Trabajo, sobre las respuestas que
deberá dar y si es capaz de darlas.

Los tópicos sobre el futuro


Pero hablar del futuro del trabajo nos lleva a considerar los siguientes
tópicos:

 Impacto cualitativo y cuantitativo en el trabajo y en las


relaciones laborales

 Impacto económico de la tecnología, en particular, su


incidencia en el mundo del trabajo

 El Derecho del Trabajo, su futuro

a.      Impacto cualitativo del


trabajo
Resulta interesante (más allá de de lo acertado o cuestionable de sus
conclusiones finales) una descripción que sobre la evolución efectúa el
Premio Nobel, Jeremy Rifkin: “….Los saltos cualitativos en el empleo
siempre se producen en períodos de la historia en que se establecen
nuevos regímenes energéticos y se diseñan infraestructuras adaptadas a
dichos sistemas. La utilización del carbón y la energía de vapor y el
trazado de la infraestructura ferroviaria continental entre el final de la
guerra de secesión y la primera guerra mundial en los Estados Unidos y
Europa crearon millones de puestos de trabajos, al igual que el uso del
petróleo y la introducción del motor de combustión interna y el trazado
de carreteras y electrificación de fábricas y comunidades en los primeros
sesenta años del siglo XX. Estos nuevos regímenes energéticos –primera
y segunda revolución 9

Como adelantábamos el impacto de la tecnología se evidenciará en el


aspecto cualitativo del trabajo. Más allá que no sepamos la magnitud o
los límites que puede alcanzar, ya advertimos que habrá cambios e
incluso somos testigos de algunos de ellos: 9 industrial-, una vez en
funcionamiento, generaron grandes saltos en la productividad
y  posibilitaron la aparición de nuevos tipos de bienes, servicios y
mercados, lo cual derivó a su vez en la creación de nuevos empleos…”[4]
Más adelante y en referencia a las tecnologías afirma que: “… las
nuevas tecnologías en los campos de los ordenadores y de las
telecomunicaciones están, finalmente, produciendo los impactos
largamente anunciados sobre el mercado laboral y sobre las economías
nacionales, llevando a las diferentes comunidades que conforman
nuestro mundo actual al inicio de una tercera gran revolución
industrial…”.[5] Si bien estas consideraciones del Premio Nobel se
realizan en la década del ´70 del Siglo pasado, sirven como
introducción en este aspecto.

+ el trabajo remoto, el teletrabajo son dos modalidades que


introducidas hacia finales del siglo pasado y producto de la
innovaciones tecnológicas, han ido evolucionando;

+ un entorno de trabajo más flexible;

+ trabajo customizado: el desarrollo profesional queda en manos del


trabajador;

+ cambios en los niveles gerenciales.9

+ jornadas de trabajo con límites menos definidos.

+ la aparición de fenómenos como el ciberbullyng o ciberacoso.


+ tareas más intelectuales, creativas y menos manuales.

 MELAMED, Alejandro: ocit.


10 Es probable a la luz de los datos que los diferentes autores aportan
sobre el tema o temas relacionados, que hayan tareas que por su
precisión o por tratarse de tareas repetitivas puedan y deban ser
realizadas por máquinas, robots.

Ya será difícil ver trabajos extenuantes o que requieran de un esfuerzo


físico en cabeza del trabajador; hoy en día cuenta con herramientas
más o menos sofisticadas, en un futuro mediato (aunque no hay
claridad en cuán mediato: si en cinco años, más o menos) serán las
máquinas con un cierto grado de autodeterminación (y en el límite de
su programa maestro) las que realizarán los trabajos.

Ello nos lleva al próximo punto…

b.      Impacto cuantitativo


del trabajo
Esta ha sido una preocupación constante en cada una de las
revoluciones industriales: la agrícola, la industrial, el motor…

Este factor de preocupación es: la pérdida del trabajo y la posibilidad


de generar nuevos trabajos.

Aquí nos encontramos con varias posturas sobre este tema en


particular: algunos consideran que desaparecerán trabajos, otros
albergan la creación de nuevos empleos y los más pesimistas
(tecnopesimistas) que la capacidad de generar nuevos empleos no
logrará cubrir aquellos que hayan desaparecidos.

Rifkin sostiene que: “Las empresas han iniciado rápidos procesos de


reestructuración de sus organizaciones para adaptarlas al uso de
ordenadores. En el proceso se eliminan puestos tradicionales de
dirección; se concentran categorías laborales, creando equipos
multidisciplinarios de trabajo; se instruye a los empleados en distintas
habilidades, acortando y simplificando los procesos de producción y
de  distribución perfeccionando los procesos administrativos… Este
enorme incremento en la productividad.”10

Visto de esta manera, la visión del futuro no resulta alentadora, más


podemos advertir, como lo hace Alejandro Melamed en su obra “El
futuro del Trabajo y el Trabajo del futuro” que el panorama no es tan
desalentador, cuando hace referencia a un estudio de DELOITTE LTTDE
2015 el cual dice: “La tecnología ha transformado la productividad y los
niveles de vida –dicen Stewart, De y Cole, los autores del estudio de
Deloitte-, y, en el proceso, crearon nuevos empleos en sectores
novedosos. Las máquinas seguirán reduciendo precios, democratizando
lo que alguna vez estuvo reservado a una minora y suministrando
ingresos que serían dedicados a áreas de la economía nuevas o
existentes. Las máquinas tomarán la posta de trabajos basados en
actividades repetitivas, pero no parece ni por asomo que vayan a
eliminar la necesidad de trabajo humano en  mayor medida que en los
pasados 150 años…”[7]

“En la Revolución Industrial, las manos del artesano textil fueron


reemplazadas por el telar mecánico, manejado por las manos de un
trabajador de baja calificación –o, en sus inicios, por las diestras manos
de un niño-. En la Segunda Revolución Industrial, las manos de los
trabajadores textiles (uno por máquina) fueron remplazadas por la línea
de producción, un operador accionando ad nausean cada pequeña tarea
(botón, palanca, manivela) hasta la alienación. En la tercera Revolución
Industrial las manos del trabajador pasaron a actuar sobre la pieza a
hacerlo sobre el tablero de control numérico. En la Cuarta Revolución
Industrial, el tablero actúa solo11”

Es decir que pese a no conocer a ciencia cierta cómo afectar el


mercado laboral, el impacto en la oferta y demanda de trabajo, es un
hecho que habrá una etapa de desequilibrio que deberá procurarse
recomponer con ideas novedosas, primer desafío.

 RIFKIN, Jeremy: ocit.


 LEVY YEYATI, Eduardo: “Después del trabaj El empleo
argentino en la Cuarta Revolución Industrial”, Editorial
Sudamericana, abril de 2018, pág. 38.
El reemplazo de mano de obra humano por el robot ya es un hecho.
Inicialmente en la industria pesada, o se ve en hoteles de primer
mundo en los cuales la recepción es atendida por un robot y la
atención en la habitación se obtiene a través de dispositivos
electrónicos.

Más próximo a nuestra experiencia cotidiana encontramos los cajeros


automáticos y una serie de operaciones otrora realizadas con la
intervención de un empleado –cajero-, hoy lo hace el propio cliente
que interactúa con la entidad bancaria por medio del homebanking.

c. Impacto económico de la
tecnología, en particular, su
incidencia en el mundo del
trabajo: la economía
colaborativa
“Consiste en una oleada de nuevos negocios que se sirven de internet
para poner en contacto a clientes con proveedores de servicios a fin de
realizar transacciones en el mundo real, como el alquiler de
apartamentos por breves períodos, trayectos en coche o tareas del
hogar… los partidarios de la Economía colaborativa la describen como
una nueva clase de negocios, y otras como un movimiento social…”12.

Este es el marco en que se está gestando en nuestros días el trabajo


del futuro y en cuyos conceptos se desarrollan las transacciones para
algunos comerciales y para otros de neto corte laboral.
Las tecnologías y su desarrollo continuo, el internet son circunstancias
que han hecho propia la economía colaborativa. Buscando dar
respuesta a ciertos grados y tipos de insatisfacción o necesidades (sea
porque no alcanza el dinero o porque quiero ser mi propio jefe) surge
este concepto que impactó en el mundo del trabajo.

 SLEE, Tom: “Loi tuyo es mío. Contra la economía


colaborativa”, taurus, Buenos Aires, abril de 2017, pág.
“Este tipo de economía crece en la medida en que se crean nuevos
desarrollos tecnológicos que generan plataformas para que los usuarios
intercambien bienes y servicios al margen de las empresas tradicionales.
Es un modelo de trabajo que les ha dado buenos resultados a los
innovadores tecnológicos, quienes crean las plataformas necesarias para
el intercambio colaborativo, operando con mínimos costos y
convirtiéndose en mediadores dominantes de un sector, lo cual les
permite quedarse con un porcentaje de cada transacción”13.

Los fenómenos que aparecen en esta economía colaborativa son


los UBER, PIDALO YA, GLOVO. Partiendo de la idea de acercar a quien
necesita trasladarse y quien puede proporcionar ese traslado; quien
requiere recibir un producto o alimento y quien puede efectuar esa
entrega. Un delibery a medida.

Representa un desafío su encause normativo ya que hay una


intencionalidad de precarizar el trabajo subordinado bajo el
argumento, a manera del canto de las sirenas de La Odisea, de ser su
propio jefe y disponer de tiempos conforme el libre albedrio del
trabajador o mediante la mano de obra extranjera que ante la
necesidad de lograr ingresos para su subsistencia acepta las
condiciones que el mercado colaborativo le ofrece.

Aquí está la preocupación y sobre la cual los actores sociales del


Derecho del Trabajo, legisladores, abogados, magistrados, asociaciones
sindicales, deben trabajar y ocuparse.

Destacamos que estas circunstancias, creemos, que no hubieran


encontrado lugar sino fuera por la presencia del binomio “algoritmo-
capital” al que nos refiriéramos precedentemente.
 Fernández Villar, Lucía, “NUEVAS REALIDADES
LABORALES: EL TRABAJO POR PLATAFORMAS DIGITALES O
“APPS”. EL CASO DE UBER”, Doctrina Laboral Errepar, Tomo/Boletín
XXXIII, febrero de 2019.

Debe formularse una salvedad: no es cuestionable, no está mal querer


ser su propio jefe, ser el titular de su propia empresa y son válidos
cuanto esfuerzo se haga para alcanzar tal objetivo; lo que es
cuestionable y objeto de preocupación es la estructura elegida para
alcanzar dicho fin.

En el Resumen Ejecutivo publicado por la O.I.T. que lleva el nombre


“Las plataformas digitales y el futuro del trabajo: Cómo fomentar el
trabajo decente en el mundo digital”14 leemos: “Las plataformas
dedicadas a la asignación de microtareas son plataformas digitales que
brindan a empresas y a otros clientes acceso a una fuerza de trabajo
extensa y flexible (o «crowd») para llevar a cabo tareas generalmente de
poca envergadura que pueden ser realizadas a distancia haciendo uso
de una computadora y de Internet. Se trata de tareas diversas que van
desde la identificación, transcripción y

anotación de imágenes hasta la moderación de contenidos y la


recopilación y el procesamiento de datos, pasando por la transcripción
de audio y vídeo, y la traducción. En las plataformas, los clientes
publican paquetes de tareas que deben ser completados, mientras que
los trabajadores seleccionan tareas y reciben un pago por cada tarea
que realizan. El pago que reciben los trabajadores corresponde al precio
indicado por el cliente menos la comisión que cobran las plataforma”.

Para muchos no se trata de un trabajo diferente del asalariado, para


otros es una forma novedosa de precarizarlo.

Estas manifestaciones hoy constituyen lo que los autores llaman


fuentes materiales del derecho y hasta tanto no surjan normas propias
regulatorias, la creatividad unidad a los principios de nuestra disciplina
sabrán dar respuesta a estas formas de trabajar.
 https://www.iorg/wcmsp5/groups/public/—
dgreports/—dcomm/—publ/documents/publication/
wcms_645887.pdf

d. El Derecho del Trabajo: su


futuro.
d.1 Relaciones laborales: las tecnologías ya están insertas en el Derecho
del Trabajo

Más allá de los temores por el futuro es un hecho que las tecnologías
ya han hecho su irrupción en el mercado de trabajo, en general y en la
relación laboral en particular.

Mencionábamos la red social LinkedIn, como medio para que los


interesados puedan ofrecer su trabajo o servicios e incluso brindar
referencias sobre sus cualidades.

En el marco normativo, podemos mencionar la ley 24013 que en varios


artículos hace referencia a la tecnología:

+ art. 22: “A los efectos del artículo anterior, además de las medidas
específicas que contempla la presente ley, el Poder Ejecutivo
instrumentará acciones dirigidas a:….e) Atender a los efectos sobre el
empleo de las políticas tecnológicas de modo que, a la par de buscar
una mayor eficiencia económica en áreas prioritarias, preserve para
otros sectores un balance más equilibrado en el uso de recursos;…”

+ art. 23: “La incorporación de tecnología constituye una condición para


el crecimiento de la economía nacional. Es un derecho y una obligación
del empresario que la ley reconoce, garantiza y estimula, y en la medida
que afecta las condiciones de trabajo y empleo debe ser evaluada desde
el punto de vista técnico, económico y social”.

+ art. 24 de la ley de empleo en uno de sus incisos dice: “Las


comisiones negociadoras de convenios colectivos tendrán obligación de
negociar sobre las siguientes  materias: a) La incorporación de la
tecnología y sus efectos sobre las relaciones laborales y el empleo;..”

+ art. 98 cuando regula el procedimiento preventivo de crisis, la ley


nacional de empleo prescribe: “ Con carácter previo a la comunicación
de despidos o suspensiones por razones de fuerza mayor, causas
económicas o tecnológicas, que afecten a más del 15 por ciento de los
trabajadores en empresas de menos de 400 trabajadores; a más del 10
por ciento en empresas de entre 400 y 1.000 trabajadores; y a más del 5
por ciento en empresas de más de 1.000 trabajadores, deberá
sustanciarse el procedimiento preventivo de crisis previsto en este
capítulo.”

Por su parte, los Tribunales del Trabajo han tenido oportunidad de


pronunciarse sobre conflictos relacionados con el uso de celulares, los
e-mails, e incluso de internet.

Destacamos que la OIT ha expresado su interés por el futuro del


trabajo:***

La preocupación sobre cómo será el futuro del trabajo comprende: los


desafíos que se deberán enfrentar, incertidumbres sobre cuál será la
magnitud de aquel impacto, y la convicción que se debe alcanzar la
configuración de un trabajo decente, al alcance de todos y encuadrado
en el principio de la progresividad (derivado del principio protectorio),
bajo la regulación de un Derecho del Trabajo acorde y siempre tuitivo.

d.2. El futuro del Derecho del


Trabajo es hoy.
En efecto, hoy debemos enfocar nuestro estudio en la relación que se
entabla entre quienes desarrollan el trabajo a través de una aplicación.
Es servicio que presta que, en tanto revista los caracteres de
dependencia en los términos del art. 22 de LCT, no habrá duda alguna
que es una relación de trabajo.
En el informe referido de la O.I.T. también leemos: “La emergencia de
las plataformas digitales de trabajo supone uno de los cambios más
importantes acontecidos en el mundo laboral en los últimos diez años.
Existen dos tipos de plataformas: las plataformas en línea, en las cuales
el trabajo se terceriza mediante convocatorias abiertas a una audiencia
geográficamente dispersa (una modalidad también conocida como

«crowdwork»), y las aplicaciones (o apps) móviles con geolocalización,


en las que el trabajo se asigna a individuos situados en zonas
geográficas específicas. Si bien estas plataformas digitales son el
resultado de avances tecnológicos, el trabajo que generan se asemeja a
muchas modalidades laborales que existen desde hace tiempo, con la
diferencia de que cuentan con una herramienta digital que sirve de
intermediario”.

El próximo paso es superar el desafío de descubrir en cada una de las


particulares manifestaciones de esos trabajos los elementos distintivos
de la relación de trabajo. Herramientas insoslayables para ello: los
principios del Derecho del Trabajo y la función que a ellos se les
reconoce, la detección de los derechos y potestades que se asignan los
empleadores para luego aplicar las normas laborales ya existentes (al
menos hasta que se determine si son suficientes o se requiera de un
aggiornamento)

Difícil olvidar el importante rol de la negociación colectiva, instrumento


creador de normas, tal vez el más apto para dar respuestas y
contención a estas nuevas modalidades en razón de la inmediatez de
los actores sociales en su faceta colectiva con este fenómeno de la
economía colaborativa.

Prueba de ello la constitución y al momento de escribir este trabajo, la


tramitación de la personería gremial la Asociación de Personal de
Plataformas.

Ahora bien, los desafíos que tiene por delante el Derecho del Trabajo y
el trabajo mediante las aplicaciones son varios, entre los cuales está
resolver el vínculo entre el
trabajador y quien utiliza los servicios de la aplicación para delivery:
¿será de aplicación el art. 30 LCT?.

Los nuevos riesgos de trabajo: a las patologías ya conocidas, surgen


nuevas y no debemos descartar el aumento de cierta siniestralidad
relacionada con el transporte (moto, bicicleta, automóvil) que utilizan
los trabajadores. Aquí advertimos la necesidad de revisar y adoptar las
normas sobre higiene y seguridad en el trabajo.

3.  LA TECNOLOGÍA Y EL
TRABAJO: ASPECTOS
POSITIVOS Y NEGATIVOS
En un mundo preocupado no solo por las fuentes de trabajo, sino
también por la inclusión social, la tecnología puede resultar una
herramienta para alcanzar la incorporación de trabajadores al mercado
de trabajo.

Así tenemos que el trabajo remoto o el teletrabajo (producto de la


aplicación de la tecnología) son alternativas que no podemos ignorar.

Brindan la posibilidad de adaptación de los horarios a las exigencias


personales y/o familiares y en algunos casos sin salir de sus casas, la
proximidad con la familia (mujeres embarazadas o con bebés) y el
acceso al trabajo de las personas minusválidas y/o presos que no
pueden desplazarse, facilita insertar a quienes ya sea por su
localización geográfica, o producto de la imposibilidad de trasladarse
(mujeres embarazadas, minusválidos o presos) no pueden acceder a un
trabajo, con la consecuente dignidad que el mismo aporta.

Aun cuando se adviertan dificultades tales como el aislamiento,


indeterminación del tiempo de trabajo, flexibilidad de la jornada
laboral, la imposibilidad para algunos de separar la vida privada de la
profesional, es posible15 enfrentarlas y superarlas.
Sin embargo no podemos omitir hacer cuanto menos una breve
referencia a aquellos autores que ven en la implementación de las TIC
´S la ratio última del desempleo, el cual necesariamente es un síntoma
de exclusión.

En honor a la brevedad ya nos hemos referido a uno de ellos, Jeremy


Rifkin[14] quien considera que el fin del trabajo es algo que va a
suceder indefectiblemente, debido a la globalización y la incorporación
de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones que
aumentan rápidamente la productividad y que condena a la mayor
parte de la población al desempleo.

El autor sostiene que para hacer frente a esa situación hay que
constituir un “tercer sector” situándolo fuera del Estado y del mercado
y otorgar a sus integrantes un ingreso de existencia en contrapartida
de trabajos en empleos atípicos, para permitir la sobrevivencia de las
víctimas directas o indirectas de esas transformaciones.

Nosotros, por el contrario, preferimos adherir a la postura de aquellos


autores que ante tal panorama sostienen que el desempleo debería
explicarse, entre otras causas, por la tasa de crecimiento de la
POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA, que, es superior a la del
empleo; que la disminución del volumen de empleo y de las horas de
trabajo son claramente visibles en el sector manufacturero, pero al
mismo tiempo crecen y se compensan en las actividades terciarias y de
servicios y que en todos los sectores y ramas de actividad se
incrementa el contenido inmaterial del trabajo. En definitiva: la mano
del hombre será seguirá siendo indispensable, porque es el
instrumento a través del cual la creatividad de aquel se expresa.

4.  LA ORGANIZACIÓN
INTERNACIONAL DEL
TRABAJO (O.I.T.)
En el año del Centenario de su creación, la OIT ha expresado su interés
por el futuro del trabajo: “El mundo del trabajo experimenta un
importante proceso de cambio. Son diversas las fuerzas que lo están
transformando, desde el avance de la tecnología y el impacto del cambio
climático hasta la evolución de la producción y el empleo, por nombrar
algunas. La OIT necesita comprender estos desafíos y aportar respuestas
eficaces para poder impulsar su mandato a favor de la justicia social.
Por este motivo, el Director General de la OIT, Guy Ryder, lanzó “La
iniciativa sobre el futuro del trabajo” y creó una unidad específica en la
Oficina”16.

La Comisión sobre el Futuro del Trabajo elaboró un informe


independiente sobre la forma en que se podrá forjar un futuro del
trabajo que ofrezca oportunidades de empleo decente y trabajo
sostenible para todos. Este informe fue presentado en Ginebra el 22 de
enero de 2019 y será sometido a consideración de la reunión del
centenario de la Conferencia Internacional del Trabajo en junio de
2019.

En los últimos 18 meses, en preparación de la puesta en marcha de la


Comisión Mundial, los mandantes tripartitos de la OIT – gobiernos,
empleadores y trabajadores – han celebrado diálogos nacionales en
más de 110 países.

El trabajo de la Comisión se ha estructurado en torno a cuatro


«conversaciones del centenario»:

 Trabajo y sociedad

 Un trabajo decente para todos

 La producción y la organización del trabajo

 La gobernanza del trabajo


16 https://www.ilo.org/global/topics/future-of-work/WCMS_517566/
lang–es/index.htm, fecha de acceso 11-3-2019.

En el informe elaborado que lleva el título: “Trabajar para un futuro


más prometedor: Informe de la Comisión Mundial sobre el Futuro del
Trabajo” propone un programa para el futuro del trabajo centrado en
las personas que fortalezca el contrato social situando a los hombres,
las mujeres y al trabajo que realizan en el centro de las políticas
económicas y sociales y en la práctica empresarial.

Este programa se asienta en tres ejes de actuación que, combinados


entre sí generarían crecimiento, igualdad y sostenibilidad para las
generaciones presentes y futuras:

1. Incrementar la inversión en las capacidades de las personas

 Incrementar la inversión en las instituciones del


trabajo

 Incrementar la inversión en trabajo decente y


sostenible
Es decir, ya se están planteando las pautas sobre cómo quiere que sea
ese futuro del trabajo y el trabajo del futuro.

5. A MODO DE CONCLUSIÓN

En su constante evolución el hombre ha superado los cambios que,


inicialmente, generaron expectativas, temores, esperanzas, desafíos.

Hoy, transitando esta Cuarta Revolución Industrial se plantean nuevos


retos para un futuro que llega todos los días, en razón a la velocidad
vertiginosa de los cambios por encontrarse favorecidos y gestados por
la tecnología.

Lo digital es hoy una realidad que viene acompañado de novedosas


formas de trabajar que bajo la apariencia de figuras no laborales,
procurar evadir las normas laborales.

Adquieren una gran relevancia hoy los principios y las instituciones que
nos proporciona el Derecho del Trabajo, como disciplina tuitiva.
Sabemos que será necesaria una necesaria adecuación, aggiornamento
y creación de normas capaces de dar respuestas a los desafíos y al
impacto de la tecnología en materia laboral, con la clara meta de
alcanzar un trabajo digno e inclusivo.

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