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Monografia Sistema Europeo e Interamericano
Monografia Sistema Europeo e Interamericano
INTEGRANTES:
Los profesores Henry Steiner y Phillip Austin1 han observado lo siguiente: “El
desarrollo del sistema interamericano siguió un camino distinto del de su contraparte europea.
Aunque la estructura institucional superficialmente similar y las disposiciones normativas
son en muchos aspectos semejantes, las condiciones en las que ambos sistemas evolucionaron
fueron radicalmente diferentes. En el Consejo de Europa, los gobiernos militares y otros tipos
de autoritarismos han sido escasos y breves; mientras que en América Latina casi fueron la
norma, hasta los cambios que se iniciaron en los ochenta.
Los mayores retos que enfrenta el sistema europeo se resumen en asuntos tales como
la duración de una detención antes del juicio o qué implicancias tiene el derecho a la
privacidad
1
DÍAZ REVORIO, Francisco Javier. Jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos. Lima: Editorial Palestra. 2004; pp. 18-20
3
I. ASPECTOS CONCEPTUALES: SISTEMA Y DERECHOS HUMANOS.
Antes de empezar a estudiar los dos más importantes sistemas de protección de los
Derechos Humanos (Europeo e Interamericano), consideramos necesario detenernos en
algunos item conceptuales, que nos permitirán entender mejor su organización y ámbito de
aplicación.
Una primera cuestión, está referida a comprender por qué se utiliza el término
“sistema” para reseñarse la protección de los derechos humanos; y, un segundo punto, es
precisamente establecer – al menos someramente – qué debe entenderse por “Derechos
Humanos”; más aún cuando suele equiparársele a términos como “Derechos
Fundamentales”.
Por otro lado, a fin de establecer que debe entenderse por “derechos humanos”, y a
su vez, cuál es su diferencia con otros términos (derechos fundamentales), nos basaremos en
el criterio utilizado por Castillo Córdova3, es decir, en una perspectiva neutral. En ese sentido,
el autor señala: “Sin embargo, este no es el único grupo de términos que se suelen emplear
para hacer referencia a los derechos de la persona. Existen otras expresiones que ni a priori
ni tan claramente, suponen una alusión directa a una determinada ideología filosófica. En
2
Información obtenida de la Website: http://buscon.rae.es/draeI/. Consulta: 24/06/08.
3
CASTILLO CÓRDOVA, Luis. Los derechos constitucionales. Elementos para una teoría
general. Lima: Palestra Editores. 2005; p. 38.
4
efecto, expresiones como derechos humanos, derechos fundamentales y derechos
constitucionales, y a diferencia de las anteriormente estudiadas, están vinculadas antes que,
al discurso empleado en debates filosóficos, a la práctica jurídica y judicial. Esta situación
hace que sean expresiones menos ideologizadas que las inicialmente estudiadas y (…) más
neutrales”.
Al respecto, Pérez Luño 4señala que “se ha hecho hincapié en la propensión doctrinal
y normativa a reservar el término derechos fundamentales para designar los derechos
positivizados a nivel interno, en tanto que la fórmula derechos humanos sería la más usual
para denominar los derechos naturales positivizados en las declaraciones y convenciones
internacionales”
4
PÉREZ LUÑO, Antonio. Los derechos humanos, estado de derecho y Constitución. Sétima
edición. Madrid: Editorial Tecnos. 2001; p. 44.
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CONTEXTO HISTÓRICO Y ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA
EUROPEO E INTERAMERICANO.
3.1. ORIGEN:
En líneas generales, el origen común - tanto del sistema europeo como del sistema
interamericano - lo podemos encontrar en la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
quien en 1948 proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Este
instrumento recoge los derechos humanos considerados básicos (Civil, económico, social,
político y cultural).
5
El Consejo de Europa, establecido en 1949, es una organización política intergubernamental, con
sede permanente en Estrasburgo (Francia). Está conformado por: Comité de Ministros, Asamblea
Parlamentaria, Congreso de Poderes Locales y Regionales del Consejo de Europa, Tribunal Europeo
de Derechos Humanos y el Secretario General.
6
En el Congreso de Europa, celebrado en La Haya en mayo de 1948, surgió la idea, a iniciativa del
Comité Internacional de los Movimientos por la Unidad Europea, de instituir una Convención Europea
de Derechos Humanos, que sería aplicada por una Corte
7
Información obtenida de la Website: http://www.oas.org/Juridico/spanish/tratados/b-32.html.
6
Sin embargo, creemos que la consolidación democrática en gran parte de los Estados
Americanos es un trabajo todavía lamentablemente inacabado. Con una gran diversidad y
matices, por supuesto, encontramos que tales Estados, por lo general, han potenciado, con
mayor o menor éxito, la vertiente formal de la democracia, conformándose en gran medida
con la existencia, desarrollo y limpieza de los procesos electorales y de producción
normativas, pero no han tenido el mismo impulso, respecto de la otra cara de la moneda o
vertiente material de la democracia, referida a los contenidos democráticos y en especial el
respeto y garantía de los Derechos Humanos.
Consulta: 24/06/08.
7
se considera que la Corte es un tribunal regional internacional de protección de aquellos
derechos humanos que están incluidos tanto en la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y, también hoy en día, los derechos protegidos por el Protocolo de San Salvador
que son justiciables, que son derechos económicos, sociales y culturales, así como los que
protegen otros protocolos y documentos conexos.
8
Es verdad que un sistema con dos instancias (Comisión y Corte) posibilitaría que los
casos importantes pudiesen ser vistos dos veces. Sin embargo, los partidarios de la fusión,
alegaban que lo importante era buscar la celeridad del proceso. Postura que al parecer
finalmente ha predominado.
9
Tribunal Europeo sigue siendo “neutral en términos de género”. Su base de datos sólo
proporciona un término de búsqueda para consultar casos desde una perspectiva de género:
sexo, que, además de presentar casos de discriminación sexual, también identifica casos
relativos a transexuales. Cualquier otro asunto de especial incidencia para la mujer, como por
ejemplo la violencia doméstica o sexual, requiere un registro minucioso de la jurisprudencia
englobada en términos genéricos como «trato degradante» o «respeto a la vida familiar
La Comisión Interamericana también ha empezado a fijar el tono para una nueva fase
en el discurso de los derechos humanos internacionales en lo que respecta a la mujer. En
contraste con el Tribunal Europeo, la Comisión, a través de sus decisiones, se ha implicado
en un diálogo que está teniendo lugar entre múltiples agentes en este campo (otros tribunales
internacionales, ONG y académicos), con lo que participa activamente en la creación de un
volumen creciente de jurisprudencia internacional sobre derechos de las mujeres.
3.3. PROCEDIMIENTO:
Asimismo, debemos tener en cuenta que no todas las denuncias tienen el mismo
destino, sino que ello dependerá de los tres mecanismos de supervisión de las obligaciones
de los Estados en materia de derechos humanos: a) Los informes que cada Estado debe
proporcionar a la Comisión con la información que ésta les solicite sobre la manera en que
su derecho interno asegura la aplicación de la Convención. Tras su análisis, la Comisión
puede emitir recomendaciones al Estado. b) Comunicaciones interestatales, consistentes en
un mecanismo facultativo (tiene que ser aceptado expresamente por los Estados), y sujeto al
principio de reciprocidad (sólo podrá denunciar a un Estado otro Estado que haya aceptado
previamente la eventualidad de ser denunciado). La Comisión Interamericana examina que
las demandas cumplen los requisitos de admisibilidad, y busca una solución amistosa, que,
si se alcanza, publica mediante un informe. Si no hay solución amistosa, la Comisión o el
Estado interesado pueden enviar el asunto a la Corte para que emita una sentencia. Asimismo,
si no envía el asunto a la Corte, la Comisión puede, por mayoría absoluta, emitir su opinión
y las recomendaciones pertinentes al Estado, así como el plazo que tiene para llevarlas a
cabo. c) Comunicaciones individuales, que puede presentar cualquier persona, grupo de
personas o entidad no gubernamental, con denuncias o quejas de violaciones de la
Convención por un Estado Parte, y que siguen el mismo procedimiento que las interestatales.
Es interesante observar que, a diferencia de lo que ocurre en el sistema europeo, aquí las
comunicaciones pueden ser realizadas no sólo por las víctimas, sino también por otras
personas y organizaciones.
aunque solo desplegaba sus efectos respecto de los particulares que se encontraban
bajo la jurisdicción de un Estado parte en el mismo. Finalmente, el último eslabón en la
cadena ha sido el artículo 34° del Convenio que reconoce la legitimación activa ante el
Tribunal Europeo de cualquier particular bajo la jurisdicción de un Estado parte en el mismo.
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Villán Durán8 ha señalado: “a diferencia del sistema europeo…(la Convención Americana)
no autoriza a las víctimas individuales o sus representantes a recurrir directamente (ius
standi) ante el órgano jurisdiccional en busca de tutela para sus derechos violados, aunque
aquéllas serán consultadas por la Comisión Interamericana a la hora de decidir si se somete
el caso concreto a la Corte Interamericana. Además, una vez admitida la demanda, la víctima,
su representante o sus familiares pueden presentar ante la Corte Interamericana sus
solicitudes, argumentos y pruebas en forma autónoma durante todo el proceso. Como se
observa, esta solución reglamentaria ha reconocido el locus standi pleno el individuo ante el
órgano jurisdiccional regional interamericano para la tutela de los derechos humanos”.
Téngase en cuenta que se habla de locus standi y no de ius standi para los particulares,
lo cual dejaría una solución incompleta. En este sentido, Cancado9 ha señalado “el necesario
reconocimiento del locus standi in judicio de las presuntas víctimas (o sus representantes)
ante la Corte Interamericana constituye un avance de los más importantes, pero no
necesariamente la etapa final del perfeccionamiento. A partir de dicho locus standi, la
evolución apunta hacia el reconocimiento futuro del derecho de acceso directo de los
individuos a la Corte (ius standi) para traer un caso concreto directamente ante ella (…). En
el sistema interamericano de protección, el derecho de petición individual alcanzará su
plenitud el día ya no ante la Comisión Interamericana, sino directamente ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos”
Un tema que también diferencia al sistema europeo del interamericano está referido
8
VILLÁN DURÁN, Carla. Curso de Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Madrid:
Editorial Trotta. 2002: p. 545
9
CANCADO TRINDADE, Alberto. El acceso directo del individuo a los Tribunales
Internacionales de Derechos Humanos. Publicaciones Deusto. 2001: p. 57.
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al nivel de cumplimiento de las sentencias emitidas por los órganos de control, siendo
evidente, que en Europa hay un mayor porcentaje de acatamiento. Por el contrario, en el
sistema interamericano, se observa que hay muchos Estados que colaboran en forma retórica
con el sistema, pero en la práctica desconocen los fallos y no le brindan apoyo. De manera
más grave algunos Estados lo desafían abiertamente, erosionando su legitimidad. Perú, por
ejemplo, amenazó con retirarse del sistema; Trinidad y Tobago denunció la Convención
Americana y le retiró la competencia contenciosa a la Corte, en 1998, tras su rechazo a fallos
relativos a la administración de la pena de muerte. Más recientemente, República Dominicana
tuvo un conflicto serio por el fallo de la Corte, mientras que Venezuela ha tenido varios
problemas serios por el rol de ésta en el fallido golpe de Estado (2003). Es así que, para el
caso del sistema interamericano, se advierte una manifiesta ausencia de una cultura de
cumplimiento por parte de la gran mayoría de Estados Miembros. Para revertir esta situación,
en líneas generales, es necesario un respeto por el Derecho Internacional de los derechos
humanos y tiene que abordarse a través de la socialización de la sociedad en su conjunto. En
medida que estas conductas son internalizadas por la población, evidentemente las prácticas
mejoran. De manera más especifica, es preciso llevar a cabo reformas de los tres poderes del
Estado, sobre todo del Poder Judicial. En ese sentido, una mayor observancia de las
decisiones de los órganos del SIDH pasa por la formación de agentes del Estado, sobre todo
jueces, abogados y diplomáticos. Otra práctica tiene que ver con la promoción y difusión del
sistema a la ciudadanía, por lo menos a actores claves como funcionarios públicos,
congresistas y miembros de los partidos políticos10.
Por otro lado, hay que tomar en cuenta que, en el Sistema Interamericano, no existe
en contraste con el sistema europeo – un órgano especializado garante del seguimiento y
verificación del cumplimiento de las sentencias de su máximo tribunal. Mientras el Consejo
de Europa ha delegado esta importante función en su Comité de Ministros, el control en el
escenario latinoamericano es difuso. De acuerdo con el sentir de la misma Corte, el rol de
verificación corresponde tanto a ella misma como a la Comisión Interamericana, y en último
término, a la Asamblea General de la OEA. En este sentido, de la resolución de cumplimiento
10
FELDMANN PIETSCH, Andreas. Algunas estrategias para potenciar al Sistema Interamericano de
Derechos Humanos. En: El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos y los
Países Andinos. Lima: Comisión Andina de Juristas. 2006; pp.41 – 56.
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del caso BAENA, se desprende que existe un sistema de control no solo complejo por la
delegación de responsabilidades que supone, sino también por la falta de poder persuasivo
frente a los estados
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CONCLUSIONES:
2. El examen comparado de los dos sistemas revela semejanzas y diferencias. Entre las
primeras figuras la instauración de un sistema de garantía colectiva. Se aprecia, sin
embargo, algunas diferencias en orden a la concepción del rol que el modelo de
sociedad democrática desempeña en uno y otro sistema de protección, de manera que
parecería haber sido expreso deseo de los redactores del Convenio Europeo hace
indisociable las restricciones permitidas en el ejercicio de algunos derechos y libertades
reconocidos con un régimen jurídico verdaderamente democrático.
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Bibliografía
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