Informe

Estudio experimental de una estructura de hormigón reforzado prefabricado resistente a

múltiples peligros
El concreto reforzado es el más usado y común para las estructuras. Generalmente se hace un
análisis sísmico el cual va enfocado en resistir las fuerzas laterales, y un diseño de colapso para
conocer la resistencia a carga vertical inducida por un fallo. Estos se realizan de manera
individual. Sin embargo, el considerarlos individualmente puede conducir a un rendimiento
estructural indeseable y a un desperdicio de materiales de construcción.
Se propone en este estudio un hormigón prefabricado resistente a diferentes amenazas que
satisfacen las demandas del diseño sísmico y de colapso progresivo. Con el fin de demostrar que
estos prefabricados cumplen de igual manera con los requisitos de diseño, así como una
estructura de concreto reforzado, y de demostrar que es efectivo ante amenazas.
Se sabe que lo que más afecta a las estructuras de concreto reforzado son el sismo y el colapso
progresivo, amenazando con la seguridad y el desempeño de la estructura. Dentro del colapso
progresivo están los fallos locales, que pueden ser una explosión, un incendio o una sobre carga.
Las estructuras de concreto reforzado tienen incorporado componentes de alto desempeño para
el control de la distribución del daño, deformaciones y la rehabilitación post sismo. Así que
primero para analizar bien el comportamiento de las estructuras se hizo un test de disipación de
energía para un diseño de concreto reforzado.
Los resultados experimentales indicaron que las uniones del marco sufrieron pequeñas
deformaciones residuales y mostraron daños menores bajo una acción sísmica, pero si se
juntaba con el diseño de colapso, los elementos sufrían más
Para compararlo con el prefabricado, a éste se le añadió ángulos de acero que disipan energía y
placas de corte que satisfacen el diseño sísmico y de colapso progresivo. El uso de placas y
ángulos de acero facilita las conexiones entre las vigas y las columnas sin recurrir a la
soldadura.
Entonces se realizaron pruebas donde se consideraron tres diseños, un concreto reforzado
convencional, uno concreto reforzado diseñado a colapso, y uno del prefabricado reforzado
recientemente propuesto. Los tres casos se someten a esfuerzos especiales para evaluar su
desempeño como diseño ante un sismo y colapso, y para comparar las resistencias de los tres
diseños propuestos.
Respecto a la acción sísmica, se llegó a concluir que la estructura con prefabricado tiene una
capacidad favorable y tienen un menor daño post sismo, además de ser de fácil reparación,
además que, durante el escenario sísmico, actuó mejor que si no estuviera el prefabricado.
Para verificar la amenaza de sismo y colapso, se hizo un prototipo de estructura para un sismo
con periodo de retorno de 50 años con probabilidad de excedencia del 10 por ciento,
identificando entonces la resistencia al sismo, las deformaciones, derivas y el colapso
progresivo de estas estructuras.
Para el test sísmico se contempló un análisis, verificando, bajo la incertidumbre del sismo, a
diferentes ángulos, y conocer la respuesta de la estructura.
Para el test de colapso progresivo se hizo en un escenario “sin columnas” para estudiar el
colapso y ver que pasaba con el prefabricado y, además se consideró también un escenario de
eliminación de columnas medias, y se hizo de manera bidireccional.
Se concluye finalmente que la influencia del diseño del colapso progresivo en el desempeño
sísmico de las estructuras de concreto reforzado es importante, pues se deben evaluar en
simultaneo y no individualmente. El involucrar ambas permite que haya un mejoramiento en la
resistencia de los elementos, sin embargo, las vigas podrían llegar a estar sobre esforzadas
cuando se incluye el diseño de colapso, implicando daños a los apoyos y a las columnas
llevando a un caso desfavorable de viga fuerte y columna débil.
El test sísmico revela que el prefabricado tiene deformaciones más pequeñas y un menor daño
de la estructura comparada a las demás estructuras. Además de que muestra que el prefabricado
puede recuperarse y mantenerse estable ante un evento sísmico y el test de colapso progresivo
muestra que el prefabricado, fue conducido eficientemente. Tiene una resistencia al colapso más
grande que las de concreto reforzado ya que aprovecha bien la distribución de las cargas.