MI DULCE HOGAR, UN SUEÑO CUMPLIDO

Erase una vez en una ciudad muy lejana, donde la esperanza de muchos soñadores
se iba acabando cuando su angelito de la guarda Mainardy quien era cuidadora de un
hogar geriátrico empieza a tener complicaciones de salud esto la deprimió bastante
ya que tenía que distanciarse de sus niños y niñas, luego de unos largos meses los
niños se encontraban en una preocupante situación, sus compañeros de trabajo
descuidaron a los abuelitos acción que se ve reflejada en un mal trabajo de
desinterés por ende nadie les brindaba amor y cuidado como la señora Mainery que
siempre estaba al pendiente de ellos,viendo todo este problema y la falta de apoyo
de las personas que trabajaban tenía que buscar una solución inmediata para no
perder su trabajo y no alejarse de sus niños, así fue como pasaron los días y las
soluciones se agotaban, pero un dia sin imaginarlo y sin perder la esperanza de salir
adelante su esposo que era su mano derecha y que la ayudaba en realizar sus sueños
le comento de un dinero que podía ser el comienzo de este grandioso sueño, así que
se fueron a buscar una casa para empezar su nuevo hogar, de tanto buscar
encontraron una en el barrio 12 de octubre, era una casa perfecta para ella su familia
fundación, la dueña de la casa acepto y le dio un contrato de 3 meses, en ese
momento la señora Mainery no podía de la alegría, y así de una vez se fueron a
trastear ubicando a cada uno y recogiendo a sus niños para comenzar su nuevo
hogar. en su comienzo solo tenían 4 platicos, se turnaban los platicos para que
comieran todos y se sentaban en el piso porque no habían sillas, hablando con gente
bondadosa una señora les donaba la panela, una cubeta de huevos, harina y una libra
de mantequillas. las demás personas de la ciudad se enteraron de la fundación y
comenzaron a llamar, la señora Mainery iba a visitar la situación de estos abuelitos
en condiciones precarias que daban tristeza y ganas de llorar, y sin poder acoger a
cada uno de ellos, lo único que hacía doña Mainardy era orar con sus 5 niños ellos
eran Isabella Caicedo Godoy, Juan Gonzalez, Josefina Moncada, Jose Hilario Mora
y Salomón Fajardo para que le dieran una nueva casita y así acoger a más niños para
crecer como fundación. su esposo un dia en la tarde la llamó para darle una buena
noticia, diciéndole que le habían dado un bono y que podía comprar una mejor
estufa y el resto para hacer mercadito, la señora Mainery toda feliz realizo sus
compras, y así se sustentaba por algunas semana, por ayuda de su esposo o por
medio de donaciones.
Pasaron los dÍas y la señora Mainardy seguía muy delicada de salud, ya se iba a
llegar el dia de pegar el arriendo y no tenían ni un peso, ella tuvo que ir a la clínica
Meta y estando allá recostada en un poste, vio al ángel de la guarda, era una persona
que siempre iba y llevaba buenas donaciones al hogar donde ella trabajaba, jamás
había dicho el nombre, ni dado el teléfono, se saludaron, hablaron y ella le contó por
todo lo que han pasado, él le pidió que le regalara el número, y la dirección del
hogar, y al otro dia el la llamo, y el señor llegó con dos carros llenos de mercado y
les ayudo con lo del arriendo, la señora Mai se sintió muy feliz y agradecida con
Dios.