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BOLILLA 14

Las penas

1-Penas

Es la disminución o privación de un bien jurídico que debe sufrir el autor de un


delito como consecuencia de su responsabilidad por haberlo cometido.

Es una especie de consecuencia jurídica que caracteriza al Derecho Penal. Es


un mal con el que amenaza para quien realice una conducta delictiva.

Los fundamentos de las penas se conforman con las razones que hacen justo,
o justificado, o aceptable moral y/o políticamente que a la violencia ilegal
representada por el delito se añada esa segunda violencia legal puesta en
práctica con la pena.

En cambio, son fines o funciones suyas, los propósitos que el acto punitivo
pueda y deba tener frente al reo y la colectividad.

Se advierte que como la sanción constituye la respuesta más característica del


derecho penal, sus fundamentos y fines se encuentran estrechamente
relacionados con los del propio derecho penal.

Las principales elaboraciones referidas a los fundamentos y a la función de la


pena, se enmarcan dentro de las llamadas: a) Teorías absolutas o retributivas;
b) Teorías relativas o preventivas (trátese de prevención general o de
prevención especial); y c) Teorías mixtas, resultantes de combinaciones de las
dos anteriores.

a) Teorías absolutas (escuela clásica): la pena tiene un fin en sí mismo, y


la concibe como un castigo al reo, basándose en su libre albedrío,
porque al poseer capacidad de autodeterminación pudo haberse
motivado por la norma, y en cambio decide violarla. Esta teoría se
subdivide en:

- Teoría de la reparación: se impone el mal como modo de reparación


de la voluntad criminal, y considera que lo malo del delito no está en
el resultado, sino en la voluntad de delincuente que es fuente
productora del delito.
- Teoría de la retribución: retribuye el mal, semejante a lo que ocurría
con la Ley del Talión.
A diferencia de la teoría de la reparación, esta si considera que lo
malo es el resultado del delito, entonces la pena no es una
reparación, porque el daño es irreparable, sino que se basa en la
justa retribución, en la justicia. Al delincuente se lo retribuye con un
daño sin importar si la pena es útil y eficaz.

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b) Teorías relativas (escuela positivista): la función de la pena es prevenir
nuevos delitos, por lo que se basa en la utilidad (no en el castigo). Es útil
si sirve para prevenir futuros delitos.
El objetivo de prevenir puede perseguirse dirigiéndose a toda la
comunidad (prevención general) o solo al autor del delito (prevención
especial).

- Prevención general negativa: opera hacia la comunidad como


coacción psicológica.
- Prevención general positiva: opera hacia la comunidad demostrando
la inviolabilidad del ordenamiento jurídico y reforzando la confianza
de la comunidad en la justicia.
- Prevención especial negativa: opera hacia el sujeto para evitar que
reincida (coacción psíquica).
- Prevención especial positiva: opera hacia el sujeto con el fin de
resocializarlo.

c) Teorías mixtas (o de la unión): sostienen que la pena para ser legítima


debe ser justa (retribución del daño) y útil (servir para prevenir).
Justifican entonces la pena en su capacidad de castigar y prevenir al
mismo tiempo.

 Penas previstas por el Código Penal:

Artículo 5: Las penas que este Código establece son las siguientes: reclusión,
prisión, multa e inhabilitación.

No obstante, la evolución del Derecho Penal fue introduciendo un proceso de


humanización de los sistemas punitivos que ha ido atenuando sus modos de
castigo, y como respuesta a las negativas experiencias que a veces deja el
encierro o la privación de la libertad ambulatorias, se introdujeron nuevas
alternativas.

 Alternativas:

a) Libertad condicional: cese anticipado del encierro para quien cumplió


gran parte de la pena.
b) Condena de ejecución condicional: forma de evitar el cumplimiento
efectivo.
c) Suspensión del juicio a prueba: suspende el procedimiento antes de la
sentencia firme.
d) Regímenes de semi-libertad: encierro parcial, en el cual el reo puede
estudiar y volver cada día a la cárcel.
e) Trabajos comunitarios.
f) Prisión y arresto domiciliario.

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g) Prisión de “fin de semana”.

 Calificación de las penas:

1) Por su naturaleza: teniendo en cuenta el bien jurídico afectado por la


sanción, pueden ser:

a) Penas privativas de la libertad: afectan la libertad ambulatoria


(prisión, reclusión).
b) Penas pecuniarias: son la multa y el decomiso. La multa puede ser
principal pero el decomiso siempre será accesorio.
c) Penas impeditivas: importan la pérdida o suspensión de un empleo,
cargo, derecho o profesión (inhabilitación absoluta o especial).
d) Penas humillantes: afectan el honor del condenado (retractación:
desdecirse verbalmente de lo que ha escrito o publicado. Es una
causal de extinción de la pena para delitos de injurias y calumnias).

2) Por la forma en que están conminadas por la ley:


a) Conjuntas: cuando se imponen acumulativamente dos clases de
penas (prisión + inhabilitación especial).
b) Alternativas: no son acumulativas, se opta por una o por otra (multa +
inhabilitación especial o prisión).

3) Por su importancia:
a) Principales: se aplican de forma autónoma, por si solas. Es la regla.
b) Accesorias: su aplicación está subordinada a una pena principal. (art.
12: La reclusión y la prisión por más de tres años llevan como
inherente la inhabilitación absoluta/ Decomiso, siempre accesorio de
otra pena).

4) Por su divisibilidad o duración:


a) Indivisibles o perpetuas: no tienen margen alguno de tasación por la
forma en la que la ley la dispone (penas perpetuas).
b) Divisibles o temporales: permiten ser graduadas entre distintas
magnitudes, observando los mínimos y máximos fijados en el tipo
penal.

2-Penas privativas de la libertad

La reclusión y la prisión constituyen las únicas penas de encarcelamiento


vigentes. Esencialmente consisten en la privación de la libertad ambulatoria del
condenado mediante su internación en un establecimiento cerrado, en el cual
debe permanecer durante el tiempo que la sentencia determine.

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Las diferencias entre ambas sanciones proviene de la antigua división entre
crímenes y delitos. Mientras la reclusión se aplicaba a los primeros y revestía
carácter infamante (quitaba la fama, la reputación, privaba del honor), la prisión
se reservaba a los delitos y se satisfacía con el encarcelamiento. Luego, la
reclusión nació como una pena más gravosa que la prisión.

Pero la forma de cumplimiento de ambas clases de sanción privativa de la


libertad se encuentra equiparada por la ley de ejecución penitenciaria 24.660.
En ese sentido, su art. 8 prescribe que las únicas diferencias en la ejecución
obedecerán al tratamiento individualizado; y el 57, que los penados se llamarán
“internos”, sin importan la clase de sanción que cumplan.

Sin embargo, aún subsisten algunos institutos, ajenos a la forma de


cumplimiento del encierro, que determinan que la reclusión siga siendo una
pena más severa que la de prisión. Esas diferencias se advierten en:

a) Detención domiciliaria: solo resulta aplicable para el condenado a pena


de prisión que no exceda de seis meses y siempre que se trate de
mujeres honestas o personas mayores de sesenta años o valetudinarias.
No debe confundirse con la prisión domiciliaria, en la que no se hace
diferencia entre condenados a prisión o reclusión.
b) Libertad condicional: para ejercer este derecho se exige, en caso de
condenas privativas de la libertad de tres años o menos, que el penado
haya cumplido un año si la pena es de reclusión, mientras que si es de
prisión, solo necesita cumplir un encierro de ocho meses.
c) Condena de ejecución condicional: este beneficio puede ser otorgado
facultativamente por el tribunal en los casos de primera condena a pena
de prisión que no exceda de tres años; no así para la pena de reclusión.
d) Computo de la prisión preventiva: establece que el tiempo durante el
cual el condenado estuvo encerrado por prisión preventiva antes de la
sentencia, debe computarse a los fines del cumplimiento de la pena
impuesta en la condena que lo declare culpable del delito.
e) Delitos tentados: el art. 44 del C.P establece que en caso de tentativa de
un delito previsto con una sanción de reclusión perpetua, la pena será
de reclusión de quince a veinte años, mientras que si la pena es de
prisión perpetua, la sanción será de prisión de diez a quince años. Es
decir, el condenado a reclusión sufrirá una pena mayor.
f) Cómplices no necesarios: en los casos de participación criminal, el art.
46 prescribe diferencias idénticas a las señaladas en el apartado
precedente, para los cómplices no necesarios.

 El computo de la prisión preventiva, concepto, sistemas:

Mientras que la pena privativa de la libertad es la impuesta como consecuencia


jurídica de un delito, la prisión preventiva consiste en una restricción

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excepcional de la libertad ambulatoria de un individuo sometido a proceso que
aun ni ha sido condenado ni declarado culpable, a los fines de posibilitar la
aplicación de la ley penal sustantiva.

El art. 24 del C.P prescribe las equivalencias que deben tenerse en cuenta para
que en caso de condena, se compute el tiempo cumplido en prisión preventiva
como parte del cumplimiento de la pena impuesta. A tal fin, deberá entenderse
por prisión preventiva, no solo al encierro cautelar dispuesto desde el día en
que procesalmente ha sido ordenada por el juez, sino también, al transcurrido
desde el día en que el condenado fue privado de su libertad por la comisión del
delito por el cual fue condenado.

Con relación a la forma en que deben realizarse aquellas equivalencias, el art.


24 establece que se computaran por dos días de prisión preventiva, uno de
reclusión, y por un día de prisión preventiva, uno de prisión o dos de
inhabilitación o la cantidad de multa que el Tribunal fijase entre treinta y cinco
pesos y ciento setenta y cinco pesos.

Pero la ley 24.390 establece que la prisión preventiva no podrá durar más de
dos años sin que se haya dictado sentencia. No obstante, cuando la cantidad
de los delitos atribuidos al procesado o la evidente complejidad de la causa
hayan impedido el dictado de la misma en el plazo indicado, éste podrá
prorrogarse por un año más. Los plazos previstos en el artículo precedente no
se computarán a los efectos de esta ley, cuando los mismos se cumplieren
después de haberse dictado sentencia condenatoria, aunque la misma no se
encontrare firme.

- Artículo 24:

La prisión preventiva se computará así: por dos días de prisión preventiva, uno
de reclusión; por un día de prisión preventiva, uno de prisión o dos de
inhabilitación o la cantidad de multa que el tribunal fijase entre pesos treinta y
cinco y pesos ciento setenta y cinco.

- Ley 24.390 y 25.430:

Ley 24.390
PLAZOS DE PRISIÓN PREVENTIVA
Sancionada: Noviembre 2 de 1994. 
Promulgada de Hecho: Noviembre 21 de 1994.
El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en
Congreso, etc., sancionan con fuerza de Ley:
PLAZOS DE PRISION PREVENTIVA

ARTICULO 1º-La prisión preventiva no podrá ser superior a dos años. No


obstante, cuando la cantidad de los delitos atribuidos al procesado o la
evidente complejidad de las causas hayan impedido la finalización del proceso

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en el plazo indicado, ésta podrá prorrogarse un año más por resolución
fundada que deberá comunicarse de inmediato al tribunal de apelación que
correspondiese para su debido contralor.

ARTICULO 2º-Los plazos previstos en el artículo precedente serán prorrogados


por seis meses más cuando los mismos se cumpliesen mediando sentencia
condenatoria y ésta no se encontrare firme.

ARTICULO 3º-El Ministerio Público podrá oponerse a la libertad del imputado


cuando entendiera que existieron de parte de la defensa articulaciones
manifiestamente dilatorias y el tribunal deberá resolver la cuestión dentro del
plazo de cinco días.
En las causas que se inicien a partir de la vigencia de la presente ley, el
Ministerio Público solamente podrá formular aquella impugnación si se hubiese
opuesto por el carácter dilatorio de la articulación de que se trate, en la
oportunidad de tomar conocimiento de la misma.

ARTICULO 4º-No mediando oposición o cuando ésta fuese rechazada el


imputado recuperará la libertad bajo la caución que el tribunal determine.
Si la oposición fuese aceptada, no se computarán las demoras causadas por
aquellas articulaciones.

ARTICULO 5º-En el acto de prestar la caución el imputado deberá fijar


domicilio, denunciando el real y las circunstancias de trabajo que pudieren
imponerle la necesidad de ausentarse por más de veinticuatro horas, lo que no
podrá ser alterado sin autorización del tribunal. 
Además, el tribunal establecerá las reglas de conducta que deberá cumplir el
imputado conforme las previsiones del artículo 27 bis del Código Penal y que
resultaren compatibles con su situación procesal.

ARTICULO 6º-El auto que dispuso la libertad será revocado cuando el


imputado no cumpla con las reglas que se le impusieren o no compareciere al
llamado del tribunal sin causa justificada. En todos los casos, previamente, el
tribunal fijará un término no superior a los quince días para que el imputado
cumpla con sus obligaciones con el apercibimiento de revocación.

ARTICULO 7º-Transcurrido el plazo de dos años previsto en el artículo 1, se


computará por un día de prisión preventiva dos de prisión o uno de reclusión.

ARTICULO 8º-Modifícase el artículo 24 del Código Penal para los casos


comprendidos en esta ley.

ARTICULO 9º-La presente ley es reglamentaria del artículo 7, punto 5, de la


Convención Americana sobre Derechos Humanos.

ARTICULO 10º-Quedan expresamente excluidos de los alcances de la


presente ley los imputados por el delito previsto en el artículo 7 de la ley 23.737

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y aquellos a quienes resultaren aplicables las agravantes previstas en el
artículo 11 de la misma ley.

ARTICULO 11º-Comuníquese al Poder Ejecutivo.- Alberto Pierri.- Oraldo


Britos.- Juan Estrada.- Edgardo Piuzzi.

Ley 25.430
Modificase la Ley N° 24.390. Plazos de la prisión preventiva. Prórroga de la
misma por resolución fundada. Facultades del Ministerio público. Alcances.
Sancionada: Mayo 9 de 2001.
Promulgada parcialmente: Mayo 30 de 2001
Publicada B.O.: Junio 1 de 2001

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en


Congreso, etc. sancionan con fuerza de Ley:

ARTICULO 1° - Sustitúyase el artículo 1° de la ley 24.390, por el siguiente:


Artículo 1°- La prisión preventiva no podrá ser superior a dos años, sin que se
haya dictado sentencia. No obstante, cuando la cantidad de los delitos
atribuidos el procesado o la evidente complejidad de la causa hayan impedido
el dictado de la misma en el plazo indicado, éste podrá prorrogarse por un año
más, por resolución fundada, que deberá comunicarse de inmediato al tribunal
superior que correspondiere, para su debido contralor.

ARTICULO 2°- Sustitúyese el artículo 2° de la ley 24.390, por el siguiente:


Artículo 2°- Los plazos previstos en el artículo precedente no se computarán a
los efectos de esta ley, cuando los mismos se cumplieren después de haberse
dictado sentencia condenatoria, aunque la misma no se encontrare firme.

ARTICULO 3°- Sustitúyese el artículo 3° de la ley 24.390, por el siguiente:


Artículo 3°- El Ministerio Público podrá oponerse a la libertad del imputado por
la especial gravedad del delito que le fuere atribuido, o cuando entendiera que
concurre alguna de las circunstancias previstas en el artículo 319 del Código
Procesal Penal de la Nación, o que existieron articulaciones manifiestamente
dilatorias de parte de la defensa.

ARTICULO 4°- Sustitúyese el artículo 4° de la ley 24.390, por el siguiente:


Artículo 4°- Si la oposición fundada en la última circunstancia mencionada en el
artículo anterior fuere aceptada, las demoras causadas por las articulaciones
objetadas no serán computadas.
No mediando oposición alguna o cuando éstas fueren rechazadas, él tribunal
podrá poner en libertad al procesado, bajo la caución que considere adecuada.
La cuestión deberá ser resuelta en el plazo de cinco días y los recursos que se
interpongan contra la resolución que acuerde la libertad al detenido, por
aplicación de la presente ley, tendrán efecto suspensivo.

ARTICULO 5°- Deróguense los artículos 7° y 8° de la ley 24.390.

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ARTICULO 6°- Sustitúyese el artículo 9° de la ley 24.390, por el siguiente:
Artículo 9°- Cuando un procesado permaneciere dos años privado de su
libertad, sin que se haya dictado sentencia a su respecto, el tribunal
interviniente tiene la obligación de informar en el plazo perentorio de 48 horas
al Consejo de la Magistratura los siguientes datos:
- Número de causa, carátula, lecha de iniciación, tribunal de radicación, fiscales
intervinientes, y todo otro dato que se considere de interés;
- Objeto de la investigación;
- Identificación del o de los procesados;
- Fecha de la detención;
- Estado de la causa;
- Razones por las cuales no se llegó a dictar sentencia.
Cuando un procesado sobre el que se hubiere informado en virtud de lo
dispuesto por este artículo cesara de cumplir prisión preventiva, el tribunal
deberá confeccionar de inmediato un formulario para informar de ello y de los
motivos de su liberación, al Consejo de la Magistratura.
La omisión o retardo de estos informes se considerará falta grave.
El Consejo de la Magistratura deberá:
a) Confeccionar un registro de los procesados que se encuentren cumpliendo
prisión preventiva superior a los dos años y de los que hayan recuperado su
libertad por imperio de esta ley;
b) Hacer público anualmente un informe con los datos insertos en el registro
referido precedentemente;
c) Diseñar los formularios que contengan la información a que se refiere este
artículo.
Este Registro será público.

ARTICULO 7°- Sustitúyese el artículo 10 de la ley 24.390, por el siguiente:


Articulo 10.- La presente ley es reglamentaria del artículo 7°, punto 5°, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos e integra el Código Procesal
Penal de la Nación.

ARTICULO 8°- Sustitúyese el artículo 11 de la ley 24.390, por el siguiente:


Artículo 11- Quedan expresamente excluidos de los alcances de la presente ley
los imputados por el delito previsto en el artículo 7° de la ley 23.737 y aquéllos
a quienes resultaren aplicables las agravantes previstas en el artículo 11 de
esa misma ley.

ARTICULO 9° - Comuníquese al Poder Ejecutivo.

DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN


BUENOS AIRES, EL 9 DE MAYO DE 2001.
REGISTRADO BAJO EL N° 25.430

Decreto 708/2001
Bs. As., 30/5/2001

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VISTO el Proyecto de Ley Nº 25.430, sancionado por el HONORABLE
CONGRESO DE LA NACIÓN el 9 de mayo de 2001, y
CONSIDERANDO:
Que por el Proyecto de Ley citado en el Visto, se introducen diversas
modificaciones a la Ley Nº 24.390 que fija los plazos de la prisión preventiva.
Que por otra parte se deroga el artículo 7º de la citada Ley que establece que
transcurrido el plazo de DOS (2) años de prisión preventiva, se computa por
UN (1) día de prisión preventiva DOS (2) de prisión o UNO (1) de reclusión.
Que el artículo 6º del Proyecto de Ley sancionado, sustituye el artículo 9º de la
Ley Nº 24.390 estableciendo que cuando un procesado permaneciera DOS (2)
años privado de su libertad, sin que se haya dictado sentencia a su respecto, o
cuando un procesado cesara de cumplir prisión preventiva, el tribunal
interviniente tiene la obligación de informar diversos datos al CONSEJO DE LA
MAGISTRATURA, siendo la omisión o retardo de estos informes considerado
como falta grave.
Que dicha norma excede las incumbencias del CONSEJO DE LA
MAGISTRATURA, tal como ha sido concebido por el artículo 114 y siguientes
de la CONSTITUCIÓN NACIONAL y reglamentado por la Ley Nº 24.937 y
modificatoria.
Que la eficaz prestación del servicio de justicia y particularmente el contralor
del cumplimiento de las normas procesales y reglamentarias, ha sido conferido,
por el Proyecto de Ley sancionado (artículo 1º), al tribunal superior del juez de
la causa.
Que en consecuencia, resulta redundante atribuir idéntica actividad a un
órgano, que si bien integra el PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN, no puede
exceder las competencias que le asigna el artículo 114 de la CONSTITUCIÓN
NACIONAL.
Que la fijación de un plazo perentorio para el informe y la elevación de datos
circunstanciados de la motivación de las resoluciones judiciales de una causa
en trámite exceden el propósito plausible del informe que se requiere.
Qué asimismo, resulta inadecuado calificar ex lege la omisión o retardo de este
informe, con la calificación de "falta grave", conllevando en forma automática la
posibilidad de aplicación de sanciones de plano.
Que, a más de ello, resulta excesivo en una ley reglamentaria de pactos
internacionales incorporados al plexo normativo constitucional, este rígido
contralor del PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN sin extenderlo a los Tribunales
Provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Que la supresión de las locuciones que se observan, coloca la información en
su justo límite de relevamiento estadístico, a fin de que el CONSEJO DE LA
MAGISTRATURA pueda proponer las modificaciones estructurales o
legislativas que estime convenientes para la más expeditiva tramitación de las
causas.
Que la presente medida no altera el espíritu ni la unidad de la norma
sancionada por el HONORABLE CONGRESO DE LA NACIÓN y se dicta en

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ejercicio de las facultades conferidas por el artículo 80 de la CONSTITUCIÓN
NACIONAL.
Por ello,
EL PRESIDENTE DE LA NACIÓN ARGENTINA EN ACUERDO GENERAL DE
MINISTROS DECRETA:
Artículo 1º - Obsérvense en el artículo 6º del Proyecto de Ley registrado bajo el
Nº 25.430, que sustituye el artículo 9º de la Ley Nº 24.390, las siguientes
expresiones:”. En el plazo perentorio de 48 horas."; "Razones por las cuales no
se llegó a dictar sentencia"; ".y de los motivos de su liberación."; "La omisión o
retardo de estos informes se considerará falta grave".

Artículo 2º - Con las salvedades establecidas en el artículo precedente,


cúmplase, promúlgase y téngase por Ley de la Nación el Proyecto de Ley
registrado bajo el Nº 25.430.

Artículo 3º - Dese cuenta al HONORABLE CONGRESO DE LA NACION.

Artículo 4º - Comuníquese, publíquese, dese a la Dirección Nacional del


Registro Oficial y archívese.

3-Multa

Es la única pena pecuniaria principal legislada en nuestro C.P. Puede


presentarse como pena exclusiva, conjunta con la de prisión, con la de
inhabilitación absoluta o con la de inhabilitación especial; o alternativa a la de
prisión. Consiste en el pago de una suma de dinero al Estado, impuesta bajo la
forma de retribución por el delito cometido. En la actualidad, su tratamiento ha
cobrado gran interés debido a su posibilidad de substituir, con eficacia, muchas
penas privativas de la libertad de corta duración. Pero no se trata del
reemplazo adecuado para todos los casos.

La multa penal solo incide sobre el condenado y no tiene relación alguna con la
entidad de ese daño, a la vez que se encuentra sujeta a los principios de
personalidad de la pena (solo pesa sobre el condenado cuya muerte extingue
la pena y no se traslada a sus herederos) y de no confiscatoriedad.

El artículo 21 del C.P prescribe que además de las pautas habituales de


mensuración previstas por los artículos 40 y 41, deberá ponderarse la situación
económica del penado. Asimismo, el tribunal podrá autorizar el pago de la
multa en cuotas cuando así lo pida el condenado. En ese caso, tanto los
montos como los plazos podrán ser fijados libremente por el juez teniendo en
cuenta su condición económica.

Por otra parte, el cumplimiento de la multa exige una actividad por parte del
condenado, a la que éste puede resistirse. Por esa razón, se contempla la
posibilidad del “cobro compulsivo”. Es decir, de hacer efectivo el monto de la

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multa sobre bienes, sueldos u otras entradas del condenado, con excepción de
las entradas que correspondan a la prestación de alimentos.

En otro sentido, el artículo 21 autoriza, en ciertos casos, que la pena se puede


tener por cumplida sin que el condenado haya pagado la multa o que haya sido
hecha efectiva sobre sus bienes. Es decir, se permiten formas sustitutivas para
el cumplimiento.

Puede tratarse de la “amortización con trabajo en libertad”, para imputar el


valor de su retribución al pago de la multa.

Pero cuando el condenado no paga la multa y fracasan todos los


procedimientos enumerados (pago en cuotas, amortización con trabajo, cobro
compulsivo), deviene la “conversión de la pena de multa en pena de prisión”.

El cómputo para la conversión se hará siguiendo lo dispuesto por el artículo 24


para el cómputo de la prisión preventiva. De modo que un día de prisión
equivaldrá a la cantidad de multa que el tribunal fije entre el mínimo y el
máximo previsto por la ley, aunque la conversión no podrá superar en ningún
caso el año y medio de prisión y si así sucediera, quedará reducida a ese
máximo.

 La multa complementaria. Animo de lucro:

Opera como circunstancia genérica de agravación. Se encuentra prevista por el


artículo 22 bis, que autoriza al tribunal, en caso de delitos reprimidos con penas
privativas de la libertad, a imponer una pena de multa no prevista por la figura o
contemplada en forma alternativa con la de encierro, cuando el delito haya sido
cometido con ánimo de lucro.

En estos casos la multa se impondrá en forma conjunta con la específica o con


la alternativa prevista por la figura penal, según sea el caso. Sin embargo,
cuando la multa no haya sido prevista en forma alternativa, la complementaria
no podrá superar la suma de pesos noventa mil.

El autor debe haber obrado con ánimo de lucro, es decir, con la idea de obtener
algún provecho o beneficio económico, aun cuando no haya sido ese el móvil
exclusivo.

 Sistema de los días multa:

Se trata de un modo de conminar la pena de multa que, lamentablemente, no


ha sido receptado por nuestro ordenamiento penal. Fue parte de la propuesta
de reforma del C.P del año 1960.

Su virtud, consiste en su eficacia para asegurar la proporcionalidad entre la


multa y la capacidad económica, permitiendo equilibrar de manera más
equitativa el impacto punitivo de la multa para pobres y ricos, al permitir una

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mejor consideración de las desigualdades emergentes de distintos estados
patrimoniales.

Su punto de partida radica en la conminación en abstracto de la sanción,


mediante la previsión de un mínimo y un máximo de “días-multa”. El momento
de aplicación se divide en dos etapas. Una primera, en la que el tribunal deberá
individualizar entre el mínimo y el máximo, el número de “días-multa” que
corresponda imponer de acuerdo con los criterios habituales de mensuración. Y
una segunda, en la que cumplimentado lo anterior, se precisa el valor que
corresponda a cada día-multa, teniendo en cuenta la situación económica de
quien deba sufrir la pena. De manera que el monto asciende de cada unidad de
multa no se conoce hasta que no se pondera la situación económica del
condenado.

Artículo 21: La multa obligará al reo a pagar la cantidad de dinero que


determinare la sentencia, teniendo en cuenta además de las causas generales
del artículo 40, la situación económica del penado.
Si el reo no pagare la multa en el término que fije la sentencia, sufrirá prisión
que no excederá de año y medio.
El tribunal, antes de transformar la multa en la prisión correspondiente,
procurará la satisfacción de la primera, haciéndola efectiva sobre
los bienes, sueldos u otras entradas del condenado. Podrá autorizarse al
condenado a amortizar la pena pecuniaria, mediante el trabajo libre, siempre
que se presente ocasión para ello.
También se podrá autorizar al condenado a pagar la multa por cuotas. El
tribunal fijará el monto y la fecha de los pagos, según la condición económica la
del condenado.

Artículo 22: En cualquier tiempo que se satisficiera la multa, el reo quedará en


libertad.
Del importe se descontará, de acuerdo con las reglas establecidas para el
cómputo de la prisión preventiva, la parte proporcional al tiempo de detención
que hubiere sufrido.

Artículo 22 bis: Si el hecho ha sido cometido con ánimo de lucro, podrá


agregarse a la pena privativa de libertad una multa, aun cuando no esté
especialmente prevista o lo esté sólo en forma alternativa con aquélla. Cuando
no esté prevista, la multa no podrá exceder de noventa mil pesos.

4-Inhabilitación

La pena de inhabilitación es aquella sanción de carácter impeditivo consistente


en la imposición de una incapacidad con relación a determinadas esferas del
derecho.

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Nuestro ordenamiento positivo la presenta como la pena más leve de las
previstas, pero no parece que ello se compadezca con lo que muchas veces
trae aparejada su imposición (ejemplo: para un médico que vive de su
profesión, generalmente será más grave el impedimento de ejercerla, que
pagar una multa).

La inhabilitación puede ser absoluta o especial. A su vez, las penas de


inhabilitación pueden encontrarse previstas como penas principales o
accesorias. En el primer caso, en forma exclusiva o con otras clases de
sanción, conjunta; o alternativamente. Además, la pena de inhabilitación puede
ser perpetua o temporal.

 Inhabilitación absoluta:

Artículo 19: La inhabilitación absoluta importa:


1º. La privación del empleo o cargo público que ejercía el
penado aunque provenga de elección popular;
2º. La privación del derecho electoral;
3º. La incapacidad para obtener cargos, empleos y comisiones públicas;
4º. La suspensión del goce de toda jubilación, pensión o retiro, civil o militar,
cuyo importe será percibido por los parientes que tengan derecho a pensión.
El tribunal podrá disponer, por razones de carácter asistencial, que la víctima o
los deudos que estaban a su cargo concurran hasta la mitad de dicho importe,
o que lo perciban en su totalidad, cuando el penado no tuviere parientes con
derecho a pensión, en ambos casos hasta integrar el monto de las
indemnizaciones fijadas.

Como la inhabilitación absoluta no significa una incapacidad total sino solo la


privación de las capacidades enumeradas, y en ellas no quedan comprendidas
la de inhabilitación especial, ambas podrán imponerse simultáneamente. Por
otra parte, su ejecución comenzará desde el momento mismo en que la
sentencia pasa a ser cosa juzgada, sin necesidad de otro requisito.

 Inhabilitación especial:

Artículo 20: La inhabilitación especial producirá la privación del empleo, cargo,


profesión o derecho sobre que recayere y la incapacidad para obtener otro del
mismo género durante la condena. La inhabilitación especial para derechos
políticos producirá la incapacidad de ejercer durante la condena aquellos sobre
que recayere.

Presupone el ejercicio delictuoso, incompetente o abusivo de un empleo, cargo,


profesión, actividad o derecho; sobre el que luego, en caso de condena,
recaerá el impedimento para su ejercicio y la incapacidad para obtener otro del
mismo género.

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Deben incluirse aquellas “artes” que se desempeñan sin alcanzar caracteres de
profesión y que, necesitando de especiales habilitaciones o permisos del
Estado, pueden ser objeto de aquella pena (ejemplo: la caza y la pesca
deportivas).

La vinculación del delito con el derecho o actividad para el que se inhabilita,


debe extraerse tanto del tipo penal como del caso concreto. Así, por ejemplo, si
las lesiones se causaron en un accidente automovilístico, la actividad vedada
será la de conducir. Cuando se trate de una inhabilitación especial para
derechos políticos, la incapacidad podrá consistir tanto en el derecho de votar,
como en el de ser elegido. Finalmente, habrá delitos en los que tal vinculación
este completamente establecida por la propia fórmula legal, como sucede con
los delitos de funcionario público o profesionales del arte de curar, puesto que
la única inhabilitación posible consiste en la privación de su desempeño público
o de su ejercicio de la medicina, respectivamente.

 Inhabilitación especial complementaria:

Artículo 20 bis: Podrá imponerse inhabilitación especial de seis meses a


diez años, aunque esa pena no esté expresamente prevista, cuando el delito
cometido importe:
1º. Incompetencia o abuso en el ejercicio de un empleo o cargo público;
2º. Abuso en el ejercicio de la patria potestad, adopción, tutela o curatela;
3º. Incompetencia o abuso en el desempeño de una profesión o actividad cuyo
ejercicio dependa de una autorización, licencia o habilitación del poder público.

Se trata de una inhabilitación de tipo especial prevista como pena principal,


paralela, conjunta y facultativa.

Incompetencia significa una falta de saber o de aptitud, cualquiera que sea su


causa, para ejercer el empleo o cargo, o para desempeñar la profesión o cargo
sobre que recayere.

Abuso importa el ejercicio o desempeño contrarios a los fines de la ley o que


excede los límites impuestos por la buena fe, la moral o las buenas
costumbres.

 Inhabilitación absoluta accesoria:

Artículo 12: La reclusión y la prisión por más de tres años llevan como


inherente la inhabilitación absoluta, por el tiempo de la condena, la que podrá
durar hasta tres años más, si así lo resuelve el tribunal, de acuerdo con la
índole del delito. Importan además la privación, mientras dure la pena, de la
patria potestad, de la administración de los bienes y del derecho de disponer de
ellos por actos entre vivos. El penado quedará sujeto a la curatela establecida
por el Código Civil para los incapaces.

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 Quebrantamiento:

Supone el incumplimiento de la pena de inhabilitación.

Artículo 281 bis: El que quebrantare una inhabilitación judicialmente impuesta


será reprimido con prisión de dos meses a dos años.

 Rehabilitación:

Consiste en la restitución del condenado al uso y goce de los derechos y


capacidades de lo que fue privado con motivo de la imposición de una pena de
inhabilitación (absoluta o especial).

No implica ni la desaparición de la condenada sufrida, ni la reposición del


inhabilitado en el cargo público, tutela o curatela objeto de la inhabilitación. No
obstante, una vez obtenida la rehabilitación, la inhabilitación no puede volver a
imponerse por ese delito.

Para que proceda, será necesario:

a) Que el inhabilitado se haya comportado correctamente durante los


siguientes lapsos:
- Tratándose de inhabilitación absoluta, durante la mitad del plazo de
inhabilitación temporal o de diez años si la inhabilitación es perpetua.
- Tratándose de inhabilitación especial, durante la mitad del plazo de la
inhabilitación o de cinco años si la inhabilitación es perpetua.
Se entiende como comportamiento correcto el gobierno de las
propias acciones sin incurrir en delitos o excesos u omisiones de otra
índole, indicativos de desarreglo o dejadez material o moral.
b) Que el penado haya reparado los daños en la medida de lo posible. Lo
que significa que la reparación sea correlativa a la capacidad económica
del inhabilitado y a las cargas que sobre él pesan.
c) Además, en caso de inhabilitación especial, se exige que haya
remediado su incompetencia o que no sea de temer que incurra en
nuevos abusos. Esto último exige la acreditación de la buena conducta y
de un modo de vida que permitan presumir una recuperación moral y
responsabilidad suficiente para el desempeño o ejercicio del que fue
privado.

5-Extinción de la pena

Aun luego de haberse dictado una sentencia que declare al sometido a proceso
responsable de un delito y lo condene, imponiéndole una pena, pueden
sobrevenir causas que, extinguiendo la sanción impuesta, sustraigan al
condenado de su cumplimiento. Por lo tanto, debe evitarse su confusión con la
extinción de la acción penal, en la que no fenece una sanción (tampoco la hay)

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sino la potestad del Estado de imponerla. Las causas que extinguen la pena
son la siguientes:

 Muerte del condenado:

Solo el condenado debe cumplir la sanción, puesto que es a él a quien le ha


sido impuesta como responsable de la infracción punible. Luego, si fallece no
podrá ejecutarse sobre un tercero. De otro modo, se violaría el principio del
carácter personal de la pena, estatuido con jerarquía constitucional.

Las razones son tan evidentes que la doctrina ha admitido pacíficamente esta
causal, aun cuando la muerte no esté expresamente prevista como causa de
extinción de la pena.

 La amnistía:

Se trata de aquel instituto de naturaleza política en virtud del cual, el Estado, en


un acto de soberanía interna, fundado en graves razones de orden público
cuya existencia y oportunidad solo al Poder Legislativo le compete valorar,
éste, por medio de una ley con efecto retroactivo, declara el olvido de
infracciones de naturaleza penal (delitos comunes o políticos e infracciones
contravencionales o disciplinarias), ocurridas con anterioridad, produciendo la
extinción de todas sus consecuencias represivas, sin individualizar a los
destinatarios del beneficio, quienes no pueden renunciarlo, y que, una vez
reconocido por una resolución judicial pasada en autoridad de cosa juzgada, es
irrevocable.

La amnistía, que tiene por objeto restablecer la calma y la concordia social,


actúa produciendo el olvido de la infracción con relación a todos sus efectos
penales (solo subsisten los civiles de naturaleza reparativa).

Si no hay sentencia condenatoria, produce la extinción de la acción penal. Pero


si la sanción ya ha sido impuesta, sus efectos no pueden recaer sobre una
acción que ya fue ejercida, sino, sobre la pena, que se extingue al desaparecer
el motivo sobre el que se apoyaba la sanción. Sin embargo, esta última
situación debe diferenciarse bien del indulto, que lejos de olvidar la infracción,
la deja subsistente y solo perdona la sanción.

 El indulto:

Consiste en el perdón de la pena impuesta, dejando subsistente la infracción


cometida, con el propósito de moderar o salvar totalmente, en un caso
concreto, los efectos de la aplicación de la ley penal que puedan resultar
contrarios a la equidad.

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El perdón puede ser total o parcial. En este último caso se denomina
conmutación de pena y opera sustituyendo la sanción por otra menos de
especie o cantidad.

Está previsto como una facultad concedida al Poder Ejecutivo Nacional para
delitos de jurisdicción federal, salvo los supuestos de infracciones locales y
delitos de imprenta. Es cierto que aun en esos casos los poderes
constituyentes provinciales podría otorgar esa facultad al Poder Ejecutivo o
Legislativo, pero al menos en la provincia de Córdoba, es atribución del Poder
Ejecutivo Provincial.

 Prescripción:

Consiste en la extinción de la pena por el transcurso de un tiempo dado, fijado


por la ley, sin que se la ejecute, lo cual puede ocurrir tanto cuando no ha
comenzado a ejecutarse, como cuando la ejecución se ha visto interrumpida
por cualquier causa. Esta segunda modalidad, que constituye lo que se conoce
como quebrantamiento de la pena, se produce en los casos de sanciones
privativas de la libertad, cuando el penado se libera; y en los de la multa,
cuando autorizado a un pago en cuotas paga una o más y luego deja de
hacerlo.

Las razones que fundamentan la prescripción de las penas son las mismas que
históricamente sustentan la prescripción de la acción. Es decir, que el trascurso
del tiempo extingue la alarma social causada por el delito y la correspondiente
exigencia social de que se lo reprima. Por esa misma razón, su declaración
procede de oficio y es independiente de la opinión de su destinatario.

Artículo 65: Las penas se prescriben en los términos siguientes:


1º. La de reclusión perpetua, a los veinte años;
2º. La de prisión perpetua, a los veinte años;
3º. La de reclusión o prisión temporal, en un tiempo igual al de la condena;
º. La de multa, a los dos años.

Artículo 66: La prescripción de la pena empezará a correr desde la medianoche


del día en que se notificare al reo la sentencia firme o desde el
quebrantamiento de la condena, si ésta hubiese empezado a cumplirse.

Artículo 67: La prescripción se suspende en los casos de los delitos para cuyo
juzgamiento sea necesaria la resolución de cuestiones previas o prejudiciales,
que deban ser resueltas en otro juicio. Terminada la causa de la suspensión, la
prescripción sigue su curso.
La prescripción también se suspende en los casos de delitos cometidos en el
ejercicio de la función pública, para todos los que hubiesen participado,
mientras cualquiera de ellos se encuentre desempeñando un cargo público.
El curso de la prescripción de la acción penal correspondiente a los delitos

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previstos en los artículos 226 y 227 bis, se suspenderá hasta el
restablecimiento del orden constitucional.
La prescripción se interrumpe solamente por:
a) La comisión de otro delito;
b) El primer llamado efectuado a una persona, en el marco de un proceso
judicial, con el objeto de recibirle declaración indagatoria por el delito
investigado;
c) El requerimiento acusatorio de apertura o elevación a juicio, efectuado en la
forma que lo establezca la legislación procesal correspondiente;
d) El auto de citación a juicio o acto procesal equivalente; y
e) El dictado de sentencia condenatoria, aunque la misma no se encuentre
firme. (Párrafo sustituido por art. 1° de la Ley N° 25.990 B.O. 11/1/2005).
La prescripción corre, se suspende o se interrumpe separadamente para cada
delito y para cada uno de sus partícipes, con la excepción prevista en el
segundo párrafo de este artículo. 

 El perdón del ofendido (en los delitos de acción privada):

Artículo 69: El perdón de la parte ofendida extinguirá la pena impuesta por


delito de los enumerados en el artículo 73.
Si hubiere varios partícipes, el perdón en favor de uno de ellos aprovechará a
los demás.

Artículo 73: Son acciones privadas las que nacen de los siguientes delitos:
1. Calumnias e injurias;
2. Violación de secretos, salvo en los casos de los artículos 154 y 157;
3. Concurrencia desleal, prevista en el artículo 159;
4. Incumplimiento de los deberes de asistencia familiar, cuando la víctima fuere
el cónyuge.

Se trata de un acto unilateral cuyo efecto consiste en la extinción de la pena,


independientemente de cualquier voluntad del reo, lo cual puede ocurrir antes
de que éste comience a cumplirla o durante su ejecución.

Para que sea efectivo, el perdón debe ser manifestado de modo expreso ante
el tribunal de justicia que dictó la sentencia condenatoria, que declarará
extinguida la pena con efecto retroactivo a la fecha de su presentación.

Aunque, si hubiere varios participes, el perdón en favor de uno de ellos


aprovechará a los demás. No obstante, en los casos de pluralidad de
ofendidos, será necesario el consenso de todos.

6-Consecuencias accesorias de la condena

Artículo 12: La reclusión y la prisión por más de tres años llevan como


inherente la inhabilitación absoluta, por el tiempo de la condena, la que podrá
durar hasta tres años más, si así lo resuelve el tribunal, de acuerdo con la

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índole del delito. Importan además la privación, mientras dure la pena, de la
patria potestad, de la administración de los bienes y del derecho de disponer de
ellos por actos entre vivos. El penado quedará sujeto a la curatela establecida
por el Código Civil para los incapaces.

Se discute si se trata de una pena accesoria o de una incapacidad civil. Por su


naturaleza se entiende que se trata de una incapacidad civil de hecho de
carácter relativo, porque está instituida para protección del penado frente a su
imposibilidad material de ejercer satisfactoriamente tales facultades. En
consecuencia, al condenado le está permitido todo lo que no le esté prohibido,
y su aplicación comienza cuando empieza efectivamente a cumplirse la pena
privativa de la libertad, y cesa cuando concluye legalmente el encierro.

También podrá adquirir bienes, obligarse y celebrar contratos cualesquiera por


medio de su curador, y los actos celebrados contrariando los estipulado, serán
factibles de confirmación una vez recuperada la capacidad.

Artículo 19: La inhabilitación absoluta importa:


1º. La privación del empleo o cargo público que ejercía el
penado aunque provenga de elección popular;
2º. La privación del derecho electoral;
3º. La incapacidad para obtener cargos, empleos y comisiones públicas;
4º. La suspensión del goce de toda jubilación, pensión o retiro, civil o militar,
cuyo importe será percibido por los parientes que tengan derecho a pensión.
El tribunal podrá disponer, por razones de carácter asistencial, que la víctima o
los deudos que estaban a su cargo concurran hasta la mitad de dicho importe,
o que lo perciban en su totalidad, cuando el penado no tuviere parientes con
derecho a pensión, en ambos casos hasta integrar el monto de las
indemnizaciones fijadas.

 Decomiso:

Artículo 23: En todos los casos en que recayese condena por delitos previstos
en este Código o en leyes penales especiales, la misma decidirá el decomiso
de las cosas que han servido para cometer el hecho y de las cosas o
ganancias que son el producto o el provecho del delito, en favor del Estado
nacional, de las provincias o de los municipios, salvo los derechos de
restitución o indemnización del damnificado y de terceros.
Si las cosas son peligrosas para la seguridad común, el comiso puede
ordenarse aunque afecte a terceros, salvo el derecho de éstos, si fueren de
buena fe, a ser indemnizados.
Cuando el autor o los partícipes han actuado como mandatarios de alguien o
como órganos, miembros o administradores de una persona de existencia
ideal, y el producto o el provecho del delito ha beneficiado al mandante o a la
persona de existencia ideal, el comiso se pronunciará contra éstos.
Cuando con el producto o el provecho del delito se hubiese beneficiado un
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tercero a título gratuito, el comiso se pronunciará contra éste.
Si el bien decomisado tuviere valor de uso o cultural para algún
establecimiento oficial o de bien público, la autoridad nacional, provincial o
municipal respectiva podrá disponer su entrega a esas entidades. Si así no
fuere y tuviera valor comercial, aquélla dispondrá su enajenación. Si no tuviera
valor lícito alguno, se lo destruirá.
En el caso de condena impuesta por alguno de los delitos previstos por
los artículos 125, 125 bis, 127, 140, 142 bis, 145 bis, 145 ter y 170 de este
Código, queda comprendido entre los bienes a decomisar la cosa mueble o
inmueble donde se mantuviera a la víctima privada de su libelad u objeto de
explotación. Los bienes decomisados con motivo de tales delitos, según los
términos del presente artículo, y el producido de las multas que se impongan,
serán afectados a programas de asistencia a la víctima. (Párrafo sustituido
por art. 20 de la Ley N° 26.842 B.O. 27/12/2012)
En caso de los delitos previstos en el artículo 213 ter y quáter y en el Título XIII
del libro Segundo de éste Código, serán decomisados de modo definitivo, sin
necesidad de condena penal, cuando se hubiere podido comprobar la ilicitud de
su origen, o del hecho material al que estuvieren vinculados, y el imputado no
pudiere ser enjuiciado por motivo de fallecimiento, fuga, prescripción o
cualquier otro motivo de suspensión o extinción de la acción penal, o cuando el
imputado hubiere reconocido la procedencia o uso ilícito de los bienes. (Párrafo
incorporado por art. 6º de la Ley Nº 26.683 B.O. 21/06/2011)
Todo reclamo o litigio sobre el origen, naturaleza o propiedad de los bienes se
realizará a través de una acción administrativa o civil de restitución. Cuando el
bien hubiere sido subastado sólo se podrá reclamar su valor monetario.
(Párrafo incorporado por art. 6º de la Ley Nº 26.683 B.O. 21/06/2011)
El juez podrá adoptar desde el inicio de las actuaciones judiciales las medidas
cautelares suficientes para asegurar el decomiso del o de los inmuebles,
fondos de comercio, depósitos, transportes, elementos informáticos, técnicos y
de comunicación, y todo otro bien o derecho patrimonial sobre los que, por
tratarse de instrumentos o efectos relacionados con el o los delitos que se
investigan, el decomiso presumiblemente pueda recaer.
El mismo alcance podrán tener las medidas cautelares destinadas a hacer
cesar la comisión del delito o sus efectos, o a evitar que se consolide su
provecho o a obstaculizar la impunidad de sus partícipes. En todos los casos
se deberá dejar a salvo los derechos de restitución o indemnización del
damnificado y de terceros.

Se trata de una pena accesoria consistente en la perdida de las cosas que han
servido para cometer el hecho (instrumentos del delito) y de las cosas o
ganancias que son el producto o el provecho del delito (efectos del delito).

Los bienes decomisados, como regla general, ingresan al patrimonio de los


Estados nacional, provincial o municipal. Sin embargo, ello no sucederá cuando
se trate de derechos de restitución o indemnización del damnificado y de
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terceros, supuesto en que los bienes se destinarán a esos fines (obviamente,
en tanto tengan un valor licito); o de cosas peligrosas para la seguridad común.
En cuanto a su destino, si los bienes tuvieran valor de uso o cultural para algún
establecimiento oficial o de bien público, serán afectados a esas entidades de
esas características. Si ello no sucediera y tuvieran valor comercial, se
dispondrá su enajenación. Y si no tuviera ningún valor licito, se procederá a su
destrucción (como sucede con los estupefacientes).

Por otra parte, no debe confundirse el decomiso con la confiscación ni con el


secuestro. La confiscación, prohibida por nuestro régimen constitucional, se
diferencia de aquel por su generalidad que no discrimina entre algunos
elementos vinculados de algún modo al delito, sino que recae sobre todo el
patrimonio. El secuestro, por su parte, no constituye una pena sino una medida
procesal de carácter cautelar (provisorio), consistente en la aprehensión de una
cosa por parte de la autoridad judicial, con el objeto de asegurar el
cumplimiento de su función específica: la investigación de la verdad y la
actuación de la ley.

7-Reparación del daño causado por el delito

Lo civil y lo penal no pueden mezclarse, ya que pertenecen a esferas distintas.

La indemnización se regula independientemente de la culpabilidad. Puede ser


renunciada, no ejercida o transferida. La pena no posee dichas cualidades.

Lo que es juzgado penalmente, no puede luego ser juzgado en el ámbito penal.

ARTICULO 1710.-Deber de prevención del daño. Toda persona tiene el deber,


en cuanto de ella dependa, de:

a) evitar causar un daño no justificado;


b) adoptar, de buena fe y conforme a las circunstancias, las medidas
razonables para evitar que se produzca un daño, o disminuir su magnitud; si
tales medidas evitan o disminuyen la magnitud de un daño del cual un tercero
sería responsable, tiene derecho a que éste le reembolse el valor de los gastos
en que incurrió, conforme a las reglas del enriquecimiento sin causa;
c) no agravar el daño, si ya se produjo.

ARTICULO 1716.-Deber de reparar. La violación del deber de no dañar a otro,


o el incumplimiento de una obligación, da lugar a la reparación del daño
causado, conforme con las disposiciones de este Código.

ARTICULO 1740.-Reparación plena. La reparación del daño debe ser plena.


Consiste en la restitución de la situación del damnificado al estado anterior al
hecho dañoso, sea por el pago en dinero o en especie. La víctima puede optar
por el reintegro específico, excepto que sea parcial o totalmente imposible,

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excesivamente oneroso o abusivo, en cuyo caso se debe fijar en dinero. En el
caso de daños derivados de la lesión del honor, la intimidad o la identidad
personal, el juez puede, a pedido de parte, ordenar la publicación de la
sentencia, o de sus partes pertinentes, a costa del responsable.

En caso que la restitución se torne imposible, se inicia acción civil para


indemnizar.

En delitos irreparables o muy graves, son legitimados los padres, hijos,


cónyuges.

Si del delito resultase que la víctima no tuvo oportunidad de pedir


indemnización (caso de homicidio), reclamos los legitimados por vía civil.

ARTICULO 1744.-Prueba del daño. El daño debe ser acreditado por quien lo


invoca, excepto que la ley lo impute o presuma, o que surja notorio de los
propios hechos.

Artículo 29: La sentencia condenatoria podrá ordenar:


1. La reposición al estado anterior a la comisión del delito, en cuanto sea
posible, disponiendo a ese fin las restituciones y demás medidas necesarias.
2. La indemnización del daño material y moral causado a la víctima, a su
familia o a un tercero, fijándose el monto prudencialmente por el juez en
defecto de plena prueba.
3. El pago de las costas.

 Orden de preferencia:

Artículo 30: La obligación de indemnizar es preferente a todas las que


contrajere el responsable después de cometido el delito, a la ejecución de la
pena de decomiso del producto o el provecho del delito y al pago de la multa.
Si los bienes del condenado no fueren suficientes para cubrir todas sus
responsabilidades pecuniarias, éstas se satisfarán en el orden siguiente:
1. La indemnización de los daños y perjuicios.
2. El resarcimiento de los gastos del juicio.
3. El decomiso del producto o el provecho del delito.
4. El pago de la multa.

En los supuestos de los artículos 29 y 30 del C.P, debe mediar sentencia


condenatoria firme para que pueda operar la indemnización.

 Solidaridad reparatoria:

Artículo 31: La obligación de reparar el daño es solidaria entre todos los


responsables del delito.

Artículo 32: El que por título lucrativo participare de los efectos de un delito,
estará obligado a la reparación hasta la cuantía en que hubiere participado.

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El artículo refiere a quienes no siendo responsables, reciben algún beneficio
derivado del delito. Por ejemplo: compro algo robado, soy responsable por
encubrimiento. Respondo de acuerdo al art. 32 conforme al provecho que
obtuve, siempre y cuando haya sentencia firme.

 Procedimiento en caso de insolvencia del condenado:

En caso de insolvencia total o parcial, se observarán las reglas siguientes:


1º. Tratándose de condenados a reclusión o prisión, la reparación se hará en la
forma determinada en el artículo 11;
2º. Tratándose de condenados a otras penas, el tribunal señalará la parte de
sus entradas o emolumentos que deban depositar periódicamente hasta el
pago total.

 Destino de los fondos provenientes del trabajo del condenado:

Ley 24.660. ARTICULO 121. — La retribución del trabajo del interno, deducidos
los aportes correspondientes a la seguridad social, se distribuirá
simultáneamente en la forma siguiente:
a) 10 % para indemnizar los daños y perjuicios causados por el delito,
conforme lo disponga la sentencia;
b) 35 % para la prestación de alimentos, según el Código Civil;
c) 25 % para costear los gastos que causare en el establecimiento;
d) 30 % para formar un fondo propio que se le entregará a su salida.

Articulo 11 C.P: El producto del trabajo del condenado a reclusión o prisión se


aplicará simultáneamente:
1º. A indemnizar los daños y perjuicios causados por el delito que no
satisfaciera con otros recursos;
2º. A la prestación de alimentos según el Código Civil;
3º. A costear los gastos que causare en el establecimiento;
4º. A formar un fondo propio, que se le entregará a su salida.

 Acciones civiles y penales-Código Civil y Comercial:

ARTICULO 1774.-Independencia. La acción civil y la acción penal resultantes


del mismo hecho pueden ser ejercidas independientemente. En los casos en
que el hecho dañoso configure al mismo tiempo un delito del derecho criminal,
la acción civil puede interponerse ante los jueces penales, conforme a las
disposiciones de los códigos procesales o las leyes especiales.

ARTICULO 1775.-Suspensión del dictado de la sentencia civil. Si


la acción penal precede a la acción civil, o es intentada durante su curso, el
dictado de la sentencia definitiva debe suspenderse en el proceso civil hasta la
conclusión del proceso penal, con excepción de los siguientes casos:
a) si median causas de extinción de la acción penal;
b) si la dilación del procedimiento penal provoca, en los hechos, una frustración
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efectiva del derecho a ser indemnizado;
c) si la acción civil por reparación del daño está fundada en un factor objetivo
de responsabilidad.

ARTICULO 1776.-Condena penal. La sentencia penal condenatoria produce


efectos de cosa juzgada en el proceso civil respecto de la existencia del hecho
principal que constituye el delito y de la culpa del condenado.

ARTICULO 1777.-Inexistencia del hecho, de autoría, de delito o de


responsabilidad penal. Si la sentencia penal decide que el hecho no existió o
que el sindicado como responsable no participó, estas circunstancias no
pueden ser discutidas en el proceso civil.
Si la sentencia penal decide que un hecho no constituye delito penal o que no
compromete la responsabilidad penal del agente, en el proceso civil puede
discutirse libremente ese mismo hecho en cuanto generador de
responsabilidad civil.

ARTICULO 1778.-Excusas absolutorias. Las excusas absolutorias penales no


afectan a la acción civil, excepto disposición legal expresa en contrario.

ARTICULO 1779.-Impedimento de reparación del daño. Impiden la reparación


del daño:
a) la prueba de la verdad del hecho reputado calumnioso;
b) en los delitos contra la vida, haber sido coautor o cómplice, o no haber
impedido el hecho pudiendo hacerlo.

ARTICULO 1780.-Sentencia penal posterior. La sentencia penal posterior a la


sentencia civil no produce ningún efecto sobre ella, excepto en el caso de
revisión. La revisión procede exclusivamente, y a petición de parte interesada,
en los siguientes supuestos:
a) si la sentencia civil asigna alcances de cosa juzgada a cuestiones resueltas
por la sentencia penal y ésta es revisada respecto de esas cuestiones, excepto
que derive de un cambio en la legislación;
b) en el caso previsto en el artículo 1775 inciso c) si quien fue juzgado
responsable en la acción civil es absuelto en el juicio criminal por inexistencia
del hecho que funda la condena civil, o por no ser su autor;
c) otros casos previstos por la ley.

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