Está en la página 1de 3

Los primeros quiebres: revoluciones

estadounidense y francesa
A fines del siglo XVIII ocurrieron dos acontecimientos que sacudieron a todo el mundo americano y europeo.
Dos procesos históricos únicos que dieron vuelta casi todo lo que estaba establecido en aquella época, y
destruyeron (o intentaron destruir) mucho del orden que había existido hasta aquel momento. Estas dos
revoluciones fueron la estadounidense y la francesa y, sin dudas, fueron uno de los puntos de partidas para la
Era de las Revoluciones. Vamos a conocerlas y a descubrir su importancia.

La Revolución Estadounidense
Para la década de 1760, cuando comienza esta historia, las llamadas Trece Colonias, ubicadas en lo que hoy es
la costa este de Estados Unidos, eran un territorio marginal y muy secundario. Estas zonas, antes
pertenecientes a diferentes pueblos originarios, habían sido conquistadas y colonizadas por los ingleses
durante el siglo pasado. Más de cien años después, las colonias habían crecido en muchos sentidos. Eran muy
diferentes entre sí: algunas eran sumamente religiosas, otras tenían un gran número de talleres y poder
económico, y otras estaban pobladas, en gran medida, por prófugos y exiliados ingleses. Sin embargo, las
unían algunos elementos. En todas aproximadamente la mitad de la población estaba alfabetizada (algo
rarísimo para la época) y había esclavos traídos de áfrica (aproximadamente el 20 porciento de la población).
Como eran una zona sin grandes riquezas, la corona inglesa no la controlaba mucho, por lo que se permitía
que los colonos pudieran organizar asambleas que participan del gobierno local.
Una de las pocas cosas que la corona inglesa exigía era el pago de impuestos, y este fue el centro de todo el
problema. En 1764, llegan unos nuevos, como el odiado impuesto a las estampillas, y entre los colonos hay un
gran enojo y malestar por tener que pagarlos. Esto no solo es porque no los aprobaban: además, empieza a
circular la idea de que es injusto que tengan que pagar impuestos nuevos cuando ellos no pueden participar
del gobierno del Imperio Ingles y decidir, así, si los aceptan o no. A partir de acá, empiezan a organizarse
diferentes movimientos (el más importante de ellos es el de los llamados “Hijos de la Libertad”) para boicotear
a los negocios ingleses y su recaudación de impuestos. La idea no solo era suspenderlos sino, además, que les
dieran la posibilidad a representantes de las colonias de participar del parlamento inglés.
La corona inglesa no quiere saber nada con esto, y envía tropas a Boston, el centro de las protestas, a parar
todo. En 1770 estas tropas disparan contra una manifestación y matan a 6 personas, un hecho que horrorizó a
todo el mundo y aumento la rebeldía. Frente a este hecho, en 1774 (Luego de que los colonos, en el llamado
Tea Party, destruyeran un valiosísimo cargamento de té ingles) el rey Jorge III los declaró rebeldes, y pasaron a
ser enemigos del imperio británico. Después de esto no hay vuelta atrás. El movimiento de colonos se da
cuenta de que no pueden negociar con el gobierno británico, y lo que empezó como una protesta se convierte
en abierta rebelión por independencia. Forman sus milicias, y la guerra comienza.
En 1776, mientras comienzan los enfrentamientos entre las colonias y los ingleses, un congreso de colonos
redactó la declaración de independencia de los estados unidos. Este documento, único en el mundo, dio
vuelta todo. Allí se plantea, entre otras cosas, que un pueblo tiene derecho a rebelarse contra un mal
gobierno, que es obligación de este gobierno asegurar la libertad y la felicidad de su pueblo, y que todos los
seres humanos nacen iguales. Por si fuera poco, en 1783, con el tratado de Paris, y luego de muchas derrotas,
los ingleses firman la paz con las colonias, que serán conocidas como los Estados Unidos de Norteamérica. Lo
imposible había ocurrido. Una colonia perdida en el continente americano se había revelado, había derrotado
a un imperio colonial, había construido un nuevo país y, encima, se había animado, luego de esto, a organizar
un gobierno de un nuevo tipo, con presidente, en el que el gobernante era elegido y votado por parte de la
población. ¿Se imaginan lo que esta noticia género en todo el mundo?

La Revolución Francesa
El primer paso para las revoluciones contra el Antiguo Régimen, esa manera que vimos en la que funcionaban
América y Europa en esa época, estaba dado. El segundo, ocurrió en el propio centro del mismo, Europa, y en
una de sus potencias: Francia. Las cosas no venían bien en este reino: A pesar de su poder, estaba atravesando
una fuerte crisis económica y el estado estaba casi en bancarrota. A todo esto, se sumaba que venía creciendo
un movimiento de oposición al rey, Luis XVI, entre los burgueses y los sectores populares, que en Francia eran
llamados el “Tercer Estado” y eran la mayoría de la población.
La crisis se complicaba cada vez más, y, en 1789, el Rey se vio obligado a llamar a una asamblea conocida
como los Estados Generales, a la que irían representantes de cada sector social (aunque los campesinos y más
pobres, la gran mayoría, casi tuvieron representantes), para decidir cómo seguir. Entonces ocurrió lo
impensado. Los diputados del tercer Estado, mayormente burgueses, exigieron que se cambiara la forma de
votar en la asamblea, ya que era injusta y le daba siempre la razón a los nobles y la iglesia. Como el rey se
negó, estos diputados abandonaron los Estados Generales el 17 de junio y fundaron su propia asamblea, la
Nacional, con la idea de armar una constitución para Francia y tratar de cambiar las cosas.
A partir de este punto, todo comienza a irse de control. La noticia de todo esto recorre París, la capital del
reino y el centro de todas las protestas, y los sectores populares, ante rumores de que el rey iba a disolver la
Asamblea Nacional, avanzan y toman la Bastilla, una fortaleza y prisión de la ciudad. Las armas circulan entre
la población de Paris y, en el campo, los campesinos empiezan una rebelión terrible y violenta contra los
nobles. Siglos de maltrato, explotación e injusticia habían generado una rabia inmensa en los más pobres, y la
crisis política de Francia la estaba desatando. La Asamblea Nacional, con todo este movimiento detrás, toma el
poder, ante un rey que no sabe qué hacer. La revolución comienza, y comienza con todo. Se van a abolir los
privilegios de la iglesia y la nobleza, se formuló la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
(muy inspirada en la revolución estadounidense) y se empieza a sostener que está naciendo una nueva era
para la humanidad, con el lema de “Libertad, igualdad y fraternidad”.
Pero las cosas no paran ahí. La ira y rebeldía de los sectores populares, que parece no tener límites, y la guerra
que prácticamente todas las potencias europeas le declararon a Francia por su rebelión contra el orden
establecido, van a ir, cada vez más, radicalizando al gobierno revolucionario. Aunque primero solo parecía
querer un cambio moderado, de a poco ganan poder las tendencias que quieren darlo vuelta todo. Un
momento clave es el 21 de junio de 1793, en que se ejecutó el rey, Luis XVI, y se abolió la monarquía para
siempre. Igual que en Estados Unidos, el nuevo gobierno será elegido mediante el voto masculino, aunque acá
también votarán las mayorías y no solo los ricos. De nuevo, no había vuelta atrás. En ese momento el poder
estaba en manos de la facción más radical de los revolucionarios, los jacobinos, y estos querían dejar claro que
esta revolución cambiaria todo y tumbaría todas las tradiciones. Se cambiaron los nombres de los días para
que no tuvieran referencias religiosas, y la propia Catedral de Notre Dame, un símbolo de la iglesia en Paris,
fue convertida en un “Templo a la Razón”. Se ejecutaron a cientos de opositores, nobles, y sacerdotes,
mediante la guillotina, y ejercito popular de la revolución logró, contra todo pronóstico, defender Francia
contra todas las potencias. Parecía, para los reyes y nobles de Europa, que el mundo se había vuelto loco y lo
imposible estaba ocurriendo. Pero no sabían que esto recién estaba empezando.
Actividades
1) ¿En estas revoluciones influyeron el liberalismo y la ilustración? Justificá.
2) ¿Qué puntos en común ves entre las dos revoluciones? ¿Encontrás algunas diferencias?
3) ¿Por qué decimos que estas revoluciones fueron las primeras en “poner el mundo patas para arriba”, es decir,
en parecer que estaban dando vuelta todo? Da ejemplos de esto.
4) ¿Por qué pensás que hubo violencia en estas dos revoluciones?
5) ¿Estas dos primeras revoluciones son un momento positivo o negativo de la Historia? Justificá.

También podría gustarte