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QUE ES

El gas shale es un tipo no convencional de gas natural. Se encuentra ubicado entre las rocas
sedimentarias de grano fino que hay presentes bajo la corteza terrestre y se extrae de zonas de
gran profundidad en las que abundan rocas como las argilitas, las lutitas, los esquistos y las
pizarras bituminosas. Por ello también es conocido en todo el mundo con el nombre de gas de
lutita, gas de esquisto o gas pizarra. Aunque es un hidrocarburo gaseoso no convencional,
posee las mismas cualidades que el gas natural y sus aplicaciones en el mercado son
exactamente iguales.

APLICACIÓN

Como se ha mencionado anteriormente, el gas shale posee las mismas características y


utilidades que el gas natural convencional. La mayoría del gas de esquisto se emplea para
elaborar combustibles, generar energía eléctrica y para uso industrial y doméstico.
Aunque este hidrocarburo se puede utilizar en infinidad de procesos, cada país debería de
centrarse en darle el uso que mejor se adecue a sus necesidades. En este sentido, el muchos
creen que el shale gas extraído en tierras mexicanas debería ir a parar a las empresas
petroquímicas que se encargan de la fabricación de plásticos. México es un país en el que la
industria del plástico está en pleno crecimiento y en el que invertir en la creación de productos
de polietileno como tuberías, empaques, películas o tinacos puede reportar grandes beneficios.

EXTRACCIÓN

La extracción del gas shale es algo más compleja y costosa que la del gas natural
convencional. Este hidrocarburo gaseoso se encuentra atrapado entre capas de rocas de baja
permeabilidad y para extraerlo es necesario aumentar la permeabilidad de dichas capas. Para
ello se recurre a una novedosa técnica que consiste en agrietar las rocas hidráulicamente. Un
proceso en el que se perforan numerosos pozos en el terreno a explotar y se inyectan a través
de ellos agua, arena (propelentes) y sustancias especiales de gran viscosidad para provocar la
formación de fracturas en las rocas y aumentar así su permeabilidad. La presión con la que se
introducen estos materiales suele provocar roturas en los planos rocosos de hasta 500 metros
y son necesarios inyectar más de 9.000 metros cúbicos de estas sustancias en cada pozo
abierto. Al finalizar el procedimiento la mayoría de los fluidos empleados son reconducidos
mediante bombeo a la superficie.

PRUEBAS QUE SE APLICAN

Registro de montaje de lutitas. La saturación del agua y la porosidad se calculan a partir de


herramientas de registro de resistividad (Carril 2) y porosidad (Carril 3) convencionales. La
herramienta ECS proporciona mineralogía (Carril 5) y densidad de matriz (Carril 4) para
mejorar el cálculo de la porosidad y diferencia el TOC de la porosidad (sombreado rosa). El
grano La densidad de las rocas también se puede calcular y utilizar para corregir la densidad
porosidad (Carril 4). Los datos de las muestras de núcleos proporcionan isotermas de Langmuir
para gas capacidad de almacenamiento y confirmar los datos calculados para garantizar
resultados basados en modelos, como la matriz y la densidad aparente, la saturación de agua,
la porosidad total y el TOC (círculos, pistas 4, 6 y 7) son válidas. Las saturaciones de fluidos,
corregidas por litología, se presentan en el Carril 6. Los geólogos usan GIP total, gas adsorbido
y gas libre (Track 8), para determinar el potencial del embalse. Las características adicionales
del registro de montaje de lutitas son las salidas numéricas en las pistas 4, 6, 7 y 8, que Permita
que el geólogo lea los valores directamente del registro. Por ejemplo, a XX, 350 pies, la
permeabilidad efectiva (números rojos, Pista 7) es 313 nD y la el volumen acumulado de gas
libre (números azules, pista 8) es 32 scf / ton. En este intervalo, a diferencia de la mayoría de
las lutitas orgánicas, el rayo gamma (Carril 1) no está leyendo en exceso de 150 gAPI.

El producto integrado, además de caracterizar la petrofísica y la geomecánica propiedades del


yacimiento, ayuda a los ingenieros a determinar la profundidad para aterrizar el lateral para
horizontal perforación (abajo). La estrategia preferida es perforar en la dirección de tensión
horizontal mínima, que es perpendicular al esfuerzo horizontal máximo.

ECONOMÍA

Empleabilidad

La revolución del shale gas ha tenido y está teniendo implicaciones no sólo en los precios del
gas, sino también por las inversiones y gastos en operación y mantenimiento de las
instalaciones que se emplean en su extracción. En este sentido, el crecimiento de la
producción de shale gas ha propiciado un incremento del empleo, directa e indirectamente,
relacionado o inducido. El impacto directo, en los trabajos consultados sobre los Estados
Unidos, se mide en términos de empleos, rentas de trabajo y valor añadido de la industria del
petróleo y del gas natural. Por su parte, el impacto indirecto se mide en los mismos términos,
pero en la cadena de suministro del sector del petróleo y del gas. El tercer impacto, el
inducido, se mide de igual manera a partir de la renta familiar obtenida, de forma directa o
indirecta, como consecuencia del gasto de la industria del petróleo y gas natural 30 (IHS,
2014).

Según el informe de IHS (2014), en el año 2012, la industria del shale gas generó más de
524.000 puestos de trabajo, cifra que se espera que crezca hasta un total de más de 757.000
en 2035 (IHS, 2014).

el empleo creado se puede medir como directo (las personas que trabajan en el proyecto
propiamente dicho), indirecto (aquellos que trabajan suministrando los inputs del proyecto) e
inducido (quienes trabajan para suministrar los bienes y servicios requeridos para satisfacer las
demandas de consumo de otros trabajadores directa o indirectamente contratados)

precios

Tal y como se ha señalado, en Estados Unidos el precio del gas natural, fundamentalmente, se
referencia y fija en base al Henry Hub. El precio del Henry Hub es, por tanto, otro factor
reseñable en el desarrollo del shale gas en los Estados Unidos. Asimismo, es importante por la
progresiva influencia que tiene en entregas spot o por ser referencia, al menos parcial, en
algunos contratos a largo plazo o a la hora de renegociar las condiciones de los mismos.
Dada la importancia que tienen las estimaciones y previsiones a futuro de los precios de los
hidrocarburos, conviene indicar que la EIA supone unos precios del petróleo de 136 25 y 220
26 USD/bl 27, para el marcador internacional WTI (West Texas Intermediate), y de 141 y 229
USD/bl para el Brent, ambos proyectados a 2040 con el escenario que la Agencia denomina
«de referencia». Por lo que respecta a los precios Henry Hub (HH), la EIA supone una tendencia
creciente de manera que, en términos de precios suministrados, el nivel real del orden de 3,73
USD/MMBtu 28 en 2013, suba a 6,72 USD/MMBtu en 2025 (US Energy Information
Administration, 2015a).

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