Está en la página 1de 4

Rapel

es un sistema de descenso por superficies verticales utilizando técnicas de cuerdas.1 Se utiliza en lugares
donde el descenso de otra forma es complicado, o inseguro. El rápel es el sistema de descenso o
ascenso autónomo ampliamente utilizado, ya que para realizar un descenso solo se requiere, además de
conocer la técnica adecuada, llevar consigo una cuerda, y en la mayoría de las técnicas un arnés y un
descensor.

Tipos de anclaje
Anclaje con vueltas: generalmente se utiliza una cuerda, cinta plana o
tubular, en un punto de anclaje, ya sea natural o artificial. Se realizan
varias vueltas alrededor del punto de anclaje; al finalizar, se unen las
cuerdas con un nudo agua o corazón.

Anclaje nudo sin tensión: utiliza un punto, o lugar de anclaje, que es


redondo (ancla) y una cuerda. La técnica consiste en realizar al menos
cinco vueltas sobre el punto de anclaje; al finalizar, el sistema es cerrado
por un nudo as de guías, nudo ocho o mosquetón.

Anclaje nudo ocho: se desarrolla sobre un punto de anclaje y utiliza una


cuerda. En un extremo de la cuerda se realiza el nudo ocho doble, se
toma el extremo de este (oreja o gaza) y se coloca sobre el punto de
anclaje.

Anclaje pata de gallo: se construye cuando existen tres puntos de anclaje.


A cada punto de anclaje se le coloca una cuerda, empleando un nudo
ocho aplicado con dos orejas o gazas; al finalizar, los tres puntos de
anclaje se unirán a una cuerda en común, la cual tendrá el peso
compartido.

Anclaje de carga compartida: este tipo de anclaje es similar al anterior


(anclaje pata de gallo). Se disponen tres puntos de anclaje unidos
mediante una cuerda, cinta plana o tubular (de 2 pulgadas), empleando
un nudo agua o corazón; al finalizar, se tendrá una cuerda principal con
un peso compartido.

Anclaje de extensión: se realiza con la misma técnica que el anclaje pata


de gallo y anclaje de carga compartida; pero tiene como variante que, el
punto de distribución de las cuerdas, se encuentra cercano al lugar de
ascenso o descenso; es decir, los puntos de anclaje se encuentran
distantes.

Anclaje improvisado: Se ejecuta cuando en el lugar no se presentan las


condiciones idóneas para realizar otro tipo de anclaje; es decir, no se tiene
acceso a un vehículo, al anclaje natural o al artificial; por tanto, es
necesario improvisar. La técnica consiste en clavar en el suelo estacas,
tubos, barras o cualquier otro objeto o material (al menos 3) en ángulos
entre 70-80°, para evitar que el sistema se desplace o resbale.
Seguidamente, se coloca la cuerda sobre estos puntos y se hace el tipo de
anclaje necesario, ya sea similar a la pata de gallo, de carga compartida o
de extensión.

Nudos

Nudo as de guía: Fue el nudo de rapel que más se uso, hasta la aparición
del nudo ocho doble quien lo desplazo de lugar, dejándolo como un nudo
de rescate. Su principal utilización es para la sujeción de cabos u objetos,
teniendo como ventajas principales que es sencillo de hacer, es fuerte,
estable y no muerde los cabos.

Nudo autoblock marchard: Tiene como misión principal la de asistir al


rapelista en caso de cualquier resbalón o caída brusca, ya que este se
auto-bloquea evitando el descenso del mismo, se coloca con un
mosquetón al arnés y requiere que se vaya bajando a medida que se
desciende.

Nudo ballestrinque simple y doble: Se utiliza para el aseguramiento de


cuerdas al poste o para amarrar herramientas que deben subirse o
bajarse a otro punto, no se recomienda su uso como nudo principal ya
que no resiste movimientos bruscos o en diferentes direcciones de la
cuerda.

Nudo de fuga o mula: Su fin principal es bloquear temporalmente un


nudo dinámico, normalmente en descuelgues de polipastos, ofrece al
rapelista gran resitencia y versatilidad a la hora de usarlo y se deshace de
forma sencilla.
Nudo de ocho simple: Este nudo de ocho simple es el más utilizado en
rapel y es la base del ocho doble. Frecuentemente usado por marineros
para evitar el despase de los cabos por las poleas. Se desata con facilidad
y su elaboración es relativamente sencilla.

Nudo de ocho doble con chicote: Es el recomendado de forma universal


por todos los manuales de rapel, su uso es muy común por la seguridad
que brinda y por su facilidad de realizarlo y memorizarlo; Además de esto
es sumamente solido y casi no desliza.

Nudo de ocho doble: Es el que normalmente se usa en rapel para unirse a


un arnés, muy similar al ocho con chicote pero con la diferencia que este
lleva un mosquetón para agarrarse al arnés o anilla, se recomienda hacer
un pescador simple con la cuerda restante.

Nudo ocho doble Warner: Tiene las mismas prestaciones que sus
homólogos el “ocho doble” y “ocho con chicote” en cuanto a fuerza y
seguridad, solo que este añade un plus ya que al pasar el cabo restante a
través del nudo se hace mucho más fuerte.

Nudo de nueve: Funciona como una alternativa al nudo de ocho en rapel,


este es más resistente y sencillo de deshacer a pesar de que sea sometido
a tensión, como desventaja principal, se menciona que es que es mucho
más grueso que el nudo de ocho y puede molestar un poco.

Nudo de pescador doble y triple: Permite la unión de cuerdas inclusive de


diferente diámetro y tamaño, es bastante fácil de hacer y muy resistente;
su desventaja es que resulta difícil de deshacer, El Pescador triple se
realiza igual que el doble pero con una vuelta más al anillo, normalmente
es para cuerdas de mayor grosor.

Nudo de cinta: Conocido también como nudo plano, es el más eficaz para
la unión de cintas en rapel ya que estas siempre presentan tendencia a
deslizarse sobre sí mismas, porque resulta contraproducente hacerlo con
otro tipo de nudo como por ejemplo un pescador.

Nudo de alondra: Este nudo lo hacemos habitualmente con un anillo de


cinta, y un disipador en V. La cabeza de alondra es uno de los nudos más
utilizados para asegurarse en rapel artificial, siempre irá situado en la
parte más próxima al anclaje para evitar el efecto palanca. Lo usamos
también para unir dos bagas, o para unir una de ellas a nuestro arnés.

Nudo dinámico: El nudo dinámico constituye un excelente recurso a la


hora de asegurar e ir al rapel sin nuestro descendedor. Por ello debe de
ser conocido por todo montañero. Se realiza conjuntamente con un
mosquetón de pera con seguro ya que el nudo dinámico necesita espacio
para poder invertirse dentro del mosquetón durante la realización de dar
y recoger cuerda o cambiar el sentido del aseguramiento.

Nudo margarita: En rapel el nudo margarita se emplea para reducir la


longitud de una cuerda demasiado larga o para meter entre los dos nudos
un tramo gastado de la cuerda o una mordida debida al desgaste y al roce
con la roca. Es muy fácil de realizar y se mantiene ante esfuerzos largos y
fuertes con la principal ventaja que no se estrangula y se deshace con
mucha facilidad.

Nudo papillon ó mariposa: El nudo papillon se emplea al igual que el


margarita para aislar de una cuerda un mordisco o un trozo en mal
estado en casos de emergencia y seguir poder usándola sin peligro de
rotura al practicar rapel. La principal desventaja frente a la margarita es
que con un uso prolongado y con esfuerzos grandes cuesta mucho de
deshacer e incluso puede resultar imposible.

Solidario de anclaje a dos puntos: Es el ideal para utilizarlo cuando


tengamos dos anclajes sin mucha separación entre sí. Como la fuerza se
distribuye por igual entre los anclajes es conveniente que tengan una
resistencia similar. Puede realizarse con cuerdas empatadas con ocho
dobles, o Pescador doble o con cintas utilizando nudo de cinta. El nudo se
ajusta automáticamente ante un cambio de dirección de la carga.

Nudo de ocho de doble seno: El nudo de ocho doble con dos senos es un
nudo muy resistente y práctico para rapel, permite hacer anclajes a dos
puntos independientes en el caso de que uno falle el otro puede
salvarnos la vida, normalmente se usa cuando no se dispone de cintas.

Nudo siete y medio: El siete y medio se usa principalmente como


desviador y para colgar cargar en una cuerda. Su desventaja principal
radica en se aprieta mucho y es bastante difícil de deshacer.

También podría gustarte