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Historias en Pandemia SARS COVID-19.

Interpelaciones desde nuestra vida cotidiana

Alicia tiene 50 años. Su madre y su padre son con aplausos. Para muchas personas la
adultos mayores de 86 años que viven vacuna es una salvación, pero para él es una
separados. Ambos reaccionaron frente a las preocupación.
restricciones durante la pandemia de distintas
maneras. Sus compañeros de la facultad le dicen
“antivacuna”. Se lo dicen en chiste, y también
La madre olvidaba utilizar el tapabocas si le mencionan que si no se vacuna no va a
tenía que salir de su casa por algún motivo. poder volver a entrar a un bar, como pasa en
Tampoco adoptó la higiene de manos con Italia. En las redes sociales también percibe
alcohol en gel al salir, no mantenía el mucha violencia hacia las personas que no se
distanciamiento social, y le costó mucho quieren vacunar. Se pregunta: “¿le haré mal a
aceptar que sea su hija quien le haga las otras personas si no me vacuno”? No celebra
compras en el supermercado. ni la vacunación masiva ni el regreso a la
“normalidad”. La pandemia le permitió pensar
El padre, por su parte, adoptó las medidas de en su formar de vida, y siente que la vida de
cuidado a un nivel extremo, con tapaboca, la ciudad siempre lo estuvo enfermando.
mascarilla, guantes de todo tipo y una
negación determinante a tener contacto con Finalmente se vacuna, no tanto por decisión
cualquier miembro de la familia, negándose a personal, sino presión social. Pero sale del
toda ayuda o colaboración que le ofrecieran. centro de vacunación angustiado. No se saca
ninguna foto. En el grupo de amigos le
Alicia no sabe qué hacer con ellos y de algún preguntan “¿Cuál te tocó?”. Alguien responde
modo siente culpa por exigirles que “Son todas buenas”. Él no responde. No sabe
permanezcan en sus casas y privarlos de los si es por los efectos adversos o por la
paseos por el parque y de la poca vida social impotencia, pero solo quiere ir a dormir.
tan importante para ambos
Raquel es mamá de un niño de 4 años. Está
Jerónimo tiene 27 años. No se quiere muy enojada con la escuela porque el primer
vacunar. Considera que las investigaciones día de retorno al jardín su hijo volvió con un
no fueron suficientes, pero a su vez se siente dibujo del virus en la mano. Era como un
obligado a hacerlo. ¿Y si tiene efectos monstruo pequeño, con cara de malo. Al
adversos? Nota que sus contactos de principio pensó que había sido una travesura
Instagram se sacan fotos el día de la primera del niño, pero luego él le contó que la maestra
dosis, y que sienten alivio y reciben emojis le hizo ese dibujo cada estudiante al entrar al
colegio con el objetivo de que al final del día formas de abordaje, que principalmente
el dibujo desapareciera de tantas veces que comprenderían a la salud no solo desde sus
tenía que lavarse las manos. aspectos biológicos, sino también desde un
plano mental, desde el que la psicopedagogía
Raquel entiende que se trabaje lo que sucede puede operar, y también desde un plano
en la sociedad adentro de la escuela, pero colectivo, en el que la comunidad es agente y
hay algo de esa actividad que le deja un constructora de salud.
sabor amargo.
Observamos, junto a Eduardo Menéndez,
Las historias de Alicia, Jerónimo y Raquel nos cómo el modelo médico hegemónico conlleva
invitan a repensar cómo reaccionamos como a una medicalización dependiente, y no
sociedad al emergente de una pandemia descartamos de analizar el fenómeno de la
global que nos insta a cuidarnos de contraer vacunación masiva y también del brote
una enfermedad que para muchas personas pandémico desde determinaciones no sólo
puede ser letal, y que además los seres biológicas, sino también sociales, como nos
humanos somos sus principales enseña Jaime Breilh, e incluso éticas y
propagadores. Así, como el padre y la madre políticas, como nos recuerda Maritza
de Alicia, han vivenciado, por un lado, el Montero.
acatamiento férreo a políticas de
confinamiento y distanciamiento social, o Asistimos al consumo de un discurso bélico
bien, por otro lado, las dificultades y contra el virus, que Denise Najmanovich
resistencias de cumplir con normas tan denuncia como discurso moderno, que
restrictivas. Han vivenciado y escuchado, promueve valores individualistas,
como Jerónimo, discursos que antropocentristas y explotadores del
responsabilizan a los individuos por los ecosistema, el cual es en sí mismo el
contagios, y que promueven, desde un responsable de la emergencia pandémica. Un
paradigma biomédico, la vacuna como discurso que demoniza al otro, al diferente, al
principal acción de “combate” contra el virus y virus, antes de promover la convivencia y el
la pandemia. Han asistido, como el hijo de cuidado. Una industria de la muerte antes que
Raquel, a la demonización de un virus, que se las construcciones de comunidades de vida.
insiste con que sea eliminado, y que parece
¿Qué cambiaría si enseñáramos a las
habitar nuestros cuerpos sin que podamos
infancias a ser agentes de promoción y
tener agencia sobre él.
prevención en salud, y no a ser eliminadoras
Desde una mirada atenta a la promoción y la del virus? ¿Y si invitáramos a las personas
prevención en salud, deseamos hacernos eco mayores a potenciar sus cuidados integrales
de las reflexiones de Alberto Vasco Uribe, sin inculcar constantemente temor, y sin
quien señala que la responsabilidad sobre la descuidar que su salud depende también de
prevención y la curación no debería recaer en poder ser parte activa de lo que les acontece?
un individuo, el médico, sino que ¿Y si aplaudiéramos y fotografiáramos menos
“necesariamente deben ser asumidas por al ser que es vacunado por un heroico
equipos de diferentes disciplinas y diferente aparato estatal que realiza compras
complejidad, por diferentes sectores de la descomunales a industrias farmacológicas de
sociedad y por la comunidad misma, o mejor países centrales, y más a aquellas personas y
por la organización social en su conjunto”. Tal grupos que han creado alternativas para
postura nos permite visibilizar que la seguir creando y viviendo en pandemia?
esencialidad depositada en la biomedicina por Quizás serían otras las historias que
los discursos hegemónicos para abordar la escribiríamos…
pandemia ha dejado en sus márgenes otras

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