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Dolor de Tipo Mosculoesquelético en Embarazadas
Dolor de Tipo Mosculoesquelético en Embarazadas
tratamiento.
Por Pau Sanz Sánchez
Tipos de dolor
Coelho (2016) aporta que el dolor lumbar se presenta con mayor incidencia a lo largo del
segundo trimestre de embarazo. Dolor de tipo agudo o escozor y que se presenta de forma
intermitente en la mayoría de los pacientes. La sintomatología empeora durante la noche, pero
en un gran porcentaje de las mujeres embarazadas mejora con el descanso.
La literatura muestra otro tipo de dolor característico asociado al aumento de la presión de la
cavidad intraabdominal (PIA). El aumento de la PIA tiene asociados como factores de riesgo: la
bipedestación prolongada, la falta de conciencia y control de la musculatura del suelo pélvico1
(Carvalhais, A., et al, 2018), el patrón respiratorio abdómino-diafragmática instaurado y
asociado a la diskinesia de la musculatura respiratoria intercostal por encontrarse en estado
hipertónico y el descenso de las vísceras de carácter gravitatorio que están relacionadas
mediante la fascia a la matriz uterina durante el embarazo.
Tal y como recomienda Liddle S.D., y Pennick, V., en su revisión sistemática es interesante para
facilitar la labor del terapeuta en prevención y abordaje del dolor, utilizar un cuestionario que
objetive y permita cuantificar la cantidad y tipo del dolor de la paciente. En esta pequeña
revisión aportamos el Pelvic Floor Distress Inventory Questionnaire - Short Form 20. El cual se
adjunta al final del documento. Este cuestionario se recomienda utilizarlo antes del inicio del
tratamiento, en la mitad del periodo del mismo a modo de evaluación y control, y así mismo,
previo al alta.
1 Esta musculatura que trabaja en sinergia con el diafragma y el transverso abdominal durante la respiración, el control y
estabilización muscular durante los cambios posturales, la continencia urinaria y fecal, la evacuación urinaria y fecal.
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Abordaje
Haciendo referencia a la inactividad no pautada y el sedentarismo, (Davenport, 2019, Liddle,
S.D. 2015 y Helgue Franke, D.O. et al, 2017) afirman que en comparación con ellos, el ejercicio
prenatal reduce la severidad del dolor lumbar inespecífico, del dolor localizado en la cintura
pélvica o el dolor lumbopélvico profundo durante y después del embarazo. Por otro lado, no
parece relacionar el ejercicio con las posibilidades de aparición de las condiciones álgicas
nombradas. Esto nos lleva a pensar que el planteamiento que es interesante proponer es, a no
ser que exista contraindicación médica por prescripción, ejercicios de movilidad articular,
aumento de la flexibilidad del raquis (Helgue Franke, D.O. et al, 2017) mejora de la movilidad
torácica, toma de conciencia del patrón respiratorio y mejora de la integración del mismo,
reducción de la PIA mediante la instrucción de higiene postural y de movimiento, instrucción de
las limitaciones que puede presentar la nueva condición corporal en una embarazada
(Davenport, M.H. et al, 2019 y Barton, S., 2004).
Es recomendada la caminata como parte de la prescripción del ejercicio terapéutico siempre y
cuando no produzca sintomatología dolorosa o relacionada.
Posturas
Los ejercicios deberán adaptarse a la condición de la paciente. Algunos deberán realizarse en
decúbito supino con triple flexión de miembro inferior, otros en sedestación estable o
sedestación móvil y en algunas ocasiones la literatura sugiere realizarlos en bipedestación,
teniendo en cuenta las indicaciones previamente expuestas sobre el aumento de la PIA*. La
postura de decúbito supino puede resultar incómoda durante el embarazo, es importante
instruir en las posiciones de reposo y sueño, las cuales podrán ser facilitadas mediante el uso de
cuñas, almohadas y refuerzos de colchón en relación no solo a la mejora de la calidad del
descanso, sino como prevención de sintomatología dolorosa (Barton, S. 2004).
No existe una medida estandarizada ni estricta sobre la dosificación del ejercicio, pero si existe
como contraindicación directa y relacionado directamente con aparición de dolor pélvico la
fatiga.
Es importante no llevar el cuerpo de la mujer durante el embarazo a situaciones de fatiga, alta
deuda de oxígeno durante el ejercicio o aumento de temperatura notable. Estos son estados
contraindicados durante el embarazo, pero se ha de tener mayor vigilancia durante el ejercicio.
Las clases de preparación al parto deben incluir ejercicios de conciencia corporal y elementos
de escuela de espalda, a los cuales se les asociará un refuerzo motivacional y feedback continuo.
Conclusión
2
Bibliografía
Coelho, M.E., Lima, L.C., de Lira, C.A. et al (2016). Low back pain during pregnancy. Rev
Bras Anestesiol, 67, 266-270.
Davenport, M.H. et al. (2019). Exercise for the prevention and treatment of low back,
pelvic girdle and lumbopelvic pain during pregnancy: a systematic review and meta-
analysis. Br J Sports Med, 53, 90-98.
Helgue Franke, D.O. et al. (2017). Osteopathic manipulative treatment for low back and
pelvic girdle pain during and after pregnancy: A systematic review and metaanalysis.
Journal of Bodywork & Movement Therapies, 21, 752-762.
Liddle, S.D., Pennick, V. (2015). Interventions for preventing and treating low-back and
pelvic pain during pregnancy (Review). Cochrane Library, 97.
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Anexo I
4
¿Tiene usted, y si es así, en qué medida No me Me Me molesta Me
le molesta… molesta en molesta moderadamente molesta
absoluto algo bastante
Experimentar frecuentemente dolor o Sí
disconfort en la región abdominal baja o No
genital?