Está en la página 1de 3

Cuidemos nuestra salvación escuchando la voz de Dios y

no la del enemigo.
Cita bíblica principal:
Hebreos 2:1-4.
¿Qué entienden ustedes por diligencia?
La diligencia es, básicamente tener cuidado, en este caso, tener cuidado o
actuar con prontitud a todo lo que hemos oído, pues podemos caer o
deslizarnos como dice Pablo.
¿Cuánta palabra de Dios hemos recibido en lo que va del año?
La palabra de Dios menciona y nos confirma que Cristo viene pronto.
Leer Apocalipsis 22:12.
¿Cuántos hemos hecho caso cada vez que escuchamos o leemos acerca de la
venida de Cristo?
Eso nos está diciendo Dios por medio de Pablo, a que con diligencia
escuchemos y atendamos al llamado, al aviso que Dios nos está dando acerca
de su venida.
La palabra de Dios dice en Hebreos 3:15.
Nos dice que, si oyésemos o llegáramos a oír su voz, que no endurezcamos
nuestro corazón, que tomemos en cuenta su palabra, que pongamos en
práctica todo lo que Dios nos dice, a que actuemos, que vayamos buscando
aún más en la santidad.
Entrando en el tema de no descuidar la salvación, existen varios tipos de
personas que Dios me permitió identificar.
1) El cristiano inconstante.
Este tipo de cristiano es aquél que mengua bastante en el evangelio, a veces
ora, lee la biblia, a veces no lo hace, va un domingo a la iglesia, y deja de ir 4
domingos a la iglesia.
Este tipo de cristiano ni siquiera puede servir en un ministerio, pues falta más
de lo que va a la iglesia.
Todo cristiano que sea inconstante tiene doble ánimo: Santiago 1:8.
Cabe resaltar que hay cristianos que se logran afirmar, más aquellos que no lo
logran, su doble ánimo los comienza a hacer tibios, se estancan y no avanzan
más en el evangelio.
El cristiano tibio comienza a llamarle la atención el mundo y se va al mundo, la
palabra de Dios nos dice en: Apocalipsis 3:15-16.
¿A cuántos de nosotros nos gusta ver el vomito nuestro o de los demás?
Si a alguien le gustará lo tendríamos por asqueroso, así somos nosotros
cuando regresamos al mundo, al vomito, somos unos asquerosos, pues como
el perro regresamos a nuestro vómito, lo dice en: 2° Pedro 2:22.
2) El cristiano de doble nacionalidad.
Este tipo de cristiano hizo una verdadera acepción de Cristo en su corazón, lee
la biblia, ora y se congrega todos los domingos, pero le gusta el mundo
también.
Ustedes me dirán que, un cristiano con una verdadera acepción a Cristo no
puede agradarle el mundo, y es correcto, todo nuevo creyente nacido de nuevo
aborrece el pecado, pero ¿qué sucede cuando estamos en Cristo, pero hay
algo del mundo que no queremos dejar?
Recordemos que somos humanos, y todos tenemos debilidades, algunos al
nacer de nuevo inmediatamente aborrecen el pecado y sueltan todo lo del
mundo, pero no todos son así.
El cristiano de doble nacionalidad, como dijimos, ora, lee y se congrega, más
es el tipo de cristianos que escucha alabanzas, pero su desliz es el rock, su
debilidad es la música mundana, y mezcla lo mundano con lo santo, este tipo
de cristiano piensa que hace lo correcto.
También es de aquellos que van todos los domingos a la iglesia, siempre y
cuando no se le toque su desliz, a lo mejor ese día tenía que ir a jugar fútbol, y
cambia la iglesia por un partido, pues es su desliz, y él piensa que todo está
bien, Proverbios 14:12.
¿Más que nos dice Dios acerca de esta situación?
 1° Juan 2:15.
Si amamos el mundo, el amor de Dios no está en nosotros.
 Santiago 4:4.
¿Queremos o nos conviene ser enemigos de Dios? Para nada, Él nunca ha
perdido, y no es nuestro enemigo, es nuestro Fiel Amigo, pero si usted sigue
haciendo lo mismo, ser de doble nacionalidad, usted caerá y se irá al mundo, y
se hará enemigo de Dios, pues ha preferido al mundo y sus afanes antes que a
Dios.
3) El cristiano fervoroso que deja todo.
Este tipo de cristiano, nos dará un fuerte golpe a todos, pues es un cristiano no
tibio, si no que mantiene viva la llama de Dios, ora, lee y va a la iglesia todos
los días, tiene ministerios, entre todos los mencionados, es el modelo perfecto,
dentro de lo que cabe, lo que debería de ser un cristiano nacido de nuevo.
Como todos los cristianos, sufre tribulaciones, pruebas, adversidades, pues a
pesar de todo, ahora se ha constituido enemigo del diablo.
En las tribulaciones, problemas y adversidades, este tipo de cristiano tiene
mucha fe, esta rodeado de ángeles, esta enteramente vallado alrededor de él y
el enemigo no le toca, más el enemigo esta atrás de la puerta principal de la
valla, está gritándole “No le creas a Dios” “Si te quisiera, Él ya te hubiese
sanado, ya hubieses superado todo” “Estabas y estarías mejor conmigo”.
El enemigo comienza a minar nuestra mente de mentiras, y he aquí dos
opciones:
 Aplicamos la palabra de Dios y atendamos con diligencia lo que Dios
nos dice en: Juan 8:44.
Si atendemos a esta palabra, nuestra fe no menguará, y venceremos.
 Le hacemos caso.
Si le hacemos caso, nuestra fe disminuirá, recordemos que ele enemigo vino
para hurtar, matar y destruir.
Cuando nuestra fe comienza a desfallecer, comenzamos a ser inconstantes, de
doble ánimo, nos volvemos tibios, y posteriormente, dejamos nuestros
ministerios, y nos vamos al mundo, nos regresamos al vómito.
El enemigo al llevarnos nuevamente al vómito, ya nos robó, luego empiezan las
tribulaciones, consecuencias por nuestros pecados, y ahí nos empieza a matar.
Nos ganamos el mundo, ¿pero a qué precio si perderemos nuestra alma?
Y antes que nos destruya el enemigo, es decir, que nos lleve al infierno a sufrir,
Dios ha estado llamándonos en medio de la tribulación, en medio de las
consecuencias de nuestros pecados.
De repente lo escuchas, y comienza a recordarte que Él era quién te protegía,
pero como te alejaste, como no atendiste a lo que escuchaste, te sucedió todo
esto, ahora tienes 4 esposas, o 4 esposos, pero tienes enfermedades
contraídas, tienes dinero, pero no somos felices, o no tienes dinero pero si
deudas, o tienes un esposa o esposa, pero te pega o te es infiel, no te ama.
Pero luego Dios te dice en 2° Timoteo 2:13.
Dios ha permanecido fiel, llamándote, buscándote, te encontró y te dice: Isaías
1:18.
Es nuestra decisión, nosotros escogemos si arrepentirnos, o simplemente
ignorar a Dios.
Si lo escogemos, ya todo se arregló, pues como el hijo pródigo regresaste al
Padre, si lo ignoras, Él te seguirá esperando, pero todo tiene su límite.
 Hebreos 3:15.
Atendamos a lo que oímos, atendamos a su palabra, atendemos a la voz de
Dios, porque si no, ¿cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan
grande?.

También podría gustarte