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términos de incremento de los niveles de vida, de mejoras en la salud o el

Mundos “aparte”: diferencias y desigualdades globales1 bienestar, así como de otros bienes comunes que son vistos como
beneficiosos para la sociedad en general. Las condiciones de pobreza varían
Power, Marcus mucho entre distintas zonas, así como el modo en el cual la pobreza es
experimentada; por ello, cualquier estereotipo simplista sobre la “pobreza
del Tercer Mundo” es de poca utilidad.
¿Qué es la Geografía del Tercer Mundo? Algunos rasgos comunes
vienen a la mente: pobreza, hambre, desastres y degradación am- Recientemente ha habido un incremento en el encasillamiento y la estigmati-
bientales; inestabilidad política, desigualdades regionales, etc. De zación de la gente y los lugares no-occidentales, a partir de que han crecido
este modo se crea una poderosa imagen negativa del tercer mundo, las demandas de efectividad de la ayuda internacional, o las preocupaciones
que se nos presenta de forma definida y coherente. Pero detrás de por la desigualdad (ver por ejemplo el Informe de Desarrollo Mundial del
este estereotipo estigmatizante existe una geografía alternativa, Banco Mundial, 2006). Así, estos países son categorizados como pertenecien-
que demuestra que la llegada del desarrollo a los países del Tercer tes al Tercer Mundo o al Sur Global por ser de algún modo “menos desarro-
Mundo ha sido un proceso prolongado, laborioso y fuertemente llados”, “subdesarrollados” o incluso por “ir en retroceso”; estas etiquetas
controvertido. (Bell 1994: 175)
remiten al poder y la política, en tanto pueden imponer límites arbitrarios y
burocráticos. Construir categorías sobre la gente y los lugares suele verse
como una herramienta útil para el manejo y la asignación de recursos, y
Quizás uno de los aspectos más interesantes del concepto de desarrollo sea también para observar si las personas “desfavorecidas” resultan beneficiadas
el hecho de que ha generado una serie de etiquetas bastante confusas para
por el desarrollo (Eyben et al. 2006). De alguna manera, la falta de un conjun-
designar a aquellos pueblos y lugares que no son considerados como
desarrollados. Como Morag Bell sugiere en la cita precedente, al espacio del to de indicadores y mediciones consensuados, o bien de sistemas comunes
Tercer Mundo se le han asignado varios tristes estereotipos respecto al de recolección de datos, muestra una versión propia del fracaso del desarro-
hambre, la pobreza, las sequías, etc., con el fin de caracterizar y encasillar a llo internacional desde 1945. Un grave problema que tienen las geografías
estos lugares, de un modo que resulte coherente. Aprender a entender y a del desarrollo producidas en base a estas estadísticas es que han permitido a
apreciar las diferencias sociales o económicas relativas al mundo en el cual ciertos observadores etiquetar áreas enteras como Tercer Mundo o “menos
vivimos es un proceso difícil y que está cargado de valores. El término desarrolladas”, como si fuese posible decir lo mismo sobre todos los inte-
desarrollo es notoriamente difícil de definir y suele hacer referencia a “un
grantes de estas áreas (Wood 1985). Como expresa Morag Bell:
buen cambio”: se trata de una palabra con carga positiva, que en el lenguaje
cotidiano es sinónimo de progreso, y que típicamente es considerada en Al poner el énfasis en las privaciones de la gente (en el caso de la pobreza),
estas estadísticas imponen a las sociedades no occidentales una uniformi-
1 dad negativa. En tanto objetos de estudio, la gente pobre se convierte en
En: Peter Daniels et al. (eds), An Introduction to Human Geography. Harlow:
Pearson, 208, chapter 8, pp: 180-202. Traducción de partes seleccionadas, realizada categorías, y es etiquetada como si se tratase de un grupo homogéneo (Bell
para uso de la cátedra de Geografía Social por los alumnos de la carrera Violeta 1994: 184).
Castets, Gonzalo Cornejo, Milagros Deluca, Martín Manuli, Guillermo Marotta y
Nicolás Moser.
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De este modo, las historias de vida de las personas y sus múltiples identida- tadísticas y cuantificaciones para entender estas cuestiones, o se debería
des son reducidas al imponerles etiquetas tales como “pobre” o “refugiado”; tratar de aprender de otros tipos de historias y narrativas? Lo que constituye
si bien estas etiquetas podrían ir especificándose (por ejemplo con adjetivos) “conocimiento” en las prácticas y políticas del desarrollo suele ser definido
esto no haría más que llevar a interpretaciones más particulares del proble- en relación a la ciencia occidental (mediciones cuantitativas, datos estadísti-
ma subyacente. Más aún, etiquetar regiones y espacios enteros como “en cos, investigaciones académicas formales), pero también se podría aprender
desarrollo” o “desarrollados” reduce o pasa por alto la diversidad política, mucho de escritos de ficción o de otras perspectivas literarias, con el fin de
económica, social y cultural de estos lugares y de las comunidades que que- revelar una cara diferente de las experiencias del desarrollo (Lewis et al.
dan incluidas dentro de estas groseras generalizaciones, simplificaciones y 2005).
agregados (Wood 1985). Cabe reconocer que, si bien estas etiquetas pueden
Este capítulo se divide en cuatro secciones. La primera discute dos de las más
estigmatizar lugares y gente, ellas también pueden ser resistidas y dar lugar a
importantes perspectivas conceptuales que se han formulado sobre las rela-
movilizaciones (por ejemplo, mediante etiquetas como las de “ciudadanos” o
ciones entre el desarrollo y la desigualdad: la escuela de la Modernización y
de “discapacitados”).
la escuela de la Dependencia. Aunque hay muchas otras corrientes de pen-
Este capítulo busca explorar la noción de desarrollo del Tercer Mundo, y es- samiento sobre el desarrollo, estas dos perspectivas tuvieron amplia influen-
bozar algunas de las formas en que esta temática ha sido teorizada y llevada cia y continúan siendo relevantes para comprender la teoría y práctica actual.
a la práctica. Para ello, se examinarán las dimensiones históricas y geopolíti- La segunda sección destaca la necesidad de analizar al desarrollo histórica-
cas del desarrollo y se hará foco en la necesidad de contextualizar los estu- mente y de conocer cómo se ha ido redefiniendo a través del tiempo. ¿Cómo
dios sobre esta temática. Se sostiene también que más que ver a la gente moldearon las fuerzas históricas nuestro entendimiento sobre la geografía
pobre como un “objeto de estudio”, es necesario prestar atención a los mo- del desarrollo? ¿De qué maneras las herencias del pasado son importantes
dos como ellos mismos entienden y dan sentido a sus experiencias de la po- para entender las diferencias y desigualdades económicas globales contem-
breza. poráneas? La tercera sección hace foco en la gente y en los lugares, al tiempo
que explora cómo los sujetos del desarrollo experimentan las intervenciones
Es importante apartarse e ir más allá del encasillamiento al que se somete a
orientadas al mismo. Tres agentes fundamentales del desarrollo –ONGs, Es-
los pueblos del Tercer Mundo como si se tratase de un grupo homogéneo,
tados e instituciones internacionales– dominan la literatura sobre esta temá-
para poder llegar a comprender cómo estas personas y lugares son diferen-
tica, pero ¿de qué modo estos agentes entienden las aspiraciones y necesi-
ciados social y espacialmente a través del desarrollo y de las desigualdades,
dades de los pretendidos u objetivados beneficiarios? La sección final de este
experimentando progreso y cambios favorables en diversos modos. Es nece-
capítulo plantea inquietudes acerca de las implicancias políticas, culturales y
sario alentar distintas maneras de concebir los problemas del desarrollo, y
económicas de la globalización para el futuro de la teoría y la práctica del
resistir a la tentación de adoptar categorías puras y de fácil cuantificación.
desarrollo, a la vez que examina alternativas posibles a las mismas basándose
La cuestión clave aquí es cómo captar y entender las diferencias que definen en las culturas y conocimientos locales.
y distinguen los modos en que el desarrollo es vivido en distintos lugares y
por diferentes grupos de personas. ¿Es necesario depender siempre de es-
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1. Geografía y desarrollo del Tercer Mundo mitad del siglo XX. El término supuso la existencia de un primer mundo de
capitalismo avanzado en Europa, Estados Unidos, Australia y Japón; un se-
¿Quiénes llevan a cabo el desarrollo?, ¿para quiénes? Estas son preguntas
clave. Deberían formularse especialmente cuando las “soluciones” que se
gundo mundo formado por el bloque socialista (la posición de China en esto
proponen comienzan con un “Nosotros deberíamos…”, sin dejar en claro a fue muy debatida) y un tercer mundo conformado por los países que queda-
quiénes hace referencia ese “nosotros” y qué intereses representan (Allen & ban fuera de esta dicotomía. Este esquema de clasificación, extremadamente
Thomas 2000: 4). rudimentario, proveyó a muchos investigadores de un ideario conveniente-
mente acotado.
El principal problema que surge de etiquetar vastas regiones como menos
desarrolladas, en desarrollo o tercermundistas es que a menudo se asumen
una serie de supuestos negativos, con lo cual se dota a estas regiones de una
Estudio en profundidad 1
“uniformidad negativa”. Las imágenes de desigualdad e injusticia que nos
llegan a través de estos nombres no siempre son nítidas, coherentes o preci- Los “intereses estratégicos” de la ayuda extranjera
sas, y a menudo estas desigualdades no se expresan de forma efectiva en las Por diversas razones, examinar el caso de la ayuda extranjera –o internacional- pue-
estadísticas que se toman como indicadores de lo que constituye el desarro- de decir mucho sobre la historia de la teoría y práctica del desarrollo, a la vez que
llo. Para que se pueda construir una noción de Tercer Mundo, es determi- provee una útil apertura a las discusiones más amplias sobre las relaciones Norte-
nante que existan políticas de etiquetado, y que se establezcan mundos Sur. En 2002, el total de esta ayuda fue de aproximadamente 56 mil millones de
diferentes o aparte; es importante comprender tales procesos y ser crítica- dólares, otorgada por los 21 países principales de la OCDE y algunos otros (Maxwell
mente consciente de lo que implican. Con frecuencia, el mundo en desarrollo 2002). Dos tercios de esta ayuda fue de gobierno a gobierno -o ayuda bilateral- y el
resto fue ayuda multilateral desembolsada por agencias como el Grupo del Banco
ha sido definido como un problema para los gobiernos occidentales, que solo
Mundial, agencias de las Naciones Unidas y la Unión Europea. Los críticos de la ayuda
podría resolverse mediante la intervención de expertos, donantes, tecnolog-
extranjera argumentaron que esta resultó menos efectiva que las inversiones priva-
ía, conocimientos e ideologías occidentales (ver Estudio en profundidad 1).
das o que los préstamos comerciales para estimular el crecimiento económico a
Las definiciones y el origen del término Tercer Mundo han sido ampliamente largo plazo. Otras críticas apuntaron al dudoso registro de la ayuda extranjera duran-
debatidos (Mountjoy 1976; O’Connor 1976; Auty 1979; Pletsch 1981; Wolfe te la Guerra Fría, que habría involucrado el subsidio a regímenes autocráticos y el
Phillips 1987), aunque difícilmente pueda decirse que el concepto de los tres fomento de conflictos regionales.
mundos pueda tener un significado preciso. En consecuencia, los límites ge- Cabe observar que muchas de estas críticas hacia la ayuda extranjera buscaron resal-
ográficos del Tercer Mundo son increíblemente vagos e indefinidos (Chaliand tar los “intereses estratégicos”, centrándose tanto en su distribución, como en la
and Rageau 1985; Griffiths 1994; New Internationalist 1999), y la idea tiene desigualdad e imprevisibilidad de su provisión. Durante la actual “Guerra contra el
distintos significados en culturas diferentes. El esquema de los tres mundos terrorismo”, por ejemplo, hay evidencia de que Estados Unidos utilizó donaciones de
ayuda extranjera para asegurar el apoyo de ciertos Estados del Sur Global, como
tiene una conceptualización del espacio proveniente de la Guerra Fría, y está
Pakistán o Angola.
fuertemente asociado al conflicto social y político global entre el capitalismo
y el comunismo -entre Estados Unidos y la Unión Soviética- en la segunda
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De acuerdo con Sogge (2002), la ayuda implica: (1) un sector de los servicios financie- pero una cantidad creciente de ella proviene de fuentes globales (por ej.,
ros que promueva préstamos en condiciones favorables; (2) un sector de los servi- arroz de Tailandia, bananas de Costa Rica, castañas de cajú de Mozambique),
cios técnicos que mejore la infraestructura y el know-how; (3) un sector dedicado a lo que vincula directamente a los consumidores ricos de los países occidenta-
dar una imagen positiva que alivie la culpa; (4) un conjunto de herramientas políticas les con los productores de estos alimentos en el Sur.
de incentivos y sanciones para entrenar y disciplinar a los receptores; (5) una indus-
tria de ideología y de conocimiento y (6) un sector que establezca agendas políticas y Las geografías imaginarias del Tercer Mundo antes mencionadas, tienen una
moldee normas y aspiraciones. tendencia a exagerar una serie de estereotipos y rasgos comunes, tales como
la sobrepoblación, la degradación ambiental o el caos político. Al discutir la
La costosa Cumbre de la Tierra (RIO+10) de 2002 -celebrada en Johannesburgo
(Sudáfrica) entre agosto y septiembre de ese año- fue ampliamente criticada por no inequidad y la desigualdad, a la gente y a los lugares que están sujetos al
ser más efectiva que sus predecesoras en innovar con perspectivas nuevas y alterna- proceso de desarrollo se les asigna una serie de representaciones e imagina-
tivas de la ayuda al desarrollo (excepto a través de las protestas y movimientos socia- rios que solo resultan parciales y provisorios. En este capítulo se propone una
les que se movilizaron en torno a ella). Geografía alternativa del Tercer Mundo, que se base en reconocer que el
desarrollo ha sido y es “un proceso prolongado, arduo y fuertemente con-
trovertido” (Bell 1994: 175); se trata de una Geografía alternativa crítica que
Al mismo tiempo, el mismo se vinculó con la formación de “mapas mentales” aspira a desafiar algunas de las “representaciones de personas y lugares so-
y “geografías imaginarias” sobre la desigualdad (Bell, 1994), construcciones bre las cuales las grandes teorías del desarrollo están basadas” (Bell 1994:
que con frecuencia son creadas cuando la gente no tiene contacto directo 193–4).
con las regiones o personas a las cuales describen o se refieren. En un intere-
Es extremadamente difícil hacer generalizaciones acerca de la gente y los
sante estudio sobre estudiantes que viajan con destino al Tercer Mundo,
lugares del Tercer Mundo, en la medida en que las relaciones entre las dife-
Desforges (1998) ilustra los vínculos entre viajes e identidad para muchos
rentes regiones del mundo siguen siendo imaginadas y simplificadas por ex-
estudiantes, quienes buscaban “coleccionar lugares” que les ofrecieran co-
presiones geográficas como Norte y Sur, rico y pobre, desarrollado y subdes-
nocimientos auténticos y experiencias personales a adquirir durante el viaje;
arrollado, Primer Mundo y Tercer Mundo u otras similares; se trata de térmi-
esto involucra la construcción de la otredad y de los lugares del Tercer Mun-
nos que deben ser abordados con cautela. La dicotomía Norte-Sur se tornó
do como diferentes, y el supuesto de que las experiencias pueden ser allí
muy popular luego de la publicación del Informe Brandt en 1980 (Brandt
“coleccionadas”; viajar puede verse como un importante medio a través del
1980), y resulta preferible frente al esquema de los tres mundos. No obstan-
cual “las identidades juveniles se extienden por fuera de lo local, sintiéndose
te, en dicho Informe no se desarrolló ninguna definición, y algunos de los
atraídas por diferentes lugares alrededor del globo” (Desforges 1998: 176).
límites que delineaba entre el Norte y el Sur se consideraron erróneos. Los
Por lo tanto, pensar críticamente acerca de las conexiones e identidades que seguidores de esta dicotomía –o del esquema de los tres mundos- fueron
vinculan el Norte y el Sur, Primer Mundo y Tercer Mundo, es de gran impor- criticados por la simplicidad de estas divisiones, y por su incapacidad para
tancia. Por ejemplo, ¿te preguntaste alguna vez de dónde viene realmente la reconocer la diversidad al interior de estos espacios. También se señaló críti-
comida que consumís? Mucha de nuestra comida se origina a nivel local, camente que el mundo no consiste en una serie de economías nacionales
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individuales (a la manera que sugieren ciertos informes de la ONU y el Banco En un conocido discurso de 1949, el presidente estadounidense Harry Tru-
Mundial); diversos analistas han señalado que en verdad solo hay un sistema man habló sobre la emergencia de un mundo subdesarrollado que represen-
económico global, con crecientes grados de interdependencia (Allen 1995). taba “una desventaja y una amenaza tanto para sí mismo como para las áre-
as más prósperas” (Truman 1949). Nacido de las cenizas del colonialismo y
Nuestra tarea es pensar críticamente sobre la Geografía desigual y dispar que
del fuego del anticomunismo en Estados Unidos, el ideal del desarrollo ocupó
caracteriza a la economía mundial, y sobre las maneras en que la economía
un rol protagónico en la arena mundial tras finalizar la Segunda Guerra Mun-
global capitalista produce activamente un desarrollo de carácter desigual e
dial y en especial durante la Guerra Fría. Truman avanzó en su planteo indi-
injusto. Para muchos observadores, buena parte del desarrollo económico y
cando la necesidad de contar con “conocimientos científicos y técnicos mo-
de la riqueza de los países desarrollados proviene directamente de los países
dernos” como una vía para superar esta desventaja del subdesarrollo, y lue-
pobres, habiéndose “importado” y extraído de ellos. Las preguntas que sur-
go anunció el comienzo de un “nuevo y audaz programa” del mundo desarro-
gen en consecuencia son: ¿en qué medida el sistema económico mundial
llado para resolver la desigualdad y remediar el empobrecimiento en las áre-
genera desigualdad y se sostiene en ella?, ¿dónde deja esto la idea liberal
as “atrasadas” (Sachs 1992). Desde entonces el desarrollo se convirtió en:
básica de “desarrollo para todos”?, ¿no es fraudulento sostener la imagen de
riqueza y de altos niveles de vida occidentales como si fuese factible exten- Un concepto ameba, sin forma pero imposible de erradicar, (el cual) se pro-
derlos a toda la humanidad?; si la economía global es piramidal y todos son paga por todos lados porque connota la mejor de las intenciones (creando)
alentados para escalar hasta la cumbre, ¿cómo puede esto sostenerse? un terreno común en el cual la derecha o la izquierda, las elites o las bases
luchan sus batallas (Sachs 1992: 4).
La igualdad en el desarrollo –alcanzar a los ricos a través de la actividad
Si bien las interpretaciones ideológicas en torno al concepto de desarrollo
económica– parece cada vez menos posible, en la medida en que a inicios del
han ido variando, siempre se han proclamado como teniendo “las mejores
siglo XXI crece la evidencia de que la desigualdad global se amplía y profundi-
intenciones”. La idea de desarrollo es frecuentemente discutida en relación a
za. El desarrollo sirvió como una especie de faro (Sachs 1992) o como una
los países en desarrollo (en sí misma una denominación cargada de valor). No
estrella guía (Wallerstein 1991) en la que diversos movimientos, gobiernos e
obstante, dada su naturaleza informe (como una ameba), esta concepción ha
instituciones depositaron su fe e intenciones. Al igual que el término Tercer
tomado numerosas formas en diversos lugares, y continúa siendo muy rele-
Mundo, el desarrollo en parte representa un imaginario geográfico, expre-
vante en sociedades que se proclaman desarrolladas (ver estudio en profun-
sando una idea de un mundo mejor, al tiempo que implica creer que las des-
didad 2).
igualdades e injusticias existentes entre naciones, Estados, regiones y órde-
nes económicos pueden ser corregidas o superadas. Escobar (1995) sostiene, Una definición del desarrollo como un proceso similar e igualmente impor-
además, que la noción de Tercer Mundo asigna enorme poder a las institu- tante, tanto en sociedades desarrolladas como en desarrollo, fue reciente-
ciones del desarrollo occidentales, en tanto contribuye a moldear las percep- mente formulada en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) (PNUD 1998).
ciones populares sobre África, Asia o América Latina. El Tercer Mundo es Asumiendo nuevamente que el desarrollo puede ser representado mediante
definido, y se vuelve inteligible, a través de los lenguajes y las representacio- una sola medición, el Índice del PNUD combina datos (por países) de espe-
nes que realizan estas agencias e instituciones del desarrollo global. ranza de vida, alfabetismo, ingresos, calidad ambiental y libertad política. El
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desarrollo queda, de este modo, definido como una serie de etapas numéri- pero ambas ofertas fueron rechazadas por el gobierno estadounidense (British Bro-
cas con una progresión lineal que indica (estadísticamente) grados de desvia- adcasting Corp. 2005b).
ción o distancia respecto a las normas e ideales occidentales; el desarrollo es Los periodistas de los medios de comunicación que cubrían el caos originado por el
representado mediante una serie de tablas de clasificación que miden el huracán señalaron que “un país del Tercer Mundo” había aparecido de la nada en la
grado de progreso, con la suposición subyacente de que todos los países costa del Golfo de México, o comparaban las escenas observables en ciudades como
pueden alcanzar los niveles más altos de performance establecidos en Occi- Nueva Orleans con las de “campos de refugiados” de esos países. El informe U.S.
dente, o acceder a los mayores niveles de ingresos del mundo. Como en el News & World se refirió a “las imágenes de muerte y devastación propias del Tercer
caso del PBI per cápita, el IDH de alguna manera (aunque a un nivel muy cru- Mundo”, que se difundieron a través de las pantallas de televisión de todo el país,
mientras que en Fox News, Shepard Smith lamentó que las cosas ya no serían igua-
do) apunta a reconocer el crecimiento de brechas entre las diferentes regio-
les, señalando que los estadounidenses “quedarían marcados por siempre, espanta-
nes del mundo. Su importancia, sin embargo, está socavada por el fracaso de
dos por los horrores del Tercer Mundo, impensables en esta nación hasta ese mo-
estos indicadores generalizados. Aunque las mediciones estadísticas del de- mento”.
sarrollo pueden ser útiles, siempre es importante estar vigilantes respecto de
Sin embargo, como Brooks (2005) argumentó, el Tercer Mundo de ninguna manera
la manera en que se recolectan los datos o se formulan las definiciones, así
se ha 'colado' en Estados Unidos recién a partir de este huracán, sino que ha estado
como también ser cuidadosos con las suposiciones y prescripciones que atra-
allí desde mucho tiempo antes. Una cifra cercana al 13% de los estadounidenses vive
viesan sus resultados. Es mediante la acumulación de estadísticas y las su- en la pobreza (alrededor del 18% de los niños), según una estimación conservadora.
pervisiones realizadas por las agencias globales de desarrollo que la imagen De acuerdo con Brooks, “cuando se analizan los principales indicadores de desarrollo
del Tercer Mundo subdesarrollado (primitivo, tradicional, devastado por la económico desagregándolos según grupo de ingresos o raza, se encuentra que las
guerra, etc.) es (re)producida (Ahluwalia 2001). condiciones de los estadounidenses pobres compiten con las de los países en desa-
rrollo”. Del mismo modo que una hambruna masiva o un tsunami en el Tercer Mun-
do concita la atención de los medios de comunicación de los países occidentales -
Estudio en profundidad 2 entre ellos Estados Unidos-, la destrucción de una ciudad de este país, para los mis-
mos medios, fue considerada como un acontecimiento del «tercer mundo» en Esta-
El huracán Katrina y Estados Unidos como Tercer Mundo
dos Unidos. Fue casi como si los desastres y el sufrimiento humano se hubiesen des-
Uno de los huracanes más costosos y mortíferos en la historia de los EE.UU., el plazado desde el Tercer Mundo, por lo que este desastre natural se vio como algo
huracán Katrina, devastó gran parte de la costa de Estados Unidos en 2005, matando que realmente no estaba sucediendo en Estados Unidos (Wa Ngugi 2005).
a 1.836 personas y causando al país 81,2 mil millones dólares en daños. Más de 60
El desastre ilustra algunas de las formas como los medios construyen un imaginario
países se comprometieron a realizar donaciones monetarias u otro tipo de asistencia
del Tercer Mundo. Esta concepción tripartita del mundo contribuye a producir una
a Estados Unidos, incluyendo Kuwait (US $ 500 millones), Qatar (US $ 100 millones),
sensación de distanciamiento, en la que la pobreza, el hambre o los refugiados apa-
Corea del Sur (US $ 30 millones), China y Pakistán (ambos de US $ 5 millones) y Ban-
recen como algo ajeno, propio de un mundo apartado y distante. El huracán Katrina
gladesh (US $ 1.000.000 ). Cuba y Venezuela fueron los primeros países que ofrecie-
también desenmascaró el mito de Estados Unidos como un “país desarrollado” ple-
ron su ayuda -US$ 1 millón, 1.100 médicos y 26,4 toneladas métricas de medicina-,
namente, y expuso la desigualdad y pobreza reinante en sus ciudades.

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Estudio en profundidad 3

2. Conceptualizando el desarrollo Bandung, el no alineamiento y el Tercer Mundo

La idea de progreso se ha convertido en un “asunto de fe” en las definiciones La conferencia de Bandung fue una reunión de representantes de 29 naciones afri-
de desarrollo, lo cual ha permitido que estas definiciones tengan connotacio- canas y asiáticas que se celebró en Bandung (Indonesia) en 1955, con el objetivo de
promover la cooperación económica y política en el Tercer Mundo, y oponerse al
nes “cuasi místicas”; en este sentido, tratar de convertirse en desarrollado se
colonialismo. Fue patrocinada por Birmania, India, Indonesia, Ceilán (Sri Lanka) y
ha erigido como un objetivo que resulta incuestionablemente positivo e irre-
Pakistán, y trató de superar las diferencias sociales, políticas y económicas que sepa-
prochable. Asimismo, el “pensamiento sobre el desarrollo” (Hettne 1995), es
raban a las naciones del Tercer Mundo con el objeto de pensar en las posibles agen-
decir la suma de ideas sobre la estrategia, ideología y teoría del desarrollo, das y acciones comunes. Los objetivos de los 29 países que asistieron incluyeron el
ha quedado atrapado en una percepción “occidental” de la realidad, y así ha deseo de promover la buena voluntad y la cooperación entre las naciones del Tercer
sido internalizado. Por lo tanto, conceptualizar el desarrollo implica estable- Mundo, y el de explorar y avanzar en sus intereses comunes y mutuos.
cer qué constituye el progreso y las mejoras, y al mismo tiempo definir qué
Bandung fue en muchos sentidos “la plataforma de lanzamiento” de las demandas
intervenciones resultan “apropiadas” para los países pobres o menos des- del Tercer Mundo donde estos países se distanciaron de las “grandes potencias que
arrollados. Dado que todas las definiciones que pretenden ser abarcativas tratan de imponer la ley” (Rist, 1997: 86). No fue difícil para estos países encontrar
han sido controvertidas y polémicas, poco consenso existe hoy sobre esta algo en común, dado que compartían historias de explotación colonial, y la “agenda y
definición. Sin embargo, algunos núcleos conceptuales básicos han ido emer- el tema en cuestión habían sido escritos durante siglos en la sangre y los huesos de
giendo, y muchos de ellos siguen siendo relevantes en el mundo actual. los participantes” (Wright, 1995: 14).

Aunque hay diferentes corrientes que exploran las ideas del desarrollo, los La Conferencia fue especialmente exitosa en acelerar la llegada de nuevas institucio-
enfoques de escuela de la Modernización y de la Dependencia han sido dos nes internacionales que se ocuparon explícitamente del desarrollo (Rist, 1997). Samir
de los más influyentes en el siglo XX. En la discusión sobre estas concepcio- Amin acuñó el término Era Bandung en ocasión de una discusión sobre enfoques
nacionales del desarrollo que surgieron de este período (Amin 1994; Berger 1994,
nes, es importante entender cuándo y dónde han surgido (Slater 1993) dado
2001). El Movimiento de Países No Alineados (MPNA) se fundó (entre 29 Estados, la
que ellas reflejan algunas de las ideas acerca de las prioridades del desarrollo
mayor parte ex colonias) en 1961 en el principio del no alineamiento ni con Estados
vigentes en su época. Esto conlleva reconocer que la formulación de teorías Unidos ni con la Unión Soviética en la Guerra Fría. Un año después de la creación del
del desarrollo, depende de las diferentes percepciones sobre los “desafíos MPNA, se estableció el Grupo de los 77 (en su mayoría compuesto por los países que
del desarrollo” que se han planteado en cada momento (ver estudio en pro- asistieron a las conferencias anteriores) para presionar por cambios en las formas en
fundidad 3). que las agencias de la ONU concebían y trataban a los países en desarrollo.

El MPNA ha continuado su función como ámbito donde los países del Tercer Mundo
se encuentran y discuten temas y objetivos comunes; actualmente cuenta con 115
países miembros. La organización se ha reestructurado desde el fin de la Guerra Fría
y continúa su compromiso con los principios fundadores, aunque ahora incorpora

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también el énfasis en la reforma de la economía mundial. Sudáfrica se hizo cargo de nal, regional y mundial, al tiempo que también señaló que las economías
la presidencia en 1992, cuando la organización se reunió en Yakarta para decidir desarrolladas podrían “matar al dragón del atraso” (citado en Rist, 1997:
sobre futuras directrices políticas. En la actualidad, el MPNA coopera con organiza- 219). El modelo centro-periferia de Friedmann (1966) adopta muchos de los
ciones no gubernamentales, las Naciones Unidas, la Unión Europea y el G-8. En su 40
mismos supuestos de la polarización del desarrollo en las sociedades en tran-
aniversario en Nueva York en noviembre de 2001, el Movimiento reafirmó su com-
sición, así como del efecto derrame del desarrollo. Este modelo sugiere que
promiso de trabajar con las principales agencias del desarrollo global para ayudar a
existe una serie de etapas en el desarrollo nacional de los países o ciudades
llevar a cabo acciones para los países del MPNA en materia de deuda.
que conducen a una etapa final que representa la culminación del proceso de
desarrollo. Los geógrafos de la época trataron de contribuir al mapeo de la
2.1 La Escuela de la Modernización: un manifiesto anticomunista Geografía de la modernización, intentando mostrar cómo el progreso provo-
ca un derrame que se manifiesta en las jerarquías urbanas, a través de los
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial y tras el establecimiento de las Na-
sistemas de transporte o en la introducción de tecnología moderna, entre
ciones Unidas, las conceptualizaciones sobre el desarrollo recibieron un
otros. El mensaje de estas Geografías de la modernización fue que los países
estímulo decisivo. Entre 1945 y 1981, los Estados miembros de la ONU pasa-
subdesarrollados podrían moverse rápidamente hacia el ritmo de la “vida
ron de ser 51 a 156 (Berger 2001). Con los nuevos Estados formados luego
moderna” en unos pocos años, en tanto que el Estado (preocupado por los
del fin de la era colonial, y en el contexto de la Guerra Fría entre Estados
problemas macroeconómicos y de la economía nacional) fuese el agente
Unidos y la Unión Soviética, teorizar el desarrollo se convirtió en un asunto
clave del desarrollo.
más complejo y polémico. En cierto modo, la misión del desarrollo fue en-
tendida por algunos como la búsqueda de un “ethos (carácter distintivo) y un Uno de los teóricos clave de la modernización, que identificó etapas de cre-
sistema de valores que pudiera competir con éxito contra la atracción ejerci- cimiento en el proceso de desarrollo, fue el escritor anticomunista W.W.
da por el comunismo” (Watnick 1952-3: 37). Muchos observadores pedían Rostow (1960). Una vez más, la atención se centró en el derrame (de arriba
por la modernización de las zonas subdesarrolladas, describiendo (siguiendo hacia abajo) del desarrollo capitalista desde las zonas urbano-industriales
al presidente Truman) a los pueblos subdesarrollados como “confinados en el hacia otras regiones (Stöhr y Taylor 1981). Rostow (1960) predijo que las
atraso”, indecisos entre optar por los atractivos del comunismo o por la naciones despegarían (take-off) hacia el desarrollo, después de haber pasado
perspectiva modernizadora occidental. Este fue un elemento esencial carac- por cinco etapas; las comparó con las etapas del vuelo de un avión, que va
terístico de la Escuela de la Modernización, la que tuvo un carácter dualista, desde el rodaje en la pista, pasando por el despegue, hasta alcanzar el pleno
enfatizando en la oposición entre lo tradicional y lo moderno en lo referido a vuelo. Esta analogía abarca desde una primera etapa, la “era de la sociedad
estilos de vida, o entre lo indígena y lo occidental, como si ningún país o ciu- tradicional”, hasta una quinta etapa, la “era del consumo de masas”; ella da
dadano pudiera pertenecer a ambas categorías al mismo tiempo. por sentada nuestra fe en el sistema capitalista, dado que Rostow asume que
todos los países están en condiciones de “despegar” hacia el desarrollo.
Hirschmann (1958) fue un importante defensor de las ideas modernizadoras,
Además, al igual que otros enfoques de la Escuela de la Modernización, este
las que expresan la visión optimista de que las fuerzas de concentración (“po-
modelo desvaloriza y malinterpreta a las denominadas “sociedades tradicio-
larización”) se derramarían desde el núcleo hacia la periferia a escala nacio-
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nales”, las que en su análisis representan la forma o etapa de desarrollo “más En cuanto a las críticas más frecuentes, la división del mundo entre moderno
baja”. En cambio, el estado avanzado de modernización siempre es represen- y tradicional ha resultado bastante problemática (Pletsch 1981); las socieda-
tado como “modernización occidental”. des eran mucho más fracturadas de lo que se reconocía, estando divididas
según origen étnico, clase o afiliación política. Por este motivo no resultaban
Pero las Geografías de la desigualdad y el desarrollo no pueden reducirse a
sociedades unidas, ni se adaptaban a los proyectos de los planificadores del
un conjunto de etapas prescriptivas. Las zonas urbanas, por ejemplo, son por
desarrollo, como se suele suponer. La escala de los programas modernizado-
sí mismas objeto de un desarrollo inequitativo y desigual. Los enfoques de la
res también fue a menudo un problema, en tanto que asumían que “lo gran-
modernización también fracasaron ampliamente al abordar la cuestión del
de es hermoso” (involucrando grandes proyectos de construcción de repre-
género, asumiendo que varones y mujeres ocupan iguales posiciones en
sas o sistemas de riego, por ejemplo). Por otra parte, la Escuela de la Moder-
términos de relaciones de poder y de toma de decisiones. El efecto de “de-
nización y sus practicantes tendieron a despolitizar el desarrollo, haciendo
rrame hacia abajo” ha fallado también en tanto no se pudo materializar entre
muy pocas menciones –o ninguna- a la historia y la cultura. Rostow no fue
quienes han sido los sujetos de los proyectos de modernización. Este enfo-
capaz de describir la “etapa final” de su modelo orgánico de desarrollo, en
que parecía sugerir que el desarrollo podría ser imitado, copiado y reprodu-
tanto subyacía a su modelo que el crecimiento no tenía límites (Rist, 1997);
cido, y que los países subdesarrollados deberían tratar de reproducir los mo-
en lugar de describir esa última etapa, simplemente discutió una serie de
delos de desarrollo de los países desarrollados más ricos como Gran Bretaña
escenarios muy generalizados.
o Estados Unidos. Como argumentara Gunder Frank, este enfoque también
se puede entender como expresión de la llamada “Doctrina Sinatra”: Como tantas teorizaciones del desarrollo que le siguieron, esta terminó sien-
Lo hago a mi manera, ya que lo que es bueno para General Motors es bueno
do un dogma, es decir un conjunto de principios sobre lo que se debe hacer,
para el país, y lo que es bueno para Estados Unidos es bueno para el mundo, y una fe ciega en que se alcanzarían los objetivos de consumo de masas y
y especialmente para aquellos que desean “desarrollarse como nosotros lo occidentalización de las sociedades.
hicimos” (Frank, 1997: 13).

En el esquema de la modernización está implícito que no hay nada previo al


2.2 La Escuela de la Dependencia: ¿más allá del “centro” y de la “periferia”?
inicio del desarrollo de un país en desarrollo, que valga la pena rescatar o
recordar, sólo hay deficiencias, faltas, debilidades e incapacidades (Abraham- Una de las principales debilidades del enfoque de la Modernización ha sido
sen 2000; Andreasson 2005). Este enfoque se basó predominantemente en que la noción de difusión del desarrollo a partir del efecto de derrame impli-
abordajes o aproximaciones de “arriba hacia abajo”, mucho más que de caba que había demarcaciones precisas sobre dónde termina el “centro” y
“abajo hacia arriba”; esto implica que los procesos mencionados surgirían dónde comienza la “periferia”, cuando en verdad esto nunca ha sido así. Los
desde los Estados o instituciones del desarrollo, en lugar de tener origen en enfoques radicales de la Dependencia que emergieron en los años 1960 y
las luchas populares o de los “pueblos del Tercer Mundo” como los denomi- 1970 desafiaron esta noción de relaciones positivas entre centro-periferia
naron algunos enfoques más radicales. identificando, en lugar de esto, la explotación entre satélites y metrópolis.
Mientras que el enfoque de la Modernización fue adoptado por muchas insti-

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tuciones internacionales y por donantes bilaterales, el enfoque de la Depen- ayuda externa ofrece una “solución” a corto plazo, aunque muchas veces sea dañina
dencia lo fue por todos aquellos que se oponían al imperialismo norteameri- en el largo. Durante la Guerra Fría, la Unión Soviética (particularmente) jugó una
cano de la posguerra, así como por quienes estaban aliados de alguna mane- posición ambigua presentándose a sí misma como la “partera” natural para comple-
tar la independencia de los países recién nacidos (Laïdi 1988). A medida que ritmo
ra al movimiento Tercermundista (ver estudio en profundidad 4). La Escuela
del proceso de descolonización y de creación de Estados independientes se aceleró,
de la Dependencia suele ser asociada con América Latina, aunque también
las cuestiones geopolíticas se abordaron desde un conjunto de nuevas perspectivas
tiene raíces en África, el Caribe y Medio Oriente.
denominadas del Tercer Mundo; nuevas formas geopolíticas Norte-Sur surgieron de
los legados del colonialismo, y también la percepción de que los países “subdesarro-
llados” contaban con consideraciones geopolíticas distintas a las de las sociedades
Estudio en profundidad 4 occidentales.
Los Estados y la geopolítica del desarrollo
Cuando sucedieron los ataques terroristas en Washington DC y en Nueva York en
Basándose en los escritos de Marx sobre el desarrollo capitalista desigual,
2001, los líderes mundiales hicieron numerosos comentarios acerca de los vínculos
estudiosos sobre la dependencia como Celso Furtado (1964) o Milton Santos
entre la pobreza internacional y el terrorismo, sugiriendo que esta iba a ser la cues-
tión clave del siglo XXI. La subsiguiente “Guerra global contra el terrorismo” liderada
(1974) dirigieron su atención hacia el modo de incorporación de cada país al
por Estados que se autodefinían como “libres” o como el “mundo civilizado”, co- sistema capitalista mundial, identificando en esto una causa principal de ex-
menzó en Afganistán y ha dado forma a la teoría y práctica contemporáneos del plotación. Con más frecuencia la Escuela de la Dependencia es asociada con
desarrollo en muchos aspectos importantes. Estos acontecimientos recientes ponen la obra de André Gunder Frank, quien publicó una serie de piezas seminales
de relieve la necesidad de comprender más y mejor la geopolítica del desarrollo sobre “El desarrollo del subdesarrollo” a fines de la década de 1960 (Frank,
internacional y, en particular, el modo en el que muchos Estados del sur son vistos 1966). Esta tesis es relativamente simple, en tanto ve al desarrollo y al sub-
como carentes de los grados necesarios de “orden”, jerarquía y organización social. desarrollo como caras opuestas de una misma moneda: el desarrollo de un
Al pensar en la geopolítica, es importante explorar los derechos y capacidades de área a menudo requiere del subdesarrollo de otra área análoga. La depen-
cada Estado para controlar su territorio, o para obtener el reconocimiento interna- dencia respecto a un centro metropolitano (por ejemplo, Europa, América
cional de su autoridad soberana. También es importante pensar en la forma en que del Norte) incrementa el subdesarrollo de los satélites en la periferia (por
la ayuda externa es utilizada por los donantes occidentales para demandar a los ejemplo, América Latina, África).
gobiernos de los países más pobres su apoyo en la guerra contra el terrorismo. Por
ejemplo, en 2003 al gobierno de Angola se le ofreció una amplia gama de incentivos, A diferencia de muchos enfoques modernizadores, los teóricos de la depen-
con el fin de que apoyara a Estados Unidos, cuando ese país africano tenía un asiento dencia (también llamados dependentistas) trataron de ver el desarrollo en
temporal en el Consejo de Seguridad de la ONU. sus contextos históricos. Por ejemplo, argumentaron que el colonialismo
ayudó a poner en marcha un conjunto de relaciones de dependencia entre el
La ayuda extranjera a veces se ha considerado como una especie de narcótico políti-
co, fomentando conductas adictivas entre los Estados que la reciben y que así llegan centro y la periferia. Se argumentó que estos satélites periféricos fueron
a depender de ella. Estos Estados presentan claros síntomas de dependencia: la incentivados a producir lo que ellos no consumían (por ejemplo, productos

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primarios) y a consumir lo que no producían (por ejemplo, manufacturas o los abordajes clásicos de la modernización. Según Bell (1994) ambas perspec-
bienes industriales). Así, más que comparar el proceso de crecimiento tivas chocan en un escenario dualista:
económico a un avión despegando hacia el cielo azul del estilo de vida occi- Estas contrastantes escuelas de pensamiento comparten un punto de par-
dental, de base urbana y alto nivel de consumo, la Escuela de la Dependencia tida en común: la pobreza es vista en términos de privación, mientras que
sostuvo que muchas áreas subdesarrolladas se atascaran en la pista por las sus disímiles puntos de vista acerca del desarrollo tienen una connotación
relaciones de desigualdad y la asociada historia colonial, lo cual les negó la positiva (Bell 1994: 184).
oportunidad de llegar a planear en el aire “moderno” o “industrializado”.
Los conceptos de desarrollo, así como las Escuelas de la Modernización y de
En muchos aspectos, los enfoques de la dependencia se opusieron de mane- la Dependencia están lejos de ser estáticos, uniformes o integrados. Ninguna
ra directa a los enfoques modernizadores, casi punto por punto. Pero el En- de estas escuelas expresa un enfoque donde rige el común acuerdo, siendo
foque de la Dependencia parecía conservar la clasificación dualista y binaria ambas complejas y variadas. En cierto modo, lo que es importante aquí es la
del mundo en desarrollado y subdesarrollado, Primer Mundo y Tercer Mun- capacidad de cada una para capturar y dar cabida a la diversidad entre Esta-
do, centro y periferia; y también carecía de una definición clara de lo que el dos y dentro de las regiones. Como se verá en el siguiente apartado, es im-
desarrollo en realidad es. La principal crítica dirigida a los dependentistas portante volver a examinar las teorías y prácticas del desarrollo en sus con-
señalaba que la teoría de la dependencia representa una forma de “determi- textos históricos y geográficos específicos.
nismo económico” y que pasa por alto la variación social y cultural tanto
dentro de las regiones desarrolladas como de las subdesarrolladas. El marco
de la dependencia parecía dejar la impresión simplista de que existiría un 3. La práctica del desarrollo (1): la geografía histórica del desarrollo
“genio maligno que organiza el sistema, tirando los dados y asegurándose de Si bien los enfoques de la Modernización y de la Dependencia aludieron a la
que las mismas personas ganen todo el tiempo” (Rist 1997: 122). Otro punto importancia de la “tradición”, muchos de los primeros escritos sobre el desa-
de controversia señala que los teóricos de la dependencia parecían pugnar rrollo carecieron de una perspectiva histórica (Rist 1997). Como señala Crush
por una desvinculación de la economía capitalista mundial, justo en el mo- (1995), el desarrollo es principalmente una “visión de futuro”, es imaginar un
mento de mayor globalización e integración económica. Los escritos de la mundo mejor, y no siempre examina las cuestiones del contexto histórico y
teoría de la dependencia, de todos modos, invitan a la reflexión y siguen geográfico. Sin embargo, resulta de particular importancia examinar (entre
siendo relevantes, en particular por su afirmación de que los obstáculos al otras cuestiones) el significado del Imperio en la construcción del desarrollo
desarrollo igualitario son estructurales y que, por lo tanto, no derivan de internacional. Entre 1800 y 1878, el dominio europeo, incluyendo las anti-
falta de voluntad o de malas condiciones climáticas, sino de patrones arrai- guas colonias en América del Norte y del Sur, se incrementó desde un 35% a
gados de desigualdad mundial y de relaciones de dependencia. un 67% de la superficie terrestre, agregando otro 18% entre 1875 y 1914,
Esta breve comparación de las dos escuelas de pensamiento resulta útil, so- durante el denominado período del “colonialismo formal” (Hoogevelt 1997:
bre todo teniendo en cuenta que la dependencia surgió como una crítica de 18). Así, en las últimas tres décadas del siglo XIX, los países europeos contro-

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laban “una quinta parte de la superficie terrestre del planeta y una décima ían ser desarrolladas, utilizando para ello los últimos métodos e ideas. A esto
parte de su población” (Peet with Hartwick 1999: 105). se incorporó un entusiasmo misionero por “civilizar” y modernizar a los colo-
nizados y sus formas de vida. Una cuestión importante aquí es, entonces, que
El colonialismo ha sido interpretado de distintas maneras, ya sea como un
el colonialismo “condicionó” los significados y prácticas del desarrollo en un
proceso económico de intercambio desigual, ya sea como un proceso político
número importante de aspectos.
destinado a la administración y subordinación de los pueblos indígenas, o
como un proceso cultural de imposición de la superioridad europea. Según Después de 1945, y bajo la presidencia de Truman, el subdesarrollo se volvió
los teóricos de la dependencia, fue en este período cuando la periferia fue una forma incompleta y “embrionaria” del desarrollo, y la brecha entre am-
insertada y colocada en una red en expansión de intercambios económicos bos se supuso superable únicamente a través de una aceleración del creci-
con el núcleo del sistema mundial. Un nuevo sentido de la responsabilidad miento (Rist 1997). Como se verá, después de 1945 se asumió que el desarro-
por el distante sufrimiento humano también apareció por primera vez duran- llo sería un proceso que habría de ser confiado a cierto tipo de agentes para
te este tiempo, en el que las sociedades de Europa y América del Norte se que llevaran a cabo las acciones y ejercieran el poder sobre unos “otros dis-
entrelazaron en redes globales de intercambio y explotación hacia fines del tantes”. A nivel mundial, el desarrollo tendría sus ‘trustees’ (administrado-
siglo XVIII y comienzos del XIX (Haskell 1985a, 1985b). Así, los orígenes de res), quienes guiarían a las naciones “civilizadas” para que tuvieran la capaci-
una preocupación humanitaria para acudir en ayuda de los “otros distantes” dad y el conocimiento o experiencia necesarios para poder organizar la tie-
se vinculan en parte con las prácticas de la esclavitud en el mundo trans- rra, el trabajo y el capital en el Sur Global, en nombre y beneficio de otros.
atlántico y también con la expansión de los asentamientos coloniales en la Esta es una concepción bastante paternalista, que fue establecida a través
“era del Imperio”: del encuentro imperial entre el colonizador y el colonizado. Estas formas
La colonización no sólo llevó un sentido de responsabilidad metropolitana
siguen teniendo influencia sobre la definición de las relaciones entre el Norte
hacia las nuevas tierras de Asia, América del Norte, África y Australia, tam- y el Sur en el mundo “post-colonial”. Además, resulta importante notar aquí
bién dio lugar a que los agentes humanitarios formularan nuevos antídotos, que muchos Estados “post-coloniales” continúan manteniendo importantes
nuevas 'curas' para los males del mundo (Lester 2002: 278). vínculos políticos, culturales y económicos con sus antiguos gobernantes
coloniales.
Estos nuevos antídotos, curas y remedios pasaron a tener una importancia
perdurable en dar forma a la teoría y práctica del desarrollo global en el siglo La descolonización es un proceso simultáneamente ideológico, material y
XX, la cual también llevaba un implícito “sentido de responsabilidad metro- espacial, tan complicado como la colonización (Pieterse y Parekh 1995). El
politano”. El desarrollo colonial también se asoció con una creencia incondi- colonialismo estableció importantes relaciones políticas y económicas, al
cional en la idea de progreso y en que podía darse forma a la sociedad, lo que tiempo que sus legados culturales dejaron profundas divisiones sociales y
a su vez estuvo fuertemente condicionado por el dominio del pensamiento culturales en muchas sociedades. En el proceso de descolonización, el desa-
evolucionista, popular en Europa por aquel entonces. El imperialismo se vio rrollo se convirtió en un objetivo general para muchos movimientos naciona-
como una necesidad cultural y económica; las colonias eran consideradas listas y para los Estados independientes que trataban de formar. A pesar de
como “propiedad” nacional de los países metropolitanos, y por lo tanto deb- que experimentos con el desarrollo ya se habían ensayado en muchas colo-
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nias, la idea de desarrollo fue efectivamente incorporada junto con las espe- El proceso histórico por el cual comenzaron a surgir brechas entre el Norte y
ranzas y sueños de muchos Estados incipientes, que querían acabar con las el Sur se ha interpretado de diversas maneras, pero una pregunta clave ha
desigualdades y divisiones en sus sociedades (Rahnema 1997). Un asunto de sido: ¿en qué medida la expansión europea y el colonialismo “trajeron apare-
gran interés aquí es el grado en que la maquinaria del Estado colonial fue jado el subdesarrollo” (Frank 1966) de grandes áreas del mundo? El impacto
reorganizada y transformada después de la independencia (Power 2003). La de la expansión europea no fue uniforme; los patrones geográficos de expan-
legitimidad del Estado colonial reposaba en el empleo de la fuerza, por lo que sión variaron, al igual que las motivaciones que la provocaron. Hall (1992)
era una legitimidad muy superficial. También tenía un papel en la creación de sostiene que se estableció una brecha importante entre Occidente y “el re-
comunidades políticas y económicas, definiendo las reglas del juego y los sto” como resultado directo de esta expansión imperial, recordándonos que
límites de la comunidad, a la vez que iban creando las estructuras de poder Occidente es mucho más una idea que una realidad geográfica. Al acelerar el
que los dominaban. Asimismo, era el actor económico dominante, creando contacto entre las culturas y las economías, Occidente fue presentado como
moneda, recaudando impuestos, introduciendo cultivos, desarrollando mer- lo mejor y más avanzado (o civilizado) de toda la humanidad. Muchos relatos
cados, controlando la mano de obra y la producción. Las administraciones de la historia de la expansión europea están dominados por la supuesta su-
estatales coloniales buscaron, por sobre todas las cosas, la integración de la premacía de Europa y de Occidente por sobre el resto, con pocas referencias
economía colonial a las más amplias economías imperiales, para vincularla a las complejas historias y culturas de las áreas que fueron colonizadas. Críti-
con la metrópoli estableciendo flujos de personas y recursos. Después de la cas similares se han hecho a algunas teorías del desarrollo (por ejemplo, mo-
finalización formal del colonialismo, los nuevos Estados tuvieron que formu- dernización) que a menudo han sido principalmente extraídas de filosofías,
lar métodos alternativos para obtener legitimidad para su autoridad, como experiencias e historias occidentales (Hettne1995; Power 2003).
por ejemplo, otra que no fuera el uso de la fuerza.
La historiografía reciente ha datado los inicios de la teoría del desarrollo co-
A medida que el sistema capitalista europeo se expandió y adquirió un alcan- mo un subconjunto de la teoría y la práctica del Estado a partir del discurso
ce cada vez más global, las estructuras de la vida económica, social y política del presidente Harry Truman de 1949. La idea de desarrollo es, sin embargo,
previas al colonialismo fueron radicalmente reconstruidas por éste. Varios mucho más vieja que esto (Cowen y Shenton 1996) y también tiene orígenes
cambios recientes en la economía global y el surgimiento de lo que se ha geográficos mucho más diversos. El desarrollo no fue un simple “regalo” ob-
denominado “neocolonialismo”, han socavado los intentos por cumplir con tenido a partir del contacto con los europeos; es anterior a la “era de los
las promesas hechas en los inicios de la era post-colonial. En particular, en las Descubrimientos” (1400-1550) y a la “era del Imperio” (1875-1914). Los pue-
últimas tres décadas, una serie de cuestiones han servido para sostener los blos indígenas de África, las Américas, Asia y Australasia habían desarrollado
vínculos entre el centro y la periferia, por lo general en detrimento de esta y sofisticado altamente sus culturas y tecnologías antes de la colonización
última. El dominio imperial creó la idea de un centro imperial y de una perife- (Dickenson et al.1996).
ria colonizada, y estableció toda una variedad de importantes dualidades,
divisiones y fronteras construidas entre civilizados y no civilizados, entre Oc-
cidente y el resto, entre países desarrollados y subdesarrollados.

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4. Las prácticas del desarrollo (2): los sujetos del desarrollo Estudio en profundidad 5
Además de pensar históricamente sobre la producción de la diferencia y la Los niños y el desarrollo
desigualdad global, también es necesario escuchar aquello que podríamos Uno de los más claros ejemplos de las desigualdades del mundo surge al comparar la
llamar “el otro lado de la historia del desarrollo”: los puntos de vista de las posición relativa que ocupan los niños en las sociedades de los denominados Norte y
mujeres, las opiniones de la población del Sur, la mirada de las personas que Sur Global.
están excluidas socialmente, o la visión “desde abajo”. Las personas son cen-
En sociedades del Norte Global, los niños suelen estar bien alimentados y tener ro-
trales al proceso de desarrollo y constituyen una dimensión integral de toda
pas limpias, cuentan con una buena protección sanitaria y con acceso a la educación
estrategia de desarrollo. Sin embargo, sus necesidades han sido a menudo hasta los 16 años o más. En tanto que aquellos que viven en los países del denomi-
ignoradas y ha habido un fracaso general en considerar las implicancias o nado Sur Global cuentan con muy pocos de estos beneficios. Sin embargo, la pobreza
consecuencias de las políticas de desarrollo para los individuos, las familias y infantil también tiene lugar en los países desarrollados del precitado Norte Global:
las comunidades. Además, las estrategias de desarrollo han sido orientadas UNICEF estima que uno de cada seis niños de los países ricos es pobre (Unicef 2000).
hacia objetivos económicos, relegando a un segundo lugar la satisfacción de Un informe de ActionAid (1995) muestra fehacientemente que el trabajo infantil y el
las necesidades básicas de las personas, su empoderamiento o sus esfuerzos rol de los niños han sido temáticas de estudio desatendidas, a pesar de que “a la
para elevar su nivel de vida (Potter et al. 1999). Las estrategias de desarrollo edad de 10-12 años, muchos niños pueden contribuir al mantenimiento hogareña
tanto como los adultos” (Robson, cita en Earthscan 1998).
a menudo asumen que la “gente” y las “comunidades” son homogéneas y
pasivas, en lugar de reconocer cómo son en verdad: diversas y dinámicas. El También el género tiene muchísimo peso en la determinación de los roles y respon-
conocimiento y las habilidades de las personas en determinadas comunida- sabilidades que los niños adquieren; con frecuencia se espera que las mujeres sean
des han sido pasados por alto en favor de enfoques de la modernización más quienes provean asistencia con las labores domésticas, y que los varones se ocupen
de trabajar fuera de la casa. El acceso a la educación entre varones y mujeres tam-
amplios y menos sensibles, los cuales ignoran las tradiciones culturales y las
bién suele ser desigual, pues para muchos hogares pobres la prosecución de estudios
historias locales.
de las mujeres se considera menos importante que la de los varones (Momsen
Tres son los principales agentes del desarrollo que han predominado en la 1991).
literatura sobre el tema: los Estados-nación, las instituciones internacionales Por otra parte, los niños del denominado Sur Global también se ven involucrados en
del desarrollo y las organizaciones no gubernamentales (ONGs) (el estudio en los conflictos políticos que enfrentan a muchas de estas sociedades, los que a su vez
profundidad 4 explica que los factores geopolíticos también están impulsan- representan obstáculos al desarrollo. Un estudio de Graca Machel (1996) centrado
do la agenda contemporánea del desarrollo). Sin embargo, no es fácil consi- en los impactos que tienen los conflictos armados sobre la integridad de los niños
derar a cualquiera de estos tres “agentes del desarrollo” en forma aislada, ya establece que “durante el curso de los desplazamientos forzados, millones de niños
que los Estados-nación, por ejemplo, son el foco principal de las Naciones fueron separados de sus familias, abusados físicamente, explotados y/o incorpora-
Unidas, en tanto que las ONGs suelen tratar de trabajar en la interfaz entre dos a grupos militares, o bien han sucumbido por hambre o enfermedad”. El Informe
2006 sobre el Estado de la Población Infantil Mundial (Unicef 2006) hace foco en los
los gobiernos nacionales y las instituciones gubernamentales internacionales.
casos de mayor vulnerabilidad, estableciendo que muchos de estos niños crecen

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lejos del alcance de las campañas de desarrollo, y no aparecen mencionados en de- lidades que tienen los varones y las mujeres en estos tan diversos hogares;
bates públicos, legislaciones, estadísticas ni noticieros. Erradicar la pobreza mundial en especial, se requiere estudiar mucho más cuidadosamente la contribución
requiere realizar grandes esfuerzos (principalmente de los Estados) para proteger el de las mujeres al ingreso doméstico y al bienestar de los hogares (Moser
bienestar y los derechos de los niños, y así darles una mejor participación en el pro-
1993; Kabeer 1994; Sweetman 2000; Perry and Schneck 2001).
ceso de desarrollo.
En las políticas y prácticas del desarrollo se ha tendido a asumir que los hoga-
res en el Sur Global se corresponden con el modelo occidental de hogares
Muchas organizaciones internacionales del desarrollo han tendido a hacer nucleares. Sin embargo, estos hogares están lejos de ser homogéneos en su
suposiciones erróneas acerca de la distribución del poder y de la toma de estructura, así como en el grado en que las mujeres acceden a la toma de
decisiones en los países y comunidades donde operan. Si se considera el nivel decisiones o al manejo de los recursos domésticos. La contribución de las
del hogar, por ejemplo, se observa que se da por sentado que existe un re- mujeres al proceso de desarrollo, en términos de sus conocimientos, su
parto equitativo del trabajo entre varones y mujeres dentro de los hogares y tiempo, trabajo o capital, ha sido subestimada por los “expertos” del desa-
las comunidades, lo que no condice con lo que se observa. Como ya se ha rrollo. Mohanty (1991) rechaza la idea estereotipada de las “mujeres del
señalado, a esto contribuyen las estadísticas nacionales que suelen ocultar Tercer Mundo como simples receptoras pasivas de los servicios sociales, idea
variaciones significativas dentro y entre regiones específicas, entre las zonas que ha sido con frecuencia sostenida por los teóricos y los planificadores del
rurales y urbanas o entre varones y mujeres. Estos agregados estadísticos del desarrollo. En este sentido, la invisibilización en los registros estadísticos
trabajo y los recursos domésticos a menudo no permiten captar las dinámi- nacionales de los roles productivo, reproductivo y en la gestión comunitaria
cas e importantes contribuciones de miembros del hogar tales como los ni- que desempeñan las mujeres también ha sido ampliamente criticada por los
ños (ver estudio en profundidad 5). Las contribuciones de las mujeres a las investigadores del género y del desarrollo (Rathgeber 1990; Moser 1993;
actividades productivas y reproductivas del hogar siguen siendo ampliamen- Visvanathan et al 1997). Las mujeres usualmente han sido definidas como
te ignoradas en las estadísticas nacionales de desarrollo “oficiales” (Momsen contribuyentes no productivas a la sociedad, asumiendo erróneamente que
1991; Østergaard 1992). Sin embargo, el hogar ha sido -y es probable que ellas se encuentran confinadas al ámbito privado, ocupándose únicamente
siga siéndolo- la unidad de vida básica en muchas partes del Sur Global, la de la esfera reproductiva o doméstica (Marchand & Parpart 1995). Para citar
clave para el control y la organización de la producción, el consumo y la toma un ejemplo, a las mujeres que trabajan en la actividad agrícola usualmente se
de decisiones. Los tamaños y las estructuras del hogar difieren considera- les ha denegado el acceso al crédito, a servicios de extensión rural, a la te-
blemente de las del Norte Global, a menudo incluyendo una familia extensa nencia de la tierra o a la tecnología agraria, a pesar de que ellas producen
de abuelos, tías, tíos y otros parientes más lejanos. más de la mitad de la comida del mundo (Koczberski 1998). En relación con
esto, es importante remarcar que muchos países en el Sur Global han inten-
El acceso desigual a los recursos implica que no todos los hogares tienen el
tado crear versiones autóctonas o nativas de los Estados de bienestar euro-
mismo nivel de ingreso, de acceso a capitales (ej. tierra) o a estructuras de
peos, lo cual ha traído dificultades a muchos de ellos. Una de las consecuen-
poder local o nacional. Para las organizaciones internacionales del desarrollo
cias de estos intentos se relaciona con la implantación desigual de los benefi-
resulta muy importante poder comprender los diferentes roles y responsabi-
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cios de ciudadanía entre diferentes grupos socioeconómicos, y a su vez entre Optimismo”. Como en muchos otros aspectos de la doctrina del desarrollo no
varones y mujeres. Nuevamente se observan aquí los problemas que trae hay una definición universal de los Estados, ni un modo de comportamiento
aparejado intentar aplicar un conjunto universal de medidas basadas en las determinado de los mismos. No obstante, los Estados del denominado Sur
experiencias de las democracias liberales de Occidente, y lo perjudicial que Global se encuentran sujetos a presiones cada vez mayores por parte de los
resulta ignorar o pasar por alto las diferencias y particularidades de cada grupos sociales marginados, volviéndose ámbitos de protesta y descontento
pueblo. Los planificadores del desarrollo han restado importancia a la “doble social cuando estos ciudadanos ven sus vidas perjudicadas.
jornada” de las mujeres (Moser 1993) y a las estrategias que ellas adoptan
El modo en el que el rol del Estado es visto en la doctrina del desarrollo se
para poder hacer rendir su tiempo, combinando las actividades reproductivas
apoya también en una base ideológica. Por ejemplo, los Informes Anuales del
(ej. cuidado de los hijos) con las productivas (ej. agricultura). A estos roles las
Desarrollo Mundial (WDRs) del Banco Mundial suelen considerar a un Estado
mujeres suman también la participación en la gestión de sus comunidades;
eficiente exclusivamente a través de “la lente de la eficiencia económica”.
ellas organizan las estructuras política, social y económica de sus comunida-
Estos informes no hacen más que reflejar la estructura neoliberal del Banco
des, y tienen un papel fundamental en la administración de los recursos y en
Mundial, y bajo esta doctrina los Estados son vistos o bien como promotores
el cuidado del ambiente (Dankelman and Davidson 1988; Sondheimer 1991;
de reformas económicas de libre mercado, o bien como barreras a la imposi-
Braidotti et al. 1994; Shiva and Moser 1995; Buckingham-Hatfield 2000).
ción de estas reformas (ver estudio en profundidad 6). El neoliberalismo
A pesar de que las instituciones internacionales han comenzado a reconocer promueve y estandariza una estrategia de crecimiento económico donde los
la importancia que tiene la participación de las mujeres en el proceso de aspectos sociales y el bienestar de los ciudadanos aparecen como una priori-
desarrollo, la capacidad que tienen los gobiernos nacionales para responder dad menor. Por detrás de esta doctrina está el supuesto central de que la
con efectividad a las necesidades básicas de los pueblos está fuertemente economía debe dictaminar sus reglas a la sociedad, en lugar de ser al revés.
limitada. Estas limitaciones están vinculadas a condicionantes como el en- Los modelos de desarrollo neoliberales tienden a naturalizar una imagen de
deudamiento, las recesiones, los precios bajos de las commodities que expor- los mercados mundiales justa y eficaz, privilegiando la existencia de gobier-
tan, la dependencia de donantes extranjeros, o el proteccionismo en la eco- nos “flacos” (o “ajustados”), con desregulación de la economía y remoción de
nomía global. El Estado ha sido típicamente visto como el principal agente los subsidios estatales. En muchos sentidos, el neoliberalismo hipoteca los
impulsor del desarrollo, en especial a partir de la década de 1960, cuando caminos de desarrollo alternativos, achicando el espacio ideológico sobre el
muchos países intentaron llevar a cabo ambiciosos proyectos modernizado- cual es posible pensar más allá de la “caja del desarrollo” (Power 2003).
res de gran escala, con el respaldo de instituciones internacionales de desa-
rrollo y de financistas privados. La formación de nuevos Estados, particular-
mente en el África subsahariana, tuvo lugar en una época en la cual la doctri- Estudio de caso 6
na del desarrollo tomó cada vez mayor popularidad en todo el mundo. Los El Banco Mundial y el FMI
ideales del desarrollo empaparon fuertemente a estos Estados emergentes
Tanto el Fondo Monetario Internacional (FMI) como el Banco Mundial (BM) tienen
en el contexto postcolonial, en la que fuera bautizada como “la era del Gran
sede en Washington DC. El FMI fue creado durante la década de 1940, como resulta-
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do de la conferencia de Bretton Woods. Tenía como fines básicos mantener la estabi- La visión neoliberal del desarrollo que tiene el Banco Mundial se ha puesto
lidad monetaria y desarrollar el intercambio mundial, mediante el establecimiento en clara evidencia en los debates sobre la globalización y la economía mun-
de un sistema multilateral de pagos entre países que tuviera un tipo de cambio fijo y dial. La globalización se presenta como un proceso central a través del cual se
convertibilidad completa de una moneda a otra. El FMI no está controlado por los
intenta comprender los cambios que están atravesando las sociedades
gobiernos de países de bajos ingresos, y tampoco es como cualquier otra agencia de
humanas a comienzos del tercer milenio. El BM le da mucha importancia a
la ONU donde cada gobierno tiene un voto (Wood and Welch 1998). En lugar de
los impactos de la globalización, tales como el incremento de la interco-
esto, los fondos son administrados por un selecto grupo de países de altos ingresos
que financian sus operaciones (Estados Unidos tiene un 18% de las acciones de votos nexión de la economía mundial y la mayor facilidad para viajar y comunicar-
y tiene el control de facto de la organización). se. En cierto modo, la globalización ha sido fetichizada por el BM y por otras
agencias internacionales del desarrollo, al punto de sugerir que esta tiene
El Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (más conocido como
“una existencia independiente de la voluntad humana, inevitable e irresisti-
Banco Mundial) fue fundado con el fin de revitalizar las economías europeas dañadas
por la Segunda Guerra Mundial, aunque luego su función se extendió hacia las na-
ble” (Marcuse 2000: 1).
ciones en desarrollo. Otorga préstamos a los países miembros a tasas inferiores a las También ha habido una tendencia a sostener, en este contexto, el “fin de la
que cobran los bancos comerciales, tanto para financiar proyectos de desarrollo de geografía”, ilustrando con esto una era en la que todos los lugares tienen
infraestructura (por ejemplo plantas de energía, red vial o presas hidroeléctricas)
similares características sociales y culturales, en tanto que las corporaciones
como para ayudar a los países a “ajustar” sus economías al proceso de globalización.
globales y las agencias de medios van diseminando productos e imágenes
El Informe del Desarrollo Mundial del 2000/01 redactado por el BM fue titulado análogas alrededor del mundo (Holloway and Hubbard 2001). Sin embargo,
Atacando la pobreza mundial (Banco Mundial 2001a) y prometía aportar “la investi- hay que evitar esta visión de la globalización como un fenómeno reciente,
gación más detallada de la historia sobre la pobreza global” (Banco Mundial 2001b). dirigido por el imparable poder de los cambios globales en información, co-
Luego de más de dos años de investigación se obtuvo un estudio de base que indagó
nocimiento y tecnología. Lo que frecuentemente no queda claro en estos
las “cuentas personales” de más de 60 mil varones y mujeres que vivían en la pobre-
debates es cuál es el rol que cumplen las personas del Sur Global para forjar
za en sesenta países en todo el mundo. Este informe le permitió al BM argumentar
que su visión del desarrollo estaba construida sobre “el testimonio personal de los
sus propios destinos, y cuáles son los impactos específicos sobre los lugares,
pobres”. territorios y comunidades.

El Informe del Desarrollo Mundial del 2002, denominado Construyendo instituciones No sorprende (dado su enfoque economicista) que el Banco Mundial tienda a
para los mercados (Banco Mundial 2002) hace foco en las débiles instituciones loca- “dejar a la sociedad afuera” (Hildyard 1997: 43) en su definición de Estado.
les que “perjudican a los pobres y obstaculizan el desarrollo”. En su reemplazo, el BM Aunque los Informes del Desarrollo Mundial llamen a una mayor participa-
sugiere promover instituciones de apoyo a los mercados “para que todos los pobres ción popular para “acercar el gobierno a la gente”, muchas cuestiones clave
puedan experimentar los beneficios del libre mercado y el libre comercio”. son consideradas como externas y no cuestionables. A pesar de sus catastró-
ficos antecedentes en materia ambiental (ya que sus políticas de préstamos
han tendido a financiar la destrucción ecológica), el BM ha intentado apaci-
guar las críticas recibidas incluyendo en años recientes a las ONG ambienta-
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listas en sus operaciones. De esta manera, el BM ha cooptado a sus críticos lar, argumentan que el empoderamiento ha puesto más énfasis en lo discur-
ambientales “forrándose de verde” para demostrar su compromiso con la sivo y que, en consecuencia, tales avances en la participación política han
conservación del ambiente (Sheehan 2000). De acuerdo con Chossudovsky sido lentos. Esto ocurre particularmente en África, donde la “agenda de de-
(1997) el Banco Mundial sostiene haber alternado en los años recientes el mocracia y desarrollo” ha sido manipulada por distintos movimientos políti-
foco de sus políticas entre el “desarrollo sustentable” y la “mitigación de la cos a lo largo y ancho del continente (Baker 1998). Si bien el empoderamien-
pobreza”. Pese a ello, las recetas de las políticas neoliberales continúan sien- to objetiva transformar a las personas en agentes de su propio desarrollo, no
do dominantes en el negocio del desarrollo internacional. Haber cooptado a indaga en profundidad sobre las causas de la desigualdad, y por lo tanto no
los críticos ambientalistas y camuflarse tras un disfraz verde les permitió contribuye a transformar la naturaleza de los vínculos con las instituciones
mantener varios aspectos de su enfoque político principal. del desarrollo internacionales y sus ideologías.
El término “empoderamiento” es a menudo utilizado por el Banco Mundial y Los ideales de empoderamiento y participación popular, y su cada vez mayor
por otros actores del “negocio del desarrollo” (Ferguson 1990), para describir aceptación en los comités del desarrollo, es en parte consecuencia de la cre-
su compromiso con la participación popular en la toma de decisiones sobre ciente participación de ONGs. Éstas se focalizan fuertemente en ciertas cues-
estas temáticas. Facilitar la “participación de la gente” hoy forma parte de la tiones particulares, y se localizan en relación a estas cuestiones. Las ONGs se
agenda de prioridades de la mayoría de las instituciones internacionales del definen como una categoría “residual” que incluye una amplia variedad de
desarrollo. Sin embargo, muchas organizaciones han manipulado sus agen- asociaciones formales no gubernamentales. Muchas ONGs, sin embargo,
das con el fin de presentarse de formas más amigables, incluyendo estrate- reciben financiamiento y apoyo de los gobiernos, y pueden operar a una
gias como “escuchar” la voz del pueblo y garantizar la “apropiación popular y escala tanto local como nacional o internacional. Su rol como agentes del
local” de las políticas y los planes de desarrollo (Cooke and Kothari 2001). desarrollo ha crecido enormemente en los últimos treinta años. Es frecuente
Para Rahnema (1997), la aceptación cada vez más extendida de la idea de que exista poca coordinación entre las diferentes ONGs, aunque trabajen en
participación sugiere que esta noción ha sido gravemente adulterada o dilui- temas similares en el mismo país o incluso en la misma ciudad.
da, y que ha perdido una gran parte de su potencial más radical:
Las ONGs tienen una geografía del poder muy particular, donde las funciones
“los gobiernos y las instituciones del desarrollo ya no están asustados por el de comando y coordinación (toma de decisiones y recaudación de fondos) se
surgimiento de la participación ciudadana… hay muy poca evidencia que in- localizan en el mundo Occidental desarrollado, mientras que en los países del
dique que el enfoque participativo, así como ha evolucionado, haya logrado Sur en vías de desarrollo, se establece la red de acción (por la necesidad de
tener éxito en establecer nuevas formas de poder popular” (Rahnema
estar representados en las ciudades capitales de los países donde intervie-
1997:118-23).
nen, y con el “trabajo de campo” en su interior). Una de las principales críti-
Escobar (1995) también se muestra disconforme con los conceptos de “parti- cas a la labor de estas organizaciones es que están demasiado próximas a las
cipación” y “empoderamiento” en el desarrollo, señalando que los planifica- culturas y conocimientos locales. De todos modos, y aunque muchos hayan
dores y políticos involucrados suelen tratar de manipular las experiencias de argumentado que sus trabajos estén pobremente monitoreados o que a ve-
participación para sus propios fines. Munslow y Ekoko (1995), de forma simi- ces impongan soluciones foráneas a problemas delicados, otros muchos ob-
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servadores han expresado que las ONGs pueden proveer un vínculo efectivo de poder que están inscriptas en las prácticas del desarrollo, resulta un punto
entre el Estado y la sociedad, trabajando a menudo de “manera realmente crucial. Repensar el desarrollo también es clave en otra cuestión: las líneas
práctica” (Edward y Hulme 1992:14). La relación entre Estado y ONGs es cru- que hace tiempo han dividido al mundo en Norte-Sur, están ahora presentes
cial para las pretensiones de un desarrollo democrático e inclusivo. Particu- en cada Estado-nación, de forma tal que resulta cada vez más inapropiado el
larmente en situaciones de conflictos o inestabilidad política, las ONGs pue- uso de términos convencionales para interpretar la Geografía del desarrollo
den establecer vínculos claves en casos de ausencia de una intervención es- en la economía global (ricos/pobres, norte/sur, primer mundo/tercer mundo,
tatal activa. desarrollados/en desarrollo, etc.) (Power, 2003). También es necesario re-
formular la visión del desarrollo para focalizarlo en las comunidades y en los
hogares, y no solo en las instituciones formales (tales como el Estado, las
5. Conclusiones: Geografía, desigualdades e inequidad corporaciones transnacionales, los organismos internacionales del desarrollo
La Geografía radical del desarrollo debería generar un marco teórico que o las ONGs, entre otras). Establecer un balance entre estas cuestiones es
esté libre de los discursos hegemónicos, de la tiranía del dualismo, y que sumamente dificultoso, en tanto el desarrollo opera, además, a través de
permita generar cambios en la economía mundial y reconozca las variacio- muchas escalas espaciales.
nes entre Estados: un encuadre que contenga Geografías alternativas (tanto
En el núcleo mismo de los estudios del desarrollo y de la geografía del desa-
contemporáneas como históricas), y así poder generar una ruptura con la
división lineal entre Norte y Sur (Bell 1994: 188).
rrollo, existe una especie de preocupación “normativa” respecto a los pobres
(diciendo qué es lo que se debe hacer) y a los “marginados y explotados del
El desarrollo casi siempre ha sido visto como un objetivo alcanzable con la Sur” (Schuurman 2001:9). Quizás lo que se debiera preguntar también es
condición de que los países y la gente siguieran una serie de etapas o imple- ¿qué es lo que debería hacerse con el proceso de creación de riqueza y con
mentaran un conjunto de prescripciones y recetas. Al mismo tiempo, se los propios ricos? Como Hart (2001) sugiere, podría ser útil generar una dis-
asume que algo similar a un proceso de evolución “natural” e inherentemen- tinción entre “Desarrollo” y “desarrollo”. El primero refiere a un proyecto de
te positivo, estaría presente. El desarrollo también puede significar simple- intervención sobre el Tercer Mundo emergente durante el tiempo de desco-
mente “tener más”: sea lo que sea que tengamos hoy, deberíamos poder lonización y Guerra Fría, surgido al finalizar la Segunda Guerra Mundial. En
tener más mañana (Wallerstein 1994). Pero si pensamos en que han pasado cambio, la idea de “desarrollo”, hace foco en el desarrollo del capitalismo
más de seis décadas de desarrollo global, la promesa de que “mañana ten- como un proceso geográficamente desigual, profundamente contradictorio y
dremos más” es una deuda pendiente para buena parte de la población po- producto de procesos históricos (Hart 2001: 650). Por lo tanto, “Desarrollo” y
bre. “desarrollo” pueden verse simultáneamente, como un proyecto o un proce-
Siguiendo el argumento de Radcliffe: “repensar el desarrollo, implica recon- so, con formas visibles y otras encubiertas, plagado de contradicciones y
siderar las categorías que utilizamos en la Geografía del desarrollo y, al mis- desigualdades.
mo tiempo, repensar las relaciones de poder que les dan forma” (1999: 84). En las décadas recientes, una de las principales tendencias en el mundo es
Esta cuestión del poder en y del desarrollo, y del despliegue de las relaciones que este se ha tornado cada vez más globalizado en su carácter y orienta-
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ción. Las corporaciones globales, junto con el marketing global, han dado Sin embargo, estos argumentos, han sido fuertemente criticados por el Sur Global.
lugar a proyectos y productos estandarizados, en un marco donde las comu- En marzo de 1999, científicos y activistas de doce países diferentes (incluidos Mala-
nicaciones se han incrementado exponencialmente, creando así nuevos sia, India y Bangladesh) se reunieron en una conferencia realizada en Delhi para
regímenes de “interconectividad” (Allen 1995) (ver estudio en profundidad discutir las perspectivas de lo que ellos llaman la “bio-devastación” asociada a la
7). En el estudio de la globalización y sus impactos, resulta muy importante introducción de semillas genéticamente modificadas; con esto tratan de cuestionar
los presupuestos de Monsanto y otras transnacionales del sector, y generar un mo-
considerar el entramado económico, político y cultural (Allen 1995).
vimiento masivo y global en favor de la agricultura orgánica y sostenible (British
Broadcasting Corp. 1999).

Estudio de caso 7 En abril de 1999 unas semillas alternativas de larga duración (Satyagrapha) fueron
lanzadas en India, en directa oposición hacia Monsanto y sus semillas genéticamente
Globalización, agricultura y desarrollo modificadas. Vandana Shiva, directora de la Fundación de Investigaciones para la
Pensando acerca de cómo la globalización ha impactado en los países del Sur del Ciencia, Tecnología y Ecología, que ayudó a crear Satyagrapha, describe las semillas
mundo, se puede tomar el ejemplo de la economía mundial de los alimentos, proce- de Monsanto como una “tecnología destructiva” (terminator technologie) y, al mis-
so que moldea nuestras vidas en diversas y profundas formas, tanto culturales, ide- mo tiempo, promete “echar a Monsanto de este país (por India), dado que sino este
ológicas como económicas (Goodman and Watts 1997: 3). será destruido. Ejercer el libre comercio en alimentos es una receta para el hambre y
para la desaparición de los campesinos” (Shiva 1999: 9). Al menos 1.500 organizacio-
Desde la reunión de las Naciones Unidas en la primer Conferencia Internacional so-
nes, muchas de ellas llevadas adelante por mujeres, se han unido a la India para
bre Alimentos en Roma en 1975, realizada en un escenario de aumento en la pre-
rechazar las nuevas semillas genéticamente modificadas, las cuales pueden destruir
ocupación por la disponibilidad y precio de los alimentos, la economía global de los
especies beneficiosas (y servicios ecológicos), y en consecuencia crear pestes supe-
alimentos ha cambiado mucho y de diferentes formas. Con respecto a la producción
riores. Muchos ambientalistas indios describen la reciente crisis de patentamiento
y la distribución, ha habido una exponencial reestructuración en tanto ellas se han
como una táctica “neo-colonial” del mundo Occidental y de la Organización Mundial
internacionalizado y se han vuelto más globales en su naturaleza, principalmente
del Comercio para (re)colonizar el “mundo en desarrollo” (Shiva 1999: 5).
desde la emergencia de las corporaciones transnacionales (TNCs). Cuando se realizó
la segunda Conferencia Internacional de Alimentos en Roma en 1996, las agencias de
Naciones Unidas estaban muy preocupadas por la forma en que dichas corporacio-
La globalización provee importantes marcos y contextos históricos a través
nes estaban reorganizando la economía global de los alimentos, con estrategias cada
vez más variadas y globales, que se expresaban en la división internacional del traba-
de los cuales el desarrollo ha sido entendido y vivenciado. Al mismo tiempo,
jo en el sistema de agricultura global de los últimos 25 años. ella debe ser entendida en relación con las condiciones de “desarrollo des-
igual” que caracteriza al mundo contemporáneo. La noción de “achicamiento
Las corporaciones transnacionales de Biotecnología –tales como Monsan-
o compresión del mundo” ha sido importante en las discusiones de los im-
to/Pharmacia, Hoechst, Pannar y Calgene- argumentan que la reciente incorporación
pactos de la globalización. De todas formas, los patrones de desigualdad glo-
de semillas genéticamente modificadas tiene el potencial de erradicar la escasez
global de alimentos, y junto con ella, la desnutrición, brindando una seguridad ali- bal no se han “achicado” tras cincuenta años de teorías y prácticas del desa-
mentaria sostenible para las poblaciones pobres del mundo. rrollo. Ake (1996) recuerda que para África y otras “regiones periféricas del

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mundo”, la globalización es un proceso altamente desigual, dado que no ha críticas por su negligencia en los abordajes participativos y por su excesiva
afectado a todas las áreas del llamado Tercer Mundo de igual modo; el desa- burocracia, al mismo tiempo que estas nuevas alternativas del desarrollo
rrollo en África, por ejemplo, nunca ha fracasado, simplemente porque nun- permanecen al margen.
ca ha tenido la oportunidad de comenzar (Ake 1996). En suma, aunque las
Las prescripciones políticas macroeconómicas de instituciones globales como
concepciones del desarrollo están lejos de ser monolíticas, muchas de ellas
el Banco Mundial y el FMI, en algún sentido, claman estar liderando la cam-
tienden a “robarle a las personas de diferentes culturas la oportunidad de
paña para erradicar la pobreza mundial. No obstante, una amplia variedad de
definir los términos de su propia vida social” (Esteva 1992: 9). Entender esto
las actuales protestas tanto “anti capitalistas” como “anti globalización” han
es crucial para evitar construir una imagen sobre el desarrollo (y sobre los
demostrado que estas recetas son inflexibles e ignoran las particularidades
sujetos) como algo monolítico, es decir, pensar el desarrollo a partir de un
específicas de los países y de los lugares.
único camino. Esto es importante para evitar repetir el hábito de quitarles a
las personas sus diferencias culturales e históricas, y sus propias diversida- Recientemente, muchos críticos del desarrollo se han mostrado desesperan-
des. zados con el futuro del negocio del desarrollo y su capacidad para entender y
aliviar la pobreza mundial. Incluso algunos políticos occidentales recién están
El Diccionario de Geografía Humana (Johnston et al. 2000) define el desarro-
comenzando a despertar frente a las realidades que son consecuencia de
llo como “un proceso que está por venir” y como un “estado potencial de
esta desigualdad global contemporánea; muchos de ellos ven estas preocu-
ser”, pero al mismo tiempo sostiene que:
paciones como propias de un mundo distante, un mundo de problemas em-
El logro de un estado de desarrollo permitiría a los individuos construir sus pujado y mundializado más allá del conjunto de preocupaciones morales
propias historias y geografías, bajo condiciones que ellos mismos eligen inmediatas:
(Johnston et al. 2000: 103; énfasis agregado).
La elite política occidental parece considerar la creciente brecha de des-
Las instituciones internacionales del desarrollo frecuentemente han pasado igualdad de ingresos de la misma forma que trata el tema del calentamiento
por alto las perspectivas y los conocimientos locales, generando junto con los global. Consideran sus efectos como difusos y de largo plazo y cuando se
Estados nacionales políticas fuertemente centralizadas y formuladas “desde generan temores de inestabilidad política a partir de flujos migratorios des-
arriba.” Por ejemplo, Escobar (1995) argumenta que el desarrollo ha creado controlados o desorganización social, éstos son considerados como una
anomalías tales como pobreza, subdesarrollo, atraso o despojo; de este mo- emergencia (Wade 2001: 80).
do han acabado por negar el valor de las iniciativas de las culturas locales. A Por lo tanto, la pobreza y la desigualdad son vistas como problemáticas difu-
pesar de que muchos de los actores de “la industria del desarrollo” han co- sas y de largo plazo, como si no formaran parte de las preocupaciones inme-
menzado a reconocer la importancia del poder individual y de la participa- diatas. Adicionalmente, lejos de pensar que el sistema económico global
ción popular en el desarrollo (Friedmann 1992), el empoderamiento ha sido funciona en un mundo interconectado, este empobrecimiento e inequidad es
cooptado por la corriente hegemónica de la teoría y la práctica del desarrollo construido como si fuera algo exclusivo de la gente del Tercer Mundo. Por lo
y, de esta forma, se ha quitado la posibilidad de poner en práctica esta alter- tanto, si nuestras preocupaciones se orientan a construir una Geografía del
nativa radical. En particular, las agencias de la ONU han sido foco de estas desarrollo más radical, entonces es necesario entender que la pobreza tam-
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bién ocurre en países desarrollados, y que la propia ayuda y las políticas de
desarrollo de estos países, lejos de ser una solución, muchas veces forman
parte del problema. La marginalidad y las carencias (o porqué no, el exceso
de consumo entre los ricos) en Europa, América del Norte, Rusia y otras
“economías transicionales” post comunistas, también deben ser vistos como
cuestiones propias del desarrollo (Woods 1998; Jhones 2000). Es imperioso
que una Geografía radical del desarrollo sea “liberada de la tiranía del dua-
lismo” y de la constante estratificación del globo en tres mundos distintos.
Esto también significa correrse de categorías como desarrollado y en desa-
rrollo, y también de los dualismos de “más” y “menos” desarrollados, en
tanto implican una simplificación hacia un mundo bipolar. Hay que dar lugar
a las diferencias entre Estados (histórica y geográficamente), e ir más allá de
los estereotipos negativos de un Tercer Mundo pobre y de una Geografía del
Tercer Mundo. Considerar estas cuestiones puede hacer una gran diferencia.

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