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TXIMELETAK
LAS MARIPOSAS
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Las mariposas

La aparición de las mariposas


La aparición sobre la Tierra de los insectos se remonta a la Era Primaria. Al final de esta Era aparecen los
Coleópteros. Más tarde en la Era Secundaria, y más concretamente en el período Triásico, aparecen las primeras
mariposas también llamados Lepidópteros. De ello hace 150 millones de años.

Surgieron (como sucedió en muchos otros órdenes de la vida) en Asia central y de allí se expandieron por Europa.
Expansión solo condicionada por la necesidad de que existieran plantas Fanerógamas (con flores) de las que alimen-
tarse. En esta época no existían los Pirineos y la penetración por el norte era franca para estos animales, aunque en
una primera fase (durante la Era Secundaria) la migración tuvo lugar por el noroeste de la Península Ibérica poste-
riormente, se produjo por el norte hasta que esta se interrumpió por la conformación de los Pirineos. Esta irrupción
fue masiva en la Era Terciaria.

Posteriormente, los cambios climáticos que se produjeron en la Era Cuaternaria, las glaciaciones, produjeron movi-
mientos migratorios de especies que buscaban climas más benignos. El fin de la última glaciación, hace unos 10.000
años, trajo consigo una suavización de las condiciones ambientales (elevación de las temperaturas, etc...) que supu-
so la expansión de los bosques hacia el norte. Períodos más cálidos que el actual produjeron que ciertas especies
alcanzaran zonas que en la actualidad no colonizan.. Los restos fósiles encontrados nos hablan de esta regresión. La
cadena pirenaica que, como hemos visto, ya se había conformado, terminó por convertir la Península Ibérica en una
“zona de refugio" con una enorme riqueza de especies, apareciendo numerosos endemismos (especies exclusivas de
una zona), subespecies y formas locales. De las nueve zonas de refugio secundario que el profesor De Latín en su
obra Grundiss der Zoogeographie establece para la región de refugio mediterránea, la nuestra se correspondería con
la denominada "subregión de refugio atlántico-mediterránea".

Además de la penetración por el norte existe también otra vía por el sur, desde el norte de África. Esta no se pudo
dar hasta el Plioceno (hace aproximadamente once millones de años) en el que la región que ahora conforma
Andalucía se pone en contacto con la costa norteafricana.

Las barreras naturales (los citados Pirineos, el estrecho de


Gibraltar o el desierto del Sahara) provocaron el aislamiento de las
especies peninsulares, llevando a muchas de ellas a cambios y
adaptaciones que han derivado en la conformación de subespecies
y formas propias, e incluso, en ocasiones, especies de nueva apa-
rición. Son especies en evolución en las que el tiempo aún no se
ha detenido y caminan hacia una definición más clara y diferencia-
da de las demás. Un ejemplo de esta evolución lo tenemos en el
Papiliónido Iphiclides feisthamelli considerada hasta hace poco
una subespecie de Iphicli-des podalirius. Los Licénidos del géne-
ro Aricia son también un ejemplo fundamental de evolución.

Géneros de Lepidópteros como Parnassius, Erebia y el ya citado


Aricia quedan confinados en zonas de montaña con poca o nula
conexión entre si. Limitado el transvase de información cromosó-
mica entre las diferentes especies, estas se desarrollan "por sepa-
rado" formando multitud de subespecies y formas locales.

Pricipales rutas biogeográficas para la entrada de las mariposas


en la Peninsula Ibérica (según M. R. Bustillo).

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Tximeletak

Tximeleten sorrera
Intsektuen sorrera, lur azalean, Era Primarioan gauzatzen da. Era honen amaiera aldera, koleopteroak azaltzen
dira. Geroago, Era Sekundarioan, eta zehatzago esanda Triasiko periodoan, lehen tximeletak, lepidopteroak ere
deiturikoak, azaltzen dira. Duela 150 milioi urte.

Asia erdialdean sortu ziren (bizitzaren beste hainbeste adierazpen bezalaxe) eta hortik Europan zehar hedatu
ziren. Elikagai izango zituzten landare fanerogamoen (loredunak) izatea ezinbestekoa zutelarik. Garai honetan
Pirinioak oraindik sortu gabe zeuden eta Iberiar Penintsulan iparraldetik sartzea erraza zuten, nahiz eta lehen fase
batean (Era Sekundarioan) migrazioa ipar-mendebaldetik gauzatu, geroago Iparraldetik, Pirinioen sorrerak gera-
razi arte. Era Tertziarioan sartzapen hau masiboa izan zen.

Ondoren, Aro Kuaternarioan izan ziren aldaketa klimatikoek (glaziaraldiek) leku epelagoak bilatzen zituzten
espezieen migrazio mugimenduak eragin zituzten. Azken glaziaraldiaren amaierak, duela hamar bat mila urte,
ingurumen-baldintzen leuntze bat ekarri zuen (tenperaturen igoera, e.a.), eta basoak iparralderantz hedatzea su
posatu zuen. Gaur egun baino sasoi epelagoak zenbait espezie egun kolonizatzen ez dituzten tokietan bizi ahal
izatea ekarri zuen. Aurkituriko aztarna fosilek atzeraldi honetaz hitz egiten digute. Sortu berria zen kate pirinia-
rrak Iberiar Penintsula bizi-aberastasun aparteko "babes-lurralde" bat bilakatu zuen, endemismo ugari (lurralde
batean soilik bizi diren espezieak), azpiespezie eta tokian tokiko formak sortuz. De Latin maisuak Grundiss der
Zoogeographie liburuan ezartzen dituen mediterranear bigarren mailako bederatzi babes-lurraldeetatik gureak
"atlantiar-mediterraneoar babes azpilurraldea"ri dagokio.

Iparraldetik buruturiko sarreraz aparte, hegoaldetik ere bada beste bide bat, Afrikako iparraldetik. Hau Pliozenora
arte ezin izan zen gauzatu (duela 11 milioi urte gutxi-gorabehera) gaur egun Andaluzia osatzen duen lurraldeak
ipar Afrikako itsasertzarekin bat egin arte.

Muga naturalek (aipaturiko Pirinioak, Gibraltarko itsasartea edo


Saharako basamortua) espezie penintsularren isolamendua era-
gin zuten, haietako asko eta asko azpiespezie eta tokiko formak
izatera eramango zituzten eraldaketak erakarriz, kasu batzuetan
ere espezie berriak sortaraziz. Garatzen ari diren espezieak dira,
eta denbora pasa ahala besteekiko bereizten dituzten ezaugarriak
nabarmenduz doaz. Azken honetako eredu garbia duela gutxi
arte Iphiclides podalirius-en azpiespezietzat hartu den
Iphiclides feisthamelli papilionidoa dugu. Aricia generoko lize-
nidoak ere eboluzioaren oinarrizko eredu ditugu.

Parnassius, Erebia eta aipaturiko Aricia generoak mendi-lurral-


deetan baztertuak geratzen dira, beraien arteko loturarik gabe.
Espezie ezberdinen arteko informazio kromosomikoaren truka-
keta etenik, bakoitza "bere kabuz" garatzen da, azpiespezie eta
tokiko forma ezberdin pilo bat sortaraziz.

Tximeleten sarrera Iberiar Penintsulan gauzatu zeneko bide


biogeografiko nagusiak (M. R. Bustilloren arabera).

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Paisaje prehistórico
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Historiaurreko paisaia
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Las mariposas

Características biológicas
Las mariposas se integran en el orden de los Lepidópteros, palabra compuesta que nos revela la presencia de esca-
mas (lépidos) en las alas (pteros) de estos animales.

Son insectos de metamorfosis completa (Holometábolos), es decir con cuatro fases: huevo, oruga, crisálida e insec-
to adulto o imago. Los periodos de tiempo en los que se desarrolla cada fase larvaria son muy distintos según la
especie a la que nos refiramos. Así por ejemplo tenemos un grupo de mariposas que pasan el invierno (diapausa
invernal) en fase de huevo, otro de oruga, de crisálida e incluso de insecto alado (veremos más adelante algunos
ejemplos). Es generalizado el interés del público por saber la duración del ciclo de vida de las mariposas. Curiosidad
que se remonta en el tiempo y que entronca con la idea de la reencarnación y la resurrección que en tantas culturas
han representado estos seres.

Como insectos que son, carecen de esqueleto interno y recurren a un exoesqueleto endurecido por una sustancia
denominada quitina para proteger su organismo de los agentes externos.

Solo el insecto en su fase adulta tiene capacidad de reproducción, o lo que es lo mismo, las características sexuales
no se desarrollan hasta la última y definitiva fase de su metamorfosis.

Las hembras ponen sus huevos siguiendo diferentes estrategias: agrupados, diseminados, incluso en vuelo. Lo hacen
siempre en base al principio natural de la supervivencia utilizando tácticas diferentes para un mismo fin. Por regla
general, los huevos se depositan sobre las plantas que serán, tras la eclosión de los mismos, la base nutricia de las
orugas recién nacidas.

Estas orugas que, como hemos dicho, carecen de esqueleto interno, mudarán, por regla general, entre cuatro y seis
veces su envoltura externa para poder lograr su desarrollo final que habrá de conducirles a la siguiente y penúltima
fase: la crisálida. En esta fase, la oruga cambia de aspecto en un corto periodo de tiempo pasando a adoptar una ima-
gen que le permita pasar desapercibida ante sus enemigos durante el tiempo necesario para desarrollar internamen-
te los cambios que la llevarán a ser un insecto volador. Una vez conformada la crisálida, el animal pierde toda capa-
cidad defensiva y está completamente a merced de sus depredadores, por ello ha buscado la soledad y ocultarse en
lo posible de la vista de estos para transformarse. Esta fase de crisálida es el paradigma del secreto y la base sobre
la que se sustentaba la creencia sobre la resurrección de estos seres o la reencarnación en ellos de otros extintos
anteriormente.

La metamorfosis de estos animales es tan profunda que afecta a todas las áreas de su existencia: locomoción, ali-
mentación, relaciones... Citemos por ejemplo que, en el caso de la movilidad, las orugas, que son por supuesto inca-
paces de volar, presentan en su cuerpo varios pares de "patas" además de los tres pares con que el insecto alado con-
tará, que se pierden en la fase de crisálida. También el aparato digestivo sufrirá drásticos cambios pasando de ser un
aparato masticador (con mandíbulas) a uno succionador (por medio de un órgano que es la espiritrompa). Hemos
comentado también que solo es en la última fase (imago) cuando se producen el apareamiento y la posterior repro-
ducción, ya que en las fases anteriores no existen órganos sexuales que posibiliten estos extremos.

Volviendo a la fase de oruga, hay que subrayar la íntima conexión y dependencia de cada una de las especies con
determinados tipos de plantas. El desequilibrio que se de entre las orugas de una especie y entre sus plantas nutri-
cias es la base sobre la que se sustenta la aparición de ciertas plagas. En nuestra zona de estudio, y por las implica-
ciones económicas que conlleva, es conocido el caso de la procesionaria del pino Thaumetopoea pityocampa y sus
efectos sobre las poblaciones de coníferas.

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Tximeletak

Ezaugarri biologikoak
Tximeletak Lepidopteroen Ordenan kokatzen dira, eta animalia hauek bere hegaletan dituzten ezkaten berri ematen
digun hitz konposatu horren bitartez izendatzen dira (lepidos = ezkatak, pteros = hegalak).

Metamorfosia osoko intsektuak dira (holometaboloak), hau da lau fasez osaturikoa betetzen dutenak: arrautza,
beldarra, mozorroa eta intsektu heldua edo imagoa. Fase bakoitza betetzeko behar izaten den epea espeziearen ara-
bera oso aldakorra da. Honela, negua (neguko diapausa) arrautza-itxuraz igarotzen duen tximeleta-multzo bat badu-
gu, beste batzuk beldar-itxuraz, mozorro-itxuraz edo hegadun intsektua izanik ere igarotzen dutenak bezalaxe (aurre-
rago aipatuko ditugu adibide batzuk). Tximeleten zikloaren garapenaren inguruko jendarteko jakin-mina oso naba-
ria da. Antzinatik datorren kuriositatea, zenbait kulturatan, animalia hauek makina bat aldiz irudikatu dituzten
berpizte eta berraragipenaren ideiekin bat egiten duena.

Intsektuak direnez, barne-hezurdurarik ez dute eta kanpo-eragileen aurrean kitina izeneko substantziaz gogortutako
kanpo-hezurdura bati esker babesten dute beren organismoa.

Ugaltzeko ahalmena intsektu helduak du soilik, edo beste era batera esanda, sexu-ezaugarriak ez dira bere metamor-
fosiaren azken faseraino garatzen.

Emeek beren arrautzak jartzeko jokabide ugari dituzte: multzoka, banaka, hegan doazen bitartean ere bai. Beti bizi-
raupenaren, naturaren printzipioaren arabera burutzen dute, taktika ugari erabiliz, helburu berberaren bila.
Orokorrean, arrautzak, jaio eta gero beldarren oinarrizko janari izango diren landareen gainean jartzen dira.

Esan dugunez, barne-hezurdurarik ez duten beldar hauek, bere azala lauzpasei aldiz aldatuko dute, normalean, beren
azken garapena burutu ahal izateko, azken aurreko fasera eramango duen azken urratseraino bideratuko duena:
krisalida edo mozorroa.

Fase honetan, beldarrak bere itxura aldatu egiten du bere etsaien begien aurrean ikustezina izaten lagunduko dion
irudia lortuz, intsektu hegaduna izateko burutu behar dituen barne-aldaketak bete bitartean. Behin krisalida osatu eta
gero, intsektuak defentsarako duen gaitasun guztia galdu egiten du, eta harraparien esku geratzen da, horregatik
bakardadea eta ezkutatzea bilatu izana. Krisalida-fase hau sekretuaren paradigma da eta beren birbizkundearen sinis-
mena edo lehenago hildako beste izaki batzuen berraragipenaren sinismena gertakizun honetan oinarritzen ziren.

Animalia hauen metamorfosiaren sakontasunak beren bizitzako esparru guztietan du eragina: higikortasunean, eli-
kaduran, harremanetan... Higikortasunaren kasuan, adibidez, beldarra krisalida fasean murgiltzen denean, intsektu
hegalariak izango dituen hiru hanka parez gain gero galduko dituen beste "hanka" pare batzuk izaten dituela aipa
dezakegu. Elikapen-aparatuak ere erabateko aldaketa jasango du, mastekatze-aparatu bat izatetik (barailez osaturik)
aparatu zurrupatzaile bat izatera pasaz (espiritronpa izeneko organo baten bitartez). Estaltzea eta honen ondoriozko
ugalketa burutuko diren unea azken fasea dela aipaturik dugu (imagoa denekoa), aurreko faseetan ez baitago ekin-
tza horiek ahalbideratuko dituen organorik.

Beldar-fasera itzuliaz, espezie bakoitza eta landare-mota jakin batzuen arteko barne-lotura eta dependentzia azpima-
rratu beharrean gara. Zenbait izurriteren sorrera espezie batzuetako beldarren eta janari dituen landareen artean iza-
ten den orekan datza. Gure ikerketa-eremuan, eta ekonomikoki suposatzen duena dela medio, oso ezaguna da pinua-
ren beldarraren kasua —Thaumetopoea pityocampa— eta pinudietan duen eragina.

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Fases de la metamorfosis de los Lepidópteros

Características de las diferentes fases de la metamorfosis

Fase de huevo

Sobre la fase de huevo, podemos indicar la enorme variedad de formas en que las mariposas cubren esta etapa. Los
hay esferoidales, cónicos, cilíndricos... Una multitud de formas, preludio de la diversidad de orugas y posteriores
especies voladoras que nacerán de ellos.

Como ya hemos visto, la mariposa adulta deposita los huevos siguiendo diferentes estrategias (agrupados o de uno
en uno) sobre, generalmente, la planta nutricia de la que se alimentará la pequeña oruga cuando surja de su interior.
A veces, según las especies, la oruga recién nacida se alimenta de la cáscara del huevo que le ha servido de habitá-
culo con el fin de contar con un primer aporte calórico.

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Lepidopteroen metamorfosiaren faseak

Metamorfosiaren fase ezberdinen ezaugarriak

Arrautza-fasea

Arrautza-faseari buruz, tximeleten arrautzen itxura ezberdinen aniztasuna eta aberastasuna aipatu behar. Borobilak,
konikoak, zilindroak... Mota askotakoak, haietatik sortuko diren beldarren eta intsektu hegalarien aniztasunaren ira-
garpena.

Ikusi dugunez, tximeleta helduak estrategia asko erabiliaz jartzen ditu arrautzak (multzoka edo banaka), eta nor-
malean, haren barrenetik jaiotzen den beldar txikiak janari izango duen landarearen gainean. Batzuetan, espe-
zien arabera, beldar jaio berriak bere lehen elikagaia arrautzaren azala izango du, etxea izan duen materietik bere
lehenengo kaloriak lortuz.

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Algunos ejemplos de huevos de diferentes especies Espezie batzuetako arrautzak

Fase de oruga

En esta fase, el insecto, tras nacer del huevo, se desplaza andando por la tierra, si bien con frecuencia muchas espe-
cies se valen del hilo que segregan sus cuerpos para descolgarse de él y buscar una nueva ubicación. Cuentan para
desplazarse con tres pares de patas que mantendrá y otros pares de falsas patas o propatas (entre 4 y 6 pares) que
perderá cuando la metamorfosis entre en su última fase.

Para ir desarrollándose, la oruga se alimenta vorazmente de su planta o plantas nutricias. Para poder aumentar de
tamaño la envoltura exterior se convierte en un impedimento a superar, cosa que consigue rasgándola y emergien-
do de la misma con una nueva que se adaptará a sus nuevas dimensiones. Este proceso se repetirá, como hemos
dicho, entre 4 y 6 veces por regla general hasta que logre su tamaño máximo, antesala de la nueva fase de su meta-
morfosis: la crisálida o pupa.

Durante esta fase el insecto busca diferentes estrategias para protegerse de sus depredadores. Las hay que buscan en la
asociación con otras congéneres la manera de disminuir la probabilidad de ser la elegida en caso de ataque. Otras, por
el contrario, buscan en la soledad la forma de pasar más desapercibidas. La riqueza y variedad en que se nos presentan
las orugas nos habla de la posterior diversidad de especies de mariposas adultas que podremos observar en vuelo.

La naturaleza tiene sus “Leyes” y para andar en ella hemos de tenerlas bien presentes. Por ejemplo, la variedad cro-
mática es muchísimas veces portadora de mensajes sobre la naturaleza del ser vivo a quien pertenecen. Las maripo-
sas no son, desde luego, un caso aparte y en esta fase de oruga podemos afirmar que, por regla general, aquellas que
poseen colores como el rojo, el amarillo, el negro y el naranja nos transmiten su naturaleza tóxica, si bien no al tacto,
si en caso de ingestión. Por supuesto, se da el caso de seres que adoptan por mimetismo estos colores sin correspon-

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Beldar-fasea

Fase honetan, beldarra arrautzetik jaio eta gero, lurretik mugitzen hasten da, sarritan makina bat espeziek bere gor-
putzetik sortzen den haritik zintzilikatuaz kokagune berriak bilatzen baditu ere. Mugitzeko, betiko mantenduko
dituzten hiru hanka pare daukate eta, beste pare batzuk (4 eta 6 bitartean) gero, metamorfosia aurrera doan heinean
eta krisalida-fasean murgildurik, galduko dituztenak, sasi hankak baitira hauek.

Beldarra, garatu ahal izateko, bere landare edo landareez era aseezinez elikatzen da. Hazipenerako kanpoko azala
gainditu beharreko oztopo du, eta barnetik bere azal berriarekin sortuz estalki zaharra urratu egin beharko du, bere
tamaina berrira egokitzearren. Prozesu hau 4 edo 6 aldiz errepikatuko da orokorki bere behin-betiko tamaina lortu
arte, hurrengo fasearen sarbidera ailegatuko delarik: krisalida edo pupa.

Fase honetan, harrapariei iskin egiteko jokabide ugari jorratzen dituzte. Batzuek, taldekatzearen bitartez eraso bate-
an harrapatuak izateko aukerak murriztea bilatzen dute. Beste batzuek, ordea, bakardadean oinarrituko dute ezku-
tuan egoteko aukera. Beldarren aniztasunak gero intsektu hegalariak bilakatzen direneko espezie aberastasuna ira-
gartzen digu.

Naturak bere “Legeak” ditu eta bertan ibili ahal izateko arrunt, aurrean izan behar ditugu. Adibidez, kolore-aniz-
tasunak izakien nortasunen adierazleak izan ohi direla aipa dezakegu. Tximeletak ez dira honetan ere aparteko
kasuak eta beldar-fase honetan gorria, horia, beltza edo laranjatu kolorea dutenek, orokorki, pozoitasunaren berri
eskaintzen digutela esan dezakegu, ukitzerakoan ez bada ere, bai jaterakoan. Jakina, badira izaera hori ez izanda ere

Principales características anatómicas de una oruga Beldarraren anatomia-ezaugarri nagusiak

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derles tal característica, disfrazándose ante la mirada de los depredadores para que desistan de tal degustación. En
caso de no conocer exhaustivamente este tipo de fauna puede valer tener en cuenta este código de colores para evi-
tar sorpresas desagradables.

Otra cuestión interesante es el “aspecto peludo” de muchas de ellas. En un porcentaje altísimo esta apariencia es
indicadora de toxicidad por lo que, de no tener la certeza de conocer la especie, nos abstendremos de tocarlas. Sin
caer en alarmismos, no podemos olvidar la abundancia de casos de graves intoxicaciones (sobre todo en el sistema
respiratorio) que han sufrido constantemente los trabajadores forestales (los célebres “basomutilas”) en las explota-
ciones de pinos en nuestra tierra. Sirva también pues esta advertencia como prevención de males mayores.

Algunas especies de orugas (las de algunos Papiliónidos) presentan un órgano en la parte posterior de la cabeza que
segrega una sustancia tóxica, se denomina osmaterio y es, generalmente, de color naranja. Otras segregan jugos de
parecido cometido en otra partes de su cuerpo.

Fase de crisálida

En cuanto a las crisálidas, igualmente decir que presentan una riqueza asombrosa en cuanto a su aspecto, si bien hay
características que ligan a las diferentes especies. La duración de esta fase es muy variada (como las anteriores),
pudiendo ser desde unos días hasta varios años en algunas especies (si las condiciones ambientales no permiten la
eclosión). Esta fase se puede desarrollar de diversas formas: en un capullo de seda, entre la hojarasca, enterrada en
el suelo, colgada de un tallo... En el interior del “caparazón” se dará la desintegración de todos los tejidos de la oruga
para ir formando el organismo de lo que será la mariposa adulta. Para desarrollarse por completo en nuestras latitu-
des suele ser necesario un período de heladas en esta fase.

Esta es la fase de la “inmovilidad” en la que el insecto parece hubiera muerto. Un estudio a fondo del comporta-
miento de la crisálida nos revelaría que se dan ciertos movimientos en determinados momentos del desarrollo, movi-
mientos imperceptibles a simple vista. Al ser molestada también puede efectuar ciertos movimientos con la parte de
su organismo que conformará posteriormente sus últimos segmentos abdominales.

Fase de insecto adulto o imago

Rota ya la envoltura pupal, la mariposa adulta sale de su interior para desplegar sus alas y adaptarse a su nuevo
modus vivendi. Es la “resurrección” proclamada por las culturas clásicas.

Hay que citar que en esta última fase de su desarrollo, ciertas especies carecen de alas (son ápteras) y se desplazan
exclusivamente por medio de sus patas (por ejemplo hembras de algunas especies de Limántridos del género
Orgyia). Las alas, que son cuatro: dos anteriores y dos posteriores, poseen una extensa red de vasos por la que fluye
la hemolinfa (líquido que cumple la función de nuestra sangre). Esta red de vasos suele constituir un elemento de
clasificación muy relevante. Así mismo, a la hora de describir una especie los diferentes compartimentos (celdas) en
que dividen las alas nos sirven para indicar la localización del detalle a observar. Como si utilizáramos un sistema
de cuadrículas. Cada una de estas celdas tiene un nombre para su correcta localización (ver dibujo). Hemos comen-
tado ya que la propia denominación de Lepidóptero nos indica la presencia de escamas en sus alas y éste es, desde
luego, un elemento determinante de su identidad. Las escamas conforman el recubrimiento, el ropaje de la maripo-
sa. Es ese polvillo que nos quedaba en las manos, cuando de niños, jugábamos a investigar su vida. Sin ellas, la mari-
posa queda expuesta a la climatología, de tal manera que le es imposible subsistir algo más que unas horas. Estas
escamas están dispuestas como si conformaran un tejado unas sobre otras, algunas poseen pigmentos que les dan su
color y otras difractan la luz que reciben formando los llamados “colores de interferencia” (un efecto parecido a la
reacción de los derivados del petróleo cuando reciben la luz y nos muestran diferentes colores). Algunas escamas espe-

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kolore horiek hartzen dituztenak, beren harraparien begiraden aurrean mozorrotu eta ez jateko gonbitea luzatzen die-
tenak. Fauna hau sakonki ezagutu ezean, kolore arautegi hau kontuan hartzea baliogarria izan daiteke ezuste desat-
seginik ez izateko.

Beste gai interesgarri bat askoren “itxura iletsua” da. Portzentaia altu batean itxura horrek pozoigarritasunaz hitz egi-
ten digu eta, arrazoi horregatik espezie ezaguna ez bada ez dugu ukituko. Gehiegikerietan erori gabe, ezin ahaztu
gure lurreko pinudietan basoko langileek (basomutil ezagunak) jasan dituzten pozoidura larrien maiztasuna (batez
ere arnas aparatukoak). Ea bada, ohar honek halako arazoei aurre hartzeko balio duen.

Beldar-espezie batzuk (Papilionido batzuenak) buruaren atzealdean substantzia toxiko bat isurtzen duen dagoen
organo bat dute; osmaterio deritzo eta, sarritan, kolore laranjatukoa da. Beste batzuek beren gorputzeko beste atale-
tan antzeko zeregineko substantziak ekoizten dituzte.

Krisalida fasea

Krisalidei buruz ere itxura-aberastasun sinestezina dutela esan behar, ezaugarri jakin batzuk espezie ezberdinak
lotzen badituzte ere.. Fase honen iraupena (besteak bezalaxe) oso aldakorra da: egun batzuetatik urte batzuetara luza-
tu baitaiteke meteorologi baldintzek ez badute intsektu hegalariaren jaiotzea ahalbideratzen uzten. Fase hau era
askotara burutu daiteke: kusku baten barnean, orbel artean, lurperaturik, zurtoin batetik zintzilikaturik... “Oskolaren”
barnean beldarraren ehun guztien desegitea burutuko da, gero tximeleta izango den izakia sortu dadin. Gure lurral-
deetan osoki garatzeko izozte-bolada bat beharrezkoa izanen da.

Honako hau geldotasunaren fasea da, intsektua hiltzat hartu daitekeena. Gertutik eta sakonki behatuz gero,
ordea, une jakin batzuetan, krisalidak mugimendu ñimiño batzuk izaten dituela ikusi ahal izango genuke, ohar-
kabean pasa ohi direnak. Zerbaitek molestatuz gero ere bere sabelaldeko izango diren azken zatiekin mugimen-
du batzuk burutu ditzake.

Intsektu heldu edo imago-fasea

Puparen azala apurtu eta gero, tximeleta heldua bere barnetik sortzen da, hegalak zabaldu eta bizimodu berrira ego-
kitu ahal izateko. Kultura klasikoek berpizkundetzat hartzen zuten gertakaria dugu.

Garapenaren azken fasea den honetan, zenbait espeziek hegorik ez duela esan behar dugu (apteroak dira) eta
hanken bitartez mugitzen dira soilik (Orgya generoko Limantrido espezie batzuetako emeak bezala). Lau izan
ohi diren hegalek gure organismoan odolak betetzen duen eginkizuna betetzen duen hemolinfa izeneko urin bat
bidera-tzen duten zain batzuk dituzte. Zaineria hau oso baliotsua izaten da tximeletak sailkatzeko garaian.
Halaber, espezie bat deskribatzeko garaian hegaletan eragiten dituzten zatiketak oso baliagarriak izaten dira
(gelaxka deituriko zatiketak dira). Laukitxoen bitarteko sistema bat balitz bezala. Gelaxka horietako bakoitzak
bere kokapenerako lagungarri den izen berezi bat du (ikus marrazkia). Esana dugu “Lepidoptero” izen berberak
bere hegaletan ezkatak dituela iragartzen digula, eta hau bere nortasunaren benetazko ezaugarri nagusienetakoa
da. Ezkatek tximeletaren babesa, jantzia, osatzen dute. Haurtzaroan, bizitzaren ikerlari gisa genbiltzanean, gure
eskuetan itsasten zen hauts hura osatzen dute. Hau galduz gero tximeleta eguraldiaren mende geratzen da eta
ordu batzuk besterik ez du bizirik iraungo. Ezkata hauek teilatu gisa antolaturik daude: batzuk besteen gainean,
batzuk kolorea ematen dieten substantziak dituzte eta beste batzuk, berriz, argia difraktatu egiten dute “interfe-
rentziazko kolore” deiturikoak osatuaz (petrolioaren eratorriak isuritakoan eguzki-argia jasotzen dutenean

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Las mariposas

ciales conforman también los llamados “androconios” que no son ni más ni menos que órganos de atracción sexual
que los machos utilizan para atraer a las hembras por medio del olor que emiten. El aspecto de estos órganos es el
de una zona peluda en la parte anterior de sus alas.

El insecto adulto cuenta con tres pares de patas de los que un par, el primero, está en algunos grupos animales atro-
fiado y no sirve para la marcha (tribus Satyrinae y Nymphalinae).

Poseen un par de antenas que son órganos sensoriales de gran importancia. También dos ojos compuestos, así como
los palpos sensoriales (compuestos éstos cada uno por tres articulaciones). Entre estos palpos se encuentra la espi-
ritrompa, formada por una vaina con dos tubos que sirven para absorber el alimento. Algunas raras especies de mari-
posas pueden alimentarse masticando como cuando fueron orugas y otras carecen de aparato digestivo (se alimen-
tan de las reservas de la fase de oruga hasta que fallecen por inanición).

En el cuerpo, distinguimos el tórax y el abdomen. El tórax posee tres segmentos con un par de patas cada uno, el
segundo y tercero, además, están dotados cada uno con un par de alas.

Cabe citar también la presencia de orificios respiratorios en su cuerpo denominados “estigmas”, así como de los
órganos sexuales “genitalia”)en la parte posterior de su cuerpo (andropigio en el macho y ginopigio en la
hembra) que tanta importancia tienen en la determinación de cada especie. A veces, la clasificación e identifica-
ción de una especie no es posible si no es por medio del estudio de la genitalia, que tiene morfología caracterís-
tica y diferenciadora de cada una de ellas.

Morfología de una mariposa adulta

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Tximeletak

kolore ezberdinak erakusteko jokaeraren antzera). Ezkata berezi batzuek ere “androkonio” deituriko organoak
osatzen dituzte. Hauek emeak erakartzeko asmoz arrek erabiltzen dituzten sexu-erakarpenerako organo batzuk
besterik ez dira, beraiengandik sortzen den usainaren bitartez.

Intsektu helduak hiru hanka pare ditu, hauetatik bat, lehenengoa, espezie-talde batzuetan atrofiaturik egoten da, eta
ibiltzeko ez du balio (Satyrinae eta Nymphalinae tribuetan).

Garrantzi handiko zentzumen-organoak diren bi antena dituzte. Baita bi begi konposatu, zentzumen-palpoak beza-
laxe (bakoitza hiru artikulazioz osaturik). Palpo hauen artean, eta bi hodi biltzen dituen tutu batez osaturik, elika-
gaiak zurrupatzeko balio duen espiritronpa dago. Espezie arraro batzuk beldarrak izan ziren garaian bezalaxe mas-
tekatzeko gai dira eta beste batzuk ez dute elikatzeko aparaturik (gosez hil arte beldarrak zireneko erretserbez bizi-
tzen direlarik).

Gorputzean, sabelaldea eta bularraldea bereizten ditugu. Bularraldeak hiru zati ditu, bakoitza hanka pare batekin,
bigarrenak eta hirugarrenak, gainera, hego pare bana dute.

Beren gorputzetan “estigma” deituriko arnasketa-zulotxoak ere ikus ditzakegu, espezien sailkapenerako hainbeste-
ko garrantzia duten organo sexualak (genitalia) ere gorputzaren atzealdean azaltzen dira (ginopigio emeetan eta
andropigio arretan deiturikoak). Batzuetan, genitaliaren azterketaren bitartez ez bada ezinezkoa izaten da zenbait
espezie beste batzuengandik bereiztea, organo honek espezie bakoitzean egitura eta itxura ezberdina baitu.

Tximeleta helduaren morfologia

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Un capítulo curioso lo constituye el hecho de que una misma especie se nos pueda presentar con diferente aspecto
según la época del año en que nazca su correspondiente generación. Es el llamado “dimorfismo estacional” del que
tenemos un maravilloso ejemplo en la Araschnia levana, mariposa que en primavera presenta una forma de fondo leo-
nado (forma levana) y en verano una forma de fondo negro (forma prorsa). Se da también el fenómeno, mucho más
común, del “dimorfismo sexual” (macho y hembra de la misma especie son diferentes) que a veces es radical (macho
azul y hembra marrón, por ejemplo). También se dan casos aislados de ejemplares que presentan medio cuerpo de
características femeninas y el otro medio de características masculinas.

Dimorfismo estacional (en esta página y la siguiente)

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Tximeletak

Gertakizun bitxiak ere badira, hala nola espezie bat itxura ezberdinez azaldu ahal izatea jaiotzen den urte sasoia-
ren arabera. Urtaro-dimorfismoa deitzen zaion gertakari honen adibide eder bat Araschnia levana izeneko
tximeletarena dugu. Udaberrian nagusiki laranjatu koloreko hegalez ikus dezakegu (levana izeneko forma) eta
udan beltz koloretakoez (prorsa izeneko forma). Beste gertakizun askoz ere arruntagoa sexu-dimorfismoarena da
(espezie bereko arrek eta emeek kolore ezberdinak dituzte), eta batzuetan bereizketa erabatekoa da (arra urdina
eta emea marroia adibidez). Apurka ere gertatu izan da animalia batek gorputz-erdia arren ezaugarriez izatea eta
beste erdia emeen ezaugarriez.

Urtaro-dimorfismoa (orrialde honetan eta aurrekoan)

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Clasificación de las mariposas


Una primera clasificación establecería dos grandes grupos: Ropalóceros, comúnmente llamadas “mariposas diurnas”
y Heteróceros, “mariposas nocturnas”. Si bien, en algunos casos, es difícil definir a una especie como nocturna o
diurna teniendo en cuanta sus hábitos de vuelo (de hecho hay muchísimos Heteróceros que vuelan de día). Son lo
que distinguimos comúnmente como mariposas o polillas.

Las principales diferencias entre los Ropalóceros (mariposas diurnas) y los Heteróceros ( mariposas noturnas)son
las siguientes:

— Ropalóceros:
• Vuelo diurno.
• Antenas en forma de maza.
• Cuerpo esbelto y cabeza pequeña.
• Pliegan las alas sobre la espalda cuando se posan.
• Colores vistosos en la mayoría de especies.

— Heteróceros
• En general, vuelo nocturno o crepuscular.
• Antenas de formas muy variadas.
• Cuerpo rechoncho y con aspecto peludo en muchas especies.
• Alas en forma de tejado sobre la espalda cuando se posan.
• Colores apagados o poco llamativos en la mayoría de especies.

En esta página un ejemplar de Saturnia Pyri (un hecterócero); en la siguiente, uno de Papilio machaon (un ropalócero)

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Tximeletak

Tximeleten sailkapena
Oinarrizko sailkapen batek bi multzo handi bereiztuko lituzke: Ropalozeroak (arruntki “eguneko tximeletak” deitu-
rikoak) eta Heterozeroak (“gaueko tximeletak” edo sitsak). Batzuetan, espezie bat hegan egiteko ohituren arabera
gaueko edo egunekotzat sailkatzea oso zaila izaten da (Heterozero mordoska baitago egunez hegan egiten duena).
Normalean, tximeleta ala sitsa gisa bereizten ditugu.

Ropalozeroen (eguneko) eta Heterozeroen (gaueko) tximeleten arteko ezberdintasun nagusiak ondorengoak
dira:

— Ropalozeroak:
• Egun argitako hegaldia.
• Atabal itxurazko antenak.
• Gorputz liraina eta buru txikia.
• Hegoak tolestu egiten dituzte geldirik daudenean.
• Kolore deigarriak espezie gehienetan.

— Heterozeroak:
• Orokorki, gaueko edo ilunabar aldeko hegaldia.
• Itxura anitzeko antenak.
• Gorputz potoloa eta iletsua espezie askotan.
• Atsedenean hegoak teilatu modura jasotzen dituzte.
• Kolore apalak espezie gehientsuenetan.

Orrialde honetan Papilio machaon ale bat (ropalozero bat) ; aurrekoan Saturnia pyri ale bat (hekterozero bat)

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Los Ropalóceros presentan en Europa unas 380 especies, de las cuales unas 232 están presentes en la Península. En
la Comunidad Autónoma Vasca, se citan: 152 en Álava (dato extraído del libro Mariposas diurnas de Álava, de
Olano, Salazar, Marcos y Martín, año 1989), 96 en Guipúzcoa y 84 en Vizcaya (datos extraídos del Catálogo de los
Lepidópteros que integran la Colección Científica de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, de Juan Carlos Gómez de
Aizpurua). Los datos sobre Guipúzcoa y Vizcaya son a todas luces bastante cortos pues se refieren a capturas que
datan por lo menos del año 1982. Fidel Fernández Rubio en su obra Guía de Mariposas Diurnas del año 1991 da
una visión mucho más halagüeña de la riqueza de especies de estos dos territorios. Por último citar que los
Heteróceros presentes en Europa son unos 3.400.

En la Península Ibérica cabe distinguir dos superfamilias de Ropalóceros: Papilionoidea y Hesperioidea que, a su
vez, se dividen en familias. Por un lado la Papilionoidea que engloban las Papilionoidae, Pieriidae, Danaidae,
Libytheidae, Riodinidae, Lycaenidae, Nymphalidae y Satyridae (que se considera últimamente una tribu de la fami-
lia Nymphalidae que estaría integrada por las tribus Nymphalinae y Satyrinae). Por otro lado está la superfamilia
Hesperiidea con la familia Hesperiidae. La representación de cada una de estas divisiones o familias es muy dife-
rente pudiendo ser de una sola especie (Libytheidae, Riodinidae) o de más de cuarenta (Nymphalidae, Lycaenidae).

La variedad de formas y colores de nuestras mariposas es enorme y, a pesar de su tamaño, por lo general inferior al
de la fauna tropical, digna de admiración. Esperemos que este libro contribuya a que valoremos un poco más lo que
nos ofrece nuestro entorno próximo, pues merece la pena.

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Tximeletak

Ropalozero europarren ordezkaritza 380 bat espeziek osatzen dute, eta hauetatik Iberiar Penintsulan 232 aurkitu dai-
tezke. Euskal Autonomia Erkidegoko datuak berriz ondorengoak dira: Araban 152 (Olano, Salazar, Marcos eta
Martin jaunak 1989an argitaraturiko Mariposas diurnas de Álava liburutik jasotako datua), 96 Gipuzkoan eta 84
Bizkaian (Juan Carlos Gómez de Aizpúrua jaunak idatzitako Catálogo de los Lepidópteros que integran la
Colección Científica de la Sociedad de Ciencias Aranzadi liburutik ateratako datua). Gipuzkoa eta Bizkaiari buruz-
ko datuak oso motz geratzen dira, 1982. urte bitartean egindako harrapaketetan oinarritzen baitira. Fidel Fernández
Rubio jaunak 1991. urtean argitaraturiko Guía de Mariposas diurnas liburuan jasotakoaren arabera herrialde hauek
askoz ere aberatsagoak direla esan dezakegu. Azkenik, Europan aurkitu daitezken Heterozero espezieak 3.400 ingu-
ru direla aipatu behar.

Penintsulako Ropalozeroen artean bi Superfamilia bereizi behar ditugu: Papilionoidea eta Hesperioidea, eta
hauek, bide batez, familia ezberdinetan banatzen dira. Alde batetik, Papilionoidea superfamiliatik: Papilionoi-
dae, Pieriidae, Danaidae, Libytheidae, Riodinidae, Lycaenidae, Nymphalidae eta Satyrinae (azken urteotan hori
Nymphalidae familiaren tributzat hartzen da, eta familia hori bi tribuk osatuko lukete: Nymphalidae eta
Satyrinae tribuek hain zuzen ere). Bestalde, Hesperioidea superfamilia dago, Hesperiidae familiez osaturik.
Familia edo multzo hauetako ordezkaritza oso ezberdina da, gorabeheratsua benetan, batzuetan espezie bakar
bat egon daitekeelarik (Libytheidae eta Riodinidae) edo berrogei baino gehiago (Nymphalidae, Lycaenidae).

Gure tximeleten itxura- eta kolore-aniztasuna harrigarria da, miresgarritasuna merezi duena, neurria fauna tropika-
larena baino dezente txikiagoa izanda ere. Liburu honek gure inguru hurbilak eskaintzen diguna gehiago baloratzen
lagundu nahi luke, merezi du eta.

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El papel de las mariposas en la naturaleza


Nadie puede dudar de la belleza de estos seres, a la que solo es equiparable la de algunas aves y peces tropicales. Pero,
más allá de una función estética o decorativa ¿Cuál es el verdadero papel de las mariposas en la naturaleza?.

En la naturaleza nada permanece al azar, todo forma parte de un sistema que precisa de todas y cada una de sus partes
para poder seguir existiendo. Las mariposas no son una excepción. Hemos comentado ya la íntima relación que existe
entre las plantas Fanerógamas y sus flores con ellas. La aportación de estos insectos a la difusión de dichas plantas (lle-
vando a efecto la polinización) está cifrada por algunos actores por encima de un 40 % del total.

En su fase de oruga, hemos visto ya el relevante papel que pueden representar (plagas incluidas), debido a su depen-
dencia de determinadas plantas de las que se alimentan.

Como tercera, y no menos importante, función debemos citar el fundamental papel que desempeñan en la alimentación
de muchos animales insectívoros u omnívoros. Como ejemplo, sirva el citado por Suárez en 1987 en un estudio refe-
rente al peso de los componentes de la alimentación del ave collalba rubia (Oenanthe hispanica) en el que cifra el peso
de los Lepidópteros ingeridos para su alimentación (tanto orugas como imagos) en algo más del 50% del peso total de
su ingesta.

Entre sus principales depredadores podemos nombrar a los odonatos (libélulas), arácnidos, reptiles (culebras,
lagartos y lagartijas), anfibios (ranas y sapos), aves insectívoras, mamíferos como los murciélagos y otros insec-
tos. Podemos añadir también que en ciertas culturas (en África y Asia fundamentalmente) se incluyen en la dieta
alimenticia humana algunas variedades de orugas que, ingeridas en ocasiones en grandes cantidades, constituyen
un aporte proteínico básico.

En esta página una Mantis religiosa, reina de los depredadores. En la página siguiente una Araneus diadematus

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Tximeletak

Tximeletek naturan duten zeregina


Inork ezin du beren edertasuna zalantzan jarri, pareko bakarrak zenbait hegazti eta arrain tropikalak izan
daitezkeelarik. Baina, apaintze- eta hornitze-betekizun horretaz gain, zein da tximeletek naturan duten benetako
zeregina?

Naturan ez dago ezer zoriz, osagai guztiak ezinbestekoak dira sistema baten iraupena ziurtatzeko garaian.
Tximeletak ez dira salbuespena. Aipatu dugu landare fanerogamo eta haien loreekin duten harremana. Landare
horien hedapenean intsektu hauen parte hartzea (polinizazioa gauzatzerakoan) % 40koa izaten delarik ikerlari bat-
zuen usteetan.

Beldar-fasean izan dezaketen garrantzia ikusi dugu (izurriteak barne), elikagai dituzten landareekiko mendekota-
suna dela medio.

Hirugarren eginkizun gisa, besteak baino kaskarragoa ez, ordea, animalia intsektujale edo orojale askorentzat
suposatzen duten energia iturria izatea aipatu beharra dugu. Adibide gisa, 1987. urtean Suárez-ek azal-tzen zituen
datuak aipa ditzakegu, buztanzuri horiaren (Oenanthe hispanica) jan-iturriak ikertu zituenean: txori honen jana-
riaren % 50 tximeletek osatzen baitzuten (beldarrek edota tximeleta helduek).

Bere harrapari nagusien artean, ondorengoak aipa ditzakegu: odonatoak (txitxiburduntziak), araknidoak, narras-
tiak (sugeak, muskerrak eta sugandilak), anfibioak (igelak eta apoak), txori intsektujaleak, zenbait ugaztun (sagu-
zaharra) eta beste zenbait intsektu. Kultura batzuetako (Afrikan eta Asian nagusiki) janarien artean ere zenbait
espezietako beldarrak sartzen dira, beren elikapenean oinarrizko proteina iturri bat izanen.

Aurreko orrialdean Mantis religiosa bat: harraparien artean erregina. Orrialde honetan Araneus diadematus bat

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Las mariposas

Xysticus cristatus. Kolorez aldatzeko


gaitasuna duen armiarma.

Xysticus cristatus: Araña que tiene la


capacidad de cambiar de color.

Lacerta viridis (Musker berdea / Lagar-


to verde). Belar artean harraparia zain
dago.

Lacerta viridis (Musker berdea / La-


garto verde). Entre la hierba el depre-
dador acecha.

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Tximeletak

Apanteles. Zenbait intsektuk beldarren


gorputzean txertatzen dituzte beren
arrautzak; arrautza puskatu eta gero,
beldarraren barrukoa janari izango
dute.

Apanteles. Algunos insectos insertan


sus huevos en el interior de las orugas,
una vez roto éste, el organismo de la
oruga servirá de alimento.

Argiope bruennichi. Otargin marra-


duna.

Argiope bruennichi. “Cestera rayada”

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Las mariposas

Orthetrum brunneum (Libellula / Txi-


txiburduntziak / Libélulas). Zirkorako
balioko lukeen ariketa burutuaz,
biziari beste aukera bat eman nahirik.

Orthetrum brunneum (Libellula / Txi-


txiburduntziak / Libélulas). Eje-
cutando un ejercicio digno de un
circo, buscan dar una nueva oportuni-
dad a la vida.

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