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48 Resumen
El artículo asume la realidad de violencia contra las mujeres en especial los femicidios, y revisa los principales
aspectos conceptuales de éste. El femicidio es la máxima expresión de la violencia de género y violación a los derechos
humanos de las mujeres. Se presentan estudios latinoamericanos sobre femicidios, los conceptos que usan y las cifras
que exponen sobre el tema. Se continúa con una crítica a las concepciones de femicidio hasta allí revisadas. En
respuesta se propone un marco sociológico para abordar el tema, a partir de la obra de Pierre Bourdieu. Finalmente
se formula un nuevo concepto de femicidio y se plantean las responsabilidades que la investigación sociológica debe
asumir para abordar la dominación masculina.
Abstract
The article assumes the reality of violence against women, especially femicides, and reviews the main
conceptual aspects of it. Femicide is the maximum expression of gender violence and violations of women’s human
rights. Latin American studies about femicide are presented, key concepts are defined and the scale of the problem
is exposed. It continues with a criticism of previous conceptions of femicide. In response, a sociological framework
is proposed to approach the topic based on Pierre Bourdieu’s work. Finally, a new concept of femicide is formulated,
and the responsibilities that the sociological investigation must assume in order to deal with male domination are
laid out.
hay una serie de datos y estudios para poner el tema miento político e intelectual, dejando en evidencia
sobre la mesa. Lo relevante de este informe es la que tanto las agresiones cotidianas hasta el asesina-
afirmación siguiente: La violencia contra la mujer to de mujeres no se pueden reducir a accidentes ais-
no se limita a una cultura, región o país, ni a ciertos lados o desajustes pasionales. La extrema expresión
grupos de mujeres dentro de la sociedad. La causa de violencia dirigida hacia las mujeres posee una
fundamental de la violencia contra la mujer radica dramática regularidad social. Es el resultado de la
práctica sistemática que sufren las mujeres, dada la
1 Este artículo es la profundización de una investigación (no opresión de género a la que se ven sometidas bajo la
publicada) realizada por los autores durante el año 2008, con dominación masculina.
el apoyo de la socióloga Silvia Lamadrid, titulada “Femicidios
en Chile (2005-2008): registro y caracterización de una viola- La visibilización de las prácticas de inequidad
ción a los Derechos Humanos”. Los autores son miembros del de género ha rendido frutos al ser reconocida la
Núcleo de Género y Sociedad Julieta Kirkwood, del Departa- violencia hacia las mujeres como un tema público
mento de Sociología de la Universidad de Chile.
por distintos organismos internacionales y Esta- of killing women”, centrando el estudio en aquellos
dos, estableciéndolo como un asunto que exige la genericidios donde la mujer, por su condición so-
seriedad que merece toda violación de los derechos cial, es asesinada. Su traducción al español no va a
humanos. Este artículo no pretende profundizar los estar ausente de enfrentamientos curiosos, como
avances en materia de políticas públicas a partir de discusiones sobre la pertinencia léxica de femicidio
la denuncia del femicidio, para ello se pueden revi- o feminicidio dada sus implicaciones legislativas.2
sar otros estudios (CEPAL, 2007). En esta instancia El femicidio no pretende referirse a un nuevo
se aborda el tratamiento del femicidio en las cien- tipo de violencia que enfrenta la mujer. Más bien se
cias sociales. sitúa en un extremo de un continuo de violencia de
Este artículo revisa el modo en que los estudios género ejercida hacia las mujeres. Señala Caputi:
de la mujer y la perspectiva de género han permiti- El feminicidio está en el extremo de una serie
do incorporar distintos conceptos y áreas de estudio continua de terror contra las mujeres que in-
en las disciplinas de las ciencias sociales. Asimismo, cluye una amplia variedad de abusos verbales y
abordaremos el modo en que la sociología puede físicos, tales como violación, tortura, esclavitud
aportar al estudio de género. Sostenemos que es po- sexual (particularmente en la prostitución),
sible establecer un diálogo entre las categorías pro- abuso infantil incestuoso y extrafamiliar, agre-
vistas por el estudio de las mujeres y la perspectiva
50 sión física y emocional, hostigamiento sexual
de género, y las disciplinas de las ciencias sociales (en el teléfono, en las calles, en la oficina, y en
como la sociología. Bajo esta convicción se revisará la sala de clase), mutilación genital (clitoridec-
la categoría de femicidio desde una perspectiva que tomía, supresión, infibulación), operaciones
se haga cargo de su dimensión estructural, el cual se ginecológicas innecesarias (histerectomías gra-
encuentra superficialmente tratado en gran parte de tuitas), heterosexualidad forzada, maternidad
los estudios sobre el tema. forzada (criminalización de la contracepción y
Para llevar a fin lo anterior, se revisarán los el aborto), negación de alimentos a las mujeres
aspectos conceptuales del femicidio, sus distintas en algunas culturas, cirugía cosmética, y otras
definiciones y dimensiones, para comprender este mutilaciones en nombre de la belleza. Siempre
fenómeno. A su vez, se hará uso de los principales que estas formas de terrorismo den lugar a la
J. M. Cabrera Ullivarri, P. N. Cristi Contreras | La silenciosa muerte de mujeres
una herramienta política de resistencia por parte de de género no son universales, más bien deben in-
las mujeres activistas frente a la violencia perpetrada terpretarse en consideración con las especificidades
por hombres, no una categoría de estudio. Toma- culturales, económicas y sociales de la sociedad de
rá una década para que en el espacio universitario estudio (Russell y Radford, 1992). El femicidio
se dé la articulación entre la categoría de violencia se ubica como una expresión social de la política
y la perspectiva de género, materializándose en sexual, en términos de Jane Caputi, para institu-
la elaboración del concepto genericidio. Este tra- cionalizar un modo de dominación masculina. De
bajo académico es llevado a cabo por Mary Anne este modo, el asesinato de mujeres es un mecanismo
Warren en 1985, en la publicación: “Gendercide:
2 En este artículo no se profundizará esta disputa; sólo cabe
the Implications of Sex Selection”. Posteriormente señalar que se usará el término “feminicidio”, aun cuando se
en 1992, Diana Russell y Jill Radford, acuñan el mantengan elementos de la traducción de la antropóloga y le-
término femicide en su obra “Femicide: the Politics gisladora mexicana Marcela Lagarde del concepto femicide de
Russel y Radford.
para mantener el poder del orden patriarcal. Femici- tintos países varían en relación a las condiciones de
dio es un concepto eminentemente político. Ubicar acceso a datos sobre femicidios. Por ejemplo, en Ar-
el asesinato de mujeres en el terreno de la política gentina los estudios de Silvia Chejter (CLADEM,
busca rechazar la concepción de que el asesinato de 2007:12-13; Barcaglione, Chejter, Cisneros, Fon-
mujeres es un asunto privado o patológico, y la neu- tela, Kohan, Labrecque, Pérez, 2005:7-24) hacen la
tralidad presente en el concepto genericidio, ya que distinción entre femicidio y homicidio de mujeres,
en la aplastante mayoría de éstos las víctimas son diferenciándolos por la presencia o ausencia, res-
mujeres (Russell y Harmes, 2006). Esta dimensión pectivamente, de una motivación del crimen por
permite abordar académicamente las consecuencias razones de género.
de las relaciones de género y poder. El año 2007, CEPAL presentó un completo
estudio sobre la realidad latinoamericana de violen-
Tratamiento del femicidio en los princi- cia basada en género, incluido el femicidio. Éste lo
pales centros de estudio internacionales entiende como: Una expresión de violencia que tiene
en la región diversas manifestaciones según el espacio social en que
ocurra y los rasgos del perpetrador, ya sea por parte de
Presentado el desarrollo primario del concep- una pareja o ex pareja en el espacio privado o como
punto final de la violencia sexual en el ámbito públi-
to de femicidio, revisaremos cómo el fenómeno ha 51
sido abordado por las investigaciones de nuestra co (CEPAL, 2007:67, destacado nuestro).
región. Exploraremos los principales centros de es- Por su parte, el estudio “Femicidio en Chile”
tudio internacionales en la región, pues éstos pre- utiliza el siguiente concepto de femicidio: El Femi-
sentan una serie de ventajas para el estudio. Estos cidio constituye la forma más extrema de violencia
centros influencian decididamente al resto de las basada en el género, entendida ésta como la violencia
investigaciones regionales en términos teóricos y de hombres contra mujeres como forma de poder, do-
metodológicos. Además, concentran mucho cono- minación o control. En esta categoría se incluyen los
cimiento sobre el tema, emanado internamente en asesinatos de mujeres ocurridos en los espacios priva-
cada país por diversas formas, desde la sociedad civil dos y públicos (Rojas, Maturana, Maira, 2004:23).
Las definiciones de ambos estudios son simi-
sociológica, de modo que no se justifica esta distin- Interesante resulta la definición con la que la
ción femicidio/feminicidio. Hacemos la aclaración Cámara de Diputados en México abordó el tema.
pues estos estudios usan indistintamente ambos Recordemos que en ese país ocurre el paradigmáti-
conceptos. Nos referiremos a ellos siempre como co caso de Ciudad de Juárez, por lo cual el tema es
femicidios. altamente sensible e involucra una inmensa falencia
Los estudios que puntualizaremos compar- de sus instituciones para abordar el tema,3 caso si-
ten la concepción que el femicidio es una acción milar a lo ocurrido en Alto Hospicio en Chile.4 De-
de extrema violencia de género, una violación a los finen femicidio como:
derechos humanos, y son asesinatos ejercidos por 3 Por ello Marcela Lagarde ha insistido en su concepto de
hombres contra mujeres. En particular destacamos “femicidio”, ya que se debe considerar la responsabilidad del
esto último, pues más adelante lo cuestionaremos. Estado en los crímenes de género.
Los enfoques metodológicos específicos en los dis- 4 Una descripción académica del tema, con relatos de las pro-
pias familias, puede encontrarse en Nomadías (2002).
El feminicidio está conformado por el conjun- El Consejo Centroamericano de Procuradores
to de hechos violentos misóginos contra las mu- de Derechos Humanos presentó una definición y
jeres que implican la violación de sus derechos distinción del concepto de femicidio que nos pare-
humanos, atentan contra su seguridad y ponen ce interesante. Primero que nada, distingue un tra-
en riesgo su vida. Culmina en la muerte violenta tamiento teórico, político y judicial del femicidio.
de algunas mujeres… Se consuma porque las au- El teórico refiere a la dominación masculina con
toridades omisas, negligentes, o coludidas con consecuencia de muerte en la mujer por acciones de
agresores ejercen sobre las mujeres violencia ins- hombres y por razones de género. Es decir, lo que
titucional al obstaculizar su acceso a la justicia y hemos señalado hasta ahora. La dimensión política
con ello contribuyen a la impunidad. El femini- busca crear conciencia social sobre el problema e in-
cidio conlleva la ruptura del Estado de derecho. cidir en políticas estatales que se hagan cargo de éste,
(CLADEM, 2007:13, destacado nuestro)
así como incentivar el derecho de los ciudadanos y
las ciudadanas a exigir cuentas a las autoridades so-
La misoginia es un rechazo psicológico de los
bre el asesinato de mujeres. La dimensión jurídica
hombres hacia las mujeres, es odiarlas como género.
queda en manos de cada país, para armonizarla con
El misógino busca liberarse de la dependencia res-
el marco constitucional determinado (CCPDH,
pecto a las mujeres porque son despreciables. Esta
2006: 39-41). Este concepto de femicidio integra
52 actitud está en el plano de lo psicológico e indivi-
los componentes que el feminicidio reclamaba,
dual, y no necesariamente alude a las razones que
entendiendo que los conceptos son multidimensio-
la reproducen, por lo que el femicidio se restringe
nales, facilitando su operacionalización en estudios
comprehensivamente. Sin embargo rescatamos de
necesarios para avanzar en los conocimientos sobre
la definición mexicana el aspecto institucional, pues
el tema.
es crucial al momento de considerar el contexto en
Para resumir el número de casos de femicidios
el cual ocurre el crimen. Será violencia femicida
hallados en las investigaciones que hemos mencio-
la derivada de la desatención e indefensión de las
nado, presentamos en el cuadro 1 la situación la-
mujeres en los procesos de desarrollo económico y
tinoamericana, y en el cuadro 2 el chileno. Vale la
democracia política, y que generan riesgos de muer-
pena remitirse a cada uno de los estudios para cono-
J. M. Cabrera Ullivarri, P. N. Cristi Contreras | La silenciosa muerte de mujeres
99 (año 2002)
70 (año 2003)
Nicaragua 203 (entre años 2003-05)
66 (año 2004)
315 (años 2001-04)
269 (años 2000-06)
184 (años 1990-99)
Costa Rica
146 (años 2000-05)
211 (año 2001)
227 (año 2002)
134 (sept. 2000 y dic. 2001) 232 (año 2003)
232 (año 2003)
260 (año 2004)
El Salvador 260 (año 2004)
316 (año 2006) 366 (año 2005)
194 (año 2004)
1186 (entre años 2001-05)
390 (año 2005)
1320 (años 2001-05)
315 (años 2001-04)
269 (años 2000-06) 420 (años 2003-05)
Honduras 420 (años 2003-05)
668 (años 2003-05) 613 (años 2002-05)
613 (años 2002-05)
Fuente: Elaboración propia en base a CEPAL (2007), CLADEM (2006) y CCPDHG (2007)
Cabrera, Juan
250 (registrados en diario “La Cuarta” y otros medios. El 2008 fue
y Cristi, Pablo 2005-2008
registrado hasta agosto.)
(2009)
Chile, como en el continente entero, no contamos que la violencia involucra la fuerza, y que la víctima
con sistemas de registros confiables para los femi- es un receptor pasivo de las agresiones. Los investi-
cidios (Rojas, Maturana, Maira, 2004, CLADEM, gadores han privilegiado el estudio de la violencia
2007). De hecho CEPAL señala: Los principales interpersonal, descuidando la violencia autoinfligi-
obstáculos se encuentran, en primer lugar, en la va- da y aquella donde víctima y victimario son recep-
cilante voluntad de la esfera institucional, ya que los tores; y el estudio de la violencia física, por sobre
tres poderes del Estado muestran deficiencia, falta de formas verbales, sociales y psicológicas.
recursos técnicos, financieros y humanos. En segundo El femicidio es un concepto proveniente de
lugar, la persistencia de factores culturales que inva- los estudios de género y del bagaje teórico feminis-
den todas las esferas de la vida social y legitiman la ta. Constituye un área que se abre recientemente al
violencia (CEPAL, 2007:7). estudio de las ciencias sociales, particularmente en
En la sección siguiente ahondaremos las de- Latinoamérica. Las disciplinas que han trabajado
bilidades teóricas que consideramos afectan el tra- más el tema, como la psicología social y las ciencias
Polémicas Feministas. 1: 48-60 - Marzo 2011
tamiento del concepto de femicidio en los estudios jurídicas, privilegian aspectos del femicidio que
que hemos revisado. conciernen a su ámbito de estudio como discipli-
na, dejando al margen el tratamiento de referencias
Femicidio: límites de la observación estructurales (dominación masculina, mecanismos
de dominación, patriarcado) que sólo son mencio-
A partir de la revisión del tratamiento que ha nadas.
tenido en las ciencias sociales el femicidio se ob- La revisión bibliográfica del femicidio y, sien-
serva que el resultado se concentra en un registro do aún más general, de la violencia de género ( Jack-
profuso de información sobre formas específicas de man, 2006), demuestra una escasa producción socio-
violencia en contra de mujeres. Sin embargo, care- lógica sobre el tema, lo que redunda en una ausencia
ce de un marco teórico mayor a partir del cual se de una perspectiva sociológica específica respecto al
puedan interpretar y vincular estas acciones, o que femicidio. La escasez de material sociológico no de-
bería sorprender pues el femicidio es un concepto sintonía entre las estructuras objetivas y las estruc-
joven aún no consolidado en las ciencias sociales, y turas cognitivas internas, ocultan las condiciones
paralelamente, la sociología posee una larga historia históricas y sociales que posibilitaron su realización
de marginalización de temas vinculados al estudio bajo el velo de la experiencia dóxica. Esta sociodicea
del género, problema institucional con efectos epis- masculina, como justificación del orden, abarca a
temológicos significativos. Por lo mismo, resulta di- todas las arbitrariedades del mundo social, y funda-
fícil encontrar una teoría sociológica moderna que mentalmente aquella que está en su base, la división
permita referirse a los femicidios. Tarea necesaria, social entre los sexos. La fuerza del orden mascu-
ya que aún sosteniendo como trasfondo la teoría lino se manifiesta en el hecho de que no requiere
del patriarcado, el femicidio carece de un marco de justificarse dada su aparente neutralidad. El mundo
análisis acabado que permita entender las relaciones social, en su totalidad, funciona como un aparato
de dominación que están presentes entre hombres y simbólico que tiende a ratificar esta dominación a
mujeres. Esta es una de las principales limitaciones. espaldas de las personas, al disponer el cuerpo como
La sociología cuenta con diversos marcos realidad sexuada y receptor de principios de visión y
generales de distintos niveles de desarrollo para de división sexuante.
entender las relaciones sociales. Afirmamos que es El programa social de percepción se aplica a
posible establecer una retroalimentación entre las todas las cosas del mundo, y en primer lugar al 55
categorías provistas por el estudio de las mujeres cuerpo en sí, en su realidad biológica: es el que
y la perspectiva de género, y las disciplinas de las construye la diferencia entre los sexos biológi-
ciencias sociales, específicamente la sociología. Bajo cos de acuerdo con los principios de una visión
esta convicción se revisará la categoría de femicidio mítica del mundo arraigada en la relación ar-
desde una perspectiva que se haga cargo de su di- bitraria de dominación de los hombres sobre
mensión estructural. Para esto se analizan los últi- las mujeres, inscrita a su vez, junto con la divi-
mos aportes del sociólogo francés Pierre Bourdieu, sión del trabajo, en la realidad del orden social
respecto a las relaciones de género, y las categorías (Bourdieu, 2000: 24).
de su marco conceptual que permiten interpretar la Al invertirse esta relación, adquiere una causa-
violencia de género.
ción masculina desde los conceptos de habitus, la puede representar en las posiciones del acto sexual:
violencia simbólica y la situación de la mujer en la el hombre seduce y es quien está arriba tomando la
economía de los bienes simbólicos. iniciativa, mirando decidido a los ojos. Sin ahondar
Para introducirse al tema, Bourdieu establece en este punto, es relevante ver el acto sexual como
que la división entre los sexos parece estar fenome- una relación de dominación, de sometimiento, ya
nológicamente en el orden de las cosas. Esto se debe a que se basa en la división fundamental masculino
que se presenta simultáneamente tanto en un estado (activo) y femenino (pasivo), la cual orienta, dirige
objetivo en las cosas materiales y en las estructuras y expresa el deseo masculino -de dominación eróti-
objetivas del mundo social, como también en un ca- y femenino -de reconocimiento erotizado de la
estado subjetivado incorporado en los cuerpos y há- dominación (Bourdieu, 2000: 35).
bitos de las personas, en sus sistemas de percepción, El sociólogo francés esgrime una crítica a la
pensamiento y acción (Bourdieu, 2000: 21). La explicación psicoanalítica de la corriente freudiana
de la personalidad a partir de la división e interiori- como sentido común objetivo, que no es más que
zación de las diferencias sexuales que sostienen una sometimiento dóxico a los efectos interiorizados de
visión del género como si se tratase de dos esencias las estructuras de dominación. En este proceso, las
sociales jerarquizadas. Bourdieu sostiene que las mujeres son sometidas mediante la violencia sim-
diferencias visibles del cuerpo sexuado al ser perci- bólica, una imposición arbitraria de categorías de
bidas desde una estructura subjetiva, sujeta al esque- percepción que conforman la dominación mascu-
ma práctico de la visión androcéntrica, establecen lina. Valen como ejemplo los casos de femicidios
las diferencias entre el cuerpo femenino y masculi- en la introducción de este artículo. Bourdieu señala
no como el refuerzo de significados y valores con- que el origen de estas estructuras de dominación es
cordantes con los principios de división de mundo histórico. Son estructuras que constriñen y se impo-
dicotómicos (Bourdieu, 2000: 37). Por ende, no es nen a los dos polos de la relación, tanto a las mujeres
el falo el fundamento de esta visión de mundo. Más como a los hombres. Son el trabajo continuado de re-
bien, esta visión general al estar organizada en base producción al que contribuyen unos agentes singulares
a la división de género recíprocamente determina- (entre los que están los hombres, con unas armas como
da, masculino y femenino, puede instalar al falo la violencia física y simbólica) y unas instituciones:
como símbolo de la virilidad y del status masculino, Familia, Iglesia, Escuela y Estado (Bourdieu, 2000:
y la distinción biológica como fuente objetiva de la 50).
56
diferencia entre sexos. Con lo anterior, se critica el Un concepto central para entender las rela-
análisis psicoanalítico en cuanto logra dar cuenta de ciones de dominación masculinas es la economía
la socialización de lo biológico, pero no del segundo de los bienes simbólicos. Señala Bourdieu que las
momento, la biologización de lo social, que permite estructuras objetivas del espacio social y el habitus
naturalizar y ocultar un producto netamente social. que constriñen los cuerpos de hombres y mujeres en
Señala Bourdieu respecto a la división sexual del estructuras de dominación androcéntricas, encuen-
trabajo, y de sus implicancias para el orden natural tran su fundamento en la estructura del mercado de
y social: La fuerza especial de la sociodicea masculina los bienes simbólicos. Este mercado se caracteriza
procede de que acumula dos operaciones: legitima una por ser un espacio específicamente social, es decir, el
relación de dominación inscribiéndola en una natu- terreno de la lógica de los intercambios simbólicos,
J. M. Cabrera Ullivarri, P. N. Cristi Contreras | La silenciosa muerte de mujeres
raleza biológica que es en sí misma una construcción de las relaciones de producción y de la reproducción
social naturalizada (Bourdieu, 2000: 37). del capital simbólico. Aquí se juega la asimetría ba-
Este proceso se imprime profundamente en los sal entre los hombres -en tanto sujetos y agentes del
cuerpos y en los esquemas de percepción, mediante intercambio- y las mujeres -objeto e instrumento de
disposiciones duraderas, somatizando las relaciones intercambio-, así como la jerarquía superior conce-
de dominación bajo el enclasamiento en hombres dida a la masculinidad por los sistemas culturales,
–masculinos- y mujeres –femeninas- a través de la constituyéndose en sustento del orden social. El
socialización en un orden androcéntrico. principio de inferioridad y exclusión de la mujer se
Las distinciones observadas por los agentes sostiene en que ellas sólo aparecen en el intercambio
en el orden social y natural permiten justificar las simbólico como símbolos, cuyo sentido se les impo-
relaciones sociales de dominación androcéntrica ne exteriormente sin su participación, teniendo por
interiorizando en los cuerpos dos clases de hexeis función la puesta en práctica del juego por el capital
corporales opuestos y complementarios (Bourdieu, simbólico poseído por los hombres. Esto es posible
Polémicas Feministas. 1: 48-60 - Marzo 2011
2000: 45). Usando los conceptos tradicionales de en cuanto los hombres son capaces de someter a las
Bourdieu, establecemos que el espacio social y obje- mujeres a través de la autoridad y la violencia física y
tivo (campo) al estar en concordancia con el habitus simbólica. Estos mecanismos permiten imponerles
androcéntrico, genera y sustenta relaciones de do- un sentido ajeno a ellas, quedando reducidas a ser
minación simbólica entre los sexos, al sostener prin- un instrumento de (re)producción del capital sim-
cipios de visión y división que conducen a clasificar bólico.
todo elemento situado en el espacio social según la Esto supone marcar una diferencia con res-
distinción dicotómica masculino-femenina. pecto a las posturas teóricas sobre la opresión de
Este habitus androcéntrico que sostiene la las mujeres en la antropología de Lévi-Strauss y la
reproducción de la relación de dominación mas- perspectiva marxista. La interpretación de las rela-
culina, posee su efectividad al ser esquema de per- ciones de intercambio de mujeres exclusivamente
cepción social que comparten hombres y mujeres como relaciones de comunicación entre hombres
presente en Lévi-Strauss, omite la lectura desde las verbales y físicos; Golpizas físicas y emocionales;
relaciones de dominación que realiza Bourdieu en Acusaciones de celos; Control, Asaltos e Intimida-
base a su concepto violencia simbólica. Violencia ción; Tortura; Venganza; Esclavitud; Negación de
que al ser ejercida a las mujeres, las niega a participar la comida; Acoso, Abuso y Violación Sexual; He-
activamente en las alianzas que los hombres estable- terosexualidad forzada; Operaciones ginecológicas
cen a través de ellas como objetos simbólicos. Por innecesarias y/o Mutilación genital; Operaciones
otro lado, el marxismo no reconoce que la econo- en nombre del embellecimiento y/o cirugías plás-
mía de los intercambios simbólicos posee una lógica ticas innecesarias.
autónoma de los modos de producción y sus deter- Son tres las principales innovaciones que in-
minaciones. Concluye Bourdieu: Al estar orientado cluimos en nuestro estudio del tema:5 1) Las muje-
hacia la acumulación del capital simbólico, la lógica res pueden ser femicidas; 2) Hay suicidios de muje-
del intercambio simbólico transforma a los objetos res que se pueden categorizar como femicidios; 3)
intercambiables –entre estos las mujeres- en signos de Serán femicidios las muertes de mujeres producto
comunicación que son de manera indisociable instru- de cirugías estéticas innecesarias, por ejemplo, ci-
mentos de dominación (Bourdieu, 2000: 61). rugías plásticas que persiguen modelos estéticos de
De esta forma, el autor plantea una propuesta deseo masculino. Estos elementos nos permitieron
sociológica alternativa a las teorías de la opresión ampliar los criterios para la discusión y los registros
57
de la mujer basándose en su concepto de habitus, de femicidios. Además, sociologizamos su trata-
espacio social y violencia simbólica para aprehen- miento. El hecho de considerar a las mujeres como
der las relaciones de dominación producidas por femicidas reside en el hecho que ellas pueden actuar
la división sexual del intercambio simbólico. Las como agentes de la dominación masculina, pues
categorías de percepción socializadas en hombres y como decíamos anteriormente, hombres y mujeres
mujeres, que estructuran un sistema de dominación interiorizan estructuras mediante su socialización
naturalizado, son el puente para articular las prác- en instituciones sociales que jerarquizan los roles
ticas de femicidio con un marco analítico mayor. sexuados. Los suicidios que son consecuencias de
Esto desafía la conceptualización generalizada del un continuo de abusos de género también deben
femicidio. Proponemos a continuación un nuevo encontrar un espacio para el estudio de femicidios,
de dominación, poder y/o control masculino que ferencia por hijos varones, obligar a las hijas a mu-
termina con la muerte de la mujer, sin importar la tilarse genitalmente, suicidios por abusos, compli-
forma, el lugar y el arma con la que se produce el cri- cidad con hombres en asesinatos de otras mujeres,
men, ni la edad de la víctima, ni el sexo del femicida. etc. (Russell y Harmes, 2006:82). Russell señala
Los femicidios no presuponen necesariamente una que son provocaciones novedosas para el estudio
relación previa de algún tipo entre los implicados. del femicidio. Coincidimos en su juicio.
Incluimos como femicidios los suicidios de mujeres Afirmamos que nuestro concepto es novedoso
que son provocados por reiterados abusos y/o cual- en el estudio de femicidios. Las investigaciones chi-
quier forma de violencia (económica, sexual, física, lenas que hemos revisado no contemplan estas in-
psicológica) perpetrada por uno o más hombres novaciones. Más bien, se guían por las definiciones
y/o mujeres, basadas en las formas de dominación
mencionadas. Serán causas del femicidio: Abusos 5 Para mayor detalle del estudio, remitirse al artículo de Ca-
brera y Cristi (2009).
tradicionales de femicidio. Un ejemplo es contras- interés es obligar a explicar esos mecanismos de re-
tar el número de femicidios registrados por el Ser- producción.
vicio Nacional de la Mujer (SERNAM) y los datos Ese interés no es antojadizo. Julieta Kirkwood
que nosotros hemos levantado usando la definición nos recuerda, siguiendo a Sartre, qué es una investi-
antes mencionada. Como vemos en el cuadro 3, las gación sociológica comprometida. La investigación
cifras tienen diferencias significativas, en especial sociológica, y particularmente sobre el problema de
durante el 2007. Ese año, SERNAM hizo una fuer- las mujeres, debe conciliar los supuestos de igualdad
te campaña contra la violencia hacia las mujeres, y la universales con la opresión concreta de las mujeres.
prensa registró muchos más casos de distinto tipo, Poner en tensión el universalismo de los supuestos
no sólo femicidios. y la particularidad de las experiencias concretas en
el medio ideológico. Con esta contradicción se po-
Cuadro 3. Comparación de registro femicidios drá gestar una conciencia contestataria femenina, es
entre SERNAM e investigación propia. decir una que asuma las expresiones sociales concre-
Nuestro Registro Sernam tas. De ese modo, el estudio de la formación de esta
2005: 60 2005: 46
conciencia deriva en la historia femenina no escrita,
2006: 49 2006: 51 que es una de las tantas expresiones de una historia
58 2007: 90 2007: 62 significativa pero no escrita ni develada en su totali-
Fuente: Elaboración propia en base a datos del dad (Kirkwood, 1986: 26).
SERNAM (http://www.sernam.cl) y registros Hay un grueso de conocimiento oculto que
propios.
potencialmente proyecta la destrucción de las for-
mas de dominación, que además no viene a despla-
Si abrimos un mapa más amplio de posibilida-
zar a la “clase” como unidad teórica de análisis de
des para la comprensión (sociológicamente hablan-
las formas de dominación. Más bien nos dice que la
do) del femicidio y violencia basada en género en
“clase” por sí sola es insuficiente para el análisis de
general, podemos contar con mejores herramientas
las complejas formas de dominación y discrimina-
para diseñar intervenciones sociales eficaces en estos
ción. De hecho, si la lucha por la liberalización de la
temas que son, particularmente, complejos y de alta
J. M. Cabrera Ullivarri, P. N. Cristi Contreras | La silenciosa muerte de mujeres
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