Está en la página 1de 7

PIRATERIA EN AMÉRICA DEL NORTE

PRESENTADO POR:

ARMANDO ALVAREZ
LAURA BAYONA
LEONARDO GRAVIER
LAURA REDONDO
MARIA JOSE RUEDA

PRESENTADO A:

MELINA DIAZ RANGEL

UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL CARIBE


PROGRAMA DE ADMINISTRACION MARITIMA Y FLUVIAL
BARRANQUILLA, SEPTIEMBRE DEL 2015

Desde los inicios del comercio marítimo la piratería ha sido un inconveniente


trascendental para el desarrollo de dicha actividad, ya que así como algunos
hombres comenzaron a utilizar el mar como vía de transporte y comercio otros
decidieron aprovecharlo para llevar a cabo actividades delictivas.
Los actos de piratería efectuada contra buques y su respectiva tripulación, en
lugar de haber desaparecido o disminuido se han aumentado en el transcurso de
los últimos años. Debido a que son cada vez más violentos otorgando una grave
amenaza para el comercio internacional. Y es que aunque en nuestros días los
piratas no empleen barcos de gran porte ni ataquen ciudades costeras siguen
siendo tan peligrosos y letales como en el pasado. Incluso hoy en día es mucho
más fuerte debido a que son más profesionales en su labor, ellos no sólo buscan
robar u atracar el buque, y tampoco son unos simples piratas, sino por el contrario
es una mafia los cuales cuentan con jefes que financian todas las operaciones y
sus intenciones son dialogar o negociar con las mismas líneas navieras, los
seguros estipulados para los actos de piratería y en últimas hasta llegan a
negociar con los familiares de la tripulación para conseguir una mayor ganancia
de la delincuencia y el atropello que están realizando frente a los buques y sus
hombres de mar.
PIRATERIA EN AMÉRICA DEL NORTE

En otras palabras, los piratas reciben rescates de millones de dólares, que


presuntamente se reparten entre ellos mismos, sus cabecillas y las personas que
financian las operaciones, actualmente parte del dinero se reinvierte en el
extranjero a través de emigrantes somalíes.
El rastreo de los flujos financieros de los rescates es uno de los principales retos
que afrontan los organismos encargados de la aplicación de la ley.

La mayoría de estos ataques se perpetra en el Golfo de Adén y en la cuenca de


Somalia, pero los piratas también operan en el Caribe, el Mar de la China
Meridional, el Golfo de Guinea y el Pacífico Sur. La mayor parte de los casos de
piratería afecta a más de un país, por lo que es esencial adoptar una respuesta
internacional coordinada. Esta gran problemática sigue sucediendo con mucha
frecuencia a pesar de las medidas tomadas para prevenirla, concretando una
amenaza al transporte marítimo. Los ataques a mano armada se producen en las
zonas portuarias mientras que los casos de piratería, por definición, suelen ocurrir
cuando los buques están navegando en alta mar debido a que allí ningún país
tiene jurisdicción y por ende logran hacer sus actos delincuenciales.

El armamento de alta tecnología y la inestabilidad política en algunas zonas del


mundo pueden ser una mezcla explosiva, motivo por el que la piratería y los robos
a mano armada siguen siendo inquietudes de primer orden para los buques
activos y sus tripulaciones. La Organización Marítima Internacional (OMI) continúa
promulgando medidas efectivas de prevención y lucha contra la piratería,
mejorando la normativa sobre seguridad de puertos y navíos, en vigor desde
diciembre de 2002.

Para minimizar y prevenir la piratería y el robo con armas, la OMI impulsó en 1998
un proyecto anti-piratería a largo plazo, que aún está en curso debido a la
evolución constante de las amenazas a la seguridad de buques y puertos. La
primera fase de la iniciativa se centró en seminarios y talleres educativos a nivel
regional, a los que asistieron los funcionarios gubernamentales interesados
procedentes de numerosas regiones del globo asoladas por la piratería. Para
calibrar con exactitud los riesgos y crear una norma efectiva, se llevaron a cabo
diversas misiones de estudio y valoración en diferentes regiones afectadas. De
este modo, las directivas anti-piratería pueden ser específicas y efectivas para las
zonas que pretenden proteger.
PIRATERIA EN AMÉRICA DEL NORTE

Las áreas concretas que más preocupaciones generan hoy día son las aguas que
bordean la costa somalí, el golfo de Adén y el golfo de Nueva Guinea. Para
abordar los riesgos y amenazas que supone la piratería, todos los Estados
afectados de la zona han aceptado un acuerdo regional, legitimado formalmente
en un encuentro de alto nivel promovido por la OMI en Yibuti (país ubicado en el
Cuerno de África). Conocido como “Código de Conducta de Yibuti, relativo a la
represión de la piratería y el robo a mano armada contra buques en el Océano
Índico y el golfo de Adén”, exige que los signatarios cooperen en la prevención de
la piratería y la persecución de piratas y ladrones armados cualesquiera sean las
naves afectadas, respetando el derecho internacional.
Esto significa que los estados participantes deben compartir y reportar la
información relevante mediante un sistema organizado de centros de información,
investigar a los buques y tripulaciones sospechosos de cometer actos de piratería
y apresar y perseguir a los individuos que cometen o intentan cometer dichos
actos. Además, deben facilitar los necesarios cuidados, un trato humanitario y la
repatriación, a marineros, pescadores, miembros de tripulación y pasajeros que
hayan sido víctimas de los piratas de barcos.

Para contribuir a la prevención de la piratería, la OMI publica informes sobre


piratería y robos a mano armada contra navíos, oficialmente emitidos por los
Estados miembros y organizaciones internacionales. Los detallados informes
incluyen el nombre de los barcos, descripciones de los buques atacados, posición
y momento del asalto, un registro preciso de las consecuencias del ataque para
tripulación, pasaje, buque o carga, y las medidas tomadas (si las hubiera) por la
tripulación del barco o las autoridades portuarias. Estos reportes esenciales se
distribuyen en la actualidad con una periodicidad mensual, incluyendo
publicaciones trimestrales y anuales.

La primera tarea de OMI cuando entró en estar en 1959 fue adoptar una nueva
versión de la Convención Internacional para la seguridad de la vida en el mar
(SOLAS), el más importante de todos los tratados relacionados con la seguridad
marítima. El 1 de julio de 2004 entró en vigor un régimen de protección obligatoria
amplio para el transporte marítimo internacional que incluyó una serie de
enmiendas al Convenio internacional para la seguridad de la vida humana en el
mar (Convenio SOLAS) de 1974, con las que se dio efecto al Código de protección
de buques e instalaciones portuarias (Código PBIP), el cual, en su sección
PIRATERIA EN AMÉRICA DEL NORTE

obligatoria, contiene prescripciones detalladas sobre protección, destinadas a los


gobiernos, a las autoridades portuarias y a las compañías navieras, junto con una
serie de directrices sobre el modo de cumplirlas, que figuran en una segunda
sección, no obligatoria. Más recientemente, la OMI ha centrado sus esfuerzos en
colaborar para combatir la piratería en las aguas asoladas por piratas con base en
Somalia. Con el objeto de respaldar el cumplimiento de su mandato, la OMI cuenta
con un pequeño equipo de funcionarios respaldado por consultores
especializados, el cual brinda asesoramiento y orientación a los Estados Miembros
y al sector marítimo.

Entrando en materia con la piratería en América del Norte, Estados Unidos ha


combatido contra piratas africanos desde los primeros días de su historia, batallas
tan formativas que, entre otras cosas, establecieron un ya antiguo patrón sobre la
forma de resolver los problemas de política exterior mediante intervenciones
militares; también inspiraron la icónica expresión “la costa de Trípoli” presente en
el himno de la Infantería de Marina. En los primeros años de este siglo, una vez
más barcos estadounidenses fueron atacados en aguas costeras de África, y
militares de EEUU fueron enviados para que mataran piratas.

Esta vez, el conflicto estuvo centrado en el Cuerno de África –no en África del
Norte–, específicamente, frente a la costa de Somalia.

En los noventa del siglo pasado. Somalia se sumió en un malestrón de violencia


que, aunque se calmó un poco en años recientes, continúa acosando a ese país y
desde entonces se expande más allá de sus fronteras. En 1993, en un episodio
tristemente famoso, tropas estadounidenses llegaron a Mogadiscio, la capital
somalí, en apoyo de una misión humanitaria de Naciones Unidas. El contingente
militar sufrió 18 muertos, y dos helicópteros fueron tiroteados en lo que pasó a
llamarse el “desastroso derribo de los Black Hawk”. Después de esto, Somalia fue
atacada repetidamente como consecuencia de la lucha de militantes islámicos
contra las milicias respaldadas por EEUU y varias fuerzas armadas de países
africanos. Durante aquellos años, países vecinos empezaron a pescar ilegalmente
en aguas somalíes dando lugar a que los pescadores locales se armaran y
exigieran el pago de un “impuesto” a los pesqueros extranjeros. Algunos de esos
protopiratas empezaron pronto a apropiarse de cargamentos de ayuda alimentaria
PIRATERIA EN AMÉRICA DEL NORTE

que llegaban por vía marítima; otros se dedicaron a atacar barcos mercantes y
petroleros. Para 2008, se estimaba que el botín de estos aventureros somalíes
llegaba a los 150 millones de dólares anuales.

Estados Unidos ha estado derramando dinero y refuerzos en actividades ligadas a


la seguridad marítima en el otro lado del continente y con resultados radicalmente
opuestos. Entre 2007 y 2011, proporciono 35 millones de dólares a países del
oeste y centro de África en forma de radares costeros, embarcaciones, equipo y
entrenamiento en seguridad marítima. Estos esfuerzos incluyeron la Estación
Africana Asociada (APS) una campaña diseñada para “proporcionar
entrenamiento militar de calidad a marineros y jefes provenientes de los países
asociados”; el entrenamiento se realizó a bordo de embarcaciones
estadounidenses.

El servicio de Guardacostas de Estados Unidos también aportó entrenamiento en


la lucha contra la piratería e instrucción en búsqueda y captura de piratas en el
marco del programa de Asociación para el cumplimiento de la Legislación
Marítima de África. Además, realizó seminarios, simposios y conferencias
dedicados a la seguridad marítima, donó repuestos e incluso embarcaciones a sus
aliados del oeste de África.

Estados Unidos como parte de América del Norte, continúa trabajando con el
gobierno de transición de Somalia para suprimir la piratería. Las soluciones
incluyen desarrollar capacidad judicial y de aplicación de la ley para tratar los
ataques piratas en los más de 4 millones de kilómetros cuadrados de océano a lo
largo de Somalia cuya costa está prácticamente sin gobierno y devastada
económicamente.

El hecho más reciente de piratería de barco con bandera estadounidense, fue en


el 2008 piratas somalíes capturaron, el buque petrolero más grande jamás
secuestrado, el cual transportaba dos millones de barriles de petróleo hacia
Estados Unidos.

Finalmente concluimos, que la piratería marítima afecta a todo el comercio


efectuado en el mar, puesto que las principales rutas de navegación son
PIRATERIA EN AMÉRICA DEL NORTE

obstruidas y atacadas por dichos delincuentes y pone en peligro las vidas de


marineros mercantes provenientes de todas las partes del mundo, este delito se
presenta no sólo bajo su forma tradicional, sino también en formas renovadas, en
cuanto que con frecuencia los ataques piratas ocurren en aguas territoriales y no
siempre con fines privados y ánimo de lucro, sino por motivos políticos, su
gravedad se incrementa por situarse en zonas donde las autoridades estatales no
están en condiciones de ejercer con plenitud y exclusividad la soberanía, o
prefieren compartir los frutos de esta delincuencia.

Estados débiles incapaces de asegurar el control marítimo, mercados accesibles,


medios aptos y disponibles para los delincuentes e información sobre los tráficos,
existencia de ciertas prácticas ligadas al comercio marítimo, como la falta de
fiabilidad de los documentos marítimos, los pabellones de conveniencia, la
multiplicación de puertos francos, el transbordo de contenedores y una cierta ley
del silencio en el sector marítimo, explican el renacimiento de la piratería. Todo
ello lleva a que determinadas costas se vean infestadas de bandidaje, pillaje y
secuestros marítimos que se escapan a la jurisdicción universal y se mueven en
un entorno de grave impunidad. Por tal razón la OMI debe seguir innovando y
creando mayores medidas de seguridad para los buques y las tripulaciones, ya
que estos actos influyen mucho en el comercio y además se debe tener mayor
control del tráfico marítimo por dichas zonas y a su vez los buques deben estar
mejor equipados para que puedan defenderse evitando el paso de los piratas a la
cubierta de los buques.

BIBLIOGRAFIA

http://www.interpol.int/es/Criminalidad/Pirater%C3%ADamar%C3%ADtima/Pirater
%C3%ADa-mar%C3%ADtima

http://www.leymaritima.com/la-omi-aprueba-directivas-contra-la-pirateria/

http://www.imo.org/es/OurWork/Security/Paginas/MaritimeSecurity.aspx

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=190323
PIRATERIA EN AMÉRICA DEL NORTE

También podría gustarte