Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
IV
d e t e r m i n a d o s » ( i ) , sino q u e o c u p a r a el lugar c o r r e s p o n d i e n t e e n
las batallas, con «un m o v i m i e n t o s u p e r i o r al de la infantería é
igual, al m e n o s , al d e la caballería».
C l a r a m e n t e deja v e r el general M a t u r a n a su entusiasmo por la
Artillería v o l a n t e , r e c o r d a n d o las campañas en q u e su empleo se
inició, siendo esto natural en quien c o m o él fué u n o , tal vez el
p r i m e r o (2), d e los q u e idearon este m e d i o de aligerar el t r a n s -
p o r t e d e la artillería, y d e s d é luego, d e los q u e más c o n t r i b u y e -
ron á su implantación en la Península d u r a n t e la c a m p a ñ a del
Rosellón (1793-95). Llega hasta escribir «que este m o v i m i e n t o
rápido d e la artillería h a p r o d u c i d o en el arte militar un influjo
aun m a y o r q u e la m i s m a i n v e n c i ó n de la pólvora».
Insiste más adelante sobre este p u n t o al s e n t a r q u e «jamás la
numerosa artillería, sino la más bien situada y servida será la q u e
defienda y ofenda, y en c a m p a ñ a , la q u e en igualdad d e calibre
se m u e v a con m á s v e l o c i d a d » , y d e s p u é s d e algunos ejemplos en
a p o y o de lo q u e e x p o n e , cita varias c a m p a ñ a s , y e n t r e ellas la
del Rosellón, en la cual, m i e n t r a s la artillería estuvo situada en
posiciones fijas, con lo cual se le r e s t a b a movilidad, q u e p o r otra
p a r t e no s i e m p r e se p u d o conseguir dado el calibre d e algunas
de las piezas q u e se usaban, no o b s t a n t e la g r a n cantidad d e m a -
terial aglomerado (3), resultó d e poca utilidad, de difícil servicio
(Í) Era idea tan generalizada entonces la que se tenía sobre la poca
utilidad de la Artillería en el campo de batalla, que ya Moría, en el pró~
logo de la primera edición de su obra (1788) escribía: «Se objeta á este
general influjo de la artillería en las operaciones militares, que sus efectos
en muchas acciones campales se han reducido á un incierto y poco san-
griento cañoneo, que de ningún modo ha correspondido á las esperanzas
del ejército, ni á los crecidos gastos que exige su servicio».
En una Memoria sobre la dotación, composición, organización y arreglo del
Cuerpo nacional de Artillería y • sus auxiliares (Madrid, 1820), se hace cons-
tar (pág. 3), que «hasta mediados del- último siglo la artillería entraba por
tan poco en las batallas, que se creía fuera dotación suficiente la de una
pieza por cada mil hombres».
(2) «En 1690 vemos también en el ataque dePaterín á la caballería tur-
ca provista con piezas de á 3 conducidas de dos en dos sobre camellos, y
cuyos sirvientes iban, montados.» Memorial de Artillería. Serie r.a, pági-
na 328.
(3) En la campaña del año 94, 17 baterías con más de 250 piezas,
J
TOMO LXX 4
2l8 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
(t) En la ordenanza (art. 14, reglamento 3.0) se disponía que los coro-
neles de los regimientos estuvieran cinmediatamente subordinados á los
brigadieres jefes de Escuela como privativamente encargados de la ins-
trucción y disciplina de la oficialidad y tropa», y, en cuanto al gobierno
interior, tenían que disponer «con dependencia de las juntas económicas,
de sus respectivas divisiones.»
220 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
Siguiente
UNA OBRA INÉDITA DEL GENERAL MATURANA 221
(1) Estos cinco regimientos tenían las residencias siguientes: i.°, Bar-
celona; 2.0, Cartagena; 3.0, Sevilla; 4.0, La Coruña, y 5.0, Segovia.
(2) En Prusia, á fines del xvm, los artilleros no usaban armas portáti-
les de fuego, «y sí una corta y roma espada>. (Moría: Noticias dè la Cons -
titución Militar Prusiana; ms. Bib. del Cuerpo de Artillería.)
222 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
(1)' Salas: Momorial histórico (pág. 128). También consta así en la Co-
lección de ejercicios facultativos para la uniforme instrucción de la tropa del
Real Cuerpo de Artilleria, que mandó formar el general D. José de Urru-
tia, y se imprimió en Madrid el año 1801.
(2) La ley del 27 de Abril de 1792 prescribió la formación en Francia
de nueve compañías de artilleros á caballo. (Napoleón: Études sur le passé
et l'avenir de Vartillerie, tome iv, pág. 162.)
(3) El 2 de Julio de 1895 pedía el general Antrán, en oficio dirigido al
general Urrutia, aumento de muías de tiro y acémilas para los «nuevos
establecimientos de las piezas de artillería de á caballo y carripuentes»,
disponiendo en su consecuencia el general en jefe que se entregaran 241
muías de tiro y 104 acémilas para carga. (Biblioteca del Depósito de
la Guerra.)
(4) En oficio que con fecha 12 de Agosto de 1794 dirigió Maturana al
conde de la Unión, manifestaba que, cumpliendo la orden de S. M. dispo-
niendo la conducción de 24 obuses «de nueva invención» para el ejército
de Cataluña y ocho para el de Aragón, salía de Madrid el 13, y el 22 de
Agosto decía, al mismo general, salían de Zaragoza, en tres carros, á car-
go del artillero José Martín, 24 obuses de montaña, y él marchaba á Jaca
con ocho, desde donde continuaría, en cuanto el general en jefe del ejér-
cito de Aragón le autorízase, al cuartel general del conde de la Unión, con
los cinco artilleros restantes de la partida y las espoletas «que con las re-
232 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
^ ^
4 cañones. de
, _ ,
j„ á„'o8 y„ 4 obu-
_u.. \
„ Í 6 caballos por carro (2 para los
cañones y 4 para los obusesi.. .
l
, ,, ,
c a b a l l o p a r a cada sargento
'
I
36 ,- 130
\
)
ses de 6 pulgadas (1 cada 2 piezas) 4
Personal de tropa 80 -\
\ Mozos 30 ( 110
El licorne que aquí se cita era «un cañón de menos longitud y refuer-
zos que los correspondientes á su calibre, destinado á tirar granadas y
metralla». (Peñalosa: Ob. cit.)
(1) Salas: Me?norial histórico, pág. 129.
(2) Bxercicio doctrinal y evoluciones de una brigada ole artillería á ca -
bailo. Madrid, 1800. (Cita esta obra Almirante en su bibliografía, y en la
Gaceta de Sevilla de 1809 auúnciase una segunda edición de ella.)
(3) Desde el 7 de Febrero del año 1768, en que ingresó en el colegio
de Segovia, hasta el de su fallecimiento, el año 1809, asistió á numerosos
hechos de armas. Tomó parte de la expedición contra Argel (1775), e n ^a
que fué herido, logrando recoger y embarcar las dos piezas que mandaba
TOMO LXX 15
234 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
V
OTRA INSCRIPCIÓN ROMANA EN SALAMANCA
Anterior Inicio