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GREENHILL

COLLEGE Guía de trabajo


Asignatura biología
Curso: electivo
Punta Arenas Profesor: Thomas Fernández P.
2020

OBJETIVOS:

NOMBRE: _____________________________________________________________FECHA:
_________________

Puntaje Ideal 38 puntos Puntaje Real Nota

1- En relación al siguiente texto, responder:

¿Se ha preguntado alguna vez cómo han sido descubiertos los orgánulos intracelulares de las

células eucariontes? Hay casi tantas respuestas a esa pregunta como tipos de orgánulos. En

general ya habían sido descritos por los microscopistas antes de que su función fuera

comprendida. Como resultado, los nombres de los orgánulos no suelen reflejar su función. Así,

cloroplasto significa simplemente «partícula verde» y retículo endoplásmico, “red del plasma (de

la célula)». Sin embargo, éste no es el caso del lisosoma. Este orgánulo fue descrito por sus

propiedades bioquímicas antes de que hubiera sido descrito por los microscopistas. Sólo después

de que los análisis de fraccionamiento hubieran predicho su existencia y propiedades, los

lisosomas fueron observados en las células. Su nombre lleva implícita una sugerencia a su

función, pues la raíz griega lis significa «digerir». (El significado literal es “aflojar», ¡pero eso es

precisamente lo que la digestión hace con los enlaces químicos!). El lisosoma es, en cierta

medida, un recién llegado al escenario de la biología celular; no fue descubierto hasta el principio

de los años 50. La historia de su descubrimiento es fascinante, porque ilustra lo importante que

pueden ser las observaciones casuales, especialmente cuando se hacen por las personas

apropiadas en el momento justo. Ilustra también lo necesarias que pueden ser las nuevas

técnicas, pues su descubrimiento estuvo ligado al fraccionamiento subcelular, una técnica en

aquel entonces estaba todavía en su infancia.


La historia comienza en 1949 en el laboratorio de Christian de Duve, que más tarde recibiría el

Premio Nobel por este trabajo. Como otros muchos avances científicos, el descubrimiento de los

lisosomas tuvo lugar por una observación casual hecha por un investigador astuto. Como

consecuencia de su interés en el efecto de la insulina en el metabolismo de los hidratos de

carbono, de Duve estaba interesado en conocer la localización celular de la enzima glucosa-6-

fosfatasa, la enzima responsable de la liberación de glucosa libre en los hepatocitos. Como

enzima de control (es decir, una no implicada en el metabolismo de carbohidratos), de Duve eligió

a la fosfatasa ácida. De Duve empezó por homogeneizar el hígado y resuspenderlo en varias

fracciones por medio de la nueva técnica de centrifugación diferencial, que permite separar los

componentes celulares en base a sus diferencias en tamaño y densidad. De esta forma, fue

capaz de demostrar que la actividad glucosa-6-fosfatasa se recuperaba de la fracción

microsomal. (Las microsomas son vesículas pequeñas que resultan de la fragmentación del RE

cuando se homogeniza un tejido.) Ésta en sí misma fue una observación importante porque

ayudó al establecimiento de la identidad de las microsomas, que en aquella época tendían a ser

considerados como fragmentos mitocondriales. Pero los resultados de la fosfatasa ácida fueron

aún más interesantes, si bien al principio resultaban desconcertantes. Cuando de Duve y sus

colaboradores hicieron ensayos de la enzima en sus homogeneizados de hígado, sólo

recuperaban una fracción de la actividad esperada. Sin embargo, al ensayar de nuevo la misma

enzima unos días más tarde, el mismo homogeneizado tenía una actividad unas 10 veces mayor.

Pensando que se enfrentaba a algún tipo de fenómeno reactivación, de Duve sometió a los

homogeneizados a centrifugación diferencial para ver a cuál de las fracciones se asociaba el

fenómeno. Él y sus colaboradores fueron capaces de demostrar que gran parte de la actividad

fosfatasa ácida se podía recuperar de la fracción mitocondrial, y que esta fracción era incluso

mayor si los homogeneizados se dejaban varios días. Para sorpresa, descubrieron que, tras

centrifugar de nuevo, la actividad no residía en el sedimento, con las mitocondrias, sino que

quedaba retenida en el sobrenadante. Prosiguieron comprobando que la actividad y la solubilidad

de la enzima aumentaban con diferentes tratamientos, incluyendo el aplastamiento violento, la


congelación y descongelación y la exposición a detergentes o condiciones hipotónicas. A partir de

estos resultados, de Duve concluyó que la enzima debía estar presente en algún tipo de partícula

rodeada de membrana, que se pudiera romper. Aparentemente, la enzima no podría ser

detectada dentro de la partícula, probablemente porque la membrana no era permeable a los

sustratos empleados en el ensayo enzimático. Asumiendo que la partícula era una mitocondria,

continuaron aislando y estudiando esta fracción de sus homogeneizados hepáticos. En este

momento, se produjo otra casualidad, esta vez la rotura de una centrífuga. La rotura inesperada

forzó a uno de los estudiantes de Duve a usar una centrífuga vieja, más lenta, con el resultado de

que la fracción mitocondrial contenía muy poca o ninguna fosfatasa ácida. De Duve concluyó de

estos resultados inesperados, que la fracción mitocondrial en la forma en la que solían prepararla,

contenían realidad dos orgánulos: las mitocondrias reales, que podrían ser sedimentadas con

cualquiera de las dos centrífugas y un tipo de partícula de sedimentación más lenta que sólo

bajaría con la centrífuga más rápida. De esta manera propusieron un esquema de

fraccionamiento en el que la fracción mitocondrial original se podía subdividir en un componente

rápido y otro lento. Como se puede suponer, el componente de sedimentación rápido contenía a

las mitocondrias, como se demostró por la presencia de enzimas conocidas de estos orgánulos.

La fosfatasa ácida, por otra parte, parecía en el componente de sedimentación lenta, junto con

otras enzimas hidrolíticas, entre las que se incluían la ribonucleasa, la desoxirribosanucleasa, la -

glucoronidasa y una proteasa. Todas esas enzimas compartían la característica de aumentar su

actividad después de la ruptura de membranas, propiedad de esta que de Duve denominó

latencia. En 1955, de Duve llegó al convencimiento de que las enzimas hidrolíticas se

almacenaban en un orgánulo no descrito hasta entonces. En consonancia con su idea de que

este orgánulo era el responsable de la lisis (digestión) intracelular, lo denominó lisosoma. Así, el

lisosoma fue el primer orgánulo identificado completamente por criterios bioquímicos. Por aquel

entonces tal partícula no había sido aún descrita al microscopio. Pero cuando las fracciones que

contenían los lisosomas fueron examinadas en el microscopio electrónico, se encontró que

contenían vesículas rodeadas de membrana, claramente diferentes de las mitocondrias y, de


hecho, ausentes en la fracción mitocondrial. Sabiendo el aspecto que tenían las partículas

aisladas, los microscopistas fueron capaces de encontrarlas en tejidos fijados. Los lisosomas se

identificaron rápidamente y se comprobó su presencia en varios tejidos animales. En el plazo de

seis años el orgánulo, que comenzó como una observación inesperada en un experimento con

insulina, se convirtió una cualidad definitoria en la mayoría de las células animales.

1- ¿Qué significa que un orgánulo celular sea descubierto por sus propiedades
bioquímicas?
2- Averiguar ¿para que se utiliza la homogenización en la biología celular?
3- ¿Qué observación logro diferenciar a los lisosomas de otros orgánulos celulares?
4- ¿Cuál es la relación de la fosfatasa acida y los lisosomas?
5- ¿Qué proceso inesperado llevo al descubrimiento del lisosoma?
6- ¿Cuál es la función principal del lisosoma?
7- ¿Para qué se utiliza la centrifuga en biología celular?
8- Buscar 8 palabras que no conozcas y definirlas brevemente.

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