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Religiosidad Popular
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El correntino Antonio Mamerto Gil Núñez, conocido hoy como Gauchito Gil, nació
alrededor de 1840 en Pay Ubre, una localidad cercana a Mercedes, en la provincia de
Corrientes. Convertido en santo popular, tiene miles de santuarios a lo largo del país, y
creyentes que hacen sus promesas a cambio de milagros.
Las versiones sobre su vida son distintas, pero todas concluyen en el mismo punto: la
muerte en manos del orden establecido. Una versión habla del Gauchito Gil como un
cuatrero que se disputaba la misma mujer con el jefe de policía local. Esta disputa lo
llevó a alejarse y alistarse en la Guerra de la Triple Alianza o Guerra del Paraguay (1864-
1868). Luego participó de la guerra civil correntina contra el Partido Liberal. Es declarado
desertor. La leyenda comienza a configurarse. Antonio Gil Nuñez es capturado, colgado
de un algarrobo por desertor y debía ser ejecutado.
El Gauchito Gil le dijo a su verdugo que luego de su ejecución tendría que rezarle,
porque cuando volviera a casa encontraría a su hijo enfermo. El Gauchito es degollado, y
sucedió lo que había anunciado. El oficial, al llegar a su casa, encontró a su hijo enfermo.
Rezó al Gauchito Gil y el niño se recuperó milagrosamente. El mismo oficial se ocupó de
que el Gauchito tuviera un entierro apropiado y el mensaje del milagro comenzó a
circular.
El guardián de los caminos
A lo largo de las rutas argentinas vemos ondear en sus banquinas banderas rojas
señalando su presencia como custodio de los caminos
Santuarios, altares, ermitas proliferan acompañando a los andantes para honrar al santo
profano y popular
Las patentes de vehículos son una constante en estos lugares de la religiosidad popular.
Fundamentalmente de transportistas, camioneros, entre quienes cuenta con gran
cantidad de fieles que agradecen por situaciones vividas y milagros del Gauchito.
Muchos en la rutas al pasar por un santuario o altarcito hacen sonar sus bocinas.
Los presentes que los fieles dejan van desde tabaco (cigarrillos) vino y bebidas pasando
por todo tipo de objetos cada uno con su agradecimiento. Los que más llaman la
atención son expresiones artísticas, tallas, pinturas, arreglos florales, esculturas,
modelados con las propias manos.
Alguien modela arcilla para dejar su ofrenda en el altar mayor de su Santuario en
Mercedes
Las velas rojas encendidas dan a su ambiente un tono intenso que emana de una
creencia vital en su “santidad”, su energía y capacidad de “interlocución y mediación
con dios”
El vínculo de los fieles con el Gauchito se establece por la dinámica pedido, promesa,
gratitud. En sus santuarios se encuentran los mensajes y los signos declarando la lealtad.
Llegan a sus vestimentas y se hacen cuerpo en un tatuaje en la rodilla (tan necesaria
para andar caminos)
El 8 de enero día de su muerte, ejecución en manos de las fuerzas del orden, colgado
cabeza abajo, degollado y “regando de sangre la tierra” (de ahí el color que todo lo
impregna), sus fieles se reúnen en sus santuarios a agradecer los favores recibidos y a
honrar su memoria