Aristóteles fue un pensador que profundizo y desarrollo las ideas estéticas de
Platón, se puede decir que Aristóteles supero al maestro, debido a que planteaba un pensamiento totalmente distinto al de Platón. Fue un pensador materialista, esto quiere decir que centraba su pensamiento en que las cosas materiales y el alma eran una misma, era más físico y respetaba el mundo de la naturaleza, descartaba totalmente la idea de que el mundo estaba divido en dos partes distintas. No solo consideraba el conjunto de alma y cuerpo, más bien eran dos sustancias que podían mezclarse. Desde mi punto de vista Aristóteles fue más sentimental, fue aquel pensador que se dejaba llevar por la realidad y por lo que pensaba y no experimentaba. Aristóteles califica la belleza como algo que se encuentra dentro de la esencia de las cosas pero es manifestada por lo sensible, es decir, la belleza es considerada como algo majestuoso, algo que vale por sí mismo, que es atractivo y agradable ante nuestra percepción donde debe ser bueno de contemplar y no por deseo. Siendo más concreta, se puede decir que Aristóteles compone dos características para la belleza, en donde la primera es más bien como la apreciación de sí misma y no por lo útil que sea, su valor se centra en esa cualidad ya que se descarta el resultado que la belleza nos pueda ofrecer y por otro lado, lo bello es como algo que nos produce placer pero no solo es placentero, sino que lo consideramos así por lo que nos produce, lo que hace sentir y crea admiración. Se puede decir que Aristóteles comprende la belleza estética, sin embargo, no se limita a ella. Considero que el concepto que Aristóteles platea sobre la belleza, es muy interesante y estoy de acuerdo con él, ya que para que algo sea bello desde mi punto de vista debo de admirarlo, querer conocerlo, formar y ser parte de él, ya que si no me produce algo placentero y me disgusta lo que veo y siento, para mí no es belleza. En cuanto a las dos cualidades que Aristóteles platea sobre la belleza, puedo decir que el orden lo remota como algo justo para la naturaleza o algo que se basa en hechos de la realidad y se encuentra destinado para las cosas, más bien, la proporción otorga la belleza y por otro lado plantea la dimensión. En cuanto a la dimensión se puede decir que nosotros como seres humanos consideramos que entre más grande es algo más bello es. Es por eso que Aristóteles da a entender que los objetos bellos no pueden ser extremadamente grandes ni extremadamente pequeños. Entonces se puede decir que la opinión de Aristóteles sobre la belleza y sus cualidades acerca de ella, es más como aquello que se percibe con facilidad por nuestros sentidos y la razón. Es aquí donde hace aparición del realismo aristotélico en donde se toma en cuenta el mundo sensible y se considera como expresión de la esencia, a partir de esto la belleza es una forma de manifestación del cuerpo, que tiene volumen o consistencia materia y será considera como un elemento trascendental que es captada por nuestra sensibilidad y llevada a nuestro intelecto. A Aristóteles le gustaba la realidad social, no es como el mundo que despreciaba Platón. En cuanto a la experiencia estética es algo que te conmueve, digno de observar, aquella que provoca algo en nuestro interior, es como una melodía, una obra de arte o una escultura donde resulta atractivo, donde el sujeto es totalmente dependiente del goce ya sea por fascinación o encanto. Afecta de tal manera que deja huella en nosotros mismos, considero que puede ser intensa, pero también insuficiente o excesiva, exclusiva para el hombre y todo eso provocado por la agudeza de los sentidos. El goce es provocado por nuestra experiencia misma, como cuando un aroma nos recuerda una comida o recordamos un hecho de la infancia. La experiencia estética y la relación que aborda con la belleza que presenta Aristóteles es que ambas se dejan llevar por los sentidos y debe existir atracción o goce que influya en la percepción. Aristóteles plantea un término interesante el cual es la mimesis el cual es un acto donde nos volvemos parte del mundo que nos rodea, como una mariposa que se encuentra en una hoja y extiende sus alas para camuflajearse con el lugar en donde se encuentra. Somos imitadores por naturaleza, es decir nos gusta imitar y todo lo que actualmente hacemos es porque lo hemos aprendido por medio de esa acción que no podemos evitar. Un artista puede presentar algo a su antojo, es decir puede embellecer o afear la obra, es por eso que no significa copiar algo, dejarse llevar por lo superficial, solo abstraer lo que se conoce como su esencia o el contenido que lo caracteriza. En general todas la artes son consideras mimesis, ya que toda mimesis produce aprendizaje. Aristóteles afirma que no nacemos con virtudes y que estas se crean por medio de la práctica y el hábito, es por eso que el imitar es una virtud, una forma de comprensión al mundo, una forma de conocimiento, un claro ejemplo es el ser humano cuando toca una melodía con un instrumento y plasma por medio de las notas el canto de un ave o el ruido de alguna acción que realizamos cotidianamente, existen imitaciones que son extremadamente buenas, unas mejores que otras es por eso que Aristóteles lo considera como algo que podemos realizar de manera espontánea. Existe otra parte donde nosotros creamos y construimos, es decir transformamos y producimos desde cero, en griego se le conoce como poiesis, es aquí donde se puede decir que se da entrada a la presencia de las cosas y las formas, siendo así dividido entre lo natural que mantiene un principio de sí mismo, mientras que lo nuevo que se va presentado a partir de los seres humanos posee un principio fuera de sí mismo, en donde se puede decir que nosotros necesitamos una causa de producción externa a diferencia de la naturaleza que produce de manera espontánea. Un ejemplo claro sería un carpintero en donde la naturaleza le produce la materia prima con espontaneidad y el produce por necesidad, ya que gracias a la materia prima se hace uso del acto creativo para crear un mueble que se necesita para acomodar objetos en su hogar. Aquí entra un concepto que se refiere con la técnica utilizada y se le conoce como téchne, el cual aparece como un tipo de conocimiento específicamente del ser humano, es decir, ligado específicamente a su capacidad de la razón y el pensamiento. La técnica es el saber hacer, la forma desarrolla para poner en práctica conocimientos, el cual se crea a partir de un hábito y es una virtud. El conocer la técnica nos lleva a la belleza de las cosas, ya que cuando un ser humano tiene dominio de la técnica, sabe hacer uso de los materiales, instrumentos o procesos para crear algo extremadamente asombroso, algo que es digno de admirar hasta lograr considerarlo como bello. Un ejemplo claro seria la comparación de las obras: “Saturno devorando a su hijo” de Francisco de Goya y “Saturno” de Pedro Pablo Rubens, ambas obras fueron realizadas en distintos años y épocas, cada obra aplica un técnica y estilo único, sin embargo, se puede observar claramente la imitación que hace Francisco de Goya hacia la obra de Rubens, ya que los personas que se encuentran en la obra son los mismo, al igual que las acciones que realizan en ambas obras, a pesar de haber esas similitudes no existe una copia exacta de una obra y otra, solo se retoman las características más importantes para llevar acabo la imitación, en este ejemplo se puede ver claramente la mimesis al recrear la obra de Rubens, el hecho de construir y crear una obra desde cero a pesar de imitar no se crea una copia exacta, se ve presente la poiesis, ya que ambos produjeron. Y por último existe la presencia de la téchne ya que los artistas hicieron uso del conocimiento de sus técnicas, materiales y procesos elegidos para su realización, logrando así que la obra sea considerada como bella dentro del concepto de arte. Los conceptos que plantea Aristóteles así como la percepción de sus ideas con respecto a las de platón y la belleza, fueron un gran aporte hacia los pensamientos e ideología que se tiene hoy en día. Considero que Aristóteles fue un pensador que se dejaba llevar por todo lo que pasaba a su alrededor, ya que todas sus ideologías se basaron en el mundo de lo material ósea aquel que era regido por los sentidos, en resumen Aristóteles fue un pensador sentimental ya que en cuanto a su definición sobre la belleza se puede decir que para que algo fuera bello tenía que provocar un deseo, una admiración por la esencia de lo material, siempre tomando en cuenta la realidad y naturalidad que tiene cada una de las cosas, la belleza presenta dos cualidades: un orden y una dimensión, la orden que es algo justo y proporcionado a lo natural y la dimensión aquello que se encuentra hecho a la medida ni muy grande ni muy pequeño para que pueda ser admirable y deseado. La belleza es una manifestación del cuerpo la cual es conceptualizada a partir de nuestra sensibilidad y llevada a lo intelectual en donde es analizada por la razón, esto afecta en nosotros como seres humanos ya que se agudizan los sentidos. Aristóteles plantea definiciones que a pesar de no llamarlas como el las menciona (mimesis, poiesis y téchne) forman parte de las acciones que hacemos día con día, ya que somos seres humanos dependientes de la imitación y gracias a que forma parte de nosotros podemos tener el conocimiento para recrear acciones que hemos aprendido diariamente y es ahí donde se pone en práctica un técnica que por medio de diferentes procesos llevamos a cabo, tal vez no como se realizaron en un principio pero si con un estilo único que conserva la esencia del primero en él se basó la idea. En cuanto a la poiesis se puede decir que somos seres creativos que nos encanta transformar y crear nuevos objetos que dependen de la naturaleza para ser creados y puestos en pie para un adecuado y buen funcionamiento desde de la sociedad y que se puede ir mejorando día con día si es tomado como un hábito se transformará en una virtud que ayudara a crecer como seres humanos y aprender a adaptarnos a la naturaleza en la que vivimos. Es así como se logra llegar con la belleza estética que Aristóteles platea donde produciendo, creando, transformando, imitando y poniendo en prácticas las diferentes técnicas que aprendemos desde nuestra creatividad y uso de la razón. “Lo bello es lo valioso por sí mismo y a la vez nos agrada, lo que es apreciado por sí mismo (no por su utilidad) y nos proporciona placer o admiración”. De este modo se puede concluir que todo lo bello es bueno pero no todo lo bueno es bello, sino solo lo que a su vez es agradable. Es más una experiencia gozosa por sí misma y no por lo que puede provocar, ya que lo hemos vivido por la experiencia misma, una característica que nos diferencia del resto de los animales ya que para Aristóteles éramos comparados con los animales. Solo que ellos solo ven o huelen y se mantiene alejados de la experimentación, cualidad que poseemos nosotros como seres humanos.