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Caso 1

Edisson Dussán Rojas fue condenado a 34 años y siete meses de cárcel tras ser hallado culpable del
asesinato de su pareja, Cindy Vanesa Piña Oyola, quien se encontraba en su cuarto mes de embarazo. La
mujer, de 22 años, murió a finales de marzo pasado debido a varios golpes que le propinó su pareja en la
cabeza. La agresión ocurrió en su vivienda ubicada en el asentamiento Granjas Comunitarias, en Neiva,
Huila.

El dictamen médico señala que falleció por trauma craneoencefálico severo por golpes ocasionados con
objeto contundente. Sufrió cinco fracturas. El asesinato quedó en evidencia cuando la familia, junto con
los vecinos, extrañaron a Cindy Vanessa, a quien no veían desde hace días. Debido a esta ausencia,
decidieron instaurar la denuncia y en una visita a su casa los investigadores fueron alertados por la
presencia de tierra en el patio de la vivienda.

Tras esa advertencia, realizaron una excavación de inmediato y encontraron el cuerpo de la joven, el
cual estaba enterrado, semidesnudo, en estado de descomposición y con golpes en la cabeza.

Lo que llama la atención de la Policía es que Edisson Dussán no huyó y, por el contrario, lo hallaron en
la casa en donde confesó que la había asesinado a golpes. El hombre fue capturado y acusado de
feminicidio agravado, pero tras un preacuerdo con las autoridades, en el que confesó pormenores de los
hechos y se declaró culpable, su pena fue rebajada a 34 años y siete meses que comenzó a purgar en la
cárcel de Rivera, Huila. Según las investigaciones, durante los años de convivencia, Dussán Rojas le
causaba todo tipo de violencia a su compañera. De la unión de la pareja queda una hija menor de edad,
pero Cindy tenía dos hijos más que convivían con ella.

Recuperado de https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/noticias-de-colombia-condenan-a-
hombre-que-asesino-a-su-esposa-y-la-enterro-en-el-patio-535131
Caso 2
Colombia es uno de los países donde la estructura familiar tiene mayor inestabilidad. Las parejas cada
vez se casan menos y conviven más. Y el impacto lo reciben los niños.
La familia en Colombia está al borde del abismo. Mientras se transforma para ponerse a tono con los
nuevos cambios sociales y económicos del país, transita por la cuerda floja de la inestabilidad de pareja,
al tiempo que los hijos se asoman a la hondura de la pobreza, menor acceso a la educación o mayor
riesgo de enfermedad. Esta lectura se desprende del estudio Mapa Mundial de la Familia 2014, realizado
por las entidades Child Trends, Social Trends Institute y ocho universidades del mundo, incluida la de
La Sabana por Colombia.
La investigación analiza indicadores de 49 países, incluido Colombia. Y su croquis no es el mejor: El 55
% de los niños del país viven con adultos diferentes a sus padres, haciéndolos vulnerables a la violencia,
hacinamiento y abusos. Un 11 % viven sin sus dos padres.
El 84 % de los bebés nacen de madres solteras y es el país donde más crece la unión libre (35 %) y cae
el matrimonio (19 %). Y toda esta inestabilidad familiar, golpea a los hijos. Tenemos las tasas más altas
de niños que viven sin sus dos padres (solo superada por algunas naciones africanas), la de gente que
menos se casa y de bebés que nacen fuera del matrimonio, resume Pablo Andrés Salazar, profesor del
Instituto de La Familia de la Universidad de La Sabana e investigador por Colombia. ¿Cómo impacta
esto a la sociedad? Con la separación de los padres, habrá menos ingresos familiares y se reflejará en
más desnutrición y menos crecimiento, más enfermedades y menor acceso a la educación; más
desprotección y menos cuidadores.
Y lo más grave, menos afecto para un normal desarrollo sicosocial. La menor proporción del mundo de
parejas que se casan sea por una iglesia o por lo civil, indica una mayor vulnerabilidad para los niños
porque tienen una mayor probabilidad de que vean a sus padres separados, indica Salazar. Igualmente
señala que diversos estudios muestran cómo se reducen los recursos económicos que tienen los niños
cuando la unión de la pareja se va al traste. Dicho de otra manera más simple: la separación y el divorcio
empobrecen, sentencia. En cambio, los niños que viven con ambos padres, van a tener redes de apoyo
más sólidas, como las de su familia extensa, materna y paterna. Los niños que tienen una vida más
estable presentan mejores rendimientos académicos y desarrollos en su socialización, en lo sicosocial y
en lo psicoafectivo, afirma Salazar. No significa que a un niño o niña, aclara, que viva solo con el padre
o la madre, necesariamente le va a ir mal.
Los sicólogos en el informe aclaran que la estabilidad puede resultar beneficiosa para los niños cuando
sus progenitores disfrutan de relaciones sanas y armónicas, pero perjudicial si por el contrario son muy
conflictivas. De hecho, la violencia intrafamiliar contra la mujer es de los mayores motivos de
separación de parejas. Para la psicóloga Victoria Cabrera, profesora del Instituto de la Familia de la
Universidad de La Sabana, lo importante es que la nueva estructura familiar que se está consolidando
tenga una funcionalidad tal, que contribuya al crecimiento y desarrollo armonioso de quienes la integran.
Recuperado de https://www.elpais.com.co/colombia/expertos-le-explican-por-que-la-familia-na-esta-en-
crisis.html
Caso 3
En el 36,4 % de los hogares manda una mujer y el 11,2 % están constituidos por una sola persona. La
tasa de fecundidad bajó a 2 hijos por mujer y la mitad de los niños siguen siendo no deseados.
“El cambio social que está viviendo Colombia no se puede resumir en un solo titular”, comentó ayer el
ministro de Salud, Alejandro Gaviria, al presentar, en compañía de las directivas de Profamilia, los
resultados de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud 2015. La evaluación, que se realiza cada
cinco años desde 1990, reveló los profundos cambios que han vivido los colombianos en tan sólo una
generación.
La reducción en la tasa de fecundidad es uno de los ejemplos más elocuentes. Mientras en 1967 lo
común era que cada mujer diera a luz a 6,7 hijos, hoy esa cifra se ha reducido a dos. Este cambio se ve
reflejado en un paulatino envejecimiento de la población y en una reducción del tamaño de los hogares,
que pasó de 4,5 personas por hogar en 1990 a 3,5 en la última encuesta.
Para el 2015, como señaló Marta Elena Royo, directora ejecutiva de Profamilia, se había incrementado
el porcentaje de hogares constituido por una sola persona, que llegó a 11,1 %. Un dato interesante de
esta transformación que se está observando en las familias colombianas es que hoy el 36,4 % de los
hogares tienen jefatura femenina. Un fenómeno que se acentúa en hogares urbanos, donde el porcentaje
llega al 39,6 %. A esa ecuación hay que añadir que por primera vez en muchos años se registró una
reducción importante en la tasa de embarazo adolescente, al pasar de 19,5 % a 17,4 %. Una buena
noticia que, según el ministro Gaviria, debe contrastarse con el hecho de que la tasa de embarazo
adolescente es cinco veces más alta en la capa más pobre de la población que en la más alta, una brecha,
de las muchas que muestra la encuesta, en la que el país debería trabajar y formular nuevas políticas
públicas.
Otra buena noticia fue el descenso en la mortalidad infantil. En 1990 la tasa era de 27 muertes por 1.000
nacidos vivos. El año pasado fueron 14.
La realización de la encuesta, una de las más precisas y con mejor calidad del país, se llevó a cabo a lo
largo de cuatro años y se aplicó en 44.614 hogares de 295 municipios. En esta ocasión, por primera vez,
se extendió a la población masculina al incluir a 35.783 hombres. “La encuesta no son simples datos.
Detrás de cada número hay colombianos que viven situaciones especiales”, comentó Royo.
En la evaluación de anticoncepción, el país ha experimentado un cambio dramático comparado con la
década de los sesenta. En esa época, tan sólo el 20 % de mujeres tenían acceso a métodos
anticonceptivos. En 2015 es el 80,9 %.
La inclusión de los hombres en la encuesta reveló fuertes contrastes. Mientras el 34,9 % de las mujeres
se han esterilizado, tan sólo el 5 % de hombres han recurrido a ese método. En cuanto a la violencia de
género, el 31,9 % de las mujeres entre 13 y 49 años alguna vez han sido víctimas de violencia física por
parte de su pareja. En el caso de los hombres, el 22,4 % declaró que alguna vez o actualmente ha sufrido
violencia física por parte de su pareja. “El cambio social invisible y paulatino que muestra este conjunto
de encuestas debería ser parte del debate público”, concluyó el ministro Gaviria.
Recuperado de https://www.elespectador.com/noticias/salud/la-familia-colombiana-esta-cambiando/
Caso 4
Un terrible suceso dejó en profundo dolor y consternación a los integrantes de una familia en la
localidad de Usme, luego de que una niña de nueve años decidiera quitarse la vida, ahorcándose en su
habitación.

El hecho se registró al interior de una vivienda ubicada en la calle 90 Sur #19-19 Este del sector
Tihuaque, donde el llanto y la tristeza de apoderaron de ese hogar.
Castigo
La pequeña Lianys Andreina Galindo Corredor habría tenido una discusión con su señora madre, quien
se molestó porque el infante le había levantado el tono de voz y la mandó a su habitación, diciéndole que
estaba castigada.
La niña se alteró y fue hasta su habitación, se encerró y comenzó a llorar. Lianys entró un cuadró de
depresión fuerte que la llevó a tomar una correa, la amarró en la viga del techo y lamentablemente se
suspendió.
Familiares al ver que la niña no salía del cuarto, fueron a buscarla. Le tocaron la puerta varias veces pero
no respondía, tuvieron que forzar la entrada para poder ingresar, en ese momento se llevaron una
horrorosa sorpresa, al ver a la pequeña suspendida en la habitación.
Nada que hacer
Inmediatamente y con algún tipo de esperanzas que de podían salvarla, los parientes la trasladaron hasta
el Cami Altamira, pero lamentablemente ingresó sin signos vitales.
Al sitio acudieron unidades del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la
Nación para realizar la inspección del cadáver de la menor de edad, y trasladarlo hasta la sede del
Instituto Nacional de Medicina Legal para que le realizaran la necropsia de ley.
Asimismo, fueron hasta la vivienda donde ocurrieron los hechos para hablar con los familiares sobre
este hecho que ha conmovido a todos los residentes de ese barrio.
La mamá de la niña se encontraba aterrada por lo que había pasado, ya que nunca imaginó que la
pequeña Lianys, a tan poca edad, fuera a tomar una decisión que acabara con su vida

Recuperado de: https://extra.com.co/noticias/bogota/nina-se-quito-la-vida-en-usme-su-mama-la-habria-


castigado-lu-625787
Caso 5
La muerte prematura de un hijo puede desencadenar dificultades en la pareja. Por expresiones como
pero fuiste tú y pero tú tampoco, muchas parejas terminan separándose porque no logran vivir su duelo
en forma adecuada.

La muerte prematura de un hijo puede desencadenar dificultades en la pareja. Por expresiones como
pero fuiste tú y pero tú tampoco muchas parejas terminan separándose porque no logran vivir su duelo
en forma adecuada.
Uno de los factores de esta crisis es que cada cónyuge lo asume de una manera diferente: las expresiones
de duelo no son iguales o el dolor no se sincroniza y los padres no lo pueden vivir al mismo ritmo. Las
mamás lloran con facilidad y los papás son agresivos. Como ella no lo ve llorar como ella, puede lanzar
expresiones como es que parece que no te importara lo que me pasa o nuestro hijo ha fallecido y tú
sigues como si nada. Entonces al dolor que ya sienten por la muerte de su hijo, le crean otro conflicto,
señala la psicóloga Patricia Carvajal de Recio. Un punto sensible es el de las relaciones sexuales. Es
probable que ellos, (los hombres) quieran reanudar la vida íntima más pronto, y ellas (las mamás)
piensan que es demasiado rápido y lo ven como una falta de respeto al duelo, explica.
Hay que evitar esas reacciones como la de culpar al otro porque uno de los dos se empieza a cansar y
eso crea fisuras. Por el contrario, es cuando la relación más se debe fortalecer para unirse y apoyarse el
uno al otro, aconseja Patricia de Recio. Para Isa Fonnegra de Jaramillo, autora de los libros De Cara a la
Muerte y El Duelo en los Niños, lo más difícil es que los padres se llenan de temores, sintiendo que no
pueden confiar en el mundo y se lanzan a sobreproteger a los otros hijos.
Otros padres tienden a idealizar al niño fallecido, a convertirlo en ser especial frente a sí mismos y
pueden descuidar a los otros hermanitos porque no tienen la capacidad para asimilar y procesar ese
duelo, señala la especialista. Es entonces cuando pueden caer en frases como para qué sigo viviendo,
quisiera morirme, para mí la vida no tiene sentido, que al ser escuchadas por los otros niños que aún no
comprenden cómo con la partida del hermanito se ha ido el encanto de la vida para sus padres y
entonces se pregunta qué significa él en esa familia, explica Isa Fonnegra de Jaramillo. La psicóloga
señala que el duelo de los niños no es igual al de los padres, sino intermitente, en el que reaccionan con
episodios de tristeza y de pronto como si no hubiese pasado nada, porque ellos se desconectan de la
realidad.
Entonces los adultos erróneamente piensan que los niños no comprenden o no sienten, pero no es así.
Ellos sienten rabia o los invade la culpa. Incluso razonan: yo me peleé con mi hermanito, entonces soy
responsable de que haya muerto. Es cuando se recomienda la ayuda profesional.
https://www.elpais.com.co/colombia/como-afecta-a-la-familia.html
Caso 6
Entre de las decisiones judiciales del año estuvo la de la Corte Constitucional a favor de dos mujeres
para aprobar la adopción de Raquel, la mayor de los dos hijos de la pareja. Un paso más hacia la
igualdad de derechos de género, aunque todavía falta mucho por hacer.
“A los niños los molestan por cualquier razón: por ser altos u orejones, o lo que sea. A los nuestros los
podrían molestar por tener dos mamás, pero por eso los van a molestar sólo si otros padres crían hijos
homofóbicos”, dicen Ana Leiderman y Verónica Botero, quienes desde 2009 lideran la batalla judicial
por el derecho a la adopción igualitaria en Colombia. Ana y Verónica explican que sin la adopción su
familia se encuentra desprotegida: “¿Qué pasa si yo falto? ¿Qué pasa si hay un accidente y hay que
tomar una decisión?”, dice Ana, la madre biológica de los hijos de la pareja. Por otro lado, si un día Ana
y Verónica se separan, Verónica podría decir que no es su responsabilidad seguir haciéndose cargo de
los niños o Ana podría prohibirle las visitas. “Es un asunto de protección mutua”, dicen. Por ejemplo, en
estos momentos Verónica tiene un trabajo estable y cotiza salud y pensión, pero Ana trabaja como
freelance. Verónica no puede incluir a los niños en su seguro y Ana tiene que afiliarse como beneficiaria
independiente para que ellos puedan tener servicios de salud.
En agosto de este año, la Corte Constitucional falló a favor de Ana y Verónica para aprobar la adopción
de Raquel, la mayor de los dos hijos de la pareja. Aunque en los medios, la decisión se presentó como
“un fallo histórico”, para Ana y Verónica fue un poco decepcionante: el fallo sólo permite la adopción
en casos en que uno de los o las demandantes sea el padre o madre biológico del hijo, dejando
desprotegidas a muchas familias. “El fallo ratifica algo que no estaba prohibido”, dice Ana; “además, la
adopción de Raquel aún no es un hecho y en Colombia muchas leyes se quedan en el papel”. Sin
embargo, ambas esperan que el fallo anime a muchas familias que están en la misma situación a
reclamar sus derechos. Ana y Verónica se consideran “activistas accidentales”. “Nos parece importante
dar la pelea porque podemos, tenemos la formación y la energía para aguantar la exposición mediática.
Es una causa justa y creemos que si uno lo puede hacer, pues tiene que hacerlo”, explica Verónica y
agrega: “El fin ulterior, más allá del caso nuestro, es crear una sociedad igualitaria”.
Cuando comenzó el proceso, ninguna de ellas estaba interesada en ser una figura pública; sin embargo,
ante las declaraciones homofóbicas que suscitó el caso de Chandler Burr, decidieron hacer público su
proceso: “No estaban hablando de alguien en abstracto, estaban hablando de nosotras”. Sin duda, esta
exposición mediática ayudó. Ana cuenta que la magistrada María Victoria Calle le dijo que, en paralelo
a la discusión en la Corte, hubo una discusión pública en la que empezó a cambiar el imaginario de la
gente: “Habíamos cambiado la imagen de lo que es una familia homoparental. No todas las personas
tienen una opinión formada al respecto y lo que se escucha es el grito de unos cuantos homofóbicos”,
dice Verónica. Por eso desde entonces Ana y Verónica buscan mostrarles a todos, desde su vida
cotidiana, que son una familia como cualquier otra y piden a quienes están a favor de la adopción
igualitaria que lo digan públicamente. “Nos sentamos a conversar con otros padres y hablamos de los
mismos problemas. Algunas mamás hasta nos han dicho: tan de buenas ustedes que se reparten; seguro
porque tienen unos maridos que no las ayudan en nada”, cuenta Verónica, y Ana añade: “Lo importante
en la crianza de los niños en este país es que lo haga gente que quiera hacerlo, gente amorosa, solidaria
que lo haga con ganas”. Cuando otros padres, o niños, o la misma Raquel les han preguntado por qué sus
hijos tienen dos mamás, ellas simplemente contestan: “Porque son muy de buenas”. Basta con conocer
la historia de esta familia para saber que es verdad.
Recuperado de https://www.elespectador.com/noticias/judicial/una-familia-feliz/

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