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RESPONSABILIDAD CIVIL I
LA TEORÍA DE LA FALTA.
La enciclopedia Jurídica define la falta como la acción u omisión perjudicial en que uno
incurre por ignorancia, impericia, precipitación o negligencia, o la omisión del cuidado
y exactitud que uno debe poner en alguna cosa. La mayoría de los autores clásicos
franceses definen la falta como un error de conducta que no habría sido cometido por
una persona normal, en igualdad de condiciones exteriores. La Suprema Corte de
Justicia había sustentado el criterio de que la falta no era más que el incumplimiento
de una obligación preexistente, consistente en una acción cuya ejecución estuviera a
cargo del agente o en una omisión o abstención de cumplir. En otras palabras, la falta
consiste en no cumplir un hecho prescrito o que se haya cometido un hecho que esté
prohibido.
En otra sentencia más reciente, la Suprema Corte de Justicia consideró que la falta es
un error de conducta. Esta sentencia pone un criterio más amplio que la anterior en
cuanto a la apreciación del hecho que puede ser constitutivo de falta, pues no se limita
a sancionar pura y simplemente la violación a un deber jurídico, sino que además
completa la idea de que el error de conducta es violatorio del deber jurídico. Sin
embargo, en ocasiones una persona puede cometer una falta aun ejerciendo un
derecho; esto ocurre cuando se comete un abuso de derecho el cual consiste en la
realización de una actuación notoriamente anormal.
Según la teoría de la falta, uno sólo está obligado a responder de un daño si se le
prueba que ha cometido una falta y que esa falta es la causa de ese daño. Según esta
teoría, la falta es el fundamento de la responsabilidad civil. Sin falta no hay
responsabilidad. Es la regla consagrada en el ordenamiento jurídico dominicano en los
artículos 1382 y 1383 del Código Civil. A la responsabilidad civil fundada en la falta se le
llama responsabilidad civil subjetiva, y tiene como fuente las faltas voluntarias o delito
civil; y las faltas involuntarias, o cuasidelitos que nacen de las imprudencias,
negligencias, inadvertencias e inobservancias de los Reglamentos.
Pero ¿qué es la falta? En su sentencia del 10 de abril del 2003, publicada en las páginas
67-77 del B.J.1117; la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia, define la falta
diciendo que es no solo la violación a una obligación preexistente, sino también un
error de conducta que no habría sido cometido por una persona normal en igualdad de
condiciones exteriores.
Esta definición de falta se inscribe en una valoración in abstracto de la conducta del
agente, y el modelo o patrón a seguir para determinar si la acción de un sujeto es
objetable o no, es el comportamiento del buen padre de familia. El juez debe
preguntarse “¿qué hubiera hecho un hombre sensato, un hombre cuidadoso en este
caso?” “¿Qué hubiera hecho un hombre normal?” El hombre “normal” es un prototipo
de sujeto modelo de buen padre de familia.
En la teoría de la falta el administrador de justicia investiga acerca del comportamiento
del agente, indaga cuál ha sido su conducta frente a los hechos que originan el daño.
A la responsabilidad civil cuyo fundamento no es la falta, se le conoce con el nombre
de responsabilidad civil objetiva. Ejemplo: la responsabilidad civil del guardián por el
hecho de la cosa inanimada (Art.1384-1 del C. Civ.; la responsabilidad civil del guardián
por el hecho de los animales (Art.1385 C. Civ.), la responsabilidad civil resultante de los
accidentes de trabajo (Art. 727 del Código de Trabajo); y, la responsabilidad civil
operador aéreo por el daño provocado con una aeronave en vuelo. El artículo 193 de la
ley de Aviación Civil No.491-06 dispone que la persona que sufra los daños, tiene
derecho a reparación en las condiciones fijadas en esta ley, con solo probar que los
daños provienen de una aeronave en vuelo o de por cuanto de ella caiga o se
desprenda. Sin embargo, no habrá lugar a la reparación si los daños no son
consecuencia directa de los acontecimientos que los han originado o si se deben al
mero hecho del paso de la aeronave a través del espacio aéreo y dicho paso ha sido
efectuado dando cumplimiento y en conformidad a las disposiciones reglamentarias
del tránsito aéreo.
Obsérvese que la ley no obliga que se establezca la falta del operador aéreo para que
su responsabilidad quede comprometida. Basta el hecho y que éste sea la causa del
daño. También pertenece a la responsabilidad civil objetiva la responsabilidad de los
padres por el hecho de sus hijos menores que vivan con ellos, de conformidad con el
Art.69 de la ley 136-03 que instituye el Sistema de Protección y los Derechos
Fundamentales de Niños, Niñas y Adolescentes o Código del menor, en lo que sigue:
CNNA.
En algunos casos, la falta del autor del daño se presume y la víctima queda liberada de
la obligación de aportar la prueba del error de conducta del dañador. En esta
circunstancia la ley, supone la existencia de la falta.
Una presunción “es un razonamiento que partiendo de un hecho que está probado se
llega a la consecuencia de la existencia de otro hecho.
Según el Art. 1349 del Código Civil dominicano, son presunciones, las consecuencias
que la ley o el magistrado deduce de un hecho conocido a uno desconocido; y el 1352,
dispone, que la presunción legal dispensa de toda prueba a aquel en provecho del cual
existe. Dicho texto legal dispone que no se admita ninguna prueba contra la
presunción de la ley, cuando sobre el fundamento de esta presunción anula ciertos
actos o deniega la acción judicial, a menos que se reserve la prueba en contrario.
Como se ve, existen dos tipos de presunción: Una que admite prueba en contrario y
que se denomina presunción juris tantum o presunción simple; y otra que no admite
prueba en contrario, llamada presunción irrefragable o juris et jure. Ejemplo de la
primera es la que consagra el Art.312 del Código Civil. En ese texto se presume que el
hijo nacido dentro del matrimonio es hijo del marido: pater is est quem nuptiae
demonstrant; pero el padre presunto puede liberarse de esta suposición si demuestra
que no es el progenitor de la criatura. En cambio, el Art.69 CNNA consagra una
presunción juris et jure, contra los padres y responsables del menor. En dicha norma se
dispone que (…) a tal efecto, bastará que el acto dañoso de los hijos constituya la causa
directa del perjuicio sufrido por la víctima, independientemente de toda apreciación
moral sobre el comportamiento de los hijos o de los padres (las cursivas son jp).
LA TEORÍA DE LA GARANTÍA.
La teoría de la garantía consiste en una propuesta para la cual, la responsabilidad civil
tiene dos fundamentos. En uno, la responsabilidad civil es subjetiva, responsabilidad
con falta probada, y en otro, la responsabilidad civil es objetiva, responsabilidad sin
falta. Se está ante una doctrina de carácter mixto que se coloca entre la teoría de la
falta y la teoría del riesgo creado.
Comentando esta teoría, Javier Tamayo Jaramillo, expresa que, Boris Starck, al exponer
su teoría de la garantía, expresa que en la responsabilidad civil existe un conflicto de
derechos. Por una parte está el derecho de actuar y por la otra está el derecho a la
seguridad. Con base al derecho de actuar estamos legitimados para causarles daño a
los demás, a condición de que no atentemos contra su seguridad personal o contra la
integridad de sus bienes. En este caso el agente solo sería responsable si el daño se
hubiere causado por su culpa. Por el contrario, según Boris Starck, en el ejerció del
derecho a la seguridad, estamos legitimados, para reclamar indemnización,
independientemente de toda culpa del agente, en caso de atentados a la integridad
personal o a la de nuestros bienes. En este caso estamos ante una responsabilidad
puramente objetiva, termina diciendo Tamayo Jaramillo.