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Anuario de Psicología Jurídica

ISSN: 1133-0740
revistas_copm@cop.es
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España

Alcázar Córcoles, Miguel Ángel; Bouso Saiz, José Carlos; Gómez-Jarabo García, Gregorio
ESTUDIO EXPLORATORIO SOBRE LA CARACTERIZACIÓN DEL PATRÓN DESINHIBIDO DE
CONDUCTA EN UNA MUESTRA DE MENORES INFRACTORES DE ESPAÑA, MÉXICO Y EL
SALVADOR
Anuario de Psicología Jurídica, vol. 16, 2006, pp. 115-137
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Madrid, España

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Anuario de Psicología Jurídica, Volumen 16, año 2006. Págs. 115-137. ISSN: 1133-0740

ESTUDIOS

ESTUDIO EXPLORATORIO SOBRE LA


CARACTERIZACIÓN DEL PATRÓN DESINHIBIDO
DE CONDUCTA EN UNA MUESTRA DE
MENORES INFRACTORES DE ESPAÑA, MÉXICO
Y EL SALVADOR
EXPLORATORY STUDY ON DISINHIBITION
SYNDROME CHARACTERIZATION IN A
SAMPLE OF MINOR OFFENDERS FROM SPAIN,
MÉXICO AND EL SALVADOR

Miguel Ángel Alcázar Córcoles1


José Carlos Bouso Saiz2
Gregorio Gómez-Jarabo García3
Fecha de Recepción: 21-12-2006 Fecha de Aceptación: 02-03-2007

RESUMEN

Se propone verificar en una muestra de 186 adolescentes (de 13 a 22 años, de los


cuales 141 son chicos y 45 chicas) de España, México y El Salvador el patrón desinhibi-
do de conducta (PDC). Para ello se muestrearon adolescentes que habían cometido
alguna infracción penal y alumnos de colegios normalizados. Se han encontrado dife-
rencias significativas entre uno y otro grupo, concluyendo que el PDC es un constructo
útil para caracterizar a los adolescentes sean o no infractores.

1
Profesor Asociado de Criminología de la Universidad Carlos III de Madrid y psicólogo del Ministerio
de Justicia (España).
2
Departamento de Psicología Biológica y de la Salud. Facultad de Psicología de la Universidad Autóno-
ma de Madrid.
3
Departamento Psicología Biológica y de la Salud (Despacho 36). Facultad de Psicología. Universidad
Autónoma de Madrid.

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Estudio exploratorio sobre la caracterización del patrón desinhibido de conducta en una muestra...

PALABRAS CLAVE: Adolescentes, Infracción penal, PDC.

ABSTRACT

In this paper we propose to verify the disinhibition syndrome (PDC) in a sample of


186 adolescents (aged between 13 and 22), 141 men and 45 women, from Spain,
Mexico and El Salvador. For that purpose, we have compared an adolescent popula-
tion who has comitted some criminal offence, with students from normalized schools.
We found significative differences between the two groups, concluding that the PDC is
a useful construct in order to characterize offender or not offender adolescents.

KEY WORDS: Adolescents, Criminal offence, PDC.

Agradecimientos:

A la Agencia Española de Cooperación Internacional


(AECI) del Ministerio de Asuntos Exteriores de Espa-
ña, por apoyar este estudio mediante sus Becas Inter-
campus concedidas al primer autor de este trabajo.

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M. A. Alcázar, J. C. Bouso, G. Gómez-Jarabo

ANTECEDENTES TEÓRICOS por una dificultad de mantener el nivel


óptimo de actividad cortical; la aplica-
En esta sección se hará una revisión ción de estimulantes reduce la conflicti-
de los conceptos fundamentales mane- vidad, la impulsividad y en última instan-
jados en esta investigación. cia la violencia. Precisamente por ser el
vehículo de mejora en los niveles de
Una definición adaptativa de agresi- actividad cortical apoyando los sustratos
vidad podría ser la expresada por Valzelli subcorticales de proyección nerviosa y
(1983) en la que la agresividad “es el mejorando con ello la estabilidad corti-
componente de la conducta normal cal posibilitando los procesos cognitivos
que, con diferentes formas asociadas al de entre los que destacan la atención,
estímulo y orientadas a un objetivo, se memoria, el juicio, etc. y que reducen la
expresa para satisfacer necesidades vita- actitud beligerante y la expresión violen-
les y para eliminar o superar cualquier ta. En concreto, se sabe, que aunque la
amenaza contra la integridad física y/o d-anfetamina y la l-anfetamina son
psicológica, que está orientada a pro- igualmente eficaces para calmar a los
mover la conservación propia y de la niños agresivos y antisociales, la primera
especie de un organismo vivo, y nunca, resulta más activa que la segunda para
excepto en el caso de la actividad depre- aliviar el ‘nerviosismo’ de los sujetos
dadora, para producir la destrucción del hiperansiosos e hipercinéticos (Arnold,
oponente”. 1973).

Siguiendo esta línea, se ha propuesto El hallazgo más común en sujetos con


una distinción entre agresión y violencia historia de conducta violenta o impulsi-
basada en criterios de utilidad biológica. va, incluido el homicidio, es el de niveles
La primera sería una conducta normal, significativamente bajos del principal
fisiológica, que ayuda a la supervivencia metabolito de la serotonina, el ácido 5-
del individuo y su especie. El término hidroxi-indolacético (HIAA) (Brown,
violencia se aplicaría a formas de agre- 1979; Linnolila, 1983; Lidberg, 1985;
sión en la que el valor adaptativo se ha Roy, 1988; Virkkunen, 1989), lo que
perdido, y que puede reflejar una dis- reflejaría una actividad disminuida de los
función de los mecanismos neurales sistemas serotoninérgicos centrales. En
relacionados con la expresión y control algunos de estos estudios la disminución
de la conducta agresiva (Mas, 1994). del metabolito de la serotonina se ha
encontrado, además, correlacionada
Los niños y adolescentes hiperactivos cuantitativamente con indicadores psi-
y agresivos responden normalmente a cométricos de agresividad. Asimismo, en
las medicaciones estimulantes con una alcohólicos con síndrome de abstinencia
clara reducción de las actitudes de también se observa un descenso de los
lucha, desafío e impulsividad (Allen, niveles de HIAA en el líquido cefalorra-
1975). En condiciones potenciales de quídeo (LCR) (Ballenger, 1979; Banki,
expresar conducta violenta en situacio- 1984). Del análisis de las características
nes hipocinéticas que están soportadas conductuales de los sujetos con niveles

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Estudio exploratorio sobre la caracterización del patrón desinhibido de conducta en una muestra...

bajos de HIAA en el LCR, se ha propues- Jarabo y Alcázar, 1999) no se desprende


to que este metabolito podría represen- ninguna evidencia clara sobre la relación
tar más un marcador de impulsividad directa entre niveles altos de testostero-
que de violencia (Linnolila, 1983; Virk- na e incremento del comportamiento
kunen, 1989). Según esta hipótesis, la agresivo. Esto lleva a pensar que la rela-
disminución de actividad serotoninérgica ción entre hormonas y agresión no sea
se acompañaría de un déficit del control directa. Esto es, que la testosterona
de impulsos, lo que se traduciría en una puede influir sobre otras variables y
mayor probabilidad de comportamien- estas a su vez ser las que influyan sobre
tos violentos. la conducta agresiva. Puede ser que
algunas características de la personali-
Esto a su vez, está de acuerdo con dad o disposiciones personales puedan
datos provenientes de la experimenta- mediar entre las hormonas y la agre-
ción animal. Diversas investigaciones en sión. La dificultad de detectar estas rela-
las que se provoca depleción encefálica ciones mediadas es la que provocaría
de serotonina durante un período de esta confusión e inconsistencias de los
días tras el tratamiento con p-clorofeni- resultados de las investigaciones revisa-
lalanina (PCPA), que inhibe selectiva- das. En varias especies de primates no
mente la triptófano-hidroxilasa y, por humanos se han encontrado correlacio-
tanto, la síntesis de serotonina. Las res- nes significativas entre los niveles de
puestas a esta depleción son similares dominancia, agresión y testosterona,
en una serie de animales de laboratorio especialmente durante los períodos de
y comprenden una mayor actividad formación de grupos sociales nuevos,
motora e insomnio. cuando se están estableciendo jerar-
quías sociales entre individuos, que se
Por otra parte, la consistencia de desconocían con anterioridad. El hallaz-
diferencias sexuales en el comporta- go más común es que los niveles de tes-
miento agresivo a través de especies y tosterona, que suelen ser similares en
culturas, indica la posibilidad de una todos los animales antes de la interac-
base hormonal de la agresión. Como los ción social, se elevan espectacularmente
niveles de testosterona del sexo masculi- en los vencedores de las peleas y dismi-
no son diez veces más altos que los del nuyen en los perdedores. En esta línea
femenino, los investigadores han cen- podemos situar las fuertes relaciones
trado su atención en el papel de los encontradas entre los andrógenos y
andrógenos en la expresión de la con- conductas relacionadas con la agresión.
ducta agresiva. Pues bien, si la testoste- Así, algunas investigaciones encuentran
rona, que es responsable de otros carac- que la testosterona está relacionada con
teres sexuales secundarios, pudiera dar ciertas características de la personalidad
cuenta de la mayor agresividad de los como dominancia, asertividad o ciertos
varones, entonces altos niveles de tes- comportamientos que podemos llamar
tosterona deberían relacionarse con de búsquedas de sensaciones (Christian-
altos niveles de conducta agresiva. En sen, 1987; Daitzman, 1980, Ehrenkranz,
todos los estudios revisados (Gómez- 1974, Meyer-Bahlburg, 1981; Asberg et

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M. A. Alcázar, J. C. Bouso, G. Gómez-Jarabo

al., 1987). Entonces entenderíamos la Spellacy (1978) lleva a cabo un estu-


conducta agresiva como consecuencia dio neuropsicológico que sugiere una
del nivel de búsqueda de sensaciones o relación entre la violencia impulsiva y el
asertividad del individuo. Recientemen- funcionamiento cortical. Pensando que
te, se han encontrado mayores niveles si el bajo control impulsivo es debido a
de agresividad física, verbal, indirecta y alguna alteración cerebral, entonces los
reactiva en los hombres. Asimismo, con- sujetos agresivos, debido a falta de con-
forme avanza la edad disminuyen los trol de sus impulsos, tendrían que pre-
niveles de agresividad física (Andreu, sentar también un bajo rendimiento en
2000). tests cognitivos, motores y de habilidad
perceptiva. En consecuencia, si esto
Schalling (Asberg et al., 1987) admi- fuera así, la medida de las funciones
nistró una variedad de escalas de perso- cerebrales debería ser mejor predictor
nalidad y autoinformes a delincuentes de violencia que las medidas de perso-
adolescentes. Encontró que el nivel de nalidad (ej. medidas del MMPI). En este
testosterona estaba significativamente estudio administró pruebas de inteligen-
correlacionado con autoinformes de cia, aptitud verbal, percepción auditiva,
agresión verbal, preferencia por depor- memoria y organización visual, a un
tes, sociabilidad, extroversión y no con- grupo de 80 reclusos, 40 de ellos violen-
formidad. Concluyeron que el delin- tos y otros 40 no violentos. Encontrando
cuente adolescente con alto nivel de que el grupo de reclusos no violentos
testosterona es alguien sociable, asertivo tenían un mejor rendimiento que los
y seguro de sí mismo. Y que no está dis- violentos en las pruebas cognitivas, de
puesto a seguir las normas convenciona- lenguaje, perceptivas y en las habilida-
les de comportamiento (no conformi- des psicomotoras, lo que indicaría alte-
dad). De esta forma los altos niveles de raciones en las funciones cerebrales en
testosterona influirían directamente los sujetos violentos.
sobre características de la personalidad
que a su vez influirían en el comporta- Por otro lado, desde hace tiempo, a
miento agresivo. través de distintas investigaciones se
está acumulando un nutrido cuerpo de
Desde otro nivel de análisis, la corteza evidencias que sugieren que las diferen-
cerebral juega un relevante papel en la cias de personalidad individuales en
expresión de la conducta agresiva o extraversión están asociadas a diferen-
incluso violenta. Sabemos que lesiones cias en los procesos cognitivos básicos:
en la corteza frontal hacen que los indi- memoria (Bone, 1971; M.W. Eysenck,
viduos respondan agresivamente a estí- 1974; McLaughilin, 1968), detección de
mulos triviales que en sujetos sin lesión señales (Harkins, y Green, 1975), y vigi-
no provocan ninguna respuesta agresiva lancia (Bakan, 1959). También hay estu-
(Weiger, 1988). Estos individuos suelen dios que relacionan la extraversión con
responder con agresión impulsiva y con la delincuencia y conductas antisociales
síntomas de gran irritabilidad (Heinrichs, (Furnham, 1984; Elliot, Huizinga, y Age-
1989). ton, 1985).

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Estudio exploratorio sobre la caracterización del patrón desinhibido de conducta en una muestra...

Mediante análisis factoriales de las una perspectiva neuropsicológica, un


escalas de extraversión se ha relacio- reciente estudio ha encontrado median-
nado con distintas variables como te técnicas de resonancia magnética que
impulsividad, sociabilidad, entusiasmo la parte anterior de la corteza orbito-
(Eysenck, y Eysenck, 1963, 1977, 1978; frontal muestra mayor activación cuan-
Gerbing, Ahdi, y Patton, 1987; J.P. Gul- do los sujetos realizan tareas de inhibi-
ford, 1975; Howarth, y Browne, 1972, ción (Horn, 2003). En el mismo estudio
Plomin, 1976). se concluye que en la respuesta de inhi-
bición, en los sujetos más impulsivos se
Más recientemente se ha intentado activan áreas paralímbicas mientras que
identificar las variables que median en los menos impulsivos las áreas que
entre la extraversión y los procesos cog- muestran mayor activación son las áreas
nitivos. Las investigaciones sugieren que de asociación (tanto del lóbulo frontal
es la impulsividad el componente de la como del temporal). En otro estudio de
extraversión que más tiene que ver con reciente aparición, se encuentra que los
el funcionamiento de los procesos cog- sujetos impulsivos tienen menores tiem-
nitivos (Anderson, y Revelle, 1983; Dick- pos de reacción que los sujetos no
man, 1985; Dickman y Meyer, 1988; impulsivos; por otra parte se concluye
Eysenck, y Eysenck, 1985; Eysenck, y en el mismo estudio que los déficits en
Levey, 1972; Loo, 1979; Revelle, la inhibición de las respuestas se relacio-
Humphreys, Simon, y Gilliland, 1980). narían con elevaciones de la ira a través
de los efectos del mayor nivel de impul-
La impulsividad es una dimensión psi- sividad (Vigil-Colet, 2004).
cológica que se ha definido como la
tendencia a reaccionar espontáneamen- 1.1 Síndrome de desinhibición
te con vehemencia (Rubio, 1998). Tam-
bién se puede definir como la tendencia En los últimos tiempos, existe un
a actuar más rápidamente, reflexionan- renovado interés por incorporar las
do menos, que el resto de las personas variables de personalidad en las teorías
con el mismo nivel de habilidad (Dick- criminológicas (Raine, 1993) para cons-
man, 1990). Últimamente han aparecido truir modelos que integren variables de
numerosos trabajos sobre la impulsivi- personalidad y factores biológicos con
dad que abordan su estudio desde dis- factores psicosociales y socioculturales
tintas perspectivas (Hollander, 2001). (Elliot, 1985; Romero et. al., 2001). En
Desde el punto de vista clínico, se ha este sentido, recientes estudios revelan
considerado que puede ser el substrato que las relaciones entre dimensiones de
común a diferentes trastornos en los personalidad y delincuencia podrían
que hay dificultades para el control de representar un continuo dentro de las
los impulsos tales como las conductas conductas antisociales (Romero, Luengo,
adictivas (Allen, 1994; Swadi, 1999; y Sobral, 2001). En general, lo que se ha
Brook, 2001), trastornos de alimenta- dado en llamar débil resistencia al cri-
ción, conductas autolíticas y determina- men ha sido estudiado por la psicología
dos trastornos de personalidad. Desde ampliamente (para una revisión: White,

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1994) y ha pasado a ser el constructo creadores (nosotros mismos) devenir en


central de la criminología contemporá- víctimas.
nea, denominándolo como débil auto-
control (Krueger et al., 2000). Así, diversos autores defienden que la
estabilidad y la severidad de la conducta
En particular, en el campo de las con- infractora en menores está especialmen-
ductas infractoras de menores se ha te asociada con bajo control de impulsos
descrito recientemente lo que se ha (Farrington et al., 1990; Moffitt, 1993;
dado en llamar “patrón desinhibido” de Wilson, y Hernstein, 1985; Royce, y
conducta resultando sujetos impulsivos, Wiehe, 1988; White et al., 1994). De
buscadores de sensaciones (Sobral, et al. esta manera, la impulsividad se ha con-
2000), “síndrome de desinhibición” vertido en un concepto imprescindible
(Newman, 1985; 1987; Fowles, 1987) para la moderna criminología de inspira-
cuyas dimensiones serían impulsividad, ción psicológica. La mayor o menor
hiperactividad, conducta antisocial y ele- capacidad para enfrentarse a las múlti-
mentos psicopáticos en el comporta- ples provocaciones que el entorno pre-
miento. En definitiva, la conducta de senta en forma de oportunidades para
estos individuos estaría caracterizada conseguir beneficios y satisfacciones de
por estar determinada por los refuerzos diverso orden, de manera inmediata y
inmediatos más que por la expectativa con escaso coste en planificación de
de gratificaciones futuras (Gorenstein, y medios-fines, parece ser una variable de
Newman, 1980; Newman, 1987; New- diferenciación individual en este contex-
man, Widom, y Nathan, 1985; Wallace, to. Se trataría, en último término, de la
Newman, y Bachorowski, 1991; Luengo, mayor o menor capacidad para poner
1994). Desde este punto de vista, se en funcionamiento mecanismos efecti-
podría considerar que estos sujetos vos de autorregulación comportamental,
caracterizados por el “síndrome de des- elemento que cobra una gran importan-
inhibición” o cuya conducta se adapta cia si hablamos de muestras juveniles
al “patrón desinhibido” tendrían ten- (Sobral et al, 1998, Luengo, 1994).
dencia a escoger ambientes que les pro-
porcionan mayor estimulación pero que Por lo que respecta a la búsqueda de
también son más peligrosos y que les sensaciones, como cualquier rasgo de
sitúan en escenarios de conducta donde carácter, se debe a una interacción com-
se incrementa la probabilidad de delin- pleja entre los genes y el entorno. Un
quir o de mantener conductas antisocia- importante factor genético está en el
les (Fowles, 1987). De esta manera, cromosoma 11, y probablemente corres-
como dice Sobral (2000), los individuos ponde al gen DRD4, implicado en los
son destinatarios del mundo que han flujos cerebrales de dopamina, uno de
diseñado (o escogido). Como en las los neurotransmisores que estimulan los
paradojas del carcelero encarcelado o circuitos cerebrales del placer (Sampe-
del cazador cazado, las personas ejerce- dro, 2004). Muy recientemente el equi-
mos de aprendices de brujo, y construi- po de Robert Moyzis ha comparado el
mos mundos que permiten a sus propios gen DRD4 en las poblaciones de todo el

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Estudio exploratorio sobre la caracterización del patrón desinhibido de conducta en una muestra...

planeta y han concluido que las varian- idea básica es que aquellos que sienten
tes del referido gen asociadas a la bús- esa necesidad de experiencias y sensa-
queda de sensaciones (o novedades) ciones variadas, nuevas y complejas,
surgieron hace 50.000 años, justo antes estarán motivados a asumir riesgos físi-
de que la actual especie humana, el cos, sociales y legales para cubrir su
Homo sapiens, saliera de África para necesidad de estimulación. Existen
colonizar el resto del mundo. Al princi- muchos datos empíricos que relacionan
pio eran muy raras, pero se propagaron la búsqueda de sensaciones con la con-
rápidamente por toda la especie, lo que ducta antisocial (Pardo et al., 2002) y
quiere decir que aportan alguna ventaja también existen muchos estudios que
a su portador. Según Moyzis, las épocas presentan evidencias sobre su relación
tranquilas y estables seleccionan las con hallazgos bioquímicos, psicofisioló-
variantes normales, pero los tiempos gicos y genéticos (Zuckerman, 1983;
duros, caracterizados por la escasez de Wang, 2004). Una buena revisión se
recursos y por cambios muy rápidos en puede consultar en (Romero, 1996). De
el estilo de vida, favorecen las versiones la misma manera existen muchos datos
asociadas a la búsqueda de novedades que relacionan la impulsividad con sus-
(Wang, 2004). En esta misma línea de tratos bioquímicos y psicofisiológicos
investigación, se encuentra que siendo (Barratt, 1987; Gray, 1983, 1987, 1982;
la MAO (enzima monoamina oxidasa) Ekelund, 1999). De igual forma se están
una característica genéticamente deter- acumulando investigaciones en las que
minada, son las personas que puntúan se da cuenta de la relación entre la BS y
alto en búsqueda de sensaciones las que las conductas adictivas (Luengo, 1996;
tienen bajos niveles de MAO, y suelen Ames, 1999).
involucrarse en conductas de riesgo:
abuso de drogas, alcoholismo, tabaquis-
mo, conducta criminal (Zuckerman y HIPÓTESIS
Kuhlman, 2000).
HIPÓTESIS 1: Los varones mostrarán
Dentro de este panorama general niveles más elevados de agresión, impul-
Zuckerman ha sido, en gran parte, res- sividad, búsqueda de sensaciones, psico-
ponsable del enorme desarrollo alcanza- ticismo y extraversión que las mujeres.
do por la investigación en torno al con-
cepto de Búsqueda de sensaciones (BS). Los sujetos de mayor edad mostrarán
Desde que en los años 60 iniciase su niveles más elevados de agresión, impul-
línea de exploración conceptual y psico- sividad, búsqueda de sensaciones, psico-
biológica, la BS ha estado en el punto ticismo y extraversión que los de menor
de mira de un gran número de estudios: edad.
sobre su operacionalización, su relación
con otras dimensiones de personalidad, HIPÓTESIS 2: A mayor gravedad de la
su sustrato biológico, sus correlatos conducta antisocial mayores niveles de
sociodemográficos, actitudinales, com- agresión, impulsividad, búsqueda de
portamentales (Zuckerman, 1994). La sensaciones psicoticismo y extraversión.

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M. A. Alcázar, J. C. Bouso, G. Gómez-Jarabo

HIPÓTESIS 3: El “patrón desinhibido meros análisis descriptivos, la primera


de conducta” se asocia con elevados decisión que se tomó fue la de descartar
niveles de agresión, y con mayor grave- los cuestionarios de aquellos sujetos que
dad de conductas antisociales. hubieran puntuado en la escala de sin-
ceridad del EPQ por debajo de 20, crite-
rio arbitrario que asumimos teniendo en
MÉTODO: cuenta que parte de la muestra corres-
ponde a una población forense y que
Muestra era una forma de eliminar los sujetos
que peor habían contestado en esa
Los datos se recogieron en El Salva- escala y que previsiblemente se podría
dor durante los meses de agosto, sep- asumir que habían simulado sus contes-
tiembre y octubre del año 2001 y los taciones en el cuestionario EPQ y por
datos de México durante los meses de extensión en todos los demás. Según
octubre y noviembre del año 2002 gra- este criterio fueron eliminados 30 suje-
cias a sendas becas “Intercampus” de la tos. Por lo tanto, la muestra final que ha
Agencia de Cooperación Internacional soportado todos los análisis estadísticos
del Ministerio de Asuntos Exteriores de ha estado compuesta por 156 sujetos
España y de las licencias de estudios de los que se puede asumir que han
concedidas por el Ministerio de Justicia contestado con sinceridad según el cri-
coincidentes con ambos períodos, con- terio del cuestionario EPQ.
cedidas al primer firmante de este artí-
culo. Los datos españoles correspon-
dientes a los años 2001, 2002 y 2003 se Procedimiento
fueron recogiendo en el trabajo diario
como Psicólogo del Equipo Técnico de la Todos los sujetos seleccionados para
Fiscalía y del Juzgado de Menores de el presente estudio completaron los cua-
Toledo del primer autor de este trabajo tro tests con el mismo psicólogo, el pri-
de investigación y se recopilaron del mer firmante de este trabajo. El orden
Archivo del Equipo Técnico en el año de aplicación de los cuestionarios se
2004. contrabalanceó de forma azarosa para
que cada cuestionario ocupara una posi-
En el año 2005 se recogieron los ción diferente y el orden de aplicación
datos correspondientes a población nor- no influyera en los resultados.
malizada proveniente de un colegio de
educación secundaria de Toledo y de La aplicación en Toledo (España) fue
forma aleatoria los adolescentes que lle- siempre individual y en los otros dos paí-
gaban a la Fiscalía de Menores en casos ses se intentó que así lo fuera; sin
de muy escasa importancia que no embargo, por motivos de tiempo esto
requerían ningún tipo de intervención. no se pudo cumplir pero se formaron
grupos pequeños (de diez a treinta suje-
En total se obtuvieron los cuestiona- tos) con personal auxiliar suficiente para
rios de 186 sujetos. Después de los pri- atender de forma individual las dudas

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Estudio exploratorio sobre la caracterización del patrón desinhibido de conducta en una muestra...

que se presentarán y siempre con la pre- tes normalizados tanto de Guadalajara


sencia del psicólogo responsable de la (México) como de San Salvador (El Sal-
investigación el cual en todos los grupos vador), así como de Toledo (España)
hacía una breve presentación de la equilibrados con respecto a edad y sexo.
investigación y una somera referencia a
las normas de aplicación y de funciona-
miento a la hora de contestar los cues- Materiales
tionarios. Todo ello para procurar la
máxima individualidad y homogeneidad Para la selección de las pruebas se
en la aplicación de los cuestionarios. tuvo en consideración que en el ámbito
forense se deben tener en cuenta –entre
Todos los cuestionarios se aplicaban otras- el equilibrio entre el uso de prue-
en la misma sesión lo que habitualmen- bas lo más breves posibles y pruebas
te llevaba unas dos horas de trabajo a válidas, fiables y baremadas (Verdejo;
los sujetos. Nunca se daba tiempo límite Alcázar, et al. 2004).
sino que individualmente conforme iban
acabando, entregaban los cuestionarios Las pruebas escogidas para la presen-
al investigador principal y abandonaban te investigación fueron:
el aula.
• Sensation Seeking Scale, ZKPQ-II
En la presentación inicial el psicólogo (Zuckerman, 1979; 1993). Traducción
responsable de la investigación (el pri- propia.
mer autor de este trabajo) garantizaba
el anonimato e ilustraba a los sujetos • EPQ (Eysenck, 1981).
sobre los objetivos de la presente inves-
tigación. • Escala de Impulsividad de Plutchik
(Plutchik., 1990), adaptación española
(Rubio, G. 1998).
Sujetos
• Escala de Riesgo de Violencia de
La muestra final ha resultado estar Plutchik (Plutchik., 1990), adaptación
compuesta por un total de 156 sujetos, española (Rubio, G.1998).
de los cuales corresponden a cada país:

• El Salvador: 19. Variables

• México: 21. INDEPENDIENTES: la tipificación de la


conducta infractora (faltas o delitos
• España: 116. según la calificación del Ministerio Fis-
cal). Sexo, edad, país y nivel de estudios
Se ha conseguido obtener sendos de los sujetos.
grupos controles de similar número de
sujetos muestreados de centros docen- DEPENDIENTES: extraversión, neuroti-

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M. A. Alcázar, J. C. Bouso, G. Gómez-Jarabo

cismo, psicoticismo, impulsividad, bús- cionales presentados y el modo de


queda de sensaciones y riesgo de violen- obtención de la muestra, como se ha
cia. expuesto en páginas anteriores en el
apartado correspondiente (IV. MÉTO-
ANÁLISIS DE DATOS: Los datos han DO), se podría considerar que las mues-
sido analizados mediante el programa tras serían representativas de la pobla-
SPSS 11. ción forense (que tiene que ver con los
sistemas de justicia juvenil) de las eda-
des de 14 a 18 años en los siguientes
Muestra territorios. La muestra española podría
ser representativa de la provincia de
Teniendo en cuenta los datos pobla- Toledo, la mexicana del Estado de Jalisco

Tabla 1.
Delito

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Estudio exploratorio sobre la caracterización del patrón desinhibido de conducta en una muestra...

y la salvadoreña del área de San Salva- presentan mayores puntuaciones en sin-


dor. Se puede considerar que la pobla- ceridad y búsqueda de sensaciones que
ción forense juvenil será un 10% de la las chicas. A su vez las chicas obtienen
total (Alcázar, et al. 2005). mayores puntuaciones que los chicos en
neuroticismo (Tabla 3).

RESULTADOS b) Sólo se han objetivado diferencias


significativas para los sujetos mayores de
Hipótesis 1: 16 años en el caso de la variable neuro-
ticismo (Tabla 4).
a) Se puede afirmar que de forma
estadísticamente significativa, los chicos c) Cuando se agrupan los sujetos

Tabla 2.
Naturaleza delictiva (contra las cosas/contra las personas)

126 Anuario de Psicología Jurídica, 2006


M. A. Alcázar, J. C. Bouso, G. Gómez-Jarabo

Tabla 3.
Género

dependiendo de si han cometido infrac- que han cometido infracciones contra


ciones (faltas o delitos) “contra las las cosas (Tabla 2).
cosas” vs. “contra las personas”, resul-
tan significativas estadísticamente las
diferencias entre los grupos para las Hipótesis 2:
variables neuroticismo, conducta antiso-
cial, impulsividad y riesgo de violencia. Cuando se comparan los sujetos
En todas estas diferencias siempre obtie- dependiendo de si han cometido o no
nen puntuaciones superiores los sujetos algún delito, sólo resultan significativas

Anuario de Psicología Jurídica, 2006 127


Estudio exploratorio sobre la caracterización del patrón desinhibido de conducta en una muestra...

Tabla 4.
Edad (hasta 16 años y mayores de 16 años)

las diferencias a favor de los sujetos que cidad de Barlett ha alcanzado la signifi-
han delinquido para la variable psicopa- cación con un nivel de 0,000, lo que
tía (Tabla 1). indica la pertinencia del análisis y la
bondad de los resultados obtenidos
(Tabla 5).
Hipótesis 3:
a) Los sujetos que obtienen altas pun-
Se ha efectuado un análisis de com- tuaciones en psicopatía, impulsividad y
ponentes principales, cuya medida de riesgo de violencia y que tienen más
adecuación muestral Kaiser-Meyer Oklin edad, son los de Reforma (que han tenido
ha sido de 0,643, y la prueba de esferi- contacto con los sistemas de justicia juve-

128 Anuario de Psicología Jurídica, 2006


M. A. Alcázar, J. C. Bouso, G. Gómez-Jarabo

Tabla 5.
Análisis de componentes principales

nil), mientras que los sujetos normaliza- tes principales. El segundo componente,
dos tienden a obtener menores puntua- se podría denominar patrón extravertido
ciones en todas las anteriores variables. de conducta (PEC), porque es la extra-
versión la que más contribuye con
b) Del punto anterior se deriva que mucha diferencia a este componente.
los sujetos de Reforma tienden a tener Pero sin duda, es el primer componente
altas puntuaciones en el “patrón desin- el más importante para explicar la
hibido de conducta”, que es el primer varianza total, puesto que el PDC expli-
componente del análisis de componen- ca el 40% de la varianza total, mientras

Anuario de Psicología Jurídica, 2006 129


Estudio exploratorio sobre la caracterización del patrón desinhibido de conducta en una muestra...

el PEC, explicaría el 21% de la varianza mación y alto grado de absentismo


total (Tabla 5). (Romero, 2001) y esta asociación sería
más fuerte en chicas (Silva, Martorell, y
Clemente, 1986), cosa que también se
DISCUSIÓN ha encontrado en nuestros datos. Esta
potente asociación del neuroticismo con
Los resultados del presente estudio la conducta antisocial en nuestra mues-
revelan relaciones significativas entre tra podría ser explicada porque en esta
variables de personalidad y comporta- muestra tienen un peso importante los
mientos de riesgo o incluso delincuentes sujetos que han sido detectados por los
en adolescentes. Además, los resultados sistemas de justicia juvenil. Así, los
apoyan la caracterización del “patrón menores que han sido detenidos por sus
desinhibido de conducta” (PDC) (New- conductas infractoras desarrollan ansie-
man, 1985; 1987; Fowles, 1987; Sobral, dad y sentimientos de culpa que se ven
2000) como un continuo entre la pobla- reflejados en elevación de las puntuacio-
ción de adolescentes normalizada y la nes de neuroticismo. En esta línea esta-
de interés criminológico. rían los resultados de Romero (1996) y
varios estudios en los que se pone de
La teoría de personalidad en la que se manifiesto que serían las dimensiones
sustenta este trabajo de investigación y de extraversión y psicoticismo las únicas
el desarrollo del PDC, sería la elaborada vinculadas a la delincuencia autoinfor-
por Eysenck, con el posterior desarrollo mada, mientras que el neuroticismo y el
de Gray, que introduce la impulsividad psicoticismo se asociarían a aquellos
en el entramado teórico de Eysenck. individuos con registros delictivos oficia-
les (véase Pérez, 1984).
Con respecto a las dimensiones de
personalidad de Eysenck, según los Por otra parte, más allá de controver-
resultados obtenidos en esta investiga- sias conceptuales en relación a la dimen-
ción, sería la psicopatía y el neuroticismo sión de psicopatía (psicoticismo) (Clarid-
las dos dimensiones de personalidad ge, 1981), el estilo de conducta que
que mostrarían una relación más fuerte caracteriza a esta dimensión (hostilidad,
con las conductas antisociales. En lo que egocentrismo, insensibilidad afectiva)
se refiere a la psicopatía, este hallazgo está claramente relacionada con la
sería coherente con otros numerosos delincuencia o la conducta antisocial y
estudios (e.g. Feldman, 1977; Furnham, por eso en esta investigación hemos
y Thompson, 1991; Pérez, 1986). Sin optado por llamar psicopatía a la dimen-
embargo, la relación con neuroticismo sión de psicoticismo de Eysenck, al igual
es un hallazgo que resulta más original que Sobral et al. (1998).
del presente estudio, ya que, lo que se
ha encontrado es una fuerte relación en Con respecto a la impulsividad,
población escolarizada que sigue correc- numerosos estudios previos han mostra-
tamente sus estudios pero no en pobla- do su potente relación con las conduc-
ción forense que suele tener poca for- tas antisociales. En particular, muchos

130 Anuario de Psicología Jurídica, 2006


M. A. Alcázar, J. C. Bouso, G. Gómez-Jarabo

trabajos previos han concluido que la que no han sido detenidos. Estos resul-
impulsividad es una de las características tados vendrían a apoyar que ambos gru-
más importantes de los sujetos que pre- pos de adolescentes son muy similares y
sentan conductas antisociales (Farring- que no existen unas dimensiones de
ton, Loeber, y Van Kammen, 1990; personalidad diferenciadas en los meno-
Luengo et al., 1994; Royce, y Wiehe, res infractores ni psicopatología específi-
1988; White et al., 1994). En nuestros ca. Únicamente existiría una potencia-
resultados, también se da claramente ción en ese continuo que sería el
asociación entre impulsividad y delito, “patrón desinhibido de conducta”. Este
sobre todo entre impulsividad y la varia- resultado sería compatible con los
ble “naturaleza delictiva” (contra las hallazgos de Romero (2001) y apoyarían
cosas vs. contra las personas). el descubrimiento de que las relaciones
entre personalidad y delincuencia no
En muchos estudios se ha encontrado serían un subproducto de la institucio-
que la variable “búsqueda de sensacio- nalización o del procesamiento de los
nes” se encuentra estrechamente rela- menores lo que vendría a contradecir
cionada con el comportamiento delin- una de las mayores críticas a este tipo
cuente (Newcomb, y McGee, 1991; de estudios, que son las que se refieren
Simó, y Pérez, 1991; Zuckerman, 1978). al tipo de muestra en la que suelen
Nuestros datos también apoyarían tal tener mucho peso los sujetos institucio-
asociación. nalizados o procesados (Feldman, 1977;
Krueger et al., 1994). Pero es que ade-
En definitiva, nuestros resultados más, según nuestros resultados, el PDC
apoyarían la idea de que todas estas en los casos en que los sujetos cometen
dimensiones estarían fuertemente aso- delitos contra las personas vendría defi-
ciadas a la conducta antisocial (Romero, nido por la variable psicopatía y no por
2001), dentro de las teorías psicobioló- el neuroticismo. Esto vendría a dar cuen-
gicas de la personalidad (Revelle, 1995; ta de un fenómeno observado empírica-
Zuckerman, 1994) que las definirían mente en el trabajo diario con menores
como fuertemente relacionadas con la delincuentes: hay unos pocos que sue-
sensibilidad al aprendizaje por refuerzo y len ser muy violentos, responsables de
a la sensibilidad de la inhibición derivada los crímenes más graves y que su perso-
del castigo. En este sentido, los menores nalidad no parece tener que ver con el
de esta muestra verifican el patrón des- resto de los menores delincuentes. Pues
inhibido de conducta (PDC), dirigiendo bien, esto correspondería a los sujetos
sus conductas antisociales hacia lo que con un PDC psicopático en el que la psi-
se califica de delitos (y faltas) contra las copatía ha sustituido a la variable neuro-
cosas. Y esto de manera conjunta tanto ticismo. Por lo tanto, el PDC vendría a
para los que han cometido infracciones ser una explicación parsimoniosa de la
como para los que no. De manera que variedad de perfiles de personalidad
se puede observar continuidad entre el observados en la población adolescente
“patrón desinhibido de conducta” para cuando ya han sido detectado por los
todos los menores, los infractores o los sistemas de control judicial.

Anuario de Psicología Jurídica, 2006 131


Estudio exploratorio sobre la caracterización del patrón desinhibido de conducta en una muestra...

Como conclusión a todo lo dicho, 2) Los sujetos con un PDC elevado


abogamos por el desarrollo de modelos serían sujetos con altas puntuaciones en
integradores que permitan articular ade- extraversión, impulsividad, riesgo de vio-
cuadamente las dimensiones biológicas lencia y búsqueda de sensaciones.
y personales con los factores psicosocia-
les y socioculturales para la explicación 3) La variable que mejor permite dife-
de la conducta de riesgo en adolescen- renciar a los sujetos es naturaleza delicti-
tes. va, por encima de variables como géne-
ro, edad, y cometer o no delito.

CONCLUSIONES GENERALES 4) De lo anterior se deduce que una


variable como “naturaleza delictiva”,
1) Se ha caracterizado el “patrón des- que los menores tienen presente y cono-
inhibido de conducta” (PDC) como un cen antes de cometer la infracción, es la
continuo entre la población de menores variable que mejor permite caracterizar
normalizada y la forense. a los sujetos considerados.

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Anuario de Psicología Jurídica, 2006 137

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