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Crislaudys Nace

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TEMA III

3.1- La crónica. Su origen

La crónica periodística es en esencia, una información interpretativa y


valorativa de hechos noticiosos, actuales o actualizados, donde se narra algo al
propio tiempo que se juzga lo narrado. La crónica hoy género periodístico por
excelencia fue ya, mucho antes de que surgiera el Periodismo como medio de
comunicación social, un género literario en virtud del cual el cronista relataba
hechos históricos, según un orden temporal.

La palabra deriva de la voz griega cronos, que significa tiempo, de ahí que siempre
se haya asociado al relato de hechos siguiendo un orden temporal. Suele citarse la
obra de Julio César De bello gallico sobre la guerra de las Galias, escrita entre los
años 58 a.C. y 49 a.C., como una de las primeras crónicas que se conservan, aunque
consta que antes de esa fecha Alejandro Magno ya se hacía acompañar por sus
propios cronistas para que registraran minuciosamente sus conquistas. Siglos más
tarde llegarían a América, tras la conquista, los autores de las que denominarían
crónicas o "relaciones en las que se trataba de hechos reales, sucesos ocurridos
durante un lapso determinado, historias contadas 'de principio a fin' y con una
característica fundamental: se refieren a sucesos verdaderos".

En España, la mayoría de los estudiosos sitúan sus orígenes en las crónicas


de Indias, unos relatos de carácter histórico escritos por los colonizadores españoles,
que narraban las experiencias vividas durante los viajes en los primeros años de
conquista y colonización de los territorios americanos. La aparición de la crónica
como género periodístico sucede cuando empiezan a editarse periódicos con una
cierta periodicidad.

El antiguo cronista adapta su forma de trabajar al nuevo medio y se convierte en


periodista, escribiendo sus textos conforme una manera más sistematizada de narrar
los sucesos ante la necesidad de ofrecer informaciones más elaboradas sobre hechos
políticos, sociales o económicos. En América Latina fue un género muy cultivado e
influido por la literatura hasta la irrupción del periodismo informativo procedente de
los Estados Unidos, mientras que en España se mantuvo más firme la tradición
cronista. En el periodismo latino la palabra crónica sirvió durante años para designar
cualquier tipo de noticia, probablemente por influencia del género literario del
mismo nombre, al igual que se llamaba cronistas a los que hoy serían periodistas. La
escuela anglosajona, por el contrario, no cuenta con un vocablo para referirse a este
tipo de texto, dado que apenas hace distinciones de géneros.

3.2- La crónica periodística. Sus partes.

La crónica periodística es un género del periodismo que consiste en la


narración de una serie de acontecimientos de manera ordenada y desde que inician
hasta que finalizan. 
Una crónica periodística puede tener un carácter informativo y a su vez
interpretativo. Esto se debe a que el cronista, periodista o autor se convierte en
testigo de los hechos para darlos a conocer. Al mismo tiempo el autor puede dotar al
texto de algunas apreciaciones personales por estar presente en lo que ocurre.

Por lo general las crónicas periodísticas están basadas en temas que son de
corte noticioso y por tanto de interés para un público amplio. Este tipo de relatos
puede ser de contenido político, económico, social, cultural, artístico, religioso,
deportivo, entre otros asuntos. Su desarrollo implica el uso de un lenguaje sencillo,
preciso y directo.

Por otro lado, la crónica periodística cobra espacio en los medios de comunicación
masivos, en especial la televisión, radio y los periódicos. Se reconoce por la manera
detallada, específica y cronológica en que detalla cada aspecto de un evento en
particular en un tiempo determinado.

Características de las crónicas periodísticas

Una crónica periodística presenta las siguientes características:

Autoría presencial

El desarrollo de una crónica periodística se lleva a cabo por medio de la


presencia y el trabajo investigativo del periodista o cronista en el hecho que se
expone. El autor de la crónica debe indagar, explorar, verificar y preguntar
constantemente para informar acontecimientos precisos.

Estilo

Si bien toda crónica periodística se caracteriza por ser sencilla y clara,


también es cierto que su estilo narrativo y estético va a depender en cierta medida
del autor; es él quien le imprime particularidad, originalidad y creatividad. La
libertad expresiva del cronista debe estar siempre orientada a informar.

Género mixto

La crónica periodística se distingue por ser un género mixto dentro del


periodismo. Esto significa que por un lado informa y por otro expone los juicios
interpretativos del autor. Ahora bien, la opinión del cronista es secundaria, la mayor
importancia recae en la calidad de la información y en cómo despierta interés en el
público.

Narración sucesiva de los hechos

Una de las características principales de la crónica es la manera secuencial o


sucesiva en que cuenta los acontecimientos, todo ello dentro de un tiempo con un
orden cronológico. Sin el rasgo de temporalidad la crónica no existiría.
Estructura
La crónica periodística goza de libertad expresiva y estilística, lo cual se
debe a que el estilo está marcado por el autor. Este tipo de textos se compone de un
título que puede o no estar acompañado por un subtítulo y por el cuerpo o
desarrollo.

El autor argumenta lo observado en el cuerpo del trabajo, mientras que su opinión


puede estar al principio o al final.

Exactitud en la narración de los hechos

Si bien en la crónica periodística el autor puede expresar su punto de vista u opinión,


también debe mantener la objetividad de tal manera que la información se dé a
conocer tal como fue observada.

De lo anterior se deriva que la narración de los hechos debe hacerse con exactitud y
precisión, es decir, que no se pueden agregar elementos de ficción.

Exposición

La exposición de la crónica periodística puede darse de manera oral o escrita.


En ambos casos debe informarse el qué, cómo, cuándo, dónde y quiénes
participaron en los acontecimientos que se narran. Además debe contar con
testimonios verídicos de personas que hayan presenciado la situación que se
manifiesta.

Estructura

La crónica periodística no cuenta con una estructura específica, sin embargo


algunos autores suelen guiarse por una entrada, cuerpo y conclusión. A continuación
se describen brevemente cada una de las partes que la conforman:

Entrada

La entrada de una crónica periodística por lo general está compuesta por una
frase corta o un título que puede estar acompañado por un antetítulo y un subtítulo.
Lo ideal es que la apertura de esta variedad de textos sea precisa y atractiva de tal
manera que despierte el interés de la audiencia.
Por otro lado, la entrada de la crónica está conformada por un párrafo breve y
conciso que en términos periodísticos se denomina lead. En el lead se ubica al
público en el qué, cómo, cuándo, dónde sucedieron los acontecimientos y quiénes
los protagonizaron.

Cuerpo

El cuerpo es la parte de la crónica periodística en la que se informa detallada


y secuencialmente lo acontecido. En este apartado el autor expone todo lo que ha
investigado y lo argumenta con los testimonios de quienes formaron parte de los
sucesos.
El cuerpo de la crónica debe narrar todos los hechos desde la verdad, sin incorporar
ningún elemento de la ficción y sin inventar datos. El autor o periodista debe utilizar
un lenguaje culto, sencillo y de fácil comprensión.
En esta parte de la estructura, el cronista puede manifestar sus opiniones, pero
teniendo siempre en cuenta la importancia de la objetividad.

Conclusión

La conclusión de la crónica periodística está basada en la subjetividad del


autor con respecto a los hechos narrados. Por lo general se trata de un comentario
que invita a la audiencia a reflexionar y a conectarse con la realidad de los
acontecimientos.

Aunque se trata de la opinión del cronista, se escribe o se expone oralmente en


tercera persona del singular.

3.3- Diferencia entre una crónica y una noticia.

La crónica periodística y la noticia tienen rasgos similares pero también diferencias


notables.

La principal diferencia entre la crónica periodística y la noticia consiste en que esta


última se limita a describir una información determinada. La crónica, en cambio, va
más allá y aparte de contar la información, pone énfasis concretamente en la forma o
estilo en que esta es relatada al lector. Por ello, los cronistas procuran brindar no
solo una recopilación de datos acerca de un suceso, sino ofrecer una historia
completa acerca del mismo. La noticia es una información escueta de un suceso, la
crónica es una entrega más rica de un acontecimiento. 

3.4- Crónica informativa y crónica interpretativa.

¿Qué es una crónica informativa?

La crónica informativa es un género periodístico que consiste en un relato hecho


de manera secuencial y pormenorizada de acontecimientos noticiosos de interés
colectivo. A diferencia de las notas o noticias (otro género periodístico afín), la crónica
informativa puede incluir análisis, opiniones e interpretaciones del periodista.

Asimismo, la crónica informativa recrea la atmósfera alrededor de la cual se dan los


sucesos públicos a los cuales se refieren. Esta mantiene una tendencia del periodismo
iniciada entre los siglos XVII y XVIII de historias contadas cronológicamente. De
acuerdo con los expertos, solo así se garantiza la objetividad característica de este
género.

En cuanto al nombre, proviene del término griego kroniká, derivado de kronos (tiempo),


que significa hacer un relato manteniendo la línea de tiempo de los sucesos. De esta
manera, se garantiza que los lectores comprendan cómo sucedieron los eventos
narrados.
La crónica informativa tiene sus antecedentes en las crónicas literarias y traducciones de
textos históricos escritos en latín. Estos escritos se remontan hasta inicios del
cristianismo alrededor del siglo XVI.

La crónica interpretativa

El cronista toma la realidad como punto de referencia para interpretar los


fenómenos sociales. Muchos de sus juicios podrían explicarse no únicamente al
hecho en que se apoya, sino a todos los sucesos de carácter abordado.

Características

1. Mas que informar y opinar, la crónica interpretativa enjuicia hechos que,


simultáneamente, van siendo descritos en sus partes esenciales.

2. Aborda acontecimientos previstos pero enumera su mejor elemento en los


imprevistos.

3. La crónica interpretativa no tiene el propósito de informar si no de orientar al


público, mediantes la interpretación y el enjuiciamiento de la realidad.

4. Como la opinativa, la crónica interpretativa permite al autor desarrollar su


estilo literario propio.

3.5- Uso de los recursos literarios y el carácter hibrido de la crónica.

Las relaciones entre la literatura y el periodismo son objeto de numerosos


trabajos de investigación. Algunos autores consideran que son dos mundos
completamente diferenciados, con objetivos y métodos muy distantes,
mientras que otros matizan al afirmar que, si bien es verdad que el
periodismo informativo expresado en la noticia tiene unas características
propias muy distintas a las de una obra literaria, no es menos cierto que
determinados géneros periodísticos se acercan claramente a lo que
podríamos definir como una obra de creación con elementos próximos a la
literatura.

En el periodismo en sentido estricto destaca la función informativa


con un lenguaje asequible para el lector medio, y donde lo importante es que
lo escrito sea entendido con inmediatez por el consumidor de prensa. En la
literatura, sin embargo, lo que importa es la forma, la belleza de expresión, y
no que se comprenda desde una primera lectura. La obra literaria está
dirigida a un público concreto, mientras que el periodismo es para toda la
sociedad. Se podría afirmar que el lector de periódicos busca información
veraz sobre la actualidad, y la quiere conseguir en un corto espacio de
tiempo, mientras que el lector de libros lee sin prisas por el placer de la
lectura, para disfrutar de la forma con la que está escrito y sin buscar
ninguna novedad.
Las diferencias entre ambos se difuminan en el periodismo literario. Son
trabajos periodísticos con elementos propios de la literatura, o, dicho de otra
forma, escritos literarios con una función informativa. Los lectores de
los artículos que hoy proliferan en la prensa diaria buscan el placer de leer
trabajos creativos en los que abundan recursos lingüísticos propios de una
obra literaria, aunque informan sobre asuntos de candente actualidad. Es
literatura, pues lo importante es la belleza del texto, pero también es
periodismo, ya que no abandona su función informativa, por lo que no es
adecuado afirmar que un escrito es periodístico o es literario pero no ambas
cosas a la vez, ya que hay textos en los que la literatura y el periodismo “se
abrazan”.

 Un género de periodismo literario

En la crónica destaca su estilo creativo. No es la simple interpretación de


un acontecimiento, sino la narración valorada de lo sucedido recientemente
contado de forma amena. Según Manuel Graña, lo que distingue la
verdadera crónica es precisamente el sello personal que se advierte, porque
va firmada, y su autor, además de enjuiciar, prioriza los hechos a su manera
(Martín Vivaldi, 1998: 139). El cronista es un testigo presencial que da fe de
lo que ocurre, y lo hace con su particular forma de expresarse.

El estilo personal de quien lo firma es lo que caracteriza a este género


periodístico. La crónica se distingue por el sello de su autor, y esto forma la
esencia misma del texto. Se trata de un relato informativo, es decir, la unión
del relato y el comentario subjetivo de lo noticiable, ya que es un trabajo en
el que se da cuenta de un suceso de actualidad a través de la visión personal
de su autor. Es información, aunque por la subjetividad que supone la
interpretación del cronista y por el estilo ameno con el que está escrito, se
aleja del periodismo estrictamente informativo.

Si quisiéramos delimitar el estilo de la crónica, por tanto, llegaríamos a la


conclusión de que es fundamentalmente libre. Los elementos creativos que le
dan la autoría del cronista conforman su esencia como texto diferenciado.
Por ello, la firma es un dato importante para el lector por su triple función
noticiosa-informativa-valorativa, aunque esa libertad está condicionada por
el hecho que se narra, y que consiste en el núcleo informativo que la origina.

Pero además, la crónica tiene los límites éticos del periodismo en general,


que impiden la deformación de lo que realmente ha sucedido. Se plasma la
visión personal del cronista, aunque sin desvirtuar los hechos noticiables
objetivos. La interpretación subjetiva del periodista nunca puede significar
una distorsión de lo ocurrido, ya que por encima de las preferencias
ideológicas del cronista está la objetividad de lo acontecido. Después, el
periodista ofrece su particular visión sobre las causas que lo han motivado o
las consecuencias que en el futuro pueden haberse originado. En resumen, el
hecho de firmar la crónica otorga a su autor toda la libertad expresiva en su
estilo personal, pero este principio siempre debe contemplar las limitaciones
deontológicas de la veracidad de los hechos narrados.
Aunque dispone de total libertad de estilo, el cronista, como en todo
trabajo periodístico, tiene la obligación de dirigirse al gran público, por lo
que debe elaborar un texto claro, conciso y transparente. Es aconsejable la
oración simple y el párrafo no demasiado extenso. Las frases no deberán
exceder de las dieciséis o diecisiete palabras, y los párrafos de setenta a
ochenta para facilitar la lectura. Para el profesor Martínez Albertos (1983:
363), el estilo de la crónica debe ser directo y llano, esencialmente objetivo,
pero, al mismo tiempo, tiene que plasmar la personalidad literaria del
periodista que la firma. Según este autor, aunque la crónica es un género que
admite la forma expresiva del estilo literario, no debe aceptarse un exceso de
estilo editorializante, es decir, de juicios de valor que dejen en un segundo
plano la función informativa.

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