MI SECRETO MEJOR GUARDADO
Por Daniel Samper Ospina
DanielSamperO DanielSamperO
P
ensé que había sido un gra-
ve error haberme sometido
a una operación de vasecto-
mía, cuando cayó a mis ma-
nos la crónica de Gustavo
Tatis Guerra, publicada por El Uni-
versal, en la que se nos informaba
que García Márquez había tenido, ya
no digamos una hija por fuera del
matrimonio, porque dicho así suena
simple e injusto, sino una cineas-
ta con una "profunda y coherente
visión social, ética y estética del
cine", ganadora de más de quince
premios, que "heredó las cejas ne-
grísimas de su padre, y la mirada
profunda de quien atraviesa las co-
sas con solo mirarlas" y que, "como
parte de la estirpe de los García
Márquez, ha venido a este mundo a
contar historias". El nobel la tuvo
a una edad, comillas, "otoñal", pon-
gámosle a sus 62 añitos, y uno de sus
biógrafos, Dasso Saldívar, encargó
al cronista Tatis de que contara la
noticia, acaso porque solo él podía
presentar aquel hecho mágico con
una prosa semejante a la de Gabo, y a
la de su hija: natural.
En su crónica, entonces, titulada “El se-
creto mejor guardado de Gabriel García
Márquez”, Tatis relata de manera her-
mosa el momento en que, muchos años
después, frente al pelotón de fusilamien-
to, el mismo Saldívar tuvo, comillas, “el
privilegio de conocer por primera vez la
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DanielSamperOspina #HolaSoyDanny
23 de enero 2022
fotografía conmovedora de la niña sen-
tada en las piernas de Gabo” y él mismo
se preguntó, comillas, “¿quién era esa
niña que miraba el brillo de los ojos de
ese hombre otoñal?”. Supo entonces que
era hija del nobel y, como le confiesa a Ta-
tis, comillas, “La sonrisa de felicidad que
tiene Gabo con su niña en las piernas ¡no
la olvidaré mientras viva!”.
Qué hermoso todo; quién pudiera te-
ner un recuerdo tan bello como el de
haber observado la foto de Gabo con
su hijita extramatrimonial. La elegan-
cia de la prosa con que ofrecen la chiva
no es, de ninguna manera, para mitigar
la culpa de publicarla (cuando ya nadie
va a enfurecerse), claro que no: es flo-
rida por contagio, porque quien ama la
prosa de García Márquez —la prosa y la
vida, se entiende— se embadurna de una
destreza literaria gracias a la cual puede
permitirse párrafos como este: “García
Márquez, el genio literario más grande
de Colombia ante el mundo, está ya por
encima del bien y del mal, y todo lo que
hoy pueda revelarse de él solo reconfir-
ma su espléndida humanidad y su infinita
grandeza que se agiganta cada vez en el
universo, más allá de su muerte”.
En el artículo comentaba además que
la niña no reclamó el apellido pero que,
aún así, con gran generosidad, el nobel
“le dio una casa en una zona muy bonita
y un coche” para que todo marchara so-
bre ruedas.
Hace unos meses me sometí a una ope-
ración de vasectomía temeroso de que con cocaína y armas. ¿Quién, pues, en su
mi estirpe fuera condenada nuevamente sano juicio, quisiera traer hijos a la espe-
a cien años de soledad. sa realidad que nos consume?

Al comienzo no le paraba bolas al asun- Sin embargo, leer la prosa de la noticia

to: literalmente. Me parecía un ejercicio de Gabo me llenó de un tardío arrepenti-
estéril: en todos los sentidos. Pero el go- miento quirúrgico. Qué daría yo por lle-
bierno de los cacerolazos me hizo pensar gar a ser un viejo otoñal que se permite
en huevos de todo tipo y llegué a la con- un desliz para que lo narre Gustavo Tatis
clusión de que seguir trayendo hijos a en un informe cargado de brillo literario.
Polombia sería una infinita tragedia para “Lo secreto no puede perder el sentido
ellos. Miren nada más las noticias de esta profundo de lo humano. El corazón de un
semana: un tipo mata a su hermano y a hombre y el corazón de una mujer. La de-
su mamá para poder heredarles la for- licada intimidad de un genio como el you-
tuna, y mientras confiesa el tuber de 60 (o de 61)”, diría
crimen se compromete a no Haceunosmesesme para orgullo del mundillo de
volverlo a hacer: si alguien sometí a una operación la creación digital.
quiere adoptarlo, puede
estar tranquilo. Ingrid Be- de vasectomía temeroso Le comenté a mi mujer
tancourt se lanza a la pre- de que mi estirpe fuera que me habría encantado
sidencia, en palabras suyas, condenada nuevamente “reconfirmar mi espléndi-
comillas, “por amor, me lan- a cien años de soledad. da humanidad y mi infinita
zo por amor”, con lo cual ya grandeza, que se agiganta
hay siete precandidatos de Alcomienzonole cada vez en el universo” con
la coalición de centro, to- parababolasal una hija por fuera del ma-
dos con un dígito de acep- asunto: literalmente. trimonio, a la que comedi-
tación: si consiguen llegar damente le daría un carrito
a 51 candidatos del mismo Meparecíaun Corsa y un apartaestudio
tamaño, y logran una sim- ejercicio estéril: en en Chapinero Alto, pero por
biosis, ganarán en primera todoslossentidos. poco me repite la operación
vuelta. Juan Manuel Galán, de vasectomía: me dijo que,
entonces, propone que solo queden tres: así me hubiera ganado el Nobel o el India
¿qué tal si son tres que no tengan el ape- Catalina, y tuviera una red de biógrafos
llido Galán, para que emocionen? El al- lambones que me ensalzaran los secre-
calde de Cartagena grita que los entes de tos como si fuera un papa, si descubriera
control, comillas, “no hacen un culo”. Aída que tengo una hija por fuera del matri-
Merlano promete cantar contra Arturito monio, bien podía buscarme otra fami-
Char, el senador cantante: qué parado- lia. Quizás la del hermano del peluquero,
ja. Circula un video de Álvaro Uribe en ahora que quedó solo y se comprometió
que de nuevo conversa con una estatua a no volver a matar a los suyos; o alguna
pero, en una segunda mirada, se descu- consejera de Palacio que fuera capaz de
bre que la estatua es Oscar Iván Zuluaga. conseguirme un par de contratos.
El parapolítico Benito Osorio habla en la
JEP y deja a José Felix Lafaurie con más Se lo comenté a mi esposa pero, como
manchas que una vaca Holstein. Estallan Gabo con su china, no me quiso respon-
en simultánea dos escándalos de con- der. Y me sentí el resto de la tarde ha-
sejeros presidenciales que conseguían blando con una estatua, como Uribe en
contratos para sus esposas. Capturan a su decrepitud, en pleno, comillas, “otoño
la presidenta del concejo de Cartagena del patriarca”.
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