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1
Secretario General de la OEA) la Convención y su denuncia
surtió efecto a partir del 26 de mayo de 1999 y éste lo hizo el 10 de
septiembre de 2012 y su denuncia surtió efecto a partir del 10 de
septiembre de 2013, denuncias amparadas en el apartado 1 del art.
78 de la Convención, que prescribe que “los Estados Partes podrán
denunciar esta Convención […] mediante un preaviso de un año”,
sin perjuicio que acorde el apartado 2º de la norma ello no desliga
a los Estados de las obligaciones contenidas en la Convención
Americana en cuanto a todo hecho que, pudiendo constituir una
violación de las respectivas obligaciones, haya sucedido con
anterioridad a la fecha en la cual la denuncia produjo efecto.
2
La Convención cuenta con dos protocolos adicionales, el Protocolo
Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales o
“Protocolo de San Salvador”, adoptado el 17 de noviembre de 1988
y en vigor el 16 de noviembre de 1999, y el Protocolo a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la
Abolición de la Pena de Muerte, suscrito el 8 de junio de 1990.
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El sistema interamericano de Derechos Humanos está compuesto
por la Comisión Interamericano de Derechos Humanos (CIDH) y la
Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
1
El art. 53 e) de la Carta de la OEA dispone que ésta realiza sus fines por medio de
la Comisión Internacional de Derechos Humanos.
2
Son independientes que no representan a ningún país y elegidos por la Asamblea
General de la OEA.
4
surge de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art.
57), es un órgano judicial autónomo de la OEA integrado por siete
jueces que tiene por objetivo aplicar e interpretar la referida
Convención por lo que ejerce una función contenciosa, dentro de la
que se encuentra la resolución de casos contenciosos y el
mecanismo de supervisión de sentencias; una función consultiva; y
la función de dictar medidas provisionales. La organización,
procedimiento y función de la Corte se encuentran regulados en la
Convención Americana, además el Tribunal cuenta con un Estatuto
y un Reglamento expedido por la propia Corte, el Reglamento rige
desde el 1 de enero de 2010 y el Estatuto entró en vigencia en
1979. Sólo los Estados Partes y la Comisión pueden someter un
caso ante la Corte IDH, las personas no pueden acudir a ésta
directamente y deben primero presentar su petición ante la
Comisión y completar los pasos previstos ante ella, la Comisión
puede, cuando proceda, remitir casos ante la Corte IDH
únicamente respecto de los Estados que han ratificado la
Convención Americana y han reconocido con anterioridad la
competencia de la Corte, salvo que un Estado acepte la
competencia expresamente para un caso concreto.
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de la Corte. En el marco de la competencia contenciosa, en el
proceso de elaboración de una sentencia, hay varias etapas que
combinan la naturaleza escrita y oral, teniendo aquel carácter la
primera3, la segunda etapa, esencialmente oral, se expresa en la
audiencia pública sobre cada caso, suele durar aproximadamente
3
De acuerdo al art. 34 del Reglamento de la Corte IDH, sobre inicio del proceso, la
introducción de una causa conforme al art. 61.1 de la Convención se hace ante la
Secretaría sometiendo el caso en alguno de los idiomas de trabajo del Tribunal y
presentado en uno sólo de esos idiomas no se suspende el trámite reglamentario,
pero deberá presentarse, dentro de los 21 días siguientes, la traducción al idioma del
Estado demandado, siempre que sea uno de los idiomas oficiales de trabajo de la
Corte.
Según el art. 35 del Reglamento dicho, el sometimiento del caso por parte de la
Comisión se realiza presentando el informe al que se refiere el artículo 50 de la
Convención, conteniendo todos los hechos supuestamente violatorios, inclusive la
identificación de las presuntas víctimas, y para que el caso pueda ser examinado la
Corte debe recibir la siguiente información: a. los nombres de los Delegados; b. los
nombres, dirección, teléfono, correo electrónico y facsímile de los representantes de
las presuntas víctimas debidamente acreditados, de ser el caso; c. los motivos que
llevaron a la Comisión a presentar el caso ante la Corte y sus observaciones a la
respuesta del Estado demandado a las recomendaciones del informe al que se refiere
el artículo 50 de la Convención; d. copia de la totalidad del expediente ante la
Comisión, incluyendo toda comunicación posterior al informe al que se refiere el
artículo 50 de la Convención; e. las pruebas que recibió, incluyendo el audio o la
transcripción, con indicación de los hechos y argumentos sobre los cuales versan. Se
hará indicación de las pruebas que se recibieron en procedimiento contradictorio; f.
cuando se afecte de manera relevante el orden público interamericano de los
derechos humanos, la eventual designación de peritos, indicando el objeto de sus
declaraciones y acompañando su hoja de vida; g. las pretensiones, incluidas las
referidas a reparaciones. Y si se justifica que no fue posible identificar a alguna o
algunas presuntas víctimas de los hechos del caso por tratarse de casos de
violaciones masivas o colectivas, el Tribunal decidirá en su oportunidad si las
considera víctimas. La Comisión deberá indicar cuáles de los hechos contenidos en
el informe al que se refiere el artículo 50 de la Convención somete a la consideración
de la Corte.
Al tenor del art. 36 del Reglamento, tratándose de Estados, un caso puede ser
sometido a la Corte conforme al artículo 61 de la Convención a través de un escrito
motivado que deberá contener la siguiente información: a. los nombres de los Agentes
y Agentes alternos y la dirección en la que se tendrá por recibidas oficialmente las
comunicaciones pertinentes; b. los nombres, dirección, teléfono, correo electrónico y
facsímile de los representantes de las presuntas víctimas debidamente acreditados,
de ser el caso; c. los motivos que llevaron al Estado a presentar el caso ante la Corte;
d. copia de la totalidad del expediente ante la Comisión, incluyendo el informe al que
se refiere el artículo 50 de la Convención y toda comunicación posterior a dicho
informe; e. las pruebas que ofrece, con indicación de los hechos y argumentos sobre
las cuales versan; f. la individualización de los declarantes y el objeto de sus
declaraciones. En el caso de los peritos, deberán además remitir su hoja de vida y
sus datos de contacto. En los sometimientos estatales de casos a la Corte son
aplicables los numerales 2 y 3 del artículo anterior, o sea, cuando se justifique que no
fue posible identificar a alguna o algunas presuntas víctimas de los hechos del caso
por tratarse de casos de violaciones masivas o colectivas, el Tribunal decidirá en su
oportunidad si las considera víctimas, y se debe indicar cuáles de los hechos
contenidos en el informe al que se refiere el artículo 50 de la Convención somete a la
consideración de la Corte.
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un día y medio, y en ella se (la Comisión) expone los fundamentos
de la presentación del caso ante la Corte, y de cualquier otro asunto
que se considere relevante para la resolución del mismo. A
continuación los Jueces del Tribunal escuchan a los peritos,
testigos y presuntas víctimas convocados mediante resolución,
quienes son interrogados por las partes (la Comisión únicamente
respecto de peritos) y, de ser el caso, por los Jueces, a
continuación la Presidencia concede la palabra a las presuntas
víctimas o a sus representantes y al Estado demandado para que
expongan sus alegatos sobre el fondo del caso, posteriormente, la
Presidencia otorga a las presuntas víctimas o a sus representantes
y al Estado, respectivamente, la posibilidad de una réplica y una
dúplica, y concluidos los alegatos, la Comisión presenta sus
observaciones finales, luego de lo cual tienen lugar las preguntas
finales que realizan los Jueces a las partes.
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información puede apreciar si se cumplió lo resuelto, orienta las
acciones del Estado para este fin y cumplir con la obligación de
informar a la Asamblea General sobre el estado de cumplimiento
de los casos que se tramitan ante la Corte la cual, cuando lo
considere pertinente, convoca al Estado y a los representantes de
las víctimas a una audiencia para supervisar el cumplimiento de sus
decisiones y en ésta escuchar el parecer de la Comisión. La
implementación efectiva de las decisiones de la Corte es clave para
la verdadera vigencia y eficacia del Sistema Interamericano de
Derechos Humanos, sin la cual es simplemente ilusorio el
propósito que determinó su establecimiento.
8
Los tratados interamericanos4 sobre los cuales resuelve la Corte
IDH son la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
“Pacto de San José de Costa Rica”, 1969; Convención
Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, 1985;
Protocolo Adicional a la Convención Americana en materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “Protocolo de San
Salvador”, 19885; Protocolo a la Convención Americana sobre
Derechos Humanos Relativo a la Abolición de la Pena de Muerte,
1990; Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y
Erradicar la Violencia contra la Mujer, “Convención de Belém do
Pará”, 1994; Convención Interamericana sobre Desaparición
Forzada de Personas, 1994; Convención Interamericana para la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las
Personas con Discapacidad, 1999.
4
Los tratados otros que la Convención Americana y el Protocolo de San Salvador tienen como
objetivo reafirmar la protección y desarrollar el contenido de los derechos humanos
garantizados por la Declaración Americana y la Convención Americana. Estos tratados
prohíben, entre otros, los siguientes actos: tortura o trato cruel, inhumano o degradante;
restablecimiento de la pena de muerte en los países que la han abolido; violencia física, sexual
o psicológica y discriminación contra la mujer; desaparición forzada; y discriminación contra
las personas con discapacidad.
5
El Protocolo de San Salvador protege los derechos económicos, sociales y culturales, por
ejemplo, el derecho a la educación, a la libertad sindical, a la seguridad social, a la salud, a un
medio ambiente sano, a la alimentación y a los beneficios de la cultura. Si bien el Protocolo
protege todos estos derechos y la Comisión puede formular observaciones y
recomendaciones respecto de todos, el derecho a la educación y a la libertad sindical son los
únicos sobre los cuales la Comisión y la Corte IDH pueden pronunciarse en el marco de una
petición individual presentada en contra de un Estado.
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En caso de no ser posible agotar los recursos internos, se tienen que explicar las razones
pues la regla del agotamiento previo de los recursos internos admite excepciones. La
Comisión puede estudiar una petición en la que no se hayan agotado los recursos internos
cuando: A. las leyes internas no establecen el debido proceso para proteger los derechos que
se alegan violados; B. no se ha permitido a la presunta víctima el acceso a los recursos internos
o se le ha impedido agotarlos; o C. hay demora en emitir una decisión final sobre el caso sin
que exista una razón válida. Bajo ciertas circunstancias, una persona puede estar exceptuada
de agotar los recursos internos, si se encuentra en situación de extrema indigencia de tal
gravedad que no le permita pagar un/a abogado/a para los casos en los cuales sea necesario
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presentarse dentro de los seis meses posteriores a la fecha de la
notificación de la decisión judicial definitiva que agotó dichos
recursos y si hay una excepción a la regla del agotamiento de los
mismos no corre el plazo antedicho y en tal caso la petición debe
presentarse dentro de un plazo razonable), una persona, grupo de
personas u organización, por sí misma o en representación de otra,
por violación de los derechos humanos garantizados en la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos y otros tratados
interamericanos de derechos humanos, puede presentar ante la
Comisión una petición para denuncia ante la Corte Interamericana
de Derechos Humanos la que debe incluir (1) los datos de la
presunta víctima y familiares; (2) los de la parte peticionaria
(nombre, teléfono, dirección postal, correo electrónico); descripción
completa y detallada de los hechos alegados y Estado que se
considera responsable; (3) la indicación de las autoridades
estatales que se consideran responsables; (4) los derechos que se
consideran violados; (5) las respuestas de las autoridades estales
y, en caso de ser posible, copias simples y legibles de los
principales recursos interpuestos y decisiones judiciales internas; y
(6) la indicación si se ha presentado la petición ante otro organismo
internacional.
contar con asistencia legal, y siempre y cuando el Estado no ofrezca este servicio de manera
gratuita.
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tácito del Estado o sus agentes), u omisión (como resultado que el
Estado o sus agentes no actúe/n cuando debía/n hacerlo).
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continúa obligado a garantizar los derechos y la Comisión sigue
siendo competente para monitorear la situación de derechos
humanos en dicho país.
12
inicial de un asunto en principio se realiza según el orden
cronológico en que se recibe ante la Secretaría Ejecutiva de la
CIDH, según lo establece el artículo 29.2 del Reglamento de la
CIDH, por ello y atendido al número de peticiones que se reciben
anualmente el trámite de revisión inicial puede demorar un tiempo,
(4) al realizar el análisis inicial de una petición, la Secretaría
Ejecutiva determinará si se requiere documentación o información
adicional, la cual será solicitada mediante comunicación dirigida a
la parte peticionaria, y dicha Secretaría solo acusará recibo de la
información solicitada y el resto de la información y/o
documentación suministrada por la parte peticionaria será
archivada al expediente respectivo, (5) de requerirse el envío de
escritos y/o anexos, estos deben enviarse preferiblemente en
formato digital por correo electrónico, de ser posible y al enviarlos
hacer referencia al número de petición asignado por la Secretaría
Ejecutiva, y como la Comisión no devuelve documentos que han
sido enviados en el marco de una petición no deben enviarse
documentos originales bajo ninguna circunstancia, asimismo, para
la remisión de copias no es necesario que estén certificadas,
apostilladas, legalizadas, o autenticadas legalmente, basta que el
documento este completo y sea legible, (6) los escritos y/o anexos
proporcionados deben estar en el idioma oficial del Estado al que
denuncia, y de haber algún inconveniente hay que explicar las
razones, (7) la Secretaría Ejecutiva de la CIDH invita a remitir la
denuncia y demás documentación solo en una oportunidad y por
una de las siguientes vías: correo electrónico, correo postal,
facsímil, u otra, y se recomienda evitar la duplicación de envíos, (8)
es de vital importancia mantener actualizada la información de
contacto de la parte peticionaria y, de ser pertinente, informar sobre
cualquier cambio de peticionario/a o representante ya que a fin de
resguardar la confidencialidad de la información ofrecida a la
Comisión se está impedido de compartir información sobre el
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estado de las peticiones en estudio a personas que no se
encuentran acreditadas en el sistema, (9) la Secretaria Ejecutiva
de la CIDH no recomienda que la parte peticionaria o las presuntas
víctimas comprometan recursos económicos para viajar a su sede
mientras su petición se encuentra en la etapa de revisión inicial, en
este sentido, no es necesario acudir a la sede de la Comisión para
poder dar seguimiento a una denuncia, y (10) para acceder a la
CIDH no se requiere el pago de aranceles, tarifas, tasas u otros
cargos, los servicios son gratuitos.
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de sus respectivas competencias y de las regulaciones procesales
correspondientes, y en esta tarea deben tener en cuenta no sólo el
tratado sino también la interpretación que del mismo ha hecho la
Corte Interamericana, intérprete última de la Convención
Americana.
7
CPR 1833, art. 82.19ª: “Son atribuciones especiales del Presidente de la República: […]
Mantener las relaciones políticas con las naciones extranjeras, recibir sus Ministros,
admitir cónsules, conducir las negociaciones, hacer las estipulaciones preliminares, concluir
y firmar todos los tratados de paz, de alianza, de tregua, de neutralidad, de comercio,
concordatos y otras convenciones. Los tratados, antes de su ratificación, se presentarán a
15
incorporación de los tratados en Chile quedó entregada a la regulación
subconstitucional y a la práctica institucional, ejemplo de aquélla es el
DS Nº 132, de 21 de junio de 1926, sobre promulgación de
acuerdos internacionales aprobados por el Congreso Nacional, esto
es, los tratados se promulgan a través de un DS promulgatorio que,
cual se usa para los proyectos de ley aprobados por el Congreso,
ordena cumplirlos “como Ley de la República” y, por su parte, la
jurisprudencia asimila el texto del tratado al de un proyecto de ley pues
exige para su vigencia sea publicado el tratado, según la fórmula del
Código Civil (Diario Oficial) o a la Ley Nº 18.158 que autoriza una forma
especial de publicación de tratados de gran extensión, osea., mediante el
depósito de ejemplares autenticados en el Ministerio de Relaciones
Exteriores y en la CGR debiendo ésta de mantener un ejemplar en
cada una de sus oficinas regionales.
la aprobación del Congreso. Las discusiones y deliberaciones sobre estos objetos serán
secretas, si así lo exige el Presidente de la República”, art. 72.16ª: “Son atribuciones
especiales del Presidente: […] 16ª Mantener las relaciones políticas con las potencias
extranjeras, recibir sus Agentes, admitir sus Cónsules, conducir las negociaciones, hacer
las estipulaciones preliminares, concluir y firmar todos los tratados de paz, de alianza, de
tregua, de neutralidad, de comercio, concordatos y otras convenciones“. Los tratados, antes
de su ratificación, se presentarán a la aprobación del Congreso. Las discusiones y
deliberaciones sobre estos objetos serán secretas, si el Presidente de la República así lo
exigiere.
CPR art. 43.5ª: “Son atribuciones exclusivas del Congreso […] Aprobar o desechar los
tratados que le presentare el Presidente de la República antes de su ratificación. Todos
estos acuerdos tendrán en el Congreso los mismos trámites de una ley”.
CPR art. 50.1): Son atribuciones exclusivas del Congreso: Aprobar o desechar los tratados
internacionales que le presentare el Presidente de la República antes de su ratificación.
La aprobación de un tratado se someterá a los trámites de una ley.
Las medidas que el Presidente de la República adopte o los acuerdos que celebre para el
cumplimiento de un tratado en vigor no requerirán de nueva aprobación del Congreso, a
menos que se trate de materias propias de ley.
En el mismo acuerdo aprobatorio de un tratado, podrá el Congreso autorizar al Presidente
de la República a fin de que, durante la vigencia de aquél, dicte las disposiciones con
fuerza de ley que estime pertinentes para su cabal cumplimiento, siendo en tal caso
aplicables lo dispuesto en los incisos segundo y siguientes del artículo 61
16
“…para que los tratados tengan fuerza obligatoria deben ser sometidos
a la aprobación del Congreso y promulgados en la misma forma que
las leyes”, y confirmada en el caso Ortega Rodríguez Leopoldo y otro,
en que se invocó la aplicación del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos que a ese tiempo no estaba publicado sino
promulgado8.
8
A la fecha de este fallo regía el D.L. Nº 247 que, según su epígrafe, establecía normas
sobre tratados internacionales, y cuyo artículo 5º disponía que “Una vez se haya efectuado
el canje o el depósito de los instrumentos de ratificación o de adhesión, según el caso, el
tratado deberá ser promulgado por decreto supremo del Ministerio de Relaciones
Exteriores, que ordenará que éste se cumpla y lleve a efecto como ley de la República y
que tanto dicho decreto supremo como el texto del tratado se publiquen en el Diario Oficial”.
Este DL fue derogado el 19 de enero de 1990 por el artículo único de la Ley Nº 18.903,
.
17
pronunciarse sobre la aprobación del tratado que creó la Corte Penal
Internacional pues, aunque sin relación con la cuestión sometida a
su control, el Tribunal manifestó que los tratados internacionales no
tienen rango o jerarquía constitucional y trasluce aceptar la tesis de que
se encuentran en una posición intermedia bajo la Constitución pero
por sobre la ley.
18
también para derogar, modificar o suspender las disposiciones de un
tratado, o sea, junto con la referencia del art. 5 inc. 2, éstas son las
únicas disposiciones constitucionales que otorgan a fuentes del
derecho internacional un efecto en el derecho interno.
9
El incumplimiento del tratado solo sería posible, según prescribe el art. 46 de la
Convención de Viena, si el consentimiento viola una disposición de derecho interno
concerniente a la competencia para celebrar tratados y tal violación es manifiesta (lo
es si resulta objetivamente evidente para cualquier Estado que proceda en la materia
conforme a la práctica usual y de buena fe) y afecta a una norma de importancia
fundamental del derecho interno.
19
si lo hacen, por ejemplo, la Carta española en su art. 96.1 establece
que los tratados internacionales válidamente celebrados, una vez
publicados oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento
jurídico interno, y la francesa en su art. 55.1 prevé que los tratados o
acuerdos debidamente ratificados o aprobados tendrán, desde el
momento de su publicación, una autoridad superior a las leyes, a
reserva, para cada acuerdo o tratado, de su aplicación por la otra
parte, debiendo entonces los tribunales preterir a la ley que entra en
conflicto con un tratado10.
10
Sentencias Cafés J. Fabre y Nicolo, del Tribunal de Casación de 25.05.1975 y del
Consejo de Estado de 20.10.1989, respectivamente, citadas por DIEZ DE vELASCO,
Manuel, Instituciones de Derecho Inter- nacional Público, 16ª Edición, Tecnos, Madrid,
2007, p. 244.
11
La soberanía reside esencialmente en la Nación. Su ejercicio se realiza por el
pueblo a través del plebiscito y de elecciones periódicas y, también, por las
autoridades que esta Constitución establece. Ningún sector del pueblo ni individuo
alguno puede atribuirse su ejercicio.
El ejercicio de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos
esenciales que emanan de la naturaleza humana. Es deber de los órganos del Estado
respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así como por
los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.
12
Son atribuciones especiales del Presidente de la República […] Conducir las
relaciones políticas con las potencias extranjeras y organismos internacionales, y
llevar a cabo las negociaciones; concluir, firmar y ratificar los tratados que estime
convenientes para los intereses del país, los que deberán ser sometidos a la
aprobación del Congreso conforme a lo prescrito en el artículo 54 Nº 1º. Las
discusiones y deliberaciones sobre estos objetos serán secretos si el Presidente de
la República así lo exigiere;
13
Son atribuciones del Congreso: […] Aprobar o desechar los tratados internacionales
que le presentare el Presidente de la República antes de su ratificación. La aprobación
de un tratado requerirá, en cada Cámara, de los quórum que corresponda, en
conformidad al artículo 66, y se someterá, en lo pertinente, a los trámites de una ley.
El Presidente de la República informará al Congreso sobre el contenido y el alcance
del tratado, así como de las reservas que pretenda confirmar o formularle.
El Congreso podrá sugerir la formulación de reservas y declaraciones
interpretativas a un tratado internacional, en el curso del trámite de su aprobación,
siempre que ellas procedan de conformidad a lo previsto en el propio tratado o en las
normas generales de derecho internacional.
Las medidas que el Presidente de la República adopte o los acuerdos que celebre
para el cumplimiento de un tratado en vigor no requerirán de nueva aprobación del
Congreso, a menos que se trate de materias propias de ley. No requerirán de
aprobación del Congreso los tratados celebrados por el Presidente de la República
en el ejercicio de su potestad reglamentaria.
20
93 Nºs 114, 315, 616 y 717, 94 inc. 218 hacen referencia a los tratados
internacionales y de su lectura es evidente que el objeto de aquéllos
se asimila a las materias propias de ley, en consecuencia un tratado
ratificado por Chile aparece como un texto del que no se puede concluir,
sobre la base del derecho positivo, si tiene carácter normativo en el
14
[…] Ejercer el control de constitucionalidad de las leyes que interpreten algún
precepto de la Constitución, de las leyes orgánicas constitucionales y de las normas
de un tratado que versen sobre materias propias de estas últimas, antes de su
promulgación;
15
Resolver las cuestiones sobre constitucionalidad que se susciten durante la
tramitación de los proyectos de ley o de reforma constitucional y de los tratados
sometidos a la aprobación del Congreso;
16
Resolver, por la mayoría de sus miembros en ejercicio, la inaplicabilidad de un
precepto legal cuya aplicación en cualquier gestión que se siga ante un tribunal
ordinario o especial, resulte contraria a la Constitución;
17
Resolver por la mayoría de los cuatro quintos de sus integrantes en ejercicio, la
inconstitucionalidad de un precepto legal declarado inaplicable en conformidad a lo
dispuesto en el numeral anterior;
18
Las disposiciones que el Tribunal declare inconstitucionales no podrán convertirse
en ley en el proyecto o decreto con fuerza de ley de que se trate;
21
orden interno y si lo tuviera cuál sería su función en el plano normativo,
pero es innegable que un instrumento internacional implica una
obligación del Estado, donde queda ciertamente comprendida la
magistratura, de cumplir lo pactado siendo ello ineludible toda vez que
el Derecho Internacional de los Derechos Humanos tiene por fin la
promoción y protección de tales derechos.
19
SCS, “Caso Sandoval”, 17 nov. 2004, Rol 517-2004; “Caso Vásquez y otros”, 13 dic.
2006, Rol 559-2004; “Caso Rojas”, 13 marzo 2007, Rol 3125-04, considerando 35;
“Caso Rojo Espinoza”, 18 junio 2008, Rol 2054-08, considerando 1; “Caso Zapata
Reyes”, 10 mayo 2007, Rol 3452-06, considerando 66; “Caso Gómez Aguilar”, 24
enero 2008, Rol 1528-06, considerando 37.
22
reforma de aquélla por un procedimiento distinto y menos reglado
que el previsto al efecto.
20
En un documento preparado por una comisión técnica se afirma que “la reforma
propuesta persigue robustecer las garantías constitucionales y la vigencia de los
derechos humanos” y para ello se proponen enmiendas, entre otros artículos, al
artículo 5º de la Constitución de 1980, explicándose esta enmienda como un refuerzo
del deber de los órganos del Estado de respetar los derechos constitucionales y los
declarados por normas internacionales que comprometen al país. La redacción de la
enmienda constitucional propuesta fue más amplia que la aprobada. En efecto, no
hubo consentimiento por parte del gobierno del General Pinochet para incluir en el
artículo 5º todas las normas internacionales que consagran o garantizan derechos
humanos, sino solamente las normas contenidas en tratados. No hay documentación
sobre la razón de este cambio.
21
“[…] Esta construcción determinó que esta Corte Suprema haya expresado en
innumerables fallos que “de la historia fidedigna del establecimiento de la norma
constitucional contenida en el artículo 5º de la Carta Fundamental, queda claramente
establecido que la soberanía interna del Estado de Chile reconoce su límite en los
valores que emanan de la naturaleza humana; valores que son superiores a toda
norma que puedan disponer las autoridades del Estado, incluido el propio Poder
Constituyente, lo que impide sean desconocidos” (Revista Fallos del Mes Nº 446,
enero de 1996, sección criminal, fallo 1, considerando cuarto, página 2066),
construcción supraconstitucional que importa incluso reconocer que los derechos
humanos están por sobre la Constitución Política de la República, entre ellos los que
se encuentren en tratados internacionales, no por estar dichos derechos
fundamentales consagrados en instrumentos internacionales, los que siempre
tendrán rango legal y deberán ser aprobados por el quórum respectivo, sino por
referirse a derechos esenciales, en lo cual existe concordancia con lo resuelto por el
Tribunal Constitucional. […]”. Corte Suprema, “Caso López López”, 14 oct. 2009, Rol
5570, 2007, considerando Nº 10. En el mismo sentido SSCS, “Caso Claudio Francisco
Thauby Pacheco y otros”, 3 octubre 2006, Rol 2707-2006, considerando 13, y “Caso
Ana Luisa del Carmen Rojas Castañeda”, 14 dic. 2010, rol Nº 6458-2008,
considerando Nº 10.
23
humanos entendidos por la propia Constitución como un límite a la
soberanía del Estado podrían ser considerados jerárquicamente
superiores a la misma Constitución.
22
Quien primero refiere el “control de convencionalidad” en la Corte IDH es el juez
Sergio García Ramírez en el caso Myrna Mack Chang Vs. Guatemala, idea que reitera
con mayor precisión en el caso Tibi Vs. Ecuador, Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas, sentencia de 7 de septiembre de 2004, Serie C No. 114, Voto
párr.3.el mentado juez refiere el control de convencionalidad externo como un actuar
la Corte IDH similar a la de los tribunales constitucionales nacionales: “En cierto
sentido, la tarea de la Corte se asemeja a la que realizan los tribunales
constitucionales. Estos examinan los actos impugnados -disposiciones de alcance
general- a la luz de las normas, los principios y los valores de las leyes fundamentales.
La Corte Interamericana, por su parte, analiza los actos que llegan a su conocimiento
en relación con normas, principios y valores de los tratados en los que funda su
competencia contenciosa. Dicho de otra manera, si los tribunales constitucionales
controlan la ‘constitucionalidad’, el tribunal internacional de derechos humanos
resuelve acerca de la ‘convencionalidad’ de esos actos. A través del control de
constitucionalidad, los órganos internos procuran conformar la actividad del poder
público -y, eventualmente, de otros agentes sociales- al orden que entraña el Estado
de Derecho en una sociedad democrática. El tribunal interamericano, por su parte,
pretende conformar esa actividad al orden internacional acogido en la convención
fundadora de la jurisdicción interamericana y aceptado por los Estados partes en
ejercicio de su soberanía”
24
En el ámbito interno, el control de convencionalidad consiste en el
deber de los jueces, órganos de la administración de justicia y
demás autoridades públicas, de realizar un examen de
compatibilidad entre los actos y normas nacionales y la
Convención, sus protocolos adicionales, la jurisprudencia de la
Corte IDH y demás instrumentos del sistema interamericano.
25
Aylwin Azócar, el 4 noviembre 1992 viuda de Prof. Almonacid
presenta querella en 1er J. Cr. Rancagua y pide reapertura de la
causa (fs. 41), el 3 febrero y 3 junio 1993 1er J. Cr. Rancagua se
declara incompetente y pasa antecedentes a Fiscalía de Ejército y
Carabineros de San Fernando, la Corte Ap Rancagua revoca
resolución, el 31 agosto 1996 1er J. Cr. Rancagua somete a
proceso a un carabinero como autor y a otro como cómplice, el 27
sept 1996 2do. J Militar Stgo. traba contienda de competencia
(inhibitoria), el 5 diciembre 1996 CS confirma competencia de 2do.
J Militar Stgo., el 16 diciembre 1996 2do. J Militar Stgo. instruye
sumario a través de la 2da Fiscalía Ejército y Carabineros, el 14
enero 1997 2da Fisc. Ejcto. y Carab. pide dictar sobreseimiento
definitivo y total por aplicación del DL 2.191 (Ley de Amnistía), el
28 enero 1997 2do. J Militar Stgo. y sin realizar diligencias
probatorias dicta sobreseimiento definitivo y total de la causa por
aplicación del DL 2.191 (Ley de Amnistía), el 25 marzo 1998 Corte
Marcial confirma resolución de 28/01/1997 de 2do. J Militar Stgo. que
decretó sobreseimiento definitivo y total de la causa por DL 2.191
sin haberse realizado diligencia probatorias, el 16 abril 1998 CS
confirma resolución de Corte Marcial de 25/03/1998 y declara que
el recurso deducido para dejar sin efecto lo resuelto por ésta es
extemporáneo, el 15 sept 1998 viuda del Prof. Almonacid presenta
petición ante la Comisión Interamericana de DD. HH y ella se acoge
a trámite, el 9 octubre 2002 la Comisión adopta Informe que
declara admisible la petición, el 7 marzo 2005 Comisión aprueba
Informe que concluye que el Estado de Chile violó los derechos
consagrados en los arts. 8 (debido proceso) y 25 (amparo judicial)
de la Convención Americana de Derechos Humanos en perjuicio
de los familiares de Luis Almonacid, el 11 julio 2005 ante falta de
información del Estado de Chile sobre la implementación de las
recomendaciones del Informe aprobado, se decide someter el caso
a la Corte Interamericana de DD. HH., el 27 julio 2005 la Secretaria
26
de la Corte Interamericana de DD. HH. Notifica la demanda al
Estado de Chile, el 26 noviembre 2005 Estado de Chile presenta
escrito deduciendo excepciones preliminares y contestando la
demanda, se convocó por el Presidente de la Corte a la Comisión,
al representante y al Estado de Chile a una audiencia pública a
celebrarse en Brasilia a partir del 29 de marzo de 2006 para
escuchar los alegatos finales sobre las excepciones preliminares y
eventuales fondos, reparaciones y costas y declaración de la viuda
y testigos del Estado chileno, el 26 sept 2006 SE DICTA
SENTENCIA, y en el Considerando 96 se reconoce que el caso del
profesor Luis Almonacid Arellano es un crimen de lesa humanidad
y se declara que:
27
En el Considerando 122 se manifiesta que la Ley de Amnistía es
contraria a la Convención Americana de Derechos Humanos y:
23
Artículo 1. Obligación de Respetar los Derechos
1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos
y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona
que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color,
sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional
o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.
28
tarea, el Poder Judicial debe tener en cuenta no solamente el
tratado, sino también la interpretación que del mismo ha hecho
la Corte Interamericana, intérprete última de la Convención
Americana”
29
como autor de homicidio simple concediéndosele el beneficio de
libertad vigilada.
14 enero 2013 C Ap Rancagua confirma la pena impuesta por el
fallo de 18 de agosto de 2013 por el Ministro en Visita
Extraordinaria de Corte Ap Rancagua
30
competencia. En tal escenario, es esa Corte la que decide si el
Estado de Chile ha respetado o no esos derechos esenciales
garantizados por la Convención. Y si decide que no lo ha
hecho, es de toda evidencia que la norma de derecho interno
que los infrinja, sea de manera general o sea en su aplicación
a un caso concreto por las especiales características de éste,
pierde su eficacia para el preciso caso de que hablemos,
porque de otra manera no se cumpliría lo dispuesto por la
propia Constitución, en cuanto a que la regla de derecho
fundamental, garantizada por el tratado, limite la soberanía, ni
tampoco se cumpliría el deber, que también el citado artículo
5° impone, de respetar y promover el derecho esencial de que
se trate. En suma, tenga o no la Convención Interamericana de
Derechos Humanos un rango constitucional, lo cierto es que
los derechos que garantiza no pueden conculcarse, ni
mantenerse conculcados, en base a reglas del derecho
interno, pues entonces no sólo se infringe la Convención
misma, sino directamente el mandato del artículo 5° de nuestra
propia Constitución. Así pues, en el caso sublite, si la Corte
Interamericana decidió que el Estado de Chile violó los
derechos fundamentales de las personas que ante ella
acudieron, consagrados en los artículos 8.1 y 25 de la
Convención Americana; esto es, los derechos al debido
proceso y al amparo por la vía judicial, precisamente por
sobreseer definitivamente por amnistía el proceso sobre la
muerte del Sr. Almonacid, es innegable que es el
sobreseimiento mismo lo que constituye el acto vulnerador, y
por ende enfrentado éste, y la normativa legal que le da fuerza
de cosa juzgada, al artículo 5° de la Constitución, por una
razón que combina tanto la normativa internacional como el
derecho interno, esa cosa juzgada no podría operar, sin
mantener la vulneración”.
31
Agrega en el Considerando 6 la CAp Rancagua:
32
propio Estado como frente a los otros Estados contratantes, al
aprobar estos tratados sobre derechos humanos, los Estados
se someten a un orden legal dentro del cual ellos, por el bien
común, asumen varias obligaciones no en relación con otros
Estados sino hacia los individuos bajo su jurisdicción”
24
Contra Romo Mena, 26 septiembre 1994, Diario El Mercurio, 2 octubre 1994, pp. D4
y D5; Contra Romo Mena, 30 septiembre 1994 (recurso de apelación), Gaceta
Jurídica, nº 171 (septiembre 1994), pp. 127-136.
25
Poblete Córdova, 9 septiembre 1998 (recurso de casación en el fondo), Gaceta
Jurídica nº 219 (1998), pp. 119-126.
26
Desafuero Pinochet Ugarte, 8 agosto 2000, Revista de Estudios Públicos n° 79
(invierno 2000), pp. 509-561.
27
Contra Rivera González y otros, 29 diciembre 2004, LexisNexis (Base de datos
electrónica de jurisprudencia), número identificador 32543.
33
respetar y promover los derechos esenciales que emanan de la
naturaleza humana, garantizados por los tratados internacionales.
Mientras que las disposiciones de los Convenios de Ginebra
protegen los derechos humanos de los contendientes en caso de
guerra externa o conflictos entre fuerzas organizadas de carácter
interior de un Estado»28, «Los artículos 146, 147 y 148 de los
Convenios son de aplicación amplia aun fuera del estado de guerra:
es el repudio de toda acción delictual que lleve a la comisión de
“homicidio adrede, tortura o tratos inhumanos”, y es obvio que si
estos delitos no pueden cometerse durante una guerra, mucho
menos pueden ser cometidos durante el tiempo de paz. El convenio
internacional estableció una garantía de esos derechos
fundamentales del ser humano que no pueden ser quebrantados
en ninguna circunstancia»29 y «El Estado de Chile se impuso en los
citados Convenios la obligación de garantizar la seguridad de las
personas que pudieren tener participación en conflictos armados
dentro de su territorio, especialmente si fueren detenidas,
quedando vedado el disponer medidas que tendieren a amparar los
agravios cometidos contra personas determinadas o lograr la
impunidad de sus autores, teniendo especialmente presente que
los acuerdos internacionales deben cumplirse de buena fe»30, es
decir, resulta indispensable la justicia supranacional.
28
Contra Romo Mena, 30 septiembre 1994, considerandos 8º y 9°, pp. 132 y 133;
Poblete Córdova, 9 septiembre 1998, considerando 10°, p. 122; Corporación Nacional
de Reparación y Reconciliación (2003 a), Informe fiscal Corte Suprema
29
Contra Romo Mena, 30 septiembre 1994, considerandos 8º y 9º, pp. 132 y 133;
Corporación Nacional de Reparación y Reconciliación (2003 a), Informe fiscal Corte
Suprema; Contra Rivera González y otro (2004), considerando 5°.
30
Contra Romo Mena, 30 septiembre 1994, considerandos 8º y 9º, pp 132 y 133; Poblete
Córdova, 9 septiembre 1998, considerando 10º, p. 122; Contra Rivera González y otro,
29 diciembre 2004, considerando 4°.
34
Bórquez, en 1978, respondió ante las consultas acerca de las
constantes desapariciones ilegales de opositores de la dictadura
militar, respecto de las que se negaban los recursos de amparo, de
hecho el Poder Judicial rechazó unos 9.000 de ellos, solo uno se
acogió, el por el dirigente de las Juventudes comunistas Carlos
Humberto Contreras Maluje, arrestado en la vía pública, en
presencia de múltiples testigos, cuando se lanzó a las ruedas de un
autobús para intentar huir de sus captores, y quien hasta hoy sigue
detenido desaparecido.
35
Nuestra judicatura incurrió en acciones y omisiones impropias de
su función, al haberse negado, salvo aisladas pero valiosas
excepciones que nos honran, a prestar protección a quienes
reclamaron una y otra vez su intervención. La inadmisibilidad o el
rechazo por parte de nuestros tribunales de miles de recursos de
amparo, muchos de los cuales fueron fundadamente interpuestos
en nombre de compatriotas de cuya suerte nunca más se supo, la
negativa sistemática a investigar las acciones criminales
perpetradas por agentes del Estado y la renuencia a constituirse
personalmente en centros de detención y tortura, sin duda alguna,
contribuyeron al doloroso balance que en materia de derechos
humanos quedó tras ese gris período.
36
persona humana, incluso y muy especialmente en contextos en los
cuales estos se vean más expuestos y vulnerables, como garantía
de que nunca más a las personas que habitan el territorio de
nuestro país les será vedado el acceso a la justicia.
37
Si alguien duda, es de destacar la Declaración Pública, dos días
después, el 6 de septiembre de 2013, de la Corte Suprema:
2.- Que, frente a esta realidad, no cabe sino reconocer que si esos
atropellos efectivamente ocurrieron, como lo fueron, en parte se
debió a la omisión de la actividad de jueces de la época que no
38
hicieron lo suficiente para determinar la efectividad de dichas
acciones delictuosas -las que por cierto ofenden a cualquier
sociedad civilizada pero principalmente de la Corte Suprema de
entonces que no ejerció ningún liderazgo para representar este tipo
de actividades ilícitas, desde que ella no podía ignorar su efectiva
ocurrencia, toda vez que les fueron denunciadas a través de
numerosos requerimientos jurisdiccionales que se promovían
dentro de la esfera de su competencia, negando de esta manera la
efectiva tutela judicial de que gozaban los afectados.
39
Art. 5 CPE: La soberanía reside esencialmente en la Nación. Su
ejercicio se realiza por el pueblo a través del plebiscito y de
elecciones periódicas y, también, por las autoridades que esta
Constitución establece. Ningún sector del pueblo ni individuo
alguno puede atribuirse su ejercicio
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