ACTIVIDAD ENSAYO FINAL

CLAUDIA XIMENA ORDOÑEZ SARRIA

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA UCC

CAMPUS POPAYAN
2020
El almohadón de plumas es una obra literaria perteneciente al escritor Horacio
Quiroga, publicada en su colección de cuentos originalmente titulada “Cuentos de
amor, de locura y de muerte” en el año 1917, en el que se dice fue el mejor año
de este escritor.

Este cuento nos muestra la desdicha de una pareja recién casada, conformada
por Alicia y Jordán. En dicha relación Alicia se ve afectada por una rara
enfermedad que va debilitando constantemente su integridad hasta la muerte. Al
final de la historia se revela la verdadera razón de su fallecimiento, esto sucede a
causa de un parasito que se alojó en su almohadón y le fue succionando la
sangre.

La historia nos presenta un personaje muy relevante, el vampiro. En una lectura

rápida se cree que el único vampiro es el insecto monstruoso, pero al analizar la
historia con mayor profundidad se puede deducir que hay otra de estas criaturas,
Jordán.

¿Qué es el Vampiro? El vampiro es conocido en el mundo de los cuentos e

historias fantásticas como una criatura que se alimenta de la sangre de seres
vivos para mantenerse activo. En la actualidad la idea un vampiro se ha visto
influenciada y adaptada a diversos contextos gracias al cine y a la literatura,
Quiroga rescata la figura del vampiro y la define en dos conceptos nuevos para su
época, en un insecto monstruoso y en la sociedad que crea a la pareja y poco a
poco la va deteriorando hasta que acaba con ellos.

En cuanto a los personajes, se describe a Alicia como una joven frágil y tímida
pero a la vez alegre y soñadora. Jordán se describirse como un personaje
totalmente opuesto a Alicia, un hombre serio, con un carácter firme, y físicamente
hablando, alto y fuerte. A pesar de que ambos poseen características muy
opuestas, ambos sienten un gran amor por el otro.

La historia se desarrolla en la casa de los recién casados, en una época al parecer

victoriana ya que el lugar se describe como silencioso, fino, frio, pálido y aun así,
este emanaba cierto aire de orden y pureza, sin embargo a pesar de que el hogar
debe ser un sinónimo de amor y pasión era todo lo contrario, mas bien era un
“Palacio encantado”.

Al inicio del cuento se puede percibir la ausencia de muestras de cariño por parte
de Jordán, esto da a lugar a una falta de comunicación en toda la casa, y se
puede interpretar como el inicio de la muerte de Alicia, también se observa que
Alicia es ya un ser sin voz.

Alicia paso todo el otoño. No obstante había concluido por echar un velo sobre sus antiguos
sueños, y aún vivía dormida en la casa hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su
marido.
Alicia se vuelve tan dependiente de Jordán que no piensa por si misma hasta que
el haga uso de su presencia. Se puede inferir que Alicia ya está totalmente perdida
ya que la cultura de su época la había absorbido hasta volverla dependiente de un
hombre, cosa muy común en aquellos tiempos.
Todo esto que se acaba de relatar tiene que ver muy de cerca con la muerte de
Alicia, la muerte psicológica. Esto se debe al vampiro de la sociedad que ha
formado la costumbres de Jordán convirtiéndolo en un hombre duro y dejando a
Alicia en una posición parecida a la de un parásito, en espera de que Jordán le
brinde un poco de su atención y de su amor.

Después de la muerte psicológica de Alicia viene la muerte física causada por

insecto vampiro. El otoño simboliza la muerte, en este punto de la historia el
narrador empieza a dar pistas de la muerte o de alguna desgracia en la historia,
también hay que tener en cuenta la descripción del hogar, un lugar frió, que al
parecer era a causa de las paredes, sin embargo este también venía de la falta de
comunicación en la casa. Alicia contrae la influenza, entonces se puede inferir que
este evento desencadeno la muerte de ella, sin embargo después se van
evidenciando más pistas que llevan a la verdadera razón de porque Alicia fallece.
Tras el inicio de su fin, también se va desarrollando la desgracia de Jordán, el
ahora solo vivía en la sala y su única actividad era la de pasearse por la alfombra
y ver el estado de Alicia.

Jordán vivía en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase sin cesar de un extremo a
otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus pasos. A ratos entraba en el dormitorio
y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la cama, deteniéndose un instante en cada extremo a
mirar a su mujer

Ahora Jordán era dependiente de su esposa al estar vigilándola y estando atento a

ella la cual empieza a desarrollar otro papel, el de vampiro arrebatándole a la vida
a su esposo debido a sus cuidados. Hay que tener en cuenta que Alicia solo
quería un poco de su afecto el cual casi nunca tuvo, tanto era que a la mínima
señal de afecto ella lloraba.

De pronto Jordán, con honda ternura, le pasó muy lento la mano por la cabeza, y Alicia rompió en
seguida en sollozo, echándole los brazos al cuello. Lloró largamente todo su espanto callado,
redoblando el llanto a la menor tentativa de caricia.

Esto se puede tomar como una señal de venganza por parte de Alicia al no tener
ninguna muestra de afecto anteriormente, sin embargo esto no es así, ya que aun
en su delirio ella quiere estar con Jordán. Alicia tiene alucinaciones en las que
abría los ojos y observaba la alfombra, aquí ya se evidencia a la alfombra no como
un objeto decorativo si no como un símbolo de perdida de la razón en donde
Jordán también se ve inmerso. Quiroga es muy irónico en sus cuentos ya que en
vez de darle a la alfombra ya al almohadón un fin de decoración o confort en el
hogar los relaciona con el delirio y miedo, esta técnica de Quiroga se ve
evidenciada en otros cuentos, como “A la deriva” o “La miel silvestre” que
pertenecen a la misma de colección mencionada al inicio de este ensayo.
Una de las alucinaciones que sufrió Alicia fue la de presenciar a un monstruo.

Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide apoyado en la alfombra sobre los
dedos, que tenía fijos en ella sus ojos.

Esta alucinación se puede tomar como un presagio de su inminente muerte, sin

embargo en ningún momento se espera que la razón de la muerte de Alicia sea
por parte de un vampiro. También se puede inferir la razón de su muerte en uno
de sus sueños, donde Alicia ve a su asesino acechándola. Algo que llama mucho
la atención es que Jordán nunca comenta estas pesadillas con los doctores, los
cuales prácticamente la habían dado por muerta, y Jordán desecho y desesperado
se enoja con los ellos ya haciéndose la idea de que no se podía hacer nada por
ella, solo quedaba esperar hasta el momento de su muerte.

No es arbitrario que el narrador relate en la historia que Alicia solo se debilitaba

por las noches, mientras que en el día no pasaba nada malo, es aquí donde
Quiroga da las señales de la existencia de un vampiro, aunque en un principio
este fuera psicológico termina siento un insecto vampiro. Alicia se niega a que su
almohadón o sus cobijas sean removidas, esto puede significar dos cosas, que
ella ya sabia lo que le pasaba y no quería seguir viviendo porque literalmente
estaba muerta en vida y aun cuando se hubiese recuperado no tendría el amor
que tanto quiso de su marido. Otra razón es puede ser que almohadón tiene un
significado femenino de poder y de comodidad, nunca quiso que se lo quitaran.
Casi al final del cuento el narrador revela la razón de la muerte de Alicia, sin
embargo no específica bien quien fue el verdadero vampiro.

Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado sigilosamente su boca –su
trompa, mejor dicho-…

En la parte de la corrección de trompa por boca, se evidencia una duda en la

verdadera razón de su muerte, si esta fue fue por parte de Jordán o por parte del
insecto, pero al analizar más a fondo la historia se deduce que fueron ambos los
causantes de esta desgracia, la muerte de Alicia.

Aunque en el final del cuento se muere Alicia también se puede inferir que Jordán
fue víctima de su forma de ser, al haber condenado a Alicia a una muerte segura y
sin embargo no advertirlo. Para concluir este cuento es considerado como una
crítica a la sociedad victoriana y a la vez como uno de los mejores cuentos de
terror, haciendo que la figura del vampiro trascienda a algo que ya muchos están
acostumbrados.