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Reflexiones Bíblicas A Will.
Por: Cargleidys López
Por: Reflexiones Bíblicas A Will
Solo ocupándonos de nosotros aunque fuéramos inocente de nuestros actos perecíamos por creer
hacer lo bueno cuando en realidad hacíamos lo malo.
Simplemente estábamos atados en un ciclo sin tener revelación de lo que Dios estaba haciendo en
lo natural, un ejemplo de esto fue Nicodemo quien aunque sabía que Jesús venía de Dios para
enseñarles no tenía la misma visión.
Hechos; En aquel tiempo para creer que Dios estaba con alguna persona debía haber hechos
sobrenaturales que demostraran que esa persona no mentía y estaba de la mano de Dios, hoy en
día se han visto milagros y prodigios de parte de Jesús por medio de hombres, pero estas señales
aunque muchos las vean y reconozcan que fue Jesús quien la hizo no certifica que podrían ver el
reino de los cielos.
Pongamos un ejemplo, doce personas reciben sanidad, dos de ellas glorifican a Dios y se quedan
para conocerle, cinco de ellos corren y celebran con sus amigos y familiares mientras el resto
agradece y continúan con sus vidas pero dejan hasta ahí lo que ocurrió, simplemente recibieron,
agradecieron cierto tiempo y ya no se sabe de ellos.
Quienes se convirtieron experimentaron una verdadera conexión genuina con Dios, recibieron
sanidad física y espiritual, los ojos del entendimiento de ellos fueron abiertos y recibieron perdón,
en estas personas hubo un quebramiento que les hizo reconocer su condición y querer nacer de
nuevo, pues estos sí fueron tocados y estuvieron dispuestos a vivir en gratitud.
La santidad es estar apartado del pecado; Si eres de las personas que piensa que no puedes ser
santo y que este condenado a pecar pues lo seguirás haciendo por tu mentalidad. Dejo en claro
que Cristo nos rescató del pecado para que vivamos una vida sin manchas y sí sus discípulos
pudieron seguir sus pasos tú también puedes hacerlo.
Pablo a sus cartas a los romanos decía que aunque quería hacer lo bueno hacía lo malo, pero más
adelante se exhortaba y daba a entender que a quién alimentes sea tu carne o espíritu iba a
relucir. (Romanos 7:19-25)
Pues si te enfocabas a hacer las cosas del espíritu la carne irá menguando pero, si te enfocas en los
deseos de la carne no creas que ganará el espíritu.
Es decir dependerá de una decisión respecto a tu forma de vivir y tu mentalidad para que el
espíritu de Dios pueda obrar en tu vida y seas lleno de Él.
Conversión.
Santidad.
Llenura del Espíritu Santo.
Así no solo veríamos el reino de los cielos sino que también seríamos participes del mismo
adoptados como hijos.