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• Es un acto extintivo, los efectos del contrato cesan para el futuro. De ahí que
no pueden invocarse hechos posteriores para justificar la medida.
Hay situaciones que, por sí mismas (muerte del trabajador, etc.), producen la
disolución de la relación contractual o habilitan a una de las partes para
declararla, sea que esa actitud genere o no la obligación de preavisar y abonar
indemnización. La declaración de una u otra parte que dispone la resolución del
contrato, sea o no con justa causa, constituye un acto jurídico unilateral que
produce efectos inmediatos o en el plazo fijado por la ley, en cuanto su
comunicación es recibida por la otra parte. No puede estar sujeta a
condiciones. En la práctica, se denomina despido directo al que decide el
empleador, e indirecto, cuando es el trabajador el que lo formula, fundándose
en el incumplimiento contractual del empleador, que lo habilita para disponer la
disolución del vínculo. En cuanto a la comunicación, debe probarse por escrito.
La causa que en ella se invoque, debe hacerse por esa vía con expresión
suficientemente clara de los motivos en que se funda ya que con posterioridad
no se pueden invocar otras causas. Dicha comunicación extingue la relación
laboral en su totalidad.
Artículo 16.-
No habrá lugar a desahucio ni indemnización cuando exista una de las
siguientes causales:
En primer lugar debemos hacer referencia a las causas por las que se puede
acabar con una relación laboral, ya que si hablamos del fin de la misma es
importante conocer al menos las causas más frecuentes por las que se termina
un contrato laboral:
Extinción durante el período de prueba: hoy en día la gran mayoría de
los contratos, por no decir todos, tienen un período de prueba en el cual
se podrá rescindir o terminar la relación laboral sin ningún tipo de
indemnización. Es importante que os informéis, cuando vais a entrar en
un nuevo trabajo, de cuánto tiempo durará el período de prueba para
estar seguros que lo habéis superado en el caso que al final la empresa
decida rescindir el contrato y por tanto os corresponda la indemnización
pertinente.
Mutuo acuerdo: otro de los motivos por los que se puede poner fin a la
relación laboral es por mutuo acuerdo de las partes, puede suceder que
el trabajador decida cambiar de trabajo como consecuencia de una
promoción dentro de otra empresa, es por eso que, si ambas partes lo
pactan así se podrá rescindir el contrato con acuerdo entre el trabajador
y la empresa. Esto implica que se pacte el finiquito y se decida no pagar
indemnización, cosa que puede llegar a favorecer a las dos partes por el
hecho de no tener que litigar para extinguir la relación laboral.
Contratos temporales o de obra y servicio: otro de los motivos por los
que puede acabarse con un contrato es el hecho de que el mismo se
hubiese pactado que tendría una duración determinada. En este tipo de
contratos tampoco hay indemnización por finalización del mismo, y como
mucho puede pactarse una prórroga o pasarlo de temporal a indefinido.
Dimisión del trabajador: en este punto hay que tener una idea clave
formada, el preaviso correspondiente. No olvidéis nunca que si el
trabajador decide irse por su cuenta debe dar un preaviso que
previamente habrá sido marcado en la firma del contrato. Si no lo hace,
tampoco tendrá derecho a cobrar una indemnización por fin de la
relación laboral.
Modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo y extinción por
movilidad geográfica: se trata de dos causas en las que el trabajador
tiene derecho a rescindir el contrato con una indemnización, de manera
que cuando las condiciones del trabajo cambian de manera radical o
cuando la sede de la empresa se traslada a otro municipio, el trabajador
tendrá derecho a rescindir. Eso sí, cobrando una indemnización.
9) QUÉ CAUSALES ADEMÁS DE LAS CITADAS EN EL ARTÍCULO 16 DE LA
LEY GENERAL DEL TRABAJO, CITA EL ARTÍCULO 9 DEL DECRETO
REGLAMENTARIO DE LA LEY GENERAL DEL TRABAJO?