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Migración de los menores de edad a nuestro territorio nacional y responsabilidad del

estado al cumplimiento de sus derechos primordiales.

Facultad de derecho
Electiva jurídico metodología de la investigación – pice iii
Docente: Carlos Saul sierra niño

Estudiante: Íngrid Lizzeth Villamizar bello

22 de febrero de 2022
Planteamiento Del Problema

Los derechos de los niños y niñas prevalecen sobre los demás y son considerados
como un mandato expreso de la Constitución, dado que son derechos civiles, políticos,
culturales, sociales y económicos que todas las niñas, niños y adolescentes deben disfrutar,
independientemente de su condición socioeconómica y étnica.

Ahora bien, gracias a la Convención sobre los derechos de las niñas y niños, estos
son concebidos como sujetos de derecho y no simplemente como beneficiarios de los
servicios y protección del Estado. Dicha Convención fue ratificada en 1989 y entró en vigor
en 1990, constituyendo así el marco básico dentro del cual los gobiernos formulan políticas
para la niñez y la adolescencia. Al reafirmar muchos de los derechos enumerados en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y otros anteriores instrumentos, la
Convención contiene varios artículos relacionados con la movilidad y la ciudadanía, como
el derecho a una nacionalidad, la prohibición de la separación familiar forzosa, la
importancia de tramitar con humanidad y rapidez las solicitudes de reunificación familiar, y
la prohibición de trasladar ilícitamente o introducir ilegalmente niños en el extranjero (Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, -ACNUDH- 1989).

Basándose en lo anterior, es válido mencionar que así lo reconoce Colombia en el


artículo 44 superior, mediante el cual se señalan algunos de sus derechos fundamentales y
se establece que gozarán de todos aquellos consagrados en la Carta Política, las leyes de la
República y los tratados internacionales ratificados por el país. Esta norma constitucional es
el fundamento del denominado principio de interés superior de los niños y niñas. De igual
forma, el artículo 25 de la Ley de Infancia y Adolescencia, reconoce el derecho de los
niños, niñas y adolescentes a tener una identidad y a conservar los elementos que la
constituyen como el nombre, la nacionalidad y filiación, para lo cual deberán ser inscritos
en el registro civil inmediatamente después de su nacimiento.

Así mismo, el derecho a la nacionalidad, ha sido reconocido en diversos


instrumentos internacionales, de los cuales resulta importante resaltar los artículos 3-1 y 7
de la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada por Colombia mediante la Ley 12
de 1991, el artículo 15 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el artículo
20 de la Convención Americana de Derechos Humanos, aprobada por el Congreso de la
República mediante la Ley 16 de 1972 y el artículo 19 de la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, siendo un imperativo para el Estado impedir que los niños
y niñas tengan la condición de apátridas, por lo que en todas las medidas que tomen las
instituciones públicas o privadas de bienestar social prevalecerá el interés superior de los
niños y niñas.

En consecuencia, el Gobierno Nacional prorrogó la medida adoptada en el 2019 a


través de la resolución 8470 que nos habla específicamente de una medida administrativa
de carácter temporal y excepcional, para incluir de oficio la nota “Válido para demostrar
nacionalidad” en el Registro Civil de Nacimiento de niñas y niños nacidos en Colombia,
que se encuentran en riesgo de apatridia, hijos de padres venezolanos, que no cumplen con
el requisito de domicilio” que se encontraba vigente hasta el 20 de agosto de 2021, que
permite que niños de padres venezolanos que nacen en Colombia tengan la nacionalidad.
Medida que se llevó a cabo en el contexto de la crisis política, económica y social que
afronta Venezuela, la cual ha enmarcado la expulsión de miles de habitantes de dicho país
al exterior. Por consiguiente, Colombia al ser un país vecino ha sido fuertemente impactada
por las migraciones forzadas de personas provenientes de Venezuela, como también por los
desafíos y dificultades de los procesos de integración de los inmigrantes, buscando prevenir
la vulneración directa o indirecta de los derechos humanos.

Sin embargo, los procesos migratorios entre ambos países ya venían antecedidos
con la migración de colombianos hacia Venezuela, de alto impacto para el país receptor
desde la década de los 80 del siglo pasado, en el cual muchos colombianos salieron en
búsqueda de mejores oportunidades económicas y laborales o huyendo del conflicto
armado, lo cual ocasionó para el vecino país una coyuntura enmarcada dentro de un
fenómeno migratorio alto.

Actualmente el fenómeno migratorio se da en la dirección contraria, para junio del


2018, según estimaciones de la OIM, aproximadamente 2.269.123 de personas venezolanas
han salido de su país, en Sudamérica se encuentran 1.529.021 de este número y en
Colombia (para agosto) 935.593. El último informe de ACNUR (2018), devela como
Colombia ha sido territorio de alcance mediato de muchos inmigrantes venezolanos, y
como los flujos migratorios de los mismos no han cesado en los últimos años.

Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, es válido plantearse hasta qué


punto tiene responsabilidad el estado colombiano en lo concerniente al impacto que
ocasiona la población migrante ilegal, en especial menores de edad provenientes de
Venezuela. Por lo cual se considera pertinente realizar una caracterización de la población
infantil venezolana que ha migrado en los últimos dos años a la ciudad de Bucaramanga
siendo cercana a la frontera, buscando así dimensionar la emergencia jurídica, moral,
sociológica y política de los estudios de género en la perspectiva de los derechos a las
minorías, los movimientos sociales y los diversos actores políticos del territorio. De igual
manera, buscando identificar el grado de responsabilidad que tiene el estado colombiano
sobre la vulneración de los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes
venezolanos.

Lo cual permitirá realizar una conceptualización de la actual normatividad y


jurisprudencia colombiana sobre las personas migrantes e investigar las acciones legales y
medidas tomadas en el sistema de salud y educación para mitigar la vulneración de los
derechos de los niños venezolanos.

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