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Mientras que la cola del espermatozoide se divide en cuatro partes: cuello, pieza
intermedia, pieza principal y pieza terminal.
TIPOS
Espermatobioscopía directa. Consiste en eyacular dentro de un vaso de
muestras clínicas, a través de la masturbación manual.
EXAMEN MACROSCÓPICO
consiste en analizar las características básicas del semen a simple vista, sin
tener que recurrir al microscopio. Las más importantes son las siguientes:
Volumen
se mide en mililitros (ml). La muestra seminal es normal cuando tiene un
volumen superior a 1,5 ml.
Licuefacción
la muestra de eyaculado se deja licuar unos 20 minutos de forma natural
para poder hacer el estudio, es decir, debe estar totalmente líquido.
Color
el semen tiene un color gris-amarillento. Si la muestra es muy
transparente puede indicar presencia de leucocitos y si es muy opaca se
sospecha una concentración elevada de espermatozoides.
Viscosidad
se examina la presencia de hilos por una viscosidad aumentada y se
rompen para que no interfieran en el estudio. Un semen muy viscoso
puede indicar problemas en la próstata.
pH
el semen tiene un pH entre 7 y 8 normalmente. La variación en el pH
fuera de este rango se asocia con la presencia de una infección.
EXAMEN MICROSCOPICO
En este se analiza
Concentración de espermatozoides
se hace un recuento de espermatozoides. El número de espermatozoides
debe superar los 15 millones por ml o los 39 millones en total por
eyaculado para que la muestra se considere normal.
Motilidad o movilidad espermática
se analiza el porcentaje de espermatozoides móviles de la muestra, así
como el modo en que se mueven: progresivos rápidos, lentos o no
progresivos. Se dice que una muestra seminal es normal cuando más del
40% de sus espermatozoides se mueve y más del 32% lo hace de forma
progresiva.
Vitalidad espermática
hay varias pruebas para ver si existen espermatozoides muertos en el
eyaculado: tinción de eosina, test hipoosmótico, etc. Para que la muestra
de semen sea normal, más del 58% de los espermatozoides deben estar
vivos.
Morfología de espermatozoides
se evalúa la forma que tienen los espermatozoides tiñendo una gota de
semen con hematoxilina-eosina y analizando uno por uno si presentan
alguna anomalía. Al menos el 4% de los espermatozoides debe tener
una forma normal para considerar que la muestra es normal.
Presencia de leucocitos
se hace un conteo de células redondas si éstas aparecen en cantidad
bajo el microscopio. Como máximo, debe haber 1 millón de
leucocitos/ml, pues una cantidad mayor es indicativo de infección.
En caso de presentar alguno de los parámetros alterados y fuera del valor de
referencia, se diagnosticará la muestra de semen con la patología asociada, la
cual puede conllevar a un problema de esterilidad:
Azoospermia
ausencia de espermatozoides
Oligospermia
bajo recuento de espermatozoides
Astenozoospermia
problemas de movilidad de los espermatozoides
Teratozoospermia
espermatozoides con morfología anormal
Necrospermia
gran cantidad de espermatozoides muertos
Hipospermia
bajo volumen seminal
GLÁNDULAS SEXUALES ACCESORIAS DEL
APARATO REPRODUCTOR MASCULINO
• Las glándulas bulbouretrales o glándulas de Cowper
• Son un par de glándulas del tamaño de un guisante. miden entre 3 a 5 mm
de largo y menos de 1cm de diámetro.
Se localizan por debajo de la próstata, a cada lado de la uretra
membranosa, entre los músculos profundos del periné, y sus conductos se
abren en el interior de la uretra esponjosa. Durante la excitación sexual, las
glándulas segregan un líquido alcalino hacia el interior de la uretra, que
protege los espermatozoides neutralizando la acidez de la orina y la uretra.
A su vez, secretan moco que lubrica el extremo del pene y las paredes de
la uretra; así disminuye el número de espermatozoides dañados durante la
eyaculación. Algunos hombres expulsan una o dos gotas de este moco
durante la excitación sexual y la erección. Cabe resaltar que este líquido no
contiene espermatozoides.
OVOGÉNESIS
La formación de los gametos en el ovario se denomina ovogénesis. A
diferencia de la espermatogénesis, que se inicia en la pubertad en los
varones, la ovogénesis comienza, en las mujeres, mucho antes del
nacimiento y ocurre, en esencia, de la misma manera que la
espermatogénesis; se produce la meiosis y las células germinativas
resultantes atraviesan un proceso de maduración. Durante el desarrollo
fetal temprano, células germinativas primordiales (primitivas) migran desde
el saco vitelino hacia los ovarios. Una vez allí, se diferencian en ovogonios.
Los ovogonios son células madre diploides (2n), que se dividen por mitosis
para producir millones de células germinativas. Incluso antes del
nacimiento, la mayor parte de estas células se degeneran por medio de un
proceso conocido como atresia. Algunas, no obstante, se desarrollan hasta
formar células de mayor tamaño, los ovocitos primarios, que entran en la
profase de la meiosis I durante el desarrollo fetal, pero no completan esta
fase hasta después de la pubertad. Durante esta etapa detenida del
desarrollo, cada ovocito primario es rodeado por una capa de células
foliculares, y la estructura entera es el folículo primordial. La corteza ovárica
que rodea los folículos primordiales está compuesta de fibras colágenas y
células estromales similares a fibroblastos. Al momento del nacimiento, en
cada ovario se encuentran aproximadamente 200 000 a 2 000 000 de
ovocitos primarios. De éstos, aproximadamente 40 000 siguen presentes al
alcanzar la pubertad y alrededor de 400 podrán madurar y ser ovulados
durante la vida fértil de la mujer. Los ovocitos primarios restantes sufren el
proceso de atresia. Cada mes, desde la pubertad hasta la menopausia, las
gonadotropinas (FSH y LH), secretadas por el lóbulo anterior de la hipófisis,
estimulan varios folículos primordiales a continuar su desarrollo; sin
embargo, sólo uno suele alcanzar el grado de madurez necesario para ser
ovulado. Unos pocos folículos primordiales comienzan a crecer y se
convierten en folículos primarios. Cada uno de estos consiste en un ovocito
primario que en una etapa posterior de su desarrollo es rodeado por varias
capas de células cuboides y cilíndricas bajas llamadas células de la
granulosa. A medida que el folículo primario crece, forma una capa
glucoproteica definida, la zona pelúcida, entre el ovocito primario y las
células de la granulosa. A su vez, las células estromales alrededor de la
membrana basal comienzan a organizarse formando una capa denominada
teca folicular.
Con la continuación del proceso de maduración, un folículo primario se
transforma en uno secundario. En un folículo secundario, la teca se
diferencia en dos capas celulares; 1) la teca interna, una capa interna muy
vascularizada de células cuboideas secretoras que producen estrógenos, y
2) la teca externa, una capa externa de células estromales y fibras
colágenas. A su vez, las células de la granulosa comienzan a secretar
líquido folicular, que se acumula en una cavidad llamada antro, en el centro
del folículo secundario. Además, la capa más interna de las células
granulosas se une firmemente a la zona pelúcida y pasa a formar la corona
radiada. El folículo secundario, finalmente, se agranda y se convierte en un
folículo maduro (de de Graaf). En el interior de este folículo, el ovocito
primario diploide completa la meiosis I, produciendo dos células haploides
de distinto tamaño, cada una con 23 cromosomas. La célula más pequeña
producida por meiosis I, llamada primer cuerpo polar, es esencialmente un
paquete de material nuclear descartado. La célula de mayor tamaño,
conocida como ovocito secundario, recibe la mayor parte del citoplasma.
Una vez que se forma el ovocito secundario, inicia la meiosis II, pero se
detiene en la metafase. El folículo maduro (de de Graaf) pronto se rompe y
libera su ovocito secundario, proceso conocido como ovulación.
Durante la ovulación, el ovocito secundario es expulsado hacia la cavidad
pelviana junto con el primer cuerpo polar y la corona radiada. Normalmente,
estas células son arrastradas hacia el interior de la trompa uterina. Si no se
produce la fecundación, las células se degeneran. Si los espermatozoides
están presentes en la trompa uterina y uno penetra al ovocito secundario,
entonces se completa la meiosis II. El ovocito secundario se divide en dos
células haploides (n), nuevamente de tamaños desiguales. La célula de
mayor tamaño es el óvulo, célula huevo madura; la de menor tamaño es el
segundo cuerpo polar. El núcleo del espermatozoide se une entonces al
núcleo del óvulo, formando el cigoto diploide (2n). Si el primer cuerpo polar
realiza una división más, produce dos cuerpos polares, entonces, el ovocito
primario finalmente daría origen a tres cuerpos polares haploides (n) y un
único óvulo haploide (n). Así, un ovocito primario origina un solo gameto (un
óvulo).
ÚTERO
El útero (matriz) forma parte del camino que siguen los espermatozoides
depositados en la vagina para alcanzar las trompas uterinas. Es también el sitio de
implantación del óvulo fecundado, de desarrollo para el feto durante el embarazo y
el parto. Durante los ciclos reproductores en los que la implantación no se
produce, el útero es el sitio de origen del flujo menstrual.
La capa externa o perimetrio (perí-, alrededor; y -métra, útero) es una serosa que
forma parte del peritoneo visceral. El perimetrio está formado por epitelio
pavimentoso simple y tejido conectivo areolar. Lateralmente se convierte en los
ligamentos anchos. Por delante cubre la vejiga urinaria y forma una excavación
superficial, el fondo de saco vesicouterino. Por detrás, cubre el recto y forma un
fondo de saco profundo, el fondo de saco rectouterino o fondo de saco de
Douglas, el punto más inferior de la cavidad pelviana.
La capa media del útero, el miometrio (myós-, músculo), está formado por tres
capas de fibras musculares lisas, más gruesas en el fondo y más delgadas en el
cuello. La capa media, más gruesa, es circular; las capas interna y externa son
longitudinales u oblicuas. Durante el parto, las contracciones coordinadas del
miometrio en respuesta a la oxitocina proveniente de la neurohipófisis ayudan a
expulsar al feto del útero.
Las ramas de la arteria ilíaca interna llamadas arterias uterinas proveen de sangre
al útero. Las arterias uterinas dan origen a las arterias arcuatas, que se disponen
en forma circular en el miometrio. Éstas originan las arterias radiadas que
penetran profundamente en el miometrio. Inmediatamente antes de ingresar al
miometrio, se dividen en dos tipos de arteriolas: las arteriolas rectas, que proveen
a la capa basal de las sustancias necesarias para regenerar la capa funcional, y
las arteriolas espiraladas, que irrigan el estrato funcional y se modifican
marcadamente durante el ciclo menstrual. La sangre que abandona el útero es
drenada por las venas uterinas hacia las venas ilíacas internas. La gran irrigación
que recibe el útero es esencial para permitir el desarrollo de una nueva capa
funcional luego de la menstruación, la implantación de un óvulo fecundado y el
desarrollo de la placenta.
- MOCO CERVICAL:
Las células secretoras de la mucosa del cuello cervical producen una
secreción, el moco cervical, una mezcla de agua, glucoproteínas, lípidos,
enzimas y sales inorgánicas. Durante sus años reproductivos, las mujeres
secretan 20-60 mL de moco cervical por día. El moco cervical es más apto
para los espermatozoides durante el tiempo de ovulación o próximo a éste,
debido a que en ese momento es menos viscoso y más alcalino (pH 8,5).
Durante el resto del ciclo, un moco viscoso forma un tapón cervical que impide
físicamente el paso de los espermatozoides. El moco cervical suplementa las
necesidades energéticas de los espermatozoides y tanto el cérvix como el
moco protegen a los espermatozoides de fagocitos y del ambiente hostil de la
vagina y el útero. El moco cervical también podría cumplir una función en la
capacitación, una serie de cambios funcionales que atraviesan los
espermatozoides en el aparato genital femenino, antes de ser capaces de
fecundar el ovocito secundario. La capacitación hace que la cola del
espermatozoide se agite en forma aún más vigorosa y prepara la membrana
plasmática de éste para fusionarse con la membrana plasmática del ovocito.
• VAGINA
La vagina (vagina = vaina) es un conducto fibromuscular tubular de 10 cm de largo
recubierto por una membrana mucosa, que se extiende desde el exterior del
cuerpo hasta el cuello uterino. Es el receptáculo del pene durante las relaciones
sexuales, el lugar de salida para el flujo menstrual y el canal de parto. Situada
entre la vejiga urinaria y el recto, la vagina se orienta en dirección superior y
posterior, en donde se une con el útero. Un fondo de saco llamado fórnix (arco o
bóveda) o fondo de saco vaginal rodea la unión de la vagina con el cuello uterino.
La muscular está formada por una capa circular externa y una capa longitudinal
interna de músculo liso que puede elongarse considerablemente para adaptarse al
tamaño del pene durante las relaciones sexuales y al tamaño del bebé durante el
parto.
La adventicia, la capa superficial de la vagina, está formada por tejido conectivo
laxo. Ésta fija la vagina a los órganos adyacentes, como la uretra y la vejiga
urinaria hacia adelante, y al recto y al canal hacia atrás.