Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Vivimos rodeados por microorganismos. Estos se hallan presentes en el agua, en el aire y hasta dentro de
nuestro cuerpo y en el interior de otros seres vivos. Los seres vivos se distribuyen en una gran diversidad
de ambientes. En casi todos los ambientes encontramos animales, plantas y hongos. Los hallamos tanto
en las profundidades marinas como en la capa más baja de la atmósfera. Ni siquiera las altas
temperaturas y los fríos extremos son un límite para el desarrollo de la vida.
En los ecosistemas también se hallan seres vivos que han dejado de vivir, por ejemplo un tronco caído o el
cadáver de un insecto. Seguramente si vieras a la mayoría de ellos no te resultaría difícil reconocer que se
trata de sistemas vivos o muertos.
En los ambientes también encontramos diversidad de cuerpos o sistemas materiales que nunca tuvieron
vida; por ejemplo, las rocas y las nubes del medio físico, los materiales originados por seres vivos, como
desechos y nidos, o bien los artefactos realizados por el hombre, como un molino o un poste. Se le puede
reconocer que no son seres vivos, porque los seres vivos nacen, se nutren, crecen, se reproducen y
mueren, y muchos seres vivos se mueven y también cumplen un ciclo.
Pero, ¿por qué las olas no son seres vivos si se mueven y cumplen un ciclo? Y si pensamos en cómo el
fuego destruye un bosque... ¿por qué la llama no está viva, si se alimenta con combustible, crece, se
aviva, se mueve y se corre, y hasta se reproduce en nuevos focos, se puede ahogar y finalmente se
extingue? ¿En qué son distintos de los sistemas vivos o que tuvieron vida de los que nunca la tuvieron?
A diferencia de otros sistemas, que también intercambian materia y energía con el entorno, por ejemplo un
auto (que recibe combustible y, al funcionar, libera humo y calor) o un glaciar (que se forma y se derrite
sobre una montaña), los sistemas vivos son capaces de transformar los materiales que incorporan con la
nutrición en materiales propios. Esa característica se denomina asimilación.
Otra característica propia de los sistemas vivos es dejar descendencia. Esta propiedad es la reproducción,
autoperpetuación o capacidad de originar sistemas muy semejantes a sí mismos, que poseen sus mismas
propiedades y que son, a su vez, capaces de dejar descendientes. También hay una característica de la
estructura interna de los sistemas vivos, y de los que perdieron la vida, que los distingue de los demás
cuerpos o sistemas materiales: están constituidos por células.
Todos los seres vivos, aunque no lo muestren en su apariencia y cualquiera sea su tamaño, tienen una
organización interna, es decir, una estructura determinada, formada por una o muchas unidades llamadas
células. Esta organización interna permite a los seres vivos relacionarse entre sí y con el medio en que se
desenvuelven.
Los seres vivos mantienen por sí mismos su organización interna. Cuando reciben ciertas señales del
ambiente, tienen la posibilidad de producir algunas respuestas y mantenerse bien pese al cambio. Por
ejemplo, si a una planta se le cambia la dirección de donde recibe la luz, las hojas y los tallos crecen hacia
la nueva dirección luminosa. Esta característica de responder a los cambios y automantenerse se
denomina sensibilidad. Y es mucho más evidente en los animales que en las plantas.
TEORÍA CELULAR
Una de las principales características de los seres vivos es poseer una organización celular. Esto significa
que todos los organismos están formados por pequeñísimas unidades llamadas células. Hablar de “todos”
significa incluir tanto el cuerpo de un organismo microscópico, por ejemplo un parásito que vive en la
sangre llamado plasmodio de la malaria, como la sangre misma en la que ese parásito vive, y también de
todas las partes de las plantas y los animales, aún de los más grandes que existen.
Las células son tridimensionales, es decir, como pequeñas bolsitas o cajitas. Existe una gran diversidad de
células, y su tamaño y forma varían según el tipo de organismo y las parte del cuerpo que compongan. La
1
I.S.F.D N° 808 - PROFESORADO DE EDUCACIÓ N PRIMARIA - CIENCIAS NATURALES -
mayoría de las células mide 0,01 mm (la centésima parte de un milímetro) de diámetro y por eso son
invisibles para el ojo humano, que puede ver objetos de hasta 0,1 mm. El tipo de célula más grande, mide
entre 1 mm y 1,5 mm, y son los óvulos de las aves y mamíferos. Las células más pequeñas son bacterias
que pueden medir entre 0,001 mm y 0,000005 mm (cinco millonésimos de milímetro).
Por ser de un tamaño muy pequeño, las células y las estructuras subcelulares necesitan de microscopios
para poder ser observadas por el ojo humano, de limitado poder de resolución.
Debido al pequeño tamaño de las células y a su gran complejidad fue necesario desarrollar distintas
técnicas para observar sus estructuras.
Aunque el tamaño celular es variable, se podría decir que una célula animal típica mide aproximadamente
cinco veces menos que el menor objeto visible a simple vista. Pero además del tamaño, hay otras
características de las células que dificultan su observación: su transparencia, la falta de color de la
mayoría de sus componentes y el tamaño aún más pequeño de las estructuras que la componen.
Si bien un estudio morfológico (es decir, de sus formas o estructuras), más profundo de las células se
inicia a principio del siglo XIX, con el perfeccionamiento de del microscopio óptico, la utilización de técnicas
de tinción recién comienza a fines de ese mismo siglo y la invención del microscopio electrónico que
permite aproximarse más a la complejidad de la célula, sólo se produce a mediados del siglo XX.
Robert Hooke realizó descubrimientos en campos tan diversos como la Biología, la Física y la astronomía.
Estableció una relación con un científico holandés llamado Antonie van Leeuwenhoek (1632-1723), que
fabricó cientos de diminutos microscopios de pocos centímetros de altura con una sola lente, los cuales
proporcionaron aumentos de hasta 500 veces con una distorsión mínima. Van Leeuwenhoek descubrió
los microbios al mirar muestras de agua con su rudimentario microscopio. Sostenía que “hay más
animales viviendo en la capa de suciedad que cubre los dientes de un hombre que personas en un reino”.
En Noviembre de 1677, Hooke confirmó la sorprendente aserción de van Leeuwenhoek de que en las
gotas de agua estancada existía diminuta vida animal. A van Leeuwenhoek no le sorprendió el hecho de
que hubiese personas que dudasen de la veracidad de sus observaciones. En una ocasión, escribió: “No
me extraña en absoluto ya que es muy difícil comprender tales cosas si no llegan a verse”. En su
exposición Hooke escribió que los animales estaban “perfectamente formados” con “unos curiosos
órganos de locomoción que les permitían moverse con gran habilidad, girarse, quedarse quietos, acelerar
y retrasar la marcha a su antojo”. Las contribuciones a la Microscopía de van Leeuwenhoek y Hooke
inauguraron una nueva etapa en la Ciencia.
1- CÉLULA PROCARIOTA
Las células procariotas son estructuralmente más simples que las células eucariotas y se sitúan en la base
evolutiva de los seres vivos. La estructura procariota es característica y exclusiva de las bacterias (reino
monera). La mayoría de las células procariotas son de pequeño tamaño, desde menos de una micra hasta
unas pocas micras, igual al tamaño de algunos orgánulos de las células eucariotas.
Según su forma las bacterias se clasifican de la siguiente manera:
3
I.S.F.D N° 808 - PROFESORADO DE EDUCACIÓ N PRIMARIA - CIENCIAS NATURALES -
Básicamente, una célula procariota presenta la siguiente estructura:
· Una membrana plasmática que delimita el citoplasma celular. Rodeando a la membrana existe una pared
celular rígida responsable de la forma de la célula. La composición y estructura de la pared varía entre los
principales grupos bacterianos, aunque está presente en todos ellos, excepto en los micoplasmas, las
únicas células procariotas desprovistas de pared celular
· El citoplasma, de aspecto granuloso, con ribosomas y diversas inclusiones rodeadas o no de membrana
(fundamentalmente con materiales de reserva de carbono, nitrógeno, fósforo, etc.)
· La zona del nucleoide, situada en el centro de la célula y no separada del resto del citoplasma por
membrana alguna (por ello no se considera un núcleo verdadero), que contiene el material genético en
forma de ADN, densamente empaquetado
El nucleoide, de aspecto fibrilar, alberga un cromosoma principal, constituido por una molécula de ADN
circular y plásmidos, compuestos igualmente por un ADN circular, que portan información adicional, como
la resistencia a los antibióticos, el mecanismo de
degradación de sustancias difícilmente biodegradables
o la capacidad de unirse a otras bacterias a través de
pelos conjugativos.
Algunas bacterias contienen además otros elementos,
cuya presencia o no varía de unos grupos a otros:
- Flagelos: apéndices externos implicados en el
movimiento.
- Pelos y fimbrias: apéndices rígidos que participan en
el intercambio de información genética (conjugación) o
en la adhesión al hospedador.
- Cápsulas y capas mucosas: envolturas de naturaleza
mucosa externas a la pared celular, que brinda
protección frente al ataque de anticuerpos durante los
procesos inmunes.
Las células procarióticas, carecen de núcleos limitados
por membrana y de la mayoría de las organelas que se
encuentran en las células eucarióticas.
Los procariotas fueron la única forma de vida sobre la
Tierra durante casi 2.000 millones de años; después, hace aproximadamente 1.500 millones de años,
aparecieron las células eucarióticas.
2- CÉLULA EUCARIOTA
En la naturaleza existe una sorprendente diversidad de tipos celulares que, a la vez, tienen una notable
similitud. Cada célula es capaz de llevar a cabo esencialmente los mismos procesos: obtener y asimilar
nutrientes, eliminar los residuos, sintetizar nuevos materiales para la célula y, en muchos casos, moverse y
reproducirse.
Las células son las unidades básicas de la estructura y función biológicas pero pueden diferir grandemente
en su tamaño y forma. El tamaño de las células está limitado por la relación entre superficie y volumen;
cuanto mayor es la superficie de una célula en proporción a su volumen, mayor será la cantidad de
materiales que pueden entrar o salir de ella en un espacio de tiempo dado.
El tamaño celular también está limitado por la capacidad del núcleo para regular las actividades celulares.
Las células metabólicamente más activas tienden a ser pequeñas.
Las células tienen una compleja arquitectura interna que les permite realizar todas sus funciones. En las
células eucarióticas existe una variedad de estructuras internas, las organelas, que son similares o, en
algunos casos, idénticas de una célula a otra en una amplia gama de tipos celulares.
Las células están separadas del medio circundante por una membrana celular. Esta membrana restringe el
paso de sustancias de afuera hacia el interior y viceversa, y protege de esta manera su integridad
estructural y funcional. Las células de las plantas, de la mayoría de las algas, hongos y procariotas, están
además separadas del ambiente por una pared celular elaborada por las células mismas.
El núcleo de las células eucarióticas está separado del citoplasma por la envoltura nuclear, formada por
dos bicapas lipídicas. Los poros de la envoltura nuclear suministran los canales a través de los cuales
pasan las moléculas desde y hacia el citoplasma. El núcleo contiene el material genético, los cromosomas,
4
I.S.F.D N° 808 - PROFESORADO DE EDUCACIÓ N PRIMARIA - CIENCIAS NATURALES -
que, cuando la célula no está dividiéndose, existen en una forma extendida llamada cromatina. Al actuar
juntamente con el citoplasma, el núcleo ayuda a regular las actividades de la célula.
El citoplasma de la célula es una solución acuosa concentrada que contiene enzimas, moléculas disueltas
e iones -además de organelas en el caso de las células eucarióticas- que desempeñan funciones
especializadas en la vida de la célula. Las células eucarióticas contienen una gran cantidad de organelas,
la mayoría de las cuales no existen en las células procarióticas.
El citoplasma eucariótico tiene un citoesqueleto que sirve de soporte e incluye microtúbulos, filamentos de
actina y filamentos intermedios. El citoesqueleto mantiene la forma de la célula, le permite moverse, fija
sus organelas y dirige su tránsito.
La célula es el factor anatómico común a todos los organismos vivos, pero aunque los seres vivos están
formados por células, no todos se encuentran constituidos de la misma manera. En términos generales, se
distinguen dos tipos de células, las vegetales y animales. Que además, de contener los organelos
celulares comunes a todos los seres vivos, tienen ciertas características exclusivas.
Las células eucariotas pueden ser de tipo vegetal o de tipo animal.
La célula vegetal, además, de poseer casi los mismos organelos que la célula animal, presenta dos
componentes esenciales:
a) una capa externa resistente, formada por celulosa, localizada por fuera de la membrana plasmática y
se llama pared celular; esta capa tiene la función de dar resistencia y protección a la célula vegetal. La
presencia de plastos o plastidios que almacenan el polisacárido almidón (amiloplastos).
b) los cloroplastos, que son organelos membranosos; estos contienen clorofila y llevan a cabo la función
de la fotosíntesis. Las células vegetales también presentan otros tipos de plastos, los cromoplastos
contienen diferentes tipos de pigmentos que dan color a las hojas, flores y frutos.
c) también, contienen una vacuola muy grande que en ocasiones ocupa casi todo el contenido celular, la
membrana celular tiene la función de barrera osmótica.
Las células animales no presentan cloroplastos ni pared celular. En las células de los animales, si hay
membrana de secreción, es de mucopolisacáridos. Las vacuolas son pequeñas, el núcleo suele estar en
el centro, hay un diplosoma formado por dos centríolos, puede presentar cilios, o flagelos o emitir
pseudópodos, y el polisacárido con función de reserva energética no es el almidón sino el glucógeno
5
I.S.F.D N° 808 - PROFESORADO DE EDUCACIÓ N PRIMARIA - CIENCIAS NATURALES -
Bibliografía consultada:
Massarini Curtis, A; Schnek, A. ; Alicia. Biología. 2012. Ed. Médica panamericana.
https://docs.google.com/file/d/0BwQVcuanU0vPeF9wVzUzZFpzTzQ/edit
Sadara, David; Heller, G.; Orians, G.; Purves, W.; Hillis , D. VIDA La Ciencia de la Biología. 2009. Ed.
Médica Panamericana.