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Política regulativa y política económica: tensiones y reforzamientos
Una de las mayores controversias que existen en cuanto al objeto de estudio de la economía es la
relación entre Estado y mercado. Al respecto, se han estudiado amplitudes, limitaciones, costos y
beneficios en la interacción de una y otra forma de asignación de los recursos escasos, así como en
las ganancias y las correspondientes pérdidas generadas por el intercambio. En este sentido, la
disyuntiva se ha planteado con preguntas como las siguientes: ¿cuál de ambos mecanismos
institucionales, entendidos como reglas y parámetros que delinean el intercambio, interviene de
mejor manera en la producción de bienes y prestación de servicios, así como en el intercambio y
las transacciones? ¿A qué sectores corresponde coordinar el mercado? ¿Cuáles deben ser
regulados por el Estado? ¿Es mejor un modelo que otro?
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Por su parte, la política económica
puede definirse de acuerdo con Nadal
(citado en Cava, 2002) como “el
conjunto de instrumentos,
procedimientos y medidas que se
aplican en un sistema político para
controlar el crecimiento económico”
(p. 168). En otras palabras, es una
técnica gubernamental que tiene por
objeto conseguir un mejor
aprovechamiento de los factores de
producción en las economías de escala.
HypnoArt. (s. f.). Política económica [ilustración]. Tomada de
http://bit.ly/2vfrmJE Entre sus principales objetivos, se
encuentran proporcionar estabilidad
macroeconómica, controlar la inflación monetaria y el gasto público, lograr un equilibrio de la
balanza comercial, generar empleos, procurar estabilidad financiera e impulsar una mayor
competitividad nacional e internacional.
No obstante, resulta claro que a partir de una comprensión tanto del enfoque basado en el interés
público como del que recae en una visión positiva, se pueden destacar diversos puntos de
coincidencia o reforzamiento:
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Lo anterior muestra que, en muchos sentidos, la economía tiene más una inclinación a la
autorregulación que a la regulación, pues ésta es como un obstáculo para el libre funcionamiento,
desarrollo y crecimiento de los mercados, aunque hay que recordar que también se utiliza como
un mecanismo para disminuir los efectos que esta libertad de funcionamiento pueda traer a
terceros.
Características
Una de las actividades donde resalta, en gran medida, la coordinación entre la política económica
y las políticas regulatorias es en la política industrial, la cual puede ser definida como el conjunto
de acciones gubernamentales que permiten la generación de capacidades de producción y
tecnológicas en industrias consideradas estratégicas (Chang, 2003); es el agregado de medidas que
regulan el comportamiento de las empresas en un mercado determinado. Tomando como
referencia a Khan (citado en Rivera, 2004, p. 318), también podemos concebirla como “[…] el
reemplazo explícito de la competencia por las órdenes gubernamentales [y] el mecanismo
principal que asegura un buen desempeño”; es decir, a través de las políticas públicas, se da un
impulso complementario al mecanismo de precios, respecto a la coordinación de los diversos
sectores y su fomento. De lo anterior, y siguiendo con lo sugerido por la propia Secretaría de
Economía (2015), la política industrial posee los siguientes objetivos:
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Partiendo de estos objetivos, las políticas regulativas han sido utilizadas de diversas formas; en
efecto, mientras que en el periodo inmediato de la posguerra y hasta finales de los años sesenta
se estableció un mecanismo altamente proteccionista hacia los sectores nacionales con el modelo
conocido como industrialización por sustitución de importaciones (ISI), a partir de la década de los
setenta el panorama tendió hacia el extremo opuesto, es decir, hacia el proceso de liberalización
de las industrias por medio del impulso de los Gobiernos del sistema de mercado como mejor
instrumento regulador de asignación de los factores de producción, así como de las ganancias y
pérdidas derivadas de la especialización del trabajo.
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Industrialización bajo el modelo neoliberal
La política neoliberal, también conocida como modelo de crecimiento hacia afuera, plantea la
corrección de las dificultades generadas por el modelo anterior: problemas de concentración de
riqueza, baja en la producción, falta de ahorro interno a través del fomento del mecanismo de
precios; el modelo neoliberal permite que por medio de éstos se asignen, en mayor medida, los
factores de producción hacia los sectores que los demanden (Huerta y Chávez, 2003). Sus
principales características son las siguientes: delegar al mercado las asignaciones de los factores
de producción, otorgar mayor capacidad de participación y elección a las empresas, integrar, a
través de un proceso de eliminación de barreras regulatorias, el mercado nacional con el
internacional. Lo anterior sería realizado de la siguiente manera:
La estabilización
macroeconómica
La modernización de la
economía nacional
Como podemos apreciar, la industrialización puede llevarse por dos rumbos: la sustitución de
importaciones, que tiene la finalidad de satisfacer el mercado interno y fortalecer el crecimiento
nacional, o bien, por medio del modelo neoliberal que propone el crecimiento externo mediante
el impulso al libre comercio.
Por otra parte, la política neoliberal, basada en una desregulación excesiva y una mínima
intervención del Estado en el control del mercado, genera graves crisis económicas que
repercuten en la sociedad, mercados capturados por comportamientos monopólicos y
oligopólicos, privatización —y no necesariamente liberalización— de insumos básicos para la
producción de bienes primarios, desigualdad social, pobreza y subdesarrollo. En razón de lo
anterior, se ha propuesto el establecimiento de un equilibrio entre uno y otro. Rodrik (2008) ha
sugerido 10 principios para el establecimiento de una política industrial adecuada a las demandas
del siglo XXI:
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• Los incentivos deben otorgarse a las nuevas actividades económicas.
• Debe haber puntos de referencia y parámetros claros para el éxito y el fracaso.
• Debe existir la incorporación en los acuerdos con los sectores de una cláusula con fecha de
expiración para la presentación de resultados.
• El apoyo gubernamental debe enfocarse en actividades y no en sectores.
• Las actividades subsidiadas deben tener el potencial necesario para generar derramas
económicas.
• El establecimiento de políticas industriales debe otorgarse a autoridades con probada
capacidad.
• Las dependencias ejecutantes deben ser correctamente monitoreadas.
• Debe existir un canal adecuado de interacción entre el sector público y privado.
• Debe existir un cálculo correcto entre los potenciales perdedores y ganadores.
• Las actividades deben tener alta capacidad de autorrenovación.
De este tema, podemos resaltar que el desarrollo de una política industrial sólida y competente es
una labor importante para los países; ésta debe contemplar y fomentar el desarrollo de sectores e
industrias estratégicas para la consolidación de cada economía.
Una definición más técnica es la que proporciona George Stigler. Este economista enuncia que la
regulación se compone de “[...] un amplio abanico de políticas tales como los subsidios, las cuotas,
las importaciones, las modalidades de empresas públicas o privadas e, incluso, la creación de
nuevos derechos de propiedad y de mercados específicos para intercambiarlos" (Gil, 1997, p. 3).
Esta concepción resalta la naturaleza instrumental de la política regulatoria y algunos elementos
conocidos como política comercial.
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Definición y características de la política comercial
La política comercial es un instrumento de la economía internacional que tiene por objeto la
aplicación, por parte de un Estado, de diversos mecanismos para fomentar, mantener, modificar o
restringir las relaciones de intercambio de bienes y servicios con otros países, una región o el resto
del mundo (Mankiw, 2012). Entre sus principales características, se encuentran las siguientes:
• Aranceles: Tienen por objeto producir “[…] una diferencia entre los precios nacionales y
extranjeros, aumentando el precio nacional, pero en menor cantidad que la tasa
arancelaria” (p. 209). Son usados para generar condiciones competitivas entre los
productos nacionales y extranjeros.
• Subsidios a la exportación: Han sido considerados como impuestos negativos, ya que
tienen el efecto contrario a los aranceles; en este sentido, pueden definirse como los
pagos realizados por el Estado hacia una empresa, con el objeto de producir y proveer
bienes y servicios exportables, es decir, que puedan ser vendidos u ofrecidos en el
mercado internacional en condiciones competitivas.
• Cuotas de importación: También llamadas restricciones cuantitativas, son limitaciones de
cantidad, impuestas por el Estado receptor del bien o servicio, para que sean introducidas
en el mercado nacional, por medio del otorgamiento de licencias o permisos emitidos por
la autoridad competente. Su finalidad es la de evitar la competencia excesiva hacia los
bienes y servicios producidos y proveídos en el territorio nacional.
• Restricciones voluntarias a la exportación: Conocidas como acuerdo de restricción
voluntaria (ARV), son un mecanismo con la misma naturaleza restrictiva de la anterior,
pero aplicado a la exportación. Pueden definirse como una cuota que el país exportador
coloca al país importador para abastecer su mercado.
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La política comercial en la actualidad
A lo largo del tiempo, los instrumentos de política comercial han sido utilizados por los Estados,
según los parámetros y directrices de sus respectivas políticas económicas, en ocasiones, con la
intención de proteger las industrias nacionales y restringir la participación de las extranjeras y, en
otras, para abrirlo y fomentar su participación en el territorio nacional.
En nuestros días, impera una posición basada en la economía internacional abierta y globalizada,
en la cual estos instrumentos tienen poca o nula aplicación. A partir de la creación del Acuerdo
General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), los Estados acordaron reforzar el intercambio
internacional, restringiendo comportamientos proteccionistas hacia los productores nacionales.
Estas medidas fueron reforzadas con el surgimiento, en 1994, de la Organización Mundial de
Comercio (OMC), y a nivel regional, con acuerdos regionales como el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte, suscrito por México, Canadá y Estados Unidos y cuya entrada en vigor fuera en
1994.
Organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial también han participado
en el fomento de una política comercial libre de proteccionismos. Prueba de ello son las
sugerencias derivadas del consenso de Washington, sintetizadas por Williamson (1990), y entre las
cuales se pueden destacar la liberalización del comercio, de la inversión extranjera directa,
privatizaciones, desregularización económica y delimitación de derechos de propiedad.
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para el inicio de actividades de las empresas en el territorio. Finalmente, es claro que tiene por
objeto la disminución de los efectos producidos por las fallas de mercado, en relación con la falta
de información, insuficiente delimitación de los derechos de propiedad, o bien, de externalidades.
Es preciso recalcar que la política comercial debe ser muy cautelosa, pues no sólo se debe tomar
en consideración los objetivos del país, sino que debe apegarse a las reglamentaciones que surgen
de las instituciones que vigilan el comercio y la política comercial mundial, con la finalidad de
evitar proteccionismos o abusos por parte de algunas naciones.
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Crecimiento económico: Es definido como un
incremento de la productividad de un país en un
periodo determinado; en otras palabras, es el
aumento de la capacidad productiva de una
economía nacional. Derivado de lo anterior, se
obtiene un aumento del valor de los bienes y
servicios producidos por una economía de escala
durante un tiempo (Galindo, 2011).
Como podemos ver, el crecimiento económico y el desarrollo son dos fenómenos que, aunque
pueden desglosarse de manera separada, no pueden ser entendidos uno sin el otro: no puede
haber crecimiento económico sin desarrollo y viceversa.
• Nivel de vida: Las políticas deben tender al aumento del ingreso de los habitantes, es
decir, un incremento del poder adquisitivo de los individuos. Esta situación repercute en el
mejoramiento de su nivel de vida.
• Desarrollo humano: Las políticas tienden a elevar los niveles promedios de educación
básica y esperanza de vida; en este sentido, se pretende la generación de oportunidades
en tres ámbitos: económico, educativo y sanitario.
• Crecimiento económico: Si bien no es adecuado identificar al crecimiento con el
desarrollo, las políticas deben tender al crecimiento económico, entendido como el
incremento de la capacidad productiva de un país.
• Distribución del ingreso: Las políticas públicas relacionadas con el desarrollo tienen como
objetivo la asignación equitativa de las ganancias derivadas del intercambio de los factores
de producción, así como de los bienes y servicios. Esta situación tiene importancia por las
siguientes razones:
- La desigualdad generaría un menor nivel en el bienestar de la sociedad.
- Se convertiría en un obstáculo a la competencia económica, en particular, porque
diversos grupos sociales se verían excluidos de competir, tanto en el consumo
como en la producción.
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- El crecimiento económico refleja sus desventajas, mientras menor sea el nivel de
desigualdad en la dotación de los ingresos de los integrantes de una sociedad.
Podemos resumir que el desarrollo tiene varios ejes determinantes: el económico, humano, social
y el desarrollo sustentable, que de manera muy concreta puede entenderse como vigilar el
desarrollo en todos estos ejes enunciados, en armonía con el medio ambiente.
Ahora bien, a partir de lo expuesto, resulta claro que la regulación se relaciona con el desarrollo en
razón de que el Estado, a partir de los instrumentos y estrategias regulatorias, no sólo promueve
el correcto funcionamiento del mercado, sino que, además, pretende distribuir el excedente
derivado de las ganancias del intercambio, en su calidad de poseedor de los factores de
producción, es decir, de la tierra, el capital, pero, ante todo, de la fuerza de trabajo, con los
empresarios y con la colectividad.
En otras palabras, pretende lograr un ambiente de justicia social o distributiva, entendida por
Rawls (1995), como un escenario en el cual están asignados los bienes de una sociedad de modo
correcto. De manera más amplia, es un escenario en el que se establecen características
fundamentales: igualdad de oportunidades, satisfacción de las necesidades de la colectividad y la
compensación según los méritos de cada uno de los ciudadanos.
Una primera aproximación permite definir la integración económica como la eliminación de las
fronteras económicas entre dos o más países, es decir, como un proceso por el cual dos o más
Estados reducen, de común acuerdo y de manera gradual, sus respectivas barreras comerciales, a
través de la eliminación de diversos instrumentos de política comercial —aranceles, cuotas a la
importación, etc.— que pudiesen afectar el libre comercio entre las naciones. Por su parte,
Tamames (1989), la define como “[...] un proceso a través del cual dos o más mercados nacionales,
previamente separados y de dimensiones unitarias estimadas poco adecuadas, se unen para
formar un solo mercado —mercado común— de una dimensión idónea” (p. 208); se resalta aquí
su naturaleza gradual y su carácter creador de un mercado de amplitudes óptimas. Aunado a lo
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anterior, Tinbergen (1988) expuso que la integración posee dos propiedades o características:
integración negativa y positiva:
La integración económica es un proceso complicado para los países; aun cuando éstos se
encuentren en la misma área geográfica, no existe garantía de que sus condiciones internas sean
las mismas, tal es el caso de la integración de América del Norte que no ha podido avanzar desde
1994 y actualmente tiende a una preocupante renegociación, no sólo por condiciones económicas,
sino también por políticas; o bien, tenemos el caso de la Unión Europea, que desde mediados del
siglo pasado ha enfrentado un proceso de integración y, aun con las diferentes condiciones de los
países miembros, ha llegado a lo que hoy en día conocemos como su etapa más elevada; por
último, tenemos al dúo Asia Pacífico, que marcha a paso lento, pero firme desde los noventa con
APEC o como la de América Latina que no ha logrado mostrar un resultado contundente desde los
cincuenta.
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Comunidad
económica o
integración
económica total
Unión económica
Mercado común
Unión aduanera
Por otra parte, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal),
otras de las ventajas que puede presentar la integración son el aprovechamiento de las economías
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de escala, mayor competencia, reducción de rentas monopólicas, aumento de la inversión
nacional, atracción de inversión extranjera directa, reducción de los costos de transacción,
fomento del ahorro, incremento de la productividad total de los factores, mayor estandarización
de normas y regulaciones, mayor articulación del aparato productivo, incorporación de progreso
tecnológico, incentivación de la innovación y la investigación, favorecimiento de procesos de
especialización intraindustrial, fortalecimiento empresarial, incremento de la productividad y la
producción agrícolas, adquisición y difusión de información, capacitación y servicios financieros,
mayor cooperación en educación y mercados de capital y contribución al logro de la equidad
(ONU/Cepal, 1998).
Los procesos de integración permiten explotar las capacidades de los países, pues permiten dar
más facilidades y ventajas. Viéndolo desde el punto de vista de la OMC, los procesos generan
excepciones y preferencias entre naciones, sin necesidad de otorgárselos a la comunidad
internacional en general.
Las bases del establecimiento de la regulación deben tomar en consideración diversos factores
relacionados con la economía y las políticas que se encargan de formular los lineamientos en la
materia, comenzando con la política económica, para seguir con ejes vinculados que coadyuvan a
que se logren los objetivos de los países, como la política industrial, comercial, de desarrollo, e
incluso aquellas que los países siguen para conformar procesos de integración.
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