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5 Procesos reversibles e irreversibles

En el conjunto del universo solo hay dos tipos de procesos. Los procesos reversibles
son aquellos cuyas consecuencias pueden revertirse, como compras que pueden devolverse
a cambio de dinero pagado, o como una pelı́cula que puede pararse y pasarse al revés. Los
procesos irreversibles son aquellos cuyas consecuencias son imposibles de revertir como
los insultos horribles cuyo daño no se puede remediar o como los inevitables estragos del
tiempo en nuestros cuerpos.
Al ser perfectamente revocables, los procesos reversibles pueden desarrollarse siempre
siempre, primero hacia adelante, luego hacia atrás, luego otra vez hacia adelante, luego
otra vez hacia atrás, y ası́ sucesivamente hasta el infinito. Ciertamente, en teorı́a, las
máqinas de movimiento perpetuo están movidas por mecanismos reversibles, análogos al
repetitivo pedaleo de un ciclista incansable: arriba, abajo, arriba, abajo.
Por contra, los procesos irreversibles son mortales. Cuando se producen van deteriorando-
se de manera indeleble, como un huevo que se bate o un tomate que se pudre. Hablando de
modo amplio las cosas [envejecen] y siempre terminan por morir o por quedar destruidas.
(La vida serı́a infinitamente más feliz - Se lamentó Mark Twain - si pudieramos nacer a
los ochenta y acercarnos gradualmente a los 18). Aunque pudiera ser verdad, vivir es un
proceso inexcusablemente irreversible. Desde el momento en que se concibe una vida su
tiempo sobre la tierra siempre procede del pasado, pasa por el presente y se adentra en
el futuro; nunca se produce un flujo distinto, de diferente manera.

Reversibilidad:

La importancia de la idea de la reversibilidad reside en que un proceso o un ciclo que


sea reversible en todos sus aspectos es el más perfecto que la mente puede concebir. Tales
idealizaciones proporcionan tanto una norma de perfección como un medio para simpli-
ficaciones matemáticas. De ahı́ que siempre que se pueda definir el proceso reversible,
se tiene una posibilidad de encontrar irreversibilidades y quizá corregirlas hasta cierto
punto. Todos los procesos reales son irreversibles, como lo ha notado la humanidad desde
la revolución industrial y hasta los procesos industriales actuales.

Se puede decir, holgadamente, que cualquier proceso que no ocurra en sentido opuesto
es irreversible, y se podrá reconocer inmediatamente muchas de estas irreversibilidades.
Si se calienta un gas mediante electricidad, el calor procede de un alambre caliente (I 2 R),
y se está seguro, por experiencia, de que el gas caliente no devolverá la electricidad al
sistema eléctrico. Si los frenos de un automovil lo paran o ponen en reposos, se puede
estar seguro que la energı́a absorbida por ellos no impulsará al coche cuando se suelten
los mismos. Cuando chocan dos automóviles, es seguro que por sı́ mismos no recobrarán su
forma original; la naturaleza puede restablecer a la gente lesionada, pero no por el proceso
inverso por el cual se produjo la lesión. Se puede generalizar estos ejemplos diciendo que
la irreversivilidad está presente siempre que: a) El calor fluye debido a una diferencia de
temperatura (figura 1); b) Ocurre un choque inelástico (todos los son), y c) Intervenga
rozamiento (trabajo realizado por una fuerza de rozamiento o fricción). El caso b) es un
corolario del inciso c), pero la idea es suficientemente importante como para justificar su
enunciación separada.

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a) b) c)

Figura 1: a) Radiador de automóvil, b) Proceso de forja mediante impactos al metal y c)


Rodamiento convencional

Referencias
Faires Virgil M. (1973), Termodinámica, UTEHA

Guillen, Michael (2015), Cinco ecuaciones que cambiaron al mundo, Segunda edi-
ción, DEBOLS!LLO

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