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Radiación, energía
RADIACION SOLAR
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una estructura molecular viva; la radiación infra- el ángulo horario con respecto al Sol, R la dis-
rroja consiste en cuantos que llevan poca energía tancia media del Sol a la Tierra y r la distancia
asociada a una longitud de onda larga, esto equi- del Sol a la Tierra en el momento que se consi-
vale a decir que no pueden concentrar mucha dere.
energía en una región pequeña y que su efecto es Se han publicado mapas de la distribución de
acelerar reacciones o aumentar la movilidad mo- la radiación en la superficie de la Tierra (Smith-
lecular, de una manera general y vaga. sonian Meteorological Tables, 1951 22). Están cal-
La energía que representa la radiación solar culados sobre la constante solar y la posición en
suele expresarse en calorí~!!!!!º- [1' cal g = relación al Sol de los puntos de la superficie te-
4,1855 J(joules) = 4,1855 X 107 ergios] y, si es rrestre y la suma de radiación se representa por
por unidad de tiempo (= flujo de radiación), en medio de isopletas, por ejemplo, de 50 en 50 cal
vatios [1 W(vatio) = 1 J S-I]. La energía que al- cm -2 día -1. En la figura 4-1 se cartografía la ra-
canza las capas altas de la atmósfera se estima diación anual y en la figura 4-2 se da el espectro
en 139 mW cm- 2 = 1,99 cal-g cm- 2 min- 1 • de energía de la radiación solar, para distintas
Esta radiación, absorbida enteramente por una longitudes de onda.
capa de agua de 1 cm de espesor haría aumentar Al atravesar atmósfera e hidrosfera, la radia-·
su temperatura en unos 2°C por minuto, supo- ción se altera. Existe una absorción por las dis-
niendo que no hubiera evaporación. Al mencionar tintas moléculas, y una dispersión o cambio de
calorías simplemente, nos referiremos siempre a dirección por las mismas moléculas y partículas
calorías gramo. También se usa otra unidad, el diversas. Ambos efectos son también función de
langley (ly) que es una cal-g cm- 2, es decir, 1 ly la longitud de onda. Así, por ejemplo, el ozono
min- 1 equivale a 69,7 mW cm- 2 • Lo que se llama (0 3 ) absorbe intensamente la radiación de lon-
«constante solar» de radiación es de unos 2 ly gitud de onda comprendida entre 200 y 330 nm;
min- I , aunque es más conforme con el uso general a causa de la capa de ozono que existe a gran
en física expresarla en vatios. Las fluctuaciones altura (pág. 81) la radiación de longitud de
en el tiempo de la constante solar son del mismo onda inferior a 300 nm que llega a la superficie
orden que los errores probables de medición, de la Tierra es realmente insignificante. El agua
alrededor del 1 % del valor total. Si se considera en forma de vapor y las gotitas de las nubes
cualquier superficie horizontal en el límite de la absorben otra parte de la radiación, principal-
atmósfera, la irradiancia solar (1) será igual a mente a partir de 800 nm, es decir, un poco
más allá de donde el espectro de la radiación
1 = lo (sen q> sen 1) + cos q> cos 1) cos h) (R/r)2 solar tiene su mayor energía (fig. 4-2). El CO 2
tiene una absorción muy intensa en la zona
En esta expresión 'oes el valor de la constante del infrarrojo. La intercepción de la radiación
solar, q> es la latitud, 1) la declinación del sol, h por las partículas mayores, no corresponde a su
Figura 4-1 Intensidad de la radiación solar a nivel del mar, en kilocalorías por cm 2
y año.
104 El medio
Bandas de absorción
e e de la clorofila
O eS
1/ \.1
-O ·0
'0
~
'0
~
.o
o{
~
o
Q.
+1 ~
o{
~
o
Q.
4
Ultravioleta, ~14
I Visible, ~,4
I Infrarrojo, ~I
9 0 0 de la energía total : 42 % energía total : 49 % de la energla total
Curva de luminosidad I
Radiación solar
al nivel del mar
j
Longitud de onda 250 300 400 500 600 700 800 900 1000 nm 2 ~m 10 ~m
I I I
Frecuencia, por cm 40000 30000 20000 10000
I I I I
Energía por cuanto 8 x 10 12 6 x 10 12 4 x 10 17 2 x 10 17 ergios
Figura 4-2 Espectro de la radiación solar en el límite y en las capas bajas de la atmós-
fera. Se indica la distribución de la energía en las tres secciones en que se divide
el espectro, la absorción por el oxígeno, el ozono y el vapor de agua, la posición de los
m3ximos de absorción de la clorofila y la curva de luminosidad o sensibilidad de la visión.
(En parte, según D. M. Gates, American Scientist, sept. 1963, 327-348.)
sección geométrica, sino que ésta queda multipli- dad de la radiación a nivel del mar es aproxima-
cada por un factor que depende del tamaño de damente como 3/4 de la que reciben las capas
las partículas y de su índice de refracción. La altas de la atmósfera. Cuando el Sol está cerca
absorción de la radiación es mucho más intensa del horizonte, aquella fracción es solamente de
en la hidrosfera que en la atmósfera. 1/10. De una manera general se suele emplear
Cualquier dispersión o reflexión de la radia- la expresión
ción implica un corrimiento estadístico medio
hacia una longitud de onda mayor, es decir, hacia
una menor energía. La radiación reflejada o emi- en la cual 1 es la intensidad inicial (igual a la
tida se centra alrededor de una longitud de onda constante solar si el Sol está en el cenit), T es
media que es superior a la de la radiación reci- la turbiedad del aire, m el espesor relativo de la
bida. La Tierra recibe radiación de onda corta y atmósfera (igual a 1 cuando el Sol está en el
la emite (albedo) en forma de onda más larga, cenit, a 2 cuando su altura es de 30° y de 14,5
y esta radiación de onda larga queda absorbida cuando el Sol está justo sobre el horizonte) y
por el vapor de agua de la atmósfera. Si la atmós- am es igual a 0,128 - 0,054 log m.
fera es muy seca, la Tierra pierde mucho calor De una manera general, con referencia a un
por la noche. Se calcula que la cantidad de vapor haz de radiación, se considera una atenuación o
acuoso que corresponde a una precipitación de extinción x).., que reúne absorción y difusión, se-
10 mm ¡etiene el 72 % de la emisión de radiación gtm la expresión
terrestre.
En las condiciones más favorables, la intensi-
10& El medio
son las decisivas para evaluar los efectos ecoló-
gicos de la radiación. En los organismos más
640
pequeños (bacterias) estas moléculas decisivas son
más asequibles y son más sensibles: en los orga-
nismos mayores existe una pantalla absorbente
formada por otros materiales orgánicos reconstrui-
bIes o menos esenciales. La radiación de onda 480
corta tiene, pues, acción principalmente mutagé- en
o
nica y bactericida. E
co
La radiación ultravioleta pudo tener importan- C>
cia en la prehistoria de la vida, en una atmósfera _C
Q)
reductora, induciendo la formación de muchas o 320
en
moléculas variadas. Pero una vez los primeros Q)
~
En estos términos se podría medir la luz y
expresarla como la integral de las energías asocia-
\ I das a cada longitud de onda, teniendo en cuenta
sus intensidades respectivas, y limitando el espec-
\ I tro según como se defina la luz, por ejemplo,
I entre 400 y 700 nm, o con cualquier otro límite
elegido, lo cual ya representa cierta arbitrariedad.
No es posible usar indistintamente unidades de
energía y número de cuantos de luz, porque la
energía de cada cuanto es función de su longitud
de onda.
Más grave es la existencia de un sistema de
unidades en uso, «contaminado» de origen por
la fisiología y que, en realidad, no tiene cabida
en un sistema físico riguroso. Como unidad de
intensidad luminosa se usa la bujía o candela (cd).
Un cuerpo negro a la temperatura de solidifica-
Figura 4-4 Esquema de
un tubo de Gershun, para
ción del platino (1769°C) tiene una intensidad
medir la radiación; luminosa de 60 bujías por cm 2 • El flujo luminoso
el ángulo sólido omega emitido por una bujía en un ángulo sólido unidad
y el área (A, en negro) es un lumen. Y un lux es un lumen por metro
del fotodetector, son
características fijas del
cuadrado, unidad de iluminación, que representa
aparato. una radiancia. Pero todas las comparaciones se
108 El medio
basan en el efecto producido por la luz en los mentos más amplios del espectro es menos inexac-
órganos de la visión humanos, o en aparatos de to suponer que un lux corresponde a una cantidad
detección que tienen un espectro de acción igual- mayor de radiación.
mente parcial. De la energía total de la radiación solar, se
Cualquier medida de la luz como tal es una acepta que el 9 % corresponde a la ultravioleta,
forma de evaluación global de la radiación en el 42 % a la luz visible, entre 400 y 760 nm,
la que cada longitud de onda es ponderada de y el 49 % restante al infrarrojo; esta última pro-
acuerdo con el efecto luminoso subjetivo que porción disminuye en la atmósfera baja.
produce, o eficiencia luminosa relativa (V),J. La iluminación máxima, cuando el sdl está en
Dicha eficiencia es función de la longitud de onda el cenit, se podría pensar que llega a medio millón
y también del mecanismo fisiológico operante de lux; en realidad, en las mejores condiciones,
(visión diurna o visión crepuscular) y probable- raramente se miden más de unos 200 000 lux en
mente es diferente de una a otra especie (ta- la superficie de la Tierra. En los países mediterrá-
bla 4-2). Las medidas de iluminación convencio- neos, la iluminación meridiana es alrededor de
unos 130 000 luxo Hacia los 10000 lux se tiene
la saturación para un gran número de algas,
Tabla 4·2
Eficiencia luminosa relativa humana, para distintas y hacia los 200 lux se alcanza la compensación,
longitudes de onda es decir, no hay producción neta en los vegetales.
La visión y los fenómenos de fotoperiodicidad
Longitud Visión diurna Visión crepuscular siguen siendo posibles con intensidades mucho
de onda (fotópica) (cscolópica) más bajas, hasta de fracción de luxo
A, nm V). V' ).
Los luxómetros corrientes de fotografía y que
son utilizables en ecología tienen como elemento
400 0,0004 0,009 sensitivo una célula de selenio. Es un elemento
420 0,004 0,096 fotovoltaico, es decir, que genera un potencial
440 0,023 0,3281 eléctrico proporcional a la iluminación que recibe.
460 0,06 0,567
0,503
Tiene la ventaja de que el espectro de acción
510 0,997 (máximo)
550-560 0,995 (máximo) 0,3288 de la célula de selenio se aproxima al de la visión
610 0,503 0,033 humana.
660 0,061 0,0003 Otros tipos de sensores, como las células de
700 0,0041 sulfuro de cadmio, varían su resistencia eléctrica
730 0,00052 en función de la iluminación: su espectro de
acción es diferente. El de las células de CdS cita-
das tiene su máxima respuesta a 510 nm, que
nales representan la integral de los productos corresponde a la banda de mayor transparencia
de la energía asociada a cada longi tud de onda del agua. Al medir la iluminación en profundidad,
multiplicada por la eficiencia luminosa relativa si se usan estas células se pueden obtener trans-
propia de dicha longitud de onda, integrando para parencias mayores que si se emplean otras (de
las diversas longitudes de onda. No es posible, selenio, por ejemplo) con un espectro de sensibi-
por tanto, pasar de lux a vatios por metro cua- lidad diferente.
drado y con referencia a un espectro amplio de También pueden utilizarse fototubos electróni-
radiación, empleando siempre un mismo factor cos, en los que el flujo de fotones incidentes
de conversión, porque la relación entre las dos modifica la corriente que circula entre electrodos.
medidas es función de la longitud de onda y de Estos tubos se suelen usar con filtros apropiados
cómo la energía total se distribuye en las distintas para limitar la zona del espectro que se desea
longitudes de onda. Para 555 nm, máximo de la estudiar. Dentro del agua, a cierta profundidad,
visión fotópica, se tienen 680 lúmenes por vatio; se pueden usar también termopilas o pirhelió-
para 507 nm, máximo aproximado de la visión metros, cuyas mediciones entonces corresponden
escotópica y para esta visión, se tienen 1746 lúme- prácticamente a la energía asociada a la luz, pues
nes por vatio, con eficiencia 2 112 veces mayor la radiación de longitud de onda más larga es
(pág. 115). Para longitudes de onda que se apar- fuertemente absorbida por el agua (tabla 4-1).
tan del máximo, el número de lúmenes por vatio
decrece rápidamente. Es imposible establecer una
relación constante entre unidades de radiancia y Distribución de la luz
de iluminación, para uso en ecología. Para las
longitudes de onda próximas al máximo de vi- La distribución de la luz puede deducirse de
sión se puede aceptar que 1 lux se aproxima a los mapas de distribución de la radiación, tenien-
1,5 X 10- 7 W cm- 2 ; pero si se consideran seg- do en cuenta que la luz representa aproximada-
0t:,5=:Il==:¡2===f5::::::::1:E0:::::::::2:F0==t==~5CO~1O¡¡¡OO
agua cosIera { m ~
e
~
.
agua~é~t~I::nlcas { f----+-----::J.-c..---+~+---:~'-+--+---l60
JL------+----+--r---+~--tr--+-;C/)
1
a.>
80]
E
~
"'O
Figura 4-5 Atenuación de la luz en el agua
de mar (se toman como ejemplo valores alrededor
t-----:;,..q----+~---b,L---+--_+_---+-O 100 ~ de la longitud de onda de 465 nanómetros),
g 120 e para las distintas transparencias que correspon-
den a diferente proximidad de la costa y de
agua oceánica -o_~o- ~ desarrollo del plancton. Las profundidades hasta
pobre
{ Q..
140 las que es visible el disco de Secchi quedan en
las intersección de la linea vertical con las
"---'-------'------'----'-------1---+---'-----'160
respectivas bandas coloreadas.
mente la mitad de aquélla (fig. 4-1). La nubosi- del mar, descrito también estadísticamente. Esta
dad la reduce considerablemente a nivel del suelo correspondencia es interesante para interpretar
(fig. 3-5 Y pág. 105). observaciones del brillo de la superficie del mar
El color del cielo se debe fundamentalmente a realizadas desde un avión.
la difusión y dispersión de la luz sobre moléculas
de agua o sobre partículas de dimensión inferior
a las más cortas longitudes de onda de la radia-
ción visible. En la alta atmósfera, con poco vapor
Tabla 4-3
de agua, se ven las estrellas en pleno día. La luz Tanto por ciento aproximado
difusa tiene gran importancia y, en días claros, de la luz incidente que se refleja
representa el 15 % del total de luz que llega a la en la superficie del mar, en un día
superficie de la Tierra. Una proporción variable claro. Suma de luz directa
de esta luz está polarizada, es decir, sus ondas y difusa. La luz difusa se refleja
vibran en un solo plano, que se relaciona con uniformemente en un 17 %
la posición del Sol.
La cubierta vegetal reduce la luz que llega a Tanto por ciento
la proximidad del suelo. La luz disminuye en Altura de la luz total
del Sol que se refleja
intensidad y también varía en calidad como con-
secuencia de repetidas reflexiones en las hojas.
Finalmente, la iluminación se hace heterogénea, 3
con manchas de luz y la proporción de luz difusa 6
es mayor dentro de la luz total. En los pinares 12
llega al suelo aproximadamente la mitad de la 25
1uz, en los encinares entre 1/3 Y 1/ 10, en los bos- 40
ques tropicales es muy poca la luz que alcanza
al suelo. En todos los tipos de vegetación se
pueden describir gradientes de luz. En los bos-
ques de hoja caduca, la iluminación del suelo en
el curso del año tiende a uniformizarse, porque el La extinción de la luz en el agua es muy eleva-
follaje es denso cuando la luz es más intensa. da en relación con la extinción en el aire, y dife-
El paso de la luz del aire al agua lleva consigo rente para cada longitud de onda (tabla 4-1). En
la reflexión de una parte variable de la radiación el agua pura es mínima para el azul (A =
(tabla 4-3). Es notable el salto entre 10° y 30°; 460-480 nm, x = 0,018); en el agua marina el
cuando el Sol está bajo, se percibe una gran pro- mínimo se halla en el azul verdoso (A = 480 nm,
porción de luz reflejada y no se ve tan bien "el x = 0,026). En la práctica, los valores de extin-
color propio del agua o de los organismos que en ción son unas diez veces mayores que los que
ella están. El movimiento de la superficie del agua corresponden al agua sola, por los numerosos ma-
modifica continuamente la luz que cualquier área teriales disueltos o en suspensión que existen en
limitada refleja y la distribución estadística de las aguas naturales, con diferencias considerables
los reflejos depende del estado de la superficie entre unos y otros tipos de aguas (fig. 4-5).
110 El medio
A causa de la diferente extinción para las di- dicha capa fótica se reduce aún más. Son pocos
versas longitudes de onda, la composición espec- los vegetales que llegan a más de 120 metros de
tral de la luz, o sea su calidad, varía con la pro- profundidad y ello tan sólo en aguas muy trans-
fundidad. Al profundizar, la luz se hace en con- parentes.
junto más azulada o más azulado-verdosa. A la En lugar de medir la iluminación a distintas
vez, la proporción de luz difusa aumenta, de ma- profundidades, puede ser más exacto medir la
nera que hace menos desigual la cantidad de luz iluminación en superficie y calcular la ilumina-
que llega a un punto según las distintas direccio- ción a distintos niveles en función de la extinción
nes comprendidas en un plano vertical. Es difícil de la luz en el agua, medible en un espectrofotó-
interpretar las medidas de iluminación bajo el metro de cubetas con trayecto óptico suficiente-
agua obtenidas con aparatos sencillos y la óptica mente largo. Un método aproximado y muy senci-
de las aguas naturales es complicada. llo para medir la extinción media de la luz en el
El color azul del agua se explica por la disper- agua consiste en ver la profundidad a que desapa-
sión de la luz en las propias moléculas, es decir, rece de la vista un disco blanco horizontal que
se debe a la misma causa que el azul del cielo. se sumerge lentamente en el agua (disco de Sec-
Dentro del agua una fracción importante de la chi). Se suele hacer de 30 cm de diámetro, pero
radiación está polarizada y el plano de polariza- puede ser menor en aguas poco transparentes, en
ción principal tiene importancia, lo mismo que las que desaparece de la vista antes de que el
en la atmósfera, en la orientación de los movi- ángulo de visión de su diámetro se haga muy
mientos de los animales. El color fundamental del pequeño. Se acepta que el coeficiente global de
agua queda modificado por una serie de materia- extinción es igual a cierta constante partida por
les. Existen sustancias orgánicas disueltas de color la profundidad en metros a la que el disco deja
amarillento y que además suelen ser fluorescentes. de verse. Diversos autores atribuyen a la mencio-
La importancia de las partículas en suspensión nada constante valores distintos, que se escalonan
varía mucho según su tamaño. Veamos dos casos entre 0,61 y 1,9 157, pero los más adecuados se
extremos; para partículas pequeñas, de bajo índi- hallan hacia 1,7.
ce de refracción y en relación con la longitud de El uso del disco de Secchi o de simples medi-
onda larga (roja), el área eficaz de intercepción ciones de iluminación no dan idea adecuada de
de los rayos es del orden de un 10- 7 de la sec- la distribución fina de los coeficientes de extin-
ción real de las partículas; para partículas gran- ción en una masa de agua. Es normal que, alre-
des, de 0,2 a 0,6 lJ,m, de elevado índice de re- dedor de una termoclina, se encuentre un estrato
fracción relativo al agua, y en relación con la de extinción muy aumentada, principalmente por
radiación de onda corta (azul), el área eficaz de llevar más partículas en suspensión. En sentido
intercepción es cerca de 4 veces la sección geo- horizontal, la extinción aumenta al aproximarse
métrica 36. La presencia de partículas en suspen- a la costa.
sión hace pasar el color del agua de azulado a La luz es un factor ecológico de extraordinaria
verdoso o amarillento, independientemente del importancia. Según la forma en que se utiliza, las
color de las partículas, las cuales, por supuesto, relaciones a que da lugar se pueden agrupar en
pueden ser ellas mismas verdosas o amarillentas, los apartados siguientes: Efectos sin receptores
como es el caso de los organismos del fitoplancton. definidos, fotosíntesis, visión y, finalmente, la
Los organismos del plancton son responsables, a producción de luz por los propios organismos.
veces, de coloraciones peculiares del agua.
El color del agua se suele expresar comparán-
dola con patrones convencionales. La escala de
Forel, de 11 grados, consiste en una serie progre- Efectos de las radiaciones luminosas
siva de mezclas de sulfato de cobre y cromato sin mediar receptores especializados
potásico. Otras escalas consisten en concentracio-
nes progresivamente crecientes de cloroplatinato Se denomina fotocinesis el efecto directo de la
potásico. luz sobre la actividad de los animales. La luz ace-
En un mar muy transparente, como es el Medi- lera los movimientos de pequeños crustáceos e
terráneo, por medio de fotómetros se aprecia invertebrados acuáticos, así como la locomoción
cierta cantidad de luz a 800 metros de profun- de insectos (1os coleópteros Anthicus y Popillia,
didad, y a 1000 metros se pueden impresionar larvas de los dípteros Lucilia y Calliphora) y lar-
placas fotográficas. Pero la rápida extinción de vas de arenque 83. ISO, 231. En general, la velocidad
la luz (fig. 4-5) confina la vida vegetal a una es proporcional al logaritmo de la intensidad lu-
capa superficial de muy poco espesor, práctica- minosa (fig. 4-6). Puede suponerse que la radia-
mente a los primeros 50 metros. Si hay gran desa- ción absorbida se transforma en calor, de aquí
rrollo de plancton, disminuye la transparencia y la equivalencia entre luz y temperatura.
112 El medio
No es posible hablar de «reglas ecológicas» en el 12 % de la energía luminosa, o entre el 3
relación con la luz, similares a las que se han y el 6 % de la energía total recibida, la vegetación,
formulado con referencia a la temperatura (pági- en condiciones muy favorables apenas transforma
na 147), si no es cuando la luz actúa de modo que más que 1 mW cm- 2• De ello se deduce que el
equivale a una elevación de temperatura. Se ha principio rector en la evolución de los ecosistemas
supuesto cierta acción directa de la luz sobre la no ha sido maximar la energía, sino utilizar sola-
pigmentación: el color pardo oscuro de cerambí- mente la energía necesaria para el mantenimiento
cidos y otros coleópteros puede palidecer por de la máxima cantidad de organización, que per-
exposición a la luz. Una respuesta fisiológica miten los otros factores limitantes.
opuesta y bastante común induce la acumulación
de pigmento bajo una iluminación más intensa
(hombre). Taxis y visión
Tabla 4-4
Máximo de absorción en distintos pigmentos de las retinas
Longitud de onda
de absorción
Pigmento máxima Distribución
114 El medio
mas dióptricos accesorios de los que depende la otros mamíferos muestran adaptaciones extraor-
posibilidad de obtener una imagen y la calidad dinarias o suplementarias para la visión nocturna,
de ésta. Con el auge de la fotografía, la aten- en el llamado tapete y en la conformación del
ción se centró en las maravillas adaptativas de iris. El tapete es una capa reflectora que muchos
los ojos, considerados como cámaras fotográfi- mamíferos poseen detrás de la retina, con 10 que
cas; actualmente, en la época de las computado- aumenta la probabilidad de que los fotones inci-
ras, la atención se siente más atraída por el siste- dan sobre elementos sensibles (1os rayos la atra-
ma nervioso que elabora las percepciones de las viesan de ida y de vuelta). En diversos peces
células retinianas. La adaptación a reconocer pre- (priacántidos, etc.) existen capas reflectoras con
sas o depredadores, a reaccionar ante sus movi- igual significado. Los ojos de estos animales bri-
mientos característicos, cualquier posibilidad de llan en la oscuridad y, si sus pupilas están abier-
abstracción, tienen que ver con las propiedades de tas, una luz intensa los ciega. La conformación
la parte óptica del sistema nervioso. linear o en forma de hendidura de la pupila del
La eficiencia de la visión es asombrosa. Basta gato tiene un mayor campo de variación de la
que un fotón incida en cualquiera de los millo- abertura que una pupila circular, que no se puede
nes de moléculas sensibles de un bastoncito para contraer por debajo de un diámetro mínimo.
determinar una excitación nerviosa. El baston- Muchas especies poseen conos y bastoncitos
cito es un «fotomultiplicador bioquímico» de que funcionan alternativamente, situándose en el
eficiencia fantástica. La eficiencia de los conos plano visual el juego que corresponda, con lo cual
es menor; pero suficientemente alta para que los las posibilidades se amplían grandemente (visión
sistemas visuales puedan responder a iluminacio- fotópica + escotópica). En numerosos vertebra-
nes de una fracción de luxo dos, desde los peces al hombre, se manifiesta tal
En líneas generales se pueden distinguir ani- duplicidad.
males adaptados a luz intensa (fotópicos) y a Los insectos tienen la posibilidad de aumentar
luz débil (escotópicos). En los vertebrados, los la sensibilidad a poca luz, suprimiendo el aisla-
ojos adaptados a luz intensa se caracterizan por miento óptico entre los elementos de los ojos com-
el predominio de los conos retinianos, con bue- puestos, con 10 cual cada retínula percibe no sola-
na visión cromática. En estos animales el color mente los rayos que han atravesado el sistema
tiene sentido, tanto en biología sexual (página dióptrico propio, sino también los procedentes de
594) como en otras formas de comportamiento otros omatidios.
intraspecífico (territorialismo) o en relación con Los vertebrados de visión diurna poseen en la
otras especies (defensas, pág. 560). Esto vale retina una fóvea, área muy rica en conos, que pro-
principalmente para reptiles y aves; pero tam- porciona una imagen de gran detalle. Esta preci-
bién para otros grupos de vertebrados, así como sión permite que los ojos funcionen como teléme-
también para los insectos que perciben los co- tros, lo cual es importante para apoderarse de
lores (himenópteros, lepidópteros). Todos estos presas a distancias cortas o para saltar por el
animales se guían más por la vista que por el ramaje. Esta disposición implica cierta superpo-
olfato, y al caer el crepúsculo una rápida pér- sición del campo de visión de ambos ojos. Los
dida de la visión los inmoviliza. Son animales ojos dirigidos lateralmente no son forzosamente
diurnos y, frecuentemente, lucen colores vivos y independientes, aunque su área de superposición
de contraste. no puede ser grande. El campo de visión binocu-
En otra situación se hallan los vertebrados con lar abarca 2° en Trigla, 32° en la trucha, 16° en
ojos en que predominan los bastoncitos, que dan el conejo, 60° en la lechuza, 85° en el perro,
imágenes en claroscuro y que muestran gran sen- 114° en el gato, 160° en el hombre.
sibilidad a débil intensidad luminosa. Estos ojos No es la fóvea la única diferenciación de la
suelen ser voluminosos. Pero la repartición de retina. En la sardina hay una diferenciación dorsi-
conos y bastones puede ser muy diversa. Los ojos ventral 221 y una diferenciación funcional equiva-
de los anfibios y cocodrilos tienen conos y baston- lente ha de existir en animales que reaccionan de
citos, los de las serpientes muy pocos bastoncitos, manera refleja y de forma distinta según la direc-
las aves diurnas se caracterizan por conos y las ción de la luz.
nocturnas por bastones; la mayoría de las especies En una serie de peces batipelágicos pertenecien-
de mamíferos tienen más bastones que conos y tes por 10 menos a 5 órdenes, existen ojos «teles-
el grupo entero está adaptado más bien a luz cópicos» (en realidad son ojos miopes) con una
débil. Los murciélagos, los prosimios Nycticebus, lente de gran tamaño que concentra la luz sobre
Loris, Perodyctius y Galago y los monos dormi- una estrecha retina, limitada a la parte posterior
lones americanos Aotus no tienen más que bas- del ojo. Tales ojos tienen los ejes casi paralelos
toncitos, el caballo, conos y bastones, lo mismo y pueden servir para la visión binocular, con
que el gato; los ojos de este animal y de muchos posible apreciación de las distancias, facilitando el
15
10
30 60 90
Grupos según los ángulos
dar caza a otros seres. Ojos análogos se observan de múltiples mecanismos visuales se integra de
en cefalópodos y crustáceos (Sty/ocheirion) igual- modo diverso para cada especie y contribuye a
mente batipelágicos. Es notable la extraordinaria ligar al animal de una manera muy concreta al
convergencia que se observa en la estructura de mundo que lo rodea. La relación es particular-
los ojos de animales de muy diverso parentesco, mente aparente en grupos de animales marinos
tanto en ojos «normales» como en los «telescó- pelágicos con gran variedad en la conformación
picos». de los ojos y en los niveles de residencia, como
Crustáceos, insectos y cefalópodos perciben la ocurre con los eufausiáceos y los cefalópodos.
luz polarizada lO, 14,57,63, 64, 104,226. En los artró- Las situaciones no previstas por la evolución
podos el mecanismo es muy simple. La lente que plantean problemas importantes para el fisiólogo,
corresponde a cada unidad visual está formada pero de menor interés en ecología. Tal es, por
por piezas separadas de disposición radial, cada ejemplo, la atracción que un foco luminoso aisla-
una de las cuales podría actuar como un polari- do ejerce sobre muchos animales nocturnos: ma-
zador; pero en realidad parece que son los rab- riposas, peces pelágicos, etc. Radiación de onda
domas, de estructura también orientada~ los que relativamente más larga (amarilla, roja) es más
detectan el plano de polarización. Abejas, hormi- atractiva que la de onda más corta (azul) para
gas y otros insectos se guían por la polarización los cladóceros (pág. 326). La luz ultravioleta se
de la luz del cielo, cuando el Sol está oculto. Los emplea para atraer insectos.
movimientos de Daphnia, de Mysidium y de cefa- La ausencia de luz permite la supervivencia
lópodos en un plano horizontal se orientan con de animales secundariamente ciegos que, en otro
referencia al plano principal de polarización de caso, podrían ser eliminados por la selección
la luz que reciben. Puesto que este plano gira natural. En tales condiciones se encuentran los
con el movimiento del Sol, existe aquí un me- endoparásitos y los pobladores de cuevas, del
canismo para que los animales describan movi- suelo y de las grandes profundidades acuáticas.
mientos más o menos orbitales durante el día, lo Existe una llamativa diferencia entre animales
cual puede tener importancia en relación con los acuáticos de profundidad, pigmentados y con
movimientos de exploración, relacionados o no ojos, cuya existencia tiene sentido por haber luz
con la migración vertical. Los vertebrados tam- biógena en dichos ambientes, y la fauna de cavi-
bién pueden percibir el plano de polarización de dades subterráneas, despigmentada y con una alta
la luz, por lo menos el pez Zenarchopterus y algu- proporción de animales ciegos. De 86 especies
nas personas 227. de peces ciegos 210 sólo 29 son marinos y aún
La vasta gama de posibilidades de combinación muchos de estos son propios de aguas superficia-
116 El medio
les, como Typh/ogobius calijorniensis, que vive más del sistema «disuelto» en la célula, hay otro
en galerías excavadas por otros animales en la sistema luminoso sólido, en forma de cristaloides
arena de las playas. La atrofia de los ojos en a los que se ha dado el nombre de escintilones.
peces de aguas dulces subterráneas se puede colo- En organismos inferiores, la producción o falta
car en un cuadro general de retardo de creci- de producción de luz se puede comportar como
miento, con ciertas deformaciones regulares (hipo- un carácter de transmisión simple. En el hongo
telia de los barbos ciegos de África 86, 87). A este Panus stipticus y en la dinoflagelada Noctiluca
propósito hay que recordar las diferencias, en los scintillans existen sendas variedades, con posible
distintos ambientes, en la asequibilidad de vita- segregación geográfica, una productora de luz y
minas A, antes mencionadas. otra no luminosa. Por otra parte, hay bastantes
casos de especies próximas una de las cuales da
luz y otra no; para citar dos especies muy vulga-
res en el fitoplancton marino, Ceratium ¡usus es
Biofotogénesis luminoso y Ceratium ¡urca no da luz. Es fácil
hacer la observación en células retenidas sobre
La emisión de luz por los organismos es un un filtro y colocadas en una cápsula de Petri bajo
fenómeno que ha despertado una gran curiosidad el microscopio. Se apaga la luz, se excitan los
desde siemp..e 78.79, 108. 109. 154. Los organismos lu- organismos, con agua oxigenada, por ejemplo, se
minosos pertenecen a grupos muy diversos: bac- reconocen los puntos luminosos y, dando la luz
terias, hongos, dinoflageladas, radiolarios, cni- se identifican las células.
darios, ctenóforos, turbelarios (Monocelis en La luz emitida suele tener su máximo entre
América), oligoquetos (Octochaetus, de Nueva 470 y 500 nm, es decir, es verdosa y no va acom-
Zelanda), poliquetos, nemertinos, enteropneustas, pañada de emisión de onda larga, por lo que se
gasterópodos, lamelibranquios, cefalópodos, crus- la puede calificar de «luz fría», a diferencia de los
táceos, miriápodos, insectos, ofiuroideos, tunica- focos luminosos más generalmente usados por el
dos y peces. La contaminación por bacterias lu- hombre. Pero el color aparente puede estar pro-
minosas explica la luminosidad accidental de fundamente alterado por la presencia de croma-
otras especies, algunas pertenecientes a grupos tóforos o filtros delante de los órganos producto-
distintos de los mencionados. En el mar, los orga- res de luz, cuando éstos son complicados.
nismos luminosos son legión; en las aguas dulces,
son rarísimos, puesto que sólo se menciona un
gasterópodo de Nueva Zelanda (Latia neritoides) ;
y en tierra, finalmente, el fenómeno resulta muy
Superficie ventral
espectacular, principalmente en diversas especies
de coleópteros (luciérnagas y cocuyos).
Desde el punto de vista bioquímico son clási-
cos los experimentos de Dubois (1885, 1887 56)
con el lamelibranquio Pho/as: con agua caliente
se podía extraer una sustancia «combustible» la
luciferina; en frío y de manera que se conserva-
ran las proteínas, se obtenía un fermento, la luci-
ferasa. La acción de la luciferina sobre la lucife-
rasa, in vitro, producía luz. Se ha visto que este
mecanismo es bastante general: las luciferinas
son menos específicas que las luciferasas y algu-
nas de aquéllas se han aislado en forma crista-
lina; y hasta se han sintetizado, como la del
ostrácodo Cypridina que es un derivado del indol.
La reacción requiere oxígeno, ciertos iones (Mg)
y ATP. Precisamente, la reacción luciferina-Iuci-
ferasa. en tejidos de luciérnaga, cuya intensidad se
mide por la luz producida, se emplea actualmente
como un método de valoración del ATP. Pero el
mecanismo mencionado no es válido para todos
los casos, pues hay otros sistemas posibles, y en
medusas (Aequorea) y poliquetos (Chaetopterus)
Fig. 4-10 Esquema de la estructura del órgano
existen «fotoproteínas» que dan luz por reaccio- luminoso de una luciérnaga. (Según Hanson
nes químicas distintas. En las dinoflageladas, ade- y colabs., 72.)
118 El medio
muy brillantes y apagables. Bolin supone que como las del díptero Arachnocampa (Bolitophila)
cuando se encienden pueden atraer la atención luminosa que vive en cuevas de Nueva Zelanda
hacia ellos: si entonces el animal los apaga y (país que ofrece muchas rarezas en este capítulo
escapa, el atacante queda desorientado. de la producción de luz), o las de Phrixothrix,
En otros casos, la luz puede facilitar el descu- el «railroad worm» de los americanos 77, notable
brimiento de presas, como en las especies con por un órgano luminoso rojo en la cabeza y otros
ojos «telescópicos», o la atracción de las mismas, verdosos en los segmentos del cuerpo. No es po-
como en los pec6s pediculados mencionados antes sible atribuir sentido sexual a la luz producida
o en el pez Neoscopelus, que lleva un fotóforo por las larvas y se nos escapa por el momento qué
dentro de la misma boca, en la lengua. otro significado pueda tener.
Wynne-Edwards 235 se inclina a ver, en la La luz emitida por los organismos batipelágicos
producción de luz, principalmente un medio que puede medirse directamente por medio de un
facilita la agregación social o está relacionado fotomultiplicador 24, 44 (pág. 331) Y se ve que las
con la reproducción. Ello es indudable en los capas productoras de luz coinciden con las capas
poliquetos. En los sílidos la emisión de luz va reflectoras de sonar, ascendiendo en las horas
unida a la enjambrazón. La hembra produce luz nocturnas. Se ha intentado también discriminar
inicialmente poco intensa, que se intensifica, re- los destellos, relacionando en lo posible sus ca-
flejándose en la nube de óvulos que expulsa; racterísticas con las especies presentes. La inten-
si no aparece un macho, se apaga pronto. Los sidad de los destellos es muy baja, de 10- 2 a
machos son atraídos por la luz y nadan alrededor. 10- 8 ¡..t.W cm-¿. Recuérdese que un lux se apro-
La emisión de luz acaba después de la puesta. xima a 0,15 ¡..t.W cm- 2 •
Cristóbal Colón menciona ciertas luces movedizas
en el agua, observadas al aproximarse a las
Bahamas, y que probablemente eran producidas CALOR V TEMPERATURA
por poliquetos de este grupo.
En cefalópodos y peces abisales, número, dispo- Es una forma de energía que presenta dos as-
sición y color de los fotóforos son características pectos: intensidad o temperatura, medida ordina-
de la especie y, por lo menos en los mictófidos, riamente en grados Celsius (OC), y cantidad o
también del sexo, por lo que pueden utilizarse calor, apreciada en calorías. La caloría (caloría
para el reconocimiento. La posibilidad de control gramo) a 15°C se define como la cantidad de
de determinados fotóforos permite, además, con- calor necesaria para hacer pasar un gramo de
cebir la posibilidad de un comportamiento basa- agua de 14,5 a 15,5°C y equivale a 4,1855 joules
do en el intercambio de señales. (pág. 16). La diferencia entre temperatura y ca-
Entre los coleópteros la producción de luz se lor queda clara en la fusión y vaporización. Un
relaciona con la biología sexual. En la luciérnaga gramo de hielo absorbe 79,7 calorías para pasar
europea Lampyris noctiluca la hembra no vuela, al estado líquido, sin elevar su temperatura, y un
tiene 300 omatidios en los ojos y produce una gramo de agua líquida requiere 540 calorías para
luz más intensa que el macho; éste vuela y tiene pasar al estado gaseoso, sin aumentar su tempe-
2500 unidades visuales en los ojos. En otras espe- ratura. La importancia del calor y de la tempe-
cies la distribución de las funciones es distinta: ratura como factores ecológicos ha sido siempre
en los géneros Phausis, Photinus y Luciola, los reconocida y, a veces, exagerada.
machos a la vez dan luz más intensa y tienen los
ojos más desarrollados. La comunicación se esta-
blece por medio de luces intermitentes: Photinus Medición
da una señal de dos segundos (depende de la
temperatura) y la hembra responde dos segundos Los termómetros de mercurio son ampliamente
después. En ciertas especies, los machos se agre- usados en ecología. Para medir la temperatura en
gan y organizan grandes espectáculos luminosos, aguas profundas se emplean termómetros bascu-
produciendo destellos sincronizados. Son famosos, lantes, que en el momento oportuno dan la vuel-
a este respecto, los «árboles luminosos» del géne- ta, de modo que queda cortada la columna de
ro Sonneratia en las orillas de los ríos del SE de mercurio en una angostura del tubo, dispuesta de
Asia. En árboles predilectos se reunen millares forma que ulteriores cambios de temperatura no
de machos de Luciola y realizan allí sus exhibi- hacen variar ya la cantidad de mercurio despren-
ciones nupciales colectivas. dida: ésta nos da la temperatura en el momento
En la interpretación de la biofotogénesis se y a la profundidad del vuelco. Estos termóme-
mezclan, probablemente, fantasía y realidad. De tros han de ir encerrados dentro de un depó-
todas formas, resulta difícil hallar sentido a la sito de vidrio en el que se ha evacuado el aire,
producción de luz por ciertas larvas de insecto, para evitar los efectos perturbadores de la pre-
D<23 0
C
Figura 4-12 Temperatura superficial del mar, en la costa de Somalia, apreciada por
la radiación de onda larga recibida por un satélite Nimbus. Las observaciones de distintas
fechas corresponden a otras tantas fases de un proceso de afloramiento, que lleva a la
superficie agua relativamente fría, de menos de 23 oC. (Según Szekielda y otros 206.)
ston hidrostática y, además, llevan un termóme- las capas profundas del agua o del suelo, en
tro auxiliar para conocer la temperatura al hacer nidos, etc., permitiendo el registro cómodo y si-
la lectura que, si es diferente de la que marcaba multáneo de las indicaciones de muchos aparatos.
el termómetro al bascular, se utiliza para intro- De esta forma se pueden analizar detalladamente
ducir una pequeña corrección, por el cambio distribuciones muy inestables de la temperatura
de volumen experimentado por la parte despren- en el mar, como son las que se relacionan con
dida de la columna de mercurio. el paso de ondas internas. El aparato de medida
Los termómetros eléctricos se basan en el coe- consiste en cualquier medidor de resistencia, pre-
ficiente térmico de una resistencia bobinada o de feriblemente un puente de Wheatstone. Si se usa
un semiconductor (termistores) y se prestan a un voltámetro de plata o cualquier dispositivo
determinaciones de temperatura a distancia, en electrónico integrador, se mide la acumulación
.120 El medio
de temperaturas, lo cual es un dato importante razonamiento que más adelante se desarrollará;
para ciertos estudios ecológicos. pero existen otros métodos más independientes de
Para determinaciones de temperatura del cuer- la experiencia personal del ecólogo 30. El más im-
po de organismos, o en estudios microclimáticos portante se basa en la relación entre los isótopos
de mucha precisión, se usan termopares. Un ter- 16 Y 18 de oxígeno, que normalmente es de 500: 1;
mopar es un circuito cerrado formado por dos pero puede diferir algo, por ejemplo, hasta
hilos de metales diferentes -de ordinario cobre y 500: 1,05. Urey 217 prQ.pusa usar el fraccionamiento
la aleación llamada constantán- y soldados por entre los isótopos de oxígeno como un termómetro
sus extremos, con un, galvanómetro intercalado geológico. P'!rHendo de un agua con una relación
(en el cobre). El potencial generado es proporcio- de 500: 1, en carbonato cálcico precipitado en
nal a la diferencia de temperatura entre las dos la misma, la parte de 18 0 pasa a ser 1,026 a oue
soldaduras. y 1,022 a 25°e. La diferencia es demasiado peque-
También se emplean termómetros de lámina ña para que afecte apreciablemente al peso ató-
bimetálica o de otros tipos. En oceanografía y mico del oxígeno separado de los materiales; pero
limnología se emplea mucho el batitermógrafo el uso del espectrógrafo de masas permitió gene-
de Spilhaus, con un termómetro cuyo elemento ralizar el uso del método. Uno de los ejemplos
sensible es un conducto metálico fino lleno de más interesantes, estudiado por Urey y colabo-
líquido, que actúa sobre un tubo de Bourdon, radores concierne a belemnites del jurásico, en
semejante al que constituye la parte esencial de IQ~-9.!.1_~_·'la_distribución isotópica del oxígeno
un manómetro y consiste en un tubo curvado e,n la.s capas concéntric.as de la concha atestiguaba
que se endereza por la presión interna. El ex- fluctuaciones térmicas. Emiliani y otros autores
tremo del tubo lleva un estilete que marca la han r~alizado análisis, principalmente del carbo-
temperatura sobre una plaquita de vidrio ahu- nato c,álcico de los foraminíferos de los sedimentos
mado o dorado, la cual es solidaria de un émbolo marinos (pág. 302). También se ha utilizado la
cuya posición es definida por la presión del agua, determinación del oxígeno de carbonatos de pre-
de forma que se tiene un registro de la tempera- cipitación no orgánica, como son las estalactitas:
tura frente a la presión, o profundidad. Se trata en sus sucesivas capas queda registrada la fluctua-
de un aparato robusto, apropiado para uso de ción de las temperaturas en la cueva.
militares y pescadores, con el que se han obtenido
centenares de miles de perfiles verticales térmicos,
que han hecho progresar rápidamente el estudio Distribución de la temperatura
del régimen térmico de los mares. en la Tierra
La emisión de onda larga de una superficie
La mayor parte del calor en la superficie de
es proporcional a su temperatura. Por medio de
la Tierra procede del Sol, en forma de radiación
radiómetros muy sensibles es posible medir, desde
de onda larga o por conversión de la de onda
el aire, desde aviones o bien desde satélites, la
corta absorbida. Parte de la radiación se refleja
temperatura de la superficie de la Tierra o del
en las interfases. La atmósfera absorbe poco las
mar 206,225 (fig. 4-12).
radiaciones, el agua las absorbe intensamente,
Se han propuesto integradores de temperatura
y el suelo totalmente. Tiene importancia muy
de base química, que utilizan, por ejemplo, la velo-
secundaria el calor de origen químico (fuentes
cidad de descomposición de la sacarosa en fructo-
termales, vulcanismo, fermentaciones), producido
sa y glucosa en condiciones definidas 158, 191.
por reacciones nucleares, o por el trabajo mecá-
La temperatura media efectiva a que ha estado nico (trabajo muscular, cambios adiabáticos). La
sometido el vaso de reacción puede apreciarse por
desigual absorción de las radiaciones caloríficas
la cantidad del material que ha reaccionado. Este
es el motor fundamental de la circulación atmos-
método ha quedado algo postergado por las enor-
férica y marina (pág. 174) Y su importancia es
mes posibilidades que ofrece la técnica electró- enorme en la distribución de los organismos.
nica, en relación con sensores basados en varia-
ciones de resistencia o en la creación de un
potencial. Todas estas posibilidades son importan- SUPERFICIE DE LOS CONTINENTES
tes también en relación con los estudios experi-
mentales que requieren temperaturas constantes Los mapas de distribución de la temperatura
o variables según un programa definido. en la superficie de la Tierra (fig. 4-13) 25 se
La estima ,~~. temperaturas pasadas tiene gran basan en observaciones meteorológicas ordina-
int¿!és,~~Í1j)~legecología.Se puede deducir aproxi- rias. En Europa se calcula una media aritmética
madamente de la composición de las comunidades sencilla sobre 4 lecturas diarias (1, 7, 13 Y 19 ho-
y de las características individuales de las distintas ras), o bien se usan tres lecturas (7, 14, 21 h)
especies, aplicando en sentido inverso la línea de en la forma siguiente: t(7 11) + t(l4 11) + 2t(21 11) / 4.
En Estados Unidos e 1talia es frecuente usar la diaria es especialmente grande en las regiones
semisuma de la máxima y de la mínima, fórmula de atmósfera seca, que no impide la llegada de
poco adecuada para países cálidos, pues da valo- radiación durante el día ni la irradiación a partir
res demasiado elevados. La temperatura dismi- de la Tierra durante la noche. Las temperaturas
nuye regularmente al aumentar la altura sobre extremas observadas son de 70 a 80°C en la
el nivel del mar, entre 0,4 y 0,7°C por cada cien superficie de suelos secos y oscuros, con atmósfera
metros. Por las razones indicadas y otras, no es tranquila; pero a la sombra las máximas absolu-
muy fácil la coordinación y unificación de datos tas son algo menores, de 57 ,8°C, en México y
de distinta procedencia. Libia. Se excluyen, naturalmente, fenómenos de
Al hemisferio norte se le asigna una tempera- vulcanismo y fuentes termales. Las mínimas obser-
tura media de 15,2°C y al hemisferio sur de 13,3°C. vadas llegan a -77,8°C en Siberia y a -88,3°C
La distancia entre las medias de enero y julio es, en la Antártida <Yostok, polo del frío).
respectivamente, de 14,3 y 7,4°C. La oscilación En el suelo, la conducción del calor es peque-
122 El medio
ña, de manera que los gradientes verticales son en la vegetación baja, del 6 al 20 % en el bosque,
muy fuertes, sólo mitigados por la evaporación en del 5 al 10 % en el mar. Los sistemas con menos
superficie. En áreas desérticas, de escasa evapora- albedo acumulan más calor y se comportan como
ción y suelo con un gran volumen de espacios reguladores, suavizando las fluctuaciones de tem-
aéreos aislantes, se observan gradientes máximos. peratura.
En el desierto de Arizona, por ejemplo, se miden
hasta unos 70°C en la superficie, pero sólo 25°C
a medio metro de profundidad. La oscilación OCÉANOS y LAGOS
térmica diaria o anual puede ser de gran ampli-
tud. En la superficie de las dunas de las orillas En los océanos, los límites de la temperatura
del lago Michigan las temperaturas extremas en están menos separados que en la superficie de la.
un año van desde -37°C hasta +46°C. La baja Tierra, y prácticamente van de - 2°C a + 30°C.
temperatura, por solidificación del agua, limita A esta regulación contribuyen la gran capacidad
la actividad biológica, de manera que la existen- calorífica del agua, el calor latente de fusión y
cia de heladas y su frecuencia y duración consti-
tuyen parámetros de gran importancia ecológica
(fig. 4-14) 25.
El clima, tal como se deduce de las observacio- Tabla 4·5
nes meteorológicas ordinarias no corresponde al Aumento teórico de la temperatura del agua
clima en que se desarrollan las actividades de en distintos niveles por radiación,
los organismos. En este sentido se habla de micro- que corresponde a la absorción de t 000 cal cm- 2.
clima. El microclima muestra considerables hete- Agua oceánica de transparencia media 205
rogeneidades a pequeña escala. Las mismas comu-
Aumento
nidades de organismos, en particular la cobertura de la
vegetal, definen en gran parte las condiciones mi- Profundidad, temperatura.
croclimáticas. En su definición entra de manera m oC
importante el albedo, es decir, la radiación a
partir de la tierra, que es esencialmente depen- oa 1m 6,48
diente de la cobertura. La Tierra en conjunto está 1 a 2 0,72
en equilibrio térmico y emite tanta energía como 5 a 6 0,282
recibe. Pero hay diferencias locales de albedo: el 10 a 11 0,096
albedo visual (longitudes de onda en los límites 20 a 21 0,030
50 a 51 0,0024
de la luz) es del 40 al 85 % en la nieve, del 15
100 a 101 0,000011
al 31 % en el suelo descubierto, del 10 al 25 %
124 El medio
talmente que verticalmente, por la existencia de son de temporada y su desarrollo va asociado
gradientes verticales de densidad que se oponen al ciclo térmico anual. Es fácil calcular en cada
a la mezcla. período el trabajo de mezcla realizado por el
A es la resultante de la composición de muchos viento, multiplicando la masa total de agua por
fenómenos. El esfuerzo del viento en la superficie la elevación de su centro de gravedad desde
crea torbellinos, cuya energía se disipa mezclando antes de la mezcla hasta después de la mezcla,
el agua. El trabajo realizado es tanto mayor cuan- deducible a partir de los perfiles verticales de dis-
to más diversa sea la densidad de las capas de tribución de densidad. La destrucción de la ter-
agua superpuestas. Sabemos que el agua, por moclina se debe a pérdida de calor y evaporación
absorción de la radiación de onda larga, se calien- en superficie, en otoño. La circulación vertical no
ta mucho en superficie, con lo que disminuye su encuentra entonces obstáculo y se propaga hasta
densidad. En realidad, un mismo esfuerzo del el fondo. En ciertos casos existe una termoclina
viento se propaga tanto más en profundidad persistente donde la mezcla se detiene (pág. 200).
cuanto menor sea el gradiente de densidad. A Ciertos lagos tropicales tienen una estratificación
medida que el agua se mezcla va «empujando» persistente y en otros lagos llamados meromícti-
ante sí un fuerte gradiente de densidad y llega cos o de mezcla parcial, queda una capa de agua
un momento en que la potencia de mezcla del profunda a la que nunca llega la mezcla vertical,
viento no puede superar el gradiente acumulado. el llamado monimolimnion (pág. 195). En los
En realidad, la mezcla va progresando hasta un océanos suele existir una termoclina permanente
límite definido por la fuerza del viento y el gra- a gran profundidad, que puede ser el límite entre
diente de densidades preexistente, con inclusión masas de agua superpuestas que circulan con
de los cambios térmicos por radiación, evapora- distinta velocidad y dirección.
ción, etc., que ocurren durante el proceso. Las termoclinas (y, en general, las picnoclinas)
El final del proceso descrito de mezcla progre- tienen enorme importancia en ecología acuática.
siva a partir de la superficie, asociado a un trans- Por razones muy diversas sirven de referencia al
porte de calor, suele ser el establecimiento de un movimiento y a la acumulación de muchos orga-
gradiente brusco de temperatura (y de densidad) nismos (págs. 168, 832) 6. Una termoclina no
a cierto nivel, la llamada termoclina (o clinolim- sólo tiene importancia por ser el lugar de un
nion en los lagos) que es, a la vez, una picno- fuerte gradiente, sino que también es un lugar
clina (= gradiente fuerte o discontinuidad de den- de difusividad vertical disminuida y difusividad
sidad). En ella se observan variaciones de hasta horizontal aumentada, lo cual hace que, a su ni-
1°C por m de profundidad y aún más. En los vel, sea fácil el deslizamiento entre masas de
lagos la termoclina se forma generalmente entre aguas superpuestas (los límites inferiores -y su-
los 6 y los 15 m de profundidad; en los grandes periores- de las corrientes son picnoclinas) y la
lagos y en el mar, más abajo, entre 20 y 30 me- aparición de ondas (ondas internas, pág. 201)
tros. En la figura 4-16 se representa un ejemplo como en toda interfase entre fluidos de densida-
notable por el gran contraste horizontal. Unas des diferentes (fig. 4-16) 38, 125. El estudio deta-
termoclinas son permanentes; otras termoclinas llado de las termoclinas ofrece interesantes pro-
JAPON
36°
HH
35°
~
AA
139 0
140 0 141 0 142 0 143 0 144 0 145° 146 0
Tabla 4-6
Balance térmico de algunos lagos. En calorías gramo por cm 2 y año (lO 000 cal cm- 2 año- ' - tl,l W m- 2)
126 El medio
400+
Calor total
absorbido o perdido
por el lago Ontario
1
Ganancia
0- --------- ---------------
Pérdida
1
400-
N
I
1
E
(,)
cu
(,)
eQ)
o
cu
0- ------------~------------------------
(,)
Q)
"'C
200-
.~
ü:
Pérdida por radiación de onda larga
0-
200-
Evaporación
0-
200-
Intercambio de calor
con la atmósfera y con el fondo
Enero Febr. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agos. Sept. Oct. Nov. Dic.
Figura 4-17 Balance térmico del lago Ontario, por meses. Los valores del gráfico
superior representan la suma de los de los otros tres gráficos. (Según G. K. Rodgers, en
The Great Lakes as an environment, edito D. V. Anderson, Taranta, 1969.)
128 El medio
soporta -26°C Y un pez de Alaska, Dallia cuanto las características del ambiente lo consien-
pectoralis, de unos 15 cm, resiste 40 minutos en ten. se pierde rápidamente la capacidad de resistir
agua a - 20°C, aunque, contrariamente a lo que condiciones extremadas. La temperatura. máxima
se ha escrito más de una vez, no resiste la conge- letal es modificable ligeramente por aclimatación
lación de sus tejidos. Insectos y huevos de erizo y más efectivamente por selección (en peces).
de mar pueden ser sobreenfriados a - 30°C sin El límite superior de resistencia, en líneas gene-
daño. La resistencia al frío de la vegetación es rales, se sitúa hacia 30-40°C para las algas mari-
una propiedad ecológica fundamental. Las plantas nas e invertebrados de la zona entre mareas 156;
verdes mediterráneas resisten de -8 a -10°C, en las plantas superiores terrestres entre 40 y
las perennes de la zona templada (Erica, Clobu- 50ll C, raramente hasta más de 60°C (Opuntia);
laria, Helleborus) de -15 a -20°C, las de mon- entre los insectos se dan valores de 39-42°C, con-
taña (Buxus, Rhododendron, Calluna, Empetrum, siderablemente variables según la fase de desa-
Abies) hasta -30°C. Las yemas y algunas otras rrollo y tiempo de exposición, en anfibios de
partes de las plantas pueden resistir sobreenfria- 37°C, en reptiles de 36 a 55°C; en homotermos,
das y sin formar hielo hasta - 18 a - 26°C. aves y mamíferos, alrededor de 43°C. Para perío-
dos breves y previa limitación del contenido de
agua, los musgos resisten 115°C, quistes del cilia-
Resistencia al calor do Colpoda y las larvas del quironómido Polype-
dilum hasta 100°C por lo menos. Las fuentes
Los daños que la temperatura elevada produce termales son propicias a la observación de orga-
en los organismos son irreversibles. Básicamente nismos particularmente resistentes, aunque a veces
se trata de una desnaturalización de las proteínas, se publican datos erróneos, por la dificultad en
que no es una simple consecuencia de la deshidra- la medición de gradientes térmicos muy precisos
tación, sino un proceso histórico de perturbación o en decidir si se trata de organismos vivos o
de enlaces que van alterando la disposición de muertos o inmovilizados por el calor. De to-
grupos funcionales. Quedan tan irregulares que das formas, en las termas viven bacterias y cia-
no es posible que acierten a volver a ponerse en nofíceas (Phormidium, Mastigocladus) hasta
orden de funcionar. Las proteínas de los homeo- 58-60°C 20,222, c1orofíceas hasta 35-42°C, las diato-
termos empiezan a desnaturalizarse a 45°C y del meas no pasan de 40°C. En aguas termales del
mismo orden (45 a 60°C) son los valores que se parque de Yellowstone se han reconocido bacte-
mencionan para otros grupos de animales. Si algu- rias que viven y se multiplican a 90°C. Especies
na proteína esencial tiene una temperatura de des- de ciliados nadan a 37-38°C, el crustáceo rher-
naturalización baja, puede actuar de obstáculo mosbaena de los manantiales termales del Norte
que se opone a la colonización de ambientes cá- de África e Italia aguanta hasta 45°C, algún ostrá-
lidos, y una selección global de proteínas de tem- codo (Potamocypris) resiste hasta 49°C y las lar-
peratura de desnaturalización alta garantiza la vas de efídridos (moscas) de 50 a 52°C.
supervivencia en ambientes de elevada tempera-
tura. Algunos estudios muestran que existe rela-
ción entre la temperatura de desnaturalización de Regulación térmica
determinadas proteínas y la temperatura del am-
biente donde vive habitualmente el organismo del La temperatura del ambiente afecta a los pro-
que forman parte. En el caso de la hemoglobina, cesos vitales de los organismos, principalmente
por ejemplo, la temperatura que actuando por cuando la temperatura del cuerpo sigue aproxima-
30 minutos reduce a un 50 % su actividad, es de damente a aquélla. Los procesos metabólicos, en
38-40°C para la hemoglobina del bacalao (Ca- general, determinan un aumento de una fracción
dus) , de 46-48°C para la de monos (Macaca) y de grado de la temperatura del cuerpo de un
de 60-61°C para la de lagartos que viven en se- organismo vivo sobre el ambiente, pero como el
midesiertos (Agama, Phrynocephalus) 130,219. La calor producido se difunde, la diferencia nunca es
temperatura letal, expresada como la tempera- importante. El cuerpo de una lombriz de tierra
tura a la que mueren la mitad de los individuos, tarda sólo dos minutos en ajustarse a la tempe-
guarda asimismo relación con la temperatura ratura ambiente dentro de un límite de O,05°C.
habitual del ambiente en que viven las especies Por otra parte, existen indudables ventajas en
o las subespecies 76. Aunque se suele decir en mantener dentro de límites relativamente estre-
semejantes casos, lo mismo que con referencia a chos la temperatura del cuerpo, alrededor de una
los límites térmicos inferiores, que la temperatura media moderadamente elevada. Se ha estudiado
es un factor limitante en la distribución de las la influencia de la temperatura sobre las reaccio-
especies, en realidad no es más importante que nes moleculares en los organismos; pero no se
otros en la adaptación total de la especie y, en ha desarrollado una teoría general que examine
~/
uC
bupréstidos, puede tener sentido de adaptación.
, --.;..P;.;.;;;ssse.;.....'
La circulación de hemolinfa por las venas de las
40 alas de las mariposas es parte de un mecanismo
de regulación térmica. La hormiga de bosque
Formica rufa eleva sus montones cónicos de se-
30
roja de forma que interceptan un máximo de
rayos solares y la temperatura de los hormigueros
~
Echidns
supera a la del suelo inmediato. En los campamen-
tos o vivaques de la hormiga arriera Eciton arma-
~E 20 tum de Panamá, la temperatura es de uno a dos
~
grados por encima de la ambiente, y la desviación
normal de las variaciones térmicas se ha reduci-
10 do a un tercio 98. La regulación es aún más eficaz
en los termiteros. En el de Bellicositermes nata-
lensis, el aire se calienta por contacto con los
cultivos de hongos, asciende hasta las cavidades
10 20 30 40 oC 50 más altas, donde su temperatura baja y desciende
Temperatura externa luego por canales periféricos, para completar el
circuito, en el curso del cual se observan también
Figura 4-18 Relación entre la temperatura del variaciones definidas de la concentración de
exterior y la temperatura rectal para un grupo C0 2 136 (fig. 15-14).
de mamiferos y un ave (Passer). (De diversos
autores, en Precht y cols. 161.) La heliorregulación es notoria en los reptiles.
130 El medio
40 40 40 40
~
o
Plica umbra A nolis
~M~~
r 35
d" .....
.........
Ü 35 35 35
ni
::::1
ni
Q)
o.
~
~
Figura 4-19 Relación 'entre la temperatura del exterior y la temperatura cloaca/, en varios
lagartos de un área de Belém, Brasil, en relación con su residencia habitual. En las espe-
cies que viven en lugares expuestos, la temperatura del cuerpo durante el día sube mucho
más que en los que viven más protegidos por la vegetación. (Según A. S. Rand
y S. S. Humphrey, Proceed. U. S. Nat. Mus., 125[3658J:1-17, 1968.)
El cuerpo del lagarto norteamericano Eumeces posible calcular para cada animal la temperatura
fasciatus alcanza de 20 a 29°C expuesto al sol, que su cuerpo alcanza en distintas condiciones
cuando la temperatura del aire es sólo de 12 de equilibrio de metabolismo, irradiación, viento, •
a 20°C (en primavera) 61. Cuando las rocas sobre etcétera 160 (fig. 4-19).
las que se mueven están caldeadas, otras especies Las piedras son importantes acumuladores de
(Crotophagus collaris, etc.) se elevan sobre las calor; a diferencia del suelo no hay en ellas es-
patas, postura que es más frecuente en los lagar- pacios aéreos ni evaporación, y, debajo de las
tos tropicales que en los de la zona templada. mismas, se alcanzan temperaturas superiores a las
El color de un organismo no se debe interpretar de otros puntos inmediatos de la superficie del
solamente en términos de defensa o de biología suelo. Muchas especies termófilas se congregan
sexual, sino que tiene también interés en relación bajo las piedras, así como otras lo hacen junto
con la regulación térmica. Se han estudiado la a nidos de aves o madrigueras de mamíferos.
absorbancia y la reflectancia de la piel de los El ejercicio muscular intenso aumenta la tem-
lagartos a distintas longitudes de onda 155. La peratura del cuerpo en insectos. En la esfinge
radiación difusa o reflejada de longitud de onda Deilephila la temperatura asciende a 34°C y una
larga puede ser más importante para la regula- gran actividad en los carábidos determina que
ción que la misma radiación directa del sol. Es- su temperatura se eleve 2°C sobre la ambiente.
pecies que pueden mudar de color, utilizan esta En himenópteros sociales (abejas) la producción
aptitud como regulador (Dipsosaurus); al subir la de calor muscular eleva la temperatura de la
temperatura palidecen y reflejan más -con lo colmena y la capacidad de regulación es amplia,
cual se hacen más visibles sobre la arena- antes pues se extiende a utilizar, además, la ventilación,
de retirarse a sus escondrijos, lo cual constituye moviendo sus alas junto a la entrada, con la con-
otra forma de regulación. Estos animales se han siguiente evaporación de agua y enfriamiento. Ac-
denominado ectotermos 47 por depender de fuen- tividades metabólicas inusitadas conducen a un
tes externas de calor. Teóricamente al menos, es gran aumento de la temperatura de las plantas.
132 El medio
ximadamente, del 1 % del total de especies ani- como el que corresponde a la máxima produc-
males; pero los hornotermos son dominantes in- ción de trabajo físico, como aquél en el cual
discutibles. La homotermia, sin embargo, sólo es el potencial reproductivo de la especie es má-
posible a partir de cierto tamaño. La relación ximo, o donde las probabilidades de supervi-
superficie/volumen es excesiva en los muy pe- vencia de cualquier población de la especie son
queños; por esto, entre los verdaderos homoter- mayores. Es obvio que el óptimo es función de
mos, las especies de menor tamaño superponen muchos otros parámetros ambientales, por ejem-
a su regulación fisiológica, un tanto insuficiente, plo de la humedad (fig. 3-14). Sólo en pocos am-
cierta regulación ecológica (letargo invernal de bientes (cavernas, grandes profundidades marinas)
muchos mamíferos pequeños, migración en las las temperaturas son constantes, de modo que el
aves). La resistencia de los hornotermos es, por concepto de óptimo único tiene poco sentido y lo
tanto, limitada y mueren si se exponen por cierto que tiene importancia son los límites de tempe-
tiempo a temperaturas extremas, lo cual varía ratura entre las cuales una población se mantiene
según las especies y según el estado en que se y compite con éxito. De manera general, se pue-
encuentran: los lemming activos y los murciélagos den distinguir organismos euritermos, cuyas po-
en estado de hibernación resisten temperaturas in- blaciones pueden subsistir en una zona amplia
feriores a cero. Mamíferos (Peromyscus) 193 some- de la variación de temperatura ambiente, y orga-
tidos a baja temperatura mueren antes si están nismos estenotermos, que requieren condiciones
privados de alimento, porque consumen reservas térmicas más precisas. Los homotermos son, na-
para producir calor; sin embargo, en ciertos poi- turalmente, más euritermos en términos generales.
quilotermos ocurre lo contrario, al descender su Las isotermas (fig. 4-13), isoanómalas y otras
metabolismo en tales condiciones (tabla 4-7). En expresiones resumidas de los valores de la tempe-
especies de roedores, unos mismos individuos re- ratura pueden ser adecuadas para describir la
sisten mejor las temperaturas bajas en invierno distribución de plantas y animales, es decir, de-
que si se llevan a ellas en verano, con lo que finir los bordes de sus áreas; pero generalmente
demuestran cierto grado de variación estacional no tienen el mismo valor en toda la extensión de
en la resistencia a condiciones extremas. las fronteras, bien por la diferente importancia
local de la competencia con otras especies, bien
por la descomposición de la especie en razas de
Tabla 4-7 significado fisiológico diferente en relación con
Días de supervivencia de animales privados la temperatura.
de alimento 180, 193 Con referencia a los organismos móviles se
habla de termopreferéndum, óptimo termotáctico
Serpientes Días de Roedores Horas de o temperatura preferida, para designar aquélla
Temp., oC supervivencia Temp., oC supervivencia
que el organismo en cuestión escoge cuando pue-
de moverse libremente sobre un gradiente térmico.
17 104 -25 1,6 Es fácil hacer experiencias con insectos y otros
27 47 8 17,4 animales pequeños en una caja alargada con un
36 10 20 28,1
elemento calefactor en un extremo y un refrige-
39 377
rante en el opuesto y se han obtenido numerosos
datos sobre el termopreferéndum de muchos ani-
malitos 51, 119 (tabla 4-8). En realidad, apenas se
Temperaturas óptimas y preferidas puede hablar de termopreferéndum fijo para una
especie, porque depende de la historia del indivi-
Como consecuencia de la integración de formas duo, de la temperatura a que ha estado sometido
de comportamiento y características fisiológicas en su desarrollo, y existen además diferencias ra-
en el curso de la evolución, cada especie se sitúa ciales de base verosímilmente genética: así el
entre determinados límites del margen de varia- Gryllulus domesticus de Palestina prefiere distin-
ción posible de la temperatura. Es decir, cada es- ta temperatura que el de Europa Central.
pecie tiene lo que se puede denominar su espectro Hablar de temperaturas preferidas resulta mu-
térmico, cuyos límites extremos representan la cho más difícil cuando la temperatura del cuerpo
muerte; cerca de estos límites se tienen sendos del organismo se aparta en mayor o menor grado
segmentos de rigidez o inmovilización, de los que de la temperatura ambiente, y la relación entre
el organismo puede recuperarse y, entre ellos, un ambas se establece como resultado de mecanismos
margen de variación de la temperatura en el que e interacciones considerablemente complicados.
la vida activa es posible. Dentro de éste se suele La periodicidad diaria en la actividad de mu-
hablar de un punto óptimo de temperatura, su- chos animales se puede relacionar con la búsqueda
mamente difícil de definir. Puede considerarse de una temperatura adecuada; en los climas fríos,
ª8-
"e 5000 . : ... :.
•• ::..• •e _ • • •
en las que puede ocurrir que cierto límite térmico
desencadene una forma de comportamiento deter-
minada. Por ejemplo, una temperatura del suelo
en
o de 31-38°C es condición para la migración de la
u langosta Locusta migratoria.
.Q
o 4000 La aceleración de los movimientos de los ani-
~
"~ males por el calor ha recibido el nombre de termo-
g cinesis y se manifiesta de manera distinta: El
~ curculiónido Sitona lineata recorre 3 mm S-1
"en 3000 a 10°C y 9 mm S-1 a 20°C. Saltamontes y grillos
~Q.l estridulan a partir de cierta temperatura (12-13°C
"e
";;
en Tettigonia, 23-25°C en Decticus); por encima
o de ésta, los sonidos son más o menos agudos
E 2000
en según la temperatura (fig. 4-20). En Gryllus cam-
E
Q.l
pestris, no sólo el tono, sino también el número
"<tl
de chirridos emitidos por unidad de tiempo son
"g función de la hora del día (más entre 9 y 16 ho-
1000
~
Lt
ras) y de la temperatura: son aproximadamente
50 en 10 segundos a 27°C y alrededor de la mitad
I b' , ,
1 '210' , , '3'0 I , lo de aquella cifra a 17°C.
Temperatura del cuerpo°C La actividad de captura en insectos y anfípodos
acuáticos, el consumo de oxígeno en copépodos
Figura 4-20 Relación entre la temperatura del y peces, aumentan con la temperatura 123. La res-
cuerpo y la frecuencia de los movimientos del piración de los copépodos (Temora, Centropages)
sonajero en la serpiente de cascabel Crotalus
atrox. (Según J. H. Martin y R. M. Bagly, Co-
se duplica prácticamente al pasar de 10° a 200C 68.
peia, 1972:482-485.) La respiración aparece como una función mixta
134 El medio
del tamaño del animal y de la temperatura am- I I I I
biente, comO en el gasterópodo Crepidula 122. La 3.0~ -
capacidad de filtración en lamelibranquios y otros
D
animales muestra relaciones parecidas. En la ostra
aumenta hasta unos 30o e, luego decrece 134. Véase
2.8 ~ Abril /
el resumen de Fry 65 (figs. 4-21 y 22).
~o---:;~
~~
Por lo que concierne a la velocidad de desa- e
e
Q)
rrollo, se trata de un tema que ha atraído atención Ol
~v
'xe
preferente y existe una información considerable, 2.6 - Octubre
Q)
~ O -
de la que se entresacan los ejemplos de la tabla 4-9,
~
"O
e
que son plenamente ilustrativos. "
Tanto la temperatura como la velocidad de
procesos biológicos son cuantificables y la rela- I 2,4 -
~ A9OS!
ción entre las dos se ha intentado expresar mate- §
/
máticamente, con la esperanza que del tipo apro- Enero
piado de función se pudiera venir en conocimiento
o en sospecha de la forma de actuar la tempe- 2.2 ~
siglo XVI I 1, Y más tarde otros autores propusieron 2.0 L..-_ _ L...-I_ _ . L . - I_ _ ~I_ _,L.-I~
expresiones empíricas o bien con un fundamento 5 10 15 20
razonado. Réaumur (1735) 167 Y Boussingault Temperatura oC
(1837) 29 introducen el concepto de sumación tér-
mica, según el cual, la suma de temperaturas, Figura 4-21 Relación entre la temperatura
computadas por encima de un «cero biológico» y la intensidad de la respiración, en distintas
se mantendría constante en el cumplimiento de épocas del año, en el cirrípedo Balanus balanus.
Los datos se han normalizado y se refieren a un
determinado proceso. Esta regla ha merecido con- individuo medio, de 15,8 mg de peso seco.
siderable aprecio por parte de entomólogos y pisci- (Según Barnes y Barnes 11.)
3,~ Observado a 1O ~C
0.6 Observado a 10"C
2,0
c5 I
.r::.
E 0.4
I
I
:
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1.0 o
I
u
0.2
5 oC
0,5
Días 14 21 28 Días 14 21 28
A B
Figura 4-22 Aclimatación del mejillón, Mytilus edulis, a distintas temperaturas. A, tasa
de filtración en litros filtrados por gramo de peso seco y hora. B, consumo de oxígeno,
en mI de oxigeno por gramo de peso seco y hora. Animales procedentes del mar,
a una temperatura alrededor de 10°C, fueron sometidos a tres temperaturas distintas
y alimentados con una suspensión de algas. El efecto de las distintas temperaturas es
muy grande al principio, pero después de un par de semanas todos los lotes tienden
a mantener una filtración y un metabolismo semejantes bajo distintas condiciones térmicas.
(Según J. Widdows y B. L. Bayne, J. mar. biol. Assoc. U. K., 51 :827-843, 1971.)
136 El medio
20
.. Tortanus discaudatus
o Pseudocalanus, forma grande
A Acartia clausi
~12
>
.~
eu
(ij
a.
(JJ
o
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~
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(JJ
eu
O
O-+----..-~---.--.--.......----.---r-----r-----.~T--..------r- ..
i - . - ,----..--.......----.--'+-
-2°C O 4 8 12 16
Temperatura
Figura 4-23 Número de días que son necesarios para que se aviven los huevos de
copépodos de varias especies a distintas temperaturas. Se han ajustado curvas que se
convertirían aproximadamente en rectas en una representación doble logarítmica (figura
4-24, derecha). (Según MacLaren 139.)
50 A 50
40
30 30
~
20
10 ~.. ......
", 10
-f¿'/¡ne//a
Rana pipiens
Figura 4-24 Relación entre la temperatura y los dlas que necesitan para avivarse los
huevos de distintos animales (o su inverso, la velocidad de desarrollo). Rana es un anfibio
y las otras dos especies son lepidópteros. Se usan distintas escalas para las coordenadas.
En el tercer gráfico se traza la línea que corresponde a Q10 = 2. (Datos de diversos
autores.)
138 El medio
difusión puede ser limitante a baja temperatu- datos de observación. El ajuste es tanto mejor
ra y la actividad respiratoria la que define la cuanto menor es el número de datos y mayor el
marcha de un fenómeno a temperaturas más altas. número de constantes en la expresión elegida, y
Una aplicación de estos puntos de vista puede las más de las expresiones propuestas tienen el
ser, por ejemplo, la siguiente: En las plantas la carácter de fórmulas de interpolación ad hoc, sin
asimilación está limitada por procesos fotoquími- interés general.
cos y de difusión y su energía de activación es La expresión cuantitativa de las relaciones en-
más baja que en la respiración. Por tanto, al tre la duración de un proceso y la temperatura se
aumentar la temperatura se incrementa más la res- complica cuando la temperatura no es constante.
piración que la asimilación, colocando a la planta La regla de la sumación térmica admite que las
en una situación intrínsecamente más desfavora- temperaturas son sumables y que, por tanto, es
ble. lo mismo usar una temperatura fluctuante, que
En realidad se está lejos de una situación tan una temperatura constante igual a la media arit-
simplificada; aún si esta expresión fuera aplica- mética de aquélla. Esto es falso. Una temperatura
ble, la afinidad de los fermentos con los sustratos fluctuante acelera más cualquier proceso bioló-
y la concentración efectiva de las sustancias que gico que la temperatura constante igual a la me-
reaccionan varían de forma muy compleja y, en dia de aquélla (tabla 4-10). Otras observaciones
muchos casos, se amortiguan considerablemente análogas se refieren a Drosophila 168 y al pulgón
las diferencias de velocidad que serían de esperar de fa col, Brevicoryne brassicae 126. En este último
de la simple dependencia de la temperatura a caso, si las medias y las sumas se computan no
nivel molecular. Es indudable que muchos poiqui- sobre los valores directos de la temperatura, sino
lotermos acuáticos consiguen un metabolismo se- sobre estos valores después de transformados con
mejante bajo temperaturas muy diferentes 199, lo arreglo a una tabla (la transformación equivale
cual lleva a aceptar que los valores de las «cons- a usar el producto: temperatura por consumo
tantes» cambian con la edad o procedencia de específico de oxígeno a dicha temperatura), se
los individuos, o la temperatura bajo la cual se consigue un ajuste satisfactorio. Análogamente,
han desarrollado. A pesar de sus limitaciones para en las relaciones entre temperatura y tamaño de
describir de manera simplificada la complejidad los individuos, una temperatura fluctuante tiene
de interacciones involucradas en cualquier pro- el mismo efecto que una temperatura constante
ceso fisiológico y ecológico dependiente de la muy superior a la media aritmética de aquélla 131.
temperatura, la expresión de Arrhenius ha sido Este hecho tiene especi:d importancia cuando
empleada en el análisis de aquellos fenómenos, se comparan ecosistemas de igual temperatura
principalmente por Crozier y sus colaboradores 48. media y fluctuación térmica distinta, como la
Las tres formas de relacionar velocidad y tem- tundra nórdica con la alta montaña; en ésta la
peratura (fig. 4-24) se han intentado perfeccionar fluctuación térmica diaria es más amplia y, por
con distintos artificios 50, lOS, 106, 116, 120,121,208,218, consiguiente, en la zona alpina los procesos bio-
usando expresiones más complicadas, básicamente lógicos están relativamente acelerados. La migra-
exponenciales, que permiten un mejor" ajuste a los ción del zooplancton, entre capas de agua de
Tabla 4-10
Duración del estadio ninfal en el saltamontes Melanoplus mexicanus,
bajo distintas condiciones térmicas 40
Número de días,
desde el huevo
al adulto,
cakulado a partir
de observaciones
Número de días, a temperatura con.,;-
desde el huevo tante y aplicando
De las 24 horas del día pasa al adulto. la suma de
16 horas a 8 horas a observado temperaturas
60 68,5
41 47,3
107 147,0
49 75,0
Tabla 4-11
Algunas características del criptomonadal Chilomonas paramecium cultivado a diversas
temperaturas. Según Johnson y James 110
140 El medio
grasas, no varía significativamente con los cam-
bios externos de temperatura (71,6 % en invierno;
71,9 % en verano) 193.
•. ,.
La relación entre la temperatura ambiente y
.®
los lípidos no parece regular: los cambios en el
punto de fusión de los mismos se habían relacio- ¡;
)
nado, con sentido adaptativo, con la temperatura !: .
Tabla 4-13
Comportamiento fisiológico de individuos de una misma especie, de diferente tamaño,
o cultivados a distinta temperatura
A. Relación entre la asimilación y la respiración en el musgo Fontinalis.
Según Harder n, a) iluminado a 581 bujías; b) iluminado a 1017 bujías
Observado Observado
a 6·8°C a 18-20°C 0'0·
Musgos que habían sido cultivados a tem- (a) 1,97 0,51 3,86
peratura baja (b) 2,7 0,7 3,85
Musgos que habían sido cultivados a tem- (a) 8,1 2,5 3,24
peratura alta (b) 10,0 3,3 3,00
Observado Observado
a 200C a 300C 010
Observado Observado
a 200C a 300C 010
• Se comparan los cocientes asimilación/respiración; en las distintas temperaturas d.e observación varía
más la respiración que la asimilación, de modo que este 010 está influido principalmente por la respiración.
142 El medio
das por la temperatura bajo la cual se realiza el es que no se heredan caracteres, sino ciertas po-
desarrollo figura, como una más, la misma forma tencialidades, cuya variabilidad de expresión, en
de reaccionar a distintas temperaturas, la norma relación con factores externos, está más o menos
de reacción fisiológica. Dicha norma de reacción amortiguada por la dependencia respecto a otras
es ordinariamente un carácter de determinación características del organismo.
genética, pero no siempre. Individuos de parecida En los seres unicelulares, las variaciones de
constitución genética, desarrollados bajo diferen- tamaño implican cambios en el tamaño de las
tes temperaturas, tienen distinto tamaño, distinta células; en los pluricelulares, variaciones del mis-
relación superficie/volumen, y en ellos la rela- mo tipo pueden conseguirse cambiando el número
ción entre temperatura y metabolismo es también de células (que es lo que, al parecer, ocurre pre-
diferente (tabla 4-13). Los individuos criados a ferentemente en los homotermos) o el tamaño de
temperatura más alta son menores y por este sim- las células (animales de desarrollo muy definido
ple hecho muestran una mayor intensidad respi- con el número de células constante, como los
ratoria, referida a peso; y además, en todos los rotíferos o los tardígrados), aunque verosímilmen-
casos, son los organismos mayores los que incre- te ambos recursos de variación estarán combina-
mentan más su intensidad respiratoria (0 10 más dos en la mayor parte de los casos 144.
alto) al ser sometidos a un aumento de la tem- La consabida relación entre temperatura y di-
peratura. mensiones es casi general en el reino animal y las
La relación entre el consumo de oxígeno y la pocas excepciones admiten explicaciones convin-
temperatura puede depender simplemente de la centes, como las que siguen: en algunos unicelu-
estación. En Balanus existe un ritmo anual en lares (vegetales y animales), la temperatura exce-
dicha norma de reacción, que no va asociado, na- siva puede llevar a un retardo anormal en la
turalmente, a un cambio de dimensiones porque división y a un gran tamaño, que es accidental.
la duración de la vida no es tan breve 11. En los turbelarios, las variaciones de tamaño en
La relación entre respiración y temperatura en función del alimento disponible, que son muy
tejidos explantados de distintos animales no es grandes, pueden enmascarar otros efectos 173. Los
la misma que en el animal entero, pero tampoco moluscos terrestres que durante el año disponen
es idéntica para individuos de distinto tamaño o de un período de actividad y de alimentación más
criados bajo distinta temperatura, poniendo de largo crecen hasta un tamaño muy grande, poco
relieve la complicación de la regulación del meta- dependiente de la temperatura. La respiración
bolismo (peces 159, mamíferos) 117. traqueal en los insectos, los independiza de la
servidumbre determinada en otros animales por
las necesidades de aporte de oxígeno a los tejidos.
En insectos sería de esperar encontrar más fre-
Reglas térmicas cuentes las excepciones que, sin embargo, son
muy escasas.
Los efectos que se han mencionado en el apar- La relación más general entre temperatura y
tado precedente conducen a regularidades en la dimensiones, es importante en ecología y particu-
relación entre la temperatura y características de larmente en paleoec'ología, pues permite deducir
las poblaciones a ella sometidas, que han dado variaciones en la temperatura a partir de cambios
pie para formular ciertas reglas térmicas ecológi- observados en las dimensiones de los organismos
cas, de expresión morfológica. Los cambios de a ella sometidos. La fracción de foraminíferos pe-
dimensiones y otros ligados a ellas, se deben tanto queños es relativamente mayor en los sedimentos
a la influencia directa del ambiente sobre el formados en el fondo de mares más cálidos. En
desarrollo individual, como al resultado de la se- realidad, los indicios buenos se obtienen compa-
lección de combinaciones génicas, en el sentido rando siempre formas muy próximas. El conoci-
que aquéllas que dan individuos menores serían miento de tales regularidades puede ayudar a la
seleccionadas preferentemente bajo temperaturas taxonomía, cuando formas emparentadas que vi-
altas y las que resultan en individuos más corpu- ven bajo distintas temperaturas muestran una
lentos tendrían valor de selección positivo a baja variación morfológica de acuerdo con lo esperado.
temperatura. La superposición inextricable de Si las subespecies o formas de climas fríos tienen
simples modificaciones y de procesos de selec- más vértebras, o son de tamaño mayor y con las
ción, con notable paralelismo, se puede consi- proporciones corporales que corresponden a lo
derar, si se quiere, como una prueba del sentido esperado de una función de tipo alométrico de
adaptativo que tiene la reducción d~ las dimen- validez general, es verosímil que entre las dis-
siones bajo una temperatura elevada. Una norma tintas formas existan relaciones muy estrechas,
de reacción se selecciona lo mismo que un carác- pues el conjunto de ellas muestra una relación
ter de manifestación poco variable. La realidad aparentemente sencilla con la temperatura. Sin
Figura 4-26 Distribución de los valores medios del número de vértebras en la sardina
Sardina pilchardus, contadas en un gran número de lotes, distribuidos aqul por su pro-
cedencia geográfica. Se observa un gradiente aproximadamente latitudinal, de forma que
las poblaciones de áreas más cálidas o más meridionales tienden a un número medio de
vértebras alrededor de 51, mientras que más al Norte o en áreas más frias, el promedio
excede de 52. (Datos de diversos autores, recopilados por Andreu 5.)
144 El medio
BRETAÑA
VENDEA
GOLFO VIZCAYA
SANTANDER
C. VASCA
ADRIÁTICO
COSTA BRAVA
CASTELLÓN
BALEARES
VIGO 10
LEIXOES 11
MÁLAGA 12
13
CANARIAS 14
L/SBOA 15
PORTUGAL 16
17
I----------------------------------------------t 18
146 El medio
87
Figura 4-28 Isofenas o líneas de igual valor que expresan la longitud del ala del pico
carpintero Dendrocopos pubescens, especie residente, de Norteamérica. Intervalos de 1 mm;
las mayores diferencias exceden de 7 mm en los valores medios. (Según James 102.)
cidad de filtración de agua por el mejillón My- una temperatura determinada) sometidos a una
tilus calijornianus 34 procedente de distintas lati- temperatura más alta llevarían una actividad ex-
tudes, o la respiración de los cangrejos costeros cesiva; por tanto, en latitudes más bajas se lle-
Vea pugilator y Pachygrapsus pachypes, proceden- gará, por selección, a conseguir el modo de rebajar
tes también de latitudes diversas 53, 174. En todos el promedio de dicha actividad. La relación entre
los casos, los animales procedentes de latitudes temperatura y velocidad tiende, pues a estabili-
más altas, que de ordinario viven a temperatura zarse. En este caso es válida la comparación con
más baja, consumen más oxígeno (o filtran más) una representación de la estabilización de cual-
que los que proceden de más cerca del Ecuador, quier función fisiológica o ecológica (fig. 2-9).
cuando todos se observan a la misma temperatura.
Pero en habitantes de manantiales termales se
pueden presentar situaciones fuera de la regla Regla de Bergmann ampliada
general, como en el pez Arenichthys baileyi 204.
En las poblaciones nórdicas de varios gasterópo- La más antigua y la más conocida de las «reglas
dos marinos estudiados, el crecimiento resulta ser ecológicas térmicas» es la de Bergmann (1847) 19,
de 2 a 9 veces más rápido que en poblaciones según la cual, en las especies politípicas de ani-
de origen meridional, cuando todos se crían a males homotermos, las subespecies o razas geo-
una misma temperatura 52. gráficas tienen el tamaño tanto mayor cuanto más
En términos generales, se puede decir que la baja sea la temperatura media del ambiente en
tendencia es a uniformizar la actividad y hacer que viven. Esta regla vale para la generalidad de
que no aparezca tan rigurosamente ligada a la las aves y de los mamíferos, y en las figuras 4-28
temperatura. Los ejemplares de constitución nór- y 4-29 pueden verse un par de ejemplos repre-
dica (cualquiera que sea el significado que demos sentativos, uno de ellos se refiere a liebres y otro
a la palabra constitución que, posiblemente, abar- a la longitud del ala de un pico carpintero de
cará una componente genética y ciertas caracte- Estados Unidos 102. Son notables los ejemplos
rísticas dependientes de haberse desarrollado a constituidos por las zorras del Antiguo Mundo
148 El medio
En realidad, la regla de Bergmann es más ge- Se entiende por alometría la falta de relación
neral y ha de explicarse en términos diferentes, lineal entre diversas medidas tomadas en un mis-
si se encuentra en ella sentido de adaptación. Una mo organismo en el curso de su crecimiento y,
relación del mismo signo se observa, efectivamen- por extensión, en individuos de distinto tamaño
te, en algas, rizópodos, foraminíferos, radiolarios, de una misma especie 70, 95, 143, 144, 166, 209. En el
hidrozoos, tardígrados, crustáceos, insectos (Ca- crecimiento el cuerpo se «deforma» y esta defor-
rabus, Fannia, Apis, Argynnis, Simulium, Baetis, mación se manifiesta al comparar individuos de
etcétera), moluscos, entre ellos Cypraea, apen- distintas dimensiones de una misma especie. Si
dicularias, peces y ranas. Incluso los Trypano- x, y, z, son distintas medidas (longitud y anchura
soma parásitos en animales de sangre caliente del cuerpo, longitud de la espina, en Keratel/a
tienen células más pequeñas que los que viven o Brachionus; fig. 4-30) tomadas en una especie,
en poiquilotermos. En los animales marinos distri- sus valores se pueden ajustar a funciones del tipo
buidos sobre un gradiente de profundidad, los y = ax b , Z = a'x b ', etc., (log y = a + b log x, etc.)
de aguas más profundas son más corpulentos: en es decir, lo que conserva una relación fija entre sí
especies de briozoos del Mediterráneo, los ejem-
plares que viven por debajo de los 200 m son
entre un 15 y un 20 % mayores que los de aguas
superficiales y todos, en general, son menores que 180 I-lm
los representantes de las especies respectivas en
aguas atlánticas 69a. En insectos, caracoles y rep- 160 I-lm
tiles se encuentran excepciones, principalmente
140 I-lm
cuando hay largos períodos de inactividad, condi-
cionados por la sequedad o el frío, que limitan
el crecimiento, de modo que las dimensiones 120 I-lm
150 El medio
phi/a, etc.) y otros artrópodos (dientes de la sierra diferencias latitudinales en la respiración de crus-
furcal de los copépodos que la tienen), así como táceos y moluscos. Peces 76, c1adóceros (razas de
las perforaciones, relieves u otros elementos de Daphnia atkinsoni) y otros animales muestran
estructura de las cubiertas de diatomeas y fora- diferencias según la latitud en lo que se refiere
miníferos. En general, según Schilder 185, 186 si Z a la resistencia a temperaturas extremas, y distin-
es el número de piezas y L es una dimensión tas razas de Rana difieren, también, en la depen-
lineal del organismo, se puede escribir una función dencia de su fisiología de la temperatura 151. El
alométrica del tipo ZC = a L, en la que la cons- frío induce poliploidía somática en estirpes ma-
tante característica c está comprendida entre 1 y 2 rroquíes de Drosophila hydei, pero no en estirpes
y, para un conjunto de 62 grupos de organis-
mos 186 y distintos caracteres, se distribuía alre-
dedor de una media de 1,72. En otros términos,
el número de elementos, aunque es variable, es
menos variable que la longitud del cuerpo sobre
el que se disponen: Z - a' LO,6.
Las diatomeas de aguas cálidas tienen la estria-
ción algo más apretada y los poros del caparazón
de los foraminíferos son más densos o apretados
a temperatura alta. Así, por ejemplo, en Glohi-
gerina egeri se cuentan 21 poros en un cuadrado
de 45 X 45 ¡J.m a 29°C, y 11,5 en el mismo espacio
en animales que se han desarrollado y viven a
15°C. El recuento del número de poros en cuadra-
dos iguales situados en porciones homólogas del
caparazón muestra tan buena correspondencia con
la temperatura, que se puede utilizar como indi-
cador térmico en estudios paleoecológicos 15, 230.
Cuando el número total de elementos es muy Figura 4-32 Células de la desmidiácea Stauro-
bajo (de 2 a 7), como ocurre con los radios de desmus jaculiferus, con distinto número de radios.
(Según E. Teiling, Ark. f. Botanik, s. 2" 6111]:
diatomeas, silicoflageladas y desmidiáceas de sime- 467-629, 1967.)
tría radial (fig. 4-32), cualquier diferencia significa
un cambio muy aparente, por ejemplo, pasar de
simetría «radiada» a simetría «bilateral» y halla
con gran frecuencia expresión taxonómica 146. El suizas de la misma especie. Diversas razas de
paso de 2 a 3 ó de 3 a 2 implica a veces un cam- Paramecium bursaria pueden no mostrar diferen-
bio de género. Algunos datos sobre desmidiáceas cias a 18°C, pero se comportan de modo distinto
permiten suponer que un mayor número de radios a 27°C y a esta temperatura sólo sobreviven las
va frecuentemente asociado a poliploidía y, en que reaccionan produciendo individuos de menor
general, las células con mayor número de radios tamaño, que se pueden considerar como mejor
son mayores y más frecuentes en ambientes fríos adaptados 69. La gran heterogeneidad en la forma
o de latitudes más elevadas, de forma que este de reaccionar a cambios térmicos en las distintas
fenómeno de variación se puede incluir dentro poblaciones de una especie hace totalmente iluso-
de la misma rúbrica general de las «reglas térmi- ria la tarea de determinar parámetros térmicos
cas», relacionadas con la regla de Bergmann am- únicos, característicos de una especie y constantes
pliada. para todos sus individuos, y aplicarlos en estudios
El gradiente térmico es particularmente notable prácticos del tipo de predicción de los límites
en la dirección de los meridianos y en relación de vida, del número de generaciones en relación
con él es frecuente observar clinas o series de for- con el clima, etc., empresa que se ha intentado
mas emparentadas, en las que ciertos caracteres muchas veces en relación con especies de impor-
cambian gradualmente. Estos gradientes se ajus- tancia económica, principalmente con plagas del
tan, en general, a la regla de Bergmann, con sus campo.
implicaciones. Cuando existe desacuerdo entre el
gradiente morfológico y el gradiente térmico se
puede suponer que existe alguna reducción del Ciclomorfosis
flujo génico o condiciones especiales de selección,
o bien que se trata de vestigios de situaciones La variación de las dimensiones en relación
pasadas (pág. 273, biogeografía). Las c1inas tienen con la sucesión de las estaciones del año sólo
manifestación fisiológica: se han mencionado se puede observar en los organismos de vida corta,
o. cucullata
Esrom
Figura 4-33 Generaciones estiva/~s de distintas
Daphnia, que desarrollan yelmos cefálicos.
Las cifras romanas indican las sucesivas mudas.
En el lago Esrom coexisten dos formas diferentes.
(Según R. Woltereck, Variation und Artbildung,
Francke, Sem, 1919.)
152 El medio
1.0
.:.-:
.,..~1·::·
i j}{:~..~
,....~ :..---
0.5 _
0.5 1.5 mm
Longitud caparazón (B)
Mayo-Noviemhre
La relación entre longitud de la cabeza y longitud 4-33) 32. Los cladóceros con cic1omorfosis de tipo
del cuerpo, en el momento de nacer, se expresa no simplemente alométrico son propios de los
por una función de los mismos parámetros países más intensamente glaciados y que actual-
mente están sometidos a un ritmo climático anual
K¡ = 0,675 + 0,274 t + 0,054 P - 0,003 v muy marcado: Escandinavia, región báltica, Al-
pes y ciertas regiones de Norteamérica. La ciclo-
Es natural que en los embriones la temperatura morfosis en algunos insectos (hemípteros, lepi-
tenga más importancia y el alimento y el viento dópteros) escapa igualmente a la determinación
(turbulencia) tengan menos impacto que en los estrictamente térmica y está controlada por foto-
animales adultos. periodicidad (pág. 724).
Mientras que las espinas de Keratella se com- Es natural que las fluctuaciones de talla sigan
portan como un órgano alométrico sin complica- con cierto retraso a las fluctuaciones térmicas,
ciones (fig. 4-30), los yelmos y otras estructuras y que una temperatura fluctuante tenga el mismo
ciclomorfóticas de Daphnia tienen regulación más efecto que una temperatura uniforme más ele-
compleja y representan adaptaciones especiales a vada. Los individuos del copépodo marino Cala-
la estabilización o a la horizontalización de las nus finmarchicus que se encuentran en otoño,
trayectorias en determinados niveles del agua. Es desarrollados durante el verano precedente en
muy notable, a este respecto, la convergencia de agua de 15 a 16°C, tienen las longitudes mínimas
distintas especies y grupos de especies (figura de 2,8-2,9 mm y el peso mínimo de 0,4-0,5 mg;
(17,72°)
... izquierda) y decrecen de Norte a Sur, a pesar de
que la diferencia en la temperatura media entre
las estaciones extremas es solo de una fracción
de grado. Las temperaturas del agua que aparecen
6,5
sobre el diagrama de la izquierda son promedios
de O a 10m de profundidad, obtenidas en las
estaciones marcadas con aspas en el mapa,
(17,70°)
6 •
durante los meses de abril a agosto, inclusive,
que abarcan el perlado de mayor desarrollo de
26 27 2B 29
las algas
los mayores, crecidos en el agua invernal a 8 o Los distintos morfas de una especie polimorfa
goC, no se observan adultos hasta la primavera pueden ser desigualmente frecuentes según las
y miden 3,6 mm de largo y pesan 1,1 mg 28. Exis- localidades, y en relación con sus temperaturas,
ten cambios simultáneos en la composición quí- por lo que tienen el mismo valor de indicadores
mica de los animales: en verano el contenido de ecológicos y paleoecológicos que las formas de
agua es menor y distinta la reserva de lípidos (pá- reacción, a temperaturas distintas, de especies que
gina 141). En diversos rotíferos (Kellicottia, No- se suponen genéticamente homogéneas (fig. 4-35).
tholca, Keratella) si las temperaturas son muy En aquellos organismos acuáticos que pueblan
bajas, se rompe la regularidad normal, las dimen- lagos con agua estratificada y temperaturas diver-
siones vuelven a bajar y resultan individuos me- sas según los niveles, el estudio de la ciclomorfo-
nores que los desarrollados a temperaturas inter- sis presenta indudables complicaciones. Su con-
medias.
Se manifiesta ciclomorfosis aparente cuando
coexisten distintos morfas de una especie, adap-
tados diferencialmente a distintas temperaturas:
100
unos u otros dominan sucesivamente a medida
que la temperatura varía. Como que las formas
o
que predominan en verano son, por término me- ::J
u 80
dio, más pequeñas que las invernales, y existen o
las diferencias de forma habitualmente asociadas
a las diferencias de tamaño, es difícil discernir
este tipo de periodicidad de la simple ciclomor-
o
~
~ 60
..
fosis fenogenética. Cuando no existen pruebas "8
al
adecuadas, y ésta es, desgraciadamente, la situa- "O
o 40
ción más general, se suele aceptar como criterio ~
la existencia de discontinuidad morfológica entre oo-
las distintas formas o morfos que viven juntos.
Esta modalidad se observa en diatomeas (Melo- ~
l-
20 ..
sira), dinoflageladas (Ceratium) , rotíferos (Po-
lyarthra, fig. 20-10; Keratella, donde coexiste con
ciclomorfosis simple, lo que complica el proble- 20 40 60 80
ma) y quizá en quironómidos, donde se duda de Grados de latitud
si formas de Psectrocladius que se avivan suce-
sivamente corresponden a morfos separados de Figura 4-36 Tanto por ciento de individuos
de coloración oscura en muestras de ca/ém-
ciclo estacional diverso o se trata de simple ciclo- bolos del suelo de diferentes latitudes.
morfosis 234. (Según Rapopoft 166.)
154 El medio
sideraci6n sugiere posibles mecanismos de evolu- casos, también con la humedad (pág. 99). Se
ci6n. En virtud de la morfología adquirida en cita con frecuencia el ejemplo de un himenóptero,
el curso de su desarrollo, cierto grupo de indivi- Habrobracon juglandis 188 que, a temperatura más
duos de una especie puede tender a situarse en baja (16°C), tiene pigmentación más oscura que a
determinados niveles, especialmente cuando los 35°C; en la mosca tse-tsé hay indicios de la misma
caracteres variables (espinas, yelmos) influyen en tendencia. En un sentido más amplio, el tanto por
su posici6n o su natación. De esta forma, una ciento de los colémbolos oscuros en una fauna va
misma especie no subdividida genéticamente en aumentando progresivamente en función de la
morfos, puede no ser uniforme en un momento latitud (fig. 4-36) 166. Se ha intentado relacionar
dado y sus individuos mostrar una distribución esta «regla» con la regulación térmica (un organis-
heterogénea, de acuerdo con sus características. mo más oscuro absorbe más radiación de onda
Esta situación se puede perpetuar, en el caso de larga; pero también emite más), o con la defen-
animales poco móviles, como son los rotíferos, sa 91; pero esta «regla» es mucho menos genera-
pues las formas del hipolimnion darán, por ejem- lizable que la de Bergmann. En muchas aves, por
plo, descendientes más corpulentos y con las espi- ejemplo en los gorriones, las razas meridionales
nas mucho más largas, en el caso de Keratella, son de color más oscuro, y es precisamente como
que los que se reproduzcan en el epilimnion. En descripción generalizada de este tipo de variación
realidad, la interpretación de la variabilidad mor- que se formuló la regla de Gloger.
fológica de los pobladores de un lago 214 es ex- Por otra parte, el pelaje o plumaje blanco es
traordinariamente difícil: no siempre atestigua una obvia adaptación defensiva a un ambiente
diferenciación genética, pero tampoco puede ser nival de gran altura o de latitud alta, y también
adscrita, sin más, a simple respuesta fenogenética limita la pérdida de calor por radiación. Un fun-
a temperaturas distintas que hayan actuado du- damento fisiológico de la relación entre latitud y
rante el desarrollo. color se halla en el ennegrecimiento de las por-
ciones distales, expuestas a hipotermia, del cuerpo
de animales homotermos, por ejemplo, la punta
Otras reglas térmicas de las orejas o de la cola. A temperatura más baja
es de esperar una mayor extensión de las áreas
La regla de Gloger relaciona el color, o grado melánicas, en este caso, al contrario de lo que
de melanismo, con la temperatura y, en ciertos postula la regla.
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